Un tipo decidió reprogramar a mi futura esposa 8

Olivia desconfía de todo lo que le contamos Nadia y yo. Pero para ella la realidad será mucho más duro de lo esperada y las pesquisas de Rodrigo nos llevan a un punto que nunca hubiéramos imaginado.

Aquella noche me entregué Rita con cariño en lugar de hacerlo de una forma animal. Fue algo bastante diferente de lo vivido en la oficina.

Todo había sido bonito, aunque yo deseaba dejar las cosas claras cuánto antes, yo amaba a Marta por y durante el desayuno sin duda sería el momento idóneo para tratar este tema.

  • Rita necesito hablar contigo.

  • ¿Pasa algo?

  • Yo no quiero que tengas falsas esperanzas, sabes que lo pasamos bien juntos, pero yo amo a Marta. Tú eres una gran amiga y compañera y no quiero que nuestra amistad se pierda.

Me fijé en su mirada y pensé que la había liado parda con mis palabras.

  • Sé que amas a Marta, aunque no te lo negaré que cuando te conocí hace unos años vi que eras un chico especial y me hubiera enamorado de ti, pero sé que esto tiene fecha de caducidad y que lograrás volver a estar con ella, pero déjame disfrutar de tu compañía, no te pido más.

Su respuesta no me la esperaba y es que ella sentía algo por mí, pero aquello no llevaba a ningún sitio. Ella sabía sin ningún tipo de duda a quién amaba yo.

  • Gracias por tu comprensión Rita, eres mi mejor amiga.

  • Y lo seré siempre -guiñándome el ojo-.

Acabamos de desayunar y nos fuimos a trabajar. Se avecinaba un día muy largo: dos reuniones, preparar varios informes y como colofón a las dos tocaba ir a comer con Nadia y Olivia y es que después de los mensajes oídos no creía que fuera una comida muy agradable de celebrar.

Antes de irme Rita me detuvo unos segundos

  • Sergio no te pongas nervioso y piensa que estás haciendo todo lo que puedes. Ella te ve como el malo de la historia y ante todo no pierdas la calma.

  • Gracias, cuando vuelva te lo diré.

  • A ver si son buenas noticias.

Tenía varios frentes abiertos y Rodrigo aún tenía por descubrir la identidad del tipo que estaba detrás de todo, si lo lográbamos entonces sí que empezaría nuestra cuenta atrás para recuperarla.

Quedamos en un restaurante que estaba a unos veinte minutos de mi oficina. Al entrar me percaté de la presencia de las dos en una mesa y allí estaba Olivia: treinta años y no precisamente la más agraciada de todas; pelo moreno cortito, bastante delgada y con pocas curvas, eso sí unos ojos de color café preciosos y la más inteligente de todas ya que trabajaba en ingeniería aeroespacial.

  • Buenos tardes Nadia, Olivia.

  • Buenas tardes -Nadia con una media sonrisa-.

  • Buenas tardes...por decir algo.

Las palabras utilizadas por Olivia me hacían intuir de qué aquel encuentro no sería precisamente muy amigable.

  • Me alegro qué hayas accedido a venir Olivia.

  • No tenía muchas ganas, pero cómo tengo cierta educación te daré la oportunidad de que te expliques.

  • Yo no tengo nada que decirte, si quieres te lo puedes creer o no. Nadia me creyó, pero veo que tú no estás por la labor y te comprendo. Piensa que ante ti será siempre la hermana perfecta, pero de puertas a fuera es una ninfómana insaciable. Si a ti te gusta que sea así, pues entonces yo me busco la vida y me olvido de ella pero que sepas que no pierdo sólo yo...vosotras también perdéis.

Entonces Nadia decidió salió en mi auxilio y viendo que Olivia a pesar de tener pruebas fehacientes de todo continuaba en sus trece.

  • Mira hermanita, yo la he visto follar ante mis ojos con dos tipos que podían parecer sus padres y gozando como una vulgar puta y además no nos reconoció.

