Un socio del gimnasio me invita a su casa II

Llega el día que voy a casa del socio del gimnasio. ¿Pasará algo o solo cenaremos? Lee y descúbrelo.

UN SOCIO DEL GIMNASIO ME INVITA A SU CASA  II

Espero que sea del nivel de las expectativas , como me dijo un lector …jajajaj.

Aquí os dejo la segunda y última parte de este relato.

Termino la segunda paja dedicada a Raúl y me meto en la ducha. Me enjabono bien todo el cuerpo, paso las manos por mi torso fibrado, por mis sobacos peludos, me limpio bien el capullo para que no que ni una gota de lefa y termino con mi culito. Me lo lavo a fondo. Abro las cachas poniéndome en pompa y limpio bien a dentro metiendo los dedos, lo que hace que mi polla de un pequeño indicio de erección.

Salí de la ducha, me sequé y, así, como estaba, me fui a tirar al sofá. Me encanta estar en bolas. Es de las mejores sensaciones que puedes disfrutar solo y gratis.

Me puse Netflix en la tv y empecé a tontear con el tlfn.

Abrí Instagram y vi que tenía un circulito verde, era Raúl. Me había metido en mejores amigos. Abro la historia y veo que es un Boomerang moviendo la pierna en el sofá, donde se intuye, aunque no se ve nada, que está en bolas.

Mi oportunidad para comenzar a jugar.  Le escribo a la historia.

-          ¿Eso para “mejores amigos”? Si eso sale hasta en las pelis de Disney- se lo mando con un Emoji sacando la lengua

-          Poco a poco. Me acabo de hacer esto y no sabía lo que eliminan o no. Aunque alguna amiga me ha metido y suben mucho más que esto- me dijo al segundo de escribirle

-          Yo subo cosas más fuertes en el mío.

-          ¿Y qué subes, chaval?

-          Pues cosas-le digo-no tanto como a Twitter, pero si más que lo que has subido tú…jajajajaj

-          Jajajajaj…que fuerte, tío. No me imaginaba que eras tan lanzado

-          En el curro me tengo que controlar. Estoy de cara al público. Aparte de que a nadie le interesa lo que hago en mi intimidad

-          Si, si , claro. No me refería a eso. Perdona.

-          No te preocupes. Siento si sonó borde.

Subo una historia a “mejores amigos” y le añado. A los dos segundos me contesta.

-          ¿No dices que subes cosas más fuertes?...jajajajjaj

-          Se me ve más que a ti. A mí, al menos, se me ve la cacha del culo.

-          Pero el mío es de ahora. El tuyo es de otro día

-          ¿Eso crees? Yo estoy ahora en bolas en el sofá, también.

Fue lo último que hablamos. No decía nada más, ni llegó a leer el último comentario.

Lo dejé pasar y me puse a echar un vistazo a las app de ligoteo. Tengo varias, aunque ninguna vale para nada. Pero me entretengo un rato cuando no tengo nada que hacer.

Pasó un rato y me puse a cenar. En eso estaba cuando noté que me vibró el tlfn.

-          Perdona, tío. Me llamó mi novia al ver la historia

-          ¿Se enfadó? – le contesté

-          No, no…todo lo contrario. Hoy estaba contenta, en todos los sentidos. Me respondió con una foto de ella desnuda. Y…bueno, la cosa subió de temperatura. Vamos, que le enseñé más que en la foto que viste…ajajajajaj

-          Vamos, cabrón. ¿Qué te hiciste un pajote con tu chica?

-          Ya ves, y me he tenido que ir a duchar. Bueno, me voy a acostar que me quiero levantar temprano. Hasta mañana.

-          Hasta mañana- le contesté, pero ya ni lo leyó.

Terminé de cenar y me metí en la cama. Eché otro vistazo al Instagram y vi otra historia de mejores amigos de Raúl. En esta ocasión se veía que estaba en la cama, se le veía desde el pie hasta la cadera. Se le veían los pelos de la polla, pero esta estaba tapada con la sábana. Soñé con esa imagen. Y tanto que soñé. Tuve una polución nocturna soñando que se la comía. En el sueño no era Raúl, vamos, no era su físico, pero era él. Ya sabéis lo que pasa en estos casos.

El día se me pasó súper lento. Estaba deseando que llegaran las 20 para ir a casa de Raúl. Se que me estoy haciendo ilusiones, pero sólo con estar a solar con él en su casa. Verle aunque fuera sin camiseta tan cerca, ya hacía que se me abriera el ojal de par en par.

