Un salvaje pero controlado deseo.

Si buscas escenas de sexo, mejor vé a otro relato. Esta historia (almenos por ahora), sera solamente eso, una historia.

y la noche solloza al ritmo de su muerte

mientras el dia se alegra, al son de su nacimiento..

quien entiende el mundo, cuando lo ve con ojos humanos?

solo lo haremos cuando comprendamos que lo esencial es invisible a los ojos ...

Marco, puedo explicar que esté así en esta indumentaria, perdoname, no fue mi inten.. - trataba de hablar Antonio, pero su nerviosismo le hacía pasar una mala racha.

Hey, hombre, ya, tranquilo, no te sientas mal... - trataba de tranquilizarlo, sin muchos resultados..

No, en serio, perdoname.. no quería esta presentación así.. - recalca Antonio.

Mira, me quitaré la ropa y me quedaré como tú, y así ninguno de los dos tendrá que disculparse, dale? -propone Marco..

Pero, nooo!, que pena contigo

pena de que?, es mi casa

pues, pena de que me hayas visto así.. no quería este tipo de presentación contigo

ya te dije que no te disculpes, - decía Marco, mientras se quitaba el pantalón que llevaba, lo acomodaba, y se presentaba frente a Antonio otra vez  - Ya?, más tranquilo, tony?...- le preguntó a Antonio quien no respondía.

Anoche, Antonio había visto que Marco no tenía un  cuerpo esbelto, pero estaba un tanto equivocado..

la luz de la ventana comenzaba a entrar algo más fuerte, y antonio se fijaba en todo su ahora iluminado cuerpo.

Marco era más moreno que blanco,  pero mas blanco que moreno, un color sin definicion para sus ojos.

no estaba tan musculoso, pero las sombras de los abdominales, y otros cuantos musculos por ahí, era simplemente encantadora.

brazos un poco trabajados, y una marca en el abdomen, y ahora que le miraba la cara, sus ojos, cada uno de ellos reflejaban algo diferente.. pero todos dos con algo en común; él podía reconocer miradas, y esa mirada, la de ese chico, era una mirada soñadora. inocente y algo.. ¿magica?.

Los dos se encontraban uno frente al otro, sin movimiento alguno, pero sin embargo, dentro de Antonio, su corazón dio un vuelco y sin saberlo o prevenirlo, enrojeció como un tomate...

Antonio.. ? tony?.. estas por ahi?; che!, huevon!. - Trataba Marco de despertar a Tony de su sueño. - oye?, me escuchas?...

si, si, perdon, estaba pensando en el trabajo - mentía, y Marco lo sabía por alguna extraña razón, pero, era eso, o decirle que había tenido el mejor “sueño” (si así se le puede definir a ese espacio de tiempo ausente) de todos con él al frente..

oye, te preguntaba que ¿qué era lo que habías hecho de desayuno? - comentaba Marco, quien pasaba al frente de Antonio, y descaradamente se arreglaba el resorte de su interior, dejando a la curiosa vista de tony, unas grandes y finas montañas blancas, con una fina capa de vello..

Tony cayó en la trampa, e imagino muchas situaciones con su.. ¿amor platonico?...

pero rápidamente cambió todos los pensamientos y comenzó a pensar en matematicas y demás cosas que no le permitieron a su querido “amigo” despertar.

Pues, Marco.. hice café en leche, unas tostadas con mantequilla, y pues, manzanas, que las encontre explorando el patio. sabías que tienes un gran manzano atrás? - le comentaba con cierta felicidad Antonio a Marco, pero este ultimo no le escucho mucho, pues su atención se dirigió a ese brillo en sus ojos, y las pupilas tan dilatadas a pesar de la cantidad de luz que entraba.

si, esta casa tiene varias cosas particulares, jejeje, espero descubrirlas poco a poco, por eso me interesó... - comentaba Marco, aun embobado en aquellos ojos.

