Un sueño amarte 3

─Si la quieres tómala. ─Esa uva es mía, solo mía. –Se acerca a su boca para comerse todo lo que encuentra. El racimo compartido tiene contados los minutos que le quedan. Dulces las uvas y dulce su final

La noche acaba para ellas, sus cuerpos desbordados de pasión, necesitan descanso. La gran cama, acoge a las amantes acurrucadas, enquistadas una en la otra, como Paola dijo que pasaría:

─Si apagas la luz, …me puedo perder y no encontrarte fácilmente en esta cama.

─Estaré muy pegadita a tí para que eso no pase.

Una gran sonrisa dibuja sus caras.   ;-)

/…/

Domingo, un mes después, 8:30 de la mañana. Anne se despierta, no sabe que hora es ni cuanto tiempo ha descansado. Paola está plácidamente dormida entre sus brazos. La contempla con adoración. Después de un rato, sabe que no será capaz de volver a cerrar ojo hasta que vuelva a ser presa del cansancio. Decide levantarse, con dificultad consigue zafarse del amoroso cuerpo de la romana. Observa de nuevo su perfecta desnudez y la arropa con la sábana. Sale de la habitación sin hacer el mínimo ruido.

Se dirige al baño de la habitación de invitados y toma la toalla de ducha que enrolla alrededor de su cuerpo, cubre su piel erizada por la sensación de frío, que produce el cambio de temperatura de un lugar a otro en la casa. En la cocina, coge un plato con uvas y una botella de agua de la nevera y bebe con ansia el agua fresca.

Llega a la sala donde cada noche que pasa con Paola, disfruta de la panorámica nocturna. Acerca un pequeño sillón al ventanal y se acomoda con los pies subidos al asiento, rodeando con sus brazos sus piernas. Se abstrae en las vistas, en sus pensamientos, en las sensaciones y momentos recién vividos.

Un reloj en la pared le indica que son las 10:00 de la mañana. Roma está despierta y comienza a surgir la vida dominguera. Pasado un tiempo, los primeros rayos de sol inciden en su rostro, cierra los ojos y se deja mimar por su calidez.  Unas manos la acarician desde sus hombros desnudos, siguiendo el camino de sus brazos. Un beso se deposita en su cuello. Anne entrelaza sus manos con las de su amada, ladea su cabeza ofreciendo a la placentera boca ocupar su buscado refugio. Se estremece al sentir el tierno y sensual mimo en ese espacio tan erógeno para ella. Un gemido se escapa de su boca. Complacida por lo que en Anne provoca, Paola susurra al oído de su estimulada amante.

─Hola, mi amor. Buenos días.

─Buenos días, cielo, ¿me vas a dar los buenos días siempre así? ¿Cómo estás?

─Así para empezar, mi dulce torturadora. Estoy feliz, pero agotada y con mucho sueño.

─Jajaja, ¿cómo te has levantado entonces?

─Porque di una vuelta en la cama y no te sentí a mi lado. Mi corazón empezó a latir con desesperación.

─¿Pensaste que me había ido sin decirte nada?

─No quería pensar en ello…, me dolía el alma, …así que te busqué hasta dar contigo aquí.

Anne baja sus piernas del sillón y la sienta en su regazo. Paola está desnuda y vulnerable tras su declaración. Acaricia su cara y su espalda, la protege con sus brazos y su cuerpo, la besa dulcemente.

─¿Quieres agua?, he cogido esta botella en la nevera. Tómate unas uvas.

─Mmmm. Está fresca, ¡qué buena! Me encantan las uvas.

Paola las está comiendo lenta y sensualmente. Mientras Anne la observa.

─Todavía no las he probado. ¿Están buenas?

─Con una uva en la mano-  Si la quieres tómala.  –Sonríe, la coge con los dientes y se la muestra.-

─Esa uva es mía, solo mía. –Se acerca a su boca para comerse todo lo que encuentra.-

El racimo compartido tiene contados los minutos que le quedan. Dulces las uvas y dulce su final…

─Paola…, no me he ido aunque quiero decirte que lo he pensado, no me quiero ir. Estoy atrapada en tu cuerpo, en tu alma y me gustaría estar en tu corazón.

─Te quiero, Anne. No necesito ni un minuto más para saberlo.

─Yo también te quiero, Paola. He encontrado en ti lo que me faltaba sin saber bien lo que era. Pero mi forma de vivir se revela en contra este nuevo sentimiento. No se si puedo compartir mi libertad contigo, no quiero hacerte sufrir. Tú te entregas con generosidad, yo quiero entregarme igual, pero quiero ser totalmente sincera.

─Entiendo tu duda, sé lo libre que eres, pero ¿no crees que tu libertad deja de serlo en el momento que amas y no puedes entregarte a tus sentimientos?

