Un paseo por la playa
Caminando por la playa, llegando casi al espigón, recuerdo que escuchamos una mezcla de jadeos, gritos y susurros, dejándonos intrigados teniendo la tentación de ir a averiguar de que coño era...
Un paseo por la Playa
Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito, comentándomelo. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí.
Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible. También me debo disculpar, por todos aquellos que me quieren poner en contacto conmigo, sobre todo cuanto enciendo el Messenger, pero os comento que me es imposible contestar a todos, aun más cuando aumentan el número de pestañas elevándose. Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta (a veces muy abierta), extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, pido algo más de 15 minutos ). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, no soy alcohólica pero debería controlarme). Si queréis saber más sobre mí, me lo decís en un email y quien sabe que más os cuento.
Hola de nuevo lo que os voy a confesar apartir de aquí, es en referencia a algunos comentarios hacia lo poco que comento mis vacaciones, sobre las experiencias, anécdotas o situaciones que tuve durante mis estancias veraniegas. Bueno comenzare o al menos lo intentaré, os diré que desde pequeña los veranos solían ser familiares, donde mi padre nos suele llevar casi por norma general por la costa, a veces hace excepciones llevándonos de viaje fuera de España (Holanda, Francia o Portugal), e incluso hemos cruzado el charco (canarias, Tenerife o Marruecos). A veces solos o con algunos amigos con respectivas familias, simulábamos la familia perfecta, mi hermano, mi madre, mi padre y yo por supuesto (como suelen decir el burro el último para que no se espante). Por ese tiempo no teníamos un lugar fijo pues a mis padres como os he comentado les gusta viajar, pues más bien digamos que Málaga, Almería, Cádiz y hasta Huelva nos lo conocíamos bastante bien. Pero principalmente en Cádiz para ser exacta en Rota es donde al final nos estacionamos, gracias a un dolor de cervicales que le entro a mi padre, el cual los médicos le aconsejaron los baños y el sol del mediterráneo. Dicho y hecho mi padre no se lo pensó dos veces, compró una casa en rota muy cerca de la base naval de los americanos.
Bueno comenzare por una, los meses de julio y agosto eran los meses que me iba a veranear con mis padres, aunque ellos en particular eran más devoto del mes de septiembre por ser más tranquilo. En verano las anécdotas suelen ser más corta pero no por eso menos satisfactorias. Bueno está me ocurrió con 17 años, estaba sola en Sevilla pues estaba acabando los exámenes, pues aunque no había me iba a la biblioteca a estudiar, mis padres como es costumbre en ellos desde a mediados del mes junio se iban a la playa, alternando el trabajo mi padre. Yo en cambio como he comentado estaba en casa, donde mi tata me cuidaba y a veces mi abuela pues no se fiaba de dejarme sola, donde mis noches eran más largas y disfrutaba durmiendo. Bueno a lo que iba, después de despedirme de mis compañeros y amigos me marché a la playa en compañía de una amiga la cual invité, mis padres lo sabían y no pusieron objeción alguna (aun menos mi padre). Las semanas fueron maravillosas, donde era todo descanso y diversión, en uno de esos días donde todos dormían la siesta en casa, bueno todos no mi padre y mi amiga estaban estrechando la amistad.
Recuerdo cierta vez, que mi amiga me pillo en pleno fregado con su padre, la verdad es que la situación era fuerte de cojones, tanto que me costo hacer entender a mi amiga que fue una insensatez por mi parte. Joder, no os digo que me perdono ni mucho menos acepto de primera mis disculpas, pero si es cierto que le comente el echo de devolverme la jugada de la misma forma que yo a ella el tirarse a mi padre ( le gusto la idea a la muy puta). Quise despedirme de mi padre y de mi amiga, pero por lo que observe no era el momento pues mi amiga se encontraba entre las piernas de mi padre, con el miembro de este dentro de su boca, por lo que si me despidiera ni me echarían cuenta. Continuo, nada más salir por la puerta con lo justo y necesario, de una mochila, donde llevaba mi esterilla, mi toalla y una botella de agua como única compañía. Me marché de camino hacia la playa, sabéis como el sol castigaba y no era prudente quemarme durante el trayecto, me había colocado una sudadera finísima de color gris y unos short de mi hermano que más parece este un bañador de esos surferos. Con mi bikini puesto debajo más por no ir llamando la atención, pues me había puesto un bikini blanco de esos tipos brasileños los ideales para tomar el sol.