.....

El desayuno estuvo delicioso - comenta Marco, limpiándose con una servilleta - aunque fué muy poco, me gusta tu café.

gracias, jeje, es una receta familiar - dice antonio, levantándose  y recogiendo la mesa.

Hey, hey, no limpies, venga lo hago  yo, hombre - comenta Marco, quitando los platos de sus manos

Ok, ok.. - hubo un silencio algo incomodo mientras Marco colocaba los platos en el fregadero, y volvía a la mesa.  - Oye, que raro.. debería estar nublado, según dijeron en 4 dias habrá una clase de tifón aqui.

Si?, tendré que preparar la casa, tu ya la preparaste? - preguntaba Marco, aún entretenido en esos ojos cafés, con ese brillo tan especial.

De hecho no, pensaba empezar hoy, digo, cuando me bañe y demás.. hay algunas cosas en esa casa que tengo que cuidar mucho. - hablaba sin ponerle mucha atención a sus palabras, esos ojos tenían algo que seguían atrayendo su atención.

Pronto comenzó a sentir como algo en sus pantalones crecía con rapidez; lo que no sabía es que a su acompañante le pasaba lo mismo.

El ambiente comenzó a notarse un poco más caliente, y los dos, uno enfrente del otro, deseaban cerrar  esa poca lejanía en ese momento.

Bueno, si quieres te ayudo a arreglar la casa, no se sabe cuando llega una tormenta, se han visto casos de tormentas que llegaron sin previo aviso, y cuanto daño han hecho. - comentaba Marco, rompiendo el silencio sexual provocado por ambos dos.

Si, gracias, necesito cierta ayuda con algunas cosas.. es más, si quieres almorzamos algo allá.  - propuso Antonio, al recordar que Marco no tenia mucha comida en su refrigerador.

Oh!, seguro no te molestaria eso? - preguntó algo dubitativo Marco

En nada, al contrario, me sentiría halagado que también me ayudaras un poco. - comentaba Antonio, quien esta vez comenzaba a temblar.

Bueno, entonces vayámonos a arreglar, voy a tu casa a las 11. , son las 8am, más o menos.. asi que, deberia darte tiempo de arreglarte, vale? - afirmaba Marco, quien esta vez mostraba una gran sonrisa, mostrando su sonrisa, que en opinión de Antonio, era perfecta.

Me parece bien - declaró Antonio.

Ambos se dieron una mirada, y se levantaron en lo que podría decirse, “al mismo tiempo”.

Marco duró un momento mirándolo, y comenzó a sentir un cosquilleo en el pecho; mientras que Antonio sólo se digno a tratar de entrar en la mirada perdida de Marco.

Después de un corto tiempo parado en el mismo punto, Antonio se dió vuelta, rompiendo el momento, y sin escrúpulo alguno se arregló el boxer, dejando durante varios segundos, una vista a sus algo morenas nalgas. Luego de encontrar sus pantalones, volteó hacia Marco, y lentamente acomodó todo su paquete, otra vez con  cuidado y sin escrúpulo alguno.

Más se llevó una pequeña decepción al ver que no había hecho efecto en Marco, pero lo que no sabía, es que éste último usaba todas sus fuerzas para que la erección fuera lenta y no se notara tanto.

Bueno, nos vemos luego Marco, jejeje, ha sido toda una gran noche y mañana en tu casa - aclaraba Antonio, quien desde la puerta se colocaba su camisa, y trataba de arreglar un poco sus zapatos.

Gracias a tí, Antonio, nos vemos en unas horas en tu casa - se despedía Marco, quien se trataba de colocar una pantaloneta, debido a que la erección ya no tenía marcha atrás.

Nos vemos - dijo Antonio, mientras le dedicaba una de sus sonrisas

Hasta luego - respondió Marco, estirando una de sus manos, tocando el pecho de Tony.

