Un reencuentro un tanto inesperado

Dos ex amantes se reencuentran por obra del destino y no logran contener sus deseos.

(Hola a todas, quiero decirles que este es mi primer relato así que jeje, aun no soy muy buena redactando, soy MUY joven y bueno =D la escritura no es mi fuerte pero quería contarles lo que me sucedió con esta chica hace un tiempo. Espero que les agrade y que pronto quieran saber la segunda parte. Besos!)

Nada mas se escuchaba la musía a lo lejos, estaban pasando una canción de Ferri corsten, sin duda se sabia a lo lejos que se trataba de una fiesta rave. La fiesta se encontraba en lo mas y mejor, jóvenes bailando, gritando y uno que otro ebrio (incluida yo) era una buena fiesta, todos tenían entre 18 y 27 años. Todo estaba en orden y estas fiestas realmente no molestaban nadie, ya que ningún vecino se molesta en llamar a la policía ni le molesta el ruido…este tipo de fiestas son típicas a estas alturas de año.

Después de tomarme unas cuantas copas (un par de más diría yo), entré al cuarto de Elena, la anfitriona de la noche y al mismo tiempo, la pobre inocente que ofreció su casa una fiesta de tal magnitud. Estaba buscando mis cosas, quería marcharme temprano, la noche no había sido buena. A pesar que de todos mis amigos la estaban pasando bien, yo pase muy triste la mayor parte del tiempo. Al principio, creí que ella no vendría… creí que ni siquiera podría conformarme con verla, pero después de pensar eso, mis palabras me castigaron. Sabía que ella ya no quería hablarme, y por la forma en que la vi bailando con su acompañante, juraría que son mas que amigas… como deseaba no haberla visto bailando con esa fulana de esa manera.

Cuando entré la habitación de Elena, me senté unos segundos en la cama para intentar reintegrarme, disimular mi evidente estado de ebriedad… todo esto para evitar cualquier comentario de las personas. Después de unos minutos de respirar tranquilamente sentí un pequeño alivio en la cabeza –la música- pensé. Ahora estaba mas tranquila, aquella música electrónica ahora era mas lenta… seguro para informar la cercana culminación de la fiesta.

Una ves que me sentí un poco mejor y el mareo había cesado un poco, tomé mi bolso, revise que todo estuviera en el y salí del cuarto, dirigiéndome al tocador, quería estar segura de que mi apariencia no despertara la curiosidad de ningún oficial de trancito y este notaria mi estado de ebriedad. Una ves en el baño, me lave con agua fría mi cara. –Estas peor que nunca… ebria… sola y sintiendo lastima por tu misma- me dije...

Al salir del baño vi que la puerta del cuarto de Elena estaba cerrándose, señal de que alguien entro. –seguramente alguien mas ya se marcha- me dije, y seguí mi camino hacia la salida, justo cuando puse un pie en la calle –¡Maldición!- había olvidado mi móvil en la cama de Elena. Por el susto que me lleve, seguramente mi corazón se agitó y me sentí aun más alcoholizada que antes, a duras penas podía caminar… entre nuevamente a la casa, abrí la puerta del cuarto de una sola patada, (como cuando un policía espera encontrar a un villano del otro lado) No se porque mi acto de paranoia, ni porque abrí la puerta de esa manera, seguro por mi estado de ebriedad… no sabia que estaba buscando o a quien quería pillar… solo sentí el impulso de entrar así a esa habitación, y cuando abrí la puerta, ella estaba allí.

Ella andaba un pantalón negro, sus tennis Converse, una blusa blanca de tirantes talladita… se veía tan sensual como la recordaba… Se quedo mirando con esos ojos negros que siempre me hipnotizaban… perfectos…. Penetrantes

-Hola…- apenas pude pronunciar.

Verla me había puesto mas nerviosa que nunca.

-¡hola guapa!—me respondió con la mayor naturalidad del mundo buscando algo en el bolso de ella. – ¿que te pasa…?- me preguntó, al ver que estoy pasmada en el marco de la puerta.

–No… na…- trague saliva. – No nada pasa, solo estoy cansada- jaja cansada? Estaba muy ebria!

Ella se encontraba sentada en la mesa, a su lado mi móvil. Camine despacio, muy nerviosa, tome mi móvil, y al acercarme a ella pude percibir su aroma… olía tal y como lo recordaba, no era perfume, era su olor corporal. Cuando tome mi móvil ella me sonrió… estando a escasos 30 centímetros de su boca. Le regrese una sonrisa un tanto estupida.

