Un reencuentro inesperado (2)
La continuación que les debia de mi reencuentro con mi exnovia despues de algunos años.
Un Re-encuentro inesperado (parte II)
Bueno, pues como les decía, el salió y todo comenzó al abrir los ojos y ver junto a mi la cara angelical de Selene, con sus ojos cerrados aun y sus labios, esperando el beso que la despertase, por lo que me acerque aun mas a ella y bese sus labios, rozando con mi lengua el contorno exterior e interior de sus labios, por lo que abrió sus ojos y me dio los buenos días, muy efusivamente, abrazándome de inmediato.
Le dije que teníamos que ir a darnos un regaderazo y ella acepto, gustosamente, nos levantamos pero como ya era tarde, nos bañamos rápidamente, pues solo me dio tiempo de recorrer su cuerpo mientras lo enjabonaba y después mientras el agua resbalaba limpiando su hermosa figura, mi verga esta erguida completamente, pero ella tenia prisa, por lo que, salimos rápidamente del baño, bajamos al restaurante a desayunar y le dije que la llevaría a su trabajo, pero me pidió que la pasara primero a su hotel para cambiarse de ropa, mientras yo seguía planeando lo que podría hacer para poder ir a la cita con mi exnovia sin tener problemas con Selene, así es que decidí, dejar abierta la opción, y al dejarla en su oficina y despedirme de ella, le Dije que la llamaría para ponernos de acuerdo, pues tenia muchas cosas que hacer y no sabia a que hora me desocuparía, a lo que ella acepto esperar mi llamada, entonces me fui para mi oficina, claro no sin antes pasar al trabajo de mi ex, pensando en ganar tiempo para planear todo muy bien, pues no quería perderme una noche maravillosa con Selene, si no iba a resultar nada con mi ex, así es que al llegar, entre y me dirigí directamente a ella, estaba ocupada, pero interrumpí y le pedí que saliera un momento, me vino a la mente la idea de que talvez eso le molestaría y cancelaría la cita, pero no fue así, inmediatamente me pregunto si podíamos ir a cenar en lugar de comer, porque le gusta mas eso, así es que le dije que podría pasar por ella a eso de las 7, que me dijera a donde pasaba por ella, pues quería darme un baño, -Pero no conoces bien la ciudad y te podrías perder, mejor pasas cuando salgas y te acompaño a tu hotel. -Perfecto, porque tienes razón - eso me pareció algo insinuante, así es que acepte de inmediato. -Entonces paso por ti a las 5:30 esta bien? -Claro, te estaré esperando. -Bueno, hasta al rato - y me despedí dándole un beso en su mejilla, rozando levemente la comisura de sus labios. A todo esto ahora verán porque estaba indeciso y no quería cancelar mi cita con mi ex, pues ella es, ahora verán, mide como 1.60, es delgada, de tez apiñonada, le gusta vestir de minifalda y a veces sin usar medias lo que me excita demasiado, pues debo decirles que tiene una piel sumamente tersa, suave y delicada, tanto que en toda mi vida, no he vuelto a sentir una piel así con tanta suavidad, ni siquiera la de mi celestial Selene, usa un peinado corto, alto que la hace verse muy sofisticada, su maquillaje es delicado, sus pechos no son grandes pero están maravillosamente delineados y firmes, tiene una cinturita muy rica y un culito delicioso, además de una piernas perfectamente torneadas, pero ahora se preguntaran, porque fue que deje escapar a una criatura tan deliciosa como ella, pues verán, tiene un pequeño defecto, su carácter, porque no es por exagerar, pero tiene un carácter de la patada, pero bueno, después de tanto tiempo sin verla, eso lo puedo olvidar por un rato. Al llegar a mi oficina, inmediatamente tome el teléfono y le hable a Selene, para hacerle notar que apenas habían pasado unas horas y ya la extrañaba y la necesitaba, por lo que tenia la necesidad de verla, así es que como lo mas probable era que tuviera que quedarme a trabajar hasta muy tarde, argumentando que lo que tenia que hacer requería que no estuviera trabajando nadie, la invite a comer, así es que nos pusimos de acuerdo para comer, pero eso es otra historia, cuando llego la hora de salir, a eso de las 5 de la tarde, rápidamente me dirigí hacia la oficina de mi ex, cuando llegue por ella, estaba ocupada, pero me hizo algunas señas para que la esperara, así es que me acomode para esperar, aunque de repente se me acerco su director, pues me reconoció, aunque hacia tiempo que no nos veíamos, así es que empezamos a platicar, de cómo nos había ido y todas esas cosas, hasta que obvio, me pregunto que hacia por ahí, entonces, con una simple mirada hacia donde ella se encontraba lo comprendió y como ella ya estaba lista, quedamos en que platicaríamos al siguiente día, ella salió de su oficina, se despidió y salimos de ahí, le dije: -Entonces me acompañas al hotel, para darme un regaderazo rápido y nos vamos a cenar, ok. -Si esta bien, no te preocupes. así salimos rumbo a mi hotel, llegamos y le dije que pasara, aunque un poco renuente, acepto, subimos