Un tío normal y el chaval joven. III
Mis jóvenes amigos y yo volvemos a nuestras aventuras, pero no sale como yo creía.
Aquel día el tema se quedó así, los dos amigos me follaron en el parque, Andy por primera vez. Pero alguien nos vio saliendo de allí. Esa persona me escribió intrigado por la imagen que vio, a mi saliendo con dos chavales jóvenes de una zona de cruising.
Quien me había visto era un viejo conocido, Ramón, un tipo que conocí hace años a través de otro amigo que tenemos en común. Este hombre de 53 años y casado compartía los mismos gustos que yo, le gustaban bastante las pollas como a mí. Pese a llevar vida hetero con esposa e hijos seguramente esa tarde estaría en busca de alguna polla que comerse en el parque.
La conversación con él se hizo más larga, Ramón me insistía en conocer a mis amigos jóvenes, yo por supuesto intentaba evadirlo de eso, tanto Marcos como Andy llevan esto con mucho secreto y apenas tenían experiencia como para abrirse más campo.
Decidí contarles lo de Ramón, tan solo para ver como reaccionaban, para mi sorpresa cuando se lo conté ambos esbozaron una sonrisa de oreja a oreja. Se estaban iniciando en este mundo y claro está, tenían ganas de más.
A los pocos días Ramón volvió a contactar conmigo, supuse que sería otra vez para insistir en conocer a Marcos y Andy, pero ese no era el motivo. Me comentó que lo habían invitado el fin de semana próximo para ir a una fiesta a casa de un amigo. La fiesta era una especie de orgía, se caracterizaba para ser solo para jóvenes activos y maduros pasivos. Pretendía que se lo dijese a mis chicos, así podríamos disfrutar todos. La idea me gustó, había escuchado hablar de esas fiestas pero nunca me habían invitado a alguna.
Se lo conté a los chicos esa misma tarde, dudaron al principio, hubiesen preferido conocer solo a Ramón pero al final conseguí convencerlos para ir.
Llegó el día, quedamos en mi casa e iríamos en mi coche. Los chicos estaban nerviosos a igual que yo, esto era nuevo para todos, nunca habíamos participado en algo así. Llegamos al lugar que Ramón me había indicado, era un chalet en un barrio rico de la ciudad, La casa se veía grande y con un bonito jardín.
Aparqué en la calle y fuimos a la puerta, tocamos, nos abrieron desde dentro y pasamos. En la puerta estaba Ramón y otro hombre, supuse que el dueño de la casa. Así era, tras las oportunas presentaciones conocimos a Julio, el dueño de la casa y organizador. Era un tipo de unos cuarenta y pocos años, estatura media, llevaba pantalones cortos y camisa abierta al pecho, se le veía en buena forma, fuerte, y sobre todo se veía que era muy velludo. También presenté a los chicos a Ramón. Mi amigo era más bajo, estaba gordito como bien pudieron ver porque tan solo llevaba unos boxers.
Pasamos al salón de la casa, habría como unas diez personas, Julio nos dijo que entablásemos conversación con quien quisiéramos, y si surgía la ocasión las habitaciones de la casa estaban disponibles, siempre con total libertad. Allí había tanto chicos jóvenes como mayores, algunos vestidos normal y otros en boxers o suspensorios. Por la primera visual que pude hacer había chicos que estaban muy bien, sobre los veinte años.
Hola chicos, no seáis tímidos, ¿queréis algo de tomar?. Dijo Ramón acercándose a nosotros.
Si por fa, una cocacola. Dijo Andy.
Si os da sed o hambre durante la tarde en la cocina podéis encontrar de todo. Dijo Julio
.- Gracias, muy amable. Contesté
- Nada, estáis en vuestra casa.
Andy se veía que se iba soltando, estaba en plan chulo como ya lo conocíamos, hablaba mucho con Ramón. Marcos estaba muy callado, estaba bastante tímido, como la primera vez que estuvo en mi casa. Tan solo hablaba conmigo.
- Voy a salir al porche a ver que hay por allí, deberías hacer lo mismo y darte una vuelta por aquí. Le dije.- Si..bueno...a ver que hay.
