Un verano inolvidable

Compartíamos piso cuatro amigas. Tras terminar la universidad quedaron dos habitaciones libres y no faltaron candidatos para ocuparlas.

Estando en la Universidad, el primer año compartí piso con una solterona insoportable que alquilaba habitación con derecho a cocina y baño (es lo que tiene no buscar las cosas con tiempo). Al año siguiente hice buena amistad con mis compañeras de la facultad y finalmente decidimos alquilar un piso y compartirlo entre cuatro.

El verano, dos de ellas se furon a sus casas y nos quedamos las otras dos que decidimos "alojar" a dos amigos. Ese verano fue irrepetible...

En junio, durante la fiesta de despedida, como os conté anteriormente, terminé masturbando a mi "maestro".

Recuerdo haber contado esto en un foro a cerca de esa noche:

" El sábado por la tarde nos quedamos medio traspuestos en la cama y empezamos a hablar de nuestras primeras experiencias sexuales...

Nuestro primer beso, el primer orgasmo...

La cosa fue derivando hasta terminar hablando de una noche que Carlos "indispuesto" se fue a su casa (aún no vivíamos juntos) y yo terminé la noche con un compañero de Magisterio en La Rosaleda.Carlos no hacía más que insistirme en qué pasó esa noche y yo terminé por contarle que nos besamos en Coca cuando íbamos de vuelta a casa.

El seguía insistiendo y finalmente le conté que subió al piso, no había nadie e intentó liarse conmigo. Yo, como de costumbre le dejé en el salón y le di una manta para que se quedara a dormir si quería en el sofá.

Estaba cambiándome cuando de repente abrió la puerta de mi dormitorio. Me pillo bajándome la camiseta, creo que no llegó a verme desnuda, pero por poco... jadeando y borrachuzo me dijo "mira cómo me tienes, no me dejes así" y nuevamente se avalanzó sobre mi y comenzó a besarme de nuevo.

Yo estaba en pijama, con lo pechos casi al aire y con unas braguitas bajo el pantalón... sus manos eran más rápidas qeu las mías, así que para calmarle lo tumbé en la cama, me recosté a su lado y aabrí el pantalón y mientras lo besaba le hice una paja. Cuando se corrió lo despedí y el se fue. Le conté a Carlos.

Perpleja me quedé cuando Carlos se incorporó, se puso de pie sobre la cama y se bajó los pantalones diciéndome "quiero que me masturbes como a el"

Le tomé la polla en mi mano y comencé a acariciársela depacio pero firmemente mientras el no paraba de preguntarme cómo tenia la polla, si se corrió en mi mano, si se la chupé... a todo contestaba que no o que no me acordaba... cada vez estaba más cachonda, había retirado el pantalón del chandal y sólo me quedaba la camiseta y unas braguitas rosas. Carlo finalmente me preguntó ¿Qué te decía el mientras lo masturbabas? - Que quería sentir mis labios en su polla, qeu sa comiese, que me lo follase que quería más. Yo le dije que debía conformarse con lo que tenía, que no pidiera más o se qudaría sin nada.

En ese momento paré de masturbarle y me incorporé despojándome de la camiseta y sentándome sobre su polla clavándomela hasta dentro. Estaba tan caliente que mis jugos empaparon sus huevos nada más penetrarme. Seguí sobre el moviéndome despacio pero con mucha fuerza, apretándolo contra mi.

Mientras gemia, no paraba de preguntarme Carlos - ¿Qué más te dijo?. Siguió insistiendo en que quería más le respondí. Yo ya no paraba de arquear la espalda para librarme momnetaneamente del orgasmo que veía venir, necesitaba alargar el placer sobre Carlos.

- ¡Seguro que te ofreció un dedo! - ¿Quieres que te haga un dedo?