en el elevador y llegamos a la puerta de mi habitación, abrí la puerta y la deje pasar primero, la habitación es amplia, con una cama matrimonial, buroes a los lados, tocador, una mesa con dos sillones muy cómodos junto a la ventana, en el baño un jacuzi, el servibar, la televisión, así es que una vez adentro, le dije: - Quieres tomar algo? Una copita o algo así? - Si por favor, pero solo un refresco. - Ok, enseguida te lo sirvo - inmediatamente se lo serví y le pedí que me esperara, diciéndole que no tardaría. Una vez que le di su bebida, entre al baño y deje medio abierta la puerta, con el pretexto de seguir platicando y oír lo que decía, dando la espalda a la puerta, pero teniendo frente a mi el espejo, me di cuenta de que ella hacia un esfuerzo para asomarse, pero sin pararse del sillón, por lo que me desvestí y me metí a la regadera, sin dejar de preguntarle como le había ido en su trabajo, al terminar de bañarme, me envolví una toalla en la cintura y como no había metido la ropa que me pondría, decidí salir a buscarla como si estuviera yo solo en la habitación, así es que salí, me acerque al closet a sacar lo que me pondría y después me senté en la cama, quitándome la toalla me levante para terminar de secarme, sin dejar de platicar con ella, y viendo la reacción que ella tenia, claramente vi que se sorprendió de mis acciones, aunque no dijo nada en ese momento, si se quedo viendo hacia mi pene, que se podía ver entre la toalla que colgaba, pues me estaba secando el cabello, después me vestí y salimos, yo actué como si no hubiera pasado nada y ella por un momento dudo en salir de la habitación, pero por fin, nos dirigimos hacia el restaurante donde cenaríamos, para no hacerles el cuento largo, llegamos, platicamos bromeamos, reímos y después, llego la hora de ir a bailar, la lleve a la disco que me habían llevado antes y estuvimos ahí como desde las 8:30, pero como era viernes ya había ambiente, nos dieron nuestra mesa y por la música y el ambiente, yo estaba muy prendido, acercándome a ella cada vez mas, con el pretexto de que no oía lo que me decía, hasta que saliendo a bailar por fin acepto un tequila, seguimos bailando y después de halagarla, abrazarla, acariciarla y llegar a besar su hermosos labios, le pregunte si quería ir a algún otro lado, a lo que ella me dijo que le gustaría un lugar tranquilo, por lo que sugerí mi habitación, eran como las 11:30 de la noche cuando llegamos a mi habitación, entramos y le serví otro tequila, nos sentamos en los sillones y fue cuando comencé a decirle que me gustaría mucho que pasara la noche conmigo, ella hizo una expresión de intriga y por un momento creí que saldría corriendo, dejándome solo, pero al reaccionar, acepto y fue entonces cuando ella comenzó a abrazarme, se colgó de mi cuello y me beso apasionadamente, tanto que por un momento no la reconocí, hacia mucho tiempo que no sentía esos labios, carnosos y suaves, yo aproveche para meter mi lengua en su boca, buscando la suya, mientras mis manos recorrían su hermoso cuerpo, acariciándolo y estrechándolo contra el mío, ese día, se había puesto un traje sastre, de mini falda, color gris Oxford, entallado y medias grises, una blusa blanca y zapatos de tacón, por lo que al colgarse de mi cuello, su minifalda, se levanto, detrás de ella estaba el tocado y el espejo me ofrecía una vista formidable de sus nalgas, asomándose por debajo de su falda, así es que comencé por sacarle su saco, ella por su parte no puso resistencia, por lo que su saco fue a parar al respaldo del sillón, la tome por su cintura y la acerque al espejo, sentándola sobre el tocador y levantando su falda, hasta sus caderas, quedando como si solo trajera puesto un cinturón ancho. Seguí besando sus labios y acariciándola, colocando mis manos sobre sus nalgas, por encima de sus medias, besando sus mejillas y llegando a su oreja, para bajar despacio por su cuello, separando con mis manos sus medias de su piel e introduciéndolas acariciando sus nalgas, pues llevaba puestas unas braguitas de hilo dental, así sentí su piel tersa, recorriendo sus nalgas usando la presión que sus medias ejercían sobre mis manos para presionar mas sus nalgas. Después de unos minutos, decidí bajar sus medias, a lo que ella me ayudo, levantando sus nalgas un poco, apoyándose de mi cuello, me soltó un poco, para poder separarme de ella y sacar por completo sus medias, aunque claro, aproveche para acariciar cada milímetro de sus piernas, volviendo a vivir esa deliciosa sensación disfrutando de su piel suave y muslos exquisitos. Una vez que la despoje de sus medias, me incline para quitarle sus zapatos y comenzar a besar sus pies, subiendo mis labios hasta despacio, hasta llegar a sus muslos, fue entonces cuando saque la punta de mi lengua y separando sus piernas, lamía sus muslos pasando de uno a otro, aspirando el perfume de su sexo, subiendo