Un puto niñato me peta el culo

Con más ganas que nunca. Me la meto en la boca y el tío aprovecha para cogerme por detrás de la cabeza y empezar a follarme la boca como un bestia. Empieza a taladrarme con su polla sin parar. Mueve su cadera hacia delante para embestirme, vuelve hacia atrás y repite el movimiento una y otra vez.

Cada vez que me cruzo con él no puedo apartarle la vista. Y es que me encanta el cuerpo que tiene. No está especialmente cachas, es delgado con hombros anchos y cintura estrecha. Y muy guapo. Y lo peor de todo es que es un niñato de 19 años. Un niñato que dejaría que me follara el culo hasta reventarme.

Yo tengo 28, me llamo Gabi y llevo yendo a este gimnasio desde hace 2 años. Xavi, el niñato, ha empezado hará unos meses. No es un local precisamente grande. Es un gimnasio medio de un barrio de Barcelona. Por lo que ello implica que estemos muy cerca unos de otros. Con él he cruzado algunas palabras, lo típico para pedir algunas mancuernas y poco más.

Hoy ha sido un día como los de siempre, aunque el calor empieza a apretar y se nota. Al cabo de estar un rato entrenando ha llegado Xavi. Nos hemos mirado y nos hemos saludado con los ojos. Tiene cierto desprecio en la mirada que me pone todavía más. Lleva una camiseta de tirantes que sacan a relucir sus brazos prefectos. Tiene ojos grandes y azules y una boquita para comérsela. Lleva un pequeño flequillo que le cae divinamente sobre la frente. Su cara está entre un chaval de 19 años y un hombre de follarte el culo contra la pared. Se me está poniendo un poco dura solo de verle.

Al acabar el entreno decido ducharme ahí mismo. Aprovecho para pajearme puesto que contemplar al niñato me ha puesto cachondo. De repente veo que Xavi pasa por delante de mi ducha y entra a la de al lado. Justo antes de entrar me mira con una sonrisa y desaparece. Me ha pillado en plena paja.

Acabo de ducharme y me dispongo a salir. Al pasar por su ducha oigo cómo hace un silbido para llamar mi atención. Me paro y le miro. Está desnudo bajo el agua que le cae por todo el cuerpo.

-        ¿te gusta?

Me pregunta haciendo referencia a su cuerpo. El puto niñato me está poniendo muy cachondo. Pierdo cualquier ápice de orgullo que pueda tener y me pongo de rodillas ante él. No puedo resistirme a ese cuerpo que tanto me pone y a esa polla que ya empieza a apuntar hacia el techo. Empiezo a lamerle el tronco, un tronco cada vez más gordo. Juego con él con mis manos y mi lengua. Hasta que, de repente, me para y me aparta un poco.

-        Joder, qué ganas tenías de comerme la polla, ¿no?

-        ¿Por qué me has parado?

-        Es que antes tengo que hacer algo.

Se coge la polla con la mano y la apunta hacia mi cara. Veo que se está concentrando, cerrando los ojos. Hasta que de repente empieza a mear. Mea sobre mi cara y yo como una gata en celo abro la boca para sentirme humillado por ese niñato al que le encanta humillarme. Estoy disfrutando de una lluvia dorada que deja mi cara y cuerpo lleno de su orín.

-        Ya puedes seguir comiéndome la polla.

Y voy de nuevo a comerle la polla. Con más ganas que nunca. Me la meto en la boca y el tío aprovecha para cogerme por detrás de la cabeza y empezar a follarme la boca como un bestia. Empieza a taladrarme con su polla sin parar. Mueve su cadera hacia delante para embestirme, vuelve hacia atrás y repite el movimiento una y otra vez. Él está en un mar de placeres, con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior. Gimiendo en voz baja mientras yo me quejo de la invasión de su polla en mi boca. Pero no sirve de nada puesto que el puto niñato sigue con la follada. Yo tampoco quiero que pare. Aunque me gustaría coger un poco de aire. Se me caen hilos de baba por la comisura de los labios. Xavi sigue embistiendo con sus caderas.

Finalmente saca su polla de mi boca y me da un respiro. Quiero más polla y vuelvo a lamérsela.

-         Qué zorrita estás hecha.

