Un viaje a Mallorca (5)

En este 5º capítulo estamos en Manacor, en la fábrica de MAJORICA y ahí volvemos a dar rienda a nuestra pasión...

UN VIAJE A MALLORCA.

Sexo en la factoría.

Me pongo sobre tu pecho y miro por la ventanilla; no sé muy bien por dónde vamos. He venido, con ésta tres veces a Manacor, pero hace ya lo menos 11 ó 12 años. Veo un cartel que textualmente dice:

BENVINGUTS A MAJORICA. Ya estamos llegando.

El autocar entra por un camino angosto y serpenteante y se detiene en un aparcamiento muy grande decorado con banderas de diferentes países: Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón y España. También hay un monumento con una ostra de bronce y una perla blanca; y detrás del parking hay una zona verde repleta de árboles y flores.

Dejamos bajar a los demás pasajeros y al igual que por la mañana, nosotros somos los últimos en salir, pero esta vez no hacemos nada "indebido", pero al ponerme de pie para ir a la salida miras (más bien devoras) mi cuerpo con tus ojos tan verdes cómo la hierba fresca. Me dices:

Así que te apasiona follar conmigo. Al reverlarme eso has ganado un bonus de 200 puntos.

Yo, muy inocentemente te pregunto para qúe son esos puntos. Cómo respuesta me dás un pellizco en el culito y suavemente me empujas hacía afuera.

Desde el parking hasta la entrada de la factoría hay unos 100 metros; vamos caminando todos en fila india: primero Carolina, seguida por el numeroso (son 64) grupo y finalmente tú y yo. Nos cogemos de la mano y echamos a andar. En ese momento oímos a Miguel, que nos dice:

Ey, chicos esperadme!. Cierro el bus y ahora voy...

Nos paramos un momento y yo aprovecho para sacar el sadwich y al darle un mordisco, tú me preguntas:

Tenías mucha hambre?.

Te respondo que sí y te doy las gracias por habérmelo traído. Te pregunto si quieres un trozo y me respondes:

No gracias nena, come tú; yo ya comí algo mientras te estabas cambiando; fui al comedor y hablé con el maitre y él me dijo que le pidiera al chef lo que quisiera.

Te pregunto que porqué le dijiste que era para tu novia?. Podrías a verle dicho que era para tí...Me respondes:

Es que tu querida Carol (encima con cachondeo) en cuanto me vió solo, se puso a mi lado y empezó a tocarme...Y para sacármela de encima le dije a Francisco que el sandwich era para mi novia.

Al oir esto, de inmediato me pongo histérica, pero disimulo y no te digo nada.

Ahora comprendo porque Carolina se "enfandó" cuando me pilló sola en el hotel.

Te pregunto quién es Francisco?. Me comentas:

Es el chef del hotel. Es un tío simpático y muy divertido. Basta decir que es de Cádiz,de la tacita de plata...Esta noche en la cena te lo presentaré, porque tiene unas ganas locas de conocerte.Le hablé de tí (cuando Carol me oyó llamarte así, se fue con un cabreo que no veas) y le dije que además de ser encantadora estás para mojar pan...

Yo te digo (de broma) que no te fies mucho, a ver si te voy a cambiar por él. Me miras fijamente y te ríes con ganas. Y dices:

Qué va, cariño, Paco puede ser tu padre!.

Te guiño un ojo y sigo con el rollo: un hombre para conquistarme tiene que ser simpático, divertido, cariñoso, fiel, romántico y muy sincero; independientemente de la edad. Cierto es que un abuelito como el señor Pepe pues no, pero un tipo como Miguel por ejemplo (lo señalo, viene hacía nosotros dando caladas a un cigarro) no te digo que no.

Miguel nos saluda y tú le dices:

Mira lo que dice Pilita (empleas mi pseudónimo literario, porque el día que te dije que era ese te hizo gracia): que me podría cambiar a mí por tí...Qué te parece?.

Él, se sonroja y dice:

Que no me lo creo; cambiarte a tí un chaval joven, guapete y tan majo por un tío como yo...Seguro que lo dice de broma o para intentar darte celos.

