Un trío inolvidable
Nunca pude imaginar que acabaría haciendo un trío con el que chico que realmente me gustaba y su compañero de trabajo, pero al final ocurrió.
Esto lo cuento por Dadate (un autor de esta misma página), me pidió que contara un trío que hice en un momento de locura y así lo haré. Va por ti ;-)
Ocurrió hace unos cuatro años, yo era muy jóven, loca y casi tan viciosa como ahora. Estaba liada con un chico que se llama Miguel, él era fantástico conmigo y aunque sabia que yo queria algo más con él, nunca me dió pie para que llegara a ser una relación. Miguel tenía muchos rollos con diferentes chicas, era muy liberal y pasaba de relaciones, yo me sentía muy bien con él y para que negarlo, comía de su mano. Él trabajaba de noche en una discoteca de el sitio donde yo vivía y le encantaba que hicieramos cosas en público o en sitios extraños, mis experiencias con él eran de los más placenteras. Lo del trío, fué algo que no vi venir, no era premeditado, un día como cualquier otro estabamos liándonos y su compañero de trabajo siempre estaba con la tontería de dejamela a mi también. Se acercó por detrás como habitualemente hacia dejandome entre los dos, a modo de sandwich, aunque normalmente me revolvía y le reñia por hacerlo, ese día fué diferente. Sentí el pene de su compañero totalmente duro en mi culo y noté una sensación de deseo incontrolado porque me follaran así. Miguel al ver que ese día no me disgusto lo que habia hecho (le diremos Felipe), sonrió con cara morbosa y me hizo un guiño de complicidad.
Estuve con ellos toda la noche allí como todos los días, pero cuando llegó la hora de salida de Felipe le pedí que se quedara un rato de fiesta para que cuando terminara Miguel pudieramos ir todos a tomar una copa, Felipe asombrado por mi comentario, asintió con la cabeza y levantó su dedos pulgar, aunque en el fondo parecía algo extrañado de que yo le dijera eso. Cuando Felipe salió, Miguel me preguntó porque le habia dicho eso y le dije que me apetecia tomar una copa con ellos nada más, Miguel no sabia lo que yo realmente pretendía, pero después de haberme visto tan cachonda lo intuía.
Cuando llegó la hora del cierre Felipe entró por la puerta invitandonos a salir con la mano, y fuimos hacia él... decidimos ir a un sitio que cerraba un poco más tarde que ellos para tomar algo y nos pusimos a charlar los tres, tomando copas sin parar, ya estabamos hablando más de la cuenta y Miguel sacó el tema de lo que había ocurrido esa noche al acercarse a mí, yo totalmente deshinibida por el efecto del alcohol y además que normalmente no me corto por nada del mundo, le dije que me había gustado sentirle cerca, me habia puesto a cien, y quería ver ese pene que dentro del pantalón parecía un gran monstruo con ganas de ser mamado. Sin más dilación Felipe se levantó corriendo del sitio y comenzó a acariciarme la espalda a modo de masaje, yo miraba a Miguel con cara de zorra, deseando que también se acercara y sentir el morbo y la sensación de ser complacida por dos hombres a la misma vez.
Miguel fué hacia la barra, noté como metía su mano en el pantalón para cambiar su pene de sitio, al parecer se le habia levantado y le molestaba que estuviese hacia el lado que no debía. Felipe y yo le seguimos y fuimos al coche, en asiento trasero de el coche, comencé a besar a Felipe con deseo, lamiendo su lengua y succionandola con la mía a modo de glande, Miguel mientras tanto metía su mano bajo mi falda desde el asiento del conductor intentando buscar mi clítoris.
-Vamos a mi casa (Felipe)
Miguel miró convencido, metió la marcha y emprendió camino a casa de Felipe, me puse sobre Felipe en el coche rozandome contra su pene mientras el apretaba mis nalgas con fuerza, yo me movía delante y atrás para estimular mi clítoris y a él parecía que se le iba a salir la polla del pantalón de tanta excitación, le eché hacia un lado y me deshice de su camiseta, mientras tanto Miguel miraba por el retrovisor de reojo, asombrado por la escenita que estaba ocurriendo, la chica que estaba colgadísima de él estaba liandose con otro en su propio coche y delante de sus narices, pero parecía que le gustaba verlo, él también tenía ganas de ese trío y yo estaba totalmente alcoholizada, lamí los pezones de Felipe y él intentaba deshacerse de mi top, me lo quitó como pudo y dejó mis pechos al descubierto antes sus narices, comenzó a besarmelos de manera experimentada, mientras que yo, como una moto sin frenos, intentaba desabrochar sus vaqueros con mi boca. Cuando al fin conseguí quitarselos, metí su miembro en mi boca con delicadeza y comencé a succionarlo lentamente, ibamos pasando por las calles y como era bastante tarde no habia mucha gente, pero la poca gente que quedaba de fiesta miraba asombrada hacia el coche de Miguel, como alucinados de ver a una pareja detrás haciendo de todo, mientras un tio iba conduciendo el coche, pensarían que era el chófer o algo así, pero lo que no sabían es que el tio que conducía era el que realmente estaba liado conmigo, al poco tiempo de tener la polla en mi boca y a Felipe totalmente jadeante por la mamada que estaba recibiendo; Miguel empezó a maniobrar para aparcar el coche. Me coloqué la falda en su sitio y volví a ponerme el top, bajamos los tres del coche, empecé a sobar el cuerpo de Miguel por la calle, mientras Felipe tocaba mi culo desde atrás y buscaba mi agujero, en el portal Felipe pidió un poco de silencio por los vecinos y todos callados y tranquilitos entramos y subimos al ascensor.
