Un señor al que llaman el burro - Parte III
Después de esa divina experiencia sexual con el burro, Raquel y yo, prometimos regresar la semana siguiente para una nueva sesión de sexo con ese amante fabuloso; además, queríamos conocer a su amigo Samuel, el cual según el burro, tenía el pene más grande y grueso que Luis, lo cual nos provocaba probar la experiencia de una doble penetración con ambos, nunca la habíamos vivido, sería nuestra primera vez.
Un señor al que llaman el burro - Parte III
Infidelidad
Después de esa divina experiencia sexual con el burro, Raquel y yo, prometimos regresar la semana siguiente para una nueva sesión de sexo con ese amante fabuloso; además, queríamos conocer a su amigo Samuel, el cual según el burro, tenía el pene más grande y grueso que Luis, lo cual nos provocaba probar la experiencia de una doble penetración con ambos, nunca la habíamos vivido, sería nuestra primera vez.
Al llegar a mi casa, mi esposito estaba esperándome para tener una sesión de sexo, la verdad que estaba tan cansada y saturada, que aproveche su pregunta de cómo me había ido con mi amiga Raquel y empecé a contarle toda nuestra experiencia con el burro. No omití ninguna de nuestras acciones, fui muy sincera con él, es parte de nuestro acuerdo matrimonial. Por primera vez note a mi esposo tan interesado en la narrativa mía, me fue desnudando poco a poco, acariciando suavemente mi cuerpo, estimulándome a continuar mi exposición con pelos y señales, jamás había sido tan explícita en mis conversaciones con Carlos (mi esposo), en la medida que narraba cada hecho y mis sensaciones corporales, note que me estaba excitando demasiado, mi lubricación vaginal era muy fluida, los dedos de mi esposito, alcanzaron mis labios y clítoris, notando que estaba muy mojada, excesivamente mojada, regalándome una sonrisa cómplice de mi estado sexual.
Al término de toda mi historia, estaba tan caliente, que lo desnude con violencia y salte sobre él, clavándome su herramienta en mi chocho a pesar de estar un poco irritada de tanto sexo con el burro. Comenzó una sesión de sexo fuerte, con palabras muy morbosas y excitante, en un descuido, me ensarto por el culo, sin preparación previa, sentí el ardor, pero después fue placer sexual, mi ano estaba abiertico y ajustado a su grosor, le pedí que me diera durísimo por allí, que me lo reventará por puta. En ese trance de lujuria sexual, Carlos me dijo que si quería que la cogieran el burro y Samuel conjuntamente y le dije que era mi mayor fantasía de mujer casada, que me perdonará si lo ofendía pero soñaba con esa posibilidad, aún sin conocer a Samuel, solamente, creía en lo dicho por el viejito palomón. Esa conversa provoco una serie de orgasmos en mi cuerpo, eran tan fuertes y placenteros, que termine semiinconsciente en el sofá donde estábamos tirando.
Mi esposo quedo sin acabar, con su leche concentrada, realmente me dio mucha pena y tristeza cuando desperté y no estaba a mi lado, lo busque en toda la casa y no estaba, se había marchado. Lo llame por el telf celular y no respondía, sabía que algo no estaba bien, no pensé en él sino en mí, fui a bañarme, comer y descansar un poco hasta que Carlos llegará a nuestro hogar.
Cuando eran las 6 a.m. y no llegó, sentí una honda sensación de miedo a perderlo, sabía que había varias mujeres muy interesadas en él como amante o pareja, mi fallo me dejaba en una mala posición. Intente llamarlo nuevamente por telf, nada estaba apagado, llego la noche y ni rastro de él. Mi desespero acrecentaba en la medida que pasaban las horas, me quede dormida en el diván de la sala hasta que desperté a las 8 am, revise mi celular para ver si había mensajes, ninguno, fui a la cocina a prepararme algo de desayuno, cuando oí que abrían la puerta de la casa y el llego muy serio, me saludo cortésmente y subió a la habitación nuestra. Subí a conversar con Carlos y sorpresa, estaba preparando una maleta grande con su ropa y accesorios. Me dijo:
Carlos: Laura, nunca te he dejado a un lado de nuestras relaciones sexuales, siempre intento satisfacerte al máximo, entendiendo y compartiendo tus gustos, devaneos, infidelidades y fantasías. Pero antier, la gota tuya derramo el vaso, quiero que nos demos un tiempo prudencial, vive tus experiencias con cuidado y evalúa que te interesa más, con que te sientes llena y feliz. Cuando lo tengas claro, llámame, hablamos y aceptaré tu decisión. No deseo que seamos infelices ambos o alguno de nosotros en esta relación de casados libertinos, que tengas feliz día.