Yo me río, me encongo de hombros y le pido el cigarrillo a Miguel, me lo dá y le doy una calada con unas ganas tremendas. Me preguntas:

Pero no me digiste que ibas a dejar de fumar?. Como sigas fumando no te vuelvo a besar...- me lo dices medio en broma, pero con cara seria-.

Te pido perdón, le devúelvo el tabaco y sacándo la lata le quito la anilla y doy un trago para quitarme el olor de la boca. Te la ofrezco a tí y también bebes un buen sorbo. Me la dás otra vez y vuelvo a beber (dentro de poco tendré que ir a hacer pis), limpio la abertura con la servilleta de papel y le digo a Miguel que se beba el resto. Me dá las gracias y de pronto oímos gritar a Carolina que dice:

Miguel y compañía, venís ya o qué?.

Él le responde que ahora vamos y aligeramos el paso para juntarnos al grupo.

En el recibidor de la factoría, nos esperan para iniciar el "tour". Me fijo que en la pared hay un cartel que anuncia: POR FAVOR, APAGUEN EL TELÉFONO MÓVIL. Abro la mochila y sacándolo de la funda lo desconecto enseguida.

Vamos caminando por un largo pasillo con ventanas de cristal a ambos lados; dentro están las artesanas "montando" las perlas. Llegamos a un salón y allí una experta guía explica de dónde se sacan las perlas, las diferentes formas que tienen (porque aunque parezca mentira no todas son redondas), los tamaños y colores...en fin dá un curso teórico.

Luego nos invita a preguntar lo que queramos saber...

Y después nos dirijimos a la sala de montaje y allí presenciamos el verdadero trabajo que se necesita para elaborar estas preciosas joyas. La mayoría se fabrican de forma industrial, es decir con máquinas, pero otros, como colgantes, pendientes y anillos con perlas incrustadas se hace manualmente, lo cual es una tarea bastante lenta y fatigosa.

Yo, que estoy a tu lado me acerco a tu oído y te susurro que tengo que ir a hacer pipí. La coca-cola siempre me produce muchas ganas de orinar. Me dices:

Y yo tambíen. A mí me pasa lo mismo.

Nos escabullimos, pero Carolina que no te quita el ojo de encima se interpone en nuestro camino y nos pregunta:

Os vais ya?. La explicación práctica aún no ha terminado. Es que no os interesa?.

Le digo que sí nos interesa, pero tengo que ir al baño, que es urgente...Y no sé para que le doy explicaciones si la muy guarra ni me escucha; sólo te mira a tí como si yo no existiera.

(*No te digo nada para no armar jaleo, pero tengo muchas ganas de partirle la cara).

Tú también intervienes y con una sonrisa, le dices:

Además yo también tengo que cambiarle el agua al canario y le pedí a mi novia (y lo recalcas) que me ayude a hacerlo.

Ella se queda a cuadros y yo también estoy alucinada. Jopé con tus respuestas...

Me coges de la mano y salimos por la puerta. Cuando estamos solos y nadie nos ve ni nos oye te pregunto que porqué le dijiste eso. Me respondes:

Primero, porque yo también quiero mear, segundo para que se entere de una vez por todas que ella no me interesa y la tercera razón (y me das un beso muy apasionado en la boca) es que quiero,necesito y deseo follarte.

Yo te recuerdo lo que te dije en el w.c del avión: "soy tu esclava, hazme lo que quieras"...

Me das otro beso y me miras de una forma un poco "rara". Digo eso porque nunca antes me has mirado así.

Vemos un indicador de servicios: señoras a la izquierda y caballeros a la derecha. Me comentas:

Date prisa y luego buscaremos un sitio más íntimo.

Te contesto que sólo tardaré 3 minutos; te doy un besito y me voy corriendo.

Al cabo de un ratito salgo y te veo con el reloj en la mano, me estás cronometrando: pareces un juez de línea en una carrera Olímpica. Me dices.

  • Has tardado 3 minutos, 12 segundos y 33 milésimas...y ese tiempo extra me lo voy a cobrar. No te quepa duda.

