Un trío muy rico, me gradué de sometida y me conve

Mi maestro de inglés, me cogió por un tiempo y luego me pide más y al final acepto... hicimos un trio con su hermanito, que estaba bien rico.

Durante unos meses, los viernes iba a casa de mi maestro de Inglés, el tipo me daba muchísimo placer, me hizo lo que le dio la gana, me puso como quiso ponerme, me termino donde se le ocurrió, me hizo cosas muy cochinas y entre semana me imaginaba a mi tío, a sus amigos, a mi maestro, todos encima de mi, dándome tanta verga que me dejaran muerta de placer.

A veces lo hacía dos veces, me daba culpa querer sentir el placer en mi cuerpo y pensar las cosas mas cochinas, empecé a pensar en una de mis compañeras de estudio, más grande que yo, también me la imaginaba y se me aceleraban las ganas de ser cogida.

Una de las tardes de encuentro con mi maestro, el estaba sentado en una silla y yo me lo estaba montando, me hacía hacia adelante y atrás con las piernas abiertas sobre su cosita rica, el me tenía agarrada de las caderas, y me guiaba el movimiento, chupo su dedo y me lo metió en el culo, al principio no era gran cosa, pero cuando empecé a sentir lo rico que avisa que ya terminaba, lo empecé a gozar, movía mis caderas sentada en aquella verga tan rica con fuerza, pero muy despacio, mi excitación subió, empecé a sentir esa sensación rica de querer orinar, pero mas agudo, me abrí la concha y me empecé a rosarme en el vientre de él, el empujaba su dedo y yo temblaba de placer, terminé muy rico, sentí el placer en la concha, pero también en el culo, las dos cosas se me cerraban y se me abrían, se me contraía, yo gemía y el me decía, te gusta puta? lo estas gozando, se te nota que te gusta abrirte y dar el culo.

Ambos sudábamos y yo me aferraba a su espalda para sentir su hombría dentro de mi, erecta y rica, temblaba, se me contraría, se la apretaba, el jadeaba, y me decía mamita rica, gózamela, sufre mamita con esta verga que es tuya… Terminé, tan rico, me sentía tan satisfecha, me levanté, el la tenía toda mojada, me metí entre sus piernas de rodillas y se la mamé, se la apreté con mi boca, se la succioné, mientras me metía su palote duro y venoso, con la punta rosada, le chupe los huevos, mientras se la meneaba y volví a comerme su vergota rica y que me traía loca de placer. Se la chupe viéndolo a  los ojos, viéndolo reírse, mientras me agarraba del pelo, me lo cogí bien rico, el se reía, jadeaba y no podía ni hablar, se le cortaba la respiración, hasta que por fin, me apretó la cabeza contra su verga, le acaricié los huevos y sentí su leche caliente, caer por mi garganta ahogándome, me la tome toda, el decía que me estaba alimentando, que me daba lechita para llenarme la panza y dejarme llena.

Aun estaba de rodillas, me tiro un billete en la cara y me dijo, estas mejorando, eres una puta profesional, la mamas bien rico, mereces que te pague por el trabajito que me das, me sacas toda la leche.

Hizo una pausa y me agregó, mi hermano es virgen y me gustaría que se estrenara contigo, me levanté y levanté el dinero que me acababa de tirar, le dije que no, que a el lo que quisiera, siempre que me pusiera a gozar y me dijo es lo que quiero y voy a ponerme a gozar mientras te lo cojes, le dije no y me dispuse ir al baño, se levantó violento, tiro la silla y me agarró del pelo, me puso contra la pared, me dijo en el oído, no mamita no entendiste, tu eres mi puta, tu haces lo que yo quiera, me asusté no dije nada, me metió el dedo en el culo y lo sacaba y metia, este culo es mío y puedo usarlo, para eso te pago, para que me des el culo cuando quiera y quiero compartirlo, quiero que mi hermano goce con una puta bien rica, quiero que te goce, que se de gusto, seguía empujando su dedo en mi hoyo, yo empecé a llorar, me tenía contra la pared, me dijo cállate, se que te gusta, te gusta que te cojan, eres tan puta que hasta le diste el culo a tu propio tío, así que vas a tener que cogerte a mi hermano y tendrás que portarte bien.

