Un viaje a mallorca (21)
En el penúltimo capítulo (el 21-A) nos dedicamos a despedirnos íntimamente y damos otra oportunidad a nuestro amor.
UN VIAJE A MALLORCA.
Hablando se entiende la gente...o eso dicen. A.
Guillermo está tirado seminconsciente en el suelo boca arriba, con el bañador medio bajado y con el hinchado pene al aire; coges la botella de agua y le mojas el rostro con un buen chorro. Al espabilarse, te acercas a su cara y dándole un tirón de pelos, le gritas:
Eres un hijo de puta; debería matarte!.
Vete de aquí. Tienes suerte de que hoy me voy, que si no...
Él se levanta de un salto, se arregla con rápidez y con mucha desfachatez me mira y me dice en un susurro:
Te han vuelto a salvar, puta!.
Y se va corriendo por el sendero.
En ese momento tu reloj suena y anuncia las cinco y media.
Yo sigo en la misma postura: tumbada en la hamaca boca abajo, con el vestido levantado y la braguita a medio bajar; te acercas a mí por detrás y sin decirme nada me sobas las nalgas y bajando un dedo por entre la raja del culo llegas al coñito y me lo metes muy despacio hasta el fondo.
Al notar como lo mueves dentro de mí, abro la boca, arqueo la espalda y gimo sin poder evitarlo. Mmmm! .
Lo sacas muy lento, haciéndome temblar de gusto para a continuación, introducirme con algo de fuerza otro dedo más. Ahhhgg! . Que delicioso!.
Me preguntas con una risita un poco tonta:
Te gusta, eh?.
Pues ahora vas a gozar a tope: te voy a comer el coño y después te voy a follar ese culito tan rico que es todo mío.
Será como una despedida, vale?.
Estoy bastante harta de tu sentido de la posesión, sin embargo y por ahora- no te contesto. Me dejo hacer y egoístamente sólo pienso en el placer que voy a recibir.
Todavía te sigo queriendo, pero ya no es como antes; y así te lo digo: "Fóllame Marcos, hazlo hasta que te canses. Destrózame el coño con tu lengua y rómpeme el culo con esa barra de hierro que me vuelve completamente loca"; y añado con voz muy sensual: "Ya sabes que soy tu putita!".
Al oirme hablar así, te pones a mil, te bajas el vaquero y el boxer y sacas tu polla, la cuál está casi al 100% de tamaño y grosor te veo de reojo y el chocho me chorrea aún más-; con una mano me quitas las bragas y con la otra me instas a ponerme a cuatro patas.
Mientras te haces una paja, me dás un par de instrucciones:
Abre un poco las piernas para que pueda lamerte bien.
Me tumbaré debajo de tí con mi boca sobre tu coño y también te lubricaré el ano para que mi polla no te haga daño; no quiero que sufras más.
Sólo quiero que goces como nunca. Te lo mereces!.
Te quiero tanto!.
Al oir estas últimas palabras siento un escalofrío; la verdad es que me importa un bledo si lo dices en serio o no, lo único que quiero ahora mismo es disfrutar y pasar un buen rato. Así que te digo con voz de puta viciosa- una frase (algo modifificada) de la película TOP GUN:
"Marcos potro mío, chúpame el coño y encúlame o piérdeme para siempre".
Y sonrío como una auténtica golfa.
Tú, que ya estás como una moto, mejor dicho como una Harley te metes en medio de mis piernas, con las manos me agarras de las caderas y pones pegado mi chochito sobre tu boquita. Mmmmmm! . Que cosa más rica!.
Enseguida que siento tus dulces labios sobre mi vulva, me estremezco de placer y doy un alarido de gata en celo; grito y te "ordeno" que me devores con más ganas...estoy desquiciada: te digo que me chupes de arriba a abajo, que me absorbas el clítoris, que me folles con la lengua, que me dés un beso negro.
Pido, pido y pido.
Actúo como una puta callejera, pero no me importa nada.
Ahora sólo quiero que me folles. Tú a mí.
Ahora, yo soy la ama y tú, el esclavo sumiso. Y me vas a obedecer...
Te miro de soslayo y veo como te machacas la polla; deslizas tu mano sobre ella, la cuál está enorme, roja, con las venas hinchadas y lista para taladrar lo que sea. Gimes y suspiras como un poseso.
Lo que sea no, el único que va a disfrutar ese colosal falo es mi vale cari, TU- culito; me pellizcas con suavidad la nalga derecha, levanto un poco la pelvis y saliéndo de entre mis piernas, dices:
Llegó la hora nena, Manolito (te señalas esa cosa gigante que apunta al cielo) está listo para... (vas a decir un taco, tipo JODERTE. Lo sé, te conozco, pero de inmediato cambias el tono de voz y con mucha ternura me susurras) para amarte.
