Un regalo a mi primito

“es su primera vez, démosle algo que recuerde toda su vida, le haré la mamada más rica, deliciosa y perfecta que jamás nunca nadie le va a poder dar, y la recordará por el resto que le quede de vida”

Recuerdo era un día de diciembre, a mediados, ya sabes cuando empiezan las posadas todo es fiesta y desma y ese fin de año para mí, seria especial.

Casi no soy de esas niñas que salgan de farra y no es por falta de compañía ni mucho menos, solo que prefería quedarme en casa, dormir, ver tv, y comer. A mediados de mes, nos llegó de sorpresa mi primo de colima con el que casi no tenemos contacto pero igual lo queremos mucho, lo habíamos dejado de ver fácil unos 6 años, y cuando lo vi entrando por la puerta con sus dos maletas negras, mientras saludaba a mis papás lo noté muy cambiado, no había crecido mucho, pero sus facciones eran ya mas de chavo, peinado alocado, delgado y moreno como siempre, su sonrisa blanca se asomó al verme...

-¡¡¡Primito!!! ¡¡¡Qué andás haciendo acá???? –pregunté en tono de burla amistosa.

-ehhh… ¡ho hola, hola… - contestó, sin saber más que decir.

Mientras nos abrazabamos mi mamá le hacía toda clase de preguntas, lo ayudé con la maleta que venía cargando y él tomó la más grande del piso. La casa es demasiado grande y en cualquier cuarto iba a estar bien, así que lo pasamos al mas grande de hasta el fondo que quedaba enfrente del de mis papás.

Así pasamos varios días, entre anécdotas y recuerdos de nuestros días de niños con su hermano miguel y con el mio... además me ayudaba en el negocio del cyber nos quedábamos hasta muy tarde en la anoche en las compus o platicando de nuestros amores fallidos....

En una de esas tantas noches que pagábamos las luces para no despertar a mis papás, no supimos ni como pero tocamos el tema... sexo... la plática dentro de las posibilidades resultaba normal, cuando una pregunta suya fue directa: y que tal eres para el oral?... si no hubiera sido porque las luces del negocio estaban apagadas y solo nos alumbraba la tenue luz de un monitor prendido hubiera podido apreciar el cambio de color en mi cara...

No inventes! – dije nerviosa-

Qué?.. no me digas que te da pena.....

No para nada.. pero avisa....

Ok... repito: cómo eres para el sexo oral?

En esta segunda vez, su pregunta lejos de ponerme nerviosa me dio orgullo y respondí:

Pues no es por dartelo a desear pero.... me han dicho que lo hago muy bien...

De veras? ...

Sip... de verdad... no te digo que les preguntes a los implicados porque no se puede, pero si...

Ah si? –dijo mientras observaba su silueta como se resbalaba en la silla y se acomodaba...-

Pues que envidia me dan los tipos....

Ja, cómo crees...  no me digas que nadie te la ha....

Me la han que?

Pues esooooo

Eso que... dilo.....

Nadie te ha dado una ...... mamada?

Ajajaja... sabes que te oyes bastante putita diciendo eso primita?

Ja ja por que crees que no queria decirlo...

Ok ok... pues contestanto tu pregunta... no... nadie me la mamado...

No te creo.....

Después de un segundo de silencio.. comprendi que lo que decia era verdad...

acaso ves que me estoy riendo?

Sorry, pensé que jugabas....

Pues no.

El silencio se prolongo mas... y mi nerviosismo aumentó...

Bueno ya tengo sueño... mañana tengo que entregar un trabajo y tengo que abrir temprano...

Dije parándome rápido y dirigiéndome hacia el monitor prendido que se encontraba a un lado de él... cuando me incliné a apagarlo pude sentir como su pierna se pegaba descaradamente a la mia, el roce de su brazo junto al mío me puso tensa y la plática peor... cuando cerré sesión giré hacia él, me agaché para darle el beso de las buenas noches de todos los días, justo cuando el ponía sus labios sobre mi mejilla el monitor se apagó por completo... la oscuridad total se hizo... yo dí un brinco del susto...

