Un rapto por amor (1)

Primera parte: Esta parte esta escrita por una sumisa que me desafió a continuar lo que aqui ven escrito. Se trata de un rapto de una mujer con un tiempo preacordado por ambos. Luego de ello, ella decidirá su futuro.

UN RAPTO POR AMOR

AUTOR: JOPI

Primer Capítulo

Suena el reloj, me despierto y mi primer pensamiento es "no puede ser, tan rápido amaneció". Recuerdo que me acosté muy tarde revisando documentos de mi trabajo. Tengo el tiempo justo para levantarme, asearme y prepararme algo ligero de comer y salir corriendo hacia la oficina. Y así todos los días. Y mientras pienso en todo esto, me baño, me visto con mi ropa femenina interior blanca, un set de pantalón y chaqueta crema, elegante y apropiado para realizar cómodamente todo lo que tengo en agenda hoy. Sandalias y cartera en juego. Maquillaje sobrio, no ando buscando plan por ahí, con desilusión de mi hermano y mamá y mis más cercanos amigos, quienes me dicen incansablemente que necesito un amor en mi vida. Claro, ellos no están tan ocupados como yo. Me miro al espejo y me veo bien, salgo de mi habitación y llego hasta la cocinita a prepararme algo. Tomo un jugo y unas tostadas y me voy.

Vivo sola desde hace algún tiempo. Hace mucho tuve un amor y sufrí una desilusión mayúscula. Me refugié en el trabajo y así pude sobreponerme a aquella traición. Ahora, hay un hombre, un cliente de mi oficina que en algo llama mi atención, pero, no deseo pasar otra vez por un sufrimiento como el que pasé y lo quito de mi mente. Se que le gusto pero, tampoco nunca ha insinuado algo, y es mejor así.

Mientras voy pensando en todo esto llego a la oficina. Saludo a todos, y la secretaria corre conmigo recordándome todo lo que tengo para hoy, comienza la carrera acelerada de todos los días. Tengo varios clientes hoy con los que debo entrevistarme, gente de buenos recursos interesados en comprar o vender terrenos y casas. Debo visitar a otros para cerrar los contratos. Me involucro de tal manera que se me va el día sin darme cuenta. Regreso a la oficina a eso de las 3:30 de la tarde. Estoy cansada pero todavía tengo que escribir varios informes.

A eso de las 4:30, hora en que todo el personal se marcha, la secretaria me avisa que hay un cliente que desea hablar conmigo. Protesto algo, pero decido recibir al cliente. Le mandan a pasar y, ¡alabado!, precisamente el hombre en que pensaba esta mañana. Entras riéndote, pues se confabularon tú y la secretaria para no decirme el nombre. Me saludas con familiaridad, ya que hace algún tiempo vienes por aquí con alguna frecuencia, por negocios, claro. Charlamos algo y me dices que querías hablar conmigo pues, por razones de trabajo estarás de viaje durante algún tiempo y tienes una propiedad en las afueras de la ciudad que te urge vender, entre otras cosas, porque necesita mucho mantenimiento y dado que no estarás en el país no puedes tener empleados solos en esa casa. Te contesto que bueno, que la iré a ver mañana, pero tú insistes en ir hoy mismo, ahora si es posible. De paso, me dices, podemos ir a cenar y luego pasamos a ver la casa que está cerca. Trato de poner excusas pero insistes con una sonrisa de niño bueno y bueno, consiento. Sin embargo te hago saber que no intereso ir a cenar pero te acompañaré a tomar un refrigerio ligero, pero antes, quiero ir a mi apartamento a darme un baño pues el día ha sido pesado. Te propongo que nos encontremos en un local dentro de hora y media. Tú lo piensas y me dices que mejor me acompañas al apartamento, y que en lo que subo y me preparo tu irás a hacer algo que te falta y dentro de una hora exacta estarás frente al edificio. Me parece bien. Salimos, subo a tu auto y enfilas en dirección al edificio donde vivo, te miro con curiosidad y te pregunto cómo sabes dónde vivo y me contestas que por casualidad un día pasaste por la calle y me viste salir de él. De momento pensé que me habías seguido pero, al ver tu expresión tan tranquila descarté la idea.

Llegamos frente al edificio, subo a mi apartamento, y entro al baño, mientras me aseo pienso en ti, eres interesante, hablas con soltura y fluidez, me resultas muy agradable.

