Un regalo relajante para parejas

Un relato que escribí para mi mujer en el que se realizaba una de sus fantasías

Para darte un regalo de cumpleaños original se me ocurrio buscar un masaje para parejas que nos lo dieran un chico y una chica. Costó encontrarlo pero tras mucho buscar encontre una pareja de masajistas que atendian a domicilio, un poco caros pero queria hacerte un regalo especial y era una idea con la que siempre tonteabamos.

Llegó el gran dia y al abrir tu regalo y ver el ticket del masaje pusiste una cara un poco esceptica. No te preocupes, te va a gustar... Te dije guiñandote un ojo, y entonces ya no sabias que esperarte. La cita era para ese mismo dia en un rato asi que les esperamos tomando unas cervezas y tratando de imaginar que nos depararia el masaje. Tu cada vez tenias menos reparos y mas ganas de que te masajeen bien alguna parte, segun dijiste en tono burlon pero muy erotico.

Llegaron los masajistas, el era un hombre moreno, alto y fuerte y parecio que te gustaba mucho por la forma de hablar con él tan juguetona que estabas teniendo. Ella era un bombon con cuerpo de escandalo y cara de loba. En cuanto la viste me miraste con cara de complicidad, y luego a mi entrepierna. Nos pidieron que nos desnudaramos, y les esperaramos cubiertos con una toalla sentados a los pies de la cama.

Nerviosos obedecimos, y asi como dios nos trajo al mundo estabas tu ahi, sentada a mi lado. Se te veia tan sexy y apetecible desnuda bajo la toalla que no podia evitar la ereccion que se marcaba bajo la mia. Tenia ganas de que acabara todo esto y se marcharan para poder lanzarme encima de ti y darte ese revolcon salvaje que tu cuerpo estaba pidiendo a gritos.

Un "se puede" me saco de mis pensamientos, una vez que habian entrado ya no podia echarles.

La chica se coloco detras de ti, y comenzo a masajearte el cuello mientras yo empece a sentir las manos del chico masajear el mio.

Oh, no! Deberia de haber buscado mas informacion sobre el masaje, pense. Esto no es lo que había planeado. Sin embargo tú me miraste a mi, y girandote hacia el masajista le dijiste, -No sería mejor que ella le diera el masaje a el y tu a mi? Tengo una contractura en la espalda y necesito unas manos fuertes. Los masajistas parecian sorprendidos, pero aceptaron cambiar de lugar, y antes de empezar el hombre dijo: -Es mejor para relajaros que os pongais estos antifaces.

Y asi empezo nuestro masaje, con nuestros masajistas en la cama detras nuestro. Sentir las lubricadas manos de la masajista en mi cuello y espalda era otra cosa, la sensacion era mucho mas agradable. Empece a imaginar como se veria desnuda y la tienda de campaña no hacia mas que crecer. Ademas en cuanto empezo el masaje note como tu respiracion se empezaba a agitar, estabas excitandote tambien al sentir las manos de ese hombre en tu cuello, tanto que disimuladamente y a sabiendas que no podia ver que hacias, separaste un poco los brazos para hacer caer la toalla y dejar al aire tus pechos, insinuandole al masajista donde debia proseguir con su trabajo.

Para ese entonces mi masajista ya estaba masajeando mis piernas, acercandose peligrosamente a mi miembro que deseaba sentir sus manos acariciandole, notar sus pechos atras me estaba volviendo loco. El hombre dejo caer lubricante desde tu cuello y fue extendiendolo por las proximidades de tus pechos y tu canalillo, pero tu necesitabas aun mas asi que le agarraste las manos y las llevaste a tus pechos haciendo que te los agarrara con ganas y empezara a magreartelos mientras pellizcaba tus pezones y ahi escuche tu primer gemido, en el mismo momento que note como me abrian la toalla y una delicada mano agarraba mi poya con fuerza mientras la lubricaba bien acariciandola de arriba a abajo.

Empezo a masturbarme lentamente a la vez que acariciaba mis huevos y masajeaba mi espalda con sus pechos empapados en aceite, lamiendo mi cuello y el lobulo de la oreja. Estaba super cachondo y mas aun escuchando tus gemidos. Tu masajista que estaba detras de ti, con una de sus manos fue bajando hasta tu entrepierna sin dejar de masajearte los pechos y pellizcar tus pezones con la otra.

