Un viaje a mallorca (19)

Como en anteriores capítulos, el número 19 –como dice “el cuervo” parezco bibliotecaria- se divide en partes. La primera ocurre en la habitación, en el ascensor y se detiene en la recepción.

UN VIAJE A MALLORCA.

Verdades y mentiras...a la luz. 1.

Noto una sensación de frescor en la nalga. Con una sonrisa dices:

Qué bien huele el culito de mi nena!.

Y dicho esto empiezas a acariciarme con tu mano derecha el chocho por encima de la tela de la braguita y con un rápido moviento introduces tu dedo índice por dentro de ella.

Yo doy un respingo y de mi boca sale un gemido de placer. Mmmmmm!.

Frotas mi rajita y llegas hasta mi clítoris, ahí lo estimulas con suaves toques.

Mi espalda se arquea y comienzo a jadear en voz baja.

Me preguntas.

Te gusta?.

Porqué eres tan cabrón?. Sabes de sobra que me vuelves loca...

Me gusta mucho que me masturbes.

Bajas la braga un poco y deslizas el dedo hasta la entrada de mi vagina; gimo sin parar y una vez ahí me penetras con él muy lentamente.

Me provocas un orgasmo fortísimo e inmensamente placentero. Mmmmmm!.

Lo sacas y metes dentro de mí varias veces, lo mueves en círculos y en susurros me dices:

Estás buenísima y de verdad eres la mujer perfecta: siempre estás caliente,mojada y muy dulce... te llamaré mi churrito de feria...

Me río a carcajadas al oír ese comentario. Además de guapo, buen amante, detallista y cariñoso, eres muy simpático y ocurrente. Es una pena que no seas tan fiel como yo te imaginaba...

Mi reloj suena y anuncia las 14:00 horas.

Te digo que será mejor que paremos ya porque Matilde debe estar a punto de venir. Exclamas:

Déjame lamer tu flujo...necesito comer tu rico conejito!.

Como voy a negarme a esa petición que me encanta?. Imposible!.

Abro más las piernas y tú te colocas en el suelo boca arriba. Me pongo en cuclillas sobre tí con mi húmedo chochito delante de tu cara y a sentir tu lengua...Mmmmmm!. Que gusto!.

Me chupas con vicio, con ansía, con muchas ganas. Y a mí eso me enloquece.

De pronto, oímos un golpe en la puerta: crash!. Y una voz de mujer que dice:

Hola Pili. Puedo pazar?.

Rápidamente te pones de pie y abriéndo el grifo del agua, te lavas la cara y las manos; yo con presteza abro la mochila y veo el kleenex que usé en el despacho para limpiar la mancha de semen de Pelayo, lo cogo y me limpio con el un poco el coño el cual sale todo prigado de mis jugos. Luego lo tiro al water.

Le digo con voz alta que por supuesto que sí, que me estoy acabando de peinar y ahora salgo...

Tú terminas y te encargo que cogas del armario la troley y el peluche. Al salir del baño te cruzas con Matilde y la saludas con un piropo. Ella se ríe y te dice:

Ezo lo cerá tu niña...yo ya zoy mu mayor!.

Cuando voy a salir, me quedo un momentín mirando la bañera. Ahí también he sido tuya...

Cogo la caja de NIVEA y la mochila, apago la luz y salgo.

Me dirijo a la habitación propiamente dicha y mientras veo como Matilde hace la cama mi mente y sobre todo mi cuerpo recuerdan nuestra primera noche juntos. Una noche inolvidable...por lo menos para mí!.

La saludo y me ofrezco a ayudarla. Con una sonrisa me responde diciéndo:

No bonita, este es mi trabajo; no te preocupes por ná...

Creo que hoy os vais, no?, a qué hora?.

Le respondo con tristeza que sí y en la agencia de viajes me comentaron que el taxi que nos lleve al aeropuerto vendrá a recogernos sobre las siete de la tarde. Me dice:

Mi Paco y yo luego por la tarde tenemos libre. Si quieres podemos venir y tomarnos un cafesito los cuatro juntos.