Me coges por la cintura y enfrente de los baños hay otro pasillo; vamos andando por el, en silencio para no hacer ruido y no llamar la atención. Al final tiene una puerta y entramos. Es una habitación pequeña iluminada por un tubo halógeno; la paredes están pintadas de un tono gris marengo y los muebles que la "visten" son dos estanterias de metal y una mesa cuadrada de formica de color azul. En una esquina hay enseres para la limpieza.

Atrancas la puerta con el palo de la escoba y al darte la vuelta, me miras desde la cabeza a los pies y sin dejar de sonreírme, me dices:

Pues ahora mismo me vas a demostrar todo lo que te gusta follar conmigo!.

Sólo de oírte decir eso ya me dio un orgasmo y noto mi coñito muy mojado.

Antes de poner las manos sobre mi cuerpo me adviertes:

En estos próximos 10 minutos y ese tiempo extra que me debes,olvídate de besos, caricias y escenas románticas; eso es para esta noche (creías que lo había olvidado?), ahora única y exclusivamente tendrás sexo y del salvaje...

Y acto seguido te desabrochas el vaquero y te bajas hasta las rodillas el slip y el pantalón.

Al verte me tiembla todo; se me pone la piel de gallina y mis ojos parece que me van a estallar en la cara...Estás enormemente excitado; tu polla esta muy gorda, muy larga y tan dura como una piedra (alargo la mano con torpeza y te la toco). Me voy a agachar para chupártela, pero me coges por los hombros y me detienes. Con voz muy ronca, me dices:

Ahora no. Lo que más deseo es metértela hasta el fondo. Quiero romperte el coño...Y no me digas nada porque no te voy a responder.

Yo te obedezco, no tengo miedo, pero siento frío. Me sudan las manos (eso me sucede cuando estoy muy nerviosa). Me quedo de pie frente a ti, (yo mido 1’60 y tú 1’74, es decir te llego por el cuello más o menos) y voy a preguntarte que quieres que haga; abro la boca y tú me la tapas con el dedo índice y me dices:

Psss!. Calla.

Retiras la mochila que está colgada en mi espalda y la depositas encima de un estante; me coges con las dos manos por la cintura y me sitúas delante de la mesa; me levantas la falda hasta las caderas, me bajas la braguita y me la sacas; me levantas del suelo y dejándome sentada en el filo de la tabla, me empujas con fuerza hacía atrás.

Estoy con mi sexo al aire. Noto tu mirada sobre esa parte de mi cuerpo y oígo tu agitada respiración. Estoy tan húmeda que parezco un lago...

Te acercas más a mí y colocando tu pene a la entrada de mi vagina, lo introduces primero despacio, muy poco a poco para después irme penetrando cada vez más y más fuerte.

Yo, sudo, jadeo, gimo y suspiro de placer.

Quiero preguntarte cómo estás, pero no puedo hablar. Tengo la garganta seca y también dolorida de tanto

gritar en silencio.

Me gustaría poder gritar para afuera, chillar y decirte lo mucho que te deseo, todo lo que me gustas y cuanto te quiero.

Sin embargo, permanezco callada; arqueando mi espalda y sintiéndo un orgasmo detrás de otro. Inclino la cabeza hacía arriba y veo tu cara bañada en sudor, jadeando sin poder evitarlo y apretando tu sexo en mi interior.

Entonces me tapas la boca con la mano, sacas tu polla de mi coño un segundo, inhalas aire con fuerza y con una mezcla de lujuría, pasión, deseo e incluso amor me clavas hasta el fondo de mis entrañas, y de un sólo golpe tu gorda, larga y dura polla.

Literalmente me he muerto. Me has matado. Estoy durante un momento, sin sentido.

Te tumbas encima mío y al hacer esa acción me penetras todavía más; quiero decirte que me duele, que por favor salgas ya, pero "algo" superior a mí no me lo permite. Permaneces quieto dentro de mí.

Me destapas la boca y yo te digo con un hilo de voz, apenas un susurro; que por favor me beses, que necesito un beso y de inmediato rompo a llorar. No sé porqué lloro: si es dolor, o tal vez felicidad...

