Un trio inesperado

Conozco una pareja por la tarde y .............

Un saludo a todos los lectores, soy un asiduo a las lecturas de relatos y hacía tiempo que no escribía y me he vuelto animar a relatar uno propio, basado en hechos reales que me sucedió el año pasado.

Soy un chico de 37 años, de aspecto físico normal, 1.85 , me suelo cuidar haciendo deporte y en el gimnasio.

Un sábado estaba en casa aburrido y me conecte a internet en una página de contactos y contacté con una pareja de mi misma ciudad enviándoles un mensaje, al cabo de poco tiempo me respondieron que no tenían ningún plan para esa noche y que en principio les gustaría quedar conmigo, pero que como condición les tenía que enviar una foto y luego darles mi Messenger porque querían verme por cam, para descartar un posible engaño.

Y así hice, les envié un email con una foto, y me contestaron que querían verme por cam, nos conectamos y pusimos nuestras respectivas cams. Y en mi pantalla apareció una mujer morena, que a primera vista me gustó y al lado un hombre con barba, y empezamos a hablar (escribía ella):

  • Hola que tal, como estáis? (les pregunté yo)

  • Nosotros muy bien.

  • He visto vuestro anuncio en la página de contactos y las fotos que tenéis publicadas, que buscabais parejas, chicos y chicas.

  • Sí, exactamente, somos una pareja liberal y nos gusta quedar para pasarlo bien, normalmente quedamos con parejas pero de vez en cuando también lo hacemos con algún chico y tú nos has parecido interesante.

  • Me alegro de ello.

  • Te importaría si ponemos el micrófono, me gustaría escuchar tu voz (me escribió ella).

  • Ningún problema.

Conecté el micrófono y mis altavoces. Y me iba fijando en ella, morena , media melena, con una camisa con escote, con mi falda y medías negras, tenía las piernas cruzadas y él le veía en lado con su camisa y vaquero, y ella llevaba la voz cantante hablando por el micro.

  • Te gusta lo que ves (me dijo ella).

  • Realmente sí, estás de muy buen ver.

  • Gracias. Nosotros buscamos pasar un buen rato, nos gusta el morbo y hoy la verdad es que me apetece follar con dos tíos. Uno lo tengo aquí a mi lado y el otro puedes ser tú, me pareces un buen candidato, me has parecido interesante, me pareces muy atractivo.

  • Para mi sería un placer.

  • Desde el principio nos has dado muy buen rollo a los dos, y nos gustaría quedar contigo, ¿ cómo te va esta noche?.

  • Bien hoy no tenía ningún plan, y este me parece muy interesante.

  • Si quieres quedamos un lugar para tomar una copa y luego si hay feeling nos vamos a pasarlo bien y si no, cada uno sigue su camino.

  • De acuerdo.

  • ¿Qué te gustaría que me pusiera para ti?

  • A mi me gustan las minifalda, medías con ligueros, tacones y alguna camisa con un escote sugerente, me gusta que me insinúen sin llegar a enseñar.

  • Me lo pones muy fácil, no te preocupes que te gustará, bueno quedamos a las 22.30, te dejamos porque tengo que arreglarte para ti.

Cerramos la conversación del Messenger, eran las 17:00, tenía tiempo para prepararme, aunque estaba un poco nervioso, pero al mismo tiempo la situación me daba mucho morbo.

Me duché, afeité y me vestí, y como era invierno cogí un abrigo y me dirigí al lugar que habíamos quedado, aparqué y al cabo de 2 minutos aparcó un coche en la acera de enfrente y salió un mujer con un abrigo negro largo y un hombre, me vieron y se dirigieron hacia mi:

  • Hola veo que has sido puntual? Me dijo ella.

  • Si acabo de llegar, y no era cuestión de haceros esperar.

Me acerqué a ella, le di dos besos de presentación, a él di la mano y le di un repaso de arriba abajo, era morena, muy guapa, con un abrigo negro largo que no dejaba ver nada más que sus zapatos de tacón de aguja rojos, que hacía que tuviera una buena altura 1.75 con los tacones incluidos (yo mido 1.85), que la hacía más alta que él y entramos en un pub. Era pronto y sólo estaban los camareros y nosotros, buscamos una mesa que tenía un sofá en forma ele, ella se quitó el abrigo y me llevé muy buena impresión, le di mirada arriba abajo, era espectacular, morena, pelo por encima de los hombros, llevaba una camisa negra transparente que dejaba sus hombros al aire y debajo un body rojo y negro que dejaba ver un sugerente escote, una minifalda negra con medias negras y una tira roja detrás de sus piernas y unos zapatos rojos de aguja para completar el conjunto. Él en cambio, venía con unos vaqueros y una camisa, con barba, un poco gordito, como podeís imaginar, a él no le presté mucha atención.

