Un viaje a mallorca (19 - 4)

UN VIAJE A MALLORCA.

Verdades y mentiras...a la luz. 4.

Al llegar al sofá me deja caer muy despacio y con cuidado, como si yo fuera una relíquia de valor incalculable y única en el mundo; se arrodilla a mis pies y me pregunta:

Qué te ha pasado –lo miro con tristeza y mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas y al ir a decirte, otra vez, que tú me violaste, me cubre los labios con un dedo y me sigue diciéndo- en tu pierna?...me refiero.

El sábado por la mañana estabas perfecta con esos tacones tan altos y luego por la noche, en la discoteca vi como bailabas un tema lento con Juan Homs y después varias canciones más rápidas...

Dime, qué a sucedido?.

Me levanto el vestido y él ve la herida...La mira, me mira con ojos interrogativos y vuelve a concentrar su atención en la pupa. Con voz colérica me pregunta:

Quién te ha hecho esto?. Dime la verdad...

A sido el señor, no el cabrón ese de la pipa –muevo la cabeza en gesto negativo- o tu...novío?.

Le respondo que ni uno ni otro, sólo le digo que tropecé y me caí en la escalera –no le cuento que el golpe se produjo por causa de tener las manos esposadas- y que si me deja ir al servicio a lavarme un poco...

Se pone en pie y me dice:

Espérame un minuto, ahora vengo...

Mientras mira esto. Es tu premio!.

Me entrega la carpeta al tiempo que me dedica una bella sonrisa. Besa suavemente mi frente y acto seguido se mete al baño por detrás del biombo.

Mientras tanto yo veo la carpeta, es un dossier con cinco páginas tamaño folio; en la primera en letras mayúsculas y subrayadas se lee:

HALCÓN VIAJES

Sigo hojeando las siguientes y sin entrar en detalles de programa, veo que mi premio consiste en una estancia en una casa rural para 2 personas en los Picos de Europa con una noche de alojamiento –con cena de bienvenida incluida- y desayuno al día siguiente.

Me pongo contentísima y le digo en voz alta y casi sin pensar: "Muchas gracias. Oye, te apetece venir de viaje conmigo?".

En ese momento lo veo venir con un botiquín en las manos y al volver a agacharse delante de mí, me dice:

Sí, me encantaría, pero...y tu novío?.

Dejo el dossier en el suelo; me río con dulzura y le digo que no se preocupe –es un poquito inocente, pero me encanta. Es adorable- y mientras me hace una "casera" cura de urgencia, le pregunto qué le dijeron sobre el trabajo en el hotel de Portugal?. Me responde con una amplia sonrisa:

Pues todo fue muy bien. La última semana de julio me esperan en El Algarve para llevar las riendas del Hotel Riu Palace Algarve. Más tarde me llamarán para darme detalles.

Estoy muy satifecho porque como te comenté me gusta mucho viajar y es un buen trabajo...lo malo es que echaré de menos a mi familia y amigos, pero bueno para algo está el teléfono e Internet.

Yo lo escucho y muevo mi cabeza en gesto de aprobación. Se le ve feliz.

Se lo merece; es muy majo.

Mientras me echa mercromina transparente sobre la herida, me sobresalto un poco del escozor que dá y él sin apartar sus ojos de mí me sopla suavemente.

Uff!. Menudo escalofrío...más rico que me ha provocado!.

Mientras se endereza me dice sonriéndo:

Señorita, ya está curada –pone la mano hueca-, será la voluntad...

Se queda erguido delante de mí. Su parte íntima está justo delante de mi cara y sin pensarlo dos veces desabrocho el botón, le quito la hebilla del cinturón y bajo el pantalón y el slip hasta las rodillas; ante mí aparece su no demasiado erecto pene; no sé cuanto medirá, pero es algo superior a la media y bastante grueso. Mmmm!.

Qué bueno está el tío!. Seguro que ha tomado muchos zumos de naranja...

Se me hace la boca agua...y me relamo de gusto; con cara de putita le digo: "Te voy a chupar la polla!. Te gustaría?". Me responde:

Sí, soy todo tuyo, hazme lo que desees!.

Me encanta, me pongo a 100 y mi espalda se arquea; siento un orgasmo muy placentero que me hace dar un salto...

Empiezo a deslizar mi lengua sobre el tronco. Beso con mucha suavidad la punta del glande. Está caliente y húmedo de líquido preseminal...lo chupo y lo limpio, pero gota a gota va saliendo más.

Lo sorbo con deleíte. Es un "entrante" exquisito!.

Lo miro de reojo; está con la cabeza echada hacía atrás, con la boca abierta y gimiendo sin parar.

Parece una escultura antigua. Bellísimo!.

Verlo disfrutar así es fantástico; para una mujer ver gozar al hombre que le gusta es la mayor recompensa y en este caso, parece que yo lo estoy logrando. Me dice en susurros:

Eres íncreíble!.

