Un sueño de fantasia
Pero ese día en particular, las caricias empezaron a subir de tono, sus besos eran más ardientes que otros días, sus manos empezaron a subir por mis muslos, una y otra vez, y luego empezó a acariciar...
Soy una mujer joven, pero casada hace ya muchos años, tengo una familia bonita y son mi motor de cada día. Tengo un trabajo que me gusta y tengo la posibilidad de conocer mucha gente cada cierto tiempo, pero no soy del tipo que hace amistades profundas y duraderas con cualquiera. Tengo muchos conocidos pero pocos amigos y amigas. Pero no voy a contarles ahora lo que es vida, sino lo que viví hace ya algún tiempo y que me permitió conocer a alguien más en mi vida. Hace unos 5 años, tuve que salir sola del país e ir a un curso de capacitación por cerca de 1 mes y medio. Todo salió muy bien en el curso, conocí mucha gente (éramos casi 400) y durante los primeros 15 días solo era ir a los cursos que duraban casi todo el día, y luego regresarme a mi cuarto de hotel (donde estaban casi todos los participantes hospedados) para descansar. Sucedió que un día, un grupo de ellos me invitaron a salir a bailar, y yo acepté sin saber que al ir iba a cambiar mi vida. El guía nos había citado a las 9 de la noche en el autobús que nos llevaría a la ciudad, ese día en la tarde habíamos salido a una excursión, así que apenas tuve tiempo de regresar al cuarto de hotel, bañarme y salir muy arreglada para encontrarme con los demás e irnos a bailar, todo en buen plan. Salí justo de mi cuarto a las 9, baje las escaleras un poco apresurada, temía que me hubieran dejado y entonces ya sin plan para la noche, tener que regresar al cuarto y solo prepararme para dormir; pero no, vi que todavía estaba el autobús, me tomaron la asistencia y entonces pude subir al autobús, en los primeros asientos estaban algunos compañeros que conocía, y que vitorearon que los hubiera alcanzado, caminé en busca de un asiento libre, y fue entonces que lo vi, jamás olvidaré su mirada, fue como si el tiempo no existiera, ni mis compañeros, ni el ruido exterior, ni los murmullos ni las conversaciones que había entre ellos nada. Parecía que el tiempo se había detenido, y aún hoy que ha pasado tanto tiempo, cierro los ojos y pienso en ese primer encuentro, y siento la misma emoción, una emoción que me corta la respiración y que ahora sé que a él también le paso lo mismo. Como recuerdo sus ojos claros, recuerdo como me miró y que sonreímos al mismo tiempo, y luego volví a oír el ruido de mis amigos y que me decían que ya me sentará así que solo atiné a sentarme atrás de él, sonriendo nerviosamente Pero entonces él se volteo para hacerme plática y fue así como nos conocimos a pesar de que estábamos en el mismo grupo de participantes, no entrabamos a los mismos cursos y por eso no nos habíamos visto bueno, después me confesó que él si me había visto en una ocasión y que incluso había pensado que el chico con el que estaba era mi esposo, por supuesto lo saqué de su error, pero si le dije que yo si era casada, entonces él también me dijo que ya que yo no lo había engañado quería que supiera que él también estaba casado.