─Tienes toda la razón, pero no son dudas las que tengo sino desconocimiento, miedo a sentir como siento, a dar lo que creo que merecen nuestros sentimientos. A no fallarte en el intento. La historia de mi vida es entregarme por entero, por un momento, para luego alejarme y seguir en soledad mi vuelo. Sólo quiero que sepas lo que me ocurre. No quiero engañarte ni ocultarte nada, ni quiero que tú lo hagas. Quiero que me veas a los ojos y sepas lo que pienso, que me vuelvas a ver y sepas lo mucho que te quiero.  Y lograr que ese querer me haga libre para corresponderlo de la única manera que entiendo que debo hacerlo.

─Pensando así me demuestras que tu amor es sincero y me da seguridad para saber que será fuerte y verdadero para compartir nuestros sueños. No tenemos prisa, conseguiremos lo que las dos queremos.

─Estás fría, vamos a la cama, necesitamos descansar un poco más.

/…/

No me digas que tienes miedo a un ángel de piel,

si hace unas horas eras Matahari con tus armas de mujer.

¿Qué… te sientes vulnerable? ¿Qué te puede doler?

pero si ama el aire que respiras, si no sabe lo que hacer

para colmarte de risas, para hacerte enloquecer.

Encantabas a quien fuera, si hombre si mujer,

pero siempre te faltaba algo pero no sabías qué.

Y ahora que lo tienes fácil, que te entrega su querer.

Tú vienes con que eres un alma libre…,

que no quieres herirla, ¿…qué nunca le serás fiel?

Por favor, que manera de mentirte, que cobarde tu alegato,

el sueño de tu vida está ahí, rogando…,

que le des la oportunidad de hacer por ti

lo que nunca conseguirías sin su abrazo.

Se valiente, ten coraje, deja tus miedos a un lado.

¡Ámala!, ¡si te mueres por ella!, ¡dile que la quieres de verdad!

Concédete el derecho y la obligación de vivir amando.

Que la existencia soñada es difícil de alcanzar

y tú la tienes en tus manos, en tus ojos. ¡Mírala!

Arrópala con lo mejor de tu esencia, la misma que la cautivó,

aquella mañana certera en la que te conoció.

Deja que ella te conozca, que te conozca como teconozco yo,

y ya nada tendrá sentido sin el amor de las dos…

/…/

Salen a comer a un restaurante de un amigo de Paola, la comida es estupenda. El local y la zona en general, tiene un estilo bohemio, con un leve toque como desaliñado, un cuidado descuidado. Donde el artisteo sobre todo del teatro y la intelectualidad de la ciudad suelen pasar sus tardes y noches de relax. El ambiente es agradable, sin estrellas de la gran pantalla pisando alfombras rojas, ni grandes escritores que protesten porque no se hable de sus libros en televisión. Sin cámaras, ni periodistas carroñeros en busca de la noticia sensacionalista del famoso de turno. Sólo gente normal y gente artista, con vidas sencillas.

Divertidos espacios, que combinan el placer y la cultura, donde los amigos se reúnen a tomar unas cervezas mientras leen algún libro de las improvisadas librerías, hechas con las aportaciones de los propios clientes. Cafés con diferentes salas, recreando diferentes culturas y diferentes formas de ver la vida. Entretenidas conversaciones entre mundos dispares y hasta antagónicos, que comparten su ilusión por la percepción del arte, el cine, el teatro, la pintura, la poesía, la música… Anne, como siempre, disfruta de todo con pasión y contagia a Paola de su visión peculiar de todo lo que observa. La romana descubre que su mundo es mucho más interesante desde que lo vuelve a examinar, desde la perspectiva de su increíble compañera. Está entusiasmada. Profundamente ensimismada en la belleza y riqueza interior de Anne, su sensibilidad y su gran inteligencia.

─Todo esto es un nuevo descubrimiento. Paola, eres la romana que mejor conoce su ciudad. Me encanta cualquier sitio al que me llevas, voy de sorpresa en sorpresa. No te puedo dar las gracias hasta finalizar el día. Si no hubiera pactado contigo lo contrario, te diría gracias, gracias y gracias.

─Jajajaja No creas que te traigo a todos estos sitios para hacerte un favor y enseñarte lo mejor de mi mundo. Para nada, te confieso que estoy siendo totalmente egoísta. En realidad, nunca he disfrutado tanto de esto hasta que lo veo a través de tus ojos. Ni la comida me ha resultado tan deliciosa, hasta probarla con tu boca. Ni los libros, ni la música, ni los cuadros, nada ha sido tan especial hasta que tú lo has hecho especial para mí. Reconozco que cambias mi mundo de tal forma, que nada es importante sin ti.

─¡Vaya! Paola, me sorprendes de nuevo, es encantador lo que dices, aunque no creo que estés en lo cierto. Quizá te estás haciendo una idea algo equivocada de mi forma de ser, de sentir y expresar. Soy de lo más normalito, la verdad. No me gusta que pienses que soy algo especial, porque eso no es cierto. No te separes de la realidad, no idealices nada en mí. Quiéreme si así lo sientes, pero conóceme tal como soy, no me inventes.

─La que no tiene los pies en el suelo eres tú. Hay gente que hace magia sin saber que lo está haciendo. Tú eres mi mejor ejemplo. Así que no me digas que no a lo que sé que es certero. No te invento, ni te idealizo, te valoro porque no tengo ni la más mínima duda de que estoy en lo cierto.

