Un sueño amarte 6

─Claudia te estás metiendo donde nadie te ha llamado. Te agradezco que te preocupes por Paola, pero ya me preocupo yo de ella, ¿de acuerdo? ─Espero que lo hagas y que lo hagas muy bien, porque te quiero con el alma, pero como la líes te voy a romper tu bonita cara.

Quiero que me oigas sin juzgarme

Quiero que opines sin aconsejarme

Quiero que confíes en mí sin exigirme

Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí

Quiero que me cuides sin anularme

Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí

Quiero que me abraces sin asfixiarme

Quiero que me animes sin empujarme

Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí

Quiero que me protejas sin mentiras

Quiero que te acerques sin invadirme

Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten

Que las aceptes y no pretendas cambiarlas

Quiero que sepas… que hoy puedes contar conmigo…

Sin condiciones

“QUIERO” ─Jorge Bucai─

¡Tiempo de la vendimia! Comenzado el otoño, las vides están en el momento justo de recolección. Toda la comarca se contagia de la actividad vinícola. Aumenta sensiblemente la población, por todas aquellas personas que se acercan a trabajar temporalmente en el proceso. Paola pasa la semana en Roma pues está coordinando la producción de un espectáculo importante para la ciudad. Tiene infinidad de reuniones a las que asistir, algún que otro desplazamiento fuera de la ciudad y necesita muchas horas para organizar y planificar todo el proyecto. Anne, sigue su día a día en Fiesole. Realizando las actividades rutinarias que todos hacemos casi sin darnos cuenta, pero rompiendo esa monotonía con su divertida forma de disfrutar de la vida. Hoy, saliendo del trabajo se para en el pueblo para comprar algunos vegetales, un poco de fruta y algo de pasta fresca. Le gusta perderse por las calles, disfrutar del movimiento relajado del lugar, saludar a la gente conocida y preocuparse cordialmente de cómo les va la vida. Con la compra ya realizada, se dirige hacia su vespa y abandona la población en dirección a su casa. De camino se encuentra con un joven que la saluda y la hace parar.

─¡Buona Sera, Signorina! ¿Dónde te metes últimamente que no hay quien te vea, Anne? ─La abraza y la besa.─

─¡Ciao, Carlo! El que no está visible eres tú, por lo que me han contado…, viajas mucho a Francia. ¡Oh L´Amour! Esa dulce francesita va ha conseguir lo que ninguna italiana ha conseguido hasta ahora. Jajaja.

─Si tú te quedas con las mejores italianas, yo tendré que buscar dónde todavía no te hayan conocido.

─Estoy retirada de la caza, ahora tengo coto privado y estoy encantada. Jajaja.

─Yo también estaría así con una mujercita cómo la que te has llevado. ¿Tienes prisa?

─No, estoy sola. Paola se ha quedado esta semana en Roma. Tiene mucho trabajo estos días.

─¡Perfecto! Vamos al “Cafetto de Ada” y nos tomamos unos vinos.

─Sube, dejo esto en casa y vamos.

Ada, una linda rubia recién entrada en la treintena, que heredó de su viejo un barzucho algo desaliñado y lo ha convertido en un lugar muy agradable dónde tomar algo, disfrutar de una buena música y una conversación agradable. Esta mujer, con 18 años era una interesante cantante, que empezaba a sonar en la radio con bastante fuerza. Pero su sueño se trucó cuando su encoñado padre desapareció siguiendo a una lagartona de largo historial. Ada no tuvo más remedio que hacerse cargo del sustento de sus hermanitos, pues su madre se encerró en su dolor y su vergüenza por ser abandonada de ese modo.  Así que tuvo que ocuparse del bar y olvidar sus pretensiones artísticas. Actualmente uno de sus hermanos pequeños se va abriendo camino como cantante y ya es bastante conocido en Italia, lo que llena de orgullo a su querida hermana. Anne y Carlo entran en el agradable cafetto, hoy está más concurrido que de costumbre. Se sientan y Ada se acerca rápidamente. Los besa, los abraza con cariño y familiaridad y se sienta con ellos.

─Hola chicos, ¡cuánto hace que no estamos los tres juntos! Bueno, en realidad ¿cuánto hace que no te veo a ti, Carlo?  ─Parece algo mosqueada porque su querido amigo no se pase a saludarla con la asiduidad de antes.─

─Ada, voy de aquí para allá continuamente, no tengo tiempo ni para ver a mis más queridas amigas. Hoy he coincidido con Anne por casualidad, sino seguiríamos sin vernos desde hace meses.

─Últimamente os da a todos por enamoraros perdidamente y desaparecer del mapa. ¿No podéis seducir a gente de la comarca? Una que se ha vuelto más romana que el Papa, el otro no puede estar más afrancesado…  Y yo aquí con Luiggi, que está más en el cielo que en tierra. Estoy todo el día rodeada de gente y no puedo estar más sola.

─¡Ay! Ada, si no hubieras dirigido tu mirada al cielo ese día, yo estaría ahora a tu lado. Me he tenido que ir a Francia para encontrar una mujer que me quiera…

─Carlo, ¡eres un cuentista! Cuando estaba libre ni te fijabas en mí. Y cuando alguien por fin me presta atención te haces el interesado. Amigo, no sueltes a la francesita que yo no suelto ni de broma a mi hombre volador.

Anne mira con atención a su amiga un poco sorprendida de lo que está diciendo y sobre todo por el tono algo exasperado y a la vez triste con el que se expresa.

─Anne, mejor que no me mires así. Tú tienes la culpa de que Luiggi aterrizase por aquí, tú nos presentaste. Y tú tienes la culpa de que Carlo diga tantas tonterías juntas, antes era un hombre guapo y callado. Todo un bombón. Lo espabilaste cuando estaba aletargado y ahora lo tenemos que soportar.

─Cuando me apuntas con tu dedo, recuerda que otros tres te señalan a ti. Tienes razón en una única cosa. Yo te presenté a Luiggi, pero Ada querida, tú te encargaste de idiotizarlo con tus rubios cabellos despeinados, tú sonrisa y tus canciones. Sobre Carlo, no tengo responsabilidad ninguna sobre su metamorfosis. La culpable eres tú, preciosa. Si estaba aletargado era porque tú lo dejabas en ese estado y si se ha espabilado ha sido porque tú lo has alejado de tu lado liándote con el piloto de altos vuelos.

─Se me había olvidado lo clara que eres hablando italiano, Anne. ¡Joder!, voy a traer una botella de tu vino preferido para que no dispares con balas de plata. ¡Carlo, ves la que montas con tus tonterías!

─¿Yoooo? ¡Sólo he dicho una frase! El resto ha sido cosecha vuestra…

─Ada, cielo. Sólo han sido disparos de fogueo y tiré apuntando a las nubes, sé que Luiggi no está volando cerca. Los dos estáis felices con vuestras vidas y si no fuese así “arregladlo de la mejor manera para los dos, por favor”, pero no me metáis en medio. Para una vez que estoy libre de culpa, no me compliquéis la existencia. Os quiero demasiado para andar con rodeos.

─Tienes razón, Anne. Perdóname por tomarla contigo, llevo un día un poco odioso. Sabes que te quiero como a una hermana y que agradezco que siempre estés ahí para mí.

Unos vinos, unas brochetas de champiñones a la plancha, la especialidad de la casa, y unos huevos rotos con jamón y pasta, han traído la paz y la unión de tres buenos amigos. Ada tiene que trabajar, pero va y viene a la mesa de sus colegas para seguir la conversación y echarse unas risas sinceras. Unos colegas de Carlo se acercan a saludarlo. Carlo se los presenta a Anne.

─Ciao, Carlo. ¿Cómo estás? Hace mucho que no coincidimos en el laboratorio.

─Ciao, Bonaro. Me alegro de verte. Sí, la verdad es que ahora va otro compañero con las muestras. Estamos ampliando el área comercial a Francia y lo estoy llevando directamente yo.

─Déjame que te presente a mis compañeros. Renato Cappresse e Ilinca Vasílieva.

─Ciao, os presento a Anne Salter.

Se saludan y comienzan a hablar de forma muy animada. Bonaro y Renato trabajan en la cooperativa de bodegas de la comarca. Ilinca es una bella joven ucraniana que viene a aprender los entresijos de la cooperativa vinícola. Un intercambio profesional entre empresas afines. Los cinco se sientan y piden unas copas de vino, están hablando de cómo va la vendimia, la calidad de la uva, las condiciones más que favorables del clima de este año, que ha cuidado con extremado mimo la producción de las vides. Las expectativas que todos los entendidos del sector apuntan a que será una cosecha excelente. Los caldos de este año, tendrán una etiqueta que se reconocerá a nivel mundial. Anne por su parte, está entablando buena sintonía con la “matrioska” ucraniana.

