Un trocito de barro para amasar y dar forma
Un esclavo es transformado en un utensilio para su Ama.
Los rayos del rey astro penetraban por mi ventana, quería seguir durmiendo pero mi celular resonó con la dulce melodía asignada para mi Ama. Sus ordenes eran tajantes y precisas, “postrarme rápidamente a sus pies”.
Mi naturaleza de esclavo se encendió como la pólvora, el estomago vacio no me dejaba pensar por lo que no me demore más y salí pitando.
Impaciente y excitado toque el timbre. Mi majestuosa Dueña me ordenó pasar:
No quiero oírte rechistar: serás un objeto a mi servicio - acto seguido me puso una mordaza en la boca.
Con un empujón me tiro al suelo, se descalzó sensualmente, dejando sus estiletos junto a mi nariz (mmmmmm, el olor embriagador de pies me estaba saciando mas que si hubiera desayunado). Todo mi ser retumbaba en excitacion.
En un instante, se puso de puntillas y dejo caer sus talones sobre mis manos, sentí un cosquilleo como el de cien mil hormigas recorriendo mis manos, una vez bien golpeadas y aplastadas me revelo su propósito: esclavo serás mi trozo de barro y como hoy deseo practicar alfarería, voy a crear un objeto de utilidad.
Su aplastamiento continuó ascendiendo por mis pies pisándome frenéticamente, ablandando toda mi estructura muscular, y así pasó una interminable hora aplastándome todo mi cuerpo. Una vez terminado de amoldar, se fue a la cocina, y volvió con un rollo de celofán con el que se dispuso a enrollarme en finas tiras.
La fase intermedia de secado, me trasporto a un cuarto oscuro, donde estube el tiempo suficiente para que coger la forma óptima.
No se cuanto tiempo pase allí, perdí la noción del tiempo, intervalos constantes se sucedían, para humedecerme con su néctar dorado, y a fin mantenerme hidratado y conservar así la flexibilidad, toda una obra de alfarera.
El tiempo dejo de existir y tan solo mi reloj biológico me indico que 24 horas habían transcurrido, mi Dueña entró en el cuarto oscuro y levanto las persianas, la luz solar me cegó por completo, la mordaza que llevaba en la boca me impedía hablar, con sus botas de tacón de aguja, me pincho mis reblandecidas carnes, e hizo una expresión asertiva:
Mi labor de alfarería esta casi acabada, solo tendré que quitarle ese olor repugnante .
Enfundándose unos guantes de látex y empezó a decapar las tiras de celofán adheridas a mi piel, me manipulaba con sus guantes de látex por todo el cuerpo, mi miembro encarcelado en un CB, palpitaba frenéticamente y una intensa sensación en mi próstata me indicaba que estaba en ebullición, asiéndome unas cuerdas a mis pies me arrastro hasta la bañera, con un estropajo y algo de fairi procedió a lavar su plato-humano, finalmente me secó y dejo secar del todo apostado contra la ventana. Es hora de dar un toque personal a mi magnífica obra dijo altivamente - sacó pincel, brocha y me empezó a decorar como con dibujos floreados, toda una decoración artesanal.
Después de secarme con su secador de pelo, me arrastro a la cocina y poniéndome a cuatro patas al lado de los fogones, inserto una silla entre mis patas, encendió la campana de humos y comenzó a cocinar, al poco tiempo una carne en su punto fue depositada sobre mi espalda, de no ser por el baño templado que me había dado mi Dueña habría saltado hasta el techo, pero a continuación añadió algo de lechuga bien avinagrada que contrarresto de manera agradable dicho quemazón
Un vaso fue colocado en uno de mis costados, se sentó y con un cuchillo y un tenedor empezó a cortar y a comer sobre mi espalda, cada vez que hundía su cuchillo y tenedor daba pequeños saltos que eran corregidos con puntapiés en mis partes.
Después de finalizar con su postre preferido, “tarta de la abuela”, me quitó la mordaza y me introdujo algún sobra masticada, nada me supo tan bien en mi vida, una vez acabo, se levanto, me sacudió las migas y me arrastro a la bañera de nuevo, dejándome a remojo un buen tiempo, una vez seco me situó en un rincón hasta que me utilizara de nuevo en la cena.
Entonces mi Dueña dijo: hoy vendrá mi amiga Dona a cenar, espero que mi nuevo plato tenga algo más de estabilidad, le encanta el comer churrasco, jajajaja
Mi temblor y excitación se hicieron visibles y casi podía dar forma imaginaria a un trípode completamente estable.
By: Fuego Perverso