Tranquila –me dijo poniendo su mano derecha sobre mi cadera, esto lejos de tranquilizarme me puso más peor...

Ok... hasta mañana, que descanses... me retiré de él y me fui a mi recámara...

Al día siguiente olvidando lo ocurrido, pasó de lo más normal.

Pasaron varios días y las pláticas se hacían cada vez más intensas hablando principalmente de sexo... y nos sentíamos más en confianza, siempre en tono de relajo... cabe mencionar que mi primito es bastante “florido” en su lenguaje... asi que todo me daba risa con él...

Un fin de semana, sábado para ser exactos, nos pasamos toda la tarde viendo las pelis del canal 5 en mi recámara... nos hicimos unos pambacitos y refrescos, nos acomodamos en  nuestros lugares en un sillón-cama bastante cómodo, como buen diciembre hacia friíto y nos tapamos con una cobija calientita, él de plano se acostó poniendo su cabeza en el brazo del sillón, yo por mi parte en el otro extremo con las piernas recogidas y tapados los dos con la misma cobija, yo llevaba unos pantalones largos de terciopelo rojo y mi oso que no es más que un abrigo que me queda enorme y es muy calientito, a él le hacia burla ya que con el frió llevaba unas bermudas muy amplias y luego él flaco, ¡le nadaban!, una playera por igual grande, pero eso si sus tines blancos. Entre comercial y comercial, él jugando estiraba los pies molestándome con sus “patotas” como yo le decía, él parecía gustarle como me enojaba y le daba de manotazos por encima de la cobija. En una de esas tantas bromitas, ya estaba chocada que me molestara y me fui con todo encima de sus piernas, él las recogió y yo me fui de largo cayendo mis manos encima de su pene, él se retorció y yo después de unos segundos reaccioné y quité mis manos de ahí, regresé a mi posición en el otro extremo del sillón y muy apenada le dije, perdón, pero no me dejabas en paz.. y.... él parecía no escucharme pues se doblaba con las manos entre las piernas... yo no sabía que hacer y sólo lo veía, pasaron unos minutos y se fue calmando, cuando estuvo repuesto, me miró fijamente con una mirada de “me las vas a pagar” que le volví a recordar que él había empezado primero... me dijo... “ok, ok”, nos volvimos a acomodar y seguimos viendo la tele.

Pasaron varios comerciales y él ya no me molestaba, lo miré y lo ví bastante molesto e indiferente... me sentí mal, y para reparar mi falta, empecé a molestarlo ahora yo... le tocaba las piernas por encima de la cobija y trataba de hacerle cosquillas, al principio él rejego, pero pasaron varios cortes y empezó a ceder, ya se reía y de vez en cuando me molestaba de nuevo... en una de esas mientras estaba la peli, me entró mucho frío y metí mis manos debajo de la cobija, me tapé hasta e cuello, llegaron los comerciales y mis manos fueron de traviesas a hacerle cosquillas como siempre, pero oh oh, esta vez... de verdad lo toqué... mis manos estaban por encima de su pantalón y sobre sus muslos muy cerca de su entrepierna, nos quedamos viendo, cuando reaccioné intenté quitarlas de ahí, pero él metió las suyas debajo y me las sujetó...

No... no las quites – me dijo-

Pero yo no....

Shhhh

Guarde silencio y pude sentir sus manos delgadas sobre las mías, que ponían resistencia para quedarse ahí, él me las fue guiando más cerca de su entrepierna, más, más... hasta que llegó un punto en donde pude tocar lo que obviamente sabía que era sin verlo... sus testículos...

En seguida di un salto y quité mis manos de ahí...

Carlos! – grité-

Él solo sonrió sin decir palabra.

Seguimos viendo la tele, yo ya no quería ni moverme, veía de reojo como me miraba. En el siguiente comercial, él se levantó y me fue a abrazar...