Ayy!. Pero ahora que m’acuerdo, creo que hoy después de comer os vais de excurción a ver las cuevas –y mirándote a tí te dice con una pícara sonrisa:

Marcos, guapo ten cuidao, que m’han dicho que son tan oscuras como la boca d’un lobo!.

Nos reimos con la comparación y tú le dices:

Al final no vamos a la excursión y claro que podeís venir, así seremos tres parejas porque Ana me dijo esta mañana que sobre las seís y media vendrá con Juan a despedirse de nosotros.

Ella te mira sorprendida y te pregunta:

Y dónde la has visto?. Porque hoy es zu día libre y de Juanillo también.

Yo intervengo en la conversación y le digo que cuando fuiste a recoger el ramo de flores que ganaste anoche, te encontraste con ella en la calle – tú le acercas la caja con las once rosas rojas (los pétalos de la blanca están tirados en el recogedor al lado de la escoba) la destapas y cogiéndo ocho rosas le dices:

Toma Mati, para tí...por tu salero andaluz!.

Luego puedes tirar las otras...

Y le dás una flor. Yo observo la escena y sonrio; me miras y exclamas:

No te importa que las reparta, no?. Me parece una pena tirarlas todas a la basura.

Te respondo que por supuesto que no me importa...

Miro mi reloj y veo que son las 14:15.

Nos vamos; tú llevas la troley –tirando del asa ya que tiene dos ruedas-, y también la caja de NIVEA , yo me coloco la mochila en la espalda porque en mis manos llevo el peluche.

Nos despedimos de Matilde con un hasta luego y salimos al pasillo.

Justo al salir nosotros, de la habitación de enfrente sale Yolanda –la camarera "pija"-. Al verte te dice con una sonrisa muy melosa:

Hola Marcos...y compañía (me mira con cara de asco), ya os vaís?.

Vaya!. Y al final no hemos podido hablar...con las ganas que tenía.

Seguro que te interesaría mucho saberlo...

Ayy!. Me cago en la madre (la señora no tiene la culpa) que la parió.

Si pudiera le metería el palo de la fregona por la boca hasta que le saliera por el culo.

Tal vez se refiere a que anoche me vio bailando en la discoteca con el director –a la mierda el "plan" de Juan- o ella fue la que nos pilló besándonos detrás del escenario.

Hay que joderse con la tía puta esta. Con lo mosquita muerta que parecía!. En fin...

Te cogo de la mano, tiro de tí y en voz baja te digo que nos vayamos; y tú, no sé si descuidadamente o a posta para ponerme de mala leche –darme celos- le dices con una sonrisa mientras le dás una rosa:

Toma Yola...que sigas tan guapa!.

Hale, dame la puntilla!.

Sin poder evitar estos malditos celos que me corroen, te quito con malos modos la troley y la caja –no es muy grande, pero pesa bastante y como además llevo el peluche hago malabarismos para coger todo- y con un grito te digo: "Otra furcia para follártela. Ya te puedes montar un harem"!.

Y me voy con grandes zancadas hacía el ascensor...Tú me dices en voz baja:

Pili, espérame...no te vayas así!.

Yolanda te agarra y te quedas hablando con ella. Chivata hija de puta!.

Enseguida que me me giro noto como mi cara se moja de lágrimas. Lágrimas de celos y de rabia.

Mierda ya!. Por qué seré tan celosa?.

Un poco antes de llegar distingo a Paul y Katy cogidos de la mano, me paro un segundo, me froto la cara y me pego una bofetada para espabilarme. No quiero que noten que estoy triste ni enfadada...

Vuelvo a coger todos los trastos y riéndo y con voz animada digo: "Wait me, please!. (Esperadme!)".

Las puertas del elevador se abren en ese momento, Paul me coge la caja y entramos los tres en el cubículo.

El reloj del Inglés es igual al tuyo y en ese momento suena anunciando las dos y media.

Katy me pregunta qué a donde voy tan cargada y señalando el peluche me dice con una sonrisa:

Oh, It’s very prety!.

Le comento que antes de ir al comedor voy a pasar por recepción a guardar mi equipaje, porque esta tarde ya nos vamos y colocando el muñeco en sus brazos le cuento que es un regalo de mi amiga Carmen y de su hijo.

