Un regalo para mi novio
Trata de como convertí a mi novio en un cornudo y de cuanto lo disfrutamos.
Hola mi nombre es Rebeca, actualmente tengo 22 años de edad, soy una chica normal como cualquier otra de contextura delgada, de piel blanca, cabello largo y liso de color castaño claro, ojos marrones claros, de labios carnosos y muy sensuales, mis senos son algo grandes, firmes y duritos, mi cintura es fina y delicada, poseo un trasero redondito, firme, durito y muy bien paradito, mis piernas son largas, tornaditas y suaves al igual que el resto de mi piel, mido 1,69m de estatura, no es por presumir pero me considero una chica hermosa, me gusta cuidar mucho de mi cuerpo para verme atractiva y sensual en todo momento, me encanta ser el centro de atención de los hombres.
Vivo con mi novio en una pequeña casa que se encuentra en un barrio de obreros a las afuera de la ciudad, nos independizamos desde hace un año atrás, queríamos tener nuestra intimidad como pareja y decidimos alquilar una propiedad.
Todo comenzó hace unos meses atrás, cuando mi novio tuvo que ausentarse por motivos de trabajos, le tocaba supervisar unas obras en otras provincias así que estaría fuera de nuestro hogar por una semana. Al principio pensé en quedarme en casa de mis padres para no estar sola, pero luego cambie de idea porque necesitaba terminar un trabajo para la universidad.
Los dos primeros días trascurrieron con mucha normalidad, siempre me conectaba con mi novio vía SKYPE, (con esta aplicación o programa podemos comunicarnos con otras personas, en cualquier parte del mundo por medio de llamadas y video conferencias). Cada vez que nos conectábamos por este medio, mi novio me pedía que le enviara fotos sexys de mi persona, también colocábamos la cámara de video para bailarle y provocarle, todo esto me colocaba realmente cachonda y la verdad es que deseaba tenerlo en casa para que me follara y saciara mis ganas de sexo.
En la última conexión que tuvimos ese segundo día, le habría comunicado a mi novio que tendría una sorpresa especial para él. Insistió en que le comentara algo de lo que tenía en mente pero no le comente más nada al respecto para no dañar la sorpresa.
- Vamos Rebeca, dame aunque sea una pequeña pista –
- No querido, deja de insistir que no te va a servir de nada, eso te lo puedo asegurar –
- No seas mala cariño, tu sabes que soy bastante curioso –
- Tendrás que aguantarte mi vida… te dejo porque tengo que descansar cariño, besos –
Me desconecte y fui a dormir temprano para asistir a tempranas horas de la mañana a la universidad, porque tendría que realizar una prueba final de una materia que necesitaba pasar obligatoriamente para pasar al próximo año.
Tenía en mente como regalo el masturbarme frente a la cámara de video, para que mi novio me viese tocar mi sexo y así poder calentarlo. Al llegar de la universidad me di una larga ducha para luego colocarme una ropa interior rosa y encima una pijama muy sexy que me llegaba a medio muslo y era bastante descotada en la parte superior, me quedaba divina, faltaba un par de horas para conectarme con mi novio, así que prepare el computador y la cámara de video para darle su regalo prometido.
De pronto escucho que alguien toca la puerta de nuestra casa, me extraño porque no esperaba a nadie, pensé en no abrir la puerta porque no quería distraerme y ya faltaba poco para conectarme con mi novio, pero aquella persona tocaba de manera insistente que no me dejo más remedio que ir abrir la puerta para ver de quien se trataba.
Al abrir la puerta me topé con Alberto, nuestro vecino de al frente.
- Perdone que la moleste vecina, resulta que extravié las llaves y no tengo copias, llame a mi esposa para avisarle de mi problema y me dijo que llegaría dentro de un par de horas… toque a su puerta para pedirle si podía quedarme aquí a esperarla a que llegue –
- Tranquilo don Alberto, pase adelante… por mi parte no tengo ningún problema en que espere aquí a su esposa –
- Gracias vecina, de verdad se lo agradezco de corazón –
- No se preocupe, usted haría lo mismo por nosotros –
Nuestro vecino Don Alberto es un hombre maduro de unos 52 años de edad, de contextura gruesa, alto de 1,84m de estatura, de piel morena, posee una barriga algo prominente, es una persona amable y bastante amistosa, cada vez que podía me adulaba, pero eso era lo único que no le agradaba a mi novio de nuestro vecino, en lo demás todo era aceptable porque son un matrimonio muy agradable.
En ese momento pude notar como don Alberto no me quitaba la mirada de mis senos, no sé por qué pero me había excitado aquella situación, nuestro vecino me devoraba con su mirada tan lasciva, primera vez que notaba que aquel hombre me observaba de una forma tan pervertida, supuse que debió ser por cómo me encontraba vestida en ese momento, la verdad es que no esperaba ninguna interrupción, pero me gustaba como me miraba, eso realmente me tenía excitada.
Le ofrecí una taza de café por cortesía, lo cual el acepto y le pedí que me acompañara hasta la cocina para que no se quedara solo en nuestra sala, mientras nos dirigíamos pude notar como me seguía sin perder de vista mi trasero, no perdía ningún tipo de detalle en como contoneaba mi cola de un lado a otro mientras caminaba.