No te espantes –me dijo sonriendo-

No yo no me espanto

Entonces por que te quitaste?

Porque no esta bien, y lo sabes no?

Si, pero...

En ese momento entró mi mamá y nos vio platicando abrazados...

Ya comieron?

Si tía

Bueno, nosotros apenas vamos a comer.

Si ma.

Se retiró mi mamá y yo me levanté detrás de ella fingiendo querer hablarle dejándolo con la palabra en la boca...

Al regresar después de unos minutos...

Que buen cortón..

De qué hablas fui por comida..

Aja

Retomando nuestros lugares siguió la película.

Como si no hubiera sido suficiente lo anterior vivido, en la película pasaron una escena bastante cachonda, obviamente nada de sexo pues ¡era el canal 5 a las 6 de la tarde!, pero lo bastante subidita de tono como para ponernos inquietos, y así... empezó algo que no iba a poder parar tan fácil...

Su pie se deslizó por debajo de la cobija hasta tocar mi muslo, yo no quise hacer ningún movimiento para no dar pie a nada, pero me salió contraproducente, él continúo su ascenso hacia la parte de mi trasero, hasta que de plano lo metió por detrás entre el sillón y mi espalda, lo subía y lo bajaba tallándose en mi culito, yo por no inmutarme ni medio centímetro, dedujo que no me molestaba y siguió haciéndolo, y entre la escena en la tele y la sensación, en verdad no me estaba molestando, por el contrario, me estaba calentando, podía sentir el calor de su pierna y el contacto de su piel con la mía, que con tanto sube y baja ya había podido meterse debajo de mi oso... cerré los ojos mientras metía mis manos debajo de la cobija, y sin pensarlo dos veces, las dirigí hacia su verga, a penas la roce un poco pero lo suficiente para que supiera donde estaban... lo miré directamente a los ojos y entre ingenua y decidida le pregunté:

  • Puedo?

Él sin titubear y con grandes ojos dijo:

Por favor !

Al primer tacto le sentí la verga bien dura, mis manos se posaron sobre su pantalón, y lo empezaron a sobar muy despacito, muy rico, nuestras miradas no se apartaba uno del otro, podiamos ver el morbo en nuestros ojos...su miembro estaba muy duro y ya no pudo aguantar más… sentí como sus manos rozaban las mías y por los movimientos que hizo deduje que se estaba bajando los pantalones... tomó mi mano derecha y la posó sobre la base de su verga, estaba por demás caliente, se la agarré con fuerza y empecé a masturbarlo, y mientras él me seguía acariciando la espalda y parte de mis nalgas, él me ayudaba manteniendo su pantalón lejos de su palo y de mi mano para que no entorpeciera mis movimientos.

Mi excitación subia y ahora era a dos manos que le pajeaba la verga, él empezaba a hacer movimientos con su cadera como si estuviera cogiendo asi acostado, por lo que me ayudaba con la paja y con calentura, ya que verlo como se movía me ponía mas cachonda. Mis manos aumentaban el ritmo de subida y bajada al igual que la presión con la cual lo agarraba, en mis dos manitas apenas si cabía su vergota... así que sin conocerla de vista deduje que la tenía grande, esto hizo que asomara una leve sonrisa entre pícara y maléfica de sólo imaginarme lo que mis manitas tenían “entre manos” debajo de la cobija.

Él se había entretenido masajeando mi culo con su pie y parte de su pierna, y para hacérsela más cómoda, me incliné un poco hacia delante, mi pantalón cooperó y se bajó para que pudiera tener acceso más fácil a mi rayita.

Estábamos bastante metidos en el asunto, pero la puerta de la recámara abriéndose nos hizo detenernos en seco, nuestros cuerpos se volvieron a su lugar original y simulando ver la tele nos encontró mi mamá, entró alegando no sé que cosa con respecto a no sé que, yo sólo la veía mover los labios, pero lo único que escuchaba eran mis propios latidos de entre la excitación y el susto de que nos hubiera descubierto. Para más fue carlos el que le contestó. Mi mamá como entró, salió. Yo dejé caer mi cabeza hacia atrás dando un fuerte resoplido.