Le respondo textualmente con la siguiente frase: "Ahora soy tu puta". Me mira y con suaves jadeos de placer dice:

No eres mi puta, eres mi amante. Una amante que le toca disfrutar hasta decir basta!.

Al oír esa frase presiento un delicioso orgasmo que me hace arquear la espalda al máximo.

Es lo mejor que me han dicho hace tiempo...

Con mucha suavidad meto su pene –muy duro y enorme ya- en mi boca y le doy varios lametones...

Él suda como un toro bravo después del tercio de banderillas.

Me saco la pija de la boca un segundo y con voz muy sensual le pregunto si le gusta, a pesar de que creo saber cual es la respuesta. Me dice entre espamos:

Sí, me encanta, es la mejor felación que me han hecho nunca!.

No sé si es verdad o lo dice para halagarme...en cualquier caso se lo está pasando en grande. Y yo también.

Está con los ojos cerrados, como en estado hipnótico, vuelvo a introducir el falo entre mis labios mientras lo sujeto con delicadeza y con la punta de mis uñas rasco muy suave y dulcemente sus testículos.

Con mayor rápidez lo muevo fuera y dentro de mi boca. 1, 2, 3...10 veces. En susurros me dice:

Necesito eyacular...dónde lo hago?...Dímelo.

No le contesto; tengo la boca llena, pero lo miro fijamente y le doy a entender que me dé ahí toda su leche.

En ese momento recibo un espeso y largo chorro de semen.

Está tibio y con un sabor dulzón. Me lo trago todo hasta la útima gota y como dice mi amigo "Lecluborange" en su relato DULCE FANTASÍA, parezco un gatito bebiendo de su cuenco de leche. Riquísima!.

Antes de relamer mis mojados labios, lo llamo con un breve sílbido y le pido que me bese. Se tumba sobre mi cuerpo y une su boca a la mía.

Eso es lo que se conoce como un beso blanco.

Después de besarnos noto sus manos colándose por debajo del vestido para intentar bajarme las bragas; lo miro, él me mira y con voz ronca de deseo me dice:

Gracias por darme tanto placer!.

Déjame amarte y demostrarte mi pasión.

Estoy a punto de entregarme a él, incluso mis piernas se abren para hacerle sitio y que pueda colocarse entre ellas, pero justo en ese momento el maldito teléfono vuelve a interrumpirnos.

Con rabia y bastante enfadado dice:

Lo siento...debo atender esa llamada.

Pero –mira su reloj- me dijeron que me llamarían a las cuatro y aún faltan 15 minutos. Jo!.

Le sonrío, le digo que no se preocupe y guiñándole un ojo le comento que ya tendrá tiempo de demostrame toda su capacidad amatoria en la casa rural.

Se sube la ropa y se acerca corriendo al escritorio, descuelga el auricular y sentándose en su sillón comienza a hablar en portugués.

Me levanto del sofá y con un gesto le indico que voy al aseo; al entrar me siento directamente en el wc para hacer pis, pero al bajarme la braguita doy un sílbido de sorpresa –aunque no tanta porque es normal-: estoy super empapada y en la tela inferior aparece una gran mancha de flujo con un poquito de sangre. Y esto es lo grave.

Al verla, al principio me preocupo algo: la regla no es, porque estamos a día 27 y puntualmente recibo la visita de mis molestos "parientes" el tercer día de cada mes. Luego iré a buscar una braga limpia a la troley...

Al limpiarme el chocho veo que en el papel higiénico hay más sangre y al presionar con fuerza la rajita noto un pinchazo de dolor; seguro que al violarme tan salvajemente me rompiste alguna vena vaginal. Capullo!.

Al llegar a mi casa, bueno el lunes por la mañana pediré cita con el ginecólogo para hacerme un chequeo.

Me arreglo la ropa, tiro de la cisterna y me acerco al lavabo a enguagarme la cara y las manos, mientras me lavo pienso que esa llamada telefónica ha sido esclarecedora; si no hubiera sido por ella, Pelayo me hubiera penetrado y a pesar de que ambos lo deseábamos mucho, estoy segura de que me produciría un gran daño físico y no disfrutaría ni tampoco le daría a él todo el placer que se merece.

Sí, ha sido mejor así. Y –esto lo pienso- si el destino lo quiere a mediados de julio volveré a verlo y nada ni nadie podrá evitar que hagamos el amor.

Dios!, que ganas tengo de sentirlo mío!. Dentro de mí ser!.

Me peino el moño (está deshecho) y al salir veo que casi son las cuatro de la tarde.

No sé si el comedor aún está abierto, me gustaría comer alguna cosa y a ser posible algo dulce; por lo menos ya no tengo tanta hambre... –supongo que sabeís a que me refiero o no?-.