De mi boca salió un si, que no se ni de dónde vino ¿En qué estaría pensando? Me volteó y me puso boca arriba, abrió mis piernas y me tomó por las caderas incrustándome nuevamente la polla. Comenzó a moverse como poseso. Sentía mis pechos rebotar de mi toraz a la cara, en círculos, la polla se me clavaba y los huevos me atizaban en el culo, estaba a punto de correrme cuando se avalanzó sobre mí, mis piernas quedaron en el aire, con las plantas de los pies mirando al techo y sus manso cogiéndome las cahillas del culo y se metió un pezón en la boca, mordiéndolo... No pude más, fue imstantaneo, me corrí, grité durante más de quince segundos y aún disfrute un minuto más cada embestida hasta caer derrotada. Carlos sacó su polla y sin mediar palabra se masturbó durante unos segundos y se corrió sobre mi barriga. Cayó derrotado junto a mi y me preguntó ¿Así se corrió tu amigo? - Casi, respondí.

En mi cabeza estaba la imagen de Jesus hacía diez años taladrándome literalmente sobre la mesa de estudio y corriendose dentro de mi. No puedo quitarme de la cabeza ese orgasmo, juntos chillando y cuando finalmente retiró su polla de mi interior ver caer entre mis piernas, al suelo un chorro de semen.

Esa infidelidad me hizo gozar entonces, lo ha hecho hace unos días y espero que lo haga nuevamente en cuanto Carlos lea esto. He sido mala, ¿me darás lo que me merezco?"

En Julio, dos de nuestras compañeras se fueron, con intención de no volver hasta septiembre, así que con dos habitaciones libres consideramos seriamente buscar a alguien a fin de compartir gastos. Por aquel entonces empezaba a salir con Carlos y no crei conveniente ni plantearle el hecho de que se viniera a vivir con nosotras.

Dos compañeros, uno de INEF y otro de medioambiente consiguieron trabajo como "cuidadores" de una piscina municipal cercana, en realidad su trabajo consistía en pasar el limpiafondos, dosificar el cloro y vigilar la piscina por la noche para evitar la entrada de intrusos. Era el trabajo ideal para un estudiante, toda la noche para estudiar.

Pili, mi compañera, y yo decidimos finalmente plantearles si querían compartir piso con nosotras estos dos meses, ya que ellos tenían el mismo problema con su piso y ese año terminaban la carrera. Ni se lo pensaron, estábamos tomando cafe en casa con ellos despues de comer y esa misma noche ya estaban instalados.

Paco y Nestor se llamaban. Paco era un chico alto y altético, mientras Nestor era bajito y algo regordete. Casi me sorprendo sonriendo al recordar la figura de Pilim de a penas 1,50 de statura al lado de aquel tipo enorme que Paco era.

Los primeros días de convivencia furon un total descontrol, la cocina era un nido de mierda, el baño estaba siempre sucio, lleno de pelos, desordenado... era como vivir entre cerdos. A Paco, pero sobre todo a Nestor se les oia masturbarse las noches qeu libraban en la habitación y Pili, que estaba coladita por Paco, no hacía más que pasearse semidesnuda, en bata, en ropa interior... por toda la casa, mostrándose a Paco a cada ocasión.

MI vida transcurría un poco al margen de ellos tres y seguía viendo regularmente a Carlos. Me excitaba de sobremanera llevar a Carlos a casa a pasar la noche del viernes o el sábado e inconscientemente exageraba mis gemidos y carcajadas al hacer el amor con el. Me excitaba o simplemente me estaba vengando por las noches qeu tenía que sufrir sus masturbaciones al otro lado de la pared.

Carlos se iba de vacaciones creo recordar que fue la segunda quincena de Julio. Si recuerdo qeu esa noche hacia un calor horrible, Pili se habí aido a estudiar a la piscina con Paco y Nestor (la dije que se fuera) y nos quedamos en paln noche romántica Carlos y yo. Cenamos en casa y bajamos al portal a tomar una copa y sobre todo el aire, en casa hacia un calor de mil demonios. Recuerdo bagamente lo que pasó aquella noche, no fue especialmente lujuriosa y hace ya mucho tiempo e aquello, aunque hay dos o tre cosas que si recuerdo con claridad.

Recuerdo subir a casa en el ascensor, después de tres o cuatro copas y muchos te voy a echar de menos. En el ascensor empezamos a magrearnos, tocarnos y besarnos, muy sensual, húmedo, sin prisas. Al llegar al portal abrimos la puerta y aceleramos el ritmo, me puso sobre la encimera de la cocina, sentada, en una esquina. Hizo que levantara mi culete y deslizó sus manos por debajo tomando el pantalón y bajándolo hasta los piés. Junto con el pantalón me despojó de las braguillas y yo aproveché para sacarme la camiseta y el sujetador.