–Segura que estas bien?- me preguntó tomándome de mi antebrazo. Sus manos era suaves, finas y delicadas…. Sentí como uun calor recorría mi brazo… hacia casi 8 meses no sentía su cuerpo en el mió… su tacto me confundió aún mas.

–No…- le respondí.

– ¿Nena que te pasa? ¡Hablemos! ¡La noche es joven!- me dijo mirándome con esos ojos que me quemaban.

Me senté a su a su lado, y ella se paso a la cama de Elena, corrió un poco algunos bolsos de chicas que al igual que nosotras habían preferido dejarlos ahí por aquello de que alguien intentara saquear nuestras cosas mientas bailábamos. Se acomodo boca abajo. Se veía tan deliciosa… sus curvas marcadas por su blusa… oh… como deseaba hacerla mía….

Ella comenzó a hablarme de su familia, de lo mal que estaban las cosas… hice mi mayor esfuerzo, entre mi estado de ebriedad, y el ambiente de lujuria en no prestarle atención a los camanances en su espalda baja, escuchaba lo que me decía pero era imposible no mirarla.

Cuando termino de ponerme al día de estos 8 meses de no verla, quite la mirada de su espalda. Ella volvió su cabeza para verme y la mire a los ojos y estaban totalmente cristalizados… apunto de derramar lagrimas. Mi instinto maternal y el amor que aun sentía por ella me hicieron saltar de la mesa a la cama en un segundo, lo menos que quería era que ella derramara lagrimas y que no tuviera mi hombro para limpiarlas. Me recosté junto a ella y la abrase, quería que supiera que no estaba sola.

Mis brazos cubrían toda su espalda, su carita preciosa estaba hundida en mi cuello llorando. Nada mas reaccione en acariciarla, secarle las lagrimas de su carita, sonriéndole para hacerla sentir bien. La tome y ella quedo sobre mí, estaba acariciándole su espalda, podía sentir sus pechos en mi abdomen y su carita en mis pechos. Parecía como cuando una hija acude a su madre en busca de un sentimiento de protección, ella, ahí, escuchando mi corazón y yo jugando con su cabello entre mis dedos.

En un momento que le estaba secando las lágrimas, subió su cabeza, me miro

-¿Todavía soy tuya?- apenas pudo pronunciar. Me quede quedita, la abrase aun más fuerte y le dije:

-ha pasado mucho tiempo preciosa…- acariciando su cabello…. ella aun tenia sus mejillas rojas efecto de su llanto, lentamente fueron recuperando su color blanco natural… su piel era hermosa. Ella estaba completamente aferrada a mi… sentía mi propio corazón, pero estaba relativamente tranquila acariciando su pelo.

Sentí como su respiración era cada ves mas tranquila, mas relajada, me quede tranquila al saber que había caído en el sueño y estaba dormida, después de todo… por su olor se sabia que también estaba tomada. Pasaron quizás unos 30 minutos ahí… sin movernos… yo simplemente acariciándola… sin que me viera… mis labios nada mas pronunciaron un "te amo mi bebita linda…" seguí jugando con su cabello… y en un momento que tosí, la desperté por el movimiento de mi pecho –Idiota!- me dije a mi misma, ella se acomodo, e inocentemente puso una se sus manos sobre mi pecho.

Sentí un escalofrió que recorrió mi cuerpo entero… empecé a agitarme y me puse muy nerviosa. Hacia mucho tiempo no sentía sus manos en mi pecho… de hecho, hacia 8 meses nadie lo había hecho, estaba muy nerviosa, el calor de sus manitas se trasfería a mi pecho… me agite a tal punto que mi palpitar me delató, sentía un hormigueo en todo mi cuerpo. No se si era por pasar tanto tiempo sola, o por que, pero el simple hecho de sentir su manita en mi pecho me puso a mil.

Ella levanto su cabeza de mi pecho, con una mirada inocente… casi infantil me preguntó;

–Nena te pasa algo?- me miró con una cara de preocupación.

Mi corazón se acelero aun mas, y ella tratando de mirarme mejor, se acomodo y puso mas presión sobre mi pecho. Ella no lo había Notado pero yo sentí como mis pezones se empezaban a endurecer… empecé a ponerme mas nerviosa y me excité mucho… sentí como un calor llego a mi vagina.

–Nena!? Que pasa?- insistió viéndome con esos ojitos negros infantiles.

-Eh… (Intente disimular)… no bebe no pasa nada, anda, duérmete otro rato mas- Ella recupero su posición para dormir, y por accidente presiono aun mas mi pecho

Se sentía tan bien, pero un gemido que deje escapar me delato. Inmediatamente me miro sorprendida.