Laura: pero Carlos, tú estás hablando en serio, ok, reconozco que te falle antier, la verdad me desboque de lo caliente y excitada que estaba contándote la experiencia del viernes con el burro. Disculpa mi proceder, estoy dispuesta a enmendarme pero no te vayas de la casa, no me abandones, creo que estas extremando la situación de antier.
Carlos: Vuelvo a decirte, esa fue la gota de derramo el vaso, me has dejado solo en más de una oportunidad para irte con Raquel u otras amigas a putear de lo lindo y cuando llegas, estas cansada y no hay espacio para mí. Me harte de ser un plato de segunda mesa. Ya no deseo continuar contigo, si quieres te doy el divorcio y listo.
Laura: que dices loco, yo no quiero divorciarme de ti, te amo. Tampoco me has dicho nada de cómo te sientes, de tu soledad sexual como mi esposo y pareja. Vamos a pensarlo mejor acá, por favor, deshace esa maleta y sentémonos a conversar para buscar una solución a todo esto.
Carlos: No Laura, estas intentando frenar mi decisión, la cual he racionalizado últimamente, basado en los tres meses de parranda y desafueros sexuales que has tenido por fuera de nuestro hogar. No has pensado en mí para nada en ese tiempo, he sido un objeto pegado de la pared, porque razón ahora yo debo pensar en ti.
Laura: por Dios, no me hagas esto, dame una oportunidad de cambiar.
Carlos: te la estoy dando sin mí, vive lo que desees y después evalúa si eres feliz de esa forma y conversamos posteriormente, te parece razonable.
Laura: ok, Carlos, está bien, lo haremos a tu manera, cuando me sienta clara en lo que quiero te llamare y decidiremos.
Carlos lo acepto así, me dio un abrazo muy frio y salió de la casa, sentí un dolor muy profundo, una sensación de pérdida y una sensación de no retorno de mi esposo en mi vida familiar. Estaba tan afectada, que llame a Raquel para tener su compañía y poder resistir el momento de soledad en que me encontraba en mi casa. Raquel no contestaba, la llame varias veces y deje mensajes para que me respondiera pero nada. Al mediodía, salí en mi carro a dar vueltas para quitarme de la cabeza toda la presión de la situación con Carlos.
Pasaron varios días, la sensación de pérdida y soledad continuaba igual que cuando se fue Carlos de la casa. Decidí ir a la oficina, recordé la promesa de comprarle el terreno del fundo de Luisa. Hable con el abogado de la firma y el administrador para que toaran todas las medidas para concretar esa inversión. Salí de la empresa, tome mi vehículo y sin estar consciente de mi destino termine en la vía al fundo donde trabaja el burro.
Samuel, tiene por costumbre bajar los días martes después de las 12 m al terreno donde labora Luis “el Burro”, es un acuerdo entre ellos, trae los envases para llenarlos de agua para sus animalitos, aseo personal y comida semanal; también, le trae a Luis: frutas, café en granos, maíz y verduras que cultiva en su terreno. Ese inicio de semana, llego como a las 11 am.
Samuel: Hola hermano, ¿cómo te fue en la semana?
Burro: fenómeno Samuel, si te cuento, seguro no me vas a creer
Samuel: no tengo razones para dudar de tu palabra hermano, eche palante y no se ahogue compadre
Burro: el viernes en la mañana, vinieron dos hermosas mujeres con la patrona a ver el terreno, parece que una de ellas lo va a comprar de contado. La patrona la estaba atendiendo y su hijo la llamo por telf, habían unos señores que también querían comprar el fundo. Ella, fue atenderlos y decirles que ya estaba vendido. Las mujeres se quedaron conmigo y decidieron darse un bañito en la poza y tomarse unos traguitos, me pidieron que las acompañase, después empezaron a preguntarme porque me decían el Burro, imagínate hermano, tremendo compromiso.