  • ¿Qué te parece, te gusta lo que ves y lo que me he puesto para ti? (dijo ella)

  • Sí, me encanta, la verdad es que me has dejado con la boca abierta.

  • Me alegro, pero todavía no has visto todo.

  • No tengo prisa, lo bueno se hace esperar, ¿nos sentamos? Y pedimos algo.

  • Yo me sentaré en medio de los dos.

Y como buenos caballeros dejamos que se sentara ella primero en el sofá, cruzó la piernas y se le subió un poco la minifalda, dejando a la vista el final de su medías negras con un encaje rojo que hacía juego con el liguero que llevaba.

  • ¿ Qué os apetece tomar? Les pregunté.

  • Nosotros unas cervezas.

Llamé al camarero y le pedí tres cervezas y empezamos a hablar un poco para romper el hielo a que nos dedicábamos cada uno, hasta que ya nos pusimos a hablar de lo que realmente buscamos tanto ellos como yo.

  • Entonces vosotros quedais con parejas para intercambios.

  • Sí, a nosotros nos gusta mucho el sexo, nosotros lo hacemos dos o tres veces al día y nos encanta follar con otras personas y ver al otro haciéndolo con otros, eso nos da mucho morbo.

  • Aaaahh muy bien.

  • Y hoy estábamos en casa y hemos visto tu mensaje, nos has caído bien y aparte de que cuando nos has enviado tu foto me has parecido muy atractivo y en directo mucho más.

  • Gracias, pero tú estás de muy bien y encima veo que me has escuchado, te has vestido para la ocasión ( en ese momento empecé por a pasar mi mano por encima su pierna rozando sus medias disimuladamente, nadie nos veía porque teníamos la mesa enmedio).

  • Ya veo que te gustan.

Su marido pidió disculpas y se fue al servicio, y me quedé en el sofá a solas con ella y empecé acariciarle con mi mano por encima su hombro.

  • Sabes, ¿qué con eso me estás haciendo me estás poniendo cachonda?

  • De verdad, eso es lo que quiero.(le dije, mientras ella pasaba la mano por encima de mi paquete).

  • Veo que vienes bien armado, jajajaja, esta noche tengo ganas de tener dos pollas para mí.

  • La verdad es que me estás poniendo muy cachondo y tengo ganas de darte caña.

  • Ahora cuando venga él del baño nos vamos, porque no aguanto más.

  • Perfecto, pero donde vamos? A vuestra casa o a la mía.

  • Mejor a la tuva, si lo tienes bien, nosotros tenemos hijos y sobretodo vecinos son muy cotillas.

  • No hay problema, vamos a mi casa, nos tomamos unas cervezas y te como enterita.

  • Soy toda para ti.

Entonces en ese momento vino su marido, nos dirigimos hacia los coches y me siguieron hasta mi casa. Una vez allí les hice pasar a la salón, les ofrecí unas cervezas y fui a buscarlas a la cocina mientras ellos se sentaron en el sofá, les dí las cervezas y brindamos por una buena noche. El marido con una cerveza en una mano y con la otra abriéndole las piernas para que yo estando de pie pudiera ver el sus braguitas rojas de encaje y diciéndome:

  • ¿Te gusta lo que ves?,

  • Por supuesto, tienes un bombón de mujer.

  • Ya lo sé y esta noche quiero hacerla disfrutar como nunca, más hoy, con dos pollas solas para ella.

Él la empezó a besarla y la tocar le las tetas por encima la camisa transparente que llevaba, se la quitó , y se quedó con un body negro y rojo de encaje. Volvió a abrirla de piernas y empezó a acariciarla por encima sus braguitas y me dijo:

  • Ya empieza a estar mojadita, eso quiere decir que tiene ganas de ti.

  • Si queréis vamos a mi habitación que estaremos más cómodos.

Se levantó ella primero, vino hacia mi, y nos besamos mientras mis manos recorrían parte de su cuerpo por encima del body, los hombros, los pechos, el culo y ella me me puso la mano encima de mi paquete y me dijo:

  • Esta noche no la vas a olvidar.