Sentí como le creció en mi nalga, me sacó el dedo y empezó a restregarse en mis nalgas, me volteó, me besó mientras jugaba con su verga en mi clítoris, paró y me la puso en el hoyo y empezó a empujarla dentro de mi concha, me embestía, me dolía y empecé a imaginarme a mi tío dentro de mi culo, mientras mi maestro me la empujaba, me daba duro, me levantaba del suelo de lo duro que me daba, ay que rica estas, decía, que caliente tienes el pan, ay mamita rica, que rico cogerte, que bueno tener una puta bien caliente para quitarse las ganas, sssss, mamita, ábrete, me agarró una pierna y me la subió a la altura de sus caderas, así perra caliente, recibe mi garrote, estas bien caliente y mojada, quiero preñarte perra, me tenía bien apretada contra la pared, mientras me levantaba de las grandes embestidas que me daba, me dolía, pero ya estaba sintiendo placer, me apretaba las tetas con su cuerpo, ay mamita como me pones, me haces querer coger más, me tienes como perro, deseando encularte, ay nena, que ricas son las jovencitas, están bien apretaditas y siempre se abren sin decir que no. Empezó a darle mas duro, muy rápido y con mucha fuerza, perra sometida, asquerosa, sentí su primer chorro contra las paredes de mi vagina, el paró y yo me moví con fuerza y despacio, hasta que empecé a sentir que venia mi orgasmo, apreté su palo y el se quejaba, jadeaba y yo me estaba atorando la concha de leche caliente, sentí como mi cuerpo se la tragaba, como se metía dentro, ese macho rico estaba metiéndome todo su placer en mi concha caliente, que me palpitaba de placer. Se la solté y se le aguadó, me la sacó, me puso de rodillas y se la limpié, luego el me abrió y me la chupó. No dijo mas y me fui a bañar.

Pensé mucho en ir el siguiente viernes, no sabía si estaría su hermano, efectivamente, allí estaban los dos, la calentura que me cargaba era mas fuerte que la incertidumbre. Al final que tenía que perder? ya había sido mujer de mi tío, su amigo, el otro me había manoseado, mi profesor llevaba unos meses dándome placer todos los viernes, me la metió por donde quiso, que podía perder? tenía 17 años, quería más placer, cada día mas.

Al entrar, estaba vestido, me presentó a su hermano y me besó delante de él, esta es mi puta, le pago y se me abre, le gusta y esta muy contenta de conocerte y que podas usarla, el otro estaba serio, nervioso, no sabia que decir, yo tampoco, me besó de nuevo, me acarició, me dijo muy suave, mi amor, por favor, juguemos rico con él, yo asentí, igual si no quería, lo iba a hacer de todas maneras.

Bésalo me dijo, me acerqué lo besé, el tenía 15, no sabía besar bien, así que lo guié, como a mi me gustaba, succionado y bien apretado, me puso la mano en la teta y me deje, le puse la mano en los huevos, empecé a acariciarlos, se retiró y empezó a respirar, se me hizo gracioso, mi profesor nos llevó un par de tragos, le puso unas gotas y lo bebimos mientras platicábamos un rato, de que hacía y esas cosas, empecé a sentir que me quemaba, quería ser cogida, las ganas se me aceleraron.

Me desnude delante de ellos despacio, le abrí las piernas al hermano,  se la toque encima del pantalón, le abrí el pantalón y se la saque, se la empecé a mamar, me levanté y me agache con las piernas abiertas, mi maestro se la sacó y me empezó a jugármela entre las nalgas y en el clítoris, el hermano estaba muy agitado, paré, pensé que se vendría, le bajé los pantalones, le di la espalda, hice mi espalda hacia adelante, me senté y restregué y se le puso muy dura, el la paró con la mano y me la puso en la orilla del hoyo de mi culo, me la empezó a meter me dejé, mi maestro se la jalaba con el pantalón puesto, frente a mi, me terminé de sentar encima de él, me recosté con las piernas abiertas sobre las de él, estaba inmóvil, el no hacía nada, solo jadeaba, podía sentir como le palpitaba dentro, mi maestro se metió en medio de mis piernas y me dijo vamos a gozarte rico los dos, le dije, cerdo cógeme ya, maricón, si eres tan hombre cógeme la pusa, el coloco la cabeza en mi hoyo y empujó, los dos, su hermano y yo gemimos de placer, estaba chorreando de caliente, solo quería que entrara en mi y me cogiera y me quitara esas ganas exageradas que tenía.