Samuel: me imagino que ud toreo las dos vacas, hermano y salió de ese atolladero.
Burro: al principio si compadre, pero se empeñaron en que me bañara con ellas y empezamos a tomarnos unas cervezas y a jugar con ellas, iniciamos una lucha cuerpo a cuerpo, toqueteos acá y alla, en ese peo hermano, se me despertó el animal y quede en evidencia ante ellas, la más lanzada se llama Laura, una hembra a todo dar, me pidió que la mostrará la herramienta, no quedándome más que bajarme el short y que ella lo viera en toda su dimensión, casi inmediatamente llego Raquel, la cual al verme la paloma se volvió una ninfa sexual hermano.
Samuel: compadre, ud si es sortario, berro y yo en ese terreno solito, no me visita ni el viento.
Burro: te diré que jamás en mi vida había tenido la suerte de cogerme dos mujeres de ese porte, preciosura y calentura. Dos putas de primera calidad, aguantaron toda la leña, en especial Laura. Ninguna mujer había aguantado toda mi paloma en su cuchara, me dejo agotado, me saco toda la leche y quería que le diera por el culo, pero su amiga se emperro en que se lo partiera y no me quedo más que complacerla.
Samuel: dios, ud contándome eso y mi guevo está poniéndose duro compadre.
Burro: tranquilo que ya le hable a Laura de ti, ella quiere conocerte y tener una relación de tríos con nosotros dos, quiere que la cogan por el culo y cuchara al mismo tiempo, eso lo llamo ella, doble penetración. Ud que dice hermano, ¿le echa bola al asunto?
Samuel: Claro burro, ese boche no lo pelo por nada del mundo, y donde la cogemos hermano ¿aquí o en mi terreno?
Burro: creo que aquí, tenemos todas las facilidades, te parece
Samuel: claro compadre, cuente conmigo, apenas llegue va y me avisa.
Burro: seguro hermano.
En ese momento, Laura empieza a subir por la entrada del Fundo, se detiene un momento y llama por su celular a la Sra. Luisa para concretar la compra del Fundo, esta fue la conversación:
Laura: Hola luisa, es Laura la amiga de Raquel
Luisa: Hola Laura, estaba por llamarte para concretar la venta de mi fundo, si sigues interesada.
Laura: Claro amiga, ese es el motivo de mi Llamada
Luisa: hay amiga que alegría, excelente noticia, como haríamos el proceso de venta.
Laura: dime cuanto aspiras por el fundo, seguro llegamos a un acuerdo con el precio
Luisa: tranquila Laura, solo quiero salir de esa tierra, no tengo los medios para sacarle provecho y tengo la carga del pago de burro y su atención en el fundo.
Laura: descuida, yo me hago cargo de todo, él se queda conmigo en el fundo
Luisa: amiga, yo aspiro venderlo en 500.000,00 Bs.
Laura: ok, te voy a pagar 650.000,00 Bs. de contado, voy a conversar con mi consultor jurídico para que te reúnas con él en mi empresa mañana en la mañana, ¿Te parece?.
Luisa: si amiga, perfecto, ya ud es la dueña de ese terreno, Ud conversa con el burro y le informa del cambio de patrona.
Laura: si Luisa, tranquila, yo le pago su sueldo y prestaciones, deja eso de mi parte.
Luisa: bueno nos vemos mañana, mándame la dirección de tu empresa.
Laura: No te preocupes, mañana a las 9 am, el administrador pasara buscándote a tu casa.
Luisa: Ok gracias Laura
Laura: de nada amiga feliz almuerzo
Me sentí muy conforme con esa inversión nueva, además, ya tenía al Burro para mi solita y quizás también a Samuel, encendí mi carro y continua hacia el ranchito donde vive el burro, necesitaba una dosis de pinga y que me partiera el culo. La ausencia de Carlos me tenía mal y debía contrarrestar su impacto en mi estabilidad emocional y sexual. En la medida que me acercaba al terreno y visualizaba la instalación y el rancho, mi pepita se estaba aguando de pensar en esa tremenda paloma, jejeje mayor sorpresa cuando le diga que ya soy su patrona y a mi completa disposición laboral y sexual.