–Oh…- Exclamo ella. –Eso era!- dijo con una sonrisa un poco maliciosa.

Como arrastrándose, subió por mi cuerpo al punto en que sus pechos quedaron contra los míos y su monte de Venus quedo contra el mió, sentí un calor que recorrió todo mi cuerpo.

-¿Que pasha nena?- me preguntó con una vos mas chineada, casi gimiendo, al mismo tiempo empezó a besarme el cuello. Sentí como los vellos de mis brazos se erizaban.

–¿Ya no te acuerdas?- me decía apenas pudiendo pronunciar ya que estaba lamiendo mi cuello y mordiéndolo.

En un instante, se detuvo y deje escapar otro gemido, me miro a los ojos y empezamos a besaros apasionadamente, sentí como nos rozábamos, como mordía mis labios con fuerza, demostrándome que aun sabia como volverme loca, ella alaba mi pelo con delicadeza pero haciéndome saber que estaba ahí y que iba a hacerme sufrir un tiempo. Sentí como ella comenzó a hacer movimientos con su cadera sobre mi monte de Venus, nos empezamos a calentar aun mas, hasta que la pasión que demasiada y no resistimos mas, ella me quito mi camisa y yo su blusa. Ella no llevaba sostén y sus pechos quedaron descubiertos, eran perfectos, grandecitos apenas para que mi mano los cubriera, sus pezones eran un poquito grandes pero para succionarlos eran perfectos. con ella mordiendo mis labios mientras sentía su monte de Venus en mi mojado sexo. Poco a poco, mi amada fue bajando lentamente, haciendo de este proceso una tortura de placer, sentía sus dientes bajando por mi cuello, su lengua lamiendo cada centímetro de mi piel, hasta llegar a mis pechos, donde comienza a mamarlos con devoción. siento sus labios apoderarse de mi pecho izquierdo, adsorbe completamente mi pezón en su boca y parte de mi pecho, parecía como si quisiera introducirlo todo en su boca. Y después comenzó una serie de mordiscos y succiones que simplemente hacían que yo sintiera mis propias contracciones, sentía como mis braguitas se empapaban ante este placer que su boca me producía.

Ella me tomo por mis brazos y los arrastró por la cama hasta que quedaron detrás de mi nuca, en esta posición sus pechos quedaron suspendidos sobre mi cara.

–Son perfectos- dije casi gimiendo de la excitación.

Ella, aprovechando mi posición vulnerable comenzó a rozar sus pechos contra mi cara, amaba la sensación de la suavidad de ellos sobre mí. Sentí como sus pezones, por momentos pasaban por mi boca, y como se ponían cada ves mas duros. En un momento que se descuidó, paso su pezón por mi boca y por medio de succión lo sujete con fuerza, ella tembló y se quedo quedita como esperando mi próximo movimiento. Comencé a morderla y besar sus todos sus pechos, pase mi lengua por ellos, succionaba su pezón y lo soltaba, lo mordía un poquito para después besarlo de nuevo, todo esto mientas ella hacia sus movimientos de cadera mas repetitivos y constantes. Sabía que ella estaba excitada.

-Estoy muy mojada. Le dije, ella gimió y callo rendida sobre mi.

–Desnúdame!- me dijo en tono de una orden, yo, sin pensarlo dos veces cambiamos de posición, ella abajo mió y yo acostada boca arriba.

En un momento me encontré quitándole su cinturón y su pantalón… despacio pero con ansias de descubrir su sexo. Cuando quedo en su tanga nada mas me miró, y con sus piernas y brazos me atrajo contra ella, comencé a besar su cuerpo, a tocar sus muslos y escuchaba sus gemidos cada ves mas fuertes.

Despacio, ella comenzó a quitarme mi pantalón, hasta que quede en mis cacheteros, comencé a masajear sus pechos, a gemir mientras lo hacia.

–Uh, te quiero comer mi amor…- le dije.

–No nena, mejor no- me dijo ella entre jadeos y gemidos.

– Pff, vos sabes que lo deseas, ¿no extrañas que te coma? ¿Sentir mi lengua en tus entrañas?- le dije moviendo mi pubis sobre la tanda de ella. Sabia que ella estaba muy mojada puesto que nuestra ropa interior se veía húmeda.

–NO!- Insistió ella. Apartándose de mí e intentando sentarse. La tome por sus brazos para que no se apartara de mi lado, al mismo tiempo con una sola mano le sostuve sus brazos detrás de su cabeza, inmovilizándola, y con mi mano libre empecé a bajar hacia su vagina.

