Un verano con mi tía Marta (3) - Los alemanes

Seguimos en casa de Santi y de Raquel. Los amigos alemanes llegan de visita.

III Los amigos alemanes

Así se nos pasaba la tarde, a veces en el agua, otras veces bebiendo fuera, hablando con uno y con el otro y yo me sentía cada vez más cómodo desnudo. Llegaron las 6 de la tarde y al rato llamaron a la puerta. Era un hombre alemán llamado Günter, bien vestido que venía con su esposa y su hija. Habían sido invitados por

Raquel y por Santi. Ninguno de todos los que estábamos les conocíamos. Su mujer se llamaba Mila y su hija, que tendría mi edad, se llamaba Natali.

-¡Hola! entró muy efusivamente Günter con su hija y mujer detrás que sonreían protocolariamente.

-¿Qué tal?- se abrazó Santi a él y acto seguido pasó a saludar a los demás. Las mujeres hicieron lo mismo con besos. Nosotros seguíamos desnudos. Natali me saludo con un beso.

Era una muchacha bajita, de pelo rizado y castaño con típicos rasgos alemanes y piel blanca. su madre se parecía a ella pero tenía el pelo rubio y llevaba gafas de sol. Ambas

eran guapísimas.

-Estos son mis otros amigos nudistas- le comentó a Pete.

-ohh fantastic! ¿por qué no se ponen cómodos? pueden dejar la ropa ahí- Pete señaló una silla, mirando a las mujeres especialmente.

Natali le tiró de la camisa a su padre y le habló al oído. Ella no parecía cómoda con la situación. Su padre le dijo que no pasaba nada y le hizo un gesto. Entonces Mila, su madre, le dijo a Raquel que lo que sucedía era que Natali tenía tenía vergüenza. Entonces acordaron que se quedara con el bañador puesto. La familia alemana se fue dentro de la casa y prefirieron salir desnudos desde dentro ya que era lo más lógico. No ibamos a estar todos viendo cómo se desnudaban. Natali salió en

bañador.

Al salir, me pareció excitante ver a Mila desnuda. Toda esta situación era demasiado para mi. Yo me había apoderado de la hamaca de Santi y me tapaba con los periódicos porque me estaba excitando. Los demás hablaban entre ellos. Günter se sentó en una de las pocas sillas que quedaban libres así como su esposa a su lado.

Natali no tenía donde sentarse y yo contemplaba la escena desde la comodida de la hamaca.

Mila quería ceder su puesto a su hija pero Günter hizo que Natali se sentara en su pierna, ella accedió. Tengo que decir que Natali no era muy alta, era bastante pequeña de estatura pero ya a sus 18 años marcaba todos los atributos de una mujer atractiva.

Mientras hablaban enérgicamente Santi, Pete y Günter, me percaté de algo que me llamó la atención. El alemán sujetaba a su hija rodeando su cuerpo y acariciándole la barriga, su polla estaba semi erecta y tocaba un poco la pierna de su hija. Pete, que estaba de pie mientras Santi hablaba, no paraba de observar a Natali y a Mila.

Entonces me di cuenta que su pene ya no estaba tan flácido y que se estaba llenando de sangre.

Al otro lado se habían juntado el resto de chicas. Raquel, Sophie y mi tía. Todas desnudas en círculo. Raquel le estaba haciendo unas trenzas a Sophie.

-Eh, David- Se me acercó Pupi.

-ey, Pupi, dime.- Intenté taparme más la entrepierna con el periódico.

  • ¿Qué te parecen las alemanas?

  • pues, la verdad es que son muy guapas- contesté

  • ¿Y el alemán? - me sonrió

-Eh, el alemán...Pues un alemán, ¿Qué quieres que te diga?- Entonces me di cuenta que era gay. No me había percatado entre el calentón que tenía con mi tía.

-Es guapo- Dijo

-Eh, no sé, no soy gay Pupi-

  • No sabes lo que te pierdes- entonces se comenzó a reir y se fue con su móvil a otro lado. Por fortuna, era muy peludo.

Al momento, Günter le hizo un gesto a su hija, ella se levantó, este le dio una palmada en el culo y me señaló con el dedo desde lejos. Ella miró hacia mi.

