Un sentimiento no determinado por el tiempo 2

Tu voz, tu dulce voz, tu voz persiste.

Tu voz,

tu dulce voz,

tu voz persiste

Anido en el jardín

de lo soñado…

Juan Gonzalo Rosé

Mi muy querida A del lado Norte del mundo:

¿Recuerdas la primera vez que te llamé por teléfono? Estábamos en Messenger y de pronto te pedí el número de tu cell, dudaste un momento. Te dije que no lo pensaras, que me lo dieras ya. Y te llamé en ese mismo instante. Recuerdo el silencio inicial al otro lado de la línea, cuando te dije que era yo, luego el “OMG!”, el "WOW!!!" y la risita que denotaba tu sorpresa.

Pero lo que más recuerdo es la hermosa voz que escuché, la voz que me hizo sentir como si hubiera perdido mi centro de gravedad en la tierra, la voz que me dejó la cabeza muy ligera. El corazón me latía a mil, las manos se me enfriaron de la emoción, pues la voz que escuché me hizo sentir inmensamente feliz.

Tu voz era tal y cual imaginé que sería: perfecta para ti.

Luego de la emoción inicial, la conversación que siguió fue bella, divertida, emotiva, llena de todo. Cuando nos despedimos yo quería volver a llamarte, quería seguir escuchándote una y otra vez, si fuera posible todo el día… pero, claro, no te hubiera dejado trabajar tranquila así que tuve que contenerme.

¿Recuerdas cuando cortábamos la llamada de forma intempestiva? Decíamos algo que nos molestara, o simplemente queríamos tener la última palabra sobre algún tema y de repente: ¡Plop! fin de la comunicación… Obviamente no pasaba ni un minuto y ya estábamos conversando de nuevo.

Extraño tu hermosa voz. La tengo grabada en mi alma, en mi corazón, en mi memoria. No te imaginas cuánto daría por escuchar nuevas palabras saliendo de esos bellos labios.

Semper.

La A del lado Sur del mundo.