A partir de ese entonces ya no volvimos a separarnos más que para los cursos y cada noche el me pedía que me quedará a dormir con él y yo no me decidía, pero un día de esos fui a visitarle a su cuarto para contarle que me había inscrito para la excursión a la gran ciudad , pero él es originario de ese país, así que , y por supuesto que él prefería quedarse en la ciudad del norte, y esperar que yo regresará ya para este día nosotros llevábamos una relación como si nos conociéramos de hace mucho, nos teníamos mucha confianza, nos llevábamos muy bien y por supuesto que cuando estábamos solos nos besábamos y él acariciaba mi cuerpo, mi espalda, sus manos tocaban mis pechos por encima de mi ropa, pero hasta ahí, jamás íbamos más allá; pero ese día en particular, las caricias empezaron a subir de tono, sus besos eran más ardientes que otros días, sus manos empezaron a subir por mis muslos, una y otra vez, y luego empezó a acariciar mi pecho, y yo ya no quería que se detuviera, y dejé que sus manos siguieran explorando, quizás el esperaba que yo lo detuviera como en otras ocasiones, pero esta vez no sé porque no dije nada, en verdad me estaba enamorando de él y lo único en que pensaba era que lo que estaba pasando era un sueño, era como una fantasía convirtiéndose en una realidad, pero no era ni un sueño ni una fantasía, en realidad estaba sucediendo y yo estaba en ese cuarto de hotel, con ese hombre que había conocido hacía apenas 3 semanas, con él que yo me sentía completamente segura y que me conocía tan bien en tan solo 3 semanas el curso terminaría en una semana y yo no iba a permitir tener que regresarme a mi país sin haber estado con él.
Creo que eso pensé en mi interior porque yo también empecé a subir de tono mis caricias hacia él, y fue cuando él empezó a desabrochar mi blusa, que lo que vio creo que le gusto, mis pechos se le presentaban totalmente erectos, aún y que estaban cubiertos con el brassier, él pudo notarlo, mi respiración era cada vez más jadeante, sus besos eran tan intensos y pude sentir sus manos deslizarse en mi espalda, desabrocharme el sostén y entonces fue que vio mis senos desnudos, los contemplaba extasiado y empezó a besarlos, a chuparlos tan deliciosamente que por poco y me provoca un orgasmo, que placer tan infinito fue sentir sus labios en mis pezones, su lengua lamiéndome tan intensamente y luego yo le desabroche su camisa, admiré su torso, y lo bese, pasaba mis manos sobre él y al ver que su pecho de hombre me encendía, me despojo de mi falda y yo le despojé de su pantalón, nos besábamos, no podíamos dejar de hacerlo, y él seguía pasando sus manos por mi cuerpo, y yo en el de él, pronto quedamos desnudos, y admiré su cuerpo, un cuerpo tan armoniosamente formado, un cuerpo de hombre deseoso de que siguiera acariciándole, así besándonos, acariciando nuestros cuerpos, frotándonos pierna con pierna y besos prolongados, recorriendo con nuestra lengua el cuerpo del otro, quedamos en posición del 69, y entonces tuve entre mis manos su miembro tan viril, estaba rojo, encendido, era muy grande, mucho más que el de mi marido, era grueso, con una cabeza casi del triple de la verga que yo ya conocía de memoria, mmhhh .la de él era tan hermosa, se presentaba tan bello a mis ojos, era la primera vez que veía el cuerpo desnudo de otro hombre, y pensaba que ahora estaba conmigo, solo conmigo y entonces nos entregamos uno al otro, sentir sus labios en mi vagina, explorando con su lengua mi interior, era un placer tan infinito que lo único que yo podía darle en ese momento era también el mismo placer, y entonces lo tuve en mi boca, lo lamía, lo chupaba, entraba y salía de mi boca a su antojo, nos dimos el mejor sexo oral de nuestras vidas, y entonces nos volteamos, y ví en sus ojos que lo que deseaba tanto en ese momento era sentir su verga en mis adentros y sonreí, para que supiera que yo también la deseaba, y entonces fue que empecé a sentir la punta de su verga, su rica y hermosa verga, tan gruesa, tan grande y respingada abriéndose paso en mi interior, penetrándome tan rico, y mientras entraba en mis entrañas nos besábamos, nuestras manos se enlazaban y se separaban para acariciarnos el uno al otro, su vaivén, su rica verga en mi interior, nuestra respiración jadeante y nuestros besos, besos y caricias de amantes, esas caricias llenas de pasión, y que al solo roce pueden provocarte el orgasmo más infinitamente delicioso de tu vida, eso fue lo que yo experimente con él, hacer el amor con él, cambio mi vida por completo y desde ese momento supimos que aunque cada quien ya tenía su vida hecha, yo sería por siempre de él y él también sería mío.