Me estacione cerca del Rancho y veo al Burro acompañado con un joven alto muy fornido, de aspecto medio rebelde pero muy bien parecido que se acerca hacia la puerta del carro.
Burro: Mi señora, buenas tarde, y esa sorpresa, ud por acá
Laura: Hola, buenas tarde a los dos, burro te dije que me llames por mi nombre
Burro: disculpa Laura, por favor te presento a mi amigo Samuel, la persona de la cual estuvimos hablando el viernes en tu visita por acá.
Samuel: Bienvenida Laura, un placer conocerte, justamente estábamos hablando de ti, el burro, me estaba informando de tu interés por mí.
Laura: Bueno que chévere, estamos en sintonía, yo también estaba pensando en uds dos desde hace una hora aproximadamente.
Burro: palabras ciertas, por favor déjame ayudarte a bajar del carro.
Laura: tranquilo burro, más bien ayúdame con la cava, y las bolsas de mercado, te traje algunas cosas que vas a necesitar en la cocina, de aseo personal y limpieza del área. Me ayudan ambos, vamos a organizar todo lo que traje.
Burro: Laura, no debiste molestarte con esas cosas, eso vale un dineral, cómo puedo pagarte, no gano tanto así.
Samuel: Burro, pagaras con materia corporal, jejejeje
Laura: tú lo dirás en juego Samuel, pero tienes razón, él debe atenderme muy bien para que quede saldada la deuda, jajajajaja.
Oíste bien burro.
Además, tengo que darte una buena noticia, a partir de este momento soy tu patrona, estos terrenos son de mi absoluta propiedad, y tú eres parte de la adquisición jejejeje, como te quedo el ojo, mi rey.
Samuel: Excelente noticia, una patrona muy bella, inteligente, amable y sexy, deberíamos hacer un brindis por esa noticia.
Burro: y ahora como te llamo, ¿patrona, Laura o mi patrona Laura?
Laura: Laura cuando estemos solos o en compañía de Samuel y o Raquel. Cuando haya extraños, soy tu patrona Sra. Laura, esta entendido mi bello rey. No me falles, ni me faltes.
Burro: entendido Laura, déjame preparar los tragos para el brindis, ¿que deseas tomar mi bella patroncita?
Laura: por ahora un Ron en las rocas, con bastante hielo, sírvanse uds lo que deseen beber.
Samuel: Yo quiero lo mismo de la jefa, tengo demasiado calor y quiero ir a la poza a refrescarme con un bañito transparente, jejejeje
Laura: excelente idea Samuel, te acompaño a la poza, solo dime que es un bañito transparente.
Samuel: vengase conmigo y pronto lo sabrás Laura
Sin más preámbulo, nos fuimos a la poza, la cual se veía espectacularmente fresca, mitigaría ese calor agobiante y la alta humedad, que me pegaba toda la ropa a la piel, en especial, mi ropa interior, ya húmeda por mis pensamientos morbosos y eróticos con Samuel y el Burro.
Al llegar, Samuel empieza a quitarse la franela sudada, después me mira y me señala la blusa, quítatela y todo lo que tengas adicional; seguidamente, se voltea y se baja los pantalones, me quedo mirando, dándome cuenta que no usa interiores, está totalmente desnudo, empieza a caminar a la poza. Veo al Burro, también desnudo con su armamento en posición de combate y me dice, te esperamos, desnúdate, vamos a refrescarnos los tres. Me desnudo totalmente, ellos me observan, sin inmutarse me ven entrar al agua y después que me mojo todo el cuerpo, me entregan mi trago y Samuel da el brindis por una gran tarde para los tres y muchos éxitos como patrona del fundo “El Palomar S.R.L”, así se llama mercantilmente.
Estaba tan contenta y sedienta, que me tome el Ron de un solo trago, Samuel estaba observándome, se acercó hacia mí y al mirarlo, me di cuenta del enorme guevo que tenía, era mayor que el del Burro por varios cms de largo y de mayor grosor, mis ojos no pudieron esconder mi expresión de asombro.
Samuel: sorprendida con el tamaño de mi herramienta,
Laura: la verdad sí, es inmensa, más grande que la del burro
Samuel: Bueno, creo que son casi del mismo tamaño, tú deberías medirlas y ver la diferencia ¿te parece Burro?
