Un trio de dos

UN TRIO DE DOS

Mi mujer se quejaba desde hace unos días, de unos ligeros dolores de espalda. A pesar de ello, y de no necesitarlo, Sonia insistía en trabajar.

Imagino que la recordareis, es "mi querida esposa", rubia, pelo rizado, ojos verdes, alta con un cuerpazo de impresión, pechos y culo para tragar saliva, simpática y elegante toda una hembra… yo soy Dani, moreno, alto, cuerpo atlético y atractivo.

Envuelta en una bata de ceda blanca, regresaba de darse su ducha matinal, cabellos húmedos y frescor en su piel, aromas de mujer… y unos bonitos y desafiantes pezones marcados, hacían intuir una nota de excitación. Mientras tomábamos el desayuno en la cocina, le insistí en al menos dejarse que un fisioterapeuta la tratase, después de media hora, el único problema que quedaba por resolver era su falta de tiempo, el cual lo solucione buscando uno que la visitase a domicilio. Yo mismo le hice la gestión "Fisioterapeuta joven se ofrece a mujeres a domicilio, también masajes antiestrés"

La verdad a pesar de no parecer totalmente profesional, pensé que un poco de juventud y finalizar con un masaje relajante, tampoco le sentaría mal, mejor dicho le sentaría muy bien.

Al cabo de media hora llamaron a la puerta, "joder" no era un fisioterapeuta, era un boy, alto, rubio marcado en todo su cuerpo, atractivo, vestido sport muy ajustado y elegante.

Cuando Sonia lo vio… trago saliva (de seguro que se humedeció al imaginar que la masajearía).

Hola, me llamo Toni.

Después de presentarnos (a ella con dos besos), le invitamos a tomar café. Me llamo la atención que su equipo lo componía una bolsa de deportes, por la cual le pregunte.

Los problemas de espalda, casi todos son provocados por el estrés y falta de relajación. Lo mejor en estos casos es la cama de matrimonio, se sentirá mas relajada en su propia cama.

Ahora el que tragué saliva fui yo.

Bueno cuando quieras Sonia comenzamos.

De acuerdo. Dijo Sonia un poco nerviosa

Se dirigieron al dormitorio, yo también estaba nervioso, e imaginaba a mi mujer acostada y a el tocándole por todo el cuerpo. Un cosquilleo me subía por el estomago que en verdad… me excitaba.

No pasaron ni diez minutos, cuando la tentación era superior a mí, me acerque al dormitorio para preguntarles como iban.

• Bien, aunque esta muy tensa, necesita relajarse para ves si tiene algún músculo afectado.

Sonia estaba poca abajo, tapada con una sabana de cintura para abajo, el resto del cuerpo desnudo, se dejaban intuir unos firmes y generosos pechos. El con unas manos largas y cuidadas, recorría toda su espalda como si de un balet se tratase, el ritmo de la música y la suavidad de la crema hacia transmitir a mi mujer la delicadeza de tan esplendido masaje.

Bueno cielo, me marcho, que te mejores, y disfrútalo… el masaje. Adiós Toni.

Dándole un beso, me despedí. Dirigiéndome hacia la puerta, me volví para coger la carpeta, que se encontraba en el vestidor. Dentro de el y no dejando de mirar hacia la cama, instintivamente cerré la puerta y me quede en el interior. Ellos no me vieron

El vestidor era de madera de teca, y entre las tablas inclinadas podía ver perfectamente toda la cama. Aplicaba delicadamente cada movimiento por toda su espalda, limitando con el comienzo de sus pechos y su culo, a ella se le notaba cada vez más relajada, y yo cada vez mas excitado.

Después de una media hora de tan afrodisíaco masaje, el estaba sentado sobre sus muslos, mientras relajaba ahora disimuladamente el lateral de sus pechos, ella enseñando ligeramente el comienzo de su culo se mordía ligeramente el labio inferior, síntoma descarado de cuando esta excitada, yo… tocándome el pene que se encontraba a tope. El se inclino ligeramente y apoyándose en su espalda le dijo al oído:

¿Te gusta?

Siii, me gusta mucho.

El te ha dicho que lo disfrutes

En ese momento, sus manos se dirigen hacia el comienzo de su culo, echando un poco de crema a esa parte aun seca, desplazo ligeramente la sabana dejándolo totalmente al descubierto, pudiendo ver que tenia puesto una tanga blanco (pensé que estaría en pijama) eso hizo sacar mi pene del pantalón y tocarme directamente.

El le extendió suavemente la crema en todo su terso y respingon culo, ella se estremecía y un leve suspiro salio de sus labios. Con habilidad, mientras aplicaba el masaje, se despojo de su ajustada camiseta. Entremezclaba caricias en sus glúteos, espalda y pechos, e incluso cuando acariciaba su cuello frotaba su pecho sobre la espalda de Sonia, ella lo sentía desnudo, y a pesar de permanecer pasiva, se dejaba llevar y no protestaba. Como si de un ladrón se tratase, mientras le masajeaba el culo la despojo de sus bragas, ella levanto ligeramente el culo, demostrando que deseaba sentirlo, el cual provoco en el que se despojase de su pantalón y slip, ella no podía verlo, pero lo disfrutaba estando boca abajo y el sentado sobre ella.