Ese día se notaba que el calor iba a castigar más de lo normal, pues nada más llegue al paseo marítimo ya estaba chorreando de sudor, continué caminando hasta llegar a la orilla de la playa, continuando por la orilla en dirección a Chipiona, pues me quería poner en una zona llamada Faro Blanco. Recuerdo que caminando sobre las algas pues es bueno para la circulación, gire la cabeza como una intuición hacia lo alto de las dunas, donde me fije que en los cañizos se notaba mucho movimiento Continúe caminando hasta encontrar un buen sitio donde pudiera tomar el sol, nada más fijarme bien lo encontré situado entre varias parejas y grupos de chicas (lugar elegido por ahuyentar mirones), eche mi esterilla sobre la arena y encima de esta la toalla acabando por quitarme tanto la sudadera como el short y quedarme en bikini (coño, observando como los chicos del lugar se fijaban en mi). Tras tenderme saque de la mochila el reproductor y los auriculares colocándome estos y quitarme la parte de arriba del bikini, sabiendo bien las miradas de otros hacia mi. Pero la cierta verdad que después de un rato tomando el sol, estaba aburrida y eso que me metí en el agua a modo de refrescarme, pero aunque me di hasta un par de chapuzones, leí un par de capítulos de una novela y de hojear una revista continué aburrida pues prefiero la cierta verdad estar en compañía.
Recuerdo que después de varias horas acabe por recoger las cosas, con la idea de volver a casa no sin antes haber dado una vuelta. Bueno digamos, que desde este preciso momento comienza realmente mi confesión, pues continuare... sabéis lo que suele ocurrir cuando vas con una prenda mojada, que molesta verdad al menos era lo que me ocurría a mi con el bikini, me molestaba no sólo por lo mojado que estaba este sino que hasta me entró un repelu y que comenzó a picarme quizás debido a la salina. A lo lejos observé que había unos aseos y unos vestidores de esos temporales junto a un kiosco bar de madera, se me ocurrió dirigirme hacia estos con la idea de poderme quitar el bikini y ponerme algo más cómodo. No era por excusarme pero aún con el sol que daba sentía un poco de frío, por lo que una vez dentro de uno de estos vestidores, me quité el bikini tanto la parte de arriba como la de abajo, quedándome como únicas prendas la sudadera y el short de mi hermano, la cual nada más salir me puse el gorro de este de manera que me protegiera aun más del sol (os aseguro que me excita enormemente ir de está manera, pues me siento desnuda).
Bueno no se por que razón me dio por subir hasta le alto de la duna, caminando por los cañizos observando la afluencia de hombres en busca de guerra (chicos jóvenes y hombres mayores, que luego me decís que no específico). Recuerdo que al pasar cerca de una maleza oí los típicos ruidos de jadeos, gemidos entre otras exclamaciones, por lo que mi curiosidad mezclada con mi perversión (no me exculpo por la excitación que siento al observar aunque sea de forma clandestina a otras personas), me hicieron acercarme con sigilo descubriendo a una pareja joven follando, que tanto el como ella eran de mi gusto. Como era obvio no hice ruido alguno, no quise que mi presencia estropeara esos momentos tan dulce y placentero, pues se que se irían por lo que me quedé disfrutando de tal visión desde la distancia. No se que tiempo me lleve allí agachada, pero ya hacia un rato que había introducido mi mano por dentro del short, acariciándome primero por mi pubis para seguidamente continuar por frotar y darme placer. Cuando sin haberme percatado y aún menos verlo u oído se me acercó un hombre, que colocándose junto a mi me comentó que no dijera palabra alguna, pues el también quería disfrutar mirando de esa pareja.
Cuando quise sacar la mano del interior de mi short, este me comentó que continuará masturbándome tras sujetarme por la muñeca, continuando que no sintiera vergüenza pues es algo normal y lógico, si me había detenido por su presencia el mismo haría lo mismo que yo. Os juro que no se como coño, este no se dio cuenta que yo era una chica en vez de un chico, para que luego no digáis que los tíos de pueblo no son brutos, más por su poca vista (aunque más tarde a modo de excusarse, me comento que hoy día era fácil equivocarse, pues casi todos vestimos igual, ya no sólo las chicas usan pendientes sino hasta los chicos entre otras cosas). Bueno prosigo, la pareja se notaba que cada vez estaban más cómodos, tanto que el chico había desnudado a la chica entre caricias y besos a todo lo largo de su cuerpo mientras está gemía. Obviamente la escena era de lo más excitante por lo que dirigí sin pensarlo de nuevo mi mano a mi entre pierna, llegando e intruso a cerrar por unos segundos mis ojos por el placer que me estaba dando en esos momentos mis dedos.