  • Me estáis diciendo que vosotros dos la habéis visto en directo ¿y no hicisteis nada para evitarlo?

Viendo que Nadia me había echado un capote, quizás sería yo el que tiraría del carro con las explicaciones.

  • Yo llevo aguantando mis penas dentro de mí y deseo recuperar a Marta y ya no sólo como mi pareja sino como vuestra hermana y es que tienes que saber que delante de vosotras es una, pero a vuestras espaldas es una auténtica puta...lo siento.

Nuevamente había vuelto a utilizar la palabra "puta" en un contexto poco adecuado, esperaba que en algún preciso instante se levantará de la mesa y se fuera, cuando vi que se disponía a hablar.

  • Todo lo que decís no tiene ni pies ni cabeza y además sé que Marta tarde o temprano me lo contará.

  • No te dirá nada simplemente desconoce esta parcela de su vida.

  • Pero esto no puede ser y es que por muy duro que fuera nos lo diría.

  • Hermanita no lo intentes, a mí no me reconoció y fue muy duro-Nadia ya muy seria-.

La conversación empezaba a tomar forma y en cualquier momento Nadia le diría lo que sucedió en aquel club entre los dos y aquí sí que las cosas acabarían mal. Fue en aquel preciso momento que se activó la aplicación de seguimiento de Marta.

  • Esperad un momento por favor que tengo algo importante entre manos.

Cogí el móvil y entre en la aplicación. Había llegado un mensaje (servidor desconocido) que textualmente decía: Marta el Señor te pide que vayas a esta dirección y que hagas todo lo que te pidan mis amigos...y recuerda te harán gozar como una auténtica perra, confírmame la asistencia.

Estaba esperando que no fuera afirmativa la respuesta...pero lo fue: "Será un placer atender a mi señor y espero que me dejen bien satisfecha en todas las partes de mi cuerpo que desean recibir placer".

  • Escucha hemos venido a hablar de mi hermana y tú con el teléfono-dijo Olivia con cierto tono de enfado-.

  • Pues si quieres una prueba aquí tienes una-enseñándole el móvil-.

Las dos comenzaron a leer y la cara de estupefacción de Olivia era total.

  • ¿Espías a mi hermana?

  • Pues claro que sí ya te dije que la quiero sacar de aquel mundo con o sin tu ayuda. Si continúa en manos de "el señor" acabará sucumbida ante ese mundo de lujuria y no os reconocerá. Creo que ya que no te lo crees a lo mejor tendríamos que ir a verla a esta dirección, ¿que dices?

Me levanté de la silla y llamé a Rodrigo para comentarle lo del mensaje y que me dijera cuál la mejor forma de acceder a dónde iba a ir ella. En menos de cinco minutos me llamó para decirme que era un chalé que se utilizaba para eventos y que era una fiesta exclusiva de árabes que si queríamos entrar en ella nos podía meter en la lista, aunque aún no sabía cómo. Empecé a oír como toqueteaba el teclado de un ordenador, en cuestión de segundos me comentó que ya estaba hecho y que me enviaría las acreditaciones digitales en unos minutos.

  • ¿Dónde has ido? -viniendo Nadia a mi encuentro-.

  • De hablar con Rodrigo.

  • ¿Son buenas noticias?

  • Diría que no, pero si Olivia no se cree que Marta está controlada quizás mañana lo pueda comprobar con sus propios ojos.

  • Tengo miedo de que nos dejemos llevar por la pasión delante de mi hermana. Rita dice que le gustas y tú le has dicho que amas a Marta, pero si no logramos sacar a ella de todo esto quiero que estés a mi lado, no es un premio de consolación y es que necesites que alguien te ame.

  • Gracias por tu comprensión-cogiéndole la mano- pero sabes que Marta es mi amor y tú serías una pareja perfecta pero no puede ser.

  • Gracias y por cierto si mi hermana quiere ver zorrear a Marta pues así lo tendrá.

Regresamos a la mesa los dos.

