Un tranquilo viaje en tren, aparentemente

Esta nueva confesión, me ocurrió el verano del año pasado, me invitaron a pasar el mes de agosto en Alicante, donde unos amigos tienen un piso, y la verdad ante los pocos proyectos de ese verano, me pareció una buena idea.

Un tranquilo viaje en tren, aparentemente

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.

Os debo pedir disculpas por este tiempo sin poder publicar, pues es debido a que estoy de vacaciones, con mi chico, una pareja y una amiga muy especial. Ya os pondré en antecedentes mas adelante, pues lo estoy pasando realmente muy bien.

Soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de Sevilla (España), de 22 años, morena de cabellos, de ojos castaños, y bisexual. Soy conciente que mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir de forma que realce mi cuerpo. De mi dicen, que soy una chica de muy buen cuerpo, tanto físicamente, como por mi forma de vestir bastante provocativa, me da igual si voy por casa (aunque por casa, normalmente voy solamente con short o con braguitas) o por la calle, creo que es la razón por la que siempre acabo metida en algún lió, fregado o apagando algún "incendio".

Me definiría como extrovertida, una sin vergüenza integral, simpática, muy buena gente, bastante loca... Vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato. Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). De mi libertad, e intimidad es algo que me importa bastante. Solamente soy yo, la que elijo con la persona que me haga disfrutar, o a quien haré disfrutar.

He de explicaros, que mis gustos en general, es la morbosidad que me produce ser manoseada en publico, el sentirme acariciada, sobre todo en transporte urbanos o lugares públicos. El sentir como entre la multitud, se atrevan a manosearme, me excita enormemente, e incluso ser observada mientras lo hacen, y aun más, cuando lo hacen contra mi voluntad (es una excitación, que apenas puedo describirlo, es un morbazo que os la recomiendo). El sentir como me humillan, la vejación, las miradas lascivas, como entre la multitud soy observada, y como no hacen nada por remediarlo más que disfrutar ellos mismos (son tan culpables, como yo de dejarme hacer o incluso aun más, de los que manosean).

Solo recordarlo, noto como mis braguitas se humedecen, una calentura me invade, y sin poderlo evitar tengo la necesidad de introducir mis manos entre mis muslos, el solo sentir como mis dedos tocan mi pubis me hace estremecer, como se enredan entre mi poca vellosidad hasta alcanzar mi vagina y juegan con mi vulva, con la necesidad de satisfacer ese picor tan grande hasta el punto de no darme tiempo ni alcanzar la puerta del aseo (joder, hasta los curiosos de mis compañeros, disfrutan del espectáculo, pues a veces se me es algo difícil de callar mis jadeos).

Muchas veces, he estado pensando en mis relaciones, he estado reflexionando sobre ellas, pues he hecho cosas, que han ruborizado a más de uno (se por vosotros, que vuestros pensamientos, referentes sobre mi), pero pienso que del pasado no debo avergonzarme, aunque eso si he gozado plenamente haciéndolas, y seguiré gozando.

Los contactos que he mantenido con algunos hombres maduros, han sido satisfactorios (han cumplido con todas mis exigencias y han cumplido mis expectativas), son minuciosos a la hora de darme placer, e incluso sus caricias son diferentes (no solo por el tacto). El explicar mis relaciones respecto a ellos, me es algo difícil, pues quizás es el morbo que me producen, o quizás, sea mi búsqueda por el amor paterno. Desde mi punto de vista, mis relaciones con ellos, son puramente por el sexo, pues saben hacerme disfrutar, sin buscar su propia satisfacción, e incluso me han enseñado a disfrutar de mi sexualidad, y os lo puedo asegurar (no significa, que los chicos sean menos amantes, sino que olvidan esos pequeños detalles, que entre sus manos tienen a una chica frágil, y no un arado, somos personas con quien compartir el momento y no un coche por usar, coño que sois mas sensibles cuando tenéis el móvil entre vuestras manos).

Como norma general en mis largos desplazamientos suelo coger el tren como tipo de transporte, pues prefiero que sea cómodo y tranquilo, motivo por el cual me gusta pasarlo durmiendo, siempre que pueda y me dejen, o sea que el tiempo se me pase volando.