–¡No! Maldita quítate! No quiero, aléjate!- me decía muy enojada entre gemidos, pero sus quejidos no duraron mucho. La calle con un beso, mi lengua y la de ella estaban en una danza. Cuando mi mano iba por su ombligo ella intento cerrar sus piernas, pero con las mías logra abrírselas nuevamente.

–No mi amor, no quiero!- esta ves intento por el lado pacifico de tranquilizarme, pero no la escuche, seguí bajando aun mas, hasta llegar a su monte de Venus y ella comenzó a temblar.

–Tranquila preciosa, seré gentil- le dije, mientras deslizaba mi mano adentro de su tanga. Estaba empapada, súper caliente, comencé a frotar 2 dedos por su canal vaginal, esparciendo sus jugos por todo el área. Sentí como se resistía, intentaba cerrar sus piernas pero no la dejé. Comencé a jugar con sus labios vaginales, y a mojar mi mano al mismo tiempo que mordía su cuello sin darle descanso a mi amada.

Sin advertirle lo que estaba apunto de pasar, sin que ella tuviese la mínima idea, la penetre con 3 dedos de un solo, lo hice lo más profundo que pude y mantuve la presión hacia adentro. Ella enterró sus uñas en mi espalda y gimió tan fuerte que seguramente en la fiesta la escucharon. Pude sentir sus paredes vaginales contrayéndose, pude sentir sus jugos saliendo y chorreando por mi antebrazo.

Después de quizás 15 segundos de presionar hacia adentro retire mis dedos despacio, mis manos estaban llenas de sus jugos.

–Sé que te gustó- le dije a mi amada, ella me miró a los ojos y no dijo nada. La besé, la bese con fuerza, para que ella notara quien dominaba, que ella sepa que me pertenece.

–Quiero probarte…- le dije al oído con una vos seductora.

–Pero…- ella intento quejarse pero la interrumpí, poniéndole mis dedos empapados sobre su delicada boca. Ella, como poseída por una fuerza mayor, no resistió la tentación y comenzó a lamerlos, mamo cada uno de mis dedos hasta dejarlos limpios. Parecía una gatita obediente succionando sus propios jugos.

-¿Rico mi amor?- le pregunté sabiendo como había disfrutado el dulce néctar

-¡si me gusta! Pero detente por favor mi amor!- quiso detenerme.

–Sabía que lo deseabas- le dije dándole un gentil besito en su mejilla, la cual estaba roja por la agitación.

Toqué sus pezones con mis manos húmedas y sentí como ella arqueaba su espalda, esta mega sensible y la mínima caricia la pusieron al cien… utilizando sus propios jugos como lubricante para mi masaje, y los chupé.

–Mmm… nena sabes deliciosa… como deseo poder jugar con mi lengua en la fuente de esta delicia que estoy probado- le dije, degustando sus jugos en sus pezones, era un sabor dulce, y comencé a bajar de nuevo por su cuerpo, esta ves, ella estaba resignada a ser amada y a recibir todo el placer y castigo que yo quisiera entregarle.

Mientras recorría su cuerpo con mis manos, cuan mas bajaba, su voz era mas aguda, mas indefensa, solo podía escuchar sollozos y suspiros un "no mi amor, no porfa no…" fue lo que pude entender, ella se aferro a mi cuello, como si de salvar su vida se tratara, ella besaba mi cuello y solo podía escuchar a mi oído "detente…" esto fue lo ultimo que escuche entes de hacernos una.

La penetre con solo un dedo, ella gimió, después fueron 2 y comencé a mover mis dedos mas rápido… adentro y afuera, era un ritmo despacio, fuerte y constante. Podía ver en su cara el placer y el dolor q experimentaba. Como reflejo a mis caricias, ella comenzó a mover su cadera al ritmo en que mis dedos la penetraban. Sentía en su interior como cada vez se mojaba más, cada vez que la penetraba su calor aumentaba y el eminente orgasmo era imposible de ignorar. Quería que sufriera… así que retire mis dedos de su interior. Era tal la excitación que ella tenía que incluso arqueo su espalda cuando retire mis dedos como intentando seguirlos adonde fueran.

–¡No te detengas mi amor! Ahora que me tienes así termíname! - me suplico con una voz entre cortada por la excitación.

Acto seguido de la petición de ella, comencé a frotar mi monte de Venus contra en de ella…sentía como nuestros fluidos se hacían uno… Como nuestros clítoris inflamados se juntaban y se rozaban.

