Un Sentimiento No Determinado por el Tiempo
Existen formas de unión más elevadas de lo que nadie es capaz de imaginar, más fuertes que las mayores fuerzas...
UN SENTIMIENTO NO DETERMINADO POR EL TIEMPO
Existen formas de unión más elevadas
de lo que nadie es capaz de imaginar,
más fuertes que las mayores fuerzas,
provistas del poder que supone su destino.
Quienes viven así nunca se separan.
Forman un solo ser, sin distinción de cuerpos.
Quienes se reconocen mutuamente
conocen el goce inigualable
de vivir juntos en esa plenitud.
El Príncipe Poeta
Kathleen McGowan
Querida A del lado norte del mundo:
¿Recuerdas cómo nos conocimos?, ¿recuerdas nuestra primera conversación? Nos conocimos gracias a una persona que ambas habíamos conocido precisamente aquí, en TR.
Te llamaron la atención los comentarios que yo hacía y a mí me dio mucha curiosidad por saber quién era la persona que quería conocerme.
En esa época no se usaba mucho Skype, se usaba el MSN Messenger y no hubo una webcam encendida. Llegué a esa sesión de Messenger con todas mis inseguridades y tú llegaste con todos tus temores. Luego de un “Hi!” empezamos a descubrirnos en las cosas sencillas: Ambas preferíamos nuestros segundos nombre (¡Y ambos empezaban con la misma vocal!). Descubrí que te gusta mucho el café, que es tu forma de sentir que ha empezado el día y descubriste que me encanta en chocolate bitter. Me pareció que eras bastante reservada, que cargabas contigo una historia que aún no había sido revelada y que te estaba pesando mucho; pero me dio la impresión de que a pesar de todo eso te sentías cómoda durante la conversación.
Bye coffee girl!!
Bye bittersweet!!
Esa fue nuestra sencilla despedida y yo me preguntaba: ¿Cómo será su voz?, ¿será tan cálida como la imagino?, ¿cómo será su mirada?, ¿qué me contarán sus ojos?
Miles de preguntas respecto a una persona que acababa de conocer, una sonrisa en mi rostro que duró muchas horas, una chispa en mi alma.
Unos días después todas mis inseguridades regresaron y creí que no debía seguir acercándome a ti, que debía alejarte de mí de forma tajante. Y sé que te lastimé, que te arruiné una sonrisa, que aumenté tus temores…y ese fue uno de los grandes errores de mi vida. Todo me decía que volviera a ti, que te buscara, que te ofreciera mis disculpas, que te hablara de mis profundas inseguridades y que reanudáramos el contacto…que no te dejara ir.
Ya desde ese entonces, mi querida A, mi alma iba hacia ti. Claro que la enormidad y el poder de ese sentimiento aún no los podía reconocer, pero sí sabía que todo me llevaba a ti. ¿La esperanza de una nueva amistad?, ¿el nacimiento de un amor?... ¿Qué sería eso que me hacía pensar tanto en ti?
Semper.
La A del lado sur del mundo.
Nota de la autora: Este relato en formato de cartas, no pretende ser una historia novelada, simplemente contará hechos tal y como ocurrieron y siguen ocurriendo.