─Bonardi, cuando afirmas algo categóricamente, no hay Dios que te convenza de lo contrario. Dejemos que el tiempo te demuestre que lo especial es efímero, que lo importante es lo sencillo y lo sincero, lo que no destaca pero permanece.

─De acuerdo. Te doy la razón, lo sencillo y lo sincero, lo que permanece. Totalmente de acuerdo. ¿No sabes que eso es lo que es especial porque no es para nada lo habitual? ¿No sabes que las personas se protegen con capas para no ser vulnerables? Y que al final tanta protección no crea más que miedos, defensas sin sentido, opacidad, negatividad, soledad y tristeza. Tú estás al margen de todo eso. Eres especial aunque te niegues a reconocerlo.

─Yo sufro y también tengo miedos y me protejo. Pero, cuando siento que no estoy en peligro, ¡qué coño!, disfruto de eso, hasta el máximo. Si me equivoco y me caigo, me levanto cuando puedo y sigo mis pasos. Pero lo que no voy a hacer es dejar de seguir caminando. ¡Ya ves!, caminando te encontré y ahora resulta que soy especial para ti. Cuando lo que no sabes es que si me crees especial es porque estoy a tu lado. No lo soy, tú me haces parecer así.

Estas mujeres no sólo practican sexo con pasión desenfrenada. Sus conversaciones filosóficas también son elevadas. De la especificidad de la carne a la especialidad del alma. En fin, que cada un@ asimile lo que buenamente pueda. Yo como narrador, estoy escaso de frases que sean meridianamente claras. Si alguien me habla así algún día, me rindo a sus pies y me hago su fiel servidor sin necesidad de que me dirija más la palabra. Con las que se han dicho hasta ahora, me bastan…

La divertida tarde está pasando rápidamente. Anne tiene que volver a casa de Sergio, le ha prometido llegar un poco más temprano para cenar y pasar unas horas con él. Desde que Anne llegó a Roma para la recepción de la embajada, hasta este momento casi no han tenido tiempo de disfrutar el uno del otro. ¡Lo peor de todo es que se supone que está viviendo en su casa!

/…/

Todo se planificó hace tiempo… La ingeniera en robótica, ha diseñado y coordinado el proyecto de un sistema automatizado de fabricación de piezas de automóvil, el montaje de la instalación se ubica en un polígono industrial a las afueras de Roma. Su empresa le ofrece la estancia en un lujoso hotel durante el tiempo que lleve la instalación inicial. Pero Anne, con el insistente ofrecimiento de Sergio, decide quedarse en casa de su amigo. Eso sí, aportando una cantidad de dinero para los gastos y haciendo una gran compra de aprovisionamiento de todo lo necesario en la casa. Sergio está feliz de poder tenerla a su lado, el trabajo se prevé que dure como mínimo un mes. Tienen una amplia lista de cosas por hacer, sitios que visitar, noches de fiesta que disfrutar…

Esos eran los planes, pero como todos sabemos, los planes se hacen para no cumplirlos o para modificarlos sobre la marcha sin previo aviso. –Ironía del narrador- Ya el primer día de la estancia de Anne en Roma, Paola entra en su vida. Todo cambia, con un ─Hola, me llamo Anne Salter. ─Hola, soy Paola Bonardi. Sergio pasa de tener a su querida amiga en casa, a suponer que comparte su piso con una amiga que la mayoría de las noches duerme fuera y que casi no ha visto… ¿desde la recepción? La buena amistad que les une y la agradable sensación de percibir la felicidad de su amiga, hace que el cambio de planes carezca de importancia. Sergio es un excelente amigo.

Los días van pasando, Anne se reparte entre su trabajo, la relación con Paola y unos escasos pero buenos momentos con Sergio. A veces tiene que desplazarse un par de días a Florencia, pero enseguida vuelve y el tiempo programado para la instalación se amplía por algunos problemas técnicos, ya previstos y bastante habituales en una instalación compleja como ésta. Así su estancia se extiende hasta duplicarse.

Pronto volverá a  Fiesole, aunque tendrá que volver de forma asidua, al menos al principio. Uno o dos días a la semana comprobará el desarrollo del montaje y la corrección de las anomalías que detecte. Enseguida tendrá que separarse de su preciosa dama. ¿Cómo asumirán la separación? ¿Seguirá su amor siendo tan fuerte? ¿Se resquebrajarán sus sentimientos y sus sinceros deseos?

“El amor que todo lo puede, ¿la distancia todo lo acaba?”

Una noche de tantas, abrazadas en la cama, disfrutando de estar simplemente juntas, de sentir sus corazones latir sin prisas, respirando al mismo compás…

─Anne, ¿has amado de verdad a alguna de las personas que han compartido la piel contigo?

─Por supuesto. Las he querido a todas. Aunque fuese una única noche. He amado con todo mi corazón.

─Pero te has ido sin dar una segunda opción.

─Sí, no podía ser de otra manera.

─¿Por qué, amor?