─Ilinca, me declaro totalmente ajena a la cultura del vino, de lo que más sé es de los efectos que produce en mí. Lo poco que conozco es gracias a Carlo. ¿En Rusia hay buenos vinos?

─La verdad es que sí, sobre todo somos conocidos a nivel mundial por nuestros vinos blancos espumosos. ¿Nunca has oído hablar del “champange soviético” el “champange del pueblo”?

─Sintiéndolo mucho te tengo que decir que no. Sin que estos italianos nos oigan, te diré que yo soy más del “Cava catalán” que de “champanges”. Aunque no esté en mi país no voy a dejar de ser una española con raíces y principios. Jajaja.

─Pues de la misma forma confidente, te diré que haces muy bien en proteger lo que es parte de tu cultura. Y si te vale la opinión de una entendida, tu cava es tan bueno como mi champange. ;-)

─¿De dónde eres?

─Soy ucraniana, de Sebastopol, en la península de Crimea, y vivo desde hace varios años en Rusia, en Krasnodar. ¡Vamos, que mi vida está vinculada completamente al Mar Negro y al vino!

─No debe ser un mal lugar para vivir.

─Sí, la verdad es que Ucrania y Rusia son un muy ricas en su diversidad y muy interesantes, pero poco conocidas para el resto de europeos. El sur, y sobre todo las zonas bañadas por el Mar Negro no difieren demasiado de otros países como Bulgaria, Grecia o la misma Italia. Quizá España tampoco sea tan diferente, nunca he estado, pero creo que no tardaré en poder opinar con mayor conocimiento de ello.

Las chicas se lo están pasando muy bien, son las tantas y parece que no piensan dejar de contarse sus vidas, sobre todo la vida de la ucraniana. Anne, siempre con su inquietud de saber cosas nuevas…, ¿sólo será eso… una simple curiosidad por una persona que viene de un lugar poco conocido para ella? Ada ha cerrado su local y sólo quedan ellos en el interior. Está de cháchara con los tres apuestos vinicultores, en un momento interrumpe la conversación de las entretenidas mujercitas.

─Chicas, ¿otra ronda de lo mismo?

─Anne mira el reloj son las tres de la madrugada.─ Sintiéndolo mucho, me tengo que retirar. Ya es sábado y después de 7 días en Roma, Paola regresa por fin a casa. Necesito dormir algo para recibirla en condiciones.

Todos parece que piensan en dar por finalizada la noche. Comienzan a despedirse entre ellos, quedando para repetir en otra ocasión una velada tan grata como esta improvisada. Están saliendo del cafetto, esperando a que Ada apague todas las luces y cierre todo perfectamente. Carlo se aproxima a Anne y la abraza pasando su brazo por encima de sus hombros.

─Anne, ¿te ha comentado Ilinca que en sus bodegas están pensando en automatizar algunos pasos de la selección y distribución de las uvas, así como mejorar el proceso de producción y embotellado?

─No, la verdad es que me ha contado muchas cosas, pero eso no.

─Ilinca, esta mujer es una de las mejores ingenieras robóticas de su país y la mejor de Italia. Si quieres impresionar a tus jefes, llévatela a tu empresa y te lo agradecerán toda tu vida.

─Carlo, el vino eleva tu nivel organizativo empresarial. Esta inteligente mujer tendrá ya sus contactos y propuestas para sus proyectos de mejora.

─No, no, ¡la idea de Carlo es magnífica!, estoy buscando un buen plan de automatización. Si tú eres la mejor, estoy todavía más encantada de haberte conocido esta noche.

─Bueno, nos damos los móviles y hablamos la semana que viene sin tanto alcohol en las venas. ¿Te parece?

─Me parece genial. :-)

Ada abandona el local, baja la persiana de seguridad de la puerta de entrada y todos se reúnen para despedirse finalmente.

─Anne, estos chicos van en la misma dirección que yo, así que ya no tienes porque dar toda la vuelta para llevarme, toma mi casco.

─¿Dónde vives, Anne?   ─Pregunta curiosa Ilinca.─

─En la zona de los viñedos bajos, muy cerca del río. ¿Conoces el molino de los Tonucci?

─Sí, claro.

─Pues, mi casa está un poco más arriba.

─Yo vivo de camino. ¿Te importaría acercarme? Así no molesto más a Bonaro.

─Por supuesto, toma el casco.

─Pues yo me voy solita, como siempre. ¿Por qué nunca nadie se brinda a llevarme?

─Ada, no es por nada…, pero tu vives en la casa de enfrente. No es que no te queramos llevar a casa, es que te vamos a acompañar todos hasta la puerta y yo subiré hasta dejarte segura dentro de tu casa.

─¡Qué galante que eres después de que lo tenga que insinuar!

─Abrazando a la rubia, dándole un beso a la altura de la sien y susurrándole al oído.─  Ada, está claro que hoy no estás de buen humor, mujer. Tendré que pasarme mañana para que me digas que tripa se te ha roto últimamente. No es propio de ti que uses ese desagradable tono con tus amigos.

─Sí, estoy insoportable, mejor es que no hable más por hoy, perdóname.  ─Suspira, se amarra confortablemente al brazo del atractivo Carlo y le da un beso en la mejilla para demostrarle su cariño y su pesar por el agriado trato de hoy.─

Una vez hecha la labor de acompañar a la cansada cantinera al otro lado de la calle y dejarla sana y salva en la soledad de su casa, los dos grupos se separan en distintas direcciones. Anne e Ilinca se alejan en la moto camino del río. Minutos después llegan a la casa dónde se aloja, ocupa un pequeño estudio en la planta baja de la casa. Ilinca le invita a ver unas fotos de su tierra… Anne accede curiosa. Horas después, con lo primeros rayos de sol apareciendo en el horizonte, la vasca regresa a su casa. Cuando está arrancando la moto el casero de la ucraniana se asoma a la ventana y ve a Ilinca y Anne despidiéndose afecuosamente. Ambas se dan cuenta de que están siendo observadas. Sin decir nada, la española se aleja para llegar por fin a la gran cama de sus pasiones ahora vacía y solitaria.

Son las 11:35 de la mañana, Anne se despierta sobresaltada, mira el reloj del móvil, comprueba que no tiene mensajes ni llamadas perdidas y salta de la cama hacia la ducha. Se viste y come unas frutas en la cocina. Sale al porche y se deja acariciar por los rayos del sol. Está cansada por la noche recién vivida, pero esta pletórica por volver a encontrarse con su mujer. Media hora más tarde el rutilante deportivo aparece en la distancia. Se dirige al jardín y corta una rosa coralina de su cuidado rosal, le quita las espinas al largo tallo y la sostiene entre sus dientes. Anne abre la verja para que Paola no se baje e introduzca directamente el vehículo dentro. Paola aparca y sale disparada hacia los brazos de su amada. Toma la rosa que su detallista mujercita le regala, la huele sin dejar de mirarla y… ¡Ya no debería contarlo!, tod@s sabemos lo que está pasando…, se abrazan y no se sueltan, bailan girando como una peonza alrededor del eje de sus entrelazadas bocas. Qué si una mirada brillante e intensa vuelve loca a la otra complacida. Estas breves separaciones avivan las grandes pasiones, aunque más pasionales que estas adictas al amor más envidiado del planeta tierra, no las encuentro yo por la calle cada día. ;-)

─Mi amor, un día más y vendo la empresa. No puedo estar tanto tiempo sin ti.

─Cielo, he pedido el lunes libre. Así que ya puede llamarte Lucía con la mayor urgencia de su vida que no volverás a Roma hasta el martes por la mañana. Te llevaré a Florencia y tomarás el primer avión aunque tengas que madrugar un poco. Te necesito muy cerca, Pao.

─Tendré que sacar un billete para el vuelo. Puede que ya esté completo.

─Tu billete está en casa, en la mesa del escritorio desde el viernes.

─No pienso separarme ni un momento de ti. Eres mi único objetivo este largo fin de semana. :-) Estás un poco ojerosa y con aspecto cansado, ¿es qué no has dormido bien?

─Básicamente, casi no he dormido. Me encontré a Carlo y estuvimos con Ada hasta muy tarde. Carlo nos presentó a unos conocidos y se nos pasaron las horas sin darnos cuenta.