Tú, a pesar de que me dijiste que me olvidara de romanticismo y escenas tiernas, te "apiadas" de mí y pones tu boca sobre la mía y me besas.

Yo, cierro los ojos, y me relajo y en ese momento siento como eyaculas mi interior. Al igual que las dos veces anteriores está caliente y denso. Me encanta esa sensación y tu semen me ha apaciguado el dolor, esa quemazón que sentia por dentro. Muy lentamente sales de mi interior. Y por fin rompes tu silencio. Me dices:

Lo siento, perdóname. Me dejé llevar por mis instintos; nunca te haría daño y lo sabes. Yo, yo...soy un bruto, una bestia. Y tu eres tan hermosa y tan dulce...

Te digo que no te preocupes; que ya estoy mejor; que lo único que deseo es que tú lo pases bien; que no eres ni bruto ni bestia, -te sonrío- y te digo que todo esto pasa sólo por mi culpa...

Estiro mi mano y acaricio tu rotro. Eres perfecto...

Vuelves a tumbarte sobre mí y me besas suavemente el ombligo, vas bajando y depasitas un besito en mi Monte de Venus (estoy depilada, pero ahí tengo una mata de suaves rizos oscuros) y separándome las piernas un poco más, introduces completamente tu lengua en mi rajita. Enseguida presiento un intenso orgasmo y de mi garganta brota un fuerte alarido de placer...Arqueo de nuevo mi espalda y me sacudo violentamente.

Repito tu nombre como loca: Marcos, Marcos, Marcos....

Te separas de mí y me miras; y con voz voz suave otra vez, me dices:

Pili, eres una mujer maravillosa. Me gustas mucho. Te deseo tanto. Te...

En ese momento sentimos que alguien intenta abrir la puerta, pero al notar que está cerrada (el picaporte está atrancado) se va.

Rápidamente me ayudas a bajar de la mesa, pero al poner los pies en el suelo casi me caigo de lo débil que estoy. Mis piernas están dormidas y no consigo mantenerme en pie. Me vuelves a sentar encima de la mesa y me las frotas vigorosamente dándome un masaje para que se active la circulación. Me levanto otra vez y ahora sí que me mantengo bien equilibrada; te pido la braguita (está tirada en el suelo) y al dármela para ir a ponérmela, me doy cuenta de que sigues con el pene al aire, ese trozo de carne antes grandísimo y muy duro, permanece ahora en relax: blandito y colgante como el Golden Gate.

Cogo la braga, y con la tela de la entrepierna, te la limpio con suavidad y por eso se queda toda empapada de flujo. Luego me la coloco y asiéndote la "pichita" con mi mano derecha le doy un besito y meto mi lengua por tu prepucio y toco la punta de tu glande.

Tu suspiras mientras frotas mi pelo.

Debemos irnos ya.

Seguro que la charla práctica ya ha terminado. Nos arreglamos un poco: abro mi "super" mochila y te doy un kleenex para que te limpies y yo también me acicalo lo mejor que puedo.

Te ofrezco el último chicle que me queda y tú me dices:

Gracias mi cielo, pero mejor lo compartimos. Quieres?.

Qué si quiero?. Vaya pregunta!; de tí acepto todo, hasta las pestañas de tus ojos...(esto lo pienso, pero no te lo digo ).

Te respondo que sí, gracias. Y lo partimos a la mitad.

Con mucho sigilo quitas el palo de la escoba y abres la puerta, (mientras tanto yo fijo mis ojos sobre la mesa en donde hace unos minutos he vuelto a ser tuya) por fortuna no hay nadie a la vista y cogidos de la mano nos vamos corriendo por el pasillo.

Llegamos a la entrada (está vacía), cogo unos folletos explicativos de encima del mostrador y vamos afuera.

Al lado de la factoría hay un local llamado Majorica- CENTER y nos encaminamos hacía allí. El grupo aún no ha salido, porque la tienda está semi vacía: sólo hay tres vendedores, un chico y dos chicas. Aprovechamos que no están los abuelitos, para mirar los objetos que hay expuestos sin tanto agobío.