─Porque yo no era la persona indicada para cada una de esas personas. Ni ellas eran las que debían compartir mi libertad. Por eso, no son ni mejores ni perores que nadie. Todo lo contrario, todas han sido mucho mejores que yo.

─¿Lo nuestro tiene fecha de caducidad?

─Claro, como todo lo humano.

─Me avisarás cuando llegue el momento.

─No te avisaré, si ese momento llega, las dos lo sabremos. Pero pase lo que pase, mi vida, tú eres ya parte de mí, como mi boca, mis ojos o mis manos.

─Con ser parte de tus ojos, ya soy totalmente feliz.

─Cada día, en cada momento, cuando alguien me ve a los ojos ¿sabes lo que ven en ellos? ¿Sabes lo que están viendo?

─Lo qué, amor.

─A ti, tu alma, tu esencia estará para siempre conmigo. Eres el reflejo de mis ojos, la razón de mi ser.

Amor, quédate en mis ojos, no dejes de mirarme,

me quedaré la vida entera contemplándote.

Dame tu sonrisa, aquí tienes la mía,

la luz de tus ojos me colma de alegría.

Ser la llama que los habita, en ellos permanecer.

Sentir como ves cada nuevo amanecer.

Compartir tus pensamientos, tu manera de amar.

Amor, déjame que te ame, toda la eternidad.

─Si nuestro amor se acaba, siempre seré tu amiga. No tengo duda.

─La pasión que se convierte en amistad, puede ser el mejor de los regalos o el mayor de los castigos, el que no ves de frente, el que se oculta bajo la sonrisa de la venganza.

─Yo sería incapaz de sentir odio y rencor hacia ti. Lo que siento contigo es mucho más de lo que nunca pude llegar a desear…

“Estudios de la conducta humana, avalados por famosos antropólogos y psiquiatras, afirman una verdad de dudosa coherencia para mi entender. El amor y el odio tienen el mismo ciclo cardiaco, de forma que matar produce el mismo efecto en nuestro corazón que un orgasmo. No se descuiden, ténganlo presente  ¡cuídense!…”

Han pasado dos meses y medio desde que Anne llegó a Roma. Es domingo y son las 5:00 de la tarde, han comido en casa y la están recogiendo un poco. Anne se viste. Llega el momento no deseado, la hora de pasar por el piso de Sergio, pedirle disculpas y darle alguna que otra explicación por no dedicarle ni un instante en su último fin de semana en su casa. Recoger sus cosas, bajarlas al coche y arrancar camino de Florencia. Trescientos kilómetros de autopista y un tramo de carretera hasta Fiesole. Alrededor de tres horas de viaje, siempre y cuando no encuentre mucho tráfico. Pero lo peor de todo es separarse físicamente de Paola. Tener que pensar en cuándo se verán, cómo, hasta cuándo... Si sus sentimientos soportarán la distancia o la misma les hará ver todo de otra manera…

─¿Ya te has vestido?

─Sí, tengo que irme ya, sino llegaré muy entrada la noche a Florencia. Aún tengo que preparar algunas cosas para mañana. Y necesitaré descansar y dormir algo.

─Anne… Pensaré cada minuto en ti hasta que nos veamos de nuevo.  –Muy apenada, una lágrima se escurre por su mejilla-

─Yo también. Ya lo hemos hablado, cielo. Nos veremos el próximo viernes por la noche, antes si tú puedes solucionar la reunión del viernes. Será un finde inolvidable. Ahora me toca sorprenderte.  –Se esfuerza por sonreír, pero la congoja está en su interior-   No hagamos de esto un drama. Por favor, no quiero verte triste, no puedo con ello. Piensa que aunque estuviéramos las dos en Roma casi no nos podríamos ver por nuestros trabajos.

-Me voy a cambiar y nos vamos a casa de Sergio.

La pareja sube al coche de Paola y llegan al piso del diplomático en veinte minutos. En Anne no hay divertimento en el ascensor del coche, no se queda absorta viendo Roma en su desplazamiento, no salen casi palabras de su boca y menos ingeniosas y divertidas. Sólo puede, de vez en cuando, desviar su mirada pensativa del frente y fijar sus ojos en su amante, acariciar con su mano su pierna o tocar su cara o un mechón de pelo con infinita ternura. Ninguna de las dos es capaz de ocultar su tristeza.

Tienen suerte y encuentran un hueco libre al lado del coche de la española. Se bajan, Anne toma de la mano a Paola, le da un beso. Llegan al piso de su amigo y éste las recibe con una gran sonrisa.

─Anne, por fin habéis llegado ya me estaba preocupando. Perdón soy un maleducado, estoy algo nervioso. Pasad, no os quedéis en la puerta. ¡Anita, échame una mano! ¿no?

─Sergio, te presento a Paola Bonardi. Paola, este hombre algo estresado por la presentación es mi gran amigo Sergio Aranguren. Vamos al salón y nos sentamos un rato. Sólo un ratito que luego me voy por ahí a las tantas de la noche y necesito descansar un poco para mañana no parecer una zombi en el trabajo.