Burro: estoy de acuerdo contigo Samuel, jefecita que opina ud, vamos a la habitación, allí tengo un metro, las mide de longitud y grosor y después da su veredicto del ganador y aproveche de hacer lo que me dijo de la doble penetración conmigo y Samuel.
Se recuerda
Laura: Si recuerdo perfectamente, estoy de acuerdo contigo burro, pero antes déjame refrescarme un poco más y contemplar este par de joyas masculinas, que solamente yo tendré el placer de verlas, tomarlas con mis manos y disfrutarlas plenamente con mi cuerpito de diosa sedienta de sexo.
Ellos se acercaron, me colocaron unas piedras para sentarme y poder tener de frente semejantes palomas, me deleitaba contemplando su formas, su glandes, su grosor y longitud; las manoseaba de arriba hacia abajo, sintiendo su dureza, empecé a saborearlas con mi lengua y boca; sin embargo, casi no podía metérmelas ni mamarlas como mi cuerpo y mente lo deseaban, me pare y coloque el pene de Samuel en mi entrepierna para que rozara mis labios vaginales y posicione la paloma del burro entre mis nalgas para que me acariciara mi ano, el cual estaba de toque, comencé a moverme como en una danza suave y erótica, Samuel, me mamaba los senos con suavidad y me centro la cabeza de su herramienta en la zona del clítoris, lo cual, produjo una excitación masiva y la segregación de muchos fluidos vaginales, por lo cual, la paloma del burro, en especial su cabeza, se impregno de ellos, colocándolo en la entrada de mi culo, casi perforando la entrada.
Las sensaciones eran demasiadas potentes y lujuriosas, cerraba mis ojos y centraba mi mente en esos roces y movimientos hasta que comenzaron una serie de orgasmos sin penetración, que me llevaron a un estado de máxima locura sexual, le pedí a Samuel que se sentará en la piedra, montándome sobre su animal para cabalgarlo; por su parte, el Burro, insistía en clavármelo por el culo, ya casi me tenia metida la mitad de la cabeza, era cuestión de tiempo y paciencia, no quería que me desgarrará o rompiera el arco anal y se generará un sangrado. Le indique al burro, que fuera muy cuidadoso y me lubricará con aceite o vaselina. Mientras, luchaba por introducirme la cabeza del rabo de Samuel en mi cuca, el cual era muy grueso y grande, entraba lentamente, el dolor era grande, se me salían las lágrimas; sin embargo, en la medida que lubricaba con mis orgasmos, entraba poco a poco hasta que empezó avanzar lentamente en mi vagina, sentía que me partía la cuchara, las sensaciones eran de estar full llena en toda mi cuchara, en la medida que me introduje más de la mitad de ese monstruo de carne comencé a sentir un placer bárbaro, me desboque en un ataque de delirio fantasioso de lujuria sexual; en ese ínterin, el burro me enterró toda su cabeza en mi orificio anal, lubricándose el resto de su machete y empujándolo suavemente hasta más de la mitad. Era una sensación distinta a todas las vividas por mí con otros hombres y mi marido. Sentía variadas formas de placer y dolor o dolor placentero. Vaginalmente el placer era máximo a medida que me enterraba más esa paloma. Analmente, el burro me daba suave pero profundo en base a mis movimientos de jinetera, yo buscaba la forma de incrementar el placer anal y reducir el dolor placentero, sin riesgo de un desgarro. Al cabo de unos diez minutos, tanto el burro como Samuel, me dicen que están a punto de acabar, yo casi estoy por alcanzar un gran orgasmo, le pido que me dejen moverme a mi gusto y que me eyaculen su leche dentro de mí, empiezo a aumentar la velocidad de penetración de sus guevos en mi cuerpo, empiezo a expresarme así:
Laura: Rico papitos, denme su lechecita mis reyes, me voyyyyyyy
burro, lléname el culo completamente de tu sabrosa leche
samuel, tienes el guevo más rico del mundo, que sabrosoooooo, estoy acabandooo, eres unicooooooo, vacia tu leche dentro de mi papittooooooooo
Burro: Uy putica, te voy a reventando tu culo mi patroncita, ay te dejare mis mocos, estoy acabandoooooooooooo, toma verga en ese culote mi reina y leche para tiiiiiiiiii
Samuel: ahhhhhhhhh, me voyyyyyyyyy belllaaaaaaaaaaaaa tomate toda mi leche cuando te salga del chocho
Laura: párteme la cuca Samuel, entiérralo todo en mi culo burro, soy la puta de los dos, ricoooooooo acabooooooooooo ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Los movimientos fueron tan fuertes que las piedras se rodaron y caímos todos al agua de la poza, ese impacto produjo un cambio en todos nosotros, me pare y agarre sus machetes y los mame hasta dejarlos limpiecitos, me lave todo mi cuerpo y las de mis dos machos, estaba sedienta de sexo, quería seguir tirando con los dos, les dije:
Laura: ahora vámonos para la cama, allí me los voy a coger a ambos, tengo hambre de machete, ya sé que puedo gozar más, Samuel, casi me entierro toda tu verga en mi vagina y Burro, pude resistir tu monstruo en mi culo, gracias por hacerlo con cuidado ambos, ahora vamos gozarnos como debe ser.