ándale, vamos... – me dijo-

a dónde? –pregunté-

nos dijo que la ayudáramos a meter la ropa que ya está lloviendo.

Sin más se paró, yo un poco morbosa, me esperé sentada para mirar si su bulto seguía ahí, pero después del susto fue de suponerse que se le bajo...

Regresamos después de ayudar, y creo que el hecho de haber estado con mi mamá nos bajó la calentura, ya que nos llegamos a sentar y a seguir viendo la peli y comiendo palomitas.

La última peli que iban a pasar era la de star wars a las 10.30pm. al otro día no tenía que abrir y podía desvelarme, después de cenar con mis papás  y abastecernos otra vez de papitas y refresco... nos metimos en mi cuarto, comenzó la peli sin más preámbulo, como una hora después entró mi mamá a decirnos que ya se iban a dormir...

En un comercial aprovechamos para ir al bañito y por más refresco... regresamos a la recámara, nos sentamos y nos tapamos, pero esta vez el se sentó junto a mi, comíamos palomitas y mirábamos la peli, al cabo de un tiempo empecé a sentir su pierna que se restregaba junto de la mía, de su pierna pasó a su brazo y de su brazo... su mano... estaba tocando mi muslo por encima de la cobija, lo miré directo a los ojos como preguntándole: qué haces? Sin palabras, tomó el tazón de palomitas que compartíamos de mis manos, lo dejó debajo de mis pies, tomó el extremo de la cobija que quedaba de mi lado y lo alzó totalmente quedando destapado él por igual, hizo una bola la cobija y la aventó, me miró y me dijo:

Ora me vas a demostrar haber si es cierto, que tan bien la chupas. – y mientras hablaba se acomodaba en el sillón-

Yo no entendía o no quería entender lo que estaba diciendo, cuando reaccioné fue cuando me  tomó de la mano y me hizo parar, me guió hacia enfrente de él, me estaba jalando hacia abajo para que me hincara medio de sus piernas y ahí fue donde desperté...

No espérate, cómo crees, no.....- me solté de su mano y me volví a sentar...

Ándale, quiero saber que se siente...

No además no quisiera que fuera esta tu primera vez, no conmigo...

Pues que mejor que con alguien que sabe hacerlo, andale...

Nos quedamos callados, como tomando conciencia de lo que pasaba. Ya en realidad si me daba cosa pues era mi primo, mi primito, pero ya viéndolo bien podía pasar, solo le iba a mostrar que era y ya... no pasaría nada...

Pero estas seguro?,

Si, andale...

Nada más te digo que se te puede hacer vicio, esto es algo que si pruebas la primera vez no lo dejas, es como una droga, y más si te lo hacen tan rico como yo.

Lo sé, dicen que la primera vez no se olvida.

La curiosidad mató a la gatita, y es cierto, por esas fechas estaba de duelo y no tenía que rendirle cuentas a nadie, podía calentarme en ese fuego...

No perdía de vista su cara y como gatita  tal, me fui deslizando hasta hincarme en medio de sus piernas, ya estando ahí, me perdí, dejé de ser yo para convertirme en esa puta rica que mamavergas delicioso, me acomodé, puse ambas manos sobre sus rodillas, abriendo un poco más sus piernas, en esa posición pude verlo como se acomodaba embarrándose en el sillón, se bajaba un poco los pantalones aún si sacarse la verga, no e perdía ni uno de mis movimientos... podía ver en su cara una mezcla de miedo, morbo, curiosidad, placer incontenido, pero más alla de todo podía ver.. que era su primera vez, así que me dije a mi misma:

“es su primera vez, démosle algo que recuerde toda su vida, le haré la mamada más rica, deliciosa y perfecta que jamás nunca nadie le va a poder dar, y la recordará por el resto que le quede de vida”

me levanté y quedé de rodillas  mis manos recorrieron sus piernas hasta llegar a su entre pierna y ahí las dejé, sin quitarle los ojos de encima, una vez más pregunté con mi carita y vocesita inocente y pervertida...