Aquella excitación que sentía en ese momento me pedía que jugara con don Alberto, quería ver cómo me deseaba, se me estremecía el cuerpo de solo pensar que me encontraba sola con un viejo verde que solo soñaba con poseer mi joven cuerpo. Cuando llegamos a la cocina me dispuse a buscar el azúcar, así que me incline para abrir el gabinete de abajo y poder agarrar el azúcar, me demore un par de minutos simulando que no la lograba encontrar, una vez que fingí haberla encontrado me di vuelta rápidamente y pude ver como Don Alberto se enderezaba disimuladamente.
Estaba excitadísima de solo pensar que aquel viejo me había visto el trasero, no pude evitar echar un vistazo a su entre pierna para darme cuenta de que tendría una erección debajo de sus pantalones. Como no fui muy discreta al observarlo, rápidamente Don Alberto se dio cuenta de que le miraba su paquete abultado, pero no comento nada así como yo tampoco mencione nada de lo que sucedía. Me encontraba como loca, pero a la vez algo nerviosa que era provocada por la misma excitación que sentía en ese momento.
Luego le pedí que me pasara una taza limpia que se encontraba sobre la barra que tenemos en nuestra cocina, para servirle café, Don Alberto se acercó rápidamente colocando la taza sobre el gabinete, comencé a llenar la taza con cierta lentitud, deseaba que ese momento durara lo más tiempo posible. Tenía a nuestro vecino lo más cerca de mi persona, nuca lo habría tenido tan cerca como en ese preciso momento, me observaba de una forma descarada y lasciva mis senos, se le notaba algo excitado.
Termine de llenar su taza con café y me di vuelta rápidamente dándole la espalda por un momento, suspire silenciosamente sin que nuestro vecino me pudiera ver, me quede un rato de espalda hacia él mientras simulaba ordenar algunas cosas.
- Rebeca tienes un cuerpo divino –
Me quede helada al escuchar sus palabras.
- Espero no molestarte con mi comentario –
Yo no articule palabra alguna, me encontraba inmóvil de espalda hacia él, estaba algo sumisa al no mover ni una pestaña.
- Vecina tienes un cuerpo de infarto… y ese trasero esta fabuloso –
Al terminar de hacer este comentario, rápidamente se acercó hacia mí, logrando sorprenderme colocando sus manos sobre mis brazos y adularme nuevamente.
- Tu piel es muy suave, realmente increíble –
- Gracias Don Alberto… cuido mucho de mi cuerpo para verme así –
Le comente entre nerviosa y excitada, sus manos comenzaron a moverse lentamente sobre mis brazos. Aquella situación me estaba poniendo bastante excitada, estar con un hombre maduro, sola en casa y que este me estuviera observando lascivamente para luego estar tocándome mis brazos para sentir mi piel, lo que me provocaba era un increíble grado de calentura y trataba de mantenerme al margen de la situación para disimular mi estado de excitación lo mejor posible.
- De verdad vecina, tienes un cuerpo increíble y desde hace tiempo que he estado observándote… de seguro debes escuchar todo tipo de comentarios subidos de tono en la calle –
Rápidamente Don Alberto se pegó más a mí, logrando apoyar su abultado paquete en mi trasero, pude sentir sobre mis nalgas el resultado de su excitación, una grande cabe resaltar, el muy sin vergüenza me estaba restregando su paquete descaradamente, en ese momento como que no le importaba que yo fuese la mujer de su vecino, aquel viejo se estaba aprovechando de mí, pero a mí tampoco me molestaba que me estuviese adulando y tocando, me excitaba realmente aquella situación en la que estaba, pensaba que aquel maduro podía ser mi padre pero aquel pensamiento me encendía aún más.
Por primera vez sentía un bulto en mi trasero que no fuese el de mi novio, quería detener todo aquello que sucedía en la cocina de nuestra casa, pero un impulso dentro de mí no me permitía hacerlo, inclusive luego comencé a rozar mi trasero contra su paquete por encima de su pantalón, movía suavemente mis nalgas de un lado a otro, lo hacia lo más sensual y atrevido posible, estaba completamente fuera de sí. Don Alberto se comenzó a excitar aún más porque comenzó a restregarme su abultado paquete con más intensidad, nuestro viejo vecino estaba haciendo realidad sus más sucios deseos de tener a una chica como yo a su merced, yo no quería evitar que me usara a su antojo, me encontraba bastante extasiada con lo que pasaba en ese momento, luego sus manos me rodearon lentamente logrando atrapar mis senos.
- Vaya tetas que te gastas vecina –
Me comento al oído… al escucharla rápidamente coloque fuertemente mis manos sobre las de él e intente separarle.
- Por favor suélteme Don Alberto, esto no puede estar pasando, soy una chica comprometida con mi novio –
- Déjate llevar por la situación, sé que lo estas disfrutando y deseas más –
Aquel viejo me apretaba los senos con fuerza, los amasaba fuertemente mientras me susurraba al oído que tenía unas tetas bonitas y firmes, luego sus masajes comenzaron hacerse más fuerte y tuve que apoyarme sobre la barra de la cocina para no perder el equilibrio, sus manos me apretaban mis senos y su cuerpo se afincaba a un a mi cuerpo logrando pegarme por completo a la pequeña barra de la cocina, siempre mantenía su abultado paquete sobre mi trasero, me tenía a su merced, aquella situación era realmente morbosa.