A las 19 me metí a duchar. Lavé mi cuerpo a conciencia. Como hice anoche metí los dedos en mi culo para limpiarlo bien. Inclusive me hice una lavativa, por si acaso. Más vale prevenir que curar

A las 19:45 salí de casa en dirección a la casa de mi crush. Llamé al telefonillo, y subí. Cuando llegué a su planta la puerta estaba abierta, y entré.

-          ¿Hola?- dije metiendo la cabeza.

-          Si, pasa. Estoy en la cocina. Al fondo a la izquierda.

Llegué a la cocina y le vi con un delantal, sin camiseta. Al menos me iba a recrear un poco la vista. Que hombros, que pechos se le marcaban. Los pelos de los sobacos sobresalían ….mmmmm, que morbazo. Menos mal que llevaba pantalones anchos y no marcaban nada, porque podría haberme contado las venas del rabo si fuera embutido.

-          ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido el día?- me dijo al verme entrar en la cocina.

-          Bien. Tranquilo- no le iba a decir que había estado todo el día pensando en él- he traído vino. No sé si bebes, la verdad.

-          No bebo mucho, pero de vez en cuando y en ocasiones especiales, si le doy al “drinking”- me dijo haciendo el gesto de beber y levantando así el brazo y dejándome ver ese matojo de pelos.

-          ¿Te ayudo en algo? -necesitaba pensar en otras cosas para bajarme la calentura.

-          Pues si quieres ir poniendo la mesa. Así adelantamos.

-          Vale. ¿Dónde tienes los cubiertos y los platos?

-          En ese armario están los platos y los vasos y en este cajón, los cubiertos- dijo esto señalando el mueble y abriendo un poco el cajón que me decía.

Cogí los platos y los vasos. Una de las botellas de vino y me fui a llevarlo al salón. Volví a me acerqué a él para coger los cubiertos. Se echó a un lado para que lo pudiera coger y me dio la sensación de que iba en bolas. Pero no podía ser. Sería mi imaginación y las ganas de verle.

Volví al salón y terminé de preparar la mesa.

-          Pon la tv , si quieres, y ves eligiendo una peli para después de la cena. Esto está casi listo y enseguida lo llevo.

-          ¿No necesitas más?

-          No, tranquilo.

A los 5 minutos, yo aún seguía eligiendo peli, entró al salón con la comida.

-          Listo. Vente a sentar- me dijo. Giré la cabeza y ya estaba sentado a la mesa.

-          ¿No te quitas el delantal?

-          Si estuviera sólo si lo haría, pero estoy desnudo y no es plan de comer con todo al aire.

Mi cara tuvo que ser un poema, porque volvió a hablar

-          Perdona, me voy a vestir.

-          No pasa nada-dije tragando saliva- no me lo esperaba. Sólo es eso

-          ¿Seguro?

-          Si, seguro. No me esperaba que estuvieras desnudo.

-          Cómo hablamos de eso, me dijiste lo de Twitter, y demás… di por echo que no te molestaría.

-          Claro que no me molesta, pero no me lo esperaba. Sólo es eso. ¿Te quedarás en bolas viendo la peli?

-          Si a ti no te importa…Y tú puedes despelotarte si quieres, también.

La cena pasó sin más. Comimos hablando de entrenos, de gente del gym, de su novia… Cuando acabamos recogimos la mesa y en ese momento, cuando me puse detrás de él para salir del salón vi ese culazo.

-          Jooooooder- se me escapó.

-          ¿Si?- me preguntó

-          Nada, que casi se me cae el plato al suelo.

-          Ah vale- Y volvió a girarse dejando ese culazo, redondo, duro y con una capa suave de vello a mi vista.

Creo que no podré despelotarme. Se me va a poner dura enseguida.

Me puse a limpiar los platos, que menos que si soy el invitado le ayude a limpiar.

-          Ni se te ocurra. Ya lo hago yo, luego.

-          No, tú cocinas. Yo limpio.

-          Cómo quieras. Limpio la mesa y nos sentamos a ver la peli.

Cuando entré al salón vi el delantal sobre la mesa donde habíamos comido. Se me secó la boca de los nervios, el corazón me latía a mil por hora. No le había visto aún porque estaba justo en el sofá que daba la espalda a la puerta.

Justo cuando me puse delante del sofá para sentarme en el otro, se incorporó y se quedó sentado abierto de piernas. Y lo vi.

La imagen si alumbro como cuando en las pelis aparece el tesoro.