  • ¿Dónde habéis ido con tanto secretismo?

  • A que veas a Martita en acción.

  • ¿A qué te refieres con eso?

  • Ya que dices que ella no está controlada como te hemos contado será interesante que lo veas tú misma.

A los pocos minutos y después de tomarnos la nota, llegaron las acreditaciones digitales sin foto y diciendo que formábamos parte de una agencia de modelos (Nadia era modelo).

  • Bueno chicas mañana a las siete de la tarde os paso a buscar para ir a una fiesta: tenéis que ir vestidas lo más elegante posibles y será la forma de que tú Olivia veas a Marta en su "salsa".

  • No estamos tomando demasiados riesgos -dijo Nadia algo seria-.

  • Los justos y es que quiero que vea a Marta cara a cara y que no la reconozca.

Ahora esperaba la respuesta de Olivia.

  • De acuerdo, pero espero que te equivoques.

  • No me equivocaré...y ahora comamos que creo que ya hemos hablado de todo lo necesario.

Comimos casi en silencio y es que el ambiente a pesar de todo lo dicho no había cambiado mucho y ahora tenía ganas de que fuera sábado e ir hacía alllí aunque me asaltaban las dudas de que volviera a perder los papeles y es que con Marta cerca siempre perdía los estribos (fuera en directo o en videos).

Regresé al trabajo y Rita tenía ganas de hablar conmigo.

  • ¿Cómo ha ido todo?

  • Ha sido muy extraño.

  • ¿Por qué?

  • Le cuesta creérselo, pero gracias a la aplicación que le pusimos en el móvil descubrimos que Marta irá a una "fiesta".

  • ¿Estás preparado para ver como se la follan otra vez en directo?

  • No lo estoy, pero necesito que Olivia como todas las personas de mi entorno lo comprendan.

  • Nadia y yo lo hemos comprendido y Rodrigo le tiene tantas o más ganas que nosotros de descubrir quién se esconde tras la identidad del señor.

  • Rita hoy tengo la cabeza que me va a explotar con tantas cosas.

  • No pasa nada, esta noche salimos al cine y a cenar y así te aireas...y ya lo sé que no tengo que encariñarme de ti.

  • Gracias.

Aquella tarde Nadia me envió un mensaje que me decía: "Todo saldrá bien yo estaré a tu lado".

Por la noche fuimos a cenar y al cine como una pareja más Rita y yo. Pero ambos sabíamos que aquello no tenía futuro. Aquella noche cada uno durmió en su cama, aunque poco pude dormir pensando en el sábado.

SÁBADO.

Estando ya en el mes de diciembre y haciendo un frío del mil demonios me sentía extraño. No era la primera vez que veía follar a Marta con un grupo de desconocidos, pero si la primera que iba casi adrede a verla y es que aquello empezaba a ser enfermizo y lo peor de todo es que no ganaba nada con ello. Una sola cosa podía ganar y es que Olivia dejará de ver a Marta como una "dulce hermanita" y la viera como una puta sedienta de sexo.

Aquella mañana me dediqué a seguir con la app del móvil dónde iba Marta: vi que iba a un centro de estética al otro lado de la ciudad, para más tarde ir a una peluquería y llegando nuevamente a su casa dónde seguramente aprovecharía para ponerse a tono con una buena sesión de juguetitos.

El evento era a las siete de la tarde y teníamos media hora hasta el chalé. En la app saltó el aviso de una llamada que había hecho para pedir un taxi que seguramente la llevaría a ese lugar.

Cuando estaba a punto de salir por la puerta, Rita vino a despedirse de mí.

  • Tú tranquilo y haz lo que tengas que hacer y se fuerte, piensa que pocos hombres soportarían lo que tú estás aguantando por su amor.

  • Gracias Rita- dándole un pico en los labios-.

Les envié un mensaje a Nadia y Olivia para que se fueran preparando y que en veinte minutos estaría ante su portal. Había bastante gente por la calle y es que la navidad se acercaba, aunque para mí en aquellos momentos, esas fechas carecían de importancia alguna.