Esta nueva confesión, me ocurrió el verano del año pasado, me invitaron a pasar el mes de agosto en Alicante, donde unos amigos tienen un piso, y la verdad ante los pocos proyectos de ese verano, me pareció una buena idea. Recuerdo que cuando fui a la estación a comprar el billete, tuve la mala fortuna, que el tren que tuve que coger era un talgo (coño, si nada mas verlo, creí que era del tiempo de mi abuelo, joder que mala suerte).

Era mi primer desplazamiento hasta Alicante, no se si fue mala suerte o quizás que el chico que me vendió el billete me hizo la gracia del día, pero el caso que el tipo de tren era de lo mas antiguo, pero la cosa tenia cojones, pues os digo mas, ya no era el echo del tren sino no, que no había tren directo hacia Alicante, sino que debía de coger uno hacia Almería y desde aquí hacer un trasbordo, me toco coger el tren con el recorrido Sevilla-Granada-Almería (coño, tardaría al menos 5 horas y media hasta Almería, mas lo que tarde hasta llegar a Alicante), aunque desde Almería hago trasbordo hasta Alicante.

Cogí el talgo, sobre las 23.27 horas de la noche, nada mas entrar fui en busca de mi compartimiento, no compre el billete de cama sino era un estanco con sillones, bueno este se encontraba vació por lo que me senté pegada a la ventanilla, cogí una revista y me puse a leerla, pasaron al menos 20 o quizás 25 minutos cuando entro una chica, la mire de arriba a abajo, la cual nada mas mirarme se corto (venia a carcajada limpia), una chica de al menos de 18 años, algo rellenita, con una faldita corta celeste y una suéter de tirantas blanco, se le notaba el sujetador del mismo color, nada mas sentarse al poco apareció un chico de su misma edad, creo que debía de haber estado hablando con alguien pues nada mas entrar en el compartimiento esa charla que se escuchaba se corto, alzo la mirada hacia a mi, saludo con todo respeto, dándome las buenas noches, aunque por su gesto mas creo que me dio un repaso.

El chico de aspecto tan joven como ella, algo fibroso aunque no músculos, de aspecto cani, de cabellos castaño y muy pelado casi rapado, ojos castaños, iba con vestimenta en plan veraniego, con unos pantalones cortos, y una camiseta de un equipo de fútbol, con gestos en plan chulesco, dando aires de sabelotodo. Se sentó junto a su chica, junto a la puerta de la entrada, yo seguí a lo mío leyendo mi revista. Recuerdo que sentía su mirada en mi, aunque mis ojos continuaba en la revista, en esa lectura algo aburrida, de vez en cuando miraba hacia la ventanilla donde la pareja estaba reflejaba, los chicos como cualquier pareja de enamorados, estaban jugando, aunque mas bien se estaban calentando, pues entre besos y risas, el no dejaba de acariciarle las piernas, subiendo a veces sus manos con la intención de introducirse por debajo del suéter, sus labios estaban o en los labios de la chica, o en su cuello.

Un brusco movimiento, nos puso en las circunstancia que estábamos de camino, por lo que seguí a lo mío, y la pareja a lo suyo (que mas me hubiera gustado que hubiera sido yo), al cabo de un rato apareció un revisor pidiéndonos el billete, primero a la pareja por situase mas cerca, y luego a mi, mirando a la pareja con una sonrisa picara se despidió de nosotros cerrando las puertas del compartimiento detrás de el.

Bueno la situación duro al menos media hora mas, calentándose aun mas, pues este le comentaba a su chica algo al oído, cediendo esta en cada acción del chico, por mi parte sentía un cosquilleo entre mis piernas, con la necesidad de meter mis manos y acariciar mi pubis, aunque me mostraba con las piernas cruzada, de vez en cuando por la incomodidad las descruzaba para volverla a cruzar, con la torpeza que mis muslos se rozaban produciéndome un calentamiento mayor, e incluso a veces creo que el chico se fijaba mas en mis piernas que en las de la chica.

Sujeto las piernas de la chica, alzándolas hasta dejarlas sobre las suyas, de esta manera sus manos, acariciaba con mayor comodidad sus muslos algo gorditos, cada vez mas cerca de su ingle, queriéndose perder mas de una vez dentro de la falda de esta, pero se notaba que ella no estaba por la labor, al estar yo presente. Acercando sus boca a su oreja, algo le comentaría pues la chica cambio su actitud, siendo algo mas comunicativa y menos receptiva, aceptando esa mano hurgar entre sus piernas, por la expresión de gozo de la chica delataba como disfrutaba, aunque continuaba con una de sus manos sobre su pubis por encima de la falda, presionando la acción de chico cuando este iba a mas.