Estaba desnuda, abierta de piernas, frente a el, sentada sobre la encimera. No se hizo esperar, deslizó sus manos por la cara interior de mis muslos y comenzó a practicarme una linda comidita. Completamente abirta de piernas, su lengua jugaba a placer entre mis labios, en la entrada de mi conchita, en mi clítoris... una de sus manos se afanaba en separar mis labios mientras con la otra introducía dos o tres dedos en mi interior haciéndome ver el cielo.

Se separó de mi en dos otres ocasiones, para poco a poco ir despojándose de la ropa. Primero la camiseta, luego el pantlón y los zapatos y finalmente le calzoncillo, dejando ver la evidencia de su excitación en toda su extensión. Después de cada parada volvía a deslizar las manos por el interior de mis muslos y su boca seponá a hacer de las suyas en mi conejito feliz.

Ya, despojado de ropa, nuevamente se separó de mi, me excitó pensar al verle coger su miembro entre las manos que finalmente iba a tomarme, pero me sorprendió sentir como utilizaba su polla a modo de fusta, atizando con su capullo mi conejito, que estaba ardiendo y empapado. A cada golpe de su garrote sentía una embestida, como si estubiera literalmente follándome y eso que aún ni me había penetrado. Mientras compaginó los golpes con las lamidas todo fue delicioso, pero finalmente se decanto por los golpeos castigando mi clítoris haciéndome ver las estrellas en un par de ocasiones. La cara de dolor debión delatarme, porque me aplicó el bálsamo calmante de su capullo deslizándose por mi rajita desde el culo hasta el clítoris, arriba y abajo.

Tenia la polla tan dura que no necesitaba cojerla con la mano, estábamos sudando a mares, con los cuerpos separados, tan sólo unidos por su pene que acariciaba a golpe de cadera mi conejito en toda su extensión. Abrio un cajon y sacó un rollo de film transparente, ¿Qué haces?, le pregunté. Pssssss fue todo lo que obtuve por respuesta mientras desenrrollaba el plástico y lo ponía sobre mis pechos aplastándolos con fuerza. Dio un par de vueltas sobre mipecho, que sudado arrugaba en la espalda el papel.

Ya no podía aguantar más, decidí cogerle la polla y acercarla a la entrada de mi conchita, la dejé ahí, a un pequeño empujón de entrar y comencé a masturbarlo en la puerta. Carlos cogió de nuevo el film transparete y volvió a dar otra vielta sobre mis pechos mientras me miraba a los ojos, sin cortar el film, a la segunda vuelta, se incluyé el en el lote y comenzó a atarme a el con tan peculiar cuerda. Después de dos vueltas le pregunté ¿Qué haces?, y mientras dejaba caer el rollo al suelo me embistié entera diciéndome "me pongo un condón".

En la posición en la que estaba, completamente abierta de piernas, sobre la encimera, sentada, sentí su polla entrar dentro de mi y golpear con fuerza a cada embestida por dentro, detrás del clítoris, en la parte superior de mi conchita, la sentía entrar y salir entera, pero la puntita ahí, se sentía deliciosa. A penas podía moverme, pero no hacia falta, a penas un minuto después estaba a las puertas de un orgasmo cuando Carlos comenzó a bufar y gemir, así que yo me dejé llevar y me entregué al orgasmo.

Al poco tiempo decidimos separarnos, cortar el film que nos unía y cuando sacó su polla de mi, un borbotón de leche cayó al suelo recordándome el día que "masturbé a mi maestro".

Estábamos muertos, así que decidimos ir a dormir.Recogimos un poco aquello, y al ir al dormitorio, al pasar por delante de la habitación de Nestor, nos dimos cuenta de que la luz estaba encendida y el debía estar dentro. Entre el pudor y la incertidumbre no dormí nada aquella noche, víspera de la partida de Carlos.

Continuará... si queréis que lo haga.