Al llegar frente al portal de su casa me fijé en Nadia estaba espectacular: llevaba su cabello con un recogido con tirabuzones. Olivia también a su manera iba arreglada, aunque eso sí ni una pizca de espectacularidad comparada con su hermana.

Se subieron las dos y Nadia se sentó a mi lado dándome dos besos en las mejillas.

  • Buenas tardes Sergio-dijo Nadia-.

  • Buenas tardes Nadia.

  • Hola Sergio-el tono de Olivia era más serio-.

Viendo el tono de Olivia decidí que era un buen momento para que viera que Marta les engañaba en cosas que hacía y que sus dos personalidades cabían en ella.

  • Olivia ¿sabes que ha hecho Marta hoy?

  • Yo la he llamado para ver que hacía y me ha dicho que se quedaría en casa descansando.

  • Pues creo que te ha mentido.

  • En que me ha mentido.

  • Ha ido a un centro de belleza y después a la peluquería, me parece que lo que te ha contado a ti y lo que ha hecho no coinciden en absoluto.

Le quería demostrar a Olivia que Marta le estaba mintiendo.

  • Veo que ella me está mintiendo Sergio, pero necesito tenerla frente a mí y es que Nadia me dice que ella no me reconocerá.

  • Él no te ha engañado. ¿Tú crees que habría un hombre como él dispuesto a hacer lo que hace y a que pudiera soportará todas estas humillaciones? Yo la he visto con mis propios ojos y sé de lo que es capaz de hacer Marta con una polla...o varias.

  • Pero que barbaridades dices hermanita.

  • Tienes que estar preparada-Nadia lo dijo de forma seria y tajante-.

Llegamos a la urbanización y tuvimos que pasar un control de seguridad en el que tuvimos que mostrar nuestras acreditaciones para acceder al recinto.

Lo que no me gustó del todo es que había un aparcacoches y aquello quizás era un pequeño hándicap por sí teníamos que salir lo más rápidamente posible.

Nos bajamos del coche y cruzamos la puerta de una casa típicamente moderna de aquellas acristaladas, pero sin alma.

Al bajar me fijé en el abrigo de Nadia que le llegaba a la altura de las rodillas y que dejaba entrever unas medias de color nude, por su parte Olivia llevaba unos bonitos y clásicos zapatos de tacón negro.

Entramos a la casa y dejamos los abrigos que llevábamos. Nadia estaba no guapa... lo siguiente. Yo quería recuperar a Marta, aunque viendo a Nadia se me hacía más complicado seguir con mi misión y es que por ella sí que empezaba a sentir algo y esto me asustaba. Su look era precioso: Un top cruzado blanco de un solo tirante que dejaba parte de su vientre al descubierto y que formaba un vestido que quedaba por encima de su rodilla a juego con unos zapatos de color gris de plataforma.

Olivia como ya os comenté no era la más guapa de todas (aunque si la más inteligente...en estudios). Llevaba el pelo recogido y un mono pantalón negro de tirantes con unos bonitos pendientes que en alguna que otra ocasión también lucía "la antigua Marta".

Aquel lugar estaba lleno de gente: hombres jóvenes que parecían recién salidos de un catálogo de moda, mujeres muy bellas, aunque nosotros habíamos venido a buscar a una en especial.

Decidimos después de hablarlo de ir en su busca los tres juntos. Tras varios minutos de búsqueda la encontramos y al verla yo con el modelito que llevaba supe sin ningún tipo de duda que no iba vestida precisamente para ir a misa de doce un domingo.

Su pelo totalmente alisado y suelto a conjunto con unos pendientes de aros y como siempre hiper maquillada, su manera de vestir  no destacaba por ser precisamente remilgada sino al contrario: Un vestido rojo de color brillante que le marcaba su anatomía perfectamente en la que destacaban aquellos grandes senos que ahora poseía junto a su culo el cuál era follado por cualquier desalmado que la hiciera gritar como una vulgar ramera y siempre con unos zapatos de tacón altísimos.

