Un tiempo atrás

Nuevamente les saluda Karina de Costa Rica para contarles otra anécdota sexual que tuve; espero les guste.

Un tiempo atrás

Primeramente quiero agradecerles a todos los que leyeron mi primer relato ( " Desahogo " ). Recibí muy buenos comentarios de la mayoría de los lectores.

Estuve repasando mis anécdotas pasadas y recordé una cuando apenas rondaba los 19 años, es una historia muy especial ya que la persona a la cual involucro fue mi novio por unos meses y como todo en esta vida, no es para siempre.

Pero voy a empezar contándole las anécdotas que llevaron a que pasara algo tan especial como lo que voy a relatar. Recuerdo que organicé una fiesta de la secundaria de fin de vacaciones de medio año, fue específicamente en el mes de julio del ’96, si mi memoria no me falla. Había llegado mucha gente del colegio y tenía mi casa a mi entera disposición ya que mis padres habían salido hacia las playas. Había de todo en esa fiesta: chicas, hombres, cerveza, licor, besos, parejas, seducción, toqueteos y uno que otro encerrado en uno de los baños o en la habitación; pero yo no estaba en ese momento con nadie.

Llegó un compañero de clases, llamado Armando, que venía a la fiesta acompañado de su primo Ricardo, recuerdo que cuando lo vi quedé totalmente anonadada, lo confieso. No era el clásico semental, pero tenía una mirada y una cara de chiquillo que daban ganas de comérselo a besos, las mujeres me pueden entender, porque ya a muchas nos ha pasado. No siempre nos fijamos en los más prototipos masculinos… Tenía una mirada muy seductora, una tierna sonrisa, bueno, realmente me quedé sin aliento.

Pasaron las horas y se rompió el hielo. Empezamos a platicar, me estuvo comentado que estaba en la secundaria pero en otra escuela. La verdad es que tenía ganas de darle un beso, pero creo que en ese momento los dos éramos muy tímidos para ello. Cuando salí a la calle le comenté a una de mis amigas lo que tenía planeado y ella fue cómplice para que sucediera. Llamó a un grupo selecto de chicos y chicas para jugar a la botellita (Por los malos entendidos, jugar "Botellita" es hacer dos círculos: uno de hombres y otra de mujeres y sortear con la botella quien besa a quien del otro grupo).

Realmente me sentía apenada, más cuando él entró al juego. Pensé y me dije después, «no sé qué irá a pensar de mí» , ideas de chiquilla inmadura. Mi amiga se levantó y dijo lo que íbamos a jugar, pero ella elegiría el primer beso conmigo con quien a ella le pareciera. Hubo mucha algarabía, pues desde niña he sido muy bonita y de los 6 hombres que habían ahí todos se peleaban, excepto uno, Ricardo, que siempre estaba con esa sonrisa y a la expectativa de lo que fuera a ocurrir. Como todo estaba planeado, mi amiga eligió a Ricardo, yo estaba que me moría de la pena, no sabía qué decir. Mi amiga me dijo que me fuera para mi cuarto a cumplir el cometido. Dicho y hecho, como decimos acá.

Lo guié hasta el dormitorio y empezamos a hablar de las cosas del destino y muchas cosas más, hasta que llegó el momento en que nuestras bocas se empezaron a besar frenéticamente y nos estábamos calentando, lo confieso. En nuestras mentes no estaba planeado tener sexo, por ello no llegamos hasta ese punto, pero si empezó a haber manoseo, y eso cuando entramos en confianza. Richard cómo todo un caballero me preguntó que si me podía acariciar los senos, yo accedí. Metió su delicada mano debajo de mi blusa y empezó a tocármelos de una manera muy sensual y delicada a la vez.