Nos dirigimos a la habitación, ella se sentó al borde de la cama y yo su marido estábamos de pie, nos desabrochó los pantalones a los dos y luego con una mano en cada uno, nos acarició por encima los slips, mi polla estaba tan dura que ya no cabía en ellos e inmediatamente nos bajó los slips dejando nuestras dos pollas al aire. Cogiendo cada una con una mano empezó a acariciarlas y se llevó mi polla a su boca, primero le paso la lengua y luego se la metió en la boca, mientras con la otra mano masturbaba a su marido. Tenía práctica, se notaba que no era la primera vez que lo hacía y me miraba a los ojos mientras me la chupaba, y le dije:

  • Que bien la chupas.

  • Esperaté que solo es el principio ( me dijo su marido).

En ese momento se sacó mi polla de la boca y se metió la de su marido, mientras a mi me acariciaba la mía con la mano durante un rato, después se fue metiendo mi polla y la de su marido alternadamente.

  • La verdad es que me encanta la zorra de tu mujer, aparte de estar buenísima la chupa como diosa.

La paré porque sino iba a conseguir que me corriera, la levanté y empecé a besarla y a quitarle la minifalda, dejándola con el body, el tanguita rojo, el liguero, las medias y los zapatos de aguja.

  • Es toda tuya , la quiero ver disfrutar ( me dijo el marido).

Estando de pie le saqué tus tetas  del body y empecé a pasarle mi lengua por ellas notando que tenía los pezones duros, mientras con mis manos le acariciaba el culo. Luego la tumbé en la cama, le abrí de piernas y empecé desde sus tobillos por encima sus medias a pasarle la lengua e iba subiendo poco a poco hasta que llegué a sus tanguita rojo que estaba totalmente empapado. Le aparté el tanga y empecé a jugar con mi lengua por su coñito y ella se empezó a retorcer.

  • Siiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiii, sigue cómemelo, no pares, que lengua que tienes (dijo ella).

Yo seguía con mi cometido de pasarle la lengua por todos los rincones de su coñito en el que cada vez estaba más mojado, mientras su marido se puso de rodillas a la altura de su cabeza y le metió su polla en la boca, hasta que conseguí que se corriera, habiendo un montón de flujos por aquel coño. A continuación le fui quitando el tanga y quedó todo su coño a mi disposición

  • A que esperas, follamé necesito tu polla dentro de mi.

  • Ya la ha escuchado, follalá fuerte, quiero que disfrute y quiero sentirla gritar de placer (dijo el marido).

El marido le quitó la polla de su boca dejándomela a ella extentida en la cama, abierta de piernas. Le subí las piernas sobre mis hombros y fui acercando mi polla a su coño, rozando con la punta su coñito.

  • Métemelaaaa, a que esperas.

  • Me gustan que las zorras como tú me lo pidáis, ahora te meteré mi polla hasta el fondo.

Le metí la punta lentamente, notando lo mojada que estaba y se la metí de golpe, ella pegó un chillido.

  • Aaaaaaaahhhhhhhhhhhhh que polla tienes, me ha llegado hasta fondo, no pares.

  • Toma toda mi polla, que la tu marido no te llega hasta el fondo como ésta.

  • Esto es un pollón y lo demás son historias.

Empecé a bombear y dar cada vez más ritmo, viendo como en aquel coño entraba y salía mi polla, durante un buen rato hasta que empezó a chillar:

  • Aaaaahhhhhhhhhhhh que bueno, me corroooooooooooooooo.

  • Hacía tiempo que no veía a mi mujer disfrutar de esta manera, la verdad que con esa polla que tienes comparada con la mía normal que disfrute como una puta.

Paramos un momento para que ella se recuperara y le dije que se pusiera a 4 patas, yo me puse delante con mi polla cerca de su boca y le dije

  • Chúpamela como tú sabes. Y tú (le dije al marido) follatelá por detrás, quiero ver a esta zorra con las dos pollas en acción.

El marido obedeció se colocó detrás de ella y con la postura a 4 patas le clavó la polla por su coñito y con mi polla en su boca, así cuando su marido le embestía, mi polla le llegaba a la garganta. Así estuvimos un rato hasta que el marido se corrió.

  • Perdona, pero me he corrido, no he podido evitarlo de la excitación de verte con éste .(dijo el marido)

  • Tranquilo, ya me has hecho disfrutar, tú descansa, que se te ponga dura otra vez y mientras a mi me folla éste.

  • Sigue tú, es toda tuya, complacelá.

  • Por supuesto, no pases pena que la haré gozar como nunca.

El marido se sentó en una silla de la habitación y yo me quedé con el pedazo bombón en la cama para mi solo. La giré a ella en la posición de 4 patas en dirección a la silla donde estaba su marido, me puse detrás y empecé a acariciar con mi polla si culito y su coñito por encima.