Estuvo unos cuantos minutos masajeando mis senos y restregando una y otra vez su abultado paquete contra mi trasero, mientras tanto yo estaba completamente excitada y mojadita. Luego Don Alberto coloco una de sus manos en la parte interna de mi muslo derecho y poco a poco fue subiendo mi pijama, logrando acariciar mi pierna con mucha suavidad, voltee mi rostro para verlo y me di cuenta de cómo detallaba sus movimientos. Su rostro era algo enfermizo, parecía un depravado sexual, tenía una cara de morbo total, repentinamente subió mi pijama hasta la altura de mi cadera para ver mis nalgas cubierta por tan solo un tanga rosa, después de contemplar mi trasero me hizo levantar aún más mi cola, logrando mostrársela en total plenitud.
- UUUFFFF, Muéstrame el culo como se debe –
Comentó Don Alberto mientras que al mismo tiempo me daba una fuerte palmada en mi trasero, su comentario y tal acción hicieron que me mojara aún más por la excitación que me había provocado aquel viejo verde de mi vecino, también habría comprendido que ya no había vuelta atrás, mi calentura está demasiado alta que no tenía voluntad de parar aquello, mi vecino me tenía entregada en sus manos.
Luego me sujeto fuertemente de mi trasero para después separar mis nalgas y apoyar sobre mi tanguita su abultado paquete que se le marcaba por debajo de su pantalón, cuando me soltó mis nalgas pude sentir entre ellas las palpitaciones de su excitado miembro. Me tomo de las caderas y me restregó su bulto con fuerza, también pude escuchar un pequeño suspiro de parte de él.
- MMMMM… mueve ese rico culo que tienes Rebeca… menéalo como tú lo sabes hacer –
Rápidamente obedecí su petición y levante lo más que pude mi trasero, luego lo comencé a mover suavemente de un lado a otro por encima de su pantalón, logre voltear nuevamente para verle su rostro, Don Alberto parecía estar en la gloria de lo excitado que se encontraba, y de solo ver su cara de morbo me encendía más a mí. Después comenzaron a sonar fuertes palmadas en mi trasero sintiendo unas cosquillas internas a causa del dolor placentero que me provocaba aquello, repentinamente mi vecino aparto su paquete de mi cola y se paró junto a mí para apoyar su mano sobre la parte baja de mi espalda, comenzando a acariciarme mis nalgas suavemente, seguía por la parte interna de mis muslos y de vez en cuando acariciaba mi entre pierna por encima de mi tanguita. Deje de mover mi trasero unos segundos para disfrutar de su manoseo plácidamente.
- Pero qué coño haces?... no te he dicho que pares… sigue meneando el culo PUTA –
- Como se atreve a decirme Puta? –
- Eres una PUTA… No eres más que una PUTITA calentona… Tienes un cuerpazo de infarto pendeja… te la voy a clavar como toda una perra –
- MMMMM, déjeme Don Alberto… MMMMMM se lo suplico –
El viejo de nuestro vecino hizo que volteara mi rostro para acercar el suyo y meterme su lengua dentro de mi boca, jugaba y exploraba el interior de mi boquita para después lamer mis labios, mejillas y parte de mi cuello.
- Estas bien rica Rebeca… el cabrón de tu novio tiene suerte de follarse una mujer tan rica y hermosa –
- Le agradezco que no se exprese así de mi novio –
- JAJAJAJA es un cornudo cabrón… Estoy manoseando a mi antojo a su joven y linda novia, inclusive le propine un beso y ahora me la voy a follar como a una puta –
- MMMMMM Por favor no siga –
- Estas muy rica, tienes unas piernas suaves… Ahora deseo que desfiles para mí, quiero que me enseñes ese tremendo cuerpo que tienes… camina como una perra en celo, caliéntame que estoy cachondo –
Al principio dude en cumplir su propuesta, no me gustaba que me pidiera de que me comportara como una perra en celo, pero tenía muchas ganas de seguir con aquella situación tan morbosa. Camine lentamente delante de él, lo hacía con mucha sensualidad sin perderle de vista su abultado paquete que me excitaba de sobre manera, eso le gustaba a mi vecino porque me hacía lucir como una verdadera perra, no podía creer que yo estuviese calentando a un viejo verde en mi casa con mi novio ausente, cuando pasaba cerca suyo no perdía la oportunidad de propinarme una fuerte nalgada o manosearme mis senos, mientras que al mismo tiempo me comentaba cosas obscenas.
- Eso es PERRA… Muéstrame ese hermoso culo… que rica esta la novia de mi cornudo vecino… Que puta más buena… Deseas que te folle PUTA?... Responde PERRA-
- MMMMM SI Don Alberto… seré su perra sumisa –
- Te gusta que te trate como PUTA?... A las Putas como tú les encanta que les apreté las tetas –
- Si Don Alberto, me gusta que me manosee a su antojo –
- Que lindas tetas tienes Rebeca… seguro que al cabrón de tu novio le gustan también –
- Si MMMMM… a mi novio le gustan mis tetas –
Al terminar de escuchar mi respuesta, me apretó mis senos con fuerza, los manoseo, masajeo a su antojo, en ese momento me sentía muy deseada y sucia a la vez por permitir que aquel viejo verde de mi vecino me manoseara, luego de unos minutos soltó mis tetas para colocar sus manos en mi trasero, me apretaba y acariciaba esta vez mis nalgas.