Conforme pasaban los minutos, más se acrecentaban las ganas de explorar un poco más, así que me levanté la blusa y él inmediatamente se quitó la camisa. Me besaba en la boca de una manera muy sexual, seguía por mi aterciopelado cuello, hasta que llegó a mis tetas y me quitó el brasier. Empezó a lamer mis pezones, los cuales ya estaban erguidos de tanta excitación. Como cualquier hombre me preguntó que si íbamos a llegar a tener relaciones, pero yo le dije que era algo precipitado, que a mí me gustaba estar con él pero que con tiempo pudiera ser.

Desde ese día empezamos a vernos casi a diario y llegó el momento en el cual me propuso que fuéramos novios, yo le dije que si pero que solo podíamos vernos los fines de semana por cuestiones de estudio. Lamentablemente y por cosas del destino una tarde cuando yo iba para mi casa, me topé a un vecino con quien ya había salido y cada vez que lo veía sentía que todavía me gustaba; eso empeoró la situación, sobre todo cuando un sábado salí con él a comer y nos besamos. Sentí que todavía lo quería, pero para no cansarlos con todo esto, el domingo cuando llegó Ricardo, y le fui sincera. Le dije lo que había pasado; realmente se puso mal y me juró que nunca más me iba a buscar ni mucho menos intentar reconquistarme.

Pasaron los años y las cosas cambian. Cuando ya tenía 19 años me había cambiado de casa pero siempre en la misma ciudad, y grande fue mi sorpresa al darme cuenta que uno de mis vecinos era nada menos que Richard, y cuando veo que pasa, me vio pero no me saludó, claro tenía razón. Durante varios días lo estuve observando a través de la ventana y ya sabía a que hora pasaba por mi calle. Deduje que siempre que pasaba era porque iba a estudiar, entonces pensé en salir una media hora antes que pasara pero usando tácticas para que me volviera a ver (¿me entienden, chicas?, no que me hablaría, pero sería el anticipo de lo que iba a suceder.

Era miércoles y a eso de las 4pm ya había regresado del colegio y me dispuse a cambiarme la ropa. Me puse algo bien sexy y llamativo: Una lycra y un top blanco, claro que sin ropa interior; la transparencia del blanco hacía resaltar mis redondas nalgotas y a través del top se delineaban mis firmes tetas bien redondas y firmes. Recuerden que mi objetivo no era que me hablara, sino más bien que le llamara la atención este cuerpazo. Estaba estudiando la escena desde el segundo piso de mi casa cuando lo veo que viene, a escasos 50 metros, bajé las gradas rápidamente y cuando se aproximaba, abrí el portón y fingí que salía; lo vuelvo a ver y se quedó completamente fuera de este mundo, no me quitaba la mirada, ja, ja, ja

Mis pezones se endurecieron por el frío que hacía y eso ayudó para que se cumpliera mi objetivo. Créanme, era una mirada de deseo. El segundo paso era que él me buscará, pero no que yo. Llamé por teléfono a una amiga y le dije que le escribiría una nota a Ricardo, y que por favor se la fuera a dejar a su casa, para ver si mordía el anzuelo. Recuerdo que le puse: "Hola, yo sé que el destino nos separó momentáneamente, pero si estás en la disposición de perdonarme, yo sabré recompensarte todo este tiempo, Karina"

¿Que les puedo decir?, eso fue como a las 5pm y él estaba en la puerta de mi casa a las 5.20pm. Realmente no me esperaba que fuese a suceder tan rápido, pero inmediatamente apliqué el plan B. Lo hice esperar como 5m afuera de la casa. Me cambié de ropa y me puse un jeans celeste que estaba un poco viejo pero que me hacía ver muy nalgona, obviamente que sin pantaletas; y una camiseta blanca pegadita al cuerpo, claro que sin brasier. Recuerdo la expresión de su cara, se ve que todavía lo atraía babeando la banqueta, así inicié mi cachondo plan

Estuve hablando con él de todo lo que había pasado durante todo este tiempo. Le pedí disculpas por lo que había sucedido y le dije que más que todo fue por mi inmadurez, lo cual entendió a la perfección. Yo veía que con disimulo él veía mis senos, ya que se veía bastante a través del escote y mis pezoncitos eran de maravilla. Continuando con el plan, le comenté que me había puesto un jeans viejo, como estábamos en confianza y ya nos habíamos besado en mi cuarto, le dije que necesitaba un favor

Dime Kary, lo que quieras, ¿eh?... -, le dije que necesitaba hacerme un short, y que necesitaba que me ayudara a cortar mi pantalón por la parte donde termina la nalga.