Ahora era el momento de acercarse cuando Olivia decidió tomar el control.

  • Me estoy sorprendiendo de mi hermanita, pero tengo que ir sola y presentarme a ver si me reconoce.

  • No te reconocerá-le dijo Nadia-.

  • Pues entonces quiero ver que me dice.

Vi como lentamente iba al encuentro de Marta que estaba hablando con un grupo de chicos (árabes).

Nadia y yo no decíamos nada, vimos como Olivia se acercaba hacía dónde estaba ella, no entendíamos lo que decían, pero el lenguaje no verbal no daba buenas vibraciones y a los pocos minutos regresó mostrando cierta cara de resignación.

  • ¿Que ha pasado Olivia? -le dijo Nadia-.

  • No me lo puedo creer lo que ha sucedido.

  • Explícanoslo mujer -dijo Nadia-.

La veía acelerada y eso que Olivia es un témpano de hielo.

  • Le dije: "Hola Marta, como estás".

  • Y que te contestó.

  • Perdón señorita a usted no la conozco de nada.

  • ¿No te acuerdas de mí?

  • A usted no la he visto nunca en la vida, pero a esa parejita de allí si.

  • ¿De que los conoces?

  • A usted no tengo que porqué contárselo, sólo pregúnteles si han repetido algo cómo lo de aquella noche.

Olivia había visto que Marta no la había reconocido, pero a nosotros sí y ahora me imaginaba que ella deseaba saber de qué.

  • Sergio, Nadia ¿de qué os conoce a vosotros?

  • Olivia a nosotros nos conoce de cuándo la seguimos a un club de intercambio -le dije yo-.

  • Por qué dice si habéis repetido.

El sudor frío a pesar del calor que hacía allí empezaba a recorrer cada rincón de mi cuerpo y Nadia tampoco parecía estar muy tranquila y es que Marta parecía tener el don de hacer saltar por los aires cualquier cosa que tocaba, me disponía a hablar cuando Nadia me cogió de la mano y me miró a los ojos, ella iba a hablar y aquello podía ser el fin.

  • Mira hermanita yo te dije que la había visto con mis propios ojos, pero lo que no te conté fue lo que tuve que hacer para verlo.

  • No me digas más mentiras y suéltalo de una puta vez.

  • Quieres la verdad pues aquí la tienes: Me follé a Sergio delante de Marta y ella me obligó a ver como la penetraban en una doble penetración mientras por petición expresa de tu dulce Martita, Sergio me folló por el culo, así que si no te parece bastante explícito lo que te he explicado pues nos podemos ir y Sergio se irá por su lado y nosotras por el nuestro, no te imaginas lo que está haciendo para recuperarla y por cierto no me pienso quedar a ver como se la follan, si quieres vas tú y ya nos explicarás.

Aquella noche se había ido a pique sin ver a Marta en acción y parecía que todo iba de mal en peor. Nadia había decidido tomar el control de la situación arrojando toda la verdad y asumiendo las consecuencias de la confesión.

  • ¿Pero cómo has podido ser capaz de hacer esto Nadia? -Olivia totalmente indignada-.

  • Pues porque yo tampoco me lo creía y piensa que si lo que ves te deja sin palabras, tenemos más para que lo compruebes.

  • ¿Que tienes más?

  • Cada cosa a su tiempo, tu sigue a Marta a ver qué hace y nosotros nos iremos a sentarnos a algún lado y no temas que no me follaré a Sergio.

  • Estás loca hermanita.

  • Más loca te volverás al ver a Marta.

Yo allí pintaba una mierda en aquella discusión entre hermanas que era épica. Cuando Nadia tiró el dardo final.

  • Ya nos llamarás.

La dejamos con la palabra en la boca y decidimos mezclamos entre la gente, las cosas no habían ido del todo bien y deseaba hablar en una zona más tranquila con Nadia ahora.