Estás seguro?

Si.

Ok, después no me digas que no te lo advertí cuando ya no puedas vivir sin esto...

Correré el riesgo... tengo un control total de mi cuerpo y no va a vencer a mi cabeza.

Jajajaja, yo no estaría tan seguro, pero en fin... tu lo quisiste...

Me dejé de palabras, y de pronto, él hizo el movimiento, tomó el elástico de sus pants y lo bajo lentamente descubriendo poco a poco su verga que emergía totalmente parada, ahora que lo cuento, he recordado que antes de ver por primera vez su palo, mi boca segregaba tanta saliva que tenía que pasarla bastante seguido...

Quieres tocarlo?- dijo el mirándome primero a los ojos y después bajando la vista a una erección bastante evidente

Y sin más dije:

Si...

Mis manos esta vez terminaron de recorrer ese caminito que había empezado desde sus piernas hacia su verga, lentamente me movía, observaba ese tronco de carne que tenía enfrente de mi cara, mis dos manos inicié una suave masturbación que sería la primera de toda su vida, él, al fin primerizo, supongo que sintió escalofrío cuando unas manos que no eran las suyas tocó su verga. Por fin podía ver esa rico palo de cerca, lo tocaba y alternaba con unas sobaditas a sus bolas. Si daba para más esa vergota tenía que comprobarlo, así que afano mi paja para ver de que esta hecho... y en verdad, pude hacer que se parara un poco más, yo lo veía y no perdía detalle de mis manos como subían y bajaban de su palo, después de un rato le pregunté:

Te gusta?

Qué pregunta!

Pues no has sentido nada... todavía puedes cambiar de opinión...

Es toda tuya, ahora, déjame ver mejor la boquita que voy a poner a mamar.

Esto va a estar muy rico –le dije-

Y saboreándome los labios, dirigí mi cabeza despacio hacia su verga, mientras con mi mano jalaba toda la piel de esta para cubrirlo totalmente, justo unos centímetros antes de tener cualquier contacto con su miembro, le miré con la cara más putita que tengo, regalándole una fotografía de mi carita de muñeca junto a su palo unos segundos antes de comerle la verga...

Sin más, puse mis labios cerrados sobre su punta que apenas si se asomaba detrás de sus pellejos, le di unos besitos para que me conociera, después, la abrí como para que nada mas pudiera entrar un poco de su punta, y en un movimiento sincronizado de boca y manos, despacio me fui tragando su palo y jale su piel hacia abajo, mientras mis labios le hacían esa justa presión en que les duele un poco, pero se mueren de excitación al sentir que mis labios le van pelando la verga y va entrando en un lugar tibio, mi lengua es la experta y le da unas lambidas dentro por todos lados, especialmente en el frenillo que lo vuelve loco... en ese momento es cuando puedo saborearlo...

Carlos no podía reflejar mejor lo que estaba sintiendo, con la boca semiabierta, su respiración acelerada, su mano izquierda aferrada al sillón, y lo mejor de todo... era sentir su verga palpitando entre mis labios...

Cuando ya habia tragado hasta las amígdalas, empecé el retroceso del camino andado, y con tanta saliva que había hecho antes, fue tan fácil volver a pasar mi boca ahora ya más abierta para darle oportunidad a mi lengua que lamiera todo a su paso hacia arriba, cuando su verga salió de mi boca, pude escuchar un suspiro entrecortado de carlos, lo miré, me sonreí y de nuevo acerqué mis labios, esta vez mi lengua comenzó a acariciar su puntita, luego toda la cabeza, era tanta mi saliva que al separarme de su palo lo dejaba brillando, era una imagen exquisita, una verga roja, casi morada, súper dura y llena de mi saliva...