Pude verle, entero…Pectorales duros, pezones redondos y oscuros algo puntiagudos, un abdomen plano y marcado con el sixpack. Vello desde el pecho hasta el ombligo, no demasiado. Un caminito de vello que crecía en cantidad según se acercaba a la polla. Y ahí estaba. Una polla flácida que reposaba sobre dos buenas pelotas. Ambas cosas descansando sobre el sofá. Llevó su mano al paquete para colocársela y no llegar a sentarse sobre ella.

Mi cara iba de su sonrisa perfecta a su polla, de su polla a su cara….Me quedé de piedra.

-          ¿Qué te pasa? ¿Has visto un fantasma? - dijo a la vez que se levantaba y se acercaba a mí.

-          No, es que no me esperaba que estuvieras desnudo de verdad- es lo primero que salió, aunque ya le había visto el culo por el mandil.

-          Si te incomoda me visto. Lo he hecho porque no pensé que te sentara mal.

-          No, tío. No me sienta mal, sólo que es la primera vez que un colega hetero, se me queda en bolas, sin ser en el vestuario de un gym. Sólo es eso.

-          Ok, pues venga. Voy a por más vino y ponemos la peli, ¿vale? Ponte cómodo si quieres.

Salió del salón. Yo aproveché para quitarme la camiseta y descalzarme. No podía quitarme los pantalones. Aparte de que iba en suspensorio, se me iba a marcar toda la polla dura. Estaba muy muy cerdo, y era imposible disimularlo.

Me senté y llegó con otra botella de vino y dos copas. Me pasó una y, parándose casi a mi lado comenzó a llenarme la copa. Su rabo estaba a escasos 15 cmtros. No tenía pinta de ser muy larga, pero por poco que creciera, si se ponía duro en ese momento, me acariciaba la mejilla con el capullo. Intentaba mantener la vista al frente, hacia la tv, pero era un imán. Y mi boca iba sola hacia ese cipote.

Por fin se sentó y me pude relajar un poco.

-          ¿No estás incómodo con el vaquero?

-          Un poco, pero me da algo de palo quitármelo no es mi casa y así en frío….

-          Si quieres te dejo un pantalón flojito.

-          Perfecto.

Salió del salón y a los dos segundos llegó con un pataloncito de runner, de esos finos, que si no llevas gayumbos se te marca hasta el DNI al correr.

Me di la vuelta para cambiarme sin acordarme del puto suspensorio.

-          Hostias, tío. Qué chulo. Yo me quiero comprar unos. Me han dicho que para el deporte son la hostia, pero no sé donde conseguirlos y por internet no me fio de la talla, ni nada.

-          Si, son muy cómodos. Yo me los pongo a menudo, no solo para entrenar. Cómo puedes ver- le dije según terminaba de subirme los pantalones antes de girarme y me viera el rabo súper duro.

-          Se que es una guarrería, pero ¿me dejas que me los pruebe?

No le podía decir que no, aparte de porque me apetecía mucho, iba a quedar de borde. Me puse detrás del sofá para quitármelos y se los pasé. El sin vergüenza ninguna los cogió y se los puso. Comenzó a mirarse en el cristal del mueble que tenía enfrente, a saltar, hacer sentadillas, zancadas, jumping….hasta que…

-          ¿Te importa hacerme unas fotos con ellos? Es para ver como me sientan y así me pido alguno. Esta talla me queda bien, ¿no? - me preguntó ante mi mirada en el paraíso.

-          Si, la verdad que es tu talla-

Debía de dejar de estar cortado, él estaba tan a gusto y normal. No era nada sexual, era simplemente un tío bueno sin pudor con un colega. Y era lo suficientemente abierto para no importarle que el tío que tenía delante fuera gay.

Me adelanté para coger el tlfn y hacerle las fotos. Al salir de detrás del sofá lo hice en bolas. La polla estaba algo morcillona, pero nada que no se pudiera disimular con ciertos movimientos o posturas.

-          Venga, modelo. Posa que te hago la sesión de fotos. Si quedan chulas tendré que cobrarte- le dije riendo

-          No te preocupes. Que te pago lo que haga falta- me dijo guiñando un ojo

Para, para, para…pensé. Cómo juegue con fuego, tendremos que llamar a los bomberos.

Comenzó a posar haciendo el tonto. Puso varias poses de culturismo y alguna de algún ejercicio de Crossfit. Y , de repente, se pone de rodillas en el sofá, dándome la espalda con el culo medio en pompa. Cuál zorrita que quiere polla y…

-          Venga, hazme la última. Esta se la quiero mandar a mi chica para que vea lo que se pierde por no haber venido- y se echó a reír.

