Un Sabor Dulce o Salado

Una platica general sobre el sabor se convirtio en un placer delicioso con mi cuñadita.

Un sabor dulce o salado

Recientemente fui a una fiesta, pensé que seria aburrida, pues no tenia ganas de ir, sin embargo, me decidí y asistí, pues tenia rato que no veía a la familia de mi esposa, fue en un salón del sur de la cuidad, así es que pasamos por sus papas y sus hermanos, cuando llegamos, entre los saludos, los besos y los abrazos, cada quien se fue por su lado, conforme íbamos terminando de saludar a la familia, nos sentamos, en la mesa que nos asignaron, primero llego mi suegra, yo fui el segundo en sentarme a la mesa, aunque en esa mesa ya estaban algunos familiares mas, eran unas primas de mi esposa, después se sentó mi cuñadita, aprovecho que su hermana todavía no llegaba a la mesa y que había lugares libres junto a mi.

Se sentó y me hizo la platica, es algo juguetona y comenzó a bromear conmigo, ya que su esposo no estaba, pues andaba de viaje y su hermana estaba ocupada platicando por otro lado, pues estuvimos un rato platicando y jugueteando.

Sus primas también entraron en la platica, así estuvimos un rato, tomando un poco, comiendo algunas botonas en lo que se llegaba la hora de la comida.

Después de algún rato pusieron algo de música mi cuñadita me pregunto si la podía sacar a bailar, a lo que le respondí extendiéndole mi mano. Ella la tomo y nos levantamos juntos, comenzamos a bailar y así estuvimos bailando como por casi 20 minutos, una tras otra, después regresamos a la mesa y su hermana ya estaba ahí, y sin decir nada, aunque con un gesto de seriedad, me saco a bailar, lo note, pero no le dije nada. Simplemente seguí bailando, otro buen rato.

Después nos sentamos para esperar la comida y la platica ya estaba en todo su apogeo, no sé quien saco el tema, creo que fue una de mis cuñadas, esa ricura de quien ya les había platicado anteriormente, pero mi cuñadita, la mas chica de las hermanas, seguía sentada junto a mi.

Después de un rato, mi esposa se levanto, pues iba a acompañar a su mama al coche, así es que me quedo el camino libre, todo ese tiempo, de forma muy disimulada, mi cuñadita había estado rozando mi pierna con la suya, cruzándola por debajo de la mía.

Pero déjeme describirles a mi cuñadita, es muy parecida a sus hermanas, pero al ser la mas chica, es mas fresca, un poco mas abierta y tiene una carita preciosa, el cabello largo, medio quebrado, negro, es delgada, de estatura media, pero con unos pechos muy bien formaditos, redondos y firmes, así como unos pezoncitos pequeños, pero muy ricos, tiene una cinturita y unas caderas, que hacen que su cintura luzca, todavía mas, sus nalguitas están paraditas y apretaditas.

Ese día iba vestida con un pantalón de vestir, de una tela delgada que caía perfectamente sobre sus nalgas, además, sus piernas son largar, delgadas pero bien formaditas, tenia una blusa de color rosa, ajustadita, por lo que sus pechos se podían delinear perfectamente.

Así es que ya se imaginaran, sintiendo sus piernas rozar las mías, hizo que me excitara, lo que me ayudaba es que el mantel caía sobre mis piernas y puse la servilleta sobre mi, para ocultar mi excitación, aunque creo que ella lo noto desde un principio.

Los comentarios eran sobre el sabor que tiene el semen, una de sus primas dijo, pues yo leí que el semen puede ser dulce o salado, según lo que se haya comido antes de hacer el amor.

Por lo que todas comenzaron a dar su opinión y a hacer chistes al respecto, que si esta salado, es porque comió no se que, o si esta dulce es porque comió chocolates o pasteles, o que a una de ellas le había sabido a cloro, o que a otra a alcohol y que talvez lo que le haya salido no era semen sino orina y por eso le supo a cloro, o no se que tantas cosas decían, pues oyendo eso mi cuñadita me dijo que a ella no se le antojaba.