Si supieran la cara que hizo… Me dijo que no, que podría quedar mal y un montón de excusas más. Le puse la tijera en la mano y le dije:

Córtamelo de una vez-, empezó a hacerse el indeciso andando de un lado a otro, pero sin dejarme de verme el culo.

¡Guau, se ve que tienes unas nalgotas, exquisitas!-, me acerqué y noté que ya tenía muy buena erección, lo cual le dio un poco de pena.

Empezamos a besarnos de una manera descomunal, para romper el hielo de tantos años. Yo tomé la iniciativa, me aferré al oído y le dije:

Recuerda lo que decía el papel… Yo sé que el destino nos separó, pero si estás en la disposición de perdonarme, yo sabré recompensarte todo este tiempo… No te arrepentirás de lo que va a suceder, papito-, y sin más, le puse las manos en mis redondas nalgas y empezó a manoseármelas ricamente.

¡Uy, con solo recordarlo hasta que se me eriza la piel!... Me quitó la camiseta y quedé con mis pechos a la disposición de su boca. Todo me decía que ese día sería de él. Lo detuve y se me quedó viendo.

¿Que pasa?-, rezongó.

Cierra los ojos y disfruta el momento-, accedió a hacer lo que yo le dije y le empecé a quitar el jeans que traía puesto.

Karina, por favor, ¿qué haces?... –

Quiero jugar contigo, relájate y sé que no te arrepentirás-

Le quité el pantalón y el bóxer, de modo que quedó su miembro a mi disposición. Lo recosté sobre la pared y le hice sexo oral. ¡Qué delicia!, y mientras relato esto ya estoy súper mojada. Lo masturbaba y mi lengua jugaba con la pulposa cabezota de su verga, mientras Richard se desvanecía de placer. Me tragaba la verga entera. Duré 10m mamándosela, mientras él estaba completamente agradecido, y me decía cada palabrota… Pero la expresión de su rostro, era un poema de lujuria.

Me levantó y me puso contra la pared, puso sus manos en mis ancas, me desabotonó el jeans, lo deslizó suavemente y conforme iba bajando así iban sus manos y su boca recorriendo mi anatomía. Quedé completamente desnuda y me colocó sobre la cama a cuatro patas. Empezó a darme sendas nalgadas y unas mamadotas, que uy… Me dio un riquísimo beso negro, algo muy, pero muy nuevo para mí, pero súper excitante. Empezamos a coger en esa misma posición, me decía lo que lo excitaba esa pose, pues según él estoy muy culona. Me decía que tenía un cuerpo exquisito y eso me excitaba más. Así siguió así hasta que terminó y todo el semen quedó embarrado en mi espalda y nalgas. Fue una experiencia muy halagadora y muy sensual.

Cuando nos duchamos y nos alistamos, nos fuimos a preparar algo de comer a la cocina. Me quedé fría cuando me confesó:

¿Sabes Karina?, eres una chica sensacional, y me gustaría muchísimo andar contigo. En realidad me gustas demasiado, pero tengo novia desde hace cinco meses y no la pienso dejar… -

¿Y hasta ahora me lo dices, idiota?... –

Míralo por este lado… En parte fue un desquite por lo que tú me hiciste en el pasado, pero de todos modos gracias. Fue un buen palo y la pasé genial contigo... –

Lárgate ya, hijo de tu tiznada madre… -

Espero que les haya gustado mi relato y como siempre, agradeceré sus comentarios. ¡Ah, y las mando la foto con el short que yo misma recorté!...

Karina

sadica_cr@yahoo.com