Los dos se miraron mutuamente; Antonio sentía su pecho latir a mil, y podía sentir el olor de aquel hombre inundando sus pulmones, embriagando su cuerpo, volviéndolo loco; Tenía gigantescos grandes de besarlo, pero sacando fuerzas de partes desconocidas, le pasó un brazo en el costado a Marco.

Marco sintió ese brazo como una especie de placer, y pudo sentir como sus pupilas se dilataban.

Nos vemos - acabó de decir Antonio, alejándose lentamente de Marco.

Hasta luego - dijo en una voz casi audible pero que Antonio alcanzó a escuchar .

Marco cerró la puerta de su casa, mientras Antonio caminó unos cuantos metros hasta su hogar, para cuando Antonio abrió la puerta, y asegurando la otra vez volvió a cerrarla,  se tiró en el sillón más cercano; mientras que Marco caminó hasta su propia habitación, y cayó en su cama otra vez.

Tan cerca y tan lejos, compartiendo el mismo pensamiento, aguantando el mismo deseo, reteniendo el mismo suspiro.

La casa de Antonio no necesitaba de muchos arreglos, solo fregar el piso con el trapero, y pasar un paso mojado por algunas mesas.

En un movimiento rápido, abandonó toda su ropa  en el cesto (sacando su celular para cargarlo, y la billetera en una mesa en el comedor) y solo se dispuso a colocarse un short a la rodilla  y una pañoleta para el sudor.

Agarró todo lo necesario, y se dedicó a la limpieza del hogar.

Antonio ya había hecho la gran mayoría de aseo, entre trapear, limpiar el polvo, y se disponía de limpiar las ventanas. Estaba bañado en sudor, sin embargo, a pesar de eso, no se sentía cansado. según se suele decir, el mayor ejercicio de todos, es el de mantener una casa arreglada ( y ese ejercicio aumenta mucho cuando es un solo hombre en una casa tan grande).

En un momento en que se encontraba en aquella ventana en el pasillo, profundo en sus pensamientos sobre aquel paisaje al frente, el sonido del timbre lo sorprendió, y como alma que lleva el diablo viajó hasta la puerta.

Cuando abrió completamente, se llevó la sorpresa de tener delante a Marco.

Que horas son? - pregunta confundido Antonio.

Son las 11:30.. te iba antes a pedir perdón por la llegada - hablaba Marco, con una voz casi perdida, pero decidida a la vez..

Antes, perdoname tu a mí, el mismo dia encontrarme dos veces así..  - comentaba Marco, con la cara más roja que un tomate..

No... tranquilo... - decía Marco, tardando en cada palabra - No... hay problema..

Antonio se sintió levemente como su invitado comenzó a temblar, y literalmente lo empujó dentro de la casa.

Lo que no llegaba a imaginar, es que su simple toque, provocó toda una revuelta sentimental y carnal a través de todo Marco.

Quieres algo? - pregunta Antonio, aun apenado

Un poco de agua estaria bien - comenta Marco; Antonio vá directamente a la cocina, mientras Marco lo sigue.

Antonio absorto en sus pensamientos, y sin percatarse de la presencia de Marco, llega a la cocina y mientras sirve el vaso con agua, agarra la pañoleta, la sumerge en el grifo, luego la escurre, y se la pasa por su cuello, pecho, brazos y cara.

...   ...   ...

Marco había dudado en ir a esa casa, no por pereza, y menos por desinterés.

Él sabía que Antonio le atraía de muchas maneras, para muchas cosas (no todas buenas, no todas malas), y sentía el gran deseo de tenerlo en brazos.

Cuando por fin se había decidido ir a la casa de Antonio, se vistió de la forma más juvenil posible, sin llegarse a verse mal.

Una pantaloneta negra que llegaba encima de la rodilla, Una camisa sin manga a rayas, y unas zapas para correr o descansar, según su uso.