En el ascensor, Felipe apretó el botón del piso y nada más cerrarse las puertas, me vi colocada entre los dos, presionandome contra sus pollas por los dos lados y besandome, uno el cuello y el otro la nuca, mientras yo con cada mano, tocaba una polla diferente, me sentía algo cerda, pero estaba excitadisima y la verdad es que me divertia haciendo eso, llegamos al piso, se abrieron las puertas y bajamos del ascensor, los dos me magreaban y yo sonreía como una furcia de saldo, me solté un -Miguel, nunca pensé que llegaría a ser tan puta-. Al girar un pilar del pasillo, nos encontramos con un vecino de Felipe que bajaba con una sombrilla y una silla de playa, miró totalmente asombrado y sentí un calor inmenso en mi cara y ésta vez no era de excitación sino de la vergüenza que me habia dado, el hombre con cara de bobo dijo -buenos... días... -y cuando giró el pilar oímos una risita un tanto comprometedora, a lo que bajé la cabeza y seguí andando, me estaba arrepintiendo, me sentía sucia en ese momento.
Entramos al piso y Miguel me cogió desde atrás apoyándome contra la pared, yo le dije -no, joder me siento mal, he bebido demasiado y quizás esté tan bruta por eso, no quiero arrepentirme-. Felipe me dijo que no me preocupara, si no quería hacerlo, tomabamos algo y ya está. Fué hacia la cocina y sacó unas cervezas, yo me tiré en el sofá.
Miguel riendose me dijo, -¿vas a dejar que un tio gordo, feo y viejo te joda el plan por reirse?, ya quisiera él estar ahora mismo follando contigo, no te rayes tia.
-ya tio, pero es que no sé, ahora me siento como una guarra (dije yo)
Felipe me miraba como triste y sentó a mi lado tendiendome su mano, su excitación parecía haberse bajado también al verme de aquella manera, la mía estaba por los suelos y notaba a Miguel como mosqueado, sabia que era un cerdo pero no hasta ese punto de verme así y encima enfadarse conmigo. Miguel fué al baño, y Felipe intentó tranquilizandome diciendo que yo era libre de hacer lo que quisiera y que no pasaba nada, la decisión era mía, me dijo que siempre había pensado que Miguel no me convenía pero que si yo le quería, que hiciera lo que quisiera, era su amigo y él no iba a decirle nada que no quisiera oir.
Felipe sacó un juego de mesa y Miguel miraba como ... bueno que se le va a hacer, así que empezamos a jugar todos y la cosa parecía que se calmaba un poco, Miguel ya reía, y propuso jugar al duro, así que... empezamos a jugar al duro, y a beber chupitos de tequila cada vez que no atinabamos o que el otro atinaba, llegó un punto que yo estaba super alegre del pelotazo y me metí en la habitación de Felipe riéndome a carcajadas, porque supuestamente iba al baño, me tendí en la cama porque estaba un poco mareada y les oía reír, así que comencé a reirme más fuerte y me empecé a magrear el pecho ya que me sentía bastante excitada, intentaba lamermelo yo sola y tocaba mis pezones totalmente erectos, oí la presencia de alguien en la puerta, era Miguel, estaba mirandome asombrado...
-Felipe tio, ven para acá que esta muchacha ha empezado sola, jajajaj (Miguel)
Felipe se acercó y me preguntó si necesitaba ayuda para lamerme los pechos, ya que me veía un tanto agobiada porque no llegaba bien, yo reía asintiendo con la cabeza, empezó a comerme el pecho, mientras yo le palpaba y con la otra mano, le pedí a Miguel que se acercara, sonrió y se acercó hasta nosotros, me levantó las piernas y me hizo un cunnilingus, yo chillaba de placer, Miguel era muy bueno haciendomelo, siempre y la sensación que da el hecho de que dos hombres estén lamiendote es realmente extraña y placentera, al menos lo era para mí en ese momento, después de un rato haciendome chillar y suspirar de gusto, me coloqué de modo que pudiera meter la polla de Felipe en mi boca, Miguel aprovechó mi postura para penetrarme desde atrás. Entró totalmente perfecta, Miguel tenía una polla bastante grande, yo ya lo sabía pero ese día no sé porque pero la sensación fué todavía mejor al entrar, sentía una en mi boca y la otra en mi coño, era lo mejor que habia sentido hasta el momento. Por la pasión, casi que me costaba chuparsela a Felipe, así que le pedí que me diera por el culo a la vez que Miguel estaba dentro y me puse de pie procurando que a Miguel no se le saliera de mi coño, Felipe se quedó un tanto asombrado...