Yo no pude, En este momento mi cerebro no funcionaba. Toda mi sangre, oxígeno, pensamiento….estaba en mi polla.

Le hice la foto y me senté enseguida con un cojín sobre mi rabo, intentando disimular.

-          ¿ Qué tal han quedado?

-          De puta madre, tío. Toma, te las paso al Whatsapp.

Se las fui pasando mientras se lo quitaba y me lo daba. Aproveché que estaba distraído viendo las fotos que me los acerqué a la nariz y aspiré el olor de sus pelotas. Se me puso tan dura, que al tener el cojín sin sujetar sobre mi polla, lo movió.

-          Ya se la he pasado a mi chica. A ver que me dice cuando la vea. Venga, vamos a poner la peli. ¿Cuál elegiste?

-          No había elegido ninguna, vi varias opciones, pero estaba esperándote.

-          A ver cuales tienes….Jumanji, la he visto. Esta, también. Ésta, me han dicho que no vale para nada. Esta no puedo, le prometí a mi chica que la vería primero con ella. Y queda esta… 365 días. A ver de que va…Parece interesante. Ya que no vamos a follar, que veamos como otros lo hacen, ¿no? Supongo que será como 50 sombras de Grey.

-          No lo sé. He oído hablar de ella y siempre la deja de lado.

-          Pues hoy es el día- Estiró la copa hacia mí haciendo que su polla rebotara contra el sofá- chin-chin- me dijo chocando las copas. Y bebimos.

Se tumbó con los brazos tras la cabeza. Yo le imité. No sin antes hacerle una última radiografía a su cuerpo, desde los pies hasta esos sobacos peludos.

Todo estaba relajado, cuando digo todo es todo. Hasta que….la primera escena de sexo.

-          ¡Joder! Quién pudiera estar así ahora mismo.

-          Gracias por la parte que me toca- le dije en plan coña

-          Jajajajaja….cabrón, no te lo tomes así. Pero estaría bien estar con una pivita así. O bueno, un pivito.

-          Tranquilo, no me lo tomo a mal.

-          Voy a ir a por alcohol. Ya que no vamos a follar, al menos bebemos

Al levantarse llevaba ya la polla algo morcillona

-          ¿Crees que es buena idea beber?

-          ¿Por qué no?

-          Porque mira sin beber y con la peli te vas animando.

-          ¿Esto? - dijo agarrándose el rabo

-          Si, claro. ¿Qué va a ser?

-          Eso es normal. Y si la peli es así se pondrá del todo, seguro. Pero no te asustes. Que no te voy a violar…jajajajajja

¿Violarme? Si por mi fuera ya estaba a 4 en el sofá con su polla dentro.

-          Jjajajajaj….más de nervios que de risa.

Llegó con las copas y nos sirvió. Ahora, para poder beber no se tumbó, con lo que estábamos los dos espatarrados, viendo la peli (yo viéndole más a él que a la peli), bebiendo, con lo cual, también, desinhibiéndonos.

Poco a poco, la peli se volvió más caliente. También puede ser que el alcohol hiciera que lo pareciera. Sólo sé que unas de las veces que le miré tenía la polla dura como una piedra y su abdomen comenzaba a estar pringado de precum.

Mi polla también comenzaba a estar muy dura y húmeda, pero no chorreaba tanto como la suya. Eso sí, mi culo pedía polla a gritos.

Se levantó a echarse otra copa y al venir a servirme a mi, su capullo llegó a darme en la mejilla.

-          Hostía, tío, perdona. Entre la peli, la sequía y el alcohol…Perdona, perdona, perdona.

-          Tranquilo, si yo estoy igual. Voy a tener que hacerme un señor pajote cuando llegue a casa.

Esto si que no me lo esperaba.

-          No hace falta. Háztelo aquí si quieres. Yo no me lo hice por respeto a ti, pero mira como voy- y se agarró la polla

-          Si, ya te veo. Está aquí tu novia y la revientas

-          Ya te digo. Menudas ganas de taladrar me han entrado con la peli. Cuando venga mi chica se la pondré, y le haré que me cabalgue aquí sentados mientras la vemos- Se sentó, abierto de piernas, a mi lado, de frente a la tv, e hizo el movimiento de que su novia estaba sentada sobre él cabalgándole según veían la tv.