Pelayo sigue hablando por teléfono, pero al verme me indica con la mano en alto que espere un segundo y le dice a la persona del otro lado del hilo:

Adeus. Muito obrigado!. (Muchas gracias)

Y cuelga.

Le pregunto si todo está bien?. Se pone de pie y se acerca a mí; con una sonrisa y al tiempo que me abraza por la cintura me contesta:

Sí muy bien, me llamó el delegado de la Cadena RIU en Portugal y me anunció que se adelanta la inauguración de mi hotel –se ríe como un niñito- y que por eso debo estar en El Algarve el lunes 19 a las nueve de la mañana.

Al oírlo por un lado me alegro mucho por él, pero no puedo evitar entristecerme porque al parecer la cita en los Picos de Europa no ocurrirá.

Me separo de él y dándole un suave beso en los labios le deseo mucha suerte y felicidad en la vida.

Me dirijo hacía la puerta y antes de abrir el cerrojo, lo miro y me despido diciéndole: "Me ha encantado conocerte y nunca te olvidaré...adiós". Le doy la espalda y enseguida que digo esta frase - en especial la palabra ADIOS- rompo a llorar desconsoladamente.

Como dije en otro capítulo odio esa palabra...

Él oye mis sollozos y con rápidez se acerca a mí, con presteza cierra de nuevo el seguro y dándome la vuelta, me pregunta con tono de voz sorprendido:

Por qué lloras ahora?. Por qué has dicho eso?.

Espera un segundo –se acerca a la mesa del escritorio y mira la agenda-, dentro de 20 días volveremos a vernos en la casita de la montaña...

O has cancelado mi invitación?.

Con algo de vergüenza le respondo que no, pero que cómo el día 19 de julio tiene que estar en Portugal, que no creo que esa cita prospere. Con voz dura, pero no enfadada (mientras me habla sus bellos ojos se ríen pícaramente) me dice:

Y no pensaste en el anterior fin de semana?. Conozco el programa de tu premio, tengo el dossier (mira alrededor y al verlo en el suelo se acerca, lo recoge y me lo dá); en la última página dice que tiene vigencia durante todo el año 2004 menos agosto –temporada alta- y diciembre –Navidad-.

Cuando estuve hablando por teléfono pensé que podríamos quedar para el sábado 17 y luego el domingo después de desayunar... bueno ya se verá.

Te parece bien así?.

Le sonrío con la palabra FELICIDAD pintada en la cara; moviéndo la cabeza en gesto afirmativo le abrazo y después de besar todo su atractivo rostro le digo que es maravilloso. Él se ríe y me dice:

Gracias y tú eres encantadora!.

Por cierto, antes cuando te vi en brazos del depravado ese (se refiere a Guillermo) me sentí algo celoso...

Ten cuidado con él. No es trigo limpio.

Lo hago callar volviéndo a besar su boca con pasión.

Al separarnos me sonríe tiernamente y en ese momento mi reloj suena anunciándo las cuatro.

Le pregunto si sabe a qué hora cierran el comedor?. Me responde:

Sebastián, el maitre, antes cuando estuve arriba buscándote me dijo que hoy llegaba un grupo nuevo y que por eso habría buffet hasta las 4 y media, así que si te das prisa aún llegas a tiempo para comer algo.

Vuelve a estrecharme entre sus brazos y exclama:

Te echaré mucho de menos, contaré con impaciencia los días, los minutos y hasta los segundos que faltan para volver a verte.

Le digo, después de besar cálidamente sus labios: "Yo también a tí."

Antes de salir y en un instante de lucidez le comento qué cómo hago para ponerme en contacto con él? y también le pido que invente una excusa para alejar a Ramón de la recepción –prefiero que no me vea salir del despacho-. Dice:

Sí, yo ya había pensado en esas dos cosas...verdad que tenemos mucha complicidad?.

Toma esta tarjeta (se saca una del bolsillo de su camisa), ahí están mis direcciones de msn y de yahoo; al llegar a tu casa agrégame a tus contactos y ese mismo día, aunque sea tarde escríbeme un email diciéndome por lo menos que llegaste bien. Yo te contestaré en cuanto me sea posible.

En cuanto a lo otro dame un minuto...

Se arrima al escritorio, descuelga el auricular, pulsa un botón y brevemente dice:

Sr. Pons, por favor, podría traérme el inventario del año pasado?. Muchas gracias.

Y colgando el teléfono viene junto a mí de nuevo. Con una sonrisa dice:

Ya está, preciosidad!.

Se asoma con sigilo a una pequeña ventanilla situada en la pared derecha y me dice:

Prepárate...5, 4, 3, 2, 1, ya!.

Me abre la puerta, vuelve a besarme y me susurra:

Nos veremos pronto.

No me olvides!.

Salgo disparada hacía donde están los ascensores, pero antes de llegar oigo una voz conocida y no tengo más remedio que detenerme.

Continuará...