Marco no rondaba más que los 23, y había tenido suerte en unas inversiones, y obtenido una fortuna algo considerable, y aunque no era ambicioso, no confiaba que alguien puede guardar ese pequeño secreto.

En Marco pasado una cantidad considerable hombres por su cuerpo, amores de una noche, admirando su belleza y peculiaridades, pero él pensaba que su problema estaba en él, en su cuerpo, en esas “peculiaridad”.

Marco no había conocido muy bien lo que era el amor, lo tuvo de sus padres, y de sus pocos amigos, pero no el amor de hombre, el amor de una pareja.

Él se había enamorado, ya hacia mucho, y aunque tuvo el valor de decirlo a su aquel entonces amor platónico y este puede decirse, casi lo mataba a golpes de no ser porque Marco sabia de boxeo (gracias a uno de sus primos), y cinta azul en Karate.

Pero no era ese su razón para desconfiar en el el amor “verdadero”, o “duradero”, lo que él desconfiaba, era la debilidad que se muestra al estar enamorado; Y ese, era su problema, él no era débil, y si lo era, lo disfrazaba bien.

Él no quería ser lastimado, y vistió todos sus temores y debilidades, en fuerzas y agallas.

...   ...   ...

Antonio siguió arrastrando la mojada pañoleta por su cuerpo, aliviando así su calor y quitando el rastro de sudor que tenía.

Cuando decidió darse la vuelta, tuvo que agarrar el vaso que casi se le caía por la sorpresa, de tener aquel hombre en frente suyo...

...   ...   ...

Antonio, al contrario de Marco, no fue muy suertudo en su vida...

Recién habiendo cumplido los 25, Antonio nació de una familia campesina, tuvo que trabajar fuerte toda su niñez, e inconscientemente mientras lo hacía, ganaba más enseñanzas que dolores.

Durante su adolescencia, tuvo muchos problemas, malentendidos y rebeldías, gracias al descubrimiento de su sexualidad y orientación; Más sin embargo, durante su adultez temprana, logra, por medio de unos amigos cercanos (Marlon y Almos), conseguir un trabajo en un banco.

Con ese trabajo, y su paga, Antonio pudo independizarse rápidamente, y a la vez, enviar dinero a sus padres... él sabía que ellos no lo aceptaban tanto como él deseaba; Pero también sabía que ellos hacían todo lo posible para hacerlo, y que él amaba a toda su familia.

En términos amorosos, Antonio, irónicamente, a pesar de ser tierno, trabajador y culto, no había tenido nunca una pareja, y su sueño era ser un buen novio, y tener a su lado; Asi como la cantidad de libros que habia leido, unos de suspenso, otros de misterio, otros de amor, etc... pero todos tenían algo en común, aumentaban sus ganas de tener algun dia pareja, y así sentirse de una vez completo.

Antonio no se había acostado con muchos hombres, de hecho, eran menos que el número de dedos en su mano; y trataba al máximo evitar hacerlo, ya que, él, a pesar de no haber tenido una infancia cómoda y normal, y por lo contrario, tener que trabajar durante aquellos momentos de su vida, dejando a un lado la inocencia, y reemplazandola con responsabilidad, agilidad y fuerza, él era sentimental.

Él se sentía vacío cada vez que tenia sexo con alguien, él se sentaba en esa ventana, con ese paisaje, dejándose guiar por sus sentimientos y pensamientos.

...   ...   ...

Antonio había sido preparado para todo tipo de problema, situación y circunstancia; más lo que nunca le enseñaron, son los síntomas de estar enamorado.

Buenos dias, tardes o noches, queridos lectores

Llevo un año que no publico nada, y sinceramente seria todo un descaro que venga a pedirles perdon; más sin embargo puedo comentarles que en el tiempo que no estuve, varias cosas han pasado y cambiado.

Este es la segunda parte de "simplemente me dejaste sin palabras" - recien lo escribí, y queria compartirlo con uds.