  • ¿Te has fijado en lo que has dicho y hecho?

  • Si y lo asumo no contaba con que ella nos reconocería, pero si queremos que haya sinceridad y confianza las cosas se tenían que decir tal y como son.

  • Pero con lo poco que me ha tragado siempre Olivia, creo que nunca más me apoyará en nada...ya lo veo que no conseguiremos sacar a Marta de las manos de este desalmado.

  • Lo lograremos y si no me tienes a mí.

  • Pero tú y yo....

  • Yo te puedo hacer feliz, pero sé que amas a Marta y contra esto no puedo luchar. Eres maravilloso y todo lo que haces para recuperarla pocas personas lo harían.

Pasó cerca de una hora desde que nos despedimos de Olivia. Nadia y un servidor ya habíamos vaciado varias copas de alcohol, cuando el móvil de Nadia empezó a sonar y quién la llamaba era la mismísima Olivia, atendió la llamada y el rostro de ella denotaba cierta seriedad, parecía que todo el alcohol se había evaporado de golpe en ella.

  • ¿Qué pasa?, ¿qué te ha dicho tu hermana?

  • Que nos espera fuera y que es muy importante lo que nos tiene que explicar.

Salimos y nos dirigimos dónde la habíamos dejado. Al llegar vimos a una Olivia con cierto rostro de ansiedad y es que seguro que había visto a la "dulce Marta" en acción.

Llegó ante nosotros y sus primeras palabras fueron demoledoras.

  • Lo siento por no haberos creído antes y es que nunca en la vida me lo hubiera imaginado y me gustaría irme de aquí cuánto antes.

  • Hay un pequeño problema Nadia y yo vamos un poco alegres.

  • Es igual conduzco yo y necesito irme de aquí cuánto antes.

Recogimos nuestros abrigos y nos fuimos a que nos entregaran el coche. Al cabo de un par de kilómetros, Olivia se apartó de la carretera y paró el coche. Empezó a llorar desconsoladamente y es que nunca me hubiera imaginado que bajo aquella persona a la que parecía no importarle nada, se escondiera un ser con sentimientos.

La vi preparada para hablar y sabía que lo que nos explicaría no sería nada bonito de oír.

  • Primero de todo os quería pedir disculpas por no haberos creído y aunque me repudia lo que hicisteis también es justo decir que con la Marta que he visto ante mis ojos creo que puede arrastrar a cualquier buena persona hacía el abismo.

  • ¿Y qué has visto que te ha sorprendido tanto? -le dije yo sabiendo la respuesta-.

  • Ha sido algo muy grotesco.

Entonces vi a Nadia algo inquieta.

  • Suéltalo de una vez, has visto follar a Marta como una loca con multitud de tíos.

  • Es duro, pero si.

  • Pues cuéntalo hermanita, creo que estamos ya curados de espantos.

Alucinaba de ver como Nadia ya parecía estar acostumbrada y es que aquella situación parecía ser la más normal del mundo ya.

  • Os explico: Después de iros vosotros he estado dando un par de vueltas y la he visto sonreír con varios tipos y para que no viera que la observaba me he mezclado entre la multitud, pasados unos diez minutos he visto que se iba en dirección a unas escaleras y la he seguido sin que nadie se diera cuenta. Iba acompañada de dos tipos que no paraban de sobarle el culo descaradamente y ella le sobaba el paquete a uno de ellos.

  • Ves como no te mentíamos-le dije yo-.

  • Pero una cosa era imaginárselo y otra verlo con tus propios ojos. Entraron en una habitación y ahora yo no sabía que ocurría y aún no sé porque entré en la habitación contigua para ver si había manera alguna de verla.

  • ¿Y la encontraste? - preguntó Nadia como expectante-.