─Pues ya puedes mantenerte despierta como sea, porque no voy a permitir que duermas hasta que me sienta bien satisfecha de tus atenciones. Vengo muuuy necesitada de tu amor.

─¡Mmmm!, me parece que mis necesidades en este momento no tienen nada que ver con el sueño. Yo soy la primera que no quiero cerrar ni por un momento los ojos.

─No lo hagas, no. Déjame perderme en ellos.

Sábado, sabadete…, dejemos a las damas con su lúdico ambiente. En un momento de la tarde, de descanso todavía tenso en su irrefrenable deseo. Anne le recuerda que el domingo es la fiesta de la vendimia y que no pueden faltar a la comida campestre que todos los vecinos de la zona organizan cada año. A Paola le da lo mismo tener que ir a comer tirada en el suelo o en una tabla sobre caballetes, con incómodos bancos de madera que asientan a la vez a media docena de orondos culos. Lo único que le importa es tener a su adorada mujer a su lado. Anne, no va a permitir que la fiesta las separe un instante aunque ella sea este año una de las organizadoras. Ha dedicado horas de su tiempo libre a preparar la festiva ocasión. Pero el domingo únicamente toca disfrutar de su mujer, sus amigos y sus amables vecinos.

El domingo ha llegado. Anne no madruga tanto como es costumbre en ella, llevaba sin dormir demasiadas horas, las misma en las que su actividad física y mental no ha dejado de funcionar al máximo nivel. Se levanta sin molestar a Paola para que descanse un poco más, se ducha, se viste y se acerca en la moto hasta la arboleda donde se está preparando la fiesta.

Los que profesan la fe católica están en la iglesia. No hay momento de reunión comunitaria en Italia que no aproveche el clero para hacer ostentación de su poder sobre las almas creyentes. Anne no comparte tales actos de fe, pero los respeta. De hecho la educación recibida en el seno de su familia, se ha desarrollado en un ambiente de inspiración algo próxima al catolicismo aunque muy distante de las directrices eclesiásticas. Se reúne con la junta organizadora del evento, ultiman algunos detalles y se despide para volver junto a Paola.

Entra en casa, llega al dormitorio y se recuesta al lado de su bella durmiente. Estirada boca abajo, elevando su tronco sobre el almohadón al que está abrazada, su barbilla sobre el blando apoyo, con una cara de satisfacción, de felicidad, de sentimiento a flor de piel. Mientras, Paola ha notado la presencia de Anne, aunque todavía permanece son los ojos cerrados y activando sus circuitos neuronales lentamente. No la toca, la observa con ternura infinita, no se pierde detalle de cómo la romana se está despertando a un nuevo día. Es como si estuviera viendo el amanecer, pero en este caso no es el astro solar quien se despierta. Es el sol de su vida quien comienza un nuevo y maravilloso día para su disfrute. Paola abre los ojos y ve la bella estampa de su amorcito. Anne acaricia su mejilla, recorre con la yema de sus dedos los carnosos labios que tanto le gustan, separa el mechón travieso que molesta juguetón los felinos ojos de la bella despierta. Pao sonríe dulcemente a la sonrisa que le incita. Un tierno beso espabila todas las células de su cuerpo.

─Buenos días, dormilona.

─Buenos días, mi dulce amante.

─Lo de dulce, ¿lo dices por la miel que todavía hay en tu cuerpo?

─No creo que quede mucha, una traviesa y golosa gatita se encargó de hacerla desaparecer…

─Pues sería traviesa y golosa esa gatita, pero no fue muy cuidadosa porque aquí tienes todavía un poco de miel.

Anne, repasa los pechos de Paola buscando con su lengua micro partículas de miel, pues si bien en la noche su cuerpo estaba barnizado por el untuoso manjar, poco después la piel de todo su cuerpo había vuelto a su mate característico. La romana acaricia la cabeza de su solicita amante, un suspiro se desliza entre sus labios. La boca levemente dulcificada se ofrece a la boca recién suspirada. Paola cuela sus manos bajo la camiseta de Anne, acariciando su suave piel.

─Pao, tenemos que bajar al río.

─Amor, no me dejes así…

─Eres inagotable, cielo.

─Si me enciendes me encuentras, no me voy a hacer la estrecha a estas alturas de nuestra sexual relación.

─Ni lo intentes, no me lo iba a creer.

─Desnúdate…

─Si me desnudo, adiós fiesta de la vendimia…

─¡A la mierda la fiesta!, yo tengo a la reina del baile sobre mi ardiente cuerpo. ¡No necesito nada más…!

Anne sigue sus maniobras sin desnudarse, la besa con elevada pasión, haciendo que cada movimiento de su lengua ahogue un gemido solicitante, su muslo vestido con los vaqueros, se desliza arriba y abajo sobre la sábana, excitando locamente la entrepierna que roza. Anne introduce su mano entre la sábana buscando el ardiente sexo, llevándolo al éxtasis buscado. Paola araña la espalda de su amante desenfrenada por lo que está sintiendo. Respira buscando desesperadamente el aire necesario. Durante varios minutos las miradas de ambas han estado totalmente entregadas la una a la otra. Hablándose secretamente sin palabras, con el lenguaje del deseo que sale de lo más profundo de las entrañas.

“El alma que hablar puede con los ojos

también puede besar con la mirada”

Gustavo Adolfo Bécquer

Descansan enlazadas un tiempo, mimando sus sentimientos, Anne susurra al oído de la mujer gozada.

─Ya me has nombrado reina y he consumado el derecho de pernada. Sin hacer uso del poder que me confiere el cargo, le solicito con todo mi amor que me acompañe al suculento banquete.

─Su derecho de pernada ha despertado mi hambre. Así que encantada le acompañaré a la campestre comida.

Anne se levanta ágilmente de su postrada posición. Y se dirige al ropero para buscarle la ropa para vestirse.

─Antes de la comida hay la batalla de vino, así que con este vaquero y esta camiseta estarás super sexy para la batallita.

─¿Vamos a comer empapadas en vino?

─Has pasado la noche embadurnada en miel…, ¡no me vas a decir que ahora te preocupa un poco de vino sobre tu ropa! Después de la batalla muchos acaban en el río para quitarse el vino. Para los que no quieren tirarse al río, hay mangueras para solucionarlo. Paola si no quieres participar, no tienes que hacerlo por mí. Nos alejamos del bullicio y casi no nos mojarán.

─De eso nada amor, dame la ropa que me voy a duchar.

Llegan al río, la algarada ya está calentando motores. Por ahora el vino solo discurre por muchas de las gargantas de los allí presentes. Paola y Anne, se acercan hacia el grupo de sus amigos, entre ellos Claudia, Carlo, Ada, Yanina, Marcello y “el hombrecito” Piero. Éste en cuando ve a Anne, se suelta de la mano de su padre y corre hacia los brazos de su princesita, que lo achucha en su regazo con mucha dulzura.

─¡Ciao, Caro mio! ¿Vas a mojarme con el vino?

─Te voy a disparar con mi pistola de vino. Pum Pum Pum. Pero yo soy pequeño y me voy a quedar con el Nonno allí arriba, porque el vino me pica en los ojitos.

─¡Claro! Así verás la batalla y mojarás a todos desde lo alto. ¡Qué bien!  ─Piero ríe a carcajadas imaginando como mojará a todos con su super pistola desde tan buena posición.─

─Toma, Piero, estas bombas son para ti, cuando Papi y Mami te lleven con el Nonno les tiras con todas tus fuerzas una bomba a cada uno, jajaja. Pero sólo cuando empiece la batalla, no antes, ¿vale? Jajaja.  ─Anne le coloca a su hombrecito una bandolera de tela con algunos pequeños globos llenos de vino aguado. Así es como los padrinos inculcan la tradición a los pequeños. Piero abraza con inmensa ternura y cariño a su adorada madrina adoptiva.─

Saltando de los brazos de Anne a los de Paola, que lo recibe con un gran beso y un abrazo de osa a su tierno osito.

─Paaaoooo, ¿tú vas a mojar a Anne?

─Síííí, la voy a mojar mucho mucho mucho, hasta que parezca una uva muy muy negra.

─Jajaja, Anne no es redondita como una uva, será un palito de regaliz.