─Hola Paola, encantado de que al fin ponga cara a la exacta, detallada y perfecta descripción que Anne me hizo de ti. Creí que fanfarroneaba, pero para nada. –“Cierra la boca que te babas, chaval”-

─Hola Sergio, me alegro de conocerte. Anne me habla muy bien de ti. Y creo que tengo que darte las gracias por lo que acabas de decir. Jajajaja.

Anne sonrisa a discreción, no interviene para nada, con su sonrisa y su mirada ya habla. Está más que encantada y muy expectante.

─Sí, aunque últimamente me ignore…, creo que me quiere un poquito. Es una tía genial. Yo la quiero mucho.

─Bueno, en eso de que no te haya dedicado su tiempo, creo que yo tengo bastante culpa. Por lo menos últimamente…

─Desde que te ha conocido ya no tiene tiempo para nadie más. Jajajaja Pero viéndote ahora, tengo que perdonarla por abandonarme por una belleza como tú. Sería una idiota si no lo hubiera hecho.

Anne se despierta de su nube de felicidad.

─Gracias mi amigo. Estoy totalmente de acuerdo. Si no os importa, viendo que os lleváis tan bien, voy a recoger las cosas. ¿Por qué no vais a la cocina y traéis algo de beber? –Levantándose de su asiento-

─Sí, por supuesto. Estoy lento de reflejos hoy. ¿Qué me pasa?

─No te preocupes, a mí me pasó lo mismo al conocerla. Es un efecto hipnotizador que causa esta mujer.  No la veas fijamente a los ojos o te quedarás en trance el resto del día. Jajaja –Casi ya desapareciendo por el pasillo hacia la habitación.-

─No le hagas caso, ella es la que cautiva con sus espectaculares ojos.

─No es cuestión de hacer valoraciones ni comparaciones, pero las dos sois unos bellezones y juntas hacéis la pareja perfecta.

─Eso último me ha encantado, que hagamos una estupenda pareja es mi mayor deseo. Ya sé que nos conocemos desde hace poco, pero te puedo asegurar que la quiero con toda mi alma.

─Anne está nerviosa. Eso sólo tiene una explicación, que le gustas de verdad y quiere que nos llevemos bien. Desde que está contigo, tiene un brillo nuevo en sus ojos.

─Me insistió en que te conociera hoy. Yo tenía miedo de que no fuera ha caerte muy bien, después de “secuestrarla” este tiempo... :-)   Pero ella me aseguró que no sería así. Realmente se nota que sois grandes amigos. Tú le importas mucho.

─Por supuesto. Anne es una persona muy especial, con un gran corazón y muy noble. Nunca haría daño a nadie intencionadamente. Es la sinceridad en persona. Imposible conocerla y no adorarla.

Anne asoma su cabeza por la puerta del salón.

─¿Pero todavía estáis hablando y no habéis ido a por las bebidas? ¡Menuda la que he liado…! He juntado al hambre con las ganas de comer. Ya soy un cero a la izquierda en menos que canta un gallo. –sonrisa de satisfacción porque se lleven tan bien dos de sus seres más queridos, vuelve corriendo a la habitación.-

─Elevando la voz para que Anne, lo escuche desde allí.- Paola, vamos, acompáñame a la cocina sino vas a conocer su mal carácter antes de tiempo. –Le guiña un ojo cómplicemente. Nunca ha visto a Anne enfadada de verdad, o cabreada por algo sin un claro motivo.-

Los dos nuevos amigos, enredan preparando algo para picar y algunas bebidas frías. Son ya las 6:30 P.M. Con un poco de suerte Anne no saldrá antes de las ocho, más tres del viaje, llegará muy tarde y agotada como para ponerse a preparar una cena. Su amigo lo sabe y Paola también lo intuye, por ello se están esmerando en preparar algo.

Anne aparece por la cocina, recién duchada y cambiada de ropa. Lleva puesta una camiseta blanca que marca su figura e ilumina su bello rostro y unos pantalones vaqueros ajustados que le caen perfectos. Está descalza y su pelo está mojado y graciosamente revuelto.

Los dos tontuelos, se dan la vuelta hacia ella y al verla se quedan embobados.

─¡Ey! ¿Ha pasado un ángel o estabais hablando mal de mí? Os habéis quedado lelos. Hola, conectando con la tierra, ¿hay alguien?

─No ha pasado un ángel, ha venido y se ha quedado con nosotros. Estás impresionantemente guapa, amor.

─Lo secundo. Anita, eres normalmente bella, pero hoy estás irresistible.

─¡Vaya! Con vosotros a mi lado, no echo tanto de menos a mi abuela. Jajajaja   –Se acerca a ellos, se coloca entre los dos y les echa un brazo por el hombro a cada uno.-  Pero lo sabéis y si no os lo digo, que no me gustan las mentiras, aunque sean mínimas y piadosas, ni siquiera para que me aleje de vosotros con una sonrisa.   -Le da un cariñoso y sonoro beso en la mejilla a Sergio y le planta un rico beso en la boca de su amada.-   Gracias, yo también os quiero. ¿Habéis preparado una merienda para que no me muera de hambre? ¡Está bien! Sé que a veces soy un poco desastre con mi vida, pero con vosotros a mi lado, ¡mi vida es perfecta!