Me pone todavía más cachondo que use este lenguaje. A la vez me da cachetazos en la mejilla. Yo sigo chupando. De su glande al tronco. Y de su tronco a los huevos.

-        Ponte de pie.

Me dice autoritario. Me pega contra la pared. Todavía huelo a pis. Me abre el culo con sus manos y su polla me roza el agujerito. El agujerito por donde el niñato pretende meterme la polla. Ni pregunta ni nada. Aunque mi respuesta ha sido ponerme de puntillas y abrirme un poco de piernas para ofrecerle bien mi culito.

Empieza con la introducción de un dedo. Poco a poco. Tanteando el terreno.

-        Fóllame ya joder.

Le suelto esto casi con la misma autoridad que él tiene hacia mí. El tío no se lo piensa dos veces y empieza a introducirme la punta de su polla. Joder estoy tan cachondo que ya lo tengo semi dilatado. Mi culo la recibe encantado. Dejando que esta vaya recorriendo todo mi interior poco a poco. Me amoldo a su polla. Esta entra de maravilla. Joder, estoy jadeando de puro placer y dolor a la vez. El puto niñato tiene un puto señor pollón que me está invadiendo todo el interior de mi culito.

Así como mi culo va aceptando el tamaño de su verga, Xavi va aumentando el ritmo de la follada. Su polla es enorme y, por momentos, parece que crece en el interior de mi recto. Xavi empieza a lamerme el cuello y, poco a poco, busca mi boca. Me giro para unir mi boca con la suya y fundirnos en un pasional beso. Nos metemos la lengua los más profundo que podemos y jugamos con nuestras bocas un buen rato. Intercambiando nuestros fluidos mientras no deja de darme por culo.

-        Joder, vaya culo que tienes - Me dice al oído mientras lo lame.

-        Y vaya polla que tienes tú, joder. Me vas a petar el culo cabrón.

Nada más decirle esto, el muy cabrón no hace otra cosa que aumentar el ritmo de la follada. Se me escapa un grito de dolor/placer y le suplico que siga follándome. Seguimos jugando con nuestras lenguas y ya noto que su polla estallará pronto.

-        Quiero que me des tu leche. Quiero tragarme tu leche – le pido antes de que sea tarde.

-        Pues agáchate y traga, zorra.

Obedezco y me pongo de rodillas frente a su descomunal polla, la misma que ha estado taladrándome el culo lo suficiente como para dejármelo súper abierto. Agarro su tronco con una mano y coloco el glande en la comisura de mis labios. Con la mano le hago un señor pajote y con mis labios le doy placer en la zona del glande. El niñato está disfrutando de la paja que le estoy ofreciendo, puesto que no deja de gemir y jadear. Me paso la punta de su rabo por el interior de mis labios, le doy besitos y le paso la lengua una y otra vez. El tío está muerto de placer. Y yo expectante para tragarme su leche.

Finalmente, empieza a producirse la descarga de semen en el interior de mi boca. La abro sacando bien mi lengua para que entre toda la corrida. No dejo de pajearle la polla mientras esta expulsa la descarga de leche que tenía preparada en sus huevos. Xavi jadea en cada una de las descargas que van llenando mi boca. Me la meto en la boca y me la trago entera. Lo hago así unas cuantas veces y su leche va y viene en el interior de mi boca. Empiezo a tragarme su corrida, poco a poco, para saborearle bien. Con los restos le chupo de nuevo el tronco y los huevos. Xavi me está mirando, le encanta tenerme así, totalmente a sus pies mientras me trago su leche y su polla.

-        Ven aquí, no te tragues toda la leche.

Me ayuda a ponerme en pie y, sin pensarlo, lleva su boca a la mía y me mete la lengua hasta el fondo. Todavía quedan restos de su leche, que van de una boca a la otra mientras jugamos con nuestras lenguas. Con sus dedos recoge la leche que ha ido a para por mi cara y se los mete en su boca para volver a besarnos. Entre los dos nos tragamos su corrida entera sin dejar ni rastro.

El puto niñato me ha follado el culo de una manera bestial. Después de habernos tragado su leche entre los dos ha cogido sus cosas y se ha ido. Dejándome solo en la ducha, empalmado y con el culo abierto.