Dejo caer bien de lubricante desde tu monte de venus y empezo a repartirlo sobre tus labios suavemente. Tu retiraste la toalla y te abriste de piernas todo lo que podias invitando a ese hombre a que te frotara a placer, cosa que el debio de agradecer. Podia escuchar como empezo a masturbarte acariciando tu clitoris y tus labios encharcados, y como tus gemidos pasaron a ser gritos cuando empezo a meterte dos dedos hasta el fondo y a comerte la boca con lujuria. Debias estar empapadisima y tus ganas me excitaban mas aun.

Mientras la masajista me tumbaba en la cama tus manos buscaban ansiosas encontrar la entrepierna de aquel hombre que no dudo en ayudarte a encontrar y tu no dudaste en masturbar en cuanto la tuviste a tu alcance. Sentir aquel hierro que podias tocar pero no ver te encendio la libido mas aun, y ya no eras mi pareja, tan solo una mujer hambrienta con ganas de satisfacer todos sus deseos sexuales. La chica se sento en mi cara haciendo que me embriagara el olor de ese coño mientras sentia como sus labios envolvian mi glande comenzando una mamada deliciosa.

Sentir su lengua en mi frenillo mientras me follaba con su boca me hacia ver las estrellas. Tu, lejos de conformarte con tocarsela te echaste hacia atras buscando una postura que permitia que te llevaras el premio a la boca mientras el seguia jugando con tus pechos a la vez que te masturbaba sin descanso alternando los movimientos sobre tu clitoris y tus labios con fuertes y profundas penetraciones con sus dedos. El sonido de tu coño empapado mientras te metian los dedos era inconfundible, asi como tus gemidos con la boca llena delataban en que estaba ocupada tu lengua.

Y mi lengua no queria quedarse atras, asi que, mientras mis manos jugaban con los pezones de aquella chica, acerque mi boca a ese lugar que olia tan bien y empece a lamerlo de arriba a abajo, separando sus labios con mi lengua hasta llegar a su agujero que emanaba un sabor igual de delicioso, la chica se derretia de placer, lo demostraba con sus gemidos y por como movia sus caderas buscando un mayor roce que le diera mas placer.

Cuando la escuchaste gemir con la boca llena imaginaste la escena y eso te hizo desear que a ti tambien te lo comieran, asi que levantando tus piernas mas aun y separando tus labios con tus dedos le ofreciste a ese desconocido tu coño caliente y le pediste que te comiera ahora mismo. El empezo a besar tu cuello descendiendo por tu cuerpo, se entretuvo en tus pechos pero no demasiado y paso la lengua sobre tus labios inferiores pero paso de largo y fue directo a tu ano, haciendote gemir de placer. De tan caliente que estabas llevabas rato deseando sentir algo ahi atras. El hombre al ver que te gustaba siguio lamiendo donde estaba mientras volvió a meter sus dedos en lo mas profundo de tu vagina. Tu gemias pidiendo mas y viendo como aun dilatabas mas y mas decidió empezar a jugar con un dedo de la otra mano en tu ano trasladando su lengua a la parte superior de tu coño devorandote el clitoris mientras te sentias llena por dentro.

La otra chica estaba a punto de correrse, sus gemidos denotaban que dentro de poco iba a deshacerse en un delicioso orgasmo. Escuchar los sonidos que provenian de al lado te ponia tanto como imaginar que estariamos haciendo, pero deseabas verlo. Asi que levantaste tu antifaz un poquito y disimuladamente, lo justo para ver como la masajista se daba media vuelta sentandose sobre mi miembro y, acercando sus pechos a mi boca, empezaba a masturbarme agarrando mi miembro, apretandolo contra su empapada concha y frotando sus labios con un movimiento de culo que muchas veces dejaba la punta en la entrada y me hacia sentir como penetraba solo un poquito pero suficiente para notar lo caliente que se estaba ahi dentro y desearlo mas aun.

Cuando no pude soportar mas esa sensacion tan placentera le agarre de las caderas y empece a empujar hacia abajo penetrandola lentamente hasta que su pubis alcanzó al mio, que sensacion tan placentera entrar en esa cueva tan caliente. Se agacho para besarme y yo empece a empujar con duros embistes hacia arriba mientras ella hacia giros con su culo dándome un placer infinito. Esa vision de tu chico disfutando al maximo teniendo otra mujer encima te acompaño hasta el extasis haciendote acabar a gritos mientras sentias un orgasmo arrollador que acabo empapando la boca de tu masajista el cual sentia tu orgasmo en las contracciones de tu vagina que apretaban sus dedos.