─Jajajaja.  ─Risa general por la ocurrencia del hombrecito.─

La batalla comienza y el elixir de los dioses se derrama a diestra y siniestra. Globos llenos de vino que  explotan como bombas sobre los cuerpos sin oportunidad de evitarlos, cubos del líquido elemento se vacían desde los puntos más elevados sobre el enredo de cuerpos tintados. Sulfatadoras a las espaladas cargadas para la batalla, se descargan sin compasión contra las ropas que inocentemente intentan librarse de las rosadas manchas. Dos tractores con depósitos a remolque, escancian el vino por doquier, como lluvia que de las vides se levanta para caer victoriosa sobre las personas que logran cada año provocarla. La batalla que festeja el trabajo de todo un año cuidando cada planta, cada rama, cada flor que luego en racimo de uvas acaban. Para que por arte de muchas manos el elixir sea finalmente embotellado y servido con esmero para cálidamente besar unos labios, profanar una boca y elevar el espíritu de quien goza la embriagadora esencia. Cada cual con más inventiva crean sus depósitos para transportar la munición necesaria para la mortal batalla, recargan sus armas en los depósitos apostados para tal encomienda y avanzan por la senda marcada para que después de un largo y disfrutado tiempo lleguen al final del recorrido junto al río. La música de la banda, la algarada de risas, gritos, desternillantes carcajadas, petardos, bengalas, fuegos, correrías, avalanchas, huidas desesperadas sin opción a no acabar empapad@. Venganzas planeadas durante un año para pagar la afronta de la batalla ya pasada.

Anne y sus amigos se divierten de lo lindo. Paola ha descubierto por primera vez este vinícola ritual y aunque sus ojos estén como tomates por el ardor que el alcohol produce en ellos, se lo está pasando cañón. El grupo de amigos se interna por una zona arbolada como avanzadilla hacia la explanada final, pero un retén estratégicamente colocado comienza un ataque sin cuartel. Se escabullen entre los árboles para parapetarse de la cruel emboscada. Anne se refugia detrás de una roca, pero la espera agazapada una centinela con un cubo cargado. El remojón es total, la vasca se rinde tirándose rendida sobre la hierba, su atacante muerta de la risa, se tira a su lado llevada por la inercia de la intensidad ejercida al arrojar el líquido del pesado cubo. Unos segundos después Anne identifica a la vencedora, es Ilinca.

─Hola, Ilinca. ¡Vaya! Me has dado de pleno. Jajajaja.

─No sabía que eras tú, imposible reconocerte. Pareces la prima morada de pitufina. Jajaja.

─Pues tú no seguirás tan limpita por mucho tiempo.

Saca el último globo-bomba de la bandolera y se lo estampa a la ucraniana en medio de su blanca camiseta. Las dos se levantan automáticamente del suelo, Anne para protegerse del ataque respuesta e Ilinca para vengarse de la traicionera jugada. Un cubo por la retaguardia remata el ataque de la vasca, Carlo ríe maléficamente y huye en busca de un lugar para rellenar su bazoca mortal. La hasta ahora inmaculada rubia, se ha camuflado totalmente con el resto de la guerrilla. Las dos féminas se ríen sin freno. La empapada camiseta se pega al cuerpo de la ucraniana, marcando unos bellos senos desprotegidos de sostén. Sus pezones se muestran erectos por la fresca y húmeda sensación. Las risas se acallan, Anne se ha perdido por unos instantes en la contemplación de la bella extranjera. Ilinca se queda callada, fijando su mirada en la mirada que la contempla. La vasca despierta de su pequeño trance cuando una mano le toca la espalda y una voz muy conocida le habla divertida.

─La que te ha caído, amor. Jajaja. Esta chica sabe apuntar bien. Pero Carlo a igualado la desventaja, jajaja.

Anne la acerca hacia sí, tomándola por la cintura. Paola acomoda sus brazos sobre el hombro de Anne.

─Paola, no conoces a esta mujer. Deja que te la presente antes de que nos vuelvan a atacar. Se llama Ilinca Vasílieva, está conociendo el funcionamiento de la cooperativa para mejorar el funcionamiento de su empresa en Rusia. Nos conocimos la noche del viernes en el local de Ada. Ilinca, esta bella joven aunque ahora no lo parezca tanto, jajaja, es mi adorada mujer. Paola Bonardi.

─Encantada Ilinca, no sabía que estuvieras en la cooperativa. Espero que tu estancia sea provechosa. Y que disfrutes de esta acogedora tierra.

─Encantada Paola. Muchas gracias, nunca pensé que me sentiría tan bien aquí. Estoy feliz de tener esta estupenda experiencia. Me alegro mucho de conocerte, en las pocas horas que he compartido con Anne, me ha hablado maravillas de ti. Debes sentirte muy afortunada de que te quiera de ese modo.

─Sí Ilinca, soy muy afortunada de tenerla a mi lado y de amarla tanto.

Una nube rosácea cae sobre las tres mujeres que salen corriendo de la zona de combate. Bajan por un sendero hasta llegar a la orilla del río. Anne no se lo piensa, corre los últimos metros y se tira al río ahora que todavía no ha llegado la avalancha morada. Las dos lindas mujeres que la custodian no dudan ni un instante y siguen los pasos de la divertida saltadora. Sus tintadas caras se van aclarando. Anne frota con delicado mimo la cara de Paola para limpiarle las manchas más marcadas, la besa alegre de ver como se lo ha pasado en la lúdica batalla. El río está bien frío así que no permanecen mucho rato, chorreando agua abandonan la zona para colocarse a un lado desde donde puedan observar cómo llega la marabunta de alegres combatientes. Unas agradables abuelas les facilitan una toalla para que se sequen el exceso de agua. Menos mal que el día es soleado y caluroso, casi parece un día de verano. De esta manera la batalla y el chapuzón final se llevan formidablemente.

Los amigos se van reuniendo poco a poco, las risas y los comentarios de las anécdotas vividas divierten a todos. Terminada la función, toman el vermut protocolario bajo las carpas que protegen la zona de cocina y las barras de cafetería. Poco después llega la hora de acercarse a la zona reservada para la comida campestre. La preparación y servicio de la misma se encarga a una empresa dedicada a este tipo de eventos, cada comensal paga su sitio en la mesa y todo se comparte con absoluta vecindad. El entorno es inmejorable una llanura ligeramente ondulada, de tupida y verde hierba, salpicada con majestuosos árboles que acogen bajo su espesura, las mesas de los asistentes para no sufrir los fuertes rayos de sol a esas horas del mediodía. El refrescante río al lado y la buena sintonía de todas las personas allí reunidas hacen que sea un día especialmente bueno para el recuerdo en cada uno de los presentes.

La colla de amigos se sientan juntos en una de las mesas. Cada mesa tiene asignada doce puestos, seis a cada lado. Marcello, Yanina, Pierito y su querido abuelo Andrea. Ada, Luiggi y Carlo. Claudia con su nueva amiga temporal Sonia, una guapa joven que se sonroja con la facilidad de su inexperiencia para el nivel de las bromas entre amigos que se conocen demasiado bien. Sergio Aranguren y una silenciosa compañera de la embajada llamada Nicoletta, vienen todos los años pero siempre tarde, mal y a rastro. Sergio tiene la llave de la casa de Anne, así que cuando llegan primero van por la casa, dejan las cosas, se cambian con ropa vieja para ser tintada sin problemas y aparecen en la fiesta. Hay confianza entre hermanos de corazón, en medio de la batalla se encuentran y saludan, se remojan y siguen juntos la fiesta.  Paola y Anne cierran el grupo, contando salen 13, mal número para los supersticiosos, pero una ucraniana encantada se une para hacer un mejor número, 14. Como la mesa está pensada para 12, habilitan dos puestos en las cabeceras de la misma. Problema solucionado y todos contentos. O por lo menos así parece ser por el momento. Se distribuyen en la mesa, empezando por una de las presidencias, el más veterano, Andrea, a su derecha su querida nuera Yanina, Piero, Anne, Paola, Sergio y Nicoletta. En la otra cabecera, el gran Luiggi, seguido de Ada, Carlo, Ilinca, Sonia, Claudia y Marcello. Comienzan a llegar los platos de suculenta comida italiana, todos disfrutan de los manjares, la conversación, la amistad que les une y el vino que ahora riega sus gargantas y enturbia sus pensamientos. Sin embargo, entre tanta alegría pueden esconderse otros sentimientos más alejados de tanta diversión...