Burro: tu mandas Laurita, si quieres más guevo, eso tendrás, te dije que vendrías birrionda a buscar tu machete para partirte ese culo maravilloso que tienes.
Samuel: Eres especial, una diosa del sexo, en verdad fuiste la primera que se clava mi herramienta casi totalmente, ninguna había podido con ella, se tiraban cuatro peos, ahora quiero probar tu culo, se ve maravilloso. Afortunadamente, mi compadre ya te abrió el hueco y venció la resistencia anal, ahora probaras mi machete en tu culo, espero que no te ensucies de caca por miedo a partírtelo.
Laura: Trabajemos con cuidado, una vez adaptado a sus tamaños, gocemos, quién dijo miedo mis amores.
Nos fuimos abrazados a la cama del burro, ellos me mamaban las tetas, me metían mano por todos lados y yo acariciándolos a ambos por todos lados, así llegamos, me colocaron en el medio, el Burro comenzó a meterme lengua en mi cuchara y Samuel, me mamaba las tetas y me ponía la cabeza de su machete en mi boca para que se lo chupará, en verdad era demasiado grande no me cabía, solo lo acariciaba con la lengua y le tocaba suavemente los testículos y sus nalgas. El burro estaba a punto de provocarme una nueva serie de orgasmos, empecé a recordar nuestra primera experiencia, ello aceleró mi nivel de excitación, mis fluidos vaginales eran muy fuertes, el olor a sexo impregno toda la habitación, le pedí a Samuel que me la mamará también y que el burro me dejase mamar su verga, hasta donde pudiese; de esa forma, ellos me compartían totalmente.
Samuel, me abrió mis labios e introdujo su dedo anular, el cual era gruesito y grande, empezó a dedear mi interior en la zona del punto “G”, inmediatamente, se produjo una enérgica descarga de sensaciones y fluidos transparentes en toda mi vagina, la carga eléctrica era muy potente, fueron apareciendo orgasmos muy fuertes y encadenados uno tras de otros, en mi deleite y frenesí orgásmico, le pedí al Burro me clavara vaginalmente encima de mí, obedeció al instante, cuando entro en mi cuca, sentí una visión de estrellas y luminosidades que aceleraban las descargas de otros orgasmos en series, mi vagina se adaptó rápidamente al tamaño de toda su dimensión fálica, los movimientos del coito eran de extrema intensidad, hasta que alcanzamos mutuamente un gran orgasmo, quedando encima ambos seminconsciente del esfuerzo sexual.
Samuel esperaba su turno pacientemente, cuando desperté, estaba llena de leche por toda mi zona vaginal, piernas y nalgas, le pedí que me ayudará a ir a la poza a asearme y tomarnos un trago, estaba sedienta y cansada. Gentilmente, me llevo abrazados, me baño, limpio y me preparo un trago muy especial.
Con una sonrisa muy juvenil, Samuel me comento:
Samuel: En verdad Laura eres intensamente sexual, dejaste al Burro liquidado, te tragaste todo el machete de Luis hasta la pata, sin mayor problema, lo disfrutaste a la máxima. Te felicito pocas mujeres han logrado tirar con el burro como tu acabas de hacerlo en esa cama.