De nuevo mi boca tragó lento todo su palo, hasta que mis labios quedaron pegados a su cuerpo, podía sentir como su punta tocaba mi garganta, la saqué pero no completamente, ahí fue donde empezó mi trabajo de mamar, una y otra vez aquel pedazo de carne se metía cogiendome la boca, subía y bajaba más y más rápido, podía sentir como su verga se hinchaba más con aquel movimiento frenético, una de mis manos ahora le daba un rico masaje en sus bolas, que estaban encogidas y duras debido a la enorme excitación, parecían como si se estuvieran aguantando de no soltar la leche que llevaban dentro para que no terminara de chupar, la otra acompañaba a mi boca en su ascenso y descenso, apretando y masajeando en forma circular todo su pene, mis labios sintieron la necesidad de apretarlo, de sentirlo palpitar de nuevo, y así lo hice, podía sentir las venas hinchadas por todo el rededor de su verga al paso de mi lengua, ya estaba como poseída, ya no sabía lo que hacía y cuando estoy en esa situación, succionó chupo y lamo como si quisiera tragármela en ese mismo momento, pero como por más intentos que hago no logro, me satisfago metiendolo entre mis muelas y mis cachetitos para apretarlo lo más que pueda...

Carlos parece que ya no puede aguantar más el ritmo de mis mamadas, pues empiezo a sentir como su verga se contraía y palpitaba ya sin ritmo de tan fuerte que lo hacía, y sentí el sabor salado inconfundible de ese líquido preseminal, es cuando una verdadera profesional sabe cuando parar para que no termine la fiesta para él, y más aún si es la primera vez en su vida que siente una mamada, así que sin dejar del todo el movimiento, retiré mi boquita y solo deje mi manita trabajando un poco más lento, casi pude escuchar cuando me lo agradeció con un suspiro que invadió el silencio del cuarto, Carlos no decía nada, solo estaba tumbado, completamente desparramado, su mano ahora ya yacía abierta a un lado del sillón y la derecha continuaba firme evitando y cuidando que su pants no perturbara mi trabajo, recargó su cabeza hacia atrás, cerró los ojos y humedeció sus labios resecos, consecuencia de tener la boca abierta por tanto tiempo...

Después de regresarle el alma al cuerpo, volví a lo mío, él pareció adivinarlo porque alzó su cabeza y de nuevo abrió la boca, gesto que me causó una risita pícara, me acerqué de nuevo a su verga puse mis labios sobre su cabeza, después mi lengua y lamí para volver a lubricar, de ahí, abrí la boca y comencé a tragar, esta vez mi movimiento fue desde un principio acelerado pues ya era hora de hacer que se vaciara, mi mano me acompañaba en los movimientos y la otra acariciaba su vientre y bajaba despacio por entre sus vellos, su entrepierna, hasta llegar a sus bolas, que estaban esta vez mucho más tensas que antes, mi mamada apretó y por igual mi mano, su verga ahora ya mucho más caliente quemaba mi lengua, y de nuevo esas gotitas calientes salieron por ese pequeño agujerito que mi lengua enseguida detectó y lo lamía frenéticamente como para sacarle más, me dediqué a chupar precisa y exactamente su cabeza, mis movimientos apresurados habían hecho que mi cabello tapara parte del espectáculo y con su mano los apartó de mi boca, continuaba trabajando y de nuevo mi cabello, él volvió a colocarlo en su lugar, pero esta vez se quiso asegurar que no volviera a interrumpirlo y dejó su mano sobre mi cabeza sosteniendo gran parte de mi cabello, en esta posición me pude sentir más puta de lo que ya era, pues es una especie de sentimiento de dominación, de decirme “no te vas a mover de ahí hasta que termines lo que estás haciendo putita”... y a pesar de que sabía que no me iba a mover de ahí, es rico... él supongo que lo disfrutaba más, ya que de la nada empezó a acompañarme en los movimientos, hasta que llegó un momento en que yo no me movía, era él el que me marcaba el ritmo... mi cara estaba completamente de frente, asi que podía verlo como disfrutaba del movimiento, habiendo dejado por un rato el contro de la situación, volví a retomar el ritmo por mi cuenta, y él sin quitar su mano lo aceptó, lentamente, muy lentamente fui sacando su palo de mi boca y al irlo haciendo, era tan espesa y cremosa mi saliva que un hilo quedó suspendido entre su verga y mis labios, y lentamente fue cayendo sobre mi mano y su tronco, eso fue extremadamente sensual aún para mí, la experta mamadora... después de ese momento en el que yo también tomé un respiro, abro mi boca y la acerco una vez más a su verga, pero esta vez escurre de mi una saliva espumosa consecuencia de tanta mamada, respiro profundamente y regreso a mi labor... me la meto, la siento tan adentro de mi, me gusta, me golpea el paladar, quiero esa leche ahora........

