Un puente muy largo

Asiel es un universitario obsesionado con una sola cosa, el pecho de su compañera de piso, la cual tiene novio. Pero esto no será ningún impedimento para que Asiel disfrute de un buen puente

“Sus manos volvían a recorrer una y otra vez aquel cuerpo, regodeándose en los abultados y redondeados pechos, ella se reía aun murmuraba frases entre gemidos “no esta bien”, cada vez que lo hacía él la besaba y bajaba las manos a su sexo, donde restregaba la mano fuertemente, ella a continuación respondía moviendo la cadera, restregándose sobre su pene, en cierto momento ella empezó a bajar entre besos por el pecho hacia su parte baja...”

Justo en aquel momento Asiel despertó en su cama con una tremenda erección

-Joder- murmuró- otra vez ella

Miró el reloj, ya era casi la hora por lo que se levantó y empezó a prepararse para la universidad.

Entre bostezos volvía a él una y otra vez retazos de aquel sueño, aquel pecho que en la realidad solo había vislumbrado una vez, a través de la ventana de la terraza, una noche mientras ella disfrutaba con su novio. A pesar de que había sido un momento muy breve aquel par de pechos no había abandonado sus sueños.

Cuando salió del baño allí se la encontró, su compañera de piso, con una melena corta y rubia, pero una piel algo tostada y unos bonitos ojos castaños. Realmente no poseía nada que la distinguiera físicamente, era muy normal, ni alta ni baja, ni gorda ni flaca, Asiel alguna vez se había cuestionado si sentía algo por su compañera, pero nunca al verla sentía mariposas en el estómago, ni ninguna sonrisa aparecía en sus labios, la única parte de su cuerpo que se alegraba era su mástil que automáticamente se erguía en toda su gloria

-¡Buenos días!-saludo ella con una gran sonrisa- ¿Qué tal se ha levantado hoy la princesita de la casa?

Siempre le saludaba con aquella estúpida pregunta, el nunca contestaba, sencillamente emitía una especie de gruñido.

Salieron del piso rumbo al metro, una vez dentro a medio camino se les uniría el novio de Erika (la compañera) el cual no podía compartir piso ya que vivía con unos familiares. Aquel chico de aspecto vulgar comentó que aquel largo puente que se les presentaba por delante no iba a poder estar con su chica ya que tenía que ir a pasarlo con su familia en el campo

-¡Jo!- dijo ella- Yo también querría ir, pero Asiel y yo tenemos que hacer ese dichoso trabajo- ambos compartían carrera y por comodidad siempre se ponían como pareja.

Una vez en la clase, Asiel se acercó a un grupo de amigos que cuchicheaban:

-Os lo aseguro- murmuraba uno de ellos- me la ha pasado un primo mio que trabaja en una farmacéutica, a la chica no le pasa nada, es una especie de viagra femenino

-¿Y por que no la venden?- preguntó Asiel

-Es que solo funciona con chicas jóvenes, no saben que habrán hecho mal... Pero os aseguro que funciona, se lo puse el otro día a una piva que no conseguía ligarme y a los cinco minutos se me tiró al cuello como una loba...

Después de un rato de charla el chico acabó con una de las pastillas en el bolsillo y una sonrisa lobuna en el rostro.

Llegó la tarde del jueves, los dos compañeros de piso estaban solos y por insistencia del chico compraron diversos tipos de alcohol para “fomentar la creatividad”

Empezaron con las cervezas mientras buscaban información, para la hora de cenar decidieron dejarlo para el día siguiente y tras la pizza empezaron con alcohol más serio, whisky, ginebra, ron, tequila...

Con la segunda copa Asiel le añadió la pastilla y observó a Erika mientras se la bebía, sabía que la chica se ponía de forma normal bastante caliente con el alcohol (alguna vez le había dado incluso algún beso) y con la pastilla su plan debería funcionar bien, para la mañana siguiente la chica pensaría que había sido el alcohol por parte de ambos.

-Ufff- dijo Erika- ¿empieza hacer calor o me lo parece a mí?

-Quítate la chaqueta- sugirió entre risas él

La pobre chica sin ser consciente se quitó la chaqueta quedando en la camiseta de tirantes de escote generoso, lo cual hizo que la espada de Asiel saliera de su funda

-¿Estas bien Erika?

-Creo que voy a ir al baño esa copa no me ha sentado muy bien...

Al levantarse la chica, él aprovecho para rozar levemente su culo, ella le miró con una sonrisilla traviesa

-Ten cuidado con los codos jaja

Para cuando salió del baño Asiel estaba en el pasillo esperándola, tapando el camino de vuelta

-Déjame pasar por faaa

-Lo siento tienes que pagar

El chico sonreía ante la cara de confusión de la chica, ella empezó a reírse al comprender y se acercó seductora, a ese juego ya habían jugado otras veces, a ella le encantaba tontear con él, pero nunca le había dado nada a cambio

-¿Y qué desea el caballero a cambio?

