Un trabajo a media jornada
Una mujer rica se aburre y decide aceptar un trabajo a media jornada muy especial... y placentero!
Os voy a contar como conseguí un trabajo por las tardes, de lo más especial.
Me llamo Carolina y tengo 32 años. Llevo 6 años casada y no tengo hijos, ya que ni mi marido ni yo hemos tenido nunca interés en ello.
Mi marido es el dueño de una empresa de importación de material informático. Se gana muy bien la vida, con lo que nuestro nivel es considerablemente alto, pero el trabajo le absorbe mucho y, la verdad, yo me aburro un poco.
Pero esto ha cambiado en los ultimos meses, desde que conseguí un trabajo a media jornada, de lo más especial.
Os cuento : mi mejor amiga, Lídia, es también mi profesora personal de aerobic. Es muy guapa, tiene mi misma edad, y fue modelo hasta hace 3 años. Ella tiene solo clientas de clase alta, a las que les dedica unas cuantas horas a la semana. Aquél dia, en el que mi vida cambió, yo estaba especialmente deprimida. Llevaba todo el dia sola, en casa, viendo la tele.
Lídia, querida, -le dije- hoy no tengo ganas de nada! Mi vida es un constante aburrimiento...
Tu, lo que tienes que hacer es buscarte un trabajo!
Un trabajo? Para que quiero yo un trabajo si mi marido gana mas pasta en una semana de la que yo puedo gastar en un año!
Mira, -me dijo, dejandome una targeta violeta encima de la mesa- ven mañana por la tarde a esta dirección y di que vienes de mi parte. Y ven muy guapa!
Me mandó un besito con la mano y se fué.
Intrigada, me acerqué a la targeta y no ponia nada, sólo el nombre de una calle, y un numero.
Al dia siguiente dediqué toda la mañana a ponerme bien guapa, primero porque no tenia nada mejor que hacer, y segundo porque tanto el tono como el misterio que le habia puesto Lidia a todo el asunto, me tenian intrigadisima.
Subí a un taxi, que me llevó a la dirección : era una mansión, apartada de la ciudad, completamente rodeada por árboles, con lo que casi no se veía nada del interior. Aquella puerta, la de la dirección, era la puerta lateral. Solo tenia un timbre, un videoteléfono de estos con circuito cerrado de television, pero ninguna indicacion mas.
Llamé, y en el interfono salio una voz que dijo :
- Debes de ser Carolina, pasa! Lidia me ha dicho que vendrias.
Y abrió la puerta.
Un camino llevaba a la parte posterior de la mansión. Allí, rodeada de arboles, pude ver con disimulada sorpresa, una lujosa piscina con aproximadamente media docena de bellisimas mujeres, desnudas o en topless, tomando el sol. Sin decir nada, seguí hasta la casa, donde una mujer, de unos 40 y pocos años, pero excelentemente conservada, me recibió con una sonrisa y un abrazo:
- Waw, Lidia me comento que eras guapisima, pero se quedó corta- dijo a modo de saludo.
Me sonrojé un poco y sonreí.
Gracias!
QUe cabeza la mia ! Me presento : soy Carlota. Pasa, ven que te enseñaré todo esto! La piscina ya la has visto, verdad,cariño?
Si, es preciosa.
Ven, que te presentaré a las chicas. Chicaaas ! - gritó - os presento a Carolina!
Hola, carolina, -dijeron todas al unísono, alegremente.
Mira, esta es Ruth, esa Eli, Isabel, ... - una a una me las fué presentando a todas. Aquello debia ser un club social o algo así, porque pude reconocer a la mujer de un famoso futbolista,a la hija de un banquero y me sonaba la cara de un par mas de ellas... - y Lidia está arriba, pero no creo que tarde en bajar.
Volvimos para dentro, para continuar viendo la casa y yo comenté:
Lidia me comentó que tal vez tengais un trabajo para mi... No se si os ha comentado que no tengo mucha experiencia laboral, ni demasiados estudios, pero ella me aseguró que hablara contigo y lo solucionariamos...