Te quitaste el antifaz y miraste al masajista con una mirada de deseo que no dejaba lugar a dudas. No hizo falta decir mas, el hombre que despues del festin que se habia dado contigo estaba duro como una roca se abalanzo sobre ti comiendote los pechos mientras frotaba su miembro empapado en lubricante contra tu vagina la cual estaba pidiendo guerra a gritos. Hasta que dejo su poya quieta con la punta en tu entrada y empezo a subir con sus besos mientras tu moviendo tu culo conseguias sentir como entraba un poquito dentro de ti. Cuando su boca alcanzo la tuya te agarró firmemente los pechos y pellizcando tus pezones empezo a penetrarte hasta el fondo. Tiraba de tus pechos para hacerte moverte adelante y atras mientras que con su movimiento de cadera conseguia sacarla del todo para volver a meterse hasta dentro en el siguiente empuje. Tu, agarrada a su culo le empujabas contra ti, haciendo que cada penetracion fuera mas fuerte aun. Te estaba follando con muchas ganas y tu estabas disfrutándolo como una jovenzuela que recien descubrio el sexo pidiendole mas y mas y contandome lo mucho que estabas disfrutandolo.

Estabas desatada, tanto que no aguantaste mucho asi y al poco tiempo ya te habías montado sobre el cabalgándole salvajemente buscando encontrar un segundo orgasmo tan bueno como el primero. Volviste a sentir una sensacion placentera en tu ano y cuando te giraste para mirar descubriste a mi masajista a cuatro sobre la cama lamiendote sin parar mientras se masturbaba con furia sintiendo como le estaba empujando duro desde atras, dandole azotes en el culo que hacian que gimiera mas y mas.

-Alguien esta a punto de correrse... Dijiste. -Dale fuerte mi campeon quiero ver como consigues que se derrita de placer. Eso me encendio aun mas y acelere mis caderas empezando a follarla a todo tren mientras tu le pellizcabas los pezones, y te acercabas a besarle en el momento justo de su orgasmo silenciando sus gritos pero sintiendo su orgasmo en ese beso tan caliente que os estabais dando.

-Joder cariño, estoy a mil. Me dijiste, y no hacia falta que me dijeras mas, yo sabía de sobra lo que me estabas pidiendo y me acerque a dartelo, empapando mis manos en aceite te agarre ese culazo y empece a acariciarlo entero lubricandolo mientras un dedo empezaba a trabajar en tu entrada posterior. Al poco ya estaba literalmente masturbandome con tus nalgas, frotando mi miembro que aun seguia mas duro que nunca y haciendote sentir lo caliente que estaba, mientras tu no detenias ni por un momento los movimientos sobre la polla de nuestro invitado, relajandote lo mas posible e invitandome a entrar.

Yo deseaba darte ese placer casi tanto como tu, asi que no me hice de rogar mucho y agarrando fuerte tus nalgas comence a meterme dentro de ti aprovechando cuando el otro miembro salia de tu vagina para meterme yo hasta dentro. Al poco rato ya le habiamos cogido el truco y tu disfrutabas mas de lo imaginado con esas pollas que se turnaban para entrar dentro de ti. Empezaste a cabalgar mas erguida, apoyando tu espalda contra mi, lo que me permitio agarrar tus pechos y acariciarlos mientras no dejaba de penetrarte cada vez mas fuerte.

Tus gritos te delataban, estabas disfrutando mas que nunca en tu vida y tus gemidos tan eroticos y morbosos hacian dificil aguantar el orgasmo, tanto que tu masajista acabo corriendose dentro de ti haciendote sentir un volcan en erupcion dentro de tu coño que se desato del todo cuando te avise entre gemidos de que me corria yo tambien y sentiste un segundo volcan explotando en tu parte trasera que te hizo alcanzar un orgasmo larguísimo. Nacido en tu clitoris, te recorrio todo el cuerpo haciendote gritar de placer y fue tan intenso que nos saco a ambos fuera de ti. Tus gemidos debieron oirse en todo el edificio pero poco importaba, tu cara de plena felicidad lo decía todo. Creo que al final acerte con el regalo.