lentamente, Ella comenzó estremecerse, poniendo sus manos sobre el mueble y arqueando su espalda, mis manos sosteniendo en alto sus piernas y mi lengua acercándose a la gloria de su vagina, cálida, húmeda que con solo levantar la vista podía admirarla, ella con sus ojos cerrados levantaba la cabeza imaginando que llegaba al cielo, hasta que mi lengua llego a los hermosos y mojados labios de su vagina, la levante un poco y ella se acomodo sobre el mueble, por lo que ahora tenia mis manos libres, y ella sus piernas sobre el mueble abiertas para que pudiera seguir comiéndomela. Ahora utilice mis manos para poder separar su bello y sus labios vaginales y lamer el néctar de su sexo, frotando suavemente su clítoris, que ya había descubierto, después de saborear sus jugos y sentir el calor que emanaba de su interior, sobre mi lengua, sentí como se estremecía, liberando un chorro de su néctar dentro de mi boca. Por lo que empecé a subir por su abdomen, pasando mis manos por su espalda para liberar sus pechos, y comenzar a acariciarlos, primero con dos de mis dedos, de hecho ya estaban erguidos, pero al sentir los apretoncitos que les daba, se pusieron completamente duros, por lo que me acerque a ellos para poder comérmelos, Paseaba mi lengua, alrededor de sus pechos, acercándome a sus pezones y frotándolos con la punta de mi lengua una y otra vez, mientras mis manos hacían de las suyas, acariciando sus piernas, su clítoris, umm era maravilloso sentir su humedad cubriendo mis manos pues en ese preciso momento llegaba a otro orgasmo. Después de disfrutarlo, me aventó hacia atrás, por lo que caí en la cama y ella bajándose del mueble, se acerco hacia a mi, despojándome de mis pantalones y mi camisa, mi verga estaba a mil por hora y liberándola con sus manos, comenzó a besarla, a chuparla, la rodeaba con la lengua subiendo y bajando, recorriéndola toda, cuando llegaba a la punta, le daba unos chupetones deliciosos, ya estaba dura y mojada en parte por la saliva de ella y por mis jugos que los estaba succionando. Mientras con una mano, tomaba su cabeza para empujarla contra mi verga y que entrara aun más en su boca, la otra mano se abría camino entre sus nalgas, para acariciar su culito y uno de mis dedos trataba de entrar suavemente, ayudado por lo mojada que ya estaba. Al sentir que ya no podía mas, me senté sobre la cama y tomándola por la cintura, la senté sobre mi verga, por lo que se hinco sobre la cama y con la mano guió mi verga hasta su entrada, que tan dura como estaba, encontró primero su clítoris y lo frote varias veces antes de clavarle mi verga hasta el fondo, Cuando entro, sentí como su fuego, cubrió mi verga por completo y como comenzó a presionarla succionando, tratando de comérsela toda, comenzó a subir y bajar por lo que su clítoris se rozaba con mi abdomen y ella arqueándose lograba comerse toda mi verga, hasta que no aguante mas, ni ella tampoco y los dos nos arqueamos juntos, estallando mi verga dentro de ella y lanzando un chorro ardiendo de semen muy dentro de ella, sentí también como escurrían sus jugos mezclados con los míos, entre sus piernas y sobre las mías. Nunca antes la había penetrado por su culito, pero siempre había soñado con hacerlo, así es que viendo que ella seguía ardiendo y su culito estaba muy bien lubricado, le saque mi verga y poniéndola en cuatro sobre la cama, la tome de su hombro con una mano y con la otra comencé a meter un dedo en su rico culo, para dilatarlo, mientras mi verga frotaba sus labios vaginales, llegando a rozar su clítoris, esto la excito aun mas. Después de unos minutos, tome mi verga y la coloque en la entrada de su culo, la punta de mi glande podía sentir el calor que salía de ella y comenzó a resbalar hacia adentro ya tenia la punta adentro cuando soltó un grito de dolor, por lo que me detuve un poco, pero después de unos segundos continué, ya que mis manos no habían parado de acariciarla y excitar su clítoris. Mi verga siguió entrando y aunque se arqueaba de placer y dolor ella misma se empujaba hacia atrás, para sentir como la penetraba, hasta que entro por completo, mi verga totalmente cubierta por su culito, fue entonces cuando comencé a moverme aun lado y a otro, sin sacarla, después ya que sentí que solo era placer lo que sentía, comencé a entrar y salir, era fascinante ver como mi verga entraba y casi salía de su delicioso culo, ahora la tenia prendida, con las dos manos en sus hombros para jalarla hacia a mi y entrar en ella, hasta lo mas profundo, así seguimos hasta que no aguante mas, porque cuando ella llego a otro orgasmo, apretó muy fuerte su culito, presionando mi verga y succionándola nuevamente, por lo que sentí como mi semen salía en un chorro que lleno su culo, caliente, espeso, con esos jugos mi verga salía y entraba a placer, después de eso, los dos nos tendimos sobre la cama y con su mano agarrando mi verga, nos quedamos dormidos.