Llevan a la mesa del salón todo lo preparado y entre risas, comentarios y unos cuantos bocados, pasan un rato muy agradable.

Son las 20:30, Anne mira su reloj, su corazón da un salto, su cara se apaga por un momento. Sus amigos se dan cuenta de lo que pasa.

─Ehhhh… pues…. ya es muy tarde, no puedo alargar más mi salida.  –Se levanta-  Recogemos esto y me voy.

─De eso nada, esto lo recojo yo luego, no os entretengáis más.

Todos se levantan. Anne se acerca a Sergio y lo abraza con todo su cariño.

─Gracias por ser mi fiel amigo y perdóname por no dedicarte mi tiempo siendo tu invitada. Te debo por lo menos un “finde” de fiesta a la española, ¡prometido!  -Dos besos.-

─No me debes nada, pero a la fiesta me apunto. Jajajaja. Te quiero, cuídate, nos vemos pronto. Envíame por  lo menos un WhatsApp cuando ya estés en casa para que sepa que has llegado bien.

─Sí “papi”. No me olvidaré. –Una intensa mirada a los ojos-  Te quiero. Gracias, Sergio. :-)

─Paola, ha sido un verdadero placer conocerte. Estoy muy contento de que hagas así de feliz a Anne. Considérame tu amigo a partir de ahora.

─Muchas gracias. En este tiempo he conocido a dos personas muy especiales. Las dos sois ya parte de mi vida. A mí también me gustaría apuntarme a esa fiesta española ¿puedo?

─Anne y Sergio a la vez-   ¡Apuntada!  Jajajaja

Anne recoge dos maletas y una mochila de la habitación y se dirigen a la puerta de salida. Se despiden del anfitrión y la pareja baja.

Acomoda el equipaje en el maletero. Se acerca a Paola y la abraza con intensidad durante largos minutos.

─Srta. Bonardi, la quiero más que a mi vida. Gracias por regalarme los mejores días de mi existencia, lo he disfrutado desde el momento en que percibí tus felinos ojos verdes fijos en mí. Esto es un, hasta el viernes, cinco diítas que pasan en un suspiro. Además, te aseguro que si paso una noche más en tu casa, me tendrías que llevar a urgencias por un síncope de esos chungos de los que no te recuperas del todo. Jajajaja

─Jajajaja Te amo, Anne. Quiero que seas libre para amarme y que mi amor no te haga sentir esclava de mi sentimiento. Te veo el viernes. Aún no te has ido y ya me muero por verte de nuevo. Cuídate, ve al gimnasio, tómate un complejo vitamínico, porque estos días no han sido los mejores de tu vida, amor… :-)    Llámame cuando llegues. Primero llama a Sergio y luego permíteme que sea la última en darte las buenas noches.

Se ríen, se besan, se abrazan con fuerza, en sus ojos se reflejan, unas lágrimas caen sin poder retenerlas. Se despiden y se alejan.

Tres horas después, Anne llega a su casa en la Toscana. Está agotada, deja sus cosas tiradas en la habitación y cae rendida en la cama con los brazos y piernas abiertos. La mide con la vista, bota su cuerpo sobre ella, la siente extraña. Cierra los ojos, intenta relajarse. Por primera vez en mucho tiempo, siente la soledad no buscada. En este momento desearía abrirlos y ver a Paola a su lado. Se entristece por un instante, pero no deja que esa sensación la invada. Está feliz por sentir como siente. Lo demás carece de importancia.

Salta como un resorte de su cama, coge del armario alguna ropa cómoda y entra en el baño. Una ducha es la mejor terapia para refrescar el cuerpo y el alma.

Una vez leí que el amor es como los huéspedes, lo que importa no es creer en ellos.

Sino saberlos recibir cuando se presentan, aprovecharlos mientras están,

y despedirlos con cortesía cuando se marchan.


“Si al leer, dejas medio abierta la puerta de tus emociones, puede que la historia te envuelva lentamente.  Empezaré buscando tu sonrisa, entre cada palabra siempre que quieras estará la mía aguardando. Si en algún momento consiguiese provocar tu risa, me escucharías acompañándote. Y si alcanzo a lograr que una lágrima de emoción se deslice descuidada por tu cara, sentirás de mi mano una caricia, de mis ojos el consuelo de tus tuyos y tus lágrimas serán mis lágrimas…”  ;-)

Mil gracias por leer, muchas más por comentar y valorar. Por soportar mi locura y hacer que durante unos minutos sea también la tuya.