Laura: ahora vienes tú, espero seas mejor que el burro, el cual es lo máximo hasta ahorita, también te quiero en mi culo, solo no quiero que me desgarres y tenga un sangrado innecesario, quiero que gocemos al máximo papi.
Samuel: No pienso hacerte daño en ninguna parte de tu cuerpo, deseo perforar ese culote tan sabroso que tienes, así como se lo disfruto el burro. Ya probaste mi guevo en tu cuca, sé que luchaste por clavarte toda esa verga, ahora estas en mejor posición de recibirme completamente y tu culo está listo para vergas súper grandes, tranquila vamos a disfrutarlo maravillosamente amor.
Laura: que así sea mi señor, vamos a disfrutar estos traguitos para lo que viene entre nosotros, por último, quiero una doble penetración con los dos.
Samuel: seguro mi bella diosa, jajaja alla viene el burro, con cara de cansado.
Laura: voy a recibirlo, bañarlo y ofrecerle un buen trago para que descanse hasta que le toque a ambos.
Al llegar el burro, fui a recibirlo, lo metí en el agua, estuve aseándolo, lo seque y le ofrecí un buen trago de Ron, su mirada era de agradecimiento, le di un besito de piquito por su gran comportamiento en la cama conmigo, fue lo máximo en un acto sexual completo, así se lo exprese abiertamente. Nadie me había cogido como él. Le solicite que cambiara la sabana de la cama, que ahora iba a tirar con Samuel, enseguida obedeció mi solicitud.
Al rato el burro, me dijo que ya la cama estaba lista, en verdad, la limpio y aireo totalmente, olía sabroso a hierba fresca.
Llame a Samuel, esperándolo totalmente desnuda y masturbándome suavemente, muy abierta de piernas. Al entrar a la habitación se sorprendió, se colocó frente a mis labios vaginales, con su dedos empezó a acariciarlos, poso su lengua caliente en el clítoris, jugando y mordiéndolo suavemente, eso provoco la emanación de una fuente de fluidos vaginales, que lubricaron los dedos de mi macho, enterrando uno de ellos en mi zona erógena “G”, enseguida comenzaron una serie de impulsos y sensaciones de descargas eléctricas en toda mi área vaginal y anal. Mis movimientos ondulares de excitación se intensificaron, él metió otro dedo en mi orificio anal, acentuando más sensaciones de placer, me posicione para que hiciéramos un 69, entendió perfectamente mis deseos y comenzamos una misión lingüística de mutuo placer, logre a duras pena introducir completamente la cabeza de su falo en mi boca, insistí que entrará unos diez cms mas de su pene pero era muy difícil, por su parte, Samuel, me lamia mi orto y mi cuchara con gran esmero y calidad, empecé a sentir que mi macho daba signos de estar a punto de eyacular en mi boca, me imagine probar esa leche tan rica en proteínas, tragármela toda y dejarle su machete limpiecito para que me perforar la pepa y mi culo, era un estímulo muy clave que acelero mis ansias de un orgasmo conjunto, como efectivamente sucedió.
Samuel: Uy Laurita, que rico me mamas mi guevo, estoy acabando bella, trágatela toda.
uyyyyyyyyyyy me voyyyyy mamaitaaaaaa
Laura: uju, dale papi suéltala toda para mi
Samuel: me vengo patronita, trágatela toda ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Laura: uy papiiiii estoy acabandooooooooooooooo, ayyyyyyyyy ricooooooooooooo
Su venida fue bestial, casi me ahogo de tanta leche, muy espesa y caliente, se lo chupe todito, no le deje ni una gota de su esencia. Samuel por su parte, recibió mi acabada con su boca y lengua explorando mi zona “G” sin miramientos, quedamos exhaustos ambos; en esencia, fue una eyaculación mutua y al unísono muy satisfactoria para ambos.