Desde yo estaba, se le veía parte de sus nalgas, no pude contener mas de una vez mi mirada hacia ella, y aunque estas situaciones me atraen enormemente, no pude esconder mis sonrojamiento, pues el chico me miraba a mí, estaba fijamente mirándome como provocándome, o quizás me estaba retando. En minutos saco la mano de entre las piernas de la chica, para sujetarla por la cintura y girarla como a una peonza, mostrándomela hacia mí.

Recuerdo el calor que sentía en ese momento, no pude evitar como una de mis manos, deslizarse desde la revista hasta mi vientre y desde aquí continuar hasta mi pubis, presionando fuertemente pero con la intención de no ser descubierta, al notar la presión de mis dedos, note como estaba mojada no por la humedad sino como mis dedos se introducía fácilmente dentro de mi vagina e incluso con mis braguitas, tubo que notar como solté un suspiro, y hasta tuve que cerrar mis ojos y silenciar mi gozo mordiendo mis labios.

El chico continua masturbando a la chica, cada vez con mas descaro, enseñándome como daba placer a su chica, y esta tubo que cerrar sus ojos ya no solo por la vergüenza sino por la satisfacción, en ese momento recuerdo como desdoble mis piernas mostrándole mi entre pierna (coño, no pude remediarlo, me tenia caliente perdida), pude observar como el chico ya no solo se contentaba con las caricias hacia la chica sino con la otra mano a manosear el pecho de esta, como se aprovechaba de ella que estaba inmensa en el placer, como deslizaba la tiranta, bajándole el suéter por debajo de uno de sus pechos, y tirando de la copa del sujetar dejo libre su pecho, el cual se lo llevo a la boca, chupándoselo, mordisqueando ese pezón tan juvenil como sonrosado, como deseaba ser yo la afortunada.

Salimos del trance del placer, por un ruido en el pasillo, la chica dándose cuenta de su estado se levanto, restableció sus ropas, recriminando al chico su actitud mientras le miraba a la cara. Giro su rostro hacia mí, recordando que no estaban solos, avergonzada y ruborizada salió de la cabina comentando que iba al servicio. Nada mas cerrar la puerta corredera, me dio la sensación que el silencio me ahogaba, sentía la necesidad de sentir al chico, esas manos, sus labios e incluso ese bulto que tanto se le notaba y que este no hacia nada por ocultarlo. Solté la revista en el asiento de al lado, me puse de pie, simule que quería coger mi bolsa de viaje sin poderla bajar, me alce todo lo que pude, aprovechando que mi falda estaba encogida por las arrugadas al estar tanto tiempo sentada en la misma posición.

En ese momento escuche un ruido, note detrás de mi la presencia del chico (coño, quien va a ser, si los únicos en el camarote éramos nosotros), me comento que si me podía ayudar al tiempo que pegando su cuerpo al mío, pude comprobar la dureza de su miembro sobre mis nalgas. Como alternábamos los movimientos por querer alcanzar la bolsa, al tiempo que note como una de sus manos me sujetaba por la cintura, mientras la otra acompañaba a mi mano en intentar lograr coger el asa, como un cosquilleo note como sus labios se posaban en mi oído, comenzando a comentarme lo putita que soy, que se ha dado cuenta lo caliente que estaba al masturbar a su chica, mientras se restregaba de arriba hacia abajo ese prominente miembro (dios, como deseaba ese pedazo de carne, joder con el niñato).

Nada mas callarse, descendió la mano que me ayudaba a coger mi bolsa, al tiempo que acariciaba mi cuerpo, como manoseaba mis pechos y descendían hasta llegar a mi entre pierna para retirarla de mi, y girándose se dirigió hacia su butaca (el muy hijo de puta, se fue sonriente, me calentó aun mas). En ese momento apareció su chica, que antes de sentarse cerró la puerta, echo las cortinas y se sentó sobre el chico en la misma posición que estaba, o sea sobre el bulto del chico (respire profundamente, con un pensamiento "menos mal que se ha retirado a tiempo").