  • Si, encontré una manera y es que había una puerta entreabierta que daba a la habitación, quizás no era la mejor visión, pero era algo. Lo primero que vi fue a Marta sentada en una cama y con las piernas bien abiertas mientras varios tipos totalmente desnudos no paraban de meneársela delante de ella con unas pollas largas y duras que quedaban muy cerca de su rostro. En aquel momento sentí miedo de que alguien me pillará y es que a los pocos segundos me quedé helada con lo que dijo Marta.

  • ¿Que dijo? -pregunté yo-.

  • Les preguntó si no tenían algo para ponerse a tono. Uno de los tipos le trajo una cajita y vi como con un canuto Marta aspiraba una raya de cocaína, yo no sabía que ella tomará drogas.

  • Ya te comenté que hace cosas que no te creerías.

  • Entonces volvió a hablar y sus palabras me dejaron alucinada: "Bueno chicos está noche quiero que me hagáis gozar por todos mis agujeros y que me folléis como si os fuera la vida". Aquellas palabras me hicieron entender todo lo que me habíais dicho. Allí estaba mi hermana masturbando un par de pollas que en cuestión de segundos acabaron dentro de su boca y es que su excitación parecía no tener fin. Entonces uno de los tipos se acercó y vi cómo le decía algo a la oreja que no logré entender. Acto seguido se sacó las dos pollas de su boca, se quitó el vestido y lo primero en que me fijé fue en sus descomunales pechos y sus tatuajes.

  • Dos flechas indicando su coño.

  • Si y lo más que más me sorprendía era la necesidad de sexo que parecía tener, cuando volvió a soltar unas palabras de auténtica fulana: "¿Quién me va a follar mi coño con su lengua?". Uno de aquellos tipos se metió entre sus piernas y empezó a comérselo mientras le volvían a meter dos pollas diferentes en su boca que ella no paraba de succionar con unas ansias inauditas. Todo aquello me estaba provocando auténtico asco y no lograba comprender como podía estar mirando semejante escena. Marta no paraba de empujar aquellos trozos de carne dentro de su boca y cuándo las sacaba era para decir auténticas barbaridades: "Chicos no aguanto más quiero que me folléis y necesito que me hagáis sentir como vuestra puta".

Las explicaciones no tenían desperdicio y en parte me recordaba la primera vez que la vi y el asco que me provocó. Olivia decidió continuar con sus explicaciones.

  • Uno de aquellos individuos la puso a cuatro patas y sin mediar palabra la penetró de forma violenta, yo tonta de mi pensé que la estaba follando por su coño, pero las palabras de Marta me volvieron a sorprender" Así me gusta cabrón que me folles el culo, me encantan los hombres que me revientan el culo, dame más fuerte cabrón, húndemela hasta el fondo". Gracias a dios que sus palabras se acabaron pronto y es que otro tipo le puso su polla en su boca y ahora estaba totalmente ida y noté como su cuerpo se convulsionaba continuamente al ritmo que estaba siendo sometida. En cuestión de minutos el tipo que estaba con su polla en la boca se la sacó y empezó a eyacular en su cara, aquello para mí era repugnante, pero lo peor fue ver como ella lamía hasta la última gota. El que la estaba enculando tampoco pudo aguantar mucho más y soltó todo su semen encima de su culo. Aquello para mí era demasiado, pero Marta era insaciable y es que ella controlaba la situación en todo momento: "Quiero que me llenéis todos mis agujeros, es una orden". Vi como ella se levantaba y un tipo de aquellos se estiraba y en cuestión de segundos se abalanzó sobre él introduciéndose su polla en su coño de golpe, no tardaron en nada en acoplarse otro a su boca y otro en su culo. Yo estaba a punto de llorar de rabia. Allí veía a mi dulce hermana entregada a esos hombres y lo peor siendo la voz cantante de todo ello. Cuando creía que lo había visto todo vi algo que me dejó atónita. El tipo que la estaba penetrando por el culo se la sacó y aún no sé cómo se la metió por el coño, aquello era sorprendente: dos pollas dentro de su coño.

Tanto para Nadia como para mí una doble penetración vaginal era algo que aún no habíamos visto y sin ningún tipo de duda la degradación de Marta iba en aumento.