Me parece que Lidia no te ha explicado de que va esto... Siempre hace lo mismo, ponerle misterio a todo esto... Bueno, ven, sígueme.
Subimos las escalinatas y nos dirigimos al final de un largo pasadizo. Mientras subíamos, Carlota me explico :
- Quiero que veas lo que vas a ver, sin prejuicios, y sin asustarte, ni nada. Solo mira, observa y no pienses. Luego hablaremos.
Abrio la puerta y habia un pasadizo muy oscuro, con ventanas a izquierda y derecha, que daban a toda una serie de dormitorios.
- Los cristales estan polarizados, asi que nosotros podemos verles, pero los que estan dentro solo ven un espejo.
Entonces lo comprendí todo. Aquello era un prostíbulo ! A izquierda y derecha, en cada habitación habia una bellisima jovencita montando a algun caballero, haciendo un streaptease, una felación... en un habitacion incluso habia un par de chicas dedicandose a satisfacer a un hombre de unos 50 años.
En la penultima habitacion, ... ¡no podia creerlo! Lidia estaba cabalgando encima de un tio que parecia disfrutar como un animal en celo!
Aquello me estaba dejando aturdida: por un lado, me abrumaba el comprender qué trabajo me estaban ofreciendo, pero por otro lado, la situacion me habia excitado tremendamente.
Lidia se situó en un punto de luz muy ténue, dejandome a mi en la oscuridad :
- Mirame y no digas nada -me dijo Carlota- la idea es la siguiente. Aqui sólo trabajan mujeres ricas, casadas, solteras, es igual. Aqui sois prostitutas de lujo. Los clientes son seleccionados minuciosamente, nunca demasiado famosos, nunca demasiado ricos, nunca muy viejos. Ellos pagan autenticas fortunas, que muchas no necesitais. Pero aqui descubriréis que trabajar de esto os va a satisfacer como nunca. Aqui ninguna va a tener que aparentar nada ni dar explicaciones de nada.
Nadie os va a pedir nada raro, y este pasadizo os dará seguridad ante qualquier problema. Podeis venir cuando querais, trabajar cuando querais, con quien querais, o podeis venir sólo a tomar el sol o a mirar, ... Y si me has escuchado hasta ahora es que, aunque estaras abrumada, tienes el tanga húmedo. Me equivoco?
Aquél comentario me hizo reír y rompió la tension de la situacion.
Un subidón de adrenalina me recorrió todo el cuerpo. Estaba como en una nube, y me encantaba. Sigilosamente, realicé un par de movimientos, aprovechando la oscuridad y me acerqué al punto de luz. Me habia quitado el tanga y se lo exibí como un trofeo. Con mi tanga, efectivamente manchado de mi propia humedad, en la mano le dije :
- Cuando empiezo?
Ella sonrió picaramente, me cogió el tanga, lo olió y dijo :
Lidia tiene buen ojo. Ven, estás contratada. Empiezas hoy.
Qué? - pensé- Tal vez me estoy precipitando.
NO pienses. Solo pasa a esta habitación y ... sigue tu instinto.
Entré en una habitacion preciosa. Tenia una cama inmensa, con una colcha blanca, de seda, un simfonier blanco y un immenso yacuzzi,lleno de agua con espuma y una botella de champán francés.
Estaba recorriendo la habitacion cuando la puerta se abrió y entró una mujer, de unos 40 años, muy estilizada y de preciosas curvas.
Suspiré y sentí alivio. Era la primera vez que hacia aquello, asi que estar acompañada sin duda me ayudaria. Ella habló primero :
- Estoy muy nerviosa! Es la primera vez que acudo ... no se como decirlo... que acudo a los servicios de una profesional. Supongo que quiero saber si soy o no lesbiana y, en mi posicion, claro, no puedo preguntarle a qualquiera ni ...