-¿Le gusta que den por el culo Miguel?, ¿Te gusta que te den por el culo?me dijo a mi(Felipe)
-No te puedes ni imaginar cuanto, y tiene un culo que entra redonda (Miguel)
-Me encanta (yo)
La verdad es que encima de que Miguel tenía un rabo considerable y Felipe algo normal pero no era pequeña, pues me dolió un poco al entrar y nos costó conseguirlo algo de tiempo, pero cuando sentí esas dos pollas dentro de mí, dandome placer por todos los lados, tenía a Miguel agarrándome a pulso y a Felipe hincándomela a tope por detrás gracias a que Miguel al tenerme así cogida le dejaba todo mi culo a su entera disposición, parecía un sandwich, Felipe no tardó casi nada, al poco de penetrarme empezó a escupir como una fuente dejandomelo todo por el culete y la espalda, se apartó y se tiró en la cama sudoroso y jadeante, Miguel aprovechó y la sacó, me la puso en la boca y ésta vez si que le hice una buena mamada, no tenia otra sensación más que sus dedos en mi culo y podía darle con habilidad utilizando mi boca y palpando sus huevos, me lo comía entero, vino Felipe por detrás de mí trayendo consigo un bote de nata montada, yo reí al verlo y apretó el botón sobre mi ano, llenandomelo de nata, me hizo un beso negro, junto con sus fluidos, los mios y la nata, casi logro perder la razón y el sentido, me estaba corriendo como nadie, agonizando pero de placer, y sentí como Miguel comenzó a tener contracciones fuertes y me dijo -Toma-. Su semen caía por toda mi boca y mi cuello, se la dejé totalmente limpia y él apretaba mi cabeza con fuerza. Felipe ya repuesto, cuando menos lo esperaba, me la metió por el coño, mientras agarró mis pechos con fuerza y me estampó contra su cuerpo, Miguel me comía la boca, y los dos babeando sus propios fluidos totalmente excitados. Volví a correrme una y otra vez con las embestidas de Felipe,la sacó y me la puso en la boca, Miguel se apartó corriendo y Felipe se corrió totalmente por segunda vez, esta vez tiró mucho más que la anterior.
Me quedé extasiada mirandoles tumbados en la cama, estabamos los tres ya tumbados alucinando en el momento que acabamos de pasar, los dos estaban magreandome, después de un buen rato y cuando conseguí que Miguel volviera a ponerse erecto, aunque me sentía realmente agotada, me coloqué encima de él para poder cabalgarle, moví mis caderas y no tardó nada en volver a eyacular, yo tomaba la píldora porque con Miguel siempre lo hacía a pelo y me llenó enterita, Felipe estaba agotadísimo, estaba como muerto tirado en la cama. Miguel se me pegó con fuerza a mi cuerpo después de correrse y al momento nos levantamos. Felipe, estaba dormido roncando y nosotros intentando no hacer ruido, nos levantamos y nos metimos en la ducha. Nos duchamos juntos tocandonos, pero Miguel me afirmaba que ya no podía más y yo aunque estaba cansada, todavía estaba caliente, pero preferí estar tocandonos, antes de seguir haciendo nada , porque él ya no podía y a mí realmente me dolían todos los agujeros.
Nos vestimos y nos fuimos de casa de Felipe, ibamos hablando por el pasillo y la verdad es que los tres lo habiamos pasado realmente bien, llegamos al coche y subimos.
-Menuda nochecita eh cariño (Miguel)
-Me duele el culo un montón tio, me habeis dejado para el desgüace (yo)
-jajaja, ya se te pasará tranquila (Miguel)
Dios, como me dolía el culo, eran ya casi las cuatro de la tarde cuando llegué a casa, desde las seis de la mañana que habiamos salido del pub, llegamos a la puerta de mi casa y Miguel se despidió de mi con un beso como todos los días, le dije que lo había pasado muy bien, pero que no creo que volviera a repetirlo, porque había sido una locura por mi parte meterme en semejante embrollo. Miguel me dijo que sería nuestro secreto y así fué, no lo supo nadie jamás excepto nosotros tres y ahora los que me habeis leido, pero como no me conoceis pues como que me da igual, jajajaja. Pasé un día malisimo, con un dolor impresionante y fuí al ginecólogo en cuanto me fué posible para que me diera una crema para la irritación. Luego cuando nos veiamos en el pub, los tres teniamos unas miradas de complicidad totalmente únicas. Hace años que no les veo, perdimos el contacto hace mucho, pero nunca lo olvidaré, no he vuelto a hacer un trío pero si vuelvo a hacerlo será con gente de confianza como ellos.
Los nombres no son reales, para que nadie pueda saber jamás quienes somos realmente, espero que os haya gustado, cualquier sugerencia dejar comentario.