Y sin más, como si pudiese leer mis pensamientos, sin más comienzo a sentir en primera su verga tensa y mucho más dura,... su cuerpo produce un espasmo que arquea su espalda y su cabeza se hace hacia atrás, su mano sobre mi cabeza ahora agarra mis cabellos y los aprieta de tal manera que me retiene la cabeza como para no poder escapar de lo inminente... era excitante mirarlo como luchaba entre tratar de no terminar y terminar descargando todo ese placer contenido...

Y sin poder aquietarlo más,  comenzó a temblar espasmódicamente, yo me movia en lo que me deja espacio, ya que me tenía la cabeza completamente paralizada, de arriba abajo despacio esperando ansiosa, en unos pocos segundos, en mi boca sentía como tremendos chorros de semen pegaban en mi paladar y  caían sobre mi lengua, se estaba vaciando dentro y había sido mi boquita quien lo había hecho, su orgasmo parecia que no tenía fin y mientras se revolcaba frente a mis ojos su mano me apretaba más hacia su verga, fue tanta la leche que me disparo que irremediablemente tuve que entreabrir mis labios para que saliera un poco, inevitablemente enseguida comenzaron a escurrir las pesadas gotas de semen que quedaba colgando como lo que eran verdaderamente ... mocos...

Al terminar de vaciarse completamente, le regalé la mas excitante y maravillosa vista de toda su vida, saqué despacio su verga y la puse junto a mi boca... sonreí y abrí mi boca, llena de sus mocos blancos espumosos y calientes, saqué un poco mi lengua y los empujó hacia fuera, estos comenzaron a escurrir por toda mi boca, alcanzando su verga que estaba junto, se deslizaron por su tronco, por mi mano y por mi barbilla, como buena putita tenia que terminar mi trabajo y apreté su glande fuertemente en mi puño haciéndolo para sacar hasta la última gota de rico semen, cuando vi que unas gotitas rezagadas salían me apresuré no a chuparlas como antes, ahora las tragué golosamente y asi por igual a toda la leche que encontraba en mi paso, cuando deje su punta bien limpia, seguí con su palo lo deje sin huella de semen, el clásico charquito debajo en su base, lo tomé cual gatita tomando su leche, a lenguetazos, de ahí pase a mi mano empapada y pringosa de mocos espesos y pegajosos que aunque ya habían perdido su color blanquizco, brillaban por sobre todo lo que habían tocado, la lamí por igual que gata, limpiándome de toda aquella increíble venida... por ultimo me relamí la boca sacando lo más posible la lengua y lo que no podia alcanzar, lo juntaba con mis dedos y lo tragaba sin chistar...

Al terminar de limpiar todo rastro de leche, lo miré y le sonreí...

Te gustó? –pregunté-

Tu que crees?, con esta cara no lo digo todo?...

Y en efecto en su cara se asomaba una sonrisa tan pícara que no podía y que no quería ocultar su alegría, su placer de aquello que le había regalado por primera vez...