Te comento que podríamos comprar ahora el detalle para el matrimonio y tú me dices:

Iba a decirte eso mismo. A qué somos muy compatibles?.

Yo te pregunto porqué dices eso (creo que sé la razón, pero quiero oír tu opinión) –UN PAREADO- de que somos compatibles.

Pues por pensar lo mismo a la misma vez. Eso tiene un nombre científico...Lo sabes?.

Te respondo que creo que se llama telequinesia o tambien se llama telepatía . Y me contestas:

Pues tenemos eso, además de otras muchas cosas.

Estoy a punto de preguntarte qué cosas son esas, pero una de las vendedoras se acerca a nosotros y nos dice:

Hola, cómo están?. Puedo ayudarles en algo?.

Le devolvemos el saludo y le explico que queremos comprar un detalle para uno de los matrimonios del grupo del IMSERSO que han venido junto a nosotros.

Nos muestra unas figuras de cristal con forma de la isla de Mallorca (esta isla tiene forma de rostro de cabra; y lo que son los dos cuernos son los puertos de Pollença y Alcudia) y una perlita rosada incrustada.

Le preguntamos el precio y nos dice:

La pequeña 6, la mediana 15 y la grande 20 euros.

Optamos por la grande, y como es un regalo hecho entre los dos lo pagamos a medias: 10 euros cada uno. Lo envuelve en un bonito papel dorado y le pega un adhesivo que dice:

"CON NUESTRO CARIÑO". Espero que les guste...

Lo guardo en la mochila en el instante que aparece la tropa de gente. Miguel tambén está ahí y cuando nos ve se acerca y nos pregunta:

Dónde estabaís?. Hace lo menos 20 minutos que no os veo. Me fijé que os fuistéis..

Le digo una medio verdad: que fuimos al baño y que después en vez de continuar oyendo y viendo la explicación práctica, decidimos ir a la tienda a comprar unos recuerdos.

Entonces te mira a tí y te pregunta:

Qué le dijiste a Carolina?. Te lo digo porque después que os marchastéis, ella tenía una cara de perra rabiosa que no veas; no le quise preguntar nada por miedo a una mala respuesta o algo peor. Ya os dije que tiene "malas pulgas"....

Con una sonrisita le contestas.

  • Sólo le dije que yo también tenía que ir al baño y le pedí a mi novia (y me señalas) que me acompañara.

Miguel dá un sílbido y dice:

Pili, ten cuidado con ella. Es una chica peligrosa y las mujeres cuando os encaprichais de un hombre sois terribles; y ésta es una diablesa en potencia...

Yo escucho estos consejos y se los agradezco, pero no tengo ningún miedo. Pese a dar una imagen de angelito (por las buenas lo soy), tengo una parte oscura y temible.

Una vez me dijeron , no sé si en broma o en serio: "

Eres más mala que Barrabás".

En fin, si Carolina me busca ya me encontrará.

Estamos a punto de salir de la tienda y el matrimonio nos ve y la señora María, con su innata curiosidad me dice:

Dónde estaban usted y su amigo –y esta palabra la pronuncia con picardía-?.

Le digo lo mismo que a Miguel, y ella me responde:

Es que a Pepe y a mí nos gustaría mucho hacernos unas fotos con usted, ya sabe para tener un recuerdo y para luego demostrar a mi hija y a Evita lo parecidas que son las dos. Qué, se anima?.

Yo le respondo que por supuesto que sí. Qué será un placer, pero que me tuteé: le digo que me llamo María del Pilar (uso mi nombre completo y oficial, porque de pequeña mis padres me enseñararon que con una persona mayor hay que ser más educada).

Así pues hago el gesto de ir a salir con ellos, y en ese momento tú te acercas a mi. Me dices:

Voy con Miguel a la tienda; quiere comprar algo para su mujer (yo pensé que era soltero, porque cuando lo conocimos te dijo que le gustaría tener una amiga como yo) y me ha pedido que lo aconseje. No te molesta que no te diga que vengas también tú, verdad?.