Hablaba con rapidez, estaba muy nerviosa y... ¡NO era una "compañera de trabajo" sino una clienta!
NO se exactamente como definir lo que me ocurrió, pero me transformé, y pareció que aquello era lo que toda mi vida habia hecho.
Me acerqué, le acaricié una mejilla y le dije :
- Has venido al sitio adecuado. Soy "tu primera vez"? Bien, tu eres mi primera clienta!
Dicho esto, le di un profundo beso, abrazandola con pasion.
Sabia que en aquel momento, tras el falso espejo, Lidia y Carlota estarian observando "mi primera actuacion", asi que no quise defraudarlas. Además, pensar en que estaba siendo observada me excitó aun mas !
Lentamente, le quité la blusa a aquél cuerpo tembloroso y deseoso a la vez, desabrochando los botones de uno en uno. Fui desnudandola pieza a pieza. Su cuerpo aparecia cada vez mas apetitoso y si el deseo crecia en ella, tambien crecia en mi.
No permití que ella hiciera nada. Ella estaba de pié, le bajé la falda, y besé su entrepierna, separando suavemente sus bragas con la lengua y dejando a la vista su apetitoso conejo. Mientras le lamia la entrepierna, concentrada en realizar un excelente trabajo, me fui quitando la brusa y el sostén, dejandome la falda y las botas puestas.
Termine de desnudarla y subi, recorriendo su cuerpo con besos y lametones, hasta terminar en su boca, donde le propiné un largo y humedo beso.
Le cogí sus manos, primero para que recorrieran mis pechos, y luego para que recorrieran mi culo y mi entrepierna. Vi que disfrutaba tocandome mi entrepierna asi que decidi dejarle un rato. Tenia las manos muy habilidosas, pero no quise perder el control, por tentador que fuera.
Le cojí la mano, deteniendo aquélla masturbacion, y la llevé a la cama.
Me tumbé, y le pedí que me quitara las botas.
Una a una, me quitó las botas y los pantys. Me aseguré que en todo momento quedara a medio a la vista mi bien rasurado chochito, para mantenerla bien calentita y ansiosa. Ella no paraba de mirar golosamente, y me quitaba con ansia los pantys, sabiendo que eran el tramite que tenia que pasar si queria comer de mi entrepierna. Me desabroché la cremallera lateral de la falda, y ella no se hizo de rogar. Me la quitó ansiosa y la tiró, con la mala suerte de que cayó en el yacuzzi.
Perdooona, dioos, que patosa soy!
Jaajaaja! Con lo que me vas a pagar, me voy a comprar unas cuantas como esta! Ven aqui, que me voy a ganar esta minifalda nueva!
Me sentí mas puta que nunca, y eso me excitó como nunca. Ella supongo que vió mi mirada, porque se me acerco, para que la besara. NOs fundimos en un beso, que se transformó en caricias que nos llevaron sin saber muy bien como a un sesenta y nueve en la que ambas nos provocamos un tremendo orgasmo. Tenia yo dos de mis dedos dentro de ella, entrando y saliendo violentamente, mientras mi lengua jugueteaba rapidamente con su clitoris, cuando ella se movió jadeando y indicandome que se iba a correr. Se que algunas mujeres son capaces de eyacular en el orgasmo : os puedo garantizar que así es, porque aquella mujer soltó unos pequeños borbotones de liquido espeso y transparente mientras jadeaba y se contorsionaba en un largo y placentero orgasmo.
Dejé que la tension bajara. La besé y las dos nos metimos en el jacuzzi. Le serví una copa de champan y las dos brindamos :
- Por las primeras veces ! - dije.
Aquella fue la primera vez. He estado muchas otras tardes trabajando, ganando mucho dinero que gasto en joyas, sin que mi marido se dé cuenta de nada.
Me he hecho clientes y clientas, sola y a veces acompañada por otras chicas... pero esto ya es otra historia.