- Que pedazo de culo que tienes Puta… tremendo trasero PERRA… te gusta que te toque el Culo Puta? –
- MMMM SI Don Alberto me gusta que me lo manosee MMMMM… me encanta mucho, deseo que me folle un madurito como usted MMMM –
- Eres una verdadera PUTA Rebeca… Una PUTITA hermosa con cara de angelita… Tienes unos labios preciosos para dar una buena mamada –
- MMMM Mamada, Pija, Masturbar OH D… -
Exclame preocupada porque se me había olvidado que faltaba poco para conectarme con mi novio en el video chat, sin perder más tiempo me retire de la cocina apresuradamente para encender el computador que se encontraba en el cuarto y colocar el programa de la video llamada, Don Alberto se asustó por la forma en que me retire y cuando estaba a punto de entrar a mi habitación le hice seña de que se quedar dónde estaba, extrañada mente se quedó inmóvil en la entrada del cuarto sin comentar nada al respecto, solo se dedicó a observar lo que ocurría.
Al abrir el programa de la video llamada, mi novio ya estaba conectado esperándome para chatear como acostumbramos cuando está lejos de casa.
- Hola Amor… GUAO, estas preciosa… se te ve hermosa esa pijama –
- Hola Cariño… como te ha ido en el trabajo? –
- Bien, aunque un poco aburrido porque la lluvia no nos dejó trabajar casi nada –
- Que lastima Cariño –
- Sabes estoy impaciente por saber sobre mi regalo –
- MMMM tu no aguantas nada Cariño JAJAJAJA –
- La verdad es que no amor… Tengo ganas de estar contigo para tener un buen polvo –
- JAJAJAJAJ Yo también estoy loca para que me quites las ganas… pero esta vez vas a tener que verme y tu hacerte una paja para que te bajes un poco la calentura Cariño –
- MMMM? No te entiendo –
- Recordé que una vez que estábamos solo en nuestra habitación con un tremendo calentón, mencionaste que tenías la fantasía de verme con otro, pues bueno, ese va hacer tu regalo Cariño…
- No estoy logrando seguirte en lo que me comentas amor –
- Eso es lo que voy hacer en este preciso momento… Voy a follar con otro hombre y lo voy hacer ahora delante de la cámara Cariño… Espero que no te pierdas ningún detalle… sé muy bien que lo vas a disfrutar, solo observa –
Al terminar de comentarle, rápidamente gire hacia un lado y le hice seña con el dedo a nuestro viejo vecino, pidiendo que se acercara, para sorpresa de mi novio apareció Don Alberto en la pantalla, se colocó de pie frente a mí, mientras yo me encontraba sentada en la cama.
- Hola vecino, espero que disfrute la escena –
- Don Alberto es usted? –
- Si vecino, yo voy hacer el que se va a follar a la putita de su noviecita –
Mientras decía esto el viejo de nuestro vecino comenzó a desabrocharse el cinto de su pantalón para luego arrepentirse, mire la pantalla y note que mi novio estaba aún muy sorprendido por lo que sucedía.
- Vamos PUTITA… Muéstrale al cabrón de tu novio lo que te gusta JAJAJA-
Yo me encontraba realmente ansiosa que estaba por comportarme como una verdadera puta, había llegado el momento que tanto esperaba.
- Busca lo que desea Rebeca… Le puedo asegurar que le va a encantar… Vamos PUTITA sácamelo –
Nuestro vecino ya se había dado cuenta del morbo que me provocaba decirme puta. En ese momento estaba algo asustada pero ya era tarde para dar vuelta atrás, pero también estaba decidida a seguir con el plan, me tenía loca de entregarme a Don Alberto. Estaba extasiada de solo pensar que me dejaría follar por aquel viejo verde de mi vecino mientras que mi novio nos ve, me convertiría en una puta y eso me calentaba demasiado.
Mirando a la cámara y sonriendo acerque mis manos al tremendo paquete que tenía entre su pierna y debajo de su pantalón, aquel viejo suspiro de placer al sentir mis manos en su abultado paquete, pude sentir la dureza de su miembro, me miraba morbosamente como si se estuviera burlando de mí y mi novio. Pude sentir una tranca larga y gruesa bajo la tela de su pantalón, me encantaba poder notar lo caliente que se encontraba el viejo de nuestro vecino. Desabroche el cierre y el cinto de su pantalón para después acariciarlo bajo su ropa interior, cerré mis ojos para disfrutar la sensación de tocar aquella barra de carne negra, una de mis manos atrapo sus peludos testículos, logrando acariciarlo suavemente, luego apretaba fuertemente su polla y con un suave sube y baja lo comencé a masturbar.
- MMMM Cariño, el vecino tiene la polla dura… ¿tú la tienes igual?... apuesto a que sí, sácatela y menéatela viendo a tu novia con otro –
- Que puta eres Rebeca – Comento mi novio.