Le estaba indicando que viniera a hablar conmigo. Yo me incorporé con mucha vergüenza mientras. Ella por su parte, venía tímidamente con el bañador rojo que le tapaba sus partes más interesantes. Mi tía de repente se giró y vio que comenzamos a hablar.

-¡Hola!- Dijo ella con la mano amistosamente mirando un poco al suelo. Yo me sali de la hamaca y me puse de pie a su lado.

-¡hola! ¿cómo estás?-

-Bien, y tú?

-Bien, quieres que vayamos a la piscina a darnos un chapuzón- dije yo nervioso.

-Perdón, mi español no muy bien.

-Ah, perdona, vamos allí- Le señalé la piscina y le hice gesto de nadar.

Ella asintió y dijo que le parecía bien.

De camino a la piscina mi tía se acercó y me dijo: -Cuando quieras nos vamos cariño

-Está bien tía, cuando quieras tú. -Mi tía tenía un poco cara de estar ya borracha. Sus ojos brillaban del alcohol y su dicción ya no era tan clara.

-¿Cuántos años tienes?- le pregunté a Natali.

-¿18 y tú?

-19. Hace dos semanas los cumplí.

-¡Yo también!- dijo ella

-Qué bien...¿Tu también eres nudista?- No se me ocurría otro tema de conversación.

-mmm, sí, mis padres son nudistas entonces yo también.

-ah, qué bien. Yo no. Es la primera vez que estoy desnudo con tanta gente.- Ella sonrió pero no me entendió muy bien.

Poco me pude comunicar con ella y hablamos poco, pero estábamos a gusto los dos en el agua jugando a la pelota. De hecho conseguí que Natali se quitara la parte superior del bañador. Tenía unas tetas pequeñas y bien puestas. Mientras, yo miraba desde dentro de la piscina a mi tía que sonreía y se tambaleaba un poquito, pero no mucho. Ella me sonreía y me hacía gestos, como queriendo que yo le tirara cacho a la chica alemana. Pero yo solo tenía ojos para ella.

Se nos hacían ya casi las nueve de la noche, el sol ya se escondía y mi tía estaba un poco pasada de copas, a lo cual, me acerqué y le dije: -Tía, deberíamos irnos, has bebido ya mucho.

-Sí caaaaariño.- me miró a los ojos mientras me acariciaba la espalda, menos mal que yo llevaba una toalla que me tapaba porque esa caricia hizo que mi miembro quisiera despertar de nuevo.

-¡Santi! ¡Raquel! les grito a la pareja que estaba bailando una bachata muy apretados. - Daaaaavid y yo noooooos vaaaaamos.-

A lo cual Raquel contestó:

-¿Pero cómo os vais a ir si estáis lejos? Quedaos a dormir en el sofá.

-No, no, no es molestia- dije yo.

Mi tía agregó -Sí, además es peeeeeequeño, no queremos molesssstar. Ya se quedan Peeeeete y Sooophie-

Mientras, los demás nos miraban. Mi tía tenía la camiseta de tirantes puesta sin sujetador y no llevaba bragas.

Acto seguido añadió Günter.

-¿Por qué no vienen a dormir a nuestra casa? está a 5 minutos de aquí. Tenemos habitación.

Entonces mi tía, con hipo, me miró y sonrió.

-¡Ah! (hip), pues me parece bien (hip). ¿No David? ¿vamos a casa de Günter y Mila?

-Es que no tenemos ropa para cambiarnos, ni pijama.

-Joder cariño(hip), eres igual que tu paaaaadre, no seas aguafiestas. Ma- ma- ñana regresamos a Barceloooona (hip).- No me pude oponer.

-De acuerdo.

-¡Estupendo! Dijo Günter. Vámonos pues.

Mi tía seguía cogida a mi cintura, no estaba borracha del todo pero le costaba coordinarse. Tanto roces estaba haciendo que mi polla comenzara a soltar líquido preseminal.

-¿Entonces qué? ¿Nos vestimos y nos vamos?- Dijo Günter en voz alta.

-Sí, voooooy a vestirme yooo (hip). David, ve a vestirte tú y espérame aquí luego.

-Vale tía.- Sophie me miró y me dijo:

-Acompaña a tu tía a vestir, ella beber demasiado, ayudar a ella.-Entonces le hice caso a la inglesa pelirroja.

Mi tía se metió en la primera habitación que había. Yo la seguí y cerré la puerta detrás de mi.