Carlo entabla una animada conversación con Ilinca, aunque ésta despista su vista y su mente más de lo que sería prudente... Ada sentada entre los dos amores de su vida, está intentando mantener la cordura de sus pensamientos. Irritada por la excesiva atención que Carlo le dedica a la rubia colega vitivinícola y exasperada por los intentos de su actual pareja, para sacarle un par de palabras a la introvertida amiga del diplomático español. Entre tanto, Sergio y Paola se lo pasan de lo lindo comentando los pormenores del próximo evento romano, de gran transcendencia para la ciudad. Anne está ocupada en controlar varias  bandas, por un lado y la más importante, la atención a su querido hombrecito, un bocado para Piero y otro para Anne, así van bajando sus platos. Yanina no puede dejar de reír por la cómica comunicación de la parejita. A su derecha, sigue la conversación de su mujercita y su amigo del alma, conectando y desconectando según va repartiendo su atención. De frente, su mirada se cruza con una mirada que le busca en varias ocasiones durante la comida… Claudia, desde su posición, acompaña a las risas de Yanina, ante la comicidad de su estimada Anita, aprovechando cualquier momento para acariciar a su acompañante por debajo de la mesa. El rubor de Sonia, aumenta y disminuye según las atenciones recibidas por la pícara panadera. Marcello está atento a su padre y disfrutando de su hijo en la distancia, sin dejar de analizar con curiosidad como se desarrolla la agradable comida.

Ya acabado el papeo, en un extremo de la mesa se acoplan en una larga sobremesa de café, alguna que otra copa de alcohol de alta graduación y el placer de un purito para acabar de adormecer sus almas, los hombres de costumbres, Marcello, Andrea y Luiggi. En el extremo opuesto Sergio, Ilinca, Carlo y Ada están planeando dar una vuelta por el río. Yanina ha llevado a Piero hasta la zona de juegos habilitada para niños. Claudia y Sonia han desaparecido entre arrumacos y sonrojes buscando la tranquilidad de una zona menos transitada. Nicoletta, recostada sobre una caliente piedra a la vera de río, se está fumando un relajante porro que ambienta la zona con su peculiar olor. Paola se recuesta sobre Anne que han dejado la mesa para tumbarse sobre la hierba al pie del árbol que los protege del caluroso día.

─Si que estás cansada hoy, amor. Sino estarías corriendo con Piero por toda la campiña.

─Eso no me lo voy a perder. Deja que se agote un poquito con sus amiguitos y cuando se aburra vendrá a reclamar nuestro ratito de diversión. Sí, hoy estoy cansada. Mi ansiosa mujer no me ha dejado descansar absolutamente ni un momento.

─Tu ansiosa mujer y… tu noche de amiguetes. ¿Cómo no me has comentado nada sobre la ucraniana?

─Te dije que Carlo nos presentó a unos conocidos suyos. Ilinca estaba en ese grupo. Llegaste demasiado apurada para ponerme a contar una noche sin demasiado interés. Las dos estábamos más motivadas en otras cosas, cielo.

─Parece que le caes muy bien…

─¿A quién no le caigo bien, mi vida? ¿Es qué todavía no sabes lo encantadora que soy?

─Te mira con intensidad, creo que está muy interesada en ti.

─Cuando uno está solo en un lugar, intenta buscar gente afín con quien hablar. Yo lo he vivido, entiendo lo que es sentirse así. Hablamos durante varias horas y de regreso la dejé en su casa. No estoy en el mercado de la piel, tengo todo lo que quiero en ti, a la mejor, no necesito más.

─¿La verás cuándo yo no esté?

─Sí, está buscando un proyecto de automatización para su empresa en Rusia. Le daré información sobre los servicios de mi empresa y la pondré en contacto con el servicio de clientes. Sabes que Ferretti me adjudicará la comercialización y el proyecto sin duda alguna. ¿Te molesta que sea así?

─No dudo de ti, pero la provocación es clara por su parte. ¿Te atrae Ilinca?

─Tengo ojos, es una mujer muy atractiva y muy agradable. Te mentiría si dijera que no me he fijado en ella, es evidente que tú también te has fijado. Eso no quiere decir que ella me provoque de ninguna manera, ni que yo me sienta interesada en que me provoque.

─Confío en ti, Anne. No me importa que quedes con ella, pero prométeme que no me ocultarás nada si sientes algo.

─Te lo prometo, sólo le ofrezco mi trabajo y mi amistad. ¿Lo comprendes, lo aceptas sin temor a nada?

─Lo comprendo, amor. Pero no te puedo decir que no tenga un cierto recelo sobre sus intenciones, ¿me comprendes tú a mí?

─Sí, por supuesto. Tú también estás sola en Roma. ¿Alguna vez te he hecho sentir que no confío al 100% en ti?

─Nunca.

─Pues así quiero que confíes en mi. Por mucho que una mujer intente conseguir a otra mujer enamorada, no romperá nada si ese amor es verdadero.

─Te amo, Anne.

─Te amo, Paola.

La asertividad, concepto a media distancia entre la agresividad y la pasividad. Se puede definir como el comportamiento comunicacional de una persona que manifiesta lo que cree, piensa y siente, defendiendo sus palabras y sus derechos de forma consciente, clara, directa y equilibrada, sin agredir ni someter la voluntad de otras personas.

En la pareja, es básica la habilidad asertiva para comunicarse de manera abierta y clara, huyendo de la emocionalidad limitante de la ansiedad, la culpa, la rabia, los celos…, que sólo producen confusión, inseguridad, negatividad, alejamiento, decaimiento y agresividad.

Si quieres ser asertiv@, lo puedes ser, es una habilidad que se entrena, para ello sigue estas premisas:

Ve y acepta la realidad.

Actúa y habla con base a hechos concretos y objetivos. Se auténtic@ en tus actos.

Toma decisiones por voluntad propia.

Acepta tus errores y aciertos.

Utiliza tus capacidades personales con gusto.

Se autoafirmativ@, siendo al mismo tiempo gentil y considerad@.

No seas agresiv@. Puedes dirigir, así como dejas que otros te dirijan.

Madura, desarróllate y busca el éxito sin resentimiento.

Permite que otr@s maduren, se desarrollen y tengan éxito.

Pide lo que necesites, di lo que piensas y expresa lo que sientes, en el momento y lugar adecuados, con respeto a ti mism@ y l@s que te rodean.

Carlo, Ada, Luiggi, Sergio e Ilinca, se acercan hacia la parejita. Sergio les pregunta.

─¿Venís hasta la alberca? Va a comenzar la bajada de las embarcaciones.

La bajada del río es una tradición que rememora los tiempos en que las grandes barcazas cargadas de toneles de vino, recorrían el río comercializando las barricas por los pueblos que encontraban en la travesía. La carrera consiste en recorrer un tramo del río con algunos rápidos de poco riesgo donde muchas embarcaciones zozobran por su frágil estructura y otras zonas más reposadas donde es más difícil avanzar sin un buen sistema de propulsión, no se admiten motores. Las embarcaciones tienen que ser construidas artesanalmente, los participantes cuidan la originalidad, la robustez y la flotabilidad de sus creaciones, pero muchos no consiguen llegar a la meta. Eso sí, navegantes y espectadores, ¡todos se divierten! Los navegantes se disfrazan graciosamente para entonar con sus coloridos inventos flotantes. La carrera la gana quien atraviese la línea de meta sobre la embarcación. Hay premios a la más original, a la mejor diseñada, la más divertida…

Paola se levanta y le ofrece su mano para ayudar a Anne. Ésta busca con la mirada a Marcello, que ya no está en la mesa, al igual que el resto de los hombres.

─¿Sabeis si Piero ha bajado?

─Sí, Marcello y Andrea hace un rato que han ido a por él.

─Bajemos entonces.

Los seis se acercan a la orilla y se les une Nicolletta. Siguen el río hasta el estanque que forma la alberca. Los participantes en la curiosa carrera están con sus pintorescas embarcaciones preparados para deslizarse por la pequeña cascada, el primer obstáculo. Pasada la prueba de robustez, siguen el curso río abajo hasta la meta. Empiezan a bajar uno a uno, formándose los primeros fiascos y causando las risas de los espectadores. El grupo de amigos siguen la carrera de cerca siguiendo los senderos paralelos al río. En un momento determinado, Anne se queda rezagada buscando a Piero e Ilinca se aleja del grupo para encontrarse con ella sin testigos molestos.

─Anne, ¿todo va bien?

─Sí, ¿Por qué me preguntas eso?

─Porque no quiero crearte ningún problema con Paola. No debí invitarte al estudio esa noche.

─No me llevaste atada, yo quise acompañarte.

─Si te complico la vida, entenderé que no quedes más conmigo.

─No pienso hacer nada de eso. Comeremos juntas el martes tal y como habíamos quedado. Bueno, si tú no has cambiado de opinión. ¡Claro!