- UUUFFFFF parece que el vecino tiene buena polla… Se la voy a sacar –
Rápidamente le baje el pantalón y la ropa interior a mi vecino para dejarlo desnudo de la cintura hacia abajo, para dejarle su polla al aire libre.
- WOWWWW vaya polla… ¿Has vito que tamaño tiene?... es enorme, es más grande que la tuya Cariño –
Le comente mientras le propinaba una buena paja a nuestro vecino. Mi novio miraba atentamente a la pantalla.
- Que dura esta Cariño… estoy tan excitada que tengo el coño mojado –
La piel del miembro de mi viejo vecino era suave, su glande estaba completamente húmedo y manchaba mi mano cuando lo acariciaba con su líquido pre seminal. El tamaño y grosor de la polla de nuestro vecino era mayor a la de mi novio y eso me excitaba, me calentaba demasiado la idea de que aquel viejo tuviera una buena tranca.
- Ahora me vas a chupar la polla como una autentica PERRA… Le vas a chupar la polla a tu vecino mientras el cabrón de tu novio nos observa por cámara –
Comento nuestro viejo vecino mientras se sujetaba su polla por la base, para darme de golpes en mi rostro con su herramienta bien dura.
- ¿Qué te parece el dulce PUTITA?... ¿Te gusta?... Anda PERRA abre bien esa boca de PUTA.
Mire directo a la cámara para que mi novio viese mi rostro y mis ojos llenos de lujuria, acerque mi boca a la punta de la polla del viejo verde de mi vecino y le di un beso, luego saque mi lengua y le lamí la puntita.
- MMMMM Que rica polla Cariño… ¿Te gustaría ver cómo me arrodillo y le chupo la polla a nuestro viejo vecino? –
- Eres una ZORRA y claro que me gustaría verte –
Al escuchar las palabras de mi novio, no pude evitar sonreírle con una cara de picará y puta a la vez. Lentamente me arrodille frente a mi viejo vecino, mi rostro quedo por debajo de su descomunal tranca, quede situada en una toma de perfil para que mi novio no perdiera ningún detalle de lo ocurrido en nuestra habitación.
Primera repase todo su miembro con mi lengua, recorría desde la base de su gruesa polla negra hasta su húmedo glande, tenía un sabor a sudor con esencia a orines, no me disgustaba en lo absoluto, el sabor de aquella asquerosa barra de carne me calentaba, cubrí toda su herramienta y sus testículos de mi saliva, le lamí sus ricas bolas peludas.
- Eso PUTA, chúpamela… Demuéstrale al cabrón de tu novio lo chupa polla que eres –
- UUMMMMM que rica está, vamos a probar hasta donde me llega –
Le comente a mi novio sin perder de vista a la cámara, luego comencé a tragarme ese pedazo de tranca, lentamente me la fui introduciendo dentro de mi boca hasta lograr introducirme la mitad de su polla, al ver que no me entraba me la saque de golpe porque me ahogaba de lo grande que era.
- COF, COF, COF… MMMUUUFFFF, es demasiado grande Cariño, no me cabe más –
Comencé a propinarle una sensual mamada, lenta y entretenidamente, mirando a mi novio que nos observaba por la cámara, Don Alberto me pasaba su polla por la cara, mis labios y yo le lamia aquella descomunal tranca, inclusive me introducía sus testículos peludos dentro de mi boca para chupárselas comportándome como toda una verdadera puta. Mi novio observaba entretenidamente la estupenda mamada que yo le brindaba a nuestro viejo vecino.
Pude notar por la cámara como mi novio se había sacado su polla y se comenzó a masturbar mientras nos observaba, su novia se había convertido en una auténtica putita y eso lo ponía cachondo. Le daba una tremenda mamada a la polla del vecino de forma bien glotona, mis labios cubrían y recorrían cada parte de su herramienta, entraba y salía de mi boca, con una de mis manos apretaba y masturbaba una parte de ella, parecía toda una experta chupándole la pija aquel viejo, le pasaba mi lengua por todo su glande sin cesar.
- OOOHHHH que rica mamada…. Sigue chupándomela así PUTITA… tu novia es toda una experta cabrón OOOHHHHHHH –
- MMMMSSSHH ¿Escuchaste a nuestro vecino Cariño?... Está disfrutando de lo lindo –
Mi novio nos observaba detenidamente, miraba como su querida novia le daba una tremenda mamada al viejo de nuestro vecino, mientras tanto se masturbaba muy excitado por la situación.
- La polla de Don Alberto me tiene realmente cachonda Cariño… Observa como le dio placer –
El viejo de nuestro vecino me sacaba su descomunal polla de mi boca y me la restregaba por toda la cara, me daba ligeros golpe con ella pasándomela por mis labios, mis mejillas y mi frente, llenándome de mi propia saliva y de su liquido pre seminal.
- Cariño le voy a permitir a nuestro vecino que se corra en mi cara, quiero que me llene todo el rostro de su esperma caliente, por lo que se nota tiene sus testículos bien cargaditos para bañarme de su lechita –
- Eres una completa PERRA Rebeca, te has vuelto una PUTA cualquiera –comento mi novio.
- Don Alberto quiero que se corra en mi cara… Enséñele a mi novio como me la dejas llena de tú lechita –
El viejo al terminar de escuchar mis suplicas me sujeto fuertemente por mi cabeza con sus manos, jalándola hacia atrás logrando levantar mi rostro, yo comencé a darle una buena jalada a su polla con mis manos, lo pajeé con fuerza.