Lo dejé en el salón mientras yo salía al patio trasero, miró a su alrededor unos segundos y se perdió por el pasillo. En el porche había un chico con el móvil en las manos, me acerqué y comencé a charlar con él. Se llamaba Sergio, bajito, con melenita y gafas, pinta de empollón, vestía algo pijo, polo y pantalones cortos beige, tenía 20 años. Más tarde me enteraría que era el sobrino de Julio.
Tú eres nuevo hoy no?. Me preguntó.
Si, nos invitó Ramón.
Está bien ver caras nuevas, no siempre estos viejos verdes.
Jaja, pues si.
¿Te apetece que vayamos dentro?. Dijo el chico sobándose el paquete.
Si claro, me encantaría.
Seguí al chico por la casa, subimos al piso de arriba, no vi por ningún lado a mis amigos, supuse que se lo estarían pasando bien. Sergio se metió en una habitación, me hizo pasar y cerró la puerta. Se acercó a mi y empezó a besarme, me metía la lengua hasta la campanilla agarrándome la cabeza, joder con el empollón pensé yo no pierde el tiempo. Mis manos fueron a su espalda y culo, se sentía normalito pero en forma. Su entrepierna se empezaba a sentir abultada, seguía comiéndome la boca y yo aproveché para meterle una mano por dentro del pantalón. Le agarré la polla palpándosela, no estaba mal, de su boca salió algún gemido que otro.
Le di la vuelta y lo senté en el filo de la cama, él se dejaba guiar. Me agaché y le desabroché el pantalón bajándoselo hasta los tobillos. Tenía la piel muy blanquita, con algo de vello por todo el cuerpo, sus boxers de marca contenía su polla dura pidiendo salir. Sergio se recostó en la cama apoyado en sus brazos mientras no me quitaba ojo. Le bajé los boxers liberando su rabo, una polla bastante ruda para como era el chico, curvada hacia la derecha, marcando mucho sus venas, tenía una buena mata de vello púbico. La agarré y la descapulle, me la metí en la boca y empecé a mamársela, saboreándola, el chico se deshacía en gemidos, no me quitaba ojo. Veía como su polla entraba y salía de mi boca babeando, alternaba con comerle los huevos mientras él se pajeaba.
- Que bien la comes tío, estoy que exploto.
Seguí tragándome aquel rabo, le daba fuertes lamidas, explotaría en cualquier momento, el chico jadeaba y jadeaba hasta que su cuerpo empezó a convulsionar, de su polla iban saliendo chorros de lefa llenando mi cara y boca.
Me ha encantado tu boquita, menuda mamada. Decía el chaval subiéndose los pantalones.
Si quieres más solo tienes que pedirlo. Le contesté incorporándome y limpiando mi cara.
Después puede que te busque otra vez, a ver que tal ese culazo.
Me morreó y salió de la habitación, yo me limpié un poco y volví abajo. El ambiente estaba algo más cálido, la gente se liaba y metía mano por todos lados. Seguía sin ver a mi amigos. Me puse a buscarlos. Me fui a la cocina, ni rastro, continué por el pasillo y entré a la habitación principal, del baño de esa habitación se escuchaba algo.
- Juan! Ven con nosotros!. Gritó Andy al verme aparecer.
Allí estaban mis amigos, había un gran jacuzzi, dentro estaban Andy rodeado por Ramón y Julio, y al otro lado Marcos con otro hombre. Todos desnudos, Ramón y Julio sobando a Andy, le acariciaban todo su cuerpo, por sus movimientos le estarían haciendo una paja bajo el agua. A Marcos le mordía las tetillas aquel hombre.
Veo que os lo pasáis muy bien. Les dije.
Bueno bueno, esto que es una fiesta privada?. Entró en el baño otro chico.
Nosotros ya nos íbamos. Dijo Julio levantándose y mirando a Andy y Ramón.
Pues venga ahora nos toca a nosotros. Dijo el chaval nuevo empujándome a mí.