Minutos más tarde, el chico comenzó de nuevo, a colocar sus manos sobres las piernas de su chica, a acariciar sus piernas hasta ascender hasta sus muslos, y desde aquí hasta su entrepierna. En vez de retirar mi vista, esta vez estaba mas observadora pero con cautela, observaba como la chica cada vez separaba las piernas, disfrutaba con la visión de sus braguitas húmedas, marcadas por la apertura de su vagina. Mientras les miraba, no pude contenerme, necesitaba tocarme (coño, estaba ardiendo, en mi mente en un principio no lo tenia planeado), por lo que con mi mano derecha la coloque sobre mi muslo, comenzando a acariciarlo, sentía como un calor me recorría mi cuerpo (mi interior pedía guerra), fui subiéndola hasta mi vientre, y desde aquí la volví a bajar hasta mi pubis, presionando con sigilo, aunque tenia la revista delante, ocultando mis intenciones no quería ser descubierta, presione con dos dedos notándome muy necesitada. Tuve que cerrar los ojos al sentir la presión de mis dedos, pero al abrirlos la mirada del chico fijamente en mi rostro, adivino mi acto.

De nuevo me fije en la chica, la cual se encontraba con una pierna sobre los asientos libres, y la otra colgando, en otras palabras se encontraba prácticamente abierta de piernas, con la falda subida hasta casi la cintura, con las braguitas echadas a un lado, por los dedos que se encontraban ya dentro de su vagina, esta estaba callada mordiéndose los labios aunque algún que otro gemido se le escapaba, y sus ojos casi cerrados pero mirando al techo (gilipollas, que envidia me daba, que cara de gusto tenia la muy zorra). Mientras me exponía a su chica, con su otra mano hecho la tiranta del suéter hasta resbalar por su hombro, con los dedos bajaba no solo el suéter sino el sujetador dejando totalmente su pecho blanquecino con un sonrosado pezón al aire.

He de reconocer, que el chico con aires chulesco me calentó bastante, aprovechando que la chica no me veía, abrí mis piernas hacia el (joder, si pretendía algo, tenia que exponerme, era el todo por el todo), con ojos como platos se quedo al observar como delante suya y haciendo el menos ruido posible, comencé a quitarme las braguitas hasta sacarlas por mis pies y guardarlas en mi bolso. Comenzando a pasarme las yemas de mis dedos, por mis hinchados e insatisfechos labios vaginales. El chico excitado, dejo el pecho de la chica, dirigiendo su mano hacia su entrepierna, como pudo abrió la bragueta, y casi milagrosamente saco ese pedazo de carne, dejo de acariciar a la chica para bajarle las braguitas hasta los tobillos, luego a modo "mira y aprende", comenzó a golpear la sonrosada vagina de la chica con esa barra de carne.

Os lo puedo jurar, nunca hasta ese momento me había sentido tan golfa, pensamientos de los mas obscenos se me pasaban por la cabeza, que celosa me sentía de la chica (que suerte, tenia la muy puta, joder). Pues el chico, no se conformaba con golpear con esa barra de carne, sino que alzándola con sus brazos hacia arriba, comenzó a frotarla sobre sus labios vaginales, a golpear esa entrada húmeda, encharcada y previamente dilatada, hasta que sin oponerse mucho fue entrando poco a poco, hasta ver como desaparecía hasta la mitad. Yo en cambio, seguía con mis dedos en mi interior, notaba como mis nudillos rozaban adrede la entrada de mi vagina (coño que gusto, logre sacarme algún que otro gemido), los metía y los sacaba con violencia, a la vez que ya con la revista sobre el asiento contiguo, con mi otra mano me acariciaba mis pechos, amasándolos con suavidad.

Me dio la sensación, que la chica se había dado cuenta de mi situación, pero ante el placer que estaba sintiendo se dejo hacer, hasta el punto que moviéndose sobre el chico, comenzó a colocarse hasta quedar a horcadas sobre el, a la vez que el chico dejaba caer la otra tiranta y esta le ayudo a dejar sus pechos libres (me dio la sensación, que la había echo a posta, a modo de demostrar a su chico a quien hacer gozar). Pensaba, que había llegado muy lejos como para quedarme a medias, por lo que mientras que con los dedos de una mano, separaba mis labios con la otra previamente chupándome los dedos me los fui introduciendo muy despacio, alternando caricias, me los sacaba comenzando a frotar mi vulva con mi dedo corazón.