- MMMMMM Sí… Lléname de leche… Quiero que mi novio vea lo PERRA que soy por cámara –
Rápidamente de la polla del viejo salió un impresionante chorro de semen calentito, blanco y espeso que se derramo en mi cara desde mi barbilla hasta la frente. Cerré mis ojos dejándome llenar todo mi rostro de su leche, Don Alberto movía mi cabeza de un lado a otro para dirigir los chorros de semen por toda mi cara. Apenas termino de correrse me soltó y de su polla salía un hilito de semen que le colgaba hasta mi rostro. Rápidamente me gire y me acerque hacia la cámara, con mis ojos entre cerrados con toda mi cara cubierta de leche.
- ¿Qué tal me veo Cariño? –
- Como toda una PUTA barata – comento mi novio.
Pude ver como mi novio se había corrido con mucha intensidad, logrando mancharse se camiseta y sus pantalones, no dejaba de verme la cara llena de leche mientras se corría en una espléndida paja. Don Alberto se me acerco por detrás y con los pulgares de sus manos me quito el semen que había caído sobre mis parpados, logrando abrir completamente mis ojos.
- Me ha gustado mucho que nuestro vecino se corriera en mi cara… Estoy tan cachonda, huele y sabe divino su semen calentito… MMMMM Que rico Cariño, por lo que veo a ti también te ha gustado –
Me voltee colocándome nuevamente de perfil frente a la cámara y observe la polla tiesa de mi viejo vecino, acerque mi rostro y con mi lengua lamí el semen que escurría por la punta. Yo estaba realmente sorprendida porque Don Alberto seguía con tremenda erección.
- OOHHH… ¿Te has dado cuenta Cariño?... Nuestro vecino se acaba de correr como un burro en mi cara y todavía mantiene una erección de campeonato… Cada vez que tú te corres se te pone flácida enseguida –
- Eso es porque estas con un verdadero hombre vecina –
Luego de decirme estas palabras me arranco fuertemente mi tanga, después coloco su mano sobre mi húmedo sexo y comenzó a acariciarla suavemente causándome una gran excitación.
- Vecino mira como esta mojada la PUTA de tu novia… Parece una PERRA en celo JAJAJAJAJA –
Don Alberto coloco la punta de su verga en medio de mis labios vaginales provocando una fricción que hacia ponerme como loca de la calentura que aquello me causaba.
- MMMMM Que rico… MMMMMMM –
- JAJAJAJA la PUTITA de tu novia está loca porque se la metan… Es toda una PERRA… Ahora veras como se la folla un verdadero hombre –
- SOS un hijo de perra Don Alberto – comento mi novio.
- Vamos PUTITA pídeme que te folle… Anda suplícame que te atraviese con mi tranca delante del cabrón de tu novio… Vamos dilo, quiero ver que humilles a tu novio –
Estuvo unos cuantos minutos rozándome la entrada de mi vagina con el glande de su tranca, al mismo tiempo no perdió oportunidad de acariciarme mi trasero y parte de mi cuerpo, repentinamente me daba unas fuertes nalgadas, logrando excitarme como una loca sin control. Mi calentura me dominaba, me sentía en la gloria ser manoseada y abusada por aquel viejo verde, estaba completamente mojada, no aguantaba más las ganas de que me lo metiera.
- Quiero que me lo meta – susurre.
- No te escuchamos, ¿Que dijiste PERRA?... dilo en voz alta –
- Por favor quiero que me lo meta… Cójame como a una perra… deseo sentir esa enorme polla en mi interior… quítame esta calentura que siento Don Alberto –
Una vez que termino de escuchar mis suplicas, me observo con una sonrisa burlona y humillante, me sujeto fuertemente de mis caderas y me levanto un poco para ubicar su polla tiesa en la entrada de mi vagina, y de una sola embestida me la clavo por completo. Su descomunal tranca se abrió paso dentro de mi interior como un taladro, logro sacarme un fuerte grito desgarrador por causa del dolor que sentí al principio, lo abrace para poder sujetarme por miedo a que me lastimara son su gran polla. Don Alberto al ver mi reacción se quedó un momento quieto con toda su barra de carne dentro de mi coño húmedo.
- UUUUFFFFFFF Que coño tan estrecho tiene la PUTITA de tu novia Cabrón –
De pronto comenzó un violento mete y saca, me tenía bien sujeta de las caderas y me hacía subir y bajar con mucha facilidad, sin perder el ritmo actual de sus embestidas, aquel viejo me estaba dando una follada salvaje.
- UUUFFFFFF AAAAYYYY… Me duele UUUUUYYYY… Don Alberto me parte en dos AAAAGGGHHHHH –
- Disfruta PUTA… Apenas estoy comenzando que rico coño tienes PERRA –
- AAAAGGGHHHH Que rico Don Alberto SSSIIIIIIII UUUUFFFFFF –
Estalle en un gran orgasmo que resulto ser largo y bastante intenso, me dejo algo agotada pero no satisfecha, aún deseaba más, estaba como loca por recibir polla de mi vecino.