–Ya no aguanto nena… por favor… termíname… uh… si! Mi amor… cómeme!- me suplicaba, mientras me rozaba contra ella. No dije nada, solo me dispuse a cumplir los deseos de mi amada. Primero sus muslos… los besaba y mordía. Después su ombligo, jugaba con mi lengua alrededor de el como si de su vagina se tratara. Después, le di un pequeño beso justo sobre su clítoris, y hice que sintiera mi aliento en su sexo.

Quería que sufriera, quería que actuara como una perrita ansiosa de placer. No iba a lamerle su sexo a no ser que ella lo deseara, era demasiada excitación, ella no aguantó mas el deseo, me tomó con fuerza la cara y presiono su sexo contra mi boca. Podía sentir sus labios en mi cara, su clítoris, sentir como cada ves estaba más mojada. Ella descaradamente se frotaba contra mi cara. Mi barbilla (mentón) mi naríz, mi cuello, todo empapado por sus deliciosos jugos.

–Penétrame puta!- me dijo en tono serio pero se oía que era una suplica.

Hundí 2 dedos en su interior, sentía sus paredes vaginales apretando y relajando sin cesar, iba rápido, sabia que mi chica estaba súper excitada.

–¡Otro mi amor! Te deseo tanto!- me suplico, así que hice cazo a mi chica y hundí otro dedo en su interior, ahora eran 3 dedos entrando y saliendo de su vagina, haciendo circulitos en su interior, doblándose y estirándose, era una danza de placer, sabia que mis dedos juguetones hacían sentir cosas inimaginables a esta chica.

Sus contracciones cada vez eran más fuertes, cuando de repente, abrió sus piernas al máximo, yo sabía lo que ella deseaba, entendí lo que quería. Primero metí la punta de mis 5 dedos en el interior de ella, despacio fui hundiendo el resto de los dedos y cuando ya estaban por mis nudillos, fui más ruda y termine sumergiendo mi puño entero en su interior. Ella grito, su sexo estaba inundado en fluidos y en un momento, ella cerro sus piernas aún con mi mano adentro.

-Uh… nena… NO! No… ah…- era lo único q se podía escuchar de ella, y aún con mi mano adentro y tubo un orgasmo explosivo.

Apenas termino su orgasmo, saque mi mano con cuidado, regrese a besar su sexo un poco mas, pero con delicadeza, succionando sus fluidos, como quien diría, para "dejara limpia" después subí a su boquita de cristal a besarla con ternura.

–Perdóname linda…- le dije con sarcasmo y culpabilidad al mismo tiempo.

–Jajajaja… hay mi amor…- dijo ella.

Nos quedamos besándonos mucho rato, rozando nuestro cuerpo, mirándonos a los ojos.

–Yo quiero probarte- me dijo, con esos ojitos de curiosidad y picardía.

Me señaló que quería que me sentara sobre su cara, y así lo hice, ella empezó a lamer mis pliegues, metía su lengua y la sacaba, yo estaba disfrutando muchísimo. Sentía su lengua por mis piernas, sentía el calor de su saliva, y en un momento me sujeto por la cintura y me presiono aun mas contra su cara, ella jugaba con mis orificios. Pasaba de mi ano a mi vagina rápidamente intentando penetrarme en ambos, tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida.

Después de eso, me acomodé al lado de ella y me quede acariciándola por un buen rato, ella, jugaba con sus dedos en su sexo, los llenaba de sus fluidos y rozaba sus dedos contra por mis labios para poder seguir saboreándola. Así en este juego nos quedamos un tiempo.

Parecía que la fiesta estaba por terminar, la música era mas tranquila, pero seguimos una sobre la otra. No nos preocupaba nada, solo estábamos ahí, una sobre la otra apreciando nuestra belleza, sintiendo nuestros cuerpos… la tome, toqué su cara con mis ojos cerrados, como queriendo moldearla quería apreciar toda su belleza, la mire directamente a los ojos

-Te amo, de verdad no soy nadie sin tu amor… - Le dije.

Si… esa fría mujer que creí ser, esa joven sin sentimientos… esa rata de biblioteca en la que me había convertido durante los últimos 8 meses, esa mujer había desaparecido. Si, lo admito. Me enamoré nuevamente y deseo entregarle en sus manos mi corazón… la tenia entre mis brazos, como siempre lo deseé desde el primer momento en que la vi… todo era perfecto en ese momento y siento que es el segundo principio de algo mágico. –

La abrasé, besé su frente y simplemente observaba como todo era perfecto….

-Continuará-

(Espero que les haya gustado, cualquier critica o comentario a este correo nenas! Un beso! monica_moca6@hotmail.com )