-Un beso

La chica sonriendo para seguirle el juego fue a dárselo en la mejilla, pero él giró la cara para que fuera directo a la boca y aprovechó para agarrarla de la parte trasera apoyándola en la pared

-¡Eh! Eso es trampa- Aunque realmente Erika no parecía especialmente enfadada

Tras aquello prosiguieron bebiendo, el chico iba tanteando, primero puso la mano en la rodilla de la chica, a continuación fue subiendo, ella en lugar de recriminarle le siguió el juego y también empezó a subirle la mano por la pierna

Con la siguiente copa la mano ya tocaba las partes del otro, se paseaba a sus puertas, por lo que él dijo:

-Voy a ponerme más cómodo- mientras se desabrochó los pantalones dejando al descubierto unos calzoncillos ya humedecidos

La chica no pudo evitar empezar a jugar con esa zona, mientras él iba dejando caer una mano sobre los hombros, la cual bajaba hasta los pechos, finalmente iba a poder tocarlos, pero antes, haciéndose el inocente puso la mano sobre el cierre del sujetador y le abrió, ella sonrió y en un movimiento rápido se le quitó. Asiel empezó a sobarle las tetas por debajo de la camiseta, podía notar como los pezones se iban poniendo más y más de punta, de repente la chica se levantó de un salto y dijo:

-Tengo que ir al baño-

Por suerte para el chico ella no echaba nunca el pestillo por lo que pudo abrir la puerta y encontrasela con las bragas en los tobillos masturbándose:

-Pero que niña tan mala- susurró él- mira que masturbarte con lo que te han calentado otros, eso no se hace, ¿sabes? Lo que se toca se come

En ese momento la levantó de un tirón y sin darle más explicaciones la llevó al dormitorio de ella que tenía cama de matrimonio, ella creyendo que seguían jugando solo se reía, aunque cuando la mano de Asiel tocó sus partes más íntimas un suspiro se escapó

-Hoy vas a comer pero bien, vete preparando- le susurró al oído

Finalmente la chica empezó a ser consciente de lo que él tenía en mente e intentó revelarse:

-¡No! Espera por favor, no me hagas esto, sabes de sobra que nunca le podría hacer esto a mi novio...

Un beso le calló la boca, además él condujo la mano de ella hasta sus calzoncillos y le dijo:

-Pues ya me dirás que haces con esto,- paro un momento como si pensara- ¡chúpamela! Si me haces una buena mamada no te hago nada más, si no- aclaró ante la mirada de duda de Erika- voy a descargarla en otro agujero tuyo...

Eso aclaró todas las dudas de ella y empezó a la tarea. Primero, bajo cuidadosamente los calzoncillos, a continuación empezó a salivarla bien, entreteniéndose en la punta, solo con eso Asiel ya tuvo que contener algún gemido, lo hacía muy bien, se notaba que a su novio le ponía aquello. A continuación se la metió entera en la boca, le costó porque el artilugio era bastante grande, finalmente manteniendo la punta en la boca recorría el tronco con la mano, al principio un ritmo pausado que fue subiendo, así estuvo hasta que finalmente se corrió y ella se lo tragó.

-Qué buena chica, ¿eres tan buena en todo?

La atrajo hacia sí y bajó su mano al sexo de ella que estaba totalmente abierto, el con una sonrisa maliciosa empezó a jugar con sus dedos allí abajo y cambió posición con ella dejando tumbada, no sin antes quitarle la camiseta, liberando finalmente sus gloriosos pechos, de tamaño perfecto, redondeados, con las aureolas muy oscuras y grandes y unos pezones que estaban totalmente de punta.

Ante las quejas de ella el contestó:

-Tranquila, solo te voy a follar si tu me lo pides, y lo harás

A partir de ese momento se dedicó a disfrutar del cuerpo de la chica que gemía y su resistencia era cada vez más baja.

Pasó un buen tiempo con los pechos, pasaba de uno a otro, lamiéndolos, mordiéndolos, mientras con una mano jugaba con el otro pezón y la otra jugaba con el clítoris de la chica.

Cuando sintió que su polla estaba a punto de estallar empezó a restregarla por el sexo de la chica, y en aquel momento la chica suspiró:

-Entra

Sabía que podía hacerlo sin problema ya que la chica tomaba la píldora por lo que comenzó un mete-saca muy rápido y fuerte, mientras la agarraba y abrazaba a ella y Erika encogió las piernas para agarrarle y ayudarle en el movimiento, cuando estaba a punto de acabar sintió que algo se hinchaba dentro de la chica por lo que aceleró e ignorando los gritos de la chica sobre que se iba hacer pis, ambos acabaron en un grito conjunto de placer.

La chica miró sorprendida el charco que salía de ella

-Es la primera vez que me corro- murmuró, después exhausta se tumbó en la cama sin vestirse y se quedó dormida.

En aquel momento Asiel se levantó a recoger la cámara que esta escondida en un rincón de la habitación, había estado grabando todo, y con aquello el puente prometía estar muy entretenido.