Andy salió del agua junto a sus dos compañeros, los tres exhibiendo sus pollas empalmadas. Se secaron mientras yo me desnudaba junto al otro chaval. Marcos y el otro se quedaron dentro del jacuzzi a su bola. Me desnudé completamente a igual que el otro chaval, su cuerpo era bastante musculoso y lleno de tatuajes, sin embargo su polla no era nada del otro mundo.
En la habitación contigua, Andy estaba tumbado boca arriba en la cama y los dos maduros agachados en su entrepierna se rifaban su polla para mamársela mientras el nene les follaba los culos con sus dedos.
Allí estábamos, por un lado Marcos y aquel tipo, algo más gordo que yo, muy rubio, parecía extranjero, no se separaba de mi amigo. Y yo junto al otro chaval. Tanto Marcos como yo nos mirábamos de reojo, no estaríamos muy cómodos uno pendiente del otro.
Me vino a la memoria el día que conocí a ANdy y lo celoso que se puso Marcos al verme con otro chico, ahora tenía la oportunidad de hacer lo mismo ya que no me quitaba ojo.
Me abracé a mi nuevo compañero, me puse a darle morreos por el cuello y a sobarle los pectorales. El chaval se dejaba mientras disfrutaba del baño de burbujas. Mientras tanto Marcos se mantenía inmovil mirando de reojo.
Uuff me estás poniendo muy cachondo! Decía el chico entre gemidos.
No es para menos. Le contesté.
Eres muy vicioso no? mira como la tengo para ti. Dijo cogiendo mi mano y bajando hasta su polla.
Le agarré el nabo duro, mediría unos 17cm, empecé a pajearlo mientras él buscaba mi culo con sus manos. Los dos gemiamos, había conseguido meterme un dedo por el culo, mis gemidos eran algo más exagerados para llamar la atención de Marcos.
- Joder, como sigas así vas a hacer que me corra en el agua y quiero preñarte esa boquita.
Me apartó la mano de su polla y se subió al borde del jacuzzy dejando su polla al alcance de mi boca. Me agarró de la cabeza y me empujó contra sus huevos que lamí con gusto. Yo me puse de tal manera que mi culo quedara a la vista de Marcos.
Quieres rabo? toma rabooo mariconaa!! Me gritaba el chaval hundiendo su polla en mi boca haciendo que no pudiese respirar.
Oye si pasas de mi me largo, estás más pendiente de ellos que de mi. Le dijo el maduro a Marcos algo borde.
Al ver que Marcos ni siquiera lo miraba el hombre se marchó del baño refunfuñando. Nos quedamos solo los tres, yo seguía comiéndole la polla al chaval y Marcos al otro lado miraba sin perder detalle. El chico era muy brusco conmigo, en otra situación ya lo hubiera mandado a tomar viento.
- Si te quieres unir, por mi no hay problema, esta putita es muy golosa. Le dijo el chaval a Marcos.- No te preocupes, prefiero mirar.
Yo seguía afanado en comerle la polla al chico, me recreaba bastante, queria poner bastante celoso y caliente a Marcos.
- Te voy a follar de lo lindo, pedazo de puta. Decía el chico agarrándome del culo.
En esto que se levanta Marcos muy brusco y se va hacía el chico, agarrándolo de los brazos lo sacó del jacuzzi tirándolo al suelo.
- ÉL NO ES TU PUTA! TE LARGAS DE AQUÍ SI NO QUIERES QUE TE PARTA LA BOCA. Grito Marcos, sin que apenas pudiéramos reaccionar al no esperar esa reacción.- Vale vale, tranqui, si es tu querida toda tuya. El chico cogió su ropa rápidamente y salió casi corriendo de allí.
Andy y los demás se quedaron mirando la escena sin dar crédito tampoco, yo me asusté al principio, no conocía esa faceta de Marcos. Supuse que me había pasado dándole celos y el otro chico se había pasado al tratarme así.
Mejor me voy a marchar, no tenía que haber venido. Dijo cogiendo su ropa.
Marcos espera, qué ocurre?.
No lo ves?...me gustas y no quiero compartirte.