-          A mi es una de las posturas que más me gustan. Así la siento bien dentro y controlo yo el movimiento.

-          La mía también. Sentir como el coñito de la tía abraza mi polla, como se sienta sobre mis pelotas y me las empapa…..puuuuffff….se agarró la polla sacando todo el capullo y liberando una cantidad bestial de precum.

-          Joder como mojas, ¿no?

-          Si, mucho. Es una de las cosas que menos gusta a mi piva. Por eso me la come menos.

-          No sabe lo que se pierde- le dije casi relamiéndome los labios de ver semejante manjar en un adonis de carne y hueso- Voy al baño- le dije

-          Hay más papel en el armarito del lavabo por si te corres mucho – me dijo descojonándose de la risa

-          Cabrón, sólo voy a mear. Ya me la meneo en casa

Cuando volví estaba haciéndose una paja en el sofá. Justo al lado de donde yo estaba sentado.

-          Perdona- me dijo cuando me vio- Es que ha salido una es cena súper caliente y aprovechando que no estabas- se le escapó un gemido.

-          Jajajajajaj….es tu casa. Haz lo que quieras

-          Pues si no te importa voy a cascármela. No aguanto más. Si quieres, háztela. Que tienes que ir súper cachondo, mira el cerco húmedo que dejaste en el cojín.

La verdad que había dejado la marca de mi raja y mi ojal en el sofá de lo cerdo que iba.

-          Estamos de buen rollo entre colegas- terminó de decir.

Yo estaba muy cerdo y no iba a perder esta oportunidad. Si se arrepentía después le podíamos echar ambos la culpa al alcohol y punto.

Me senté a su lado y comenzamos los dos con un señor pajote, yo abrí algo más mis piernas para poder jugar con mi culo. Lo que hizo que chocara mi rodilla con su muslo. No se apartó, lo que hizo fue mirarme y sonreír.

Se me escapó un gemido cuando uno de mis dedos entró a mi culo, no era mi intención, pero con la situación, el calentón y lo mojado que estaba….entró casi solo.

-          Estás disfrutando, ¿ehh? - me dijo sin dejar de menársela- Cómo se la está comiendo la tía en la peli (es erótica sólo se veía que había una felación), que ganas de tener una boca en mi polla.

Me arriesgué mucho, peor lo hice. Ha dicho boca no tía. Y antes dijo, “ un pivito”. Me armé de valor y me incliné para comérsela. Me la metí entera en la boca. El único sonido que hizo fue un gemido que los vecinos de todo el bloque deberían haberle oído.

-          Por fin, cabrón. Lo que te has hecho de rogar. Sólo me faltó metértela en la copa- me dijo entre gemidos y bufidos

-          ¿Querías que te la comiera?

-          Desde que has entrado en casa. ¿Te crees que estoy en bolas con tíos?

Estas palabras hicieron que me arrodillara, le abriera más las piernas y se la comiera como sé que nunca se la han comido.

Me agarró la cabeza con sus manos apretando. Notaba su capullo, con ese sabor salado de la lefa que chorrea en mi garganta.

-          Quiero que me hagas algo que nunca me han hecho- Se puso a 4 en el sofá, como en la foto con el suspensorio- Cómemelo

No me hizo falta más. Comencé a lamerle el ojal, a devorarlo con mi lengua. Tenía un ligero sabor a sudor de haber estado estas horas sentado en el sofá, pero a limpio. Se lo abría y relamía entero.

-          Benditas sentadillas. Qué culazo te han marcado- le dije dándole un cachete y metiendo un dedo.

Lo cerró de golpe

-          Ey ey, no te equivoques, nene. Es culito solo lo comes. El único que va a rellenarse es el tuyo. ¿Entendido?

Me puse de pie y copié su postura

-          ¿A qué esperas? – le dije abriendo mis cachas.

-          Aquí mando yo. ¿No te has enterado?

Dándome un azote en el culo que me dejó su mano tatuada, me hizo bajar al suelo e ir gateando al baño. Se sentó en la taza y con un pie me hizo inclinarme y lamerle el otro. Me tuvo un rato comiéndole los pies.

-          Huelen a limpio, ¿verdad? Pues huele esto-Sacó del cesto unos calcetines de deporte, me sonaban habérselos visto hace poco y me los incrustó en la nariz- ¿Te gusta como huele? ¿O prefieres esto? - sacó una camiseta de mangar corta, justo la que llevaba el día anterior cuando me pilló mirándole en el curro - ¿Te crees que no me doy cuenta como me hueles al pasar por mi lado? Pues ahora no te cortes.

