Un regalo muy especial
Ana y Gabriel estan a punto de hacer su aniversario y éste prefiere dar una sorpresa a su mujer llevandola a un lugar del cual no se arrepentirá.
Un regalo muy especial
Hola me llamo Ana y voy hacer dos años de casada con mi marido Gabriel. Cuándo se ha acercado nuestro aniversario , sobretodo el de novios , siempre me pica la curiosidad de con que me va a sorprender. Alguna novela , me encanta leer ,o los típicos complementos de chica , o la atrevida y cada vez mas asidua ropa interior. Me encanta ponérmela y salir al salón y darme una vuelta delante de él y que me diga lo bien que me queda. La verdad , para ser sincera , me cuido bastante , hago ejercicio y comida sana y así puedo lucir las mejores prendas en mi cuerpo.
Gabriel llegó de trabajar como cada día y yo ya estaba en casa , esperándolo con un top y la braguitas , sin zapatos , la verdad es que me gusta ir cómoda por casa.
-¡ Hola cariño ! -se acercó y me dio un beso efusivo , mientras me tocaba el culo. Tenemos que hablar de mañana.
-¿Qué pasa mañana ?¿He quedado para ir de compras por la mañana?-dije
-Pues mañana por la mañana , está ocupada así que cancela los planes que tenías.
Llamé a mi amiga y le dije que tenía una sorpresa , que me encantaban y que ya le explicaría , es mi confidente y nos lo contamos todo.
Por la mañana nos levantamos a las nueve , nos arreglamos y cogimos el coche y fuimos al centro. Le pregunté a Gabriel que me ponía de ropa pero me dijo que le era indiferente , cuando siempre le ha gustado opinar sobre mi vestimenta. Dejemos el coche en el parking y nos dirigimos a un ascensor.
-Gabriel , ¿se puede saber dónde vamos?-le dije
-Tranquila vamos a un sitio muy relajante , nos van a tratar muy bien. -contestó.
Subimos por el ascensor y comencé a ponerme nerviosa , no tenía ni idea de a donde íbamos,¿ un motel ? , pero Gabriel siempre me lo decía antes , un restaurante para almorzar tal vez , no lo sé la verdad es que estaba muy intrigada.
Llegamos a un piso en el que había dos puertas y Gabriel llamó en una de ellas. Le cogí de la mano y lo miré , tenía las mejillas ala rojo vivo. Se abrió la puerta y entramos en el vestíbulo del piso. Estaba oscuro , iluminado solo por unas velas , había una alfombra en el suelo y un tapiz hindú en la pared. De repente apareció una chica que llevaba un batín muy cortito de color blanco.
-Ana y Gabriel , ¿ verdad ?. Os estábamos esperando , acompañarme por favor.
Tenía la voz encantadora y era muy guapa. Yo seguía sin decir nada pero empecé a sospechar donde me había traído mi marido. Atravesamos un pasillo y nos metimos en una habitación con el mismo escenario que el vestíbulo esta vez con un futón en el suelo.
-Os desnudáis y dejáis la ropa en el armario , si queréis ducharos aquí tenéis las toallas , yo ahora vuelvo.
-Gabriel comenzó a desnudarse y se quedó en pelotas mientras yo miraba la habitación el futón y mirando si venía la masajista.
-¡Gabriel!Quédate en calzonzillos,ha dicho que nos desnudemos pero . .
-Nada de ropa Ana , el masaje se debe hacer sobre el cuerpo desnudo , pero tranquila es normal que si es la primera vez tengas un poco de pudor.
-Esto. . no. . bueno yo hago topless en la playa y . . con tanga. .
-Y acuérdate de la vez que fuimos hacer nudismo en aquella playa. -dijo Gabriel
-Bueno pues entonces ropa fuera. -dijo la masajista.
Me quité la camiseta y me bajé la falda , lo dejé en el armario junto con la ropa de mi marido , como iba en chanclas no me costó nada quitármelas ,me desabroché el sujetador y la masajista que había estado hablando todo el rato con Gabriel se dirigió hacia mí y clavó su vista en mis tetas. Reconozco que no pasan desapercibidas por ningún chico y siempre busco un buen escote para que se fijen , pero era la primera vez que veía a una mujer sentirse atraída por mis tetas.
-Bueno y ahora que!-exclamé.
-Las bragas por favor y os echáis boca abajo en el futón.
Obedecí y me quité las bragas , las guardé en el armario y me puse al lado de mi marido , le miré la entrepierna y vi que comenzaba a tener una erección. Nos tumbamos en el fútón y la masajista empezó a explicar.
-Bueno mi nombre es Rocío y quiero que todo lo que os moleste me lo digáis , es normal que os sintáis excitados y es normal de que lleguéis al orgasmo , pero lo que debéis hacer es dejar la mente en blanco y dejaros llevar. Nunca me habian dado un masaje y no pensaba que fuese así , miré a Gabriel y vi su expresión como en el séptimo cielo , Rocío estaba trabajando el cuerpo de mi marido , así que aproveche y me giré para verla cuando me llevé mi sorpresa. Estaba vestida solo con una bragas minúsculas y pude ver unas tetas de un tamaño considerable con un pezón que invitaba a. . . A ver me giré para mi sitio me había devuelto una sonrisa picarona y me había susurrado que ahora venía a por mí.
Gabriel estaba embadurnado de aceite y Rocío le dijo que se diera la vuelta. Mientras tanto empezó a masajear mi cuerpo con las manos , los brazos , las piernas y las tetas. Me dijo que me girara y me hecho aceite por todo el cuerpo , entonces vi como una mano de Rocío empezo a dirigirse a la polla de Gabriel y la otra hacia mi coño. Abrí los ojos tanto como pude , miré a Gabriel pero no estaba por devolverme la mirada , entonces miré a Rocío.
-Relájate Ana , solo siente. -mientras acariciaba mi coño y hacía que es mojara.
Yo no sabía que decir estaba empezando a flotar , pero también estaba nerviosa por la situación , estaba recibiendo un masaje pero quería formar parte activa de él así que me incorporé y empecé a tocar las tetas de Rocío. Nunca lo había hecho pero me estaba volviendo loca , así que la miré y sin decir palabra me llevé uno de sus pezones a la boca. Rocío me sonrió mientras dejaba escapar un suspiro. En esto Gabriel no ajeno a la situación empezó a meterme un dedo por detrás del coño , mientras Rocío seguía con su particular masturbación.
-Quiero ver como os corréis. Masturbaros delante mío.
Yo estaba en una nube y esa orden me sentó como un deseo de Rocío , así que comencé a meterme un dedo y a mirarla a los ojos mientras Gabriel hacia lo propio. Mi marido no tardó mucho en correrse y tuvo una eyaculación potente , yo estaba tardando todo lo que podía , hasta que Rocío me ofreció un pie y le empecé a chupar los dedos como si me fuera la vida en ello. Empecemos a jadear las dos y tuve una corrida como nunca en la vida había tenido. Nos quedamos tumbados en el futón un rato sin decir nada. Gabriel y yo nos duchamos y nos fuimos para casa. Tenía una gran historia que contar a mi amiga.