Las puertas se cierran y Paul pulsa los botones del comedor y del hall. Me comenta que ellos se van mañana a las 10:00 y que esta tarde van a ir a Palma al El Corte Inglés...

Le sonrío –joer como está de bueno, lastima que esté casado; además Katy me cae muy bien y por eso no creo que me enrrollara con él, que sino...a este tío me lo comía entero- y le digo que debe comprar un detallito a su suegra...

Con una gran sonrisa me dice que sí y sacándo un vale de cartón del bolsillo de su camisa me deja verlo; es parecido al que tú ganaste anoche, pero este es de color rosa con letras negras. En el margen superior izquierdo pone el nombre del conocido local y en el centro anuncia que regala ropa y complementos infantiles por valor de 60 Euros.

Les felicito y comento que tú tambien ganaste un vale-regalo por un ramo de flores. Katy me dice lo que ya sé: QUE YO TAMBIÉN GANÉ UN PREMIO.

Le digo que esta mañana el director me dijo que gané el mejor premio –recuerdo cuando estuvimos juntos en el despacho y del placer tan grande que siento noto un orgasmo que me hace dar un saltito y me estremezco de arriba a abajo-, pero que aún no sé lo que es...Al verme tan roja y nerviosa, Paul me pregunta:

What happen?. (Qué te ocurre?)

Le digo que seguro que las flores me dieron alergia (una mentirijilla porque por suerte no soy alérgica a nada) y hago que estornudo; con una sonrisa forzada les cuento la anécdota de que me rodeaste con las rosas en la cama...

Estamos a punto de llegar al comedor; al detenerse y mientras se abren las puertas, Katy me devuelve el peluche y me pregunta:

And Mark?. Where is he?.

Le digo una medio verdad: que te quedaste un momento en la habitación hablando con una (me gustaría llamarla zorra, pero me controlo) de las camareras y que luego nos veremos en el salón para comer.

Cuando salen ambos me saludan con un See you later!. Les respondo con un Chao! y el ascensor baja un piso más.

Solo tarda dos minutos y ese tiempo lo único que hago es mirarme al espejo e intentar tener buen aspecto a fin de que el recepcionista no me vea con mala cara.

Al llegar y abrirse las puertas, vuelvo a cargar con los bartulos y salgo; en ese momento Ramón sale de los baños –de caballeros, claro- y acercándose a mí me coge la caja y dice con voz colérica:

Deja que te ayude...Discupa mi indiscrección de nuevo, pero tu novío es un majadero!.

Me cae fatal; es un cretino y un...mejor me callo.

Me río a carcajadas mientras le comento que tú me dijiste que él te cae muy bien...o sea el punto contrario.

Mientras nos dirigimos al economato en donde se guardan los equipajes –está en una habitación justo detrás del mostrador- le sigo contando que tú cuando viniste a las 11:30 cargado con los paquetes, te quedaste muy contento porque recibiste su ayuda. Ramón se indigna y me dice:

Pues si llego a saber que es tan poco caballero, que le dieran por saco!.

Me paro un segundo, lo miro estrañada y le pregunto que por qué dice eso. Me responde:

Es que...bueno, es algo díficil de contar; no quiero que pienses que soy un bocazas, pero no deseo que te hagan daño!.

Conoces a Ángel, el camarero pelirrojo?. –Asiento con la cabeza-. Pues hace media hora vino por aquí y me dijo que esta mañana vio a tu novío y a una chica entrando juntos cogidos de la mano a un sex shop; y la chica era la guía del autocar...

Empiezo a llorar y el peluche se cae al suelo; Ramón se agacha a mis pies y lo recoge. Al darmelo me acaricia las mejillas y me dice:

Lamento que sufras. Por favor, no llores y menos por ese idiota.

Yo...me gustas mucho Pilar!.

Y muy suavemente me besa mientras me coge por la cintura.

Es un beso cálido, dulce y tierno.

Me quedo un poco desconcertada y al abrir mis ojos, veo la figura de un hombre: tú.

Continuará...