Un viaje a Mallorca (11 - 2)

Continúamos en casa de Carmen y después de comer, ella me sorprende un poco más...

UN VIAJE A MALLORCA.

Nuevas sensaciones con mi amiga Carmen. **2

ª parte.**

Salgo al recibidor y entro en el pasillo que lleva al baño "principal", voy tan ensimismada pensando en lo que Carmen me ha dicho " No vayas a mi baño privado...está cerrado con llave", qué no me fijo demasiado que las paredes están decorados con cuadros y unas pequeñas figuras exóticas.

Llego al cuarto de baño; está más o menos igual que antes: el water, el bidet, el lavabo con un mueble de mármol rosado con un gran espejo y estanterias doradas y una enorme bañera –y esto es lo nuevo- cerrada con una mampara de cristal translúcido. Antes había una cortina en tonos marinos...

Me extraña bastante que Carmen (tan apasionada y fanática de la decoración) no me contara nada acerca de todos los detalles nuevos que hay en su hogar.

Me prometo a mí misma que después, en la sobremesa le preguntaré sobre este tema.

Rápidamente me siento en el "Trono del Sr. Roca" y bajándome el tanga, hago pipí; me limpio el chochito, tiro de la cisterna y salgo.

Mientras voy por el pasillo, veo con más detenimiento los tres cuadros: son de tamaño 20 por 20, y en ellos se muestran imagenes de bailarinas de ballet. Yo la verdad es que en pintura estoy bastante pez, pero creo que el pintor francés del siglo XIX Edgar Degàs realizó varios lienzos sobre esta perspectiva.

Cuando llego de nuevo a la entrada me doy de bruces contigo. Me dices:

Dónde estabas?, cómo no venías Carmen me dijo que fuera buscarte...y sabes qué?. Ya echaba de menos el verte, oler tu perfume, tocar tu maravilloso cuerpo – tus manos me acarician la espalda- y besar esa boca que me apasiona.

Te sonrío y te digo que yo también extraño tus besos, pero que es mejor controlarnos; no quiero incomodar a nadie; pero sobretodo no quiero causar una mala impresión a Álex...

Mueves la cabeza en gesto afirmativo y exclamas en tono serio, pero bromeando:

Sí señora....usted manda ahora, pero esta noche voy a mandar yo!.

Me coges de la mano y entramos al comedor.

Esta habitación es la más grande del piso. Está decorada en un trío de colores: blanco, negro y rojo. Es un salón en el que prima además de la elegancia, la comodidad.

En frente de la puerta divisoria hay una gran mesa ovalada de cristal con la base de mármol blanco y con las sillas metálicas (sólo hay colocadas cuatro), pero las patas y el respaldo también son del mismo tono.

También hay un enorme y moderno mueble de mármol negro repleto de cajones y objetos: una televisión de pantalla plana, un DVD, un precioso juega de café de plata, oculto trás una pequeña puerta corredera –más tarde lo veo- se haya un sofisticada équipo de música y varias figuras de cristal tallado; entre ellas distingo una que le regalé a Carmen en su trigésimo cumpleaños: es un águila imperial, animal que representa la victoria y la riqueza... y por lo que veo a mi amiga no le ha ido nada mal en este terreno. Me alegro mucho por ella...

Enfrente del mueble hay un sofá de cuero negro de cuatro plazas adornado con tres cojines forrados en tela de tafetán de color rojo. Colocada encima de una alfombra cuadrada que mezcla los tres colores, hay una pequeña mesita redonda de cristal.

En la esquina derecha del salón hay una rinconera de hierro forjado igual al candelabro del recibidor y varias pequeñas figuritas de cristal. En la pared hay un cuadro que muestra un precioso amanecer...

Del techo prende una lámpara de cinco tulipas en forma de rosas rojas.

La doble puerta que dá al balcón –permanece entreabierta- está cubierta por una cortina igual a los cojines.

Carmen se da cuenta de que me quedo muy impactada al ver la decoración que hay en su hogar y acercándose a mi lado, me susurra al oído:

Ahora comamos y luego tú y yo ya conversaremos más tranquilamente.

Miro mi reloj: las tres en punto.

Nos sentamos a la mesa en esta disposición: Carmen enfrente de tí y Álex delante (mi espalda dá al balcón) de mí. Degustamos un excelente menú:

Coktail de "frutos del mar" (palitos de surimi, mejillones, trozitos de calamar y colitas de gambas).

Canelones de atún con salsa bechamel.

Y de postre, además de la tarta de manzana comemos un refrescante y delicioso helado de chocolate y nata.

Para beber hay vino blanco y coca-cola. Álex bebe agua...

Mientras tomamos el marisco, Carmen te pregunta cómo nos conocimos y tú le respondes:

Conocí a Pili en un chat de Internet hace 4 meses y medio. Por aquellos días yo trabajaba en Madrid y vivía allí, pero soy Asturiano de pura cepa en concreto de Gijón.

Nos conocimos de una forma bastante casual porque una semana antes estuve de viaje en Egipto y fui de visita al templo de la Diosa Isis –situado en un islote dentro del río Nilo- y resulta que el templo se llama philae y la dirección de su correo electrónico es piliae.

Creo que el destino tuvo mucho que ver; además mi nick era unduende y ya sabes que a ella (estiras tu brazo y acaricias mi mano) le encantan los seres fantásticos y todo lo relativo a la magia.

Carmen sonríe al escuchar este comentario y te dice:

Sí, pero desde que la conozco ha sido así, yo siempre la he comparado con un hada...