  • Quiero que vea tu marido la cara que pones mientras de follo.

Cogiéndola por la cintura dirigí mi polla a su coño y se la clavé de golpe, sin contemplaciones y empecé a darle con fuerza.

  • Siiiiiiiiiiii, como me gusta tu polla, follamé no pares, enseñalé a mi marido como se folla a una mujer.

Le dí un par de azotes en su nalgas mientras la penetraba y cada vez chillaba más de placer.

  • Ufffffffffffffff, no pares, no se te ocurra sacarla que me corrooooooooooooooo.

Se volvió a correr, y saqué la polla de su empapado coñito, su marido estaba masturbándose en la silla.

  • ¿ Que tal como lo llevas? (le dije).

  • Muy bien, la verdad que hoy no tenía previsto pasármelo tan bien y mira mi marido con la polla flácida, menos mal que a ti no se te baja.

  • Tranquila, ahora quiero que me cabalgues como una buena amazona y deja al tu marido que se rearme, porque luego quiero que sepas que te vamos a follar los dos a la vez, porque me he quedado con las ganas de follarte ese culo.

  • No me digas esas cosas que me pongo más cachonda todavía.

Me tumbé en la cama, con mi polla erecta, ella se puso encima y se la fue clavando toda, mientras yo con mis manos le acariciaba sus preciosos pechos.

  • Siiiiiiiiiii, como me gusta esta polla grande y gorda, la siento muy dentro mi.

  • Sigue así, eres una excelente amazona, me encanta como cabalgas (le dije).

Estuvo cabalgando hasta que otra vez se corrió, y quedó desvanecida sobre mi.

  • Eres la hostia, me tienes agotada, no se cuantas veces ya me has hecho correrme y tú no te corres.

  • No te preocupes que me correré a su debido tiempo, quiero disfrutar plenamente de ti y después tranquila que tendrás tu ración de leche.

  • ¿Y donde me la darás?

  • En tu boquita y te la tragarás toda delante de tu marido.

  • Ummmmmmm

El marido se estaba ya animando de nuevo y le dije

  • Tiéndete en la cama y que te cabalgue tú mujer que luego vengo yo a follarle el culo, quiero oírla gritar de placer.

  • Este cabrón si que sabe cómo hacerte gozar (dijo el marido).

Él se tendió y ella se puso encima de él y se clavó su polla, ella seguí con su body, liguero, sus medías y su zapatos de tacón, tirándose su cuerpo hacia delante ofreciéndome una vista de su culo espectacular, me acerqué y empecé a acariciarle su culito con un dedo, que primero me lo mojé con los fluidos de su coño y le metí un dedo, mientras seguía con la polla de su marido dentro. Fui dilatando su agujerito con otro dedo ella cada vez gritaba más, hasta que dirigí la punta de mi polla hasta su culo y se la fui metiendo poco a poco hasta que tuvo las dos pollas dentro.

  • Uiiiii madre mí, me vais a matar de placer.

  • Eso no es lo que querías, pues toma pollas.

Empezamos a compenetrarnos los tres y empezamos a darle fuerte, hasta que yo no podía más estaba a punto de correrme.

  • Me voy a correr (le dije) voy a sacar la polla del culo, me voy a poner de pie y de voy a dar toda mi leche en tu boquita y así tu marido desde ahí abajo verá como te tragas toda mi leche.

  • Siiiiiiiiiiiiiiiiiii, hazlo quiero sacarte toda la leche que llevas en tus huevos.

Saqué la polla de su culo, me puse de pie, la cogí con una mano por el pelo y con la otra cogí mi polla y descargué toda mi leche en su boca y algún resto fue por su cara.

  • Aaaaahhhh me corrooooooooooooo, tómala toda.

Descargué mi leche en su boca y obedientemente se la tragó toda y me chupó la polla dejándola bien limpia.

  • Así me gusta que no dejes  nada.

  • Ha sido maravilloso, mira que follamos mucho, pero hoy he disfrutado como una auténtica perra.

  • De eso se trataba de pasarlo bien, pero ahora acaba de follarte a tu marido.

  • Lo siento pero no puedo más, estoy rendida ya me lo follaré cuando lleguemos a casa.

Estuvimos los tres charlando muy amablemente, comentando la noche, bebiéndonos unas cervecitas frías durante un rato, hasta que decidieron irse a su casa, fue una experiencia inolvidable.

Espero que os haga gustado el relato y si alguna pareja le gusta y quiere intercambiar experiencias, será un placer.