Nuestro vecino se detuvo, me la saco para luego colocarme en cuatro patas sobre la cama, estaba como toda una perra en celo, después de estar en esa posición me la volvió a introducir en mi estrecha vagina arrancándome otro grito de placer, como pude comencé a moverme de atrás hacia adelante, follándome yo misma mi coñito húmedo con su polla, sentía como su barriga tocaba mis nalgas y sus bolas golpeaban la parte interna de mis muslos.
- Eso es PUTITA… Muévete como la Perra que eres… Muéstrale al Cabrón de tu novio que te encanta que te folle –
Me acariciaba la espalda mientras que al mismo tiempo me suplicaba que me moviera más rápido, me dio un par de nalgadas bien fuertes logrando excitarme mucho más. Acelere el ritmo de mis movimientos, era yo la que hacia todo me tenía completamente entregada a él, metía sacaba su polla dentro de mi vagina como una perra en celo. El sentirme como su puta, escucharlo insultar a mi novio y a mí me tenía descontrolada de la excitación.
- JAJAJAJA ¿Qué te parece Cabrón?... observa como la PUTITA de tu novia se folla a tu viejo vecino en su propia cama –
Luego nuestro vecino se desnudó por completo, quedando como dios lo trajo al mundo, después de esto mientras me follaba destrozo mi pijama y de un solo tirón me despojo del sostén, dejándome completamente desnuda ante él. No demoro en sobarme y masajear mis tetas desnudas.
Me saco la polla de mi vagina y me ordeno a colocarme de pie frente a él, nuestro vecino se sienta en la orilla de la cama y comienza a chuparme mis tetas como un loco, las besaba, lamía y mordía levemente mis pezones erguidos. Sus caricias me excitaban bastante, yo acerque mi rostro hasta su cara para besarlo. Después de besarlo apasionadamente me tomo del brazo y me arrojo sobre la cama, caí de espaldas, él se levantó y comenzó a masturbarse lentamente, mientras observa mi cuerpo con mucho morbo.
- Abre las piernas PUTITA… muéstrame tu coño húmedo deseoso de sexo –
- Don Alberto se lo suplico fólleme –
Le suplicaba a mi viejo vecino mientras abría mis piernas lentamente, doble mis rodillas exponiéndole por completo mi sexo húmedo, se lo ofrecía como un puta.
- Vamos viejo fólleme sin piedad –
Me tocaba yo misma todo mi cuerpo con mis manos, estaba realmente cachonda, no me importaba lo que pensara mi novio de mí en ese momento, solo deseaba disfrutar la descomunal tranca de mi viejo vecino.
Don Alberto se subió a la cama y se situó de rodillas frente a mis piernas abiertas, comenzó a hundirme su tremenda tranca dentro de mi vagina, pude sentir como su prominente barriga se recostaba sobre mi esbelto vientre y su lengua recorrer mi cuello, yo lo rodee con mis piernas y mi vecino estaba entretenido con un mete y saca frenético, la follada que me estaba dando nuestro viejo vecino me arrancaban gritos y gemidos de placer, estaba a punto de tener otro orgasmo.
De reojo pude ver a mi novio como se masturbaba entretenidamente viendo a su novia ser follada por el viejo vecino, estaba algo cansada pero aun así aguantaba las embestidas de Don Alberto, lo abrazaba con mis piernas para poder sentir toda su polla dentro de mi coño, aruñaba su espalda para excitarlo más, lo besaba en la boca cada vez que podía.
- AH AGGHH AAAGGHHH Dame más duro, Dame duro… AAGGHHH Dame más fuerte viejo verde –
Suplicaba y gemía desesperadamente, mientras que mi vecino seguía entretenido follándome mi estrecha vagina.
- Que estrecha tienes la vagina PUTITA… Cabrón observa como tu Perra siente mi verga caliente… Es toda una ZORRA Asquerosa –
De solo escuchar como humillaba a mi novio y a mí me encendía mucho más dándome un placer nunca antes sentido. Don Alberto coloco mis piernas por encima de sus hombros y continúo con una fuerte embestida, llegando a sacar gran parte de su verga para luego enterrármela hasta lo más profundo de mi ser de un solo golpe.
- Toma PUTA… Así te gusta ser clavada… OOHHHHH… Eres toda una Zorra con cara de ángel que le gusta que la follen –
- MMMMMM Si soy toda una PUTA Caliente MMMMM AAAGGHHHHH –
- Eso PERRA… Me encanta ver cómo te saltan las tetas… Gime Perra Dime que te encanta mi verga, demuéstrale a tu novio como te gusta que te meta mi polla –
- AAGGGHHHHH Cariño me encanta la verga de nuestro vecino, me folla RICCOOO AAGGGHHHHHH –
Su humillación, sus azotes en mis nalgas, su mirada de burla me tenía en una excitación total. Mi novio seguía viendo atentamente como Don Alberto arremetía contra mi ardiente cuerpo con un ansia de deseo y lujuria. Estaba entregada completamente a mi viejo amante.
Sus embestidas fueron disminuyendo la intensidad para después sacar su polla de mi interior, mi cuerpo arbitrariamente seguía con el vaivén extinto.
- AAAGGHHHH NO Pare Don Alberto… MMMM Siga Follándome –
- Tranquila PUTITA… Si te voy a seguir dando verga –
Al terminar de comentar aquellas palabras sus dedos recorrieron mi sexo húmedo de nuestros líquidos pres seminales hasta posarlos en la entrada de mi culito.