─Me apetece mucho quedar contigo, sabes que me gusta tu compañía y no voy a negar que te necesito. Me gustaría seguir con la conversación del otro día, no pude terminar lo que quería decirte…

─El martes tendremos tiempo para ello, no te detendré, lo prometo. Te llamaré para avisarte cuando salga del trabajo. Te llevaré a comer a un sitio muy tranquilo dónde no nos molesten.

─¿Piensas que mi casero le irá con el chisme a Paola?

─No lo sé, pero eso ahora no me preocupa. Ni te debe de preocupar a ti. ¿De acuerdo?   ─Le toca la mejilla con dulzura.─

─A mi me preocupa, Anne. Por nada del mundo quisiera hacerte daño.

─Olvídate de eso. Me alegro de conocerte y no dudes de que te seguiré conociendo y ayudándote en lo que necesites.

Claudia y Sonia bajan agarradas de la mano y a toda pastilla para alcanzar a los navegantes que ya siguen río abajo.

─¡Ey, raggazzas! ¿Qué hacéis aquí paradas? Os estáis perdiendo la carrera.

─Claudia, ¿has visto a Piero?

─Sí, viene con Andrea ahí detrás. Le dije si quería que lo bajara pero tenía cara de enfadado y no me respondió.

─¡Mierda! Hazme un favor, baja con Sonia e Ilinca, cuando encuentres a Paola dile que bajo con Piero y Andrea.

─De acuerdo. Chicas id bajando, yo os alcanzo ahora. Voy a indicarle a Anne por donde viene Piero. ¿ok?

─Sí cara mía, vamos bajando.

─Acercándose de forma algo brusca y con tono amenazante.─  Anne, ¿no estarás haciendo ninguna tontería? Te conozco y no me puedo creer que estés jugando a dos bandas, ¡Paola no se lo merece!

─Claudia que has tomado en tu excursión campestre, no alucines tanto.

─No alucino, tengo ojos en la cara y Paola también.

─Claudia te estás metiendo donde nadie te ha llamado. Te agradezco que te preocupes por Paola, pero ya me preocupo yo de ella, ¿de acuerdo?

─Espero que lo hagas y que lo hagas muy bien, porque te quiero con el alma, pero como la líes te voy a romper tu bonita cara.

─Corre con las chicas y no flipes más. Como me entere de que andas con otra harina que no sea la de amasar, la que se va a enterar eres tú. Espero que este patinazo mental sea provocado por tus hormonas alteradas. ¡Vete ya!

Claudia le fija una mirada desafiante y se va corriendo por el sendero. Anne pega un grito de rabia y sube buscando a Piero. A 200 metros lo encuentra. Se tira de rosillas, con las piernas abiertas delante de él, lo coge por la cintura.

─Piero, perdóname no te encontraba. ¿Has visto salir a mami y a papi en la barca?

─Con la cara enojada y viendo para el suelo.─ Sí, pero se han ido por el río y el Nonno no ha corrido para seguirlos. Y tú no estabas para bajarme.

─Lo siento, Piero, te he buscado pero no te he encontrado antes.

─Andrea interviene para quitarle importancia al asunto.─  No pasa nada, chicos, la carrera aún acaba de empezar. Anne llévate a Piero, que yo voy despacito, ya la tengo muy vista.

─De acuerdo Andrea, te esperamos en la meta.

─Anne se da la vuelta y le ofrece la espalda a su hombrecito.─  ¡Piero, sube a caballito!, vamos a galopar río abajo, acompañaremos a las barcas y luego ganaremos la carrera a tus papás.

La arrodillada mujer, gira su cabeza para verle directamente a la cara mientras le habla, le sonríe con picardía, asiente con la cabeza y le guiña un ojo. Piero ilumina su cara con una gran sonrisa y se tira sobre los hombros de su adorada princesita. Lo acomoda bien y lo agarra con fuerza. Se levanta del suelo, relincha cual corcel y baila al ritmo de trote provocando el rebote de Piero haciéndole reír a carcajadas, relincha de nuevo y Piero se agarra fuerte a su cuello, a su cabeza, tapándole a veces los ojos, jajaja. Empiezan su galope río abajo.

─Arrivederchi, Nonno.

Salen pitando el caballerito y su jaca. Jajaja. Unos minutos después llegan al nudo principal de participantes y ven a Marcello y Yanina en su embarcación medio reventada, pero navegando gracias a la gran cámara de la rueda de un tractor que les mantiene a flote y todavía en carrera. Desde la orilla Pierito y Anita saltan, saludan con los brazos, gritan como locos para animar a sus flamantes competidores. A 10 metros está la colla de amigos, que no pueden dejar de llorar de la risa al ver al par de niños haciendo un espectáculo digno de ser visto. Se reúnen todos y como si fuesen un coro mal dirigido empiezan a animar a Marce y Yani con todas sus fuerzas y con muy poca vergüenza al ridículo, jajaja. ¡No se lo pueden pasar mejor! A 100 metros para la meta Anne corre con Piero a caballo. Para que el pequeño sea quien tire de la cuerda que soltará la pancarta de meta sobre los ganadores de la carrera náutica. Anne se lo había prometido a Piero y el niño está entusiasmado de tal privilegio. Su madrina adoptiva, su dulce princesita,  le hace sentirse el niño más feliz de la comarca.

─Piero, atento cuando te diga ya, tira con todas tus fuerzas de esta cuerda. Cuando te diga ya, no antes.

Piero no puede estar más concentrado en lo que la boca de Anne pronuncié.

─Yaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!

Aplausos, risas, saltos, la locura de Anne y Piero y del resto de devotos seguidores. La fiesta ha sido un rotundo éxito.


Gracias por leer, por comentar y por valorar. Espero que te haya gustado.  :-)

La realidad siempre supera lo que imaginamos. En mi caso, vuestro apoyo y afecto ha superado mi desbordada imaginación. Si tienes inquietud por escribir y estás dudando si debes publicar. Sin intención de aconsejar pues no creo tener capacidad para ello ni nadie me lo ha pedido, simplemente transmitiendo mi sincera experiencia y mi sentimiento. Te diré que me siento totalmente afortunada por haberlo hecho. Que lo que al abrir esta puerta me han dado y egoístamente espero seguir recibiendo, lo llevo con orgullo, con todo mi agradecimiento y cariño en un lugar privilegiado de mi corazón. Gracias a tod@s los que me visitáis bien con vuestros comentarios o con vuestros e-mails por regalarme mucho más que palabras. :-)

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Silvia (ID: 1427432): Muchas gracias, Silvia. :-) Estoy más que bien, estoy encantada de tu visita y de que te guste la historia. :-) Me encantan los abrazos, no hay saludo que regale más energía que un buen abrazo sentido. Así lo recibo, llenándome de muy buenas sensaciones. Lo maravilloso de ser escritora es tener tan maravillosas lectoras. Espero que no dejes de leerme, que lo hagas, hace que me ilusione por seguir con esta historia. Gracias. :-)  Hasta cuando quieras. Besos y por supuesto un cariñoso abrazo. ;-)

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Artwork (ID: 1368763): Muchas gracias por tu visita Artwork. :-) La verdad es que con lo que dices no sé con certeza si es positiva tu opinión o no. Mi dedicación es parte de cómo soy, de cómo proyecto lo que escribo y lo que siento. Puedo ser bien entendida o no, puede resultar agradable lo qué expreso y cómo lo expreso o todo lo contrario, eso no lo puedo evitar. Lo que sí puedo asegurar es que lo hago honestamente, con la participación conjunta de mi corazón y mi mente. Si ves tanta dedicación en mi relato y no te provoca la más leve emoción, mi dedicación será absurda al no haber conseguido lo que persigo escribiendo. ¿Te ha gustado, lo has disfrutado, he movido levemente tus emociones? Eso, es lo más importante. ;-) Saludos.

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Aurora la diosa (ID: 1363822): Hola dulce chiqui… inofens...  Hola Adi. :D  ¡Uy, uy, uy!, creer poder asegurar… no tiene nada que ver con la levedad de la posibilidad. ¡Cómo un remojón de nada hace cambiar la opinión de una lectora hacia una pobre escritora! ¡No somos nadie!, en un momento de flaqueza se nos pierde la consideración… Jajaja. ¿Has pensado qué tanto pastel me había afectado…? Pues si a ti te ha puesto malita probarlo, no te digo a mí que lo he cocinado y me lo he comido enterito… XDD  Menos mal que soy fuerte en mis derrotas y débil en mis victorias, así sigo caminando sin desviarme demasiado del rumbo marcado…

¡Ejem! ¡Vaya!, ¡Vaya!, ¿te crees que cuando vengas con tu iracundo estado yo voy a esperarte rezando y pidiendo clemencia?, ¿es qué todavía no te has dado cuenta de que yo no rehuyo una buena pelea? ;-) Me crié con chicos y aprendí a arrear antes de que intenten darme, jajaja. Y no por eso dejo de ser femenina, ¡o eso creo! jajaja. Me parece que somos dos sanas ludópatas a cada cual peor, XP. Menos mal que me aclararas que tu fin es provocar mi risa, porque me estoy partiendo de la misma y me da un poco de reparo pensar en reírme de esta forma cuando tú vengas hacia mí toda seria y airada. Jajajaja.