Descansamos unos veinte minutos, Samuel empezó a besarme suavemente, después se dirigió a mis senos, mordía mis pezones con suavidad y morbo, logrando nuevamente sobre excitarme, una cadena de fluidos inundo mi vagina y zona anal, su miembro estaba súper duro e inflamado, si visión desencadeno un mundo de fantasías eróticas en mi mente obsesiva, rápidamente me monte sobre él y clavarme su estaca en mi vagina, estaba tan lubricada, que empezó a entrar suavemente el glande, una lagrima de placer bajo de mis ojos al sentir todo su machete introducirse lentamente en mi cuca, me movía con suavidad y esperaba a que su grosor se adaptara al diámetro de mi cavidad vaginal, en esa medida iba insertándome todo ese animal de Samuel, el placer era indescriptible, oleadas de sensaciones se disparaban al rozar su piel fálica con mis terminaciones nerviosas vaginales y uterinas, una vez logrado su introducción casi completa sin dolor, comencé a moverme con muchas ganas y hambre de sexo, salían palabras obscenas y calientes de mi boca, estimulando nuestro coito vaginal a máxima potencia. Estaba como una maniática sexual, sobreexcitada, deseosa de disfrutar la mejor paloma humana que como mujer había probado en mi puta vida, estaba alcanzando una serie de orgasmos consecutivos, los cuales incrementaban mi deseo sexual a mayores niveles de frecuencia física y mental, recordé que faltaba metérmelo por el culo, me separe de él, me puse en cuatro patas y le pedí que me enculara, con mucho cuidado, asintió a mi solicitud, comenzó por dilatarme el chiquito con sus dedos más gruesos, me lubricaba todo el ano interno y en la entrada, dilatándome suavemente, así mismo, me pasaba la lengua por mi orificio anal, provocando mayor deseo y placer sexual.
Cuando estuve lista, bien dilatada, me coloco su cabeza en el arco anal y comenzó delicadamente a empujar la cabeza de su guevo, sentía que me estaba reventando mi trasero, aflojaba, lubricaba y volvía de nuevo a empujarla hasta que comenzó a entrar, sendas lágrimas de dolor bajaban de mi ojos, le rogaba que fuera lentamente introduciendo semejante monstruo, llego un momento en que el dolor se convirtió de dolor placentero, su cabeza entro completa, me quede inmóvil hasta que mi anillo anal se adaptara al tamaño de ese garrote de carne de mi macho, el cual estaba durísimamente parado dentro de mi culo. Así lo sentía, oleadas de calor vaginal y deseos íntimos aparecieron al precisar que salía y entraba con mayor facilidad la paloma de Samuel en mi ano, él me decía palabras calientes y morbosas de como sentía internamente mi culo y yo le respondía como se lo iba a dejar exprimido con mi arte amatorio anal.
Samuel me había clavado casi toda su estaca en mi trasero, el placer era infinito, empezaba a sentir la posibilidad de una descarga en serie de orgasmos muy fuertes, en ese momento se aparece el Burro, le dije que se colocará en el centro de la cama, para cabalgarlo y que Samuel me volviera a ensartar por el culo y lograr la doble penetración, tan anhelada por mí. El burro estaba a millón, sentí su gran cabeza en la entrada de mi chocho y lo ubique en el sitio adecuado, empecé a insértamelo poco a poco, el placer era inmenso, estaba segregando cantidades altas de fluidos vaginales, me sentía totalmente llena por ambos agujeros, empezamos un zarandeo de movimientos fuertes y salvajes, gritaba y decía palabras muy calientes, era sexo duro y lujurioso, mi fantasía se estaba cumpliendo a mis mejores gustos. Me sacaban y metían sus penes a profundidad y velocidades crecientes hasta que se produjo una intensa descarga de orgasmos entre los tres, dejándonos desfallecidos y sumamente agotados. Quede en el medio de los dos machos alfas con sus penes chorreando leche en mis dos agujeros.
Despertamos como a la media hora, muy cansados los tres pero muy satisfechos. Volvimos a la poza, nos refrescamos, y decidí volver a mi casa, estaba muy satisfecha sexualmente; sin embargo, volví a sentir el vacío de la ausencia de Carlos. Logre satisfacer en la vida real, mi fantasía íntima, a cambio, gane un gran dolor difícil de superar como mujer casada, enamorada y abandonada.
En el próximo relato redactado por el viejito, describiré el nuevo encuentro con el burro, Samuel, Raquel y yo, la evaluación de esas experiencias y mi futuro como mujer casada. Espero haya sido de su agrado, feliz semana.