Esas palabras me dejaron casi sin aliento. Salí del agua acercándome a él, le agarré la cabeza y juntamos nuestras bocas, nuestras lenguas se entrelazaron. Al otro lado nuestros amigos no nos quitaban ojo desde la cama.
- Todo arreglado! Podemos seguir con lo nuestro. Dijo Andy en tono de humor, agarrando su polla y metiéndosela a Julio por el culo.
Marcos y yo continuamos besándonos, le cogí la ropa y la tiré al suelo, su polla se había puesto durísima. Se la cogí pajeándolo mientras él me apretaba con sus manos mi culo.
- Siéntate en el wc. Me dijo.
Eso hice, él se colocó frente a mi, sonriendo, manoseándose su polla.
- Adoro tu polla. Le dije acercando mi boca a su capullo y dándole un beso.- Es tuya.
Abrí mi boca metiéndomela poco a poco, le acariciaba las piernas y su abdomen, cuanto me gustaba este nene joder. Se la estaba comiendo con mucha pasión, a mi aire, las lamidas se escuchaban por toda la habitación, tal comida le estaba dando que se tubo que sujetar a la pared para contenerse. Las babas caían de mi boca y su rabo, sus gemidos cada vez más intensos.
- Para Juan! que voy a reventar. Dijo Marcos.
Me saqué su polla de la boca envuelta en babas, lo miré, su cara de placer lo decía todo.
- Ven, date la vuelta y apoyate en el lavabo. Dijo.
Me incorporé y me apoyé en el mueble del lavabo, quedando de espaldas a él. Me abrazó y me besó la espalda mientras me manoseaba el culo y notaba su polla palpitando en mis nalgas.
- Fóllame Marcos, revientame con ese pollote que tienes.
Marcos se inclinó en mi culo, me agarró las nalgas y me las abrió dejando a la vista mi ano. Noté algo cálido jugando en mi entrada. Me giré y vi como Marcos había metido su cara entre mis cachas y me lamía mi agujerito.
- Joder, creí que nunca lo harías. Exclamé gimiendo de gusto notando su lengua.
Me lubricó bastante con su lengua, jugaba a meterla y sacarla, notaba sus dedos también abrirse paso en mi culo.
- Necesito que me revientes el culo por favor. Le rogué.
Marcos se incorporó, agarró su polla y la puso en mi culo, me agarró del cuello buscando mi boca y me morreó mientras me ensartaba con su polla. Apenas podía gemir con su lengua en mi boca. Movía sus caderas tan fuerte que me tuve que agarrar bien al mueble para aguantar sus embestidas.
Nunca me cansaré de este culazo que tienes, será mío siempre que lo quiera.
Si sii sii, siempre estará dispuesto para tí.
El nene no perdía fuerzas, cada vez me follaba más y más fuerte, sentía sus piernas fibradas tensionarse, me tenía de puntillas haciendo que mis piernas temblaran.
- No aguanntoooo, me corrooooo. Grito- Ohh siii siii, preñame Marcos!!. Gritaba yo mientras me pajeaba como un loco corriendome sobre el mueble y suelo.
El chico empezó a dar fuertes embestidas a mi culo sin soltar mis caderas, su corrida empezaba a llenar mi culo, notaba como se iba escapando de semen por mis nalgas y piernas.
- Arrrgggg pufff que pasadaa joder. Dijo sacando su polla de mi culo.- Eres todo un semental Marcos. Le dije agachandome en su polla y limpiándole los restos de su corrida.
Nos abrazamos besándonos, en la habitación contigua Andy acababa también su faena, se pajeaba rápidamente de pie y delante de su polla tenía a Julio y Ramón de rodillas y con sus bocas abiertas esperando que el chico los bañara con su leche.
- Relajémonos en el jacuzzi ya que estamos aquí. Le dije.
Nos metimos y seguimos besándonos, riendo y acariciándonos.
- Hola chicos, me puedo unir?. Dijo Sergio, el sobrino de Julio entrando al baño y mirándonos.
Marcos y yo nos miramos y nos echamos a reír a carcajadas ante la mirada del chico sin saber por qué nos reíamos.
Fue el comienzo de una bonita relación.