¡Yo pasiva, nunca!, XP ni jugando, ni con lisonjas, ni con amenazas, ni de ninguna otra forma ¡vaya!… ¡Bueeeno…! en alguna ocasión, sí, cuando duermo… en la fase del “Sueño Delta”, pero sólo una horita de nada, el resto soy totalmente activa. Jajajaja. Aunque según para que cosas, lo mejor no es ser siempre activa o pasiva, sino versátil. XD Es verdad, si estoy hablando con una santa mujer. XDD. Ignora la última frase. ;-)

Cuídate de quien no discuta compartiendo tu día a día, pues o bien está a tu lado sin importarle lo que dices o bien se lo calla para soltarlo todo de golpe en un momento “inolvidable”. No me atrae ninguna de las dos posibilidades, por tanto, ¡viva a la sana discusión!, sobre todo si tiene un dulce remate... ;-) Pero por favor que no sea rutinaria, no hay peor castigo que tener como amig@s una pareja de amantes que “les excita” ponerse de vuelta y media delante de l@s amig@s, para luego reconciliarse con la misma intensidad. ¡Un horror…!

Pero que dices Adi querida, o.O  si los Stracci, son la familia política perfecta, jajaja. Son todo amor y confianza. Te hacen sentir cómoda, como si estuvieras en “cueros”, desde el comienzo de la relación. Jajajaja. Por cierto, la familia Stracci es una familia mafiosa que aparece en el libro de Mario Puzo “El Padrino” y en la película dirigida por Francis Ford Coppola “El Padrino”. “Capisci”, ragazza. ;-) ¿A que sabiendo esto, Anne te parece una heroína que por amor hace divinas locuras? Jajajaja.

En la tierra…, menos mal que algo parece que se me quiere. :3   En el inframundo…, jajaja, hay una cantinela que habla de un hombre muy desgraciado en la vida, tanto que cuando se muere el buen hombre es condenado al infierno. Cuando llega al calorcito del fuego eterno y ve tanta diversión, no puede contenerse y grita ¡Esto es vida, esto es vivir! De todas formas por si el pobre desgraciado tenía un gusto rarito…, “haberlos haylos”, yo me decanto por un lugar de descanso más a mi medida, “el Limbo”... El Vaticano se lo cargó de un plumazo, enviando a la nada absoluta a todos los que allí se refugiaban. ¿Qué mal les hacía mi esperanza de eternidad?, así que no me queda más que mi fantasía azucarada para soportar la fatigosa realidad. “Por un espacio eterno digno, Papito, por Dios, devuélvenos el Limbo.” ;-)

Tu “chorreadera de miel” me ha inspirado, Paola y Anne te lo agradecen. No puedes decir que no te preste una atención minuciosa y detallada, deidad. XP ;-)

La ira y la tristeza quedaron para darse un baño juntas. La tristeza llegó primero, se quitó su túnica y entró lánguidamente en el agua. Unos minutos después llegó la ira, como siempre exasperada e intranquila, se da un baño rápido y sin despedirse sale con prisa del agua tomando la primera túnica que encuentra, se llevó la de su amiga la tristeza. Calmada, serena, sin importarle el tiempo, la tristeza sale igual que entró, lentamente. Se da cuenta de que la túnica que queda no es la suya, pero como no le gusta mostrarse desnuda, tapa su cuerpo con la de la ira. Desde entonces, cuentan que si te topas con la ira, ciega, cruel, terrible, enfadada y nos paramos a contemplarla, observaremos que debajo de las ropas quien suspira es la tristeza. Éste es un cuento de mi admirado Jorge Bucai, psiquiatra bonaerense. Lo he contado abreviado y un poco a mi manera, pero básicamente es así. Bueno, todo esto es para dar sentido a que cuando muestras tu ira desenfrenada en realidad lo que intentas ocultar es tu profunda tristeza. La causada por el trato provocado a algunas protas... Eres todo sensibilidad, hasta cuando pareces un tren sin frenos, jajaja. Lo de Pao fue un sustín de nada. Una pequeña prueba de flotabilidad…  ;-)

Jajajaja, noooo, el fantasma de una diosa, no por favor. Con leerte e imaginarte tengo más que suficiente, si tengo que sufrirte en espíritu errante el síncope me da a mí.  No por nada, no es que no me vea capaz de soportar un alma vengativa jodiendo a todas horas, XDD. Ya sabes que tus visitas son muy gratas, XP pero mejor que tenga usted una larga y plena vida, deidad. ;-)

Venga, vaaaaale, menos mal que encontré una oferta para asegurar dos “capullos” por el precio de uno, ya tenemos seguro de vida el “narra” y la “Luce”, ¡vaya par!, atemorizados por una dulce chiqui... inofens…  Si ya se sabe que en internet, nada es lo que parece. XDD Te compré por buenita y me saliste muy fierita… Por cierto, tengo que indicar quien será la beneficiaria de mi muerte, ¿no esperarás que me deje matar por ti y además seas la que se enriquezca con ello? :P Tendré que pensar que buen alma se lleva el premio… ¿No te gustan los poltergeist?, pues vete preparando… porque muertitos y todo, nuestra imaginación seguirá nuestros pasos, vamos a ser unos espíritus requete traviesitos… jajaja.

Luego me dices que no exagere, eres una fiera sádica y perversa, ¿primero das ventaja, para luego atacar…? Siendo así ¡es mejor no moverse!, para que ilusionarse con escapar para luego sentir tu aliento asesino pegado a la oreja…  ¡Mmmm!, eres muuuyyy inteligente…  XDD

Ya veo que tanto te da zamparte una exótica carne como un devorador pescado relleno de pate a la Lucerla, el caso es saciar tu apetito… ¿verdad fiera? Para más inri solicitas un recuerdo de tu festín. Del tigrito la piel, no te va a dar para mucho, ya te veo como la Jane de Tarzán, jajaja. ¿Y de mí que quieres? ¿Disecarme cual trofeo de caza, para colgarme de la pared sobre la chimenea del salón…? Colócame una manzana en la boca porque aún disecada blasfemaré al verte recostada en tu cheslong, disfrutando de tu trofeo y acariciando la piel del tigrito canijo… ¡¡¡depravada!!!  XDD

¿Cómo puedo discurrir una orgía playera, pero en modo light, donde no participen más que dos por no sé qué problema que debe ser de tipo alérgico…? Jajajaja  Espumita y todo, ¡qué bonita recreación! :$, excelente Adi, jajaja. Creo más que una orgía habrá que pensar en una fiesta hawaiana en honor a la diosa Aurora. XDD. El “tigri” que te abanique un poquito. ;-) ¿El narrador pobrecito por narrar una orgía…?, jajajaja, que engañada te tiene tu amiguito tigretón. ;-)

Hola Adi querida, me está controlando y no me puedo alargar. STOP. La lobotomía aplazada por ahora. STOP. Estoy en tratos con un mentalista para que la hipnotice. STOP. La idea es usar palabras “llave”. STOP. Ella modificará su conducta según la “llave” enunciada. STOP. Primera sesión hipnótica: llave=zorra conducta=se va a la granja más próxima a robar una gallina. STOP. Jajajaja, ¡soy Dios!, ¡tengo el poder! Ya tengo tres gallinas. STOP. Me encanta esto del control mental. STOP. llave=canija conducta=se va a dormir con los peces XP. STOP. Un único problema. STOP. Es dura de mollera y difícil de hipnotizar, proceso muy lento. STOP. Se admiten sugerencias deidad  (llave-conducta) jajaja. STOP. Esto es mejor que jugar con la play, jajaja. STOP. Besitos cielo. El narrador. FIN.

El mentalista es también amigo mío. STOP. llave=zoquete conducta=te toca devolver las gallinas una a una a su corral, acaban de contratar a un fiero can para defenderlas. STOP. llave=barbacoa  conducta=vete desnudando, deja la piel bien dobladita en la cocina y date un baño con la salsa barbacoa picante. FIN.