Te respondo que no, en absoluto, pero te digo que le asesores bien...algo no muy grande, una joya bonita. A todas las mujeres nos gustan las alhajas.

También aprovecho para avisarte que estoy fuera haciendo fotos con los abuelitos y que nos vemos en el autocar. Me contestas:

De acuerdo. Luego te veré, mi vida. –Y me das un tímido beso en los labios.-

Ahhh! Nunca antes me habías llamado así. Ay madre, que me desmayo!.

Me voy con el matrimonio y María que ha oído perfectamente lo que me has dicho, exclama:

Querida Pilar, este chico está enamorado de tí hasta las cejas, sólo hay que ver como te mira y como te habla, mi Pepito de novios también era así, como se dice en las telenovelas, un "galansote". Llevamos ya 50 años casados, tenemos dos hijos (la parejita) y a nuestra nieta, a la cuál adoramos y supongo que el sentimiento es recíproco porque ella y Adrián –su futuro marido- nos han regalado este viaje como detalle por las Bodas de Oro.

Les felicito por cumplir tantos años de matrimonio y le comento que no creo que estés enamorado de mí, aunque eso lo deseo con todo mi corazón. Ella, con una sonrisa me dice:

Pues yo te aseguro que sí, y te diré más: muy pronto se te declarará...

La miro con cara de escepticismo y le pregunto como puede estar tan segura. Me dice:

Tengo "poderes" clarividentes; soy una bruja blanca...

Me quedo pasmada, pero no me "asusto" demasiado ya que a mí los temas esotéricos me atraen como si fueran un imán. Le pregunto si sabe tirar el tarot, y me responde:

Claro que sí. En el bolso llevo una baraja (la saca y me la enseña); quieres una tirada rápida?. Sólo debes barajar tantas veces como años tengas y eligir una carta con la mano izquierda...

Acepto enseguida, saco las cartas del paquete y las barajo 31 veces. Luego las vuelvo a reunir y se las doy. Las separa en abanico y dándome el mazo, me vueve a decir:

Piensa en él, mentalmente di su nombre (M-A-R-C-O-S), escoje una con la mano izquierda y sin mirarla devuélvemela.

Como quieres que la volteé desde arriba o desde abajo?.

Le digo que desde arriba. La gira y sale "LOS ENAMORADOS" al derecho...

Yo sé un poquito sobre el tarot y sus 22 arcanos, pero como no lo domino le pregunto que significado tiene. Brevemente lo interpreta así:

Esta carta a menudo se refiere a la relación que está basada en el amor profundo - la fuerza más poderosa de todas.

La relación puede no ser sexual, aunque a menudo lo es o podría serlo.

Los Enamorados pueden representar la fuerza atractiva que lleva a dos entidades a unirse en una relación- ya sea gente, ideas, eventos, movimientos o grupos.

Después de esta "lección" adivinatora, nos vamos caminando hasta el aparcamiento para hacer las fotografías: primero le hago una a ellos dos situados a cada lado del monumento, luego María y yo junto a la ostra, y después con Pepe también en el mismo sitio. Bajamos por un sendero y vamos al jardín (la zona verde) y allí me coloco delante de un rosal -huele fantástico- y me hacen otra; estamos a principio de verano y en esta época las rosas lucen en todo su esplendor. Les digo que se pongan al lado de un almendro y que se cogan de la mano, lo hacen y les hago una instantánea; estoy muy contenta por lo que María me ha dicho hace un momento y la alegría me sale por todas partes y por eso motivo les digo: besito, besito!. Ellos se dan un tierno beso en la comisura de los labios y yo aprovecho para apuntar y disparar. Clik. Le digo que por favor cuando revelen las fotos me manden una copia de ésta; María me dice:

No te preocupes. Te mandaré una copia de cada una de ellas, pero me tienes que dar tus datos para poder enviártelas.

Cogo la mochila y sacando mi agenda y el boli anoto en una hojita mis datos de correo postal. Cuando la lee, ve que mi dirección es en Galicia –en Vigo- y me pregunta:

Eres Gallega?. No tienes mucho acento...Adrián,el novío de Evita es de La Coruña.