Me visto, y aunque no lo parece también soy coqueta como cualquier mujer. Me gusta usar ropa intima bonita, femenina. Ahora me pongo un conjunto de encaje negro, y un vestido muy sencillo, negro también, sin mangas, que me luce muy bien. Calzo zapatos negros semi abiertos de tacón mediano. Me maquillo un poco más que en la mañana, pero siempre con sencillez. Me miro al espejo, luzco sencilla y elegante.

Bajo del edificio y ya estás allí, esperando. Me miras con una sonrisa de aprobación y me siento bien. Subo al auto y nos dirigimos a un local conocido. Hablamos de temas ligeros, pero noto tu mirada seria y a la vez con un algo atrayente. Tomo nota mental de evitarte de ahora en adelante. No quiero problemas. Se acerca el mesero, hace calor así que pido una cerveza y nada más. Ordenas otra para ti. Y te recuerdo que necesito regresar temprano pues tengo informes que terminar. De momento me miras y me dices que tengo una marca en la cara así que decido ir al baño. No veo nada pero de todas maneras retoco el maquillaje. Cuando regreso ya están las cervezas allí. Las tomamos mientras hablamos y salimos rumbo a la casa.

En el camino siento sueño, pero me dices que no me inquiete, pues posiblemente, como no había comido nada en el día pues la cerveza me estaría provocando esa sensación. --- Cuando lleguemos veré de preaparte algo de comer--- me dices....................

Ay, que mareo tiene mi cabeza, me siento como si estuviera despertando de un sueño muy pesado. De pronto se aclara mi mente, ¿dónde estoy? ¿por qué todo está oscuro? ¿dónde está José? ¿ qué me pasó? Poco a poco voy tomando conciencia de que estoy acostada, que mis manos y piernas están sujetas, que las puedo mover pero con limitación. Tengo una venda en mis ojos y una mordaza en mi boca. Dios mío, me asusto grandemente, mi corazón palpita con demasiada rapidez, no entiendo nada y me siento confundida. Muevo mi cabeza a un lado y a otro intentando quitar algo de lo que me aprisiona.

De pronto siento una presencia cerca de mí, siento miedo. Eres tú, José, siento la fragancia de tu colonia. La que usas siempre. Me quedo quieta en espera..... Y comienzas a hablar:

---Veo que has recuperado el conocimiento, me alegro. Sé que estás asustada y supongo que furiosa también. No entiendes lo que sucede. Te explicaré. No tengas miedo, no voy a matarte, pronto te dejaré en libertad. Hace más de un año que voy tras de ti, me gustas, te amo y te deseo como nunca pensé que podía hacerlo. Me he acercado a ti, he buscado formas de llamar tu atención, he intentado enamorarte o por lo menos interesarte. Todo en vano, vives absorta en tu trabajo que no te fijas en nada más fuera de él. Es cierto que por mi trabajo tengo que viajar y estaré mucho tiempo fuera y me tienes desesperado por la forma olímpica en que me ignoras. Todos a tu alrededor saben que te amo, menos tú. Así pues, he tomado la decisión loca de tenerte para mí de alguna manera.

Continúas

----En la cerveza eche un somnífero inofensivo, pues no tiene efectos secundarios, pero es muy efectivo para hacer dormir por un rato. Te dormiste en el auto. Llegamos, te levanté en brazos y te traje aquí. Este lugar queda muy apartado y nadie sabe que estamos aquí. Te quité tu vestido y zapatos. Pero no te quité tu ropa íntima y te cubre una frazada, por ahora. Me he dado un plazo de 24 horas para lograr y provocar que te intereses en mí y desees estar entre mis brazos y recibir mi amor plenamente. Para ello, usaré todas las técnicas para hacer el amor que conozco. Quiero darte la experiencia más sublime y placentera que hayas tenido en tu vida porque te amo. Pero, te advierto, que si no logro excitarte y que desees mi amor, al cabo de las 24 horas, igual te voy a poseer, te haré mía a pesar de ti misma. Y te dejaré marchar luego, y yo me iré de tu vida para siempre pues no volveré a este país nunca más. Pero me llevaré el recuerdo de tu cuerpo, y de esa experiencia que guardaré siempre. Ahora te dejo por un rato a solas para que medites en lo que te he dicho. Volveré dentro de una hora y ya no me separaré de ti.

Siento tus pasos, y la puerta que se cierra............ estoy sola y asustada y también furiosa como bien dijiste. Dudo mucho que en estas circunstancias puedas provocar en mí el menor deseo de compartir contigo una experiencia de amor.

FIN DEL PRIMER CAPÍTULO