Ni te juzgo, ni te catalogo de nada, es adorable que pienses de ese modo. Y ojalá que nada, ni nadie te haga pensar de otra manera. Eso será señal de que el amor te ha tratado tan bien que no te cuestionas nada más. En una relación perfecta, cuando se ama sinceramente, la fidelidad a ese amor debe ser inquebrantable. El papel que ocupa el sexo en una relación y la fidelidad sexual, pueden ser muy discutibles. Para mí, la fidelidad en el amor, no tiene porque acompañar a la fidelidad en el sexo. Si ocurre mejor que mejor, es perfecto, pero la perfección ya sabes que sólo creo que se da en el papel. ;-)

El sexo es tan importante y a la vez tan poco importante.

Si yo fuese Anne Salter, actuaría exactamente igual que ella y en mi cama no habría otra mujer que no fuese Paola Bonardi. ;-)  Bueno… a estas alturas de la historia eso parece muy poco probable… ¿Estás iracunda…?

Adicta a la felicidad, espero que te haya gustado esta nueva entrega-chute de mi parte. A mi me has dejado servida con tu lindo comentario, gracias, jajaja. Te debo una visita con un pellejo de tigrito. Jajaja. Hasta que el control mental consiga que se despelleje sollito, es capaz de despelotarse vivo por dejarte satisfecha, confórmate con nuestro cariño y nuestros besos. De verdad Adi, muchas gracias por ser como eres conmigo. Desde España para México, el mejor de nuestros afectos, dulce chiquilla inofensiva. ;-)

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Lina8 (ID: 1253907): Hola Lina, un placer recibir tus palabras. :-) Muchísimas gracias. Perdóname por haber tardado algo más de lo prometido, pero sí, en el arcoiris de la vida hay días marrones en medio de los amarillos, verdes, rosas… y de vez en cuando también tocan. Soy una superviviente así que rápidamente me deshago de mis sombras y busco la luz del cielo abierto. Sobre todo con el sincero apoyo de personas tan encantadoras como tú. ;-) La genialidad no me caracteriza, pero me siento muy afortunada de que lo que escribo te guste y lo disfrutes. Ni se te ocurra preocuparte por esta deslucida luciérnaga, jajaja. Soy apasionada para lo bueno y para lo malo. Así que igual que luzco mi mejor sonrisa también a veces tienen que brotar mis lágrimas. Volver a escribir me ha llenado de ilusión, la que vosotros me dais con creces, la que necesito para ser yo.

Hace un año abandoné la ciudad donde llevaba varios años viviendo, donde me sentí libre y feliz hasta que un buen día dejó de ser así. 1000 Km de distancia y un coche lleno hasta los topes fueron mis compañeros en un difícil viaje. Mi destino, una casa en un pueblo, sí, curiosamente lo que describes. Me refugié allí durante unos meses, mi soledad, mi honda decepción y yo. Un día decidí que debía moverme o caducaría como las flores de temporada y me instalé en la ciudad donde nací. Volví al origen. ¡Joder, si cuesta volver empezar! Aquí estoy, luchando contra mí misma, porque no hay animal más idiota que el ser humano.

Hay gente que vive en modo monocromo y se conforma. Yo soy incapaz de dar un paso si no me ilusiono por la vida, si no le encuentro sentido para vivirla, por eso soy tan poco “normal”. Necesito emocionarme y emocionar a quien se cruza en mi camino. A veces me siento incomprendida, pero entiendo que pueda ser así.

No me aburres, no, alimentas mi ilusión. Tú si que eres una genio y me acabas de conceder un hermoso deseo. Gracias. ;-)

No me digas más, XP escribe dentro de bastantes añitos. Entrégate a lo que ahora mismo te inspira tu musa. Y porque no concibo la envidia, sino estaría totalmente corroída, jajajaja. Unas viven el amor y otras nos tenemos que conformar con escribir sobre ello. ;-)

Una curiosidad, ¿todas las mexicanas sois así de encantadoras? ¿o es qué me ha tocado el primer gran premio de mi vida visitándome las mejores de país? ;-)

Hola fanática querida, te diré que tienes a la redactora jefa emocionada con tus encantadoras palabras. Para que le cueste encontrarlas, con los rollos que suelta para contestar a algunos comentarios, ya te puedes creer que se ha emocionado, sí. Conmigo es muy chulita, pero con ustedes se derrite como la mantequilla. Y siendo sincero, creo que es lo mínimo que puede sentir porque demuestras tu gran corazón y tu exquisita sensibilidad en lo que expresas. Cómo ya sabes estoy acostumbrado a que me maltrate… Y lo que tú describes no es para nada maltrato sino pasión gatuna. Me encanta disfrazarme y más si me disfrazan, jugar con las almohadas, mojar y que me mojen. Sansón me parece un gatito suertudo e inteligente que vive como un rey en medio de tan lindas mujeres. Cuando decidas escribir… si necesitas un narrador, no dudaré en cambiar de continente ni un instante. Perder de vista a esta perdedora será la mejor de mis victorias. Sí, tienes razón me quiere, y yo confesaré que también la quiero…, lejos y encerrada. No, por favor, no me compares con tu gato, trátame como a él, jajaja. Me quedo con tu idea y veré si creo un club en facebook que se llame: “El macho alfa y sus amigas”. ;-) Siempre tuyo. El narrador.

Siento decepcionarte Lina, pero la descripción de la costa amalfitana no es fidedigna. Nunca he pisado suelo italiano. Así como otros entornos de la historia los he documentado para ser lo más fiel posible a la realidad. En el caso de Positano, pueblo que existe realmente como cualquier otro lugar recreado en la historia, no he contrastado la realidad del lugar. Los espacios descritos en este capítulo son lugares guardados en mi recuerdo, cercanos a mí, España pura y dura. ¿Para que buscar más lejos cuando me rodea el paraíso? Jajaja. Fuera de bromas, no tuve tiempo de buscar la información correcta. Pensé que no sería tan importante recrear un espacio no conocido, ¡me has pillado!, jajaja. Desde que estoy escribiendo esta historia conozco mucho más de Italia, me he pasado horas buscando dónde situarla, conociendo datos interesantes para dar forma a la escena, acompañando la verdad del entorno para que la verdad de las damas se acomode en ella. Por una parte siento unas ganas tremendas de pasarme un verano conociendo todo lo que he leído últimamente sobre ese país, pero por otro lado no quiero eclipsar la fantasía que vive en mi mente. Sí, esta historia es un juego de fantasía y realidad, la medida en la que se mezclan a veces no lo sé ni yo, jajaja, a la que más sorprende el relato a cada capítulo es a mí.

Me vuelves a envolver con tu escritura, me llenas de entrañable paz. Captas mi atención al mostrarme que también eres una excelente lectora, sabes leer e interpretar lo escrito, me encanta tu sensibilidad. La calidad de quien lee indica el valor de lo leído. ;-)

Grace mile. Arrivederci, cara mia. Bacini. ;-)

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A ti mis más especiales gracias, por ser como eres, sensible, dulce, madura, encantadora, por hablar como hablas conmigo, por comprenderme :3, por dejarme robar tus sonrisas, jajaja, por querer ser por encima de todo mi sincera amiga, por tantas otras cosas…, por las muchas que quiero conocer de ti. Cuando hoy transcribí al relato la poesía de Jorge Bucai, pensaba en una colega…, jajaja, y mi cara esta iluminada por una intensa sonrisa, la misma que ahora me acompaña.

Ana, mi más sincero agradecimiento, mi sincera amistad, mi abrazo y mis besos. ;-)

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Deseo que cuando tu vida esté finalizando y sientas tu cuerpo cansado, resignado a dejar tu alma por fin libre, ésta pueda hacer recuento de su paso por esta fase de su existencia y pueda esbozar una tierna sonrisa viendo que tu tiempo de vida no es mucho mayor que tu tiempo vivido. Porque no son importantes los años de tu vida sino la vida de tus años. Piensa sinceramente en cuantos momentos pasados en realidad te has sentido feliz, intenta hacer un cálculo aproximado de cuantos años, meses y días podrían ser… ¿Qué…?  ¿Impresiona…? ¿Tan mayor que eres y tan niñ@ te vuelves cuando recuentas la felicidad? Mejor será pensar en cambiar bastantes cosas en nuestras vidas para que no nos olvidemos que estamos aquí para ser felices, no para mal vivir. ;-)  Carpe diem.

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¡Hasta la próxima entrega! Cuídense y no me olviden, yo no lo haré. ;-)