Que no lo había probado y que no tenia intenciones de hacerlo, a lo que alguien dijo, que tenia que hacerlo, para que pudiera opinar, alguien mas puso de ejemplo, haciendo referencia a que si tenia sexo, tenia que probar de todo, que si se comía un helado, también se comía el barquillo, y ella dijo que no, que a ella no le gustaba el barquillo, después haciendo la conversación un poco mas privada entre ella y yo, le dije que si no había probado alguna vez el barquillo para saber que no le gustaba y me dijo que si, fue cuando le dije que era lo mismo.

Y que tenia que probarlo y así vería si le gustaba o no, pero me dijo que no se le antojaba, además de que marido casi no lo veía pues sale mucho, pues no sentía ganas de probárselo, fue cuando le dije que lo mas seguro es que no había visto algo que le gustara, tanto como para probarlo.

En ese momento ella sonrió muy disimuladamente y me dijo que talvez así era, por lo que en forma muy picara le dije, que si me viera a mí, entonces si se le antojaría, acercándose un poco, poniendo su mano sobre mi pierna para sostenerse, me dijo que talvez, pero al tratar de levantarse nuevamente, safo su mano y la resbalo entre mis piernas, tallando mi pene sobre el pantalón.

Así es que seguí insistiendo poco a poco, le dije que estaba seguro que si viera lo mío, por lo menos lo probaría antes de decir que no le gusta, estuvimos así un rato, pero cuando volvieron a poner música para bailar, nos levantamos y aproveche la música para seguir insistiendo, picando su curiosidad, aunque en realidad lo que quería picar de ella, era otra cosa.

Después de la música, nos sentamos para comer, o mejor dicho para cenar, seguimos platicando y comiendo, para no hacerla mas larga, después de la comida, volvieron a poner música, pero esta vez le dije a mi cuñadita que si quería conocer el sabor de algo muy rico, que la esperaba afuera.

Cuando me levante, mi esposa me pregunto que a donde iba, le dije iba a hacer una llamada, así es que salí y me quede afuera como unos 10 minutos, pensé que ella no saldría, pero cuando me decidí a entrar, la vi aparecer por la puerta.

Se acerco y me dijo, quiero ver que tan cierto es lo que me dices, pero aquí no se puede, le dije, no, aquí no, pero adentro junto a los sanitarios, hay una especie de vestidores y algunos están abiertos, así es que podemos usarlos.

La tome de la mano y entramos, como estaban las luces bajas, pues estaban bailando y aprovechando que las pocas luces se centraban en la pista, fue fácil entrar y dirigirnos hasta los vestidores sin que lo notaran, entramos y cerré la puerta, estaban oscuros y aunque tenían luz, no quise encenderla, pues alguien podría verla por la orilla de la puerta.

Pero antes había ido al coche por una lámpara de mano, así es que con la lámpara en una mano senté a mi cuñadita, no sin antes desabrochar su pantalón y bajarlo para poder admirar la tanguita que llevaba puesta, sus pantalones quedaron hasta sus rodillas, por lo que al sentarla, pude bajarlos hasta sus tobillos sin problema.

Me agache, apuntando la luz hacia su entrepierna y acariciando sus piernas comencé a besarlas, recorriéndolas poco a poco hasta llegar a su tanguita, con la mano que tenia libre, jale hacia a un lado su tanguita y comencé a besar y aspirar el aroma de su rajita, ya esta húmeda y mi lengua la movía de un lado a otro para poder separar sus labios y encontrar su clítoris, sus ensortijados bellos me complicaban un poco la tarea, pero por fin logre encontrar ese rico botoncito, que comencé a besar y chupar como desesperado.

Al sentir como mi lengua mojaba y rodeaba su clítoris y luego esos delicados pero decididos chupetones, empezó a estremecerse, pero seguí besando ese botoncito, hasta que sentí como el néctar de su vagina ardiente comenzaba a escurrir entre sus nalgas, mezclado con mi saliva, por lo que tape su boca, para que no se escapara ese grito de placer que estaba a flor de labios, solo dejo salir un profundo suspiro.