Te quiero, Pili!.
Se me erizan los pelos al oírte. Joder tío, hace dos horas me insultabas y violabas salvajemente mientras estabas loco de celos y ahora me dices que me vas a amar porque me quieres.
Te juro que no te entiendo. Yo soy rara, pero tú me ganas...Ya no me quedan dudas.
Ya no sé que pensar, pero me importa un carajo; recojo la braga del suelo y al dártela te digo que te limpies la boca la tienes toda pringada de mis jugos- y te pido que me sodomices ya.
Te pones de pie detrás de mí, te oígo gemir entrecortardamente y al agacharte y darme un beso en cada nalga, me dices como si de una confesión se tratara:
Por favor, perdóname!.
Te amo y yo... nunca quise hacerte daño.
Sólo te digo que lo que pasó debajo de la escalera ya está olvidado (bueno no es verdad porque yo perdono, pero me cuesta mucho olvidar. Lo siento, pero soy una mujer rencorosa).
Mientras te hablo, escucho como rasgas algo: raasss! y luego veo tirada en el suelo una pequeña bolsita de plástico transparente.
Qué demonios haces usando perservativos conmigo y más en estos momentos de la historia?.
Me penetras poco a poco...no siento ningún dolor. Estoy tan lubricada que tu pene se desliza tan fácilmente como un tren por los raíles.
Mientras me coges de la cintura y mueves tu miembro viril adentro y afuera de mi esfínter yo, pienso que por qué te has puesto un condón?. Sabes perfectamente que tomo la píldora, así que estoy preparada para evitar un posible embarazo y en cuanto a enfermedades de transmisión sexual, como dice áquel: "A mí que me resgistren", estoy más sana que una manzana y tan limpia como una patena...
Jadeo con fuerza, me estás dando mucho placer. Tal vez seas un hombre celoso, posesivo y algo violento, pero no cabe duda de que eres un amante excepcional, de nota te doy un 11.
Estoy a punto de tener un orgasmo, te lo digo y me penetras con rapidez un par de veces más.
Nos corremos casi a la vez...
Ha sido genial!. He pasado un buen rato.
Sales de mí y te quitas la goma toda llena de semen y un poco de caca, te digo que la tires en la bolsa de papel y para ser "buena chica" te doy las gracias y te pregunto que tal estás?. Me respondes con una sonrisa y dices:
Yo muy bien, y tú?.
Eres una diosa del sexo...la mejor de todas!.
Me encanta hacerlo contigo, eres tan generosa, y con un lígero rubor en tus mejillas dices- tan hermosa y muy dulce; tu flujo es lo más rico que he probado nunca.
Si muero dentro de tí lo haría muy feliz!.
Me bajo de la hamaca, me pongo de pie enfrente tuya y abrazándote con cariño te beso en los labios. Me cuesta un poco, pero al final yo también lo digo¨" Te quiero Marcos!".
De fondo se oyen seís campanadas. Son las 18:00 horas.
Cojo la mochila y siento un pequeño dolor en la barriga, te digo que me esperes unos minutos que tengo lo digo con una carcajada- una urgencia. Antes de ir hacía el palmeral, te vuelvo a besar y te repito que te quiero.
Me voy a grandes zancadas con gran sonrisa de felicidad en la cara. Te echaba tanto de menos!.
Al llegar, me levanto el vestido, me coloco en cuclillas detrás de una palmera y libero mi vientre. Saco 2 kleenex y me limpio el culete; cuando acabo hago un hoyo en la tierra con la ayuda de la llave del candado y entierro la suciedad. Ante todo, hay que ser limpia...y con la naturaleza también.
Al volver, tú estás ya vestido, pero acostado en una tumbona boca abajo; estás plácidamente dormido. Pareces un angelote: tan guapo y tan rubio.
Recogo la braguita que está encima de la otra hamaca y me siento en ella; mientras me visto la ropa interior, pienso en todo lo que a sucedido hace unos minutos y esbozo una sonrisa, acerco mi mano a tu pelo y te acaricio con suavidad. Aún no quiero despertarte, es pronto, todavía faltan 10 minutos para la media.
Duerme mi amor. Yo también te amo.
Bebo otro trago de agua y hacerlo, no sé por qué, recuerdo a Pelayo el director del hotel-, en mi mente fluye la imagen de él y yo juntos en su despacho...Doy un suspiro y me atraganto...
Rompo a toser y tú te despiertas.
Continuará...