Un viaje a Mallorca (17)
En el 17º capítulo me debato entre Marcos y Pelayo.
UN VIAJE A MALLORCA.
Entre dos aguas.
Maldita sea!.
Durante tres largos segundos nos quedamos parados; inmóviles y en silencio. Los únicos sonidos reinantes son nuestras intensas respiraciones y el insistente ring-ring del teléfono.
Sobre mí noto un enorme, durísimo y caliente trozo de carne deseando penetrar en mi oscura, húmeda y profunda cueva de placer, pero...
Sin dejar de mirarlo fijamente y con mi sonrisa más dulce, le digo que no se preocupe, que atienda la llamada, que lo comprendo, que sé cuán importarte es para él...toda una retahíla de excusas para expresar un sólo sentimiento: me atrae mucho y por eso quiero su felicidad.
Pelayo acaricia mis labios y antes de levantarse me besa tiernamente; en un susurro me dice:
Gracias por entenderlo. Eres adorable!.
Cierro los ojos fuertemente; tengo ganas de llorar, pero hago de tripas corazón y apriento los dientes.
Mi cuerpo queda tendido en el sofá; tiemblo de nuevo, pero esta vez de frío...Me siento sola, triste y vacía.
Lo escucho hablar, está muy contento, se ríe, dá las gracias...
Me levanto del sofá, cogo el bikini, me lo pongo, me calzo las cholas; recogo la mochila del suelo y al ver una mancha de semen en el cuero, prestamente saco un kleenex del paquete y la limpio.
Como no veo una papelera lo meto en la mochila...
Me envuelvo en la toalla que me regaló Ramón, me giro y lo miro un momento: continúa enfrascado en su conversación; está sentado en su sillón, espatarrado...parece un niño grande con su juguete nuevo el día de Reyes.
Simple y llanamente está feliz. Me alegro mucho por él.
Sin hacer ruido y casi de puntillas me dirigo hacía la puerta, al ir a quitar el cerrojo oígo su voz que con tristeza me pregunta:
A dónde vas?. Estás enfadada conmigo?. Lo siento. Perdóname!.
-Esto lo dice mientras cubre el auricular con la mano-.
Le digo una vez más que no se preocupe, que no pasa nada, que debo irme, pero que me ha gustado mucho estar con él. Me pide:
No te vayas, quiero...necesito hablar contigo.
Vuelvo a decirle que no puedo quedarme miro mi reloj y veo que son las 11:20- porque Marcos (le digo tu nombre) pronto vendrá y tenemos muchas cosas que aclarar. Él pide unos minutos a la persona del teléfono y me dice de un sólo tirón:
Qué os pasó anoche en la discoteca?. Acaso se enteró de que tú y yo nos besamos?. Por qué te fuiste tan rápido?.
Sabes?, en el sorteo ganaste un premio; bueno, la verdad es que es el mejor y tengo que dártelo. O no lo quieres?.
Te deseo tanto!.
Le sonrío, me acerco a él y lo beso muy dulcemente en los labios. Le susurro: "Y yo a tí". Vuelve a pedirme:
Quédate conmigo. Me gustaria tanto hacerte el amor!.
De nuevo le digo que no puedo y cuando estoy a punto de dar la vuelta, exclama:
De acuerdo, pero antes come algo, no quiero que tus tripas vayan por ahí dando la nota, ya me entiendes...
Me guiña un ojo y se ríe en una carcajada. Mmmmm!. Es guapísimo...
Yo también me río y cogiéndo el croissant le doy un mordisco, segidamente le doy un sorbo al batido. Me pregunta:
Está bueno?. El de fresas es mi batido preferido...
En vez de responder doy otro trago y acercándome a su boca dejo caer un poco de líquido en su interior como si fuera mamá águila dando de comer a su polluelo. Dice:
Exquisito y más viniéndo de tu boca!.
Una vez más le sonrío, doy otro bocado al bollo también está delicioso- y lo dejo en la bandeja. Me giro y voy hacía la puerta. Antes de salir lo vuelvo a mirar, le lanzo un beso y me despido con un...CHAO. Él me dice:
Te veré en el comedor.
Doy un fuerte y profundo suspiro y salgo al hall.
Veo el reloj: las once y media.
La recepción está vacía. Ramón no está ahí, menos mal porque no deseo darle ninguna explicación y ni mucho menos tener que mentirle; así pues me acerco a los ascensores y como uno está abierto me meto y pulso el botón del sexto piso.
Mientras subo, pienso en tí y en él. Soís muy diferentes, pero los dos me gustaís; de tí lo sé casi todo y en cambio de él no sé casi nada. Soís mi YING-YANG particular...
No sé por qué (realmente si lo sé) recuerdo una historia que publiqué en Todorelatos.com titulada TRIPLE FANTASÍA; en ella cuento en estilo de misiva una fantasía sexual. Si pudiera realizarla vosotros dos y yo seriamos los protagonistas. Sería increíble sentir vuestros enomes y durísimos falos penetrando a la vez todos los agujeros de mi cuerpo, me encantaría notar vuestros espesos y calientes líquidos semen y leche- siendo derramados en mi interior. Estaría en la Gloria aunque me quemara en las llamas del Infierno.
Será mejor que deje de pensar en estas cosas tan eróticas o si no me voy a poner "mu malita". Y la verdad después del chasco que me he llevado hace un rato, no está el horno para bollos...