“No hay relato perfecto sino perfectos comentarios. Gracias”

chapis (ID: 1377535) : Mi enhorabuena porque seas una ávida lectora, dice mucho de ti que te guste disfrutar de la lectura. Hace muy poco leí algo que espero que compartas “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.” Permíteme ser la amiga que espera a que leas la próxima entrega y cuando esto suceda me ilumines con tu sonrisa. :-) Haré todo lo posible para que tu positiva opinión se mantenga hasta el final. ;-) Sólo te voy a pedir algo a cambio, que no desesperes por la tardanza en publicar. Quiero que el relato te guste sin dudar y para eso lo tengo que trabajar. Muchas gracias. Besos

HombreFX (ID: 853437) : Como siempre ahí para animarme con tu apoyo. Espero que cuando algo no te parezca a la altura, también me lo digas. Cuento con tu sincera crítica.  Muchas gracias. :-)  Un saludo.

aurora la diosa (ID: 1363822): Muchas gracias, Adi, ¡de verdad! Si fuese algo pretenciosa ya me creería hasta una buena escritora. Pero con ser una aficionada de tercera, que disfruta a tope con este loco reto, me llena y supera todas mis expectativas.

Hablas del “equilibrio perfecto”, para alguien como yo, que siempre se mueve de puntillas sobre la cuerda floja de la vida…, no sé, puede que de tanto ver el abismo…, pretenda equilibrar en papel lo que en la realidad es un rotundo desequilibrio. Hace unos años buscaba la perfección en todo y descubrí que en un mundo que tiende al desorden constante, la perfección es un concepto abstracto y poco realista. Desde ese momento, cuando veo un cuadro girado, no lo coloco en “su equilibrio perfecto”, lo dejo como está, porque pienso que quizá es así como es feliz y así quiere que lo vean. Te puedo asegurar que si intentas enderezarlo, tarde o temprano el cuadro volverá a posicionarse como el primer día que lo advertiste...  Yo, soy un poquito más feliz, desde que aprendí esto. El amor, en sentido general, es libre, amplio y generoso, pero se mantiene de pie en “imperfecto equilibrio”, porque nuestra naturaleza es esa. Menos mal, sino sólo algunos elegidos lo vivirían y otros, los menos, podrían escribir sobre ello. Anne y Paola lo están descubriendo, veremos como les va…

No sé si agregarte como personaje de este relato, jajaja. Desde luego, yo no disfrutaría esta historia de la misma manera sin la compañía de todos y cada uno de los comentarios. De hecho, la frase de Anne “No me lo merezco, pero gracias”, no era así en un inicio. Modifiqué el diálogo para que cuadrase en la historia. Antes de estar en el relato, surgió escribiendo el agradecimiento a tu comentario. De alguna manera quise unir lo que para mi es indivisible, el hecho de publicar con el motor que me motiva a hacerlo, la sintonía con quien disfruta de lo que escribo. Por tanto la frase es toda tuya. ;-)

Jajajaja, Entre “señorita” :P y “doñita” >.<, me tenéis bien contentita, ¡Qué peligro tenéis los dos! :D  ¡Oye! No os hagáis amigos, que os veo venir, jajaja. De parte del narrador y de ésta tu humilde servidora, mis especiales gracias por esas dedicadas palabras y por tu apoyo.  Mmmm, cuando te vuelves “intrigosa” con ese ¿por qué será?, me tuteas, ¡vaya!, muy agradable la sensación. :-) Buen efecto, pasar del, usted, distante y a la vez lúdicamente cercano al, tú, próximo. Sutil y cómplice…, me quieres embaucar para obtener información y para ello me adulas con que soy una linda ovejita. Jajajaja, ¡Señorita, es usted peligrosa y además astuta! XD. Te respondo por tutearme de esa manera. :P ¿Miedo?, desde luego que no, más bien será la ironía que recorre sus venas. Es más libre que yo para hacer y decir lo que quiera, es ajeno a cualquier tipo de reparo y de responsabilidad moral. Podría despedirlo con viento fresco, por ser tan indiscreto, pero antes que narrador es mi fiel amigo. Que me acompaña en mis veladas noches de escritura. Siempre dice lo que siento y lo que no reflejo. Cuando me gasta una jugarreta de este tipo, le muestro mi temperamento oculto, pero de poco me vale, porque me mira con ojos de gatito tierno, me rompe los esquemas y ya no sé ni por qué le estaba reprendiendo. Ya ves, misterio resuelto, no le inspiro ningún miedo. De inspirar algo, prefiero inspirar más nobles sentimientos.

Así que, por lo que intuyo, las dos somos unas “dulces corderitas”, jajaja.  Yo, porque tú lo dices después de leer lo hasta ahora escrito, “sigue dudando… y acertarás”. Y, tú, porque te sonrojas con mis… ¿lisonjas?, jajajaja, mientras que me sonrías, cuidaré de tu sonrisa. Siempre ha sido mi meta escribiendo, provocar dulces sonrisas. Gracias por las tuyas.

Lisonja: Alabanza afectada, para ganar la voluntad de una persona. Me declaro totalmente culpable de tal acción. Pero como el huevo y la gallina, ¿quién fue primero?

Adúlame, ¡que digo…!, coméntame libremente, como a ti te apetezca. :D  Yo mientras que me lo permitas seguiré siendo lisonjera (lisonjera: que agrada y deleita), XD porque así soy con quien sinceramente me transmite que así sea. Y si me equivoco ¿me lo cuentas?