  • Después de ver todo aquello no pude más y decidí irme. Entré en un baño y me puse a llorar viendo en lo que se había convertido mi hermana y lo más doloroso era no haberos creído en ningún momento. Lo siento.

Olivia estaba totalmente derrumbada y me hubiera costado poco ser dura con ella...pero no era mi intención.

  • Tranquila mujer, ha sido duro, pero yo no pierdo la esperanza porqué la amo. Nadia sabe que ella es la mujer de mi vida, aunque cada vez su necesidad de sexo parece no tener fin.

  • Yo no lo podría aguantar y es que no entiendo cómo la podré mirar a la cara.

  • Haz lo mismo que yo-replicó Nadia- trátala como siempre.

  • Pero no podré hacerlo, lo que he visto ha sido superior a todas mis fuerzas.

  • Podrás hermanita sin ningún tipo de duda, ahora que sabes la verdad es momento de que sepas muchas cosas más.

  • Pero arranca el coche y te lo contamos.

Arrancamos el coche en dirección a mi casa y le explicamos toda la información que habíamos recalado sobre ella: todos sus pasos, los vídeos que teníamos, etc...lo único que no sabíamos era quién estaba detrás del emputecimiento de Marta. El recorrido explicándole los pormenores de lo que había sucedido durante aquel tiempo me hizo olvidarme de la duración del trayecto, les indiqué dónde aparcar el coche hasta que me di cuenta de una cosa.

  • Chicas gracias por acompañarme a casa, ¿pero ahora cómo volveréis?

  • Llamaremos un taxi por eso no te preocupes descansa y mañana hablamos-dijo Nadia-.

  • Gracias.

Me abracé fuertemente a Nadia y aquello me empezaba a asustar, deseaba recuperar a Marta, pero el roce de la piel de su hermana me hacía sentir cosas que deseaba apartar de mi mente, con Olivia simplemente me despedí. Vi cómo se alejaban unos metros calle abajo y cogían un taxi.

Ahora tocaba subir a casa y no tenía muchas ganas de hablar con nadie, aunque alguna explicación tendría que darle a la buena de Rita. Entré en casa y ella estaba viendo la televisión tirada en el sofá cuando vio mi cara entendió al momento lo vivido.

  • ¿Qué ha pasado? ¿Se lo ha creído Olivia?

  • Se lo ha creído y se ha quedado de piedra, pero lo peor es que el nivel de depravación sexual de Marta va en aumento.

  • ¿Y eso?

  • Ahora practica doble penetración vaginal

La cara de Rita ahora era de alucine absoluto.

  • ¿Doble vaginal? y los has visto tú.

  • Lo ha visto Olivia y nos lo ha explicado con todo lujo de detalles, pero cada paso que damos para recuperarla se convierte en un descubrimiento cada vez más atroz.

  • Ánimo es sólo lo único que te puedo decir, lo lograremos.

  • Gracias.

Mi mente cada vez estaba más destrozada ante los acontecimientos vividos y ahora lo único que deseaba era dormir (cosa que dudaba que pudiera hacer) y que nada ni nadie mi molestará e incluso decidí apagar mi teléfono.

Cerca de las ocho de la mañana me desperté y al encender el móvil vi varías llamadas perdidas de Rodrigo y un mensaje de voz: "Hola Sergio imagino que estarás durmiendo, pero he logrado un gran avance y hoy sin falta tendríamos que vernos: se quién es la persona que ha hundido la vida de las personas a las que más amamos.

Le llamé, pero me salía el móvil apagado y ahora estaba ansioso por descubrir quién era esa persona. Rita aún estaba dormida y no sabía si contárselo a sus hermanas. Media hora más tarde me llegó un mensaje que decía: "Esta tarde quedamos en tu casa, traigo toda la información".

Al fin sabría quién era el famoso "Señor" pero por mucho que lo supiera sacar del trance a Marta no sería tan fácil como pensaba.