Le explico que lo soy, pero que durante 21 años vivi en Mallorca, muy cerca de donde estamos alojados y que tengo mucha ilusión por volver a ver todos los sitios de mi infancia y juventud. Y también por encontrarme de nuevo con antigüos amigos, especialmente con mi buena amiga Carmen.

Miro el reloj. Son las 18:20; faltan diez minutos para irnos y se lo comento. Pepe nos dice:

Será mejor que vayamos acercándonos al bus; no me gusta hacer esperar, prefiero esperar yo.

Le comento que yo también opino lo mismo. Se acerca a mí, me dá una palmadita en la mano y con una afable sonrisa me dice:

Una señorita guapa, simpática y muy inteligente; su amigo tiene mucha razón al decir que es maravillosa...

Ufff!. Me va a dar un soponcío...

Estamos llegando al autocar; allí están todos: el resto del grupo, Carolina, Miguel y tú.

A María que le gusta mucho la fotografía, te pide a tí que te unas a nosotros tres y nos hagamos otra más. Aceptas de buena gana.

Miguel les abre el maletero a los abuelos para que guarden sus bolsas y la guía se queda ahí esperando. La señora María le dice:

Señorita Carolina, por favor sería tan amable de sacarnos una foto junto a esta pareja tan encantadora?.

Estamos justo enfrente de la bandera de España.

Ella sonríe (aunque yo sé que por dentro debe estar muriéndose de envidia) y contesta:

Por supuesto que sí. Aprieto este botón?. Quedarán perfectos...

Nos colocamos los cuatro: María, tú, yo –cogidos de la mano y Pepe.

Cuando termina, le devuelve la cámara y dice:

Seguro que salen muy bien. Ustedes son encantadores y la pareja joven (esto lo dice con una sonrisa forzadísima) es divina.

La señora que además de ser curiosa y cotilla es muy "aguda", le responde:

  • En efecto, son maravillosos y lo mejor es que se quieren mucho.

Carolina asiente con la cabeza, se dá la vuelta y se sube al bus; el matrimonio nos dá las gracias y nos dicen que ya hablaremos en la cena. Y se van también. Tú, me miras con cara de susto y me dices.

De qué querrán hablarnos?. Tienes alguna idea?.

Te digo que no, pero cruzo los dedos porque María no te vaya a decir que estoy loca por tí.

Miguel cierra la compuerta del portaequipajes y a voz en grito, nos dice:

A qué esperais, tortolitos?. Venir ya, que nos marchamos...

Vamos para allá y para evitar el tener que subirme la falda te digo que me aupes por lo menos el primer escalón – está un poco alto-, me coges por la cintura y me elevas con tus fuertes brazos. Alehop! .

Eres mi Sansón preferido!.

Nos sentamos en los asientos, y el autocar se pone en marcha. Adeu, Manacar!.

Continuará...

P.D. Como anécdota os diré que cuatro días después de llegar a mi casa, recibí por correo un sobre de parte de la abuela María. En el, me enviaba las copias de las fotos que nos hicimos en Manacor y también me adjuntó una carta que decía lo siguiente:

Querida Pilar: Aquí te mando las copias de las 7 fotos; como puedes ver en las que estás tú sola y con nosotros y de las mías con mi Pepe estamos muy bien e incluso una la mandé ampliar y la enmarqué. Ahora esa foto está colocada en nuestro dormitorio, sabes cuál es?. Claro que sí, mi querida niña; es la que Pepe y yo nos damos un beso.

Pero en la que estamos con tu Marcos frente a la bandera de España no salió nada bien y la peor parada eres tú.

Tienes la cabeza cortada.

Esta foto nos la sacó la guía, te acuerdas?. Vaya perra en celo!, pero tu Marcos pasaba olímpicamente de ella y de sus insinuaciones. Por cierto, cómo os va?. Un saludo nuestro cuando hables con él. Y para tí todo nuestro cariño. Muchos besitos.

Recuerdos de Eva y Adrián.

Hasta la tuya. Tu "abuela" María.

Yo le respondí dos días después, pero eso lo contaré más adelante.