Me estaba poniendo muy cerdo porque, aparte de que me ponía él, su olor. Me ponía saber, que en el fondo le gustaba ponerme cachondo. Le tocó el turno a los gayumbos. Los sacó de la cesta y me los pasó por la cara.

-          Estos traen sorpresa. Me limpié con ellos la corrida del pajote de ayer. El que me hice imaginando que te tenía como ahora.

Comenzó a pajearse y se pasó los slip por la polla. Se limpió el precum y se pajeo un rato con ellos para metérmelos en la boca. Me ató las manos a la espalda con una toalla y pasándome la polla por la cara iba pasando su pie por mis pelotas hasta mi rajita.

-          ¿Te gusta? – me dijo cogiéndome de la barbilla

-          Si- le dije más moviendo la cabeza que con la voz, ya que no podía.

Haciendo que le mirara sacó los gayumbos de mi boca y me escupió. Me los volvió a meter y comenzó a mearme en la cara.

Yo estaba más puta que nunca. No sólo porque era el típico amante que me gusta, sino , porque era mi Crush, un chulazo que nunca pensé que le fueran los tíos y que había preparado todo esto para hacerme suyo.

Me hizo darme la vuelta y comenzó a pasar su pie por mi ojete. Me dio una pequeña patada y me susurró al oído.

-          Ahora si ha llegado el momento, pero me lo tienes que pedir. Y si me convences, te lo haré.

Me quitó el slip de la boca, me pasó la polla por la cara y me ordenó, sin hablar, que se lo pidiera.

-          Fóllame, mi macho. Dame polla. Es lo que más deseo ahora mismo.

-          ¿Qué deseas?

-          Tu rabo, mi macho. Tenerte dentro.

Me cogió de los brazos y me llevó a su cuarto. Me puso a 4 sobre la cama, de frente al armario. Abrió una especie puerta falsa y apareció un espejo todo lo ancho del ropero.

Se situó detrás de mí, y sin quitarme la toalla, usándola de agarre comenzó a meterme la polla. Iba a ir despacio, pero notó que mi coñito estaba bien abierta y hambriento. Con lo que, de una estacada la metió entera.

Sino fuera porque me tenía agarrado, habría caído de boca.

Me montó como a una yegua. Me embestía a lo bestia haciendo que sus bufidos y mis gemidos se acompasaran y llenaran esa habitación.

-          ¿Te gusta como te folla tu macho?

-          Siiiiiiiiii

-          Dí, ¿quién es tu macho?

-          Tú, tú eres mi macho

-          ¿Sólo yo?

-          Si, sólo tú

-          Qué no se te olvide

Decía todo esto según me embestía y me azotaba con la mano libre. Estaba disfrutando como nunca.

-          Me corro- me dijo- No aguanto más

Dio dos embestidas más y pude notar como me llenaba todo el culo de leche caliente, espesa y en gran cantidad. Recarga las pelotas rápido y bien recargadas.

Yo me corrí sin tocarme. Según noté sus primeros trallazos dentro de mí, mi polla comenzó a disparar leche como un aspersor.

Cuando acabamos, me soltó las manos, caímos rendidos en plan cucharita y me comió la boca. Era la primera vez en toda la noche que me besaba. Sus labios sabían genial, salados del sudor, un pequeño regusto a alcohol y a menta.

-          Ha sido genial- me dijo recuperando la respiración- el primer polvo le hago así, para ver lo que aguanta cada uno. A ver hasta dónde puedo llegar. Pero tu fuiste flipante. Normalmente, en cuanto les pongo a gatear, paran.

-          Me pones mucho desde hace tiempo. No podía dejar pasar esta oportunidad. Aparte de que este sexo me encanta.

-          ¿Sólo te gusta este sexo?

-          No, también me gusta relajado. Con caricias, besos, el misionero clásico….Pero nunca digo no a lo salvaje, a lo cerdo….

-          Me encanta. Por que lo que te dije no era sólo por el calentón.

-          ¿El qué?

-          Que no se te olvide que eres sólo mío.

Le miré entre asombrado, contento y caliente. Se tumbó encima de mí comiéndome la boca.

-          El próximo día no me ducharé hasta que me comas los sobacos, que he visto como los mirabas, pero ahora,  vamos a por el sexo vainilla.

Y así pasamos la noche, con otro polvo más relajado y “romántico”, besos , caricias, hasta que nos quedamos dormidos.

Y, claro está, también hubo tiempo para el mañanero.