“Que las fuerzas positivas me cuiden de las dulces corderitas que de las lobas me cuido yo solita.” Jajajaja.

GRACIAS, Adi.

Desde España para México, con todo mi cariño, mi humor y mi respeto. Besos.

scorpio10 (ID: 1387302) : Muchas gracias. Cada vez que una buena escritora se acerca a saludarme, me siento muy honrada. Mi origen escribiendo es la rima, es mi expresión natural, la que me permite fluir de otra manera. El relato breve es un nuevo reto que estoy disfrutando. Gracias por tus historias, creativas, originales, inteligentes, con un toque de humor que me encanta, excelentemente llevadas. ¡Te felicito! :-) Hay un comentario que ha captado mi atención especialmente. Cuando dices que antes de publicarlo, no lo revisas en exceso, porque sino lo retocarías tanto que la historia sería otra.  Jajaja, lo comparto totalmente. Me lleva tanto escribirlo como pulirlo, mil veces lo leo otras tantas lo modifico. Y cuando por fin lo publico, porque las ganas de respuesta me pueden, intento olvidarme del arduo pero gustoso proceso y disfrutar de que otros ojos lo hagan suyo. Espero tus nuevos relatos, que sigas leyendo éste y que te siga gustando. Saludos.

Peke (ID: 1381332) : Hola Peke, ¡Ahí va! pues si parece que te ha gustado, sí… ¡Bueno…! A ver si voy reaccionando, me has bloqueado el sistema de respuesta inmediata, :-) veremos como lo soluciono…  Me lo has puesto complicado para encontrar las palabras con que agradecer tu impresionante comentario…

Lo primero, muchísimas gracias, por entrar, saludarme y quedarte un ratito. Ya sé que no te sobra el tiempo, por ello valoro tu espléndido regalo. Mi puerta está siempre abierta, crúzala cuando quieras. :-) Me has dado una enorme alegría. Mi sincera admiración va por delante y es todo un privilegio que compartas conmigo tu opinión. No, no, no, no te quedes “sin palabras” por favor, que las necesito para seguir leyendo y sonriendo contigo. ;-)

Dices que te gustan los comentarios extensos… y a mí, pero si breve y concisa me dejas doblemente aturdida. Si ese estado te provoca el relato…, mejor es que deje de publicarlo ¿no? Sin palabras, muda y con ansiedad, tú eres la profesional, pero creo que si vas a urgencias con este cuadro clínico, te ingresan. :D

Ya ves, me da por decir gansadas, pero que quieres que diga si lo releo y desvarío. :-)

Peke, si sólo con visitarme estoy más que halagada, vas y me sueltas estas palabras... Pero vamos a ver, si la que se ha adjudicado el papel de alucinada, apasionada y anormal soy yo… jajaja ¡Imposible responder con cordura! Tú eres la excelente escritora, cuidada y detallista, sí, controlando con soltura tu corte de entregadas seguidoras. ¡Otra que ha perdido la mesura y más!  ¡Qué no es para tanto la lectura…!  ¡Qué exageradas que sois!

Indescriptible…, si lo dices con la misma intensidad que Ainhoa, la que va a urgencias soy yo. :DD

¿Qué te he dejado enteramente maravillada...? ¡Mmmm!, como suena la frase… Nunca me habían dicho algo semejante. :-)  Sinceramente, no tengo ni idea de cómo se consigue maravillar a nadie. ¡Ay…! En la memoria de mi corazón queda tatuada tu frase. ¡Eres un cielo!

Me encanta tu sonrisa. Siempre suscitas la mía. Hace que mis pensamientos vuelen, buscando como provocar que aparezca de nuevo. Llena de sentido que escriba. La agradecida soy yo.

Dejar sin palabras a una escritora, no es un delito. Pero provocarme de esa manera… seguro. :P

Estoy por publicar cada día, si cada vez me regalas un comentario.

Pero si son como éste, no duraré demasiado.

Me gusta contestar a cada uno, según los voy recibiendo.

Para volcar con palabras agradecidas todo mi sentimiento.

Pero en esta ocasión especial, esto ha sido imposible,

porque expresar lo sentido es totalmente INDESCRIPTIBLE. ;-)

Espero que te hayas encontrado entre mis agradecimientos en el primer capítulo, no por ser el último es menos especial, imposible olvidarme de ti. Siente este relato tuyo, porque sin tu magia no existiría.

No es fácil bloquearme de esta manera. Ganas por KO técnico. Peke 1 Lucerla 0. :D

GRACIAS por tus palabras sinceras, por tu encantadora sonrisa y por tus dulces emociones.

He volcado todo mi cariño, mi respeto y mi admiración en cada una de estas palabras, para que tú las hagas tuyas. Besos.

Cuando un día amigo termina otro amistoso comienza para que tú decidas como lo vas a vivir. No lo desperdicies, nunca lo volverás a ver. ¿Lo vas a dejar marchar sin haberlo tratado como un amigo se merece?

¡Hasta la próxima entrega! Cuídense y no me olviden, yo no lo haré. ;-)