Así es que baje un poco mas y mi lengua comenzó a tratar de entrar en su húmeda vagina, pero solo la punta de mi lengua entraba y salía, mi cuñadita ardía en deseos que la poseyera, que la penetrara en ese momento.

Y aunque mi pene estaba ya duro, grueso y ardiendo en deseos de sentir esa cálida prisión de su sexo, lo que hice fue levantarme y sacar mi pene de su prisión, pues no cabía mas, al sacarlo a la luz, pues lo alumbre con la lámpara, lo puse a la altura de su carita de ángel, ella lo vio, lo tomo con sus manos, trato de cubrirlo, y después de observarlo por unos segundos, no lo pensó mas y con su lengua comenzó a saborearlo, sosteniendo con sus manos, lo movía de un lado a otro para que pudiera ver como su lengua rodeaba toda la cabeza de mi glande, para después recorrer con la punta de su lengua todo lo largo de mi pene ardiendo, hasta llega a mis testículos, subiendo y bajando, su lengua mojaba todo mi pene, para después meterlo en su boca y comenzar a succionar tratando de extraer mi leche.

Por la cara de placer que tenia, no era necesario, pero aun así, le pregunte si le gustaba, en es momento ella comprendió que no debía haber opinado antes, pero acepto que se había equivocado y dijo que era delicioso, que quería probar mi semen y todo lo que saliera de mi, pero yo le dije que también quería sentir mi pene dentro de ella, por lo que la jale para que se sentara en la orilla y poder separar sus piernas, me hinqué y mi pene quedo justo frente a su rajita, por lo que abrazándola, prendí mis labios con los de ella y mi pene encontró el glorioso camino hacia su ardiente sexo, pero aun con lo húmeda que estaba, mi pene entro en ella con algo de dificultad, pues estaba muy estrecha, creo que hacia tiempo que no le hacían el amor.

Y en verdad que es un enorme desperdicio, pues esta riquísima, pero una vez adentro, comencé a bombear mi pene, entrando y saliendo primero lentamente en lo que su vagina se abría para mí, y luego poco a poco más rápido, hasta que no resistió mas y arqueando su espalda, presiono mi pene estallando de placer, parecía que quería comerse mi pene, en ese momento sentí que me venia yo también y aunque deje escapar un chorro de mi semen ardiendo dentro de su deliciosa vagina, lo saque para poder dárselo a probar, tomando nuevamente la lámpara, me levanté rápidamente y puse mi pene en sus labios, ella abrió su boca y sacando la lengua comenzó a lamer mi pene, mientras con sus manos, lo recorría de arriba abajo, presionándolo para que mi leche saliera, lo comenzó a chupar y fue entonces que no aguante mas, estalle en su boca, sentí como mi semen se mezclaba con su saliva y como se contraía mi pene al sentir como sus labios presionaban para exprimirlo dentro de ella, la tome de su cabeza y empuje mi pene dentro de su boca, fue delicioso pensé y mi cuñadita en ese momento, saco mi pene de su boca para decirme, tu leche es deliciosa, como no la había probado antes, en ese momento oímos un ruido y rápidamente nos vestimos, me asome para ver si podíamos salir y no se si era la misma ronda de música o ya era otra, el caso es que había música, la gente bailaba y las luces seguían en la pista, así es que logramos salir tal como entramos, ella se fue al tocador a terminar de arreglarse y yo salí al coche, a dejar la lámpara y a hacer la llamada que había tomado de pretexto para desaparecerme un rato.

Me entretuve un rato mas y cuando regrese a la mesa, obviamente las preguntas de porque tanto tiempo, pero como ya estaba mi cuñadita ahí, sentadita muy tranquila, nadie sospecho nada, solo aclare lo de la llamada y continuamos disfrutando la fiesta.

Al despedirme de mi cuñadita, me dijo al oído, que no me volvería a decir que no, a nada que no hubiera probado, ni a lo que saboreo esta noche, pues aunque estaba salado, estaba muy rico y que quería probar la parte dulce.

No sé si haya oportunidad después de darle algo dulce, pero espero que si, si eso sucede ya se los contare.