Estábamos fuera de si, creo que ninguno de nosotros había pensado que esto pasaría (coño, siempre deseas que pase, pero joder no creía que pasara). Disfrutaba con la visión, mientras me masturbaba, notaba como un añorado orgasmo se encaminaba a su fin. El chico estaría alucinando, quien le iba a decir que se fallaría a su chica en pleno viaje con otra chica como mirón (joder, solo recordar como siempre hablo, de aquellos que solo miran, se masturban y disfrutan, mientras soy manoseada, humillada y mancillada, y al final soy yo precisamente quien lo estoy haciendo, la verdad es que me produce tanto morbo como vergüenza, coño si es que no se puede hablar).

Observadora seguía atenta a la pareja, sin perder detalle, me quede helada cuando la chica, en un momento giro su cabeza hacia atrás, fijándose en mi comportamiento de satisfacción y lejos de detenerse como yo pensaba, con cara de golfa y aires de diosa, comenzó a acelerar sus movimientos pélvicos sobre el chico (puta), mientras no dejaba de mirarme a los ojos con cara de vicio, al tiempo que coloco su mano sobre la cabeza de su chico, estrujándola contra sus pechos.

Si me lo hubieran dicho que me ocurriría, jamás me lo hubiera creído. Es una situación nueva para mi, por mi cabeza pensaba solo en llegar a Almería, buscar a mis amigos y formar una cama redonda. Pero sigamos, el chico detuvo a la chica, ayudo a esta a levantarse al tiempo que sacaba su miembro de ella, se le veía reluciente y hermoso. Se puso de pie, para echarse en el suelo al tiempo que ayudaba a su chica a colocarse sobre el, introduciéndose de nuevo ese mástil dentro, colocándose de espalda a mi.

Os puedo asegurar, que no se como le eche valor, para hacer lo que hice, pero me puse de pie, camine hacia ellos, me arrodille por detrás de ella, y sin pensármelo dos veces, me agache hasta la entrepierna de el, comenzando a chuparle los testículos. Ante el grito de gusto que dio, se que le gusto mucho, aprovechándome de la situación, como la chica se dejaba hacer sin protestar e incluso se mostraba voluntaria (coño, que harías vosotros). Me arrodille ante ella, posando mis labios sobre su cuello, comenzando a besarle al tiempo que una de mis manos acariciaba sus nalgas con una mano, y con la otra acariciaba tanto sus pechos como bajando hasta su vientre hasta llegar hasta su pubis.

El chico sonriente ante tal panorama, quien le iba a decir que podría acabar con dos chicas, la chica creo que ni se dio cuenta embriagada de pasión cuando giro su rostro, y me dio sus labios que ni siquiera pestañee, le bese con pasión, le acariciaba sus pechos, jadeaba, y sus movimientos cada vez mas acelerado delataba su grado de cachondez, se notaba que faltaba poco para que se viniera. Aproveche, llevándome mis dedos a la boca, para ensalivarme mis dedos y dirigirlos hacia sus nalgas, hacia su orificio anal, os debo admitir que no lo acepto a la primera pero con ayuda de su chico, fue razonando, por lo que uno de mis dedos fue entrando muy despacio, gustándole pues se notaba que eso era nuevo para ella, luego introduje el segundo a la vez que noto ella como explotaba, su orgasmo había llegado por fin.

El chico todavía no se había venido, por lo que ayudando a su chica a levantarse, la hizo girarse para volvérsela a meter, recuerdo bastante bien como ella, le pedía que se viniera ya pues le dolía su vagina, entre carcajadas, el chico acabo al comentar que podría acabar conmigo, pues su chica como si le robasen la cartera, con la mano la cogió y se la introdujo hasta los huevos (que puta, de comunicativa poco). Comenzó de nuevo con el mete saca, ante la cara de la chica supuse que esta no aguantaría mucho, pero el campeón de su chico o se había tomado algo o era como para pedirle el numero del móvil. Me acerque ante ella, comenzando de nuevo a besar esos labios, descendiendo por su cuello, sus pechos entreteniéndome con delicadeza en su pezones, y bajando hasta su vientre hasta arrodillada completamente, comencé a pasarle la lengua por su vagina, frotando con la punta de la lengua la vulva de la chica, que hasta le tubo que poner su chico la mano en la boca a modo de mordaza para hacerla callar.