Los sentía a los dos, la concha me palpitaba y me choreaba, el se movía lento, topaba sin mayor fuerza, me estaban desgarrando, pero quería más, solo quería que me poseyeran, que se movieran dentro de mi, que me hicieran gozar, quería su placer dentro de mi y el mío en sus vergas, el muchacho gemía, solo acertaba a decir, q rico, mi maestro se reía, y decía que apretado y caliente, que jugoso se siente, se me va toda y puedo sentir la verga en tu culo, que placer me están dando, su hermano dio un pequeño grito y se vino dentro de mi, sentí muy rico lo calientito, sentía como se le aguadaba, salió de mi cuerpo, pero su hermano continuaba dentro de mi y yo encima de su hermano que respiraba con dificultad, me tuvo un rato así, despacio sin mayor fuerza, estaba en el cielo.

Me dijo, al piso, en cuatro como perra, se arrodillo y empezó a bombearme la vagina, yo seguía sintiendo muchas ganas, estaba muy caliente, su hermano nos miraba, callado y serio, con su cosa colgando, el otro seguía cogiéndome, empezó a aumentar, me dejó caer su peso y no pude más, me caí, no salió de mi, me abrió las piernas acostada sobre el suelo y empezó a meterla y sacarla, terminé, el siguió bombeando, volví a excitarme luego de un par de minutos, le dije quiero mas maldito perro, demuéstrame que eres hombre y quítame las ganas.

se acostó frente al hermano con su palo parado y me dijo miralo y siéntate con la concha en mi verga, yo hice caso y empecé a cabalgármelo, mirando a su hermano, le dije ven, el se acercó y se la empecé a chupar mientras su hermano empezó a empujarme hacía arriba, tenía la verga en mi garganta, le empezó a crecer y yo lo mamaba, mientras su hermano me daba gusto abajo, me sentía desesperada, quería mas verga, me estaba cogiendo a aquel rico macho y mamaba a un virgencito tímido, el chico se vino en mi boca y se la apresé mientras me dejaba su leche en la boca, me hice un poco para atrás y él quiso corresponder, mientras me montaba a su hermano, me chupaba el clítoris, le decía como y me comió, finalmente, mi profe me terminó, pero yo seguía caliente, nunca me había sentido igual.

Me  puso en cuatro, me dijo que puta, perra en celo, te gusta que te metan la verga zorra, tan jovencita y tan caliente, eso me ponía mas excitada y la verdad no me importaba solo quería que me cogieran, me empezó a jugar el clítoris, y me metió un dedo, yo gemía, le decía dale, sacó su dedo y me metió dos, los sacaba y metía con fuerza, yo no podía dejar de jadear, su hermano nos miraba con atención, el se reía, como te gusta coger mamita, sacó sus dos dedos y metió tres, empujaba con fuerza, me jugaba el clítoris, ya perra, no seas tan puta, me dijo y me dio con mas fuerza, finalmente termine, exageradamente, me daban unas arcadas en mi cuerpo, no podía respirar, sentía como me venía y me bajaba jugos y el semen que ya me había metido, no dejo de darme duro, hasta que caí desfallecida, nos quedamos cansados en el suelo, el hermanito se incorporó, luego de unos minutos, les dije que me tenía que ir, el profe me dio el doble de dinero.

Estuviste bien rica y bien portada, bien linda y rica, nos dejaste bien secos, que placer le das a un macho, eres una hembra bien rica y complaciente, estas bien rica, te estoy dejando bien abierta, para que todos sepan que mi verga te dejó los hoyos bien abiertos. No dije nada, me bañé y me fui, me dolía, caminaba un poco mal, camine para casa recordando y sintiendo que me venían más ganas, deseaba que llegara la hora de dormir, quería meterme los dedos y jugarme la cosita.