El ascensor por fin llega, salgo y mientras camino por el largo y vacío pasillo de paredes color beige pienso en lo que haré y que te diré cuando te vea.
Todavía te quiero, por supuesto que sí, siempre te querré, aunque como dice una canción ahora no recuerdo de quién era- "NADA DURA ETERNAMENTE" y esa pasión, esa devoción, ese amor tan grande que te profesaba se va extinguiendo. Igual que cuando la luna mengua...
Y la culpable de todo es la zorra, la hija de puta y la muy miserable de Carolina. La odio con toda mi alma!.
Al llegar a la puerta de la suite veo pegada en ella un papel adhesivo que en letras mayúsculas negras anuncia: SALIDA.
Según me comentó una vez mi madre cuando ella trabajaba en el Playa Golf tambíén era camarera de la limpieza- este aviso se deja en las habitaciones para señalar a la camarera de "correturnos" que debe hacer un repaso más profundo a las dependencias.
Saco la llave de dentro de la mochila y la meto en la cerradura; la puerta se abre, entro y cierro trás de mí.
La habitación está ordenada y con la cama hecha. La cortina sigue descorrida y una intensa claridad entra por la puerta corredera que dá al balcón.
Me siento un momento en la cama y pienso en lo que ha ocurrido entre el director y yo: hemos estado a punto de hacer el amor...Mierda de teléfono!.
Y no me dejó verle la polla..Joder. Seguro que tiene una tranca de caballo o está tan bien dotado como el consolador de Carmen. Mmmmm!.
Me muero por chupársela y que me penetre hasta romperme el coño o lo que a él le dé la gana.
Pero tu polla también me vuelve loca de placer y tú me follas el culo mejor que ningún otro hombre.
Puedo quedarme con los dos?. Ya lo sé...soy una egoísta. Una putita egoísta, pero no lo puedo evitar!.
Uffffff!. Estoy salidísima, para el carro tía...que vienen curvas!.
Para estos casos no hay nada mejor que una ducha de agua fría o mejor helada, porque estoy más caliente que el volcán Vesubio cuando arrasó Pompeya.
Así pues me acerco al escritorio y al ir a dejar la toalla y la mochila sobre la silla veo una tarjeta con el siguiente texto impreso:
Distinguido cliente.
A las 14:00 horas pasaré a limpiar la habitación.
Gracias por su atención.
Atentamente.
Y lo firma Matilde, la mujer del chef; ella es la "correturnos". Me alegro doblemente: primero porque no tengo muchas ganas de volver a ver a Yolanda y segundo, porque podré despedirme en condiciones de la señora de Francisco.
Miro el reloj y veo que pasa un minuto de las doce menos cuarto.
Me meto en el baño y entorno la puerta; después de desnudarme y atarme el pelo con el coletero, abro el grifo del agua fría y entrando en la bañera me enguago; me lavo rápidamente y casi sin tocarme. Intento por todos los medios concentrarme y no dar rienda suelta a mi líbido.
Al ir a tocar mis partes íntimas la zona más díficil- oígo tu sexy voz...
Pili, cariño, dónde estás?.
Te digo en voz alta que estoy en el baño duchándome, pero que por favor no vengas, que ahora voy y hablamos. Me dices con voz alegre:
Sí, estate tranquila que no voy a ir, pero no tardes mucho...
Tengo varias cosas para tí y un cotilleo que tal vez te sorprenda.
Al cabo de unos minutos salgo envuelta en un albornoz y una toalla enrollada en la cabeza.
En mis manos llevo el bikini.
Ahora la cortina está parcialmente echada y la habitación está semi oscura.
Tú estás tumbado en la cama boca arriba con los ojos cerrados y vestido solamente con un boxer negro con el dibujo de la bandera Francesa en tu muslo izquierdo.
Tu brazo derecho está cubierto por una gasa y vendado con una tira de esparadrapo.
Me pongo delante de tí y a pesar de que tengo ganas de acercarme, besarte, acariciarte y pedirte perdón, me hago la dura y a parte de mirarte seriamente (por dentro sonrío, pareces tan indefenso y tan tierno), me concentro y te llamo dando un grito: "MARCOS!".
Abres los ojos e incorporándote un poco y con una sonrisa me dices:
Hola mi amor, te eché mucho de menos. Toda la mañana estuve pensando en tí.
Y tú que hiciste?. Ven, siéntate aquí palmeas la esquina izquierda de la cama- y cuentámelo todo.
No sabes la de chismes que tengo que contarte, pero antes de nada...toma esto.
Metes la mano debajo de la cama y sacas una gran caja rectángular con un lazo de color rojo.
Al fondo se oyen campanas...Son las doce del mediodía y en la Iglesia anuncian la misa dominical.
Continuará...
Queridos lectores de mi serie, ya quedan pocos capítulos para acabar este apasionante viaje y como ya hice en otros "episodios" os propongo una pregunta:
Qué contiene esa caja?.
De premio escribiré una historia personal para el ganador; la haré como él o ella deseen con su nombre, fechas especiales, fotos- , pero como es una respuesta muy fácil y seguro que la acertais, el vencedor/a será el que aporte más datos a la respuesta correcta.
Ánimo a todos y que gane el mejor.
Suerte!.
PD. La solución la diré en el capítulo 18 1ª parte, y os digo que tendreís mucho tiempo porque hasta mediados de marzo no lo publicaré.
Podeís escribirme a mi dirección de telepolis y quien tenga la de hotmail puede usarla tb.
Muchas gracias y besitos para todos.