Con una de mis manos acariciaba los genitales del chico, al tiempo que chupaba y succionaba el pubis de la chica, tragando tanto el néctar que salía de la chica como el del chico, la excitación era tal que el chico no pudo mas, e intentando que la chica se levantara para no correrse dentro, note como su miembro se hinchaba, esas hermosas venas que la rodeaban estaban a punto de escupir un néctar delicioso, mientras había introducido una de mis manos entre mis piernas, acariciándome mi vagina, dándome placer, frotaba mis labios vaginales, pellizcaba mi vulva, en busca de mi segundo orgasmo.

Si la verdad, es que he soñado en mas de una vez, en quererlo repetir, pero son situaciones que pasan una sola vez, y cuando ocurren si no la aprovechamos, nos arrepentiremos el resto de nuestra vida. Tuve la suerte, que me paso a mí, y no suelo dejar pasar, oportunidades como esta. A cuantos de vosotros o vosotras, os a ocurrido un echo similar o parecido, y ante la extrañeza del las circunstancias habéis pasado de la oportunidad, ya sea por miedo a equivocaros, a meter la pata o lo extraño. Nosotras las chicas somos mas cortadas, aunque lo tenemos mas fácil entre "_", no nos arriesgamos, y si alguna lo hace, nos acusa de buscona o cosas peores, pero vosotros lo tenéis mas difícil tengo que reconocerlo, pues dependéis de nosotras (ji, ji, hay que joderse verdad).

Bueno sigamos que nos enfriamos, arrodillada ante la chica, agachada entre sus piernas, observando como entre sus muslos se flexionaban cada vez que entraba y salía el miembro del chico, el cual aunque estaba en una postura incomoda a mi parecer, no dejaba de masajear los pechos de su chica, mientras que con la otra mano se sujetaba al suelo del tren. Comencé de nuevo a frotarle ese pequeño botoncillo que tenemos llamado vulva (muchos chicos ignoran donde la tenemos, y lo peor para que sirve, ya que nos excitamos mas con unas simples caricias en estas zonas, que la misma penetraciones), tan fuerte como rápido hasta arrancarle entre susurros algún gemidos apagado, y hasta algunas palabras obscenas hacia mi persona.

Pero incluso ella misma, dirige una de sus manos hacia donde se encuentra las mías, uniéndose a mis dedos, apretándose y frotándose su pubis, su vulva, al tiempo que ella misma se acaricia su pecho y pellizca sus pezones. Hasta que escucho, como sus gritos tanto del chico como de la chica van al compás de sus orgasmos, cada vez mas continuo hasta acabar con la flacidez del cuerpo de la chica (coño, ha sido una cosa bestial), nada mas intentar incorporarse la chica, casi se cae, pues se mareo, le ayude a levantarse, mientras miraba como diluían por sus piernas el néctar del chico, repuso sus ropas y sentándose en su sitio se quedo dormida.

El chico se vistió, se giro hacia la puerta y quitando el pestillo, salió de la cabina, apareciendo mas tarde con el cabello húmedo, y sin su bulto marcando (se nota, que como todo chico después de venirse a echar una meada, y después dicen de las tías). Antes que el chico apareciera, me acerque a la chica, sentándome junto a ella, mis labios buscaron los suyos y aunque al principió no fui correspondida, entre susurros le fui hablando despertándola apenas podía hablar del sueño, por lo que poco a poco la chica fue cediendo hasta notar la humedad de sus labios sobre los míos, a la vez que mi mano la acaricia su rostro y su cuello, a la vez que desciendo hasta sus pechos, y aun mas hacia una de sus manos, la cual la sujeto dirigiéndola hasta mi entre pierna, su negación no era muy fuerte por lo que se dejaba llevar hasta notar como sus dedos comenzaron a deslizarse por mi vagina y penetrarme con las yemas de sus dedos, al tiempo que beso sus labios, mi lengua se enreda con la suya, le muerdo el cuello como si tratara de marcarla. Al alzar la vista lo vi mirándome, a lo que me fui avergonzada.

Una vez llegamos a Almería, los chicos bajaron y nos despedimos, no se nada de ellos, y nunca me los he vuelto a encontrar por mucho que lo deseo, de hay mi viaje continuo hacia Alicante, donde pase un verano maravilloso, donde descubrí un sitio donde el amor entre mujeres es de lo mas natural, y no se esconde. Me quede en casa de los padres de una amiga, no era donde pretendía quedarme pero salí ganando, pues me trataron como si fuera su hija, sobre todo su madre la cual descubrió el amor de su hija y yo, y me enseño placeres que desconocía. Bueno os dejo, de momento hasta otra.

Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. Que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. Aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com .