- Cornudo ¿Alguna vez le ha follado el culo a la PUTITA de su novia? –
- Si Don Alberto ya se lo he estrenado –
- JAJAJAJA tendrás una pija chiquita porque el culito de tu novia se le nota bastante cerradito JAJAJAAJA –
- Serás hijo de puta, púdrete Cabrón –
- JAJAJAJA Tranquilo vecinito que yo me encargare de abrirle bien ese culo a la PUTITA de tu novia –
- Cariño no te dejes follar el culito –
- No le hagas caso al CORNUDO de tu novio… Te voy a desflorar el culo PERRITA –
- NO Por favor Don Alberto… No lo haga se lo suplico… la tienes muy gruesa y me da miedo – yo suplicaba con cara de susto.
A nuestro vecino le importo poco mis suplicas y me hizo colocar a cuatro patas encima de mi cama, de perfil a la cámara brindándole una buena vista de mi culo a mi novio. Don Alberto se colocó detrás de mí persona.
- Cornudo presta atención… Me voy a follar el culito de tu PUTITA novia –
Sentí como su miembro se iba hundiendo dentro de mi apretado culito, coloque una mueca de dolor, logrando cerrar fuertemente mis ojos porque me dolía demasiado, su polla era muy grande y gruesa.
- AAAGGGGHHHHHH me la está clavando Cariño… Me duele mucho AAAAAGGGHHHH Me parte –
La polla de nuestro vecino fue abriendo paso lentamente dentro de mi cerradito culito, eso me causaba un dolor intenso porque nunca antes había sido penetrada por una descomunal tranca como esa, luego de pasar unos minutos interminables para mí, el viejo de mi vecino termino de enterrar por completo su enorme polla, logrando sentir sus bolas en la parte interna de mis muslo. El dolor se apodero de mi por un momento.
- AAAAGGGGGGGHHHHHHH YA para… AAGHHHHH Duele mucho… MMMM la tienes toda dentro… Me perforaste el culo y duele, duele mucho MMMMMM pero me gusta MMMMM –
Mis gritos parecieron incentivarlo para luego comenzar a embestirme con un vaivén suave y lento. Yo trataba de contener mi dolor que por un lado era algo placentero.
- PUTA ya sabía yo que te iba a gustar que te rompa el culito… Ahora vas a saber lo que es bueno ZORRA –
Don Alberto comenzó a encularme, follarme el culo entretenidamente. Me embestía con cierta rudeza que lograba moverme de atrás hacia delante.
- MMMMM Que rio me encula el vecino Cariño… Apenas siento dolor pero MMMMM… Que gusto me da MMMMMM… Creo que me correré SIII… Me correré como una perra con su polla dentro de mi culito… AAAGGGGHHHHH Que placer –
Mi novio estuvo observando varios minutos de como su novia era salvajemente sodomizada en nuestra cama, vio como fui penetrada por la gruesa polla de nuestro vecino, mientras tanto se pajeaba mirando fijamente la escena. Luego de unos minutos Don Alberto comenzó a gemir cada vez más fuerte.
- OOOHHHHH YA NO puedo más… Me voy a correr AAGGGHHHH SSIIIIII –
- Que rico… lléname el culito de leche, tu PUTITA quiere semen calentito dentro del culito –
Escuche gruñir a nuestro viejo vecino, dándome un par de sacudidas. Por un momento logre tensar mi cuerpo, volteando mis ojos y mordiéndome mis labios, había tenido un tremendo orgasmo al mismo tiempo que mi viejo amante, nos corrimos mutuamente, Don Alberto logro llenar mi culo de leche.
Luego de corrernos pude ver que mi novio también se había corrido por segunda vez. Yo jadeaba de placer tumbada en la cama, mirando fijamente a la cámara para que mi novio pudiera apreciarme, estaba feliz por haber tenido aquel orgasmo tan fantástico.
- MMMMMM Cariño, siento el semen calentito de nuestro vecino en mi interior… Me ha llenado el culo de leche –
- Vaya… Me encanto follarme a la PUTITA de tu novia… es una chica increíble… Te la deje bien abierta CORNUDO Vecinito JAJAJAJAJA.
Nuestro vecino al decir estas palabras, se levantó de la cama y fue en busca de su ropa que se encontraba en el suelo de nuestra habitación, se vistió rápidamente porque su esposa estaba a punto de llegar no sin antes despedirse dándome una fuerte nalgada en mi trasero.
- Cuando quieras tener buen sexo con un hombre de verdad no dudes en llamarte… Hasta pronto Putita –
- Hasta pronto Don Alberto MMMMMM –
Luego se marchó dejándome arriba de la cama con el culo lleno de leche.
- Espero que te haya gustado mi regalito cariño –
- Me dejaste sin palabra… Eres una autentica ZORRA –
- MMMMM En realidad si… me gustó mucho follar con nuestro viejo vecino… Voy a cortar la comunicación, estoy realmente agotada Cariño… Nos vemos en un par de días –
Me desconecte y apague el ordenador, estaba exhausta, no tenía fuerzas para nada así que me quede dormida hasta el siguiente día.