Ahora catamos los canelones. Ummm!, están riquísimos.

La bechamel está mezclada con salsa de tomate, lo que dá un toque rosado a la pasta así como un espesor y sabor ligeramente ácido e incluso un poco amargo. Ese "líquido" me recuerda a algo que me gusta mucho...

Mientras vosotros hablaís, mi mente imagina la siguiente

fantasia erótica

:

Carmen, tú y yo. Los tres desnudos en una vacia habitación iluminada solamente con una bombilla; tú estás de pie con la espalda pegada a la pared, Carmen a tu lado también de pie y yo de rodillas delante de tí.

Tus manos tocan los grandes y turgentes pechos de Carmen, ella acaricia tu pelo y besa tu boca y yo voy subiendo mis manos por tus piernas; te agarro suavemente por las caderas y deslizo mi lengua con mucho deseo por tu enorme y excitadísimo pene.

Oígo como jadeas entrecortadamente; me encanta verte disfrutar...

Vas bajando por su estrecha cintura y llegas a sus amplias caderas, ella con su lengua lame tu pecho y delicadamente muerde tus tetillas, yo continúo chupando tu polla desde la base hasta la punta. Introduzco la punta de mi uña del dedo índice en tu glande y de tu boca sale un aullido de placer.

Obligas a Carmen a separar las piernas y sin ningún miramento penetras su coño con dos dedos. Los metes y sacas fuertemente...con violencia, pero a ella parece que le gusta porque gime sin parar.

Tú miras hacía abajo y me ves, yo te devuelvo la mirada y te sonrío; y entonces exclamas:

Sólo me importas tú!.

Al momento me sacudo presitiéndo un escalofrío y esa fantasia desaparece de mi mente.

Carmen, tú y Álex me miraís extrañados por mi reacción. Tú me dices:

Cariño, qué sucede?. Estás temblando...

Te respondo que tengo un poco de frío y ríendo estúpidamente –para despitar, porque estoy nerviosa y muerta de verguenza por si Carmen intuye algo- también digo que tal vez me dio una corriente de aire.

Álex se levanta y prestamente se dirige a la puerta del balcón, sale fuera un segundo, entra de nuevo y dice:

Pues que raro...no hace ningún viento!.

Jopé con el niño; de mayor podía ser meteorólogo.

Carmen me mira fijamente y sus grandes y rasgados ojos negros denotan un inusitado brillo...

Sé que lo sabe. Me conoce muy bien.

Tú reloj suena y anuncia las tres y media.

Terminamos de comer y al tomar el postre, Carmen me comenta:

Se me olvidó decírtelo, pero el año pasado estuve de baja porque me caí mientras trabajaba y me fracturé un tobillo y a fin de distraerme me apunté a un curso de peluquería a distancia; lo hice con la empresa CEAC y me fue muy bien.

Si quieres, luego mandamos a los chicos (sonríendo os señala a Álex y a tí) de paseo con "Camelia" y mientras hablamos de nuestras cosas te hago alguna cosilla...Te gustaría?.

Le respondo que me encantaría.

Te pegunta si quieres café y tú respondes que sí; Carmen se levanta y va a a la cocina y al llegar allí me llama a voz en grito:

Pili, puedes venir a ayudarme?.

Le digo que sí, guiño un ojo a Ález y al pasar por tu lado te acaricio el pelo. Tú, en un susurro me dices:

Te quiero!.

Cuándo llego, veo a Carmen sentada en el banco fumándose un cigarrillo; me ofrece uno, vuelvo a denegarlo y en un cuchicheo y sonríendo me dice:

Ahora no fumas. Claro te gusta más chupar pollas...

Me hago la "inocente" y le digo que por qué me dice eso. Me suelta:

Conmigo no te hagas la tonta que te conozco. Y no digas que te has quedado en éxtasis con los canelones, o mejor dicho con la salsa... Cariño, yo soy más putita que tú!.

Al oír esto me quedo de piedra y abro desmesuradamente los ojos y la boca. Carmen se ríe mientras se tapa la boca con la mano y me dice:

O cómo crees tú que con mi sueldo de 670 euros al mes me puedo permitir estos lujos – se quita el reloj y veo que es un CARTIER-. Y todo lo del comedor, la mampara del baño y los tres cuadros del pasillo. Son facsimiles de Degàs.

Le pregunto muy asombrada al escuchar esta confesión: "De verdad eres una puta"?. Me responde:

Puta no, soy la concubina de Don Lorenzo.

*Queridos lectores, por si no lo recordaís este hombre es el jefe de mi amiga.

Le explico que antes de venir pasé por el hotel y que lo ví y me invitó a tomar un aperitivo; y al decirle que veníamos a comer con ella, me comentó que era una mujer excelente.

Carmen se levanta del banco, apaga el cigarro en el cenicero y se dirige a la placa; apaga la cafetera y volteándose me dice:

A qué está bueno?...y no veas como folla el tío!.

Me quedo pasmada, pongo cara de idiota y Carmen ríendose a carcajadas me dice:

Luego cuando estemos solas te cuento todo y te enseñaré una cosita y –añade con voz muy pícara- y si te animas, te dejaré probarlo...

Continiuará...

*La pregunta del millón. Qué me enseña Carmen?.

Pensar un poquito, que vosotros además de guapos soís muy listos y si quereis escríbirme dándome vuestra opinión. La solución en el próximo capítulo.

Es que tengo los mejores "fans" del mundo mundial!.

Muchos besitos.