En ese instante y presa de mi excitación, saque el móvil y escribí el siguiente sms:

"¿Como estas cariño? ¿Estas disfrutando? Yo estoy en una reunión, te llamo, pero yo no puedo hablar, háblame tu contándome como estas disfrutando. Besos"

Después de acariciar sus muslos, rozar su entrepierna e incluso apoyarse totalmente sobre ella, comenzó a recorrer con su lengua, milímetro a milímetro, durante un tiempo infinito, todo su cuerpo, comenzando en su cuello, oídos, hombros, brazos, espalda, muslos, pies… para subir y recrearse en su rincón mas preciado, deseado e intimo. La respiración de Sonia era entrecortada, y en su rostro se dibujaba placer. Ligeramente flexiona una pierna, para que el profundizase en su mojada vagina.

En ese instante sonó su móvil, el cual alzando el brazo hacia la mesita, lo alcanzo.

Hola cariño, ¿como estas? Yo estoy disfrutando mucho, es muy relajante y se me ha pasado el dolor de espalda.

Ahora estoy disfrutándolo, y mi cuerpo esta… cariño, estoy muy excitada. Pues el masaje es muy sensual. Se ha ofrecido a darme un masaje completo. Me esta relajando los muslos

Si, era verdad, pues el no paraba de magrear los muslos de Sonia, pero no me decía nada de su lengua, que jugaba en el interior de sus mulos, "relajando" su clítoris

-Ummm, Dani que placer… sus manos son maravillosa, me recorre cada milímetro de mi piel, haciéndome vibrar. Me gustaría que pudieses verme, me volvería loca, viendo tu lo que me hace.

Era todo un profesional, jugaba con su clítoris, mientras introducía dos dedos en la vagina completamente mojada. Ella suspiraba entrecortada, presa de tal suplicio.

Cariño, me muero de gusto, no sabes como me esta masajeando.

Se pellizcaba lo pezones, y estaba completamente fuera de si. En voz muy baja, me atreví a hablar.

¿Estas bien?

Sii, mucho

¿Estas desnuda?

Si, completamente desnuda

Creo que estas muy excitada, para un simple masaje en los muslos, dime, ¿que te hace ahora?

Me esta… bueno me… me esta comiendo... me va hacer correr, ahh, ahhah uff

Viendo el, su estado de situación se posiciono tras ella, coloco su gran pene, largo y grueso, en la entrada de la vagina y comenzó a penetrarla...

Ahhh me corro, ahh que gusto, me esta follando Dani, me esta follando

Soltó el móvil, pero siguió hablando y gimiendo, para que me enterase.

Sii, dame fuerte, ahha follame cabron , que gusto que polla, si estuviese mi marido ahh

El resoplaba como un toro, le apretaba fuertemente la cintura, ella arqueada recibia todas sus envestidas.

Me voy a correr, ahhh me corro

Yo tambien, ufff

Soltó toda una catarata de esperma, el cual le chorreaba a mi mujer por los muslos… quedando rendida y suspirando en la cama. Mientras el fue al baño.

Yo aun con la polla en la mano… no me había corrido. Dude unos instantes, pero al final me decidí y salí.

Tras echar el cierre de la habitación, me situé sobre ella, y comencé a penetrarla.

• Otra vez, noo, tu no eres Toni… ¡Dani¡

Yo seguía follandomela, pues no podía contener el placer, estaba completamente empapada, mezcla de sus propios jugos y el semen de el.

¿Nos estabas viendo?

Si, desde el principio

¿Te ha gustado?

Me ha encantado, lastima que no te hubieses dado la vuelta y le hubieses echo disfrutar a el.

No te preocupes, cuando vuelva lo haré.

Yo no podía mas, comencé a correrme, la saque y seguí en sus pechos y boca.

Rápidamente, abrí el cierre y volví a mi posición de observador.

Al aproximarse el a Sonia, que se frotaba mi semen en los pechos, dijo:

• ¿Te ha gustado? Veo que si, también te gusta mi semen, eh, y echándose junto a ella, comenzó a besarla dulcemente y a tocarle los pechos, jugando a la vez con mi semen.

Ella se giro y sin dejar de besarlo comenzó a descender sus manos, recorriendo toda su tersa y depilada piel. Con sus labios y lengua le hizo arrancar un suspiro por cada centímetro de piel. Cuando llego a su miembro lo agarro con las dos manos acariciándolo lentamente, mientras suavemente lo besaba y comenzaba a introducírselo en la boca. Con cara de vicio y morbo, miraba hacia el vestidor y sonreía

Yo estaba otra vez masturbándome, esto era demasiado.

Le dio una mamada, que creo que nunca se la habían dado en su vida, duro más de quince minutos, pene, huevos e incluso culo brillaban por la humedad de su saliva. El estaba a tope. Sonia se sentó sobre el, clavándosela lentamente, mientras el le regalaba un masaje en los pechos, centrándose en sus durísimos pezones.

Ella gritaba de placer y cogiendo el móvil, ya apagado, me decía:

Dani, ahhh, quiero que vengas, quiero que me folles, Toni me esta matando de gusto, me llaga al estomago y deseo que tu me veas, ahh.

Desde mi posición podía ver toda la longitud de su polla, y como su vagina la recibía abriéndose y comprimiéndola para gozo de los dos, sus manos magreaban alternativamente los pechos y el culo de Sonia.

Yo me masturbaba súper excitado, y sin poder aguantar mas salí, del vestidor, me situé detrás de ella y sin palabras comencé a penetrarle el culo.

El se sorprendió al verme, pero siguió follandosela. Ella estaba fuera de si, se sentía llena y disfrutaba con la embestidas de nuestra pollas, estábamos a punto de corrernos, la primera fue Sonia que parecía que la mataban, luego Toni, el cual lleno nuevamente su interior de leche, y al sentirlo yo correrse, me corrí en su culo. Ella se echo sobre su pecho, aun con nuestros penes en su interior, con entrecortados suspiros de placer

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