Allí había una cama de matrimonio y detrás de la persiana se veía un poco la piscina y a los demás que se iban a quedar hablando.

-¿Qué haces David? voy a vestirme(hip).

  • Sophie me dijo que te ayudara

  • No hace falta cariño, no hace (hip) falta- Y se dejó caer en la cama. -Ay, qué cansada estoy por favor (hip). Y se acostó boca arriba.

Yo no podía creer lo que veía.

-¿Tía?

-¿mmm?

-¿Tía?

-¿mmmmm?,

-Tía,levanta, que nos están esperando.- Podía ver mucho mejor su vagina, tenía pelitos pequeños y estaba bien depilada.

-¿Tía?- Le toqué una pierna con el dedo.

-¿Tía? ¿estás despierta?- entonces me agaché para ver mejor su vagina.

-¿tía?- le abrí un poco las piernas. No se movía

-¿Tía? ¿hola?- Con las piernas más abiertas, pude divisar un poco más la parte interior de su coño. Parecía humedo, a lo cual no me pude resistir y acerqué mi dedo para tocarlo. Repentinamente,sin previo aviso, ella se incorporó.

-¿Qué haces David?(hip)- dijo sorprendida pero ebria.

-¿Yo? Nada...- Mi corazón palpitaba a grandes velocidades.

-Búscame las bragas por faaaa.

-Sí, aquí están.- Se las pasé pero le costaba ponérselas.

-Ayúdame cariño.- Le subí un pie, luego el otro y su vagina estaba a la vista mía a todas horas. Una vez la ayudé me tocaba a mi cambiarme.-vale cariño, cámbiate tú.- Ella se levantó tambaleándose y se miró al espejo para arreglarse un poco, estaba bastante despeinada.

-¿Cómo estás del golpe? (hip)

-Bien, solo me duele un poco- Mientras me ponía los calzoncillos con la toalla encima para que no me viera me dijo:

-a ver, enséñame. ¿Por qué te tapas con la toalla si ya te he visto?

-ay ¡yo qué sé! me da vergüenza.

-¿Vergüenza de qué? no seas tonto,a ver.- Me quito la toalla, yo tenía los calzoncillos por las rodillas. Entonces me tocó la polla en la herida y descarada y deshinibidamente me sujetó el pene firmemente y me dijo a la cara: - Esto no se puede estropear David, tienes que cuidarla bien para que no se haga daño de nuevo.- Esto provocó que una pequeña gota saliera de mi uretra.

-¿Qué es esto David?- dijo mi tía riéndose.

-Nada.

-¿David? (hip)

-¿Qué?- Dije yo asustado.

-Nada (hip). Ella seguía sujetando mi polla y la apretaba un poco más.- Digo, que...

-tienes (tiraba de mi polla)

-que (volvió a tirar)

-cuidarla bien (finalmente lo hizo de nuevo)

A lo que ya contesté en tono burlón y completamente en shock:

-Ay, ¿qué hago? si mi tía no tiene cuidado. -Quise seguirle el juego, el corazón me iba a mil.

-ay noooo- dijo con una voz tierna.- la próxima vez tendré más cuidado (hip)- Y me sujeto de nuevo los huevos con las dos manos.- Tienes unos huevos bonitos cariño. Lo que dije antes de que tenías uno más grande era broma- Lo dijo para consolarme.

-Ya, claro...

-¿Sabes que yo también hago depilación íntima? Si quieres algún día te depilo el pecho y los genitales (hip).

-Eh, sí...vale, estaría bien- Esto era algo que ya llevaba pensando hacer y si me lo iba a hacer mi tía y además gratis mucho mejor.

-Bueno, súbete esos calzoncillos que nos vamos.

Todos ya estábamos listos y preparados con nuestras bolsas, los anfitriones aún seguía desnudos pero se cubrían con toallas y alguna que otra camiseta.

-Muchas gracias por la invitación- dijo Günter.

-Raaaaquel, nos vemos es-ta semaaaana- Dijo mi tía medio tambaleándose y agarrándose a mi brazo.

  • ¡Gracias a todos! -Dije yo

-¡Bye!- Dijo Pete abrazado a su pareja.- ¡Nos vemos pronto! Good night-

Lo que pasó luego en casa de Günter fue lo más loco que me sucedió en mucho tiempo.