Pero os juro por Dios, que la sensación de notar como una mano que no era la mía, acariciaba mis nalgas me sacó de mi trance y encima cuando quise echarle en cara su actitud, este posando su mano otra mano en mis labios a modo de hacerme silenciarme, mientras me aconsejaba que mirará a la feliz pareja. La joven pareja estaba a punto de comenzar a follar, pues ella estaba agachada de manera que de su boca salía y entraba el miembro de su chico, mientras este masturbaba a la chica. Gire de nuevo mi rostro hacia este descarado y mal educado, le quise comentar su descaro y echarle en cara algunos puntos, pero cuando me fije en lo que este pedazo de cabron tenía en la mano, pedí a dios que no se detuviera. Mi rostro seguramente en ese momento fuera un poema, mis ojos seguramente se habrían salido de mi cara, la boca con una mueca a modo de haber querido decir algo y mi mano con las ganas de sujetársela. Volviendo a la realidad sin comentarle al final lo que quería, volví a girar mi rostro hacia la pareja mientras continuaba notando como esa mano acariciaba no sólo mis nalgas, sino que había ascendido hacia mi espalda y de nuevo descender hacia mis muslos.
Recuerdo cuando note como su mano se introducía por dentro de mi short, acariciándome desde el inicio de mis nalgas continuando hacia el interior de mi ingle, sentí un escalofrió que se puso los vellos como escarpias. Al tiempo que noté como el mismo, mediante su muñeca tiraba del short hacia abajo, deslizándose este sin ningún obstáculo, hasta quedarse en mis piernas sobre el suelo. Todo he decirlo tuve la fortuna que este se detuvo en mi orificio anal y no continuara descendiendo al principio me sentí aliviada, pero a medida que iba sintiendo como ese enorme dedo presionaba mi orificio anal, pensé por un momento el delatar mi persona pero me arrepentí por miedo. Pero a medida que me tranquilizaba observaba como este se introducía varios de sus dedos en su boca, para de nuevo colocarlo en mi orificio y volver a presionar, fui notando como este se iba introduciendo pegando un sobresalto al notar como un segundo me iba entrando, tuve que morderme los labios no sólo del dolor inicial sino del placer que me hizo sentir. En un momento me comento que era una nenaza, más por la ausencia de vello en mis nalgas y muslos, pero evidenciando que conocía a más de un chico que trabajaban como boy´s y que estos estaban igual.
Mientras ambos estábamos entre embobados con dicha pareja, al tiempo que yo disfrutaba de la supuesta embestida anal y este pueblerino me la proporcionaba con sus dos dedos obviamente, al compás de las embestidas de la joven pareja. Comenzó por acelerar sus movimientos de sus dedos de dentro hacia afuera, simulando las embestidas con sus anchos, gruesos y bastos dedos los cuales ya estaba comenzando a sentir mi primer orgasmo gracias también a los nudillos, al tiempo que sentía como me golpeaba mis glúteos con el puño de su mano. Me susurraba al oído silencio más por no vallamos a asustar a los chiquillos, entre insultos a mi persona y murmullos jocosos de placer, pues en verdad lo eran. Recuerdo que observaba no sólo esos chicos disfrutando sino al echar mi vista atrás veía su miembro colgar, como un péndulo de un lado hacia el otro al compás de su cuerpo. Os juro, que no se como coño me con tuve, pues deseaba coger aquello tan grande que colgaba, pues mientras sus dedos me hacia enloquecer me comentaba de nuevo las ganas que tenía de encontrarse a alguien por aquí, mientras acababa por confesarme que estaba ya cansado de penetrar animales pues deseaba algo como yo, pues tenía un culito tentador durito y lo mejor de todo estrecho, como sí pocas pollas hubieran pasado por allí (me sentí halagada).
Pero cuando mejor estaba disfrutando, note como sacaba sus dedos de mi orificio anal, descendió su mano por mi ingle hasta sentirla acercarse a mi orificio vaginal (joder, si yo pegue un bote al sentir sus dedos penetrarme mi culito imaginaros el, al descubrir que era una chica en vez de un chico). Seguramente su intención fuera otra o mejor dicho sus pensamientos, bueno sigo tras sacar su mano al tiempo que me daba tal empujón que me lanzó varios metros hacia la arena, con tiempo para frenar con las manos, me comento casi tartamudeando "que coño eres". Tras acercarse con rapidez, al tiempo que tiraba del gorro de la sudadera hacia delante y hacia arriba, sacándome la prenda y dejando ver mis pechos desnudos, comentándome un poco incrédulo eres una chica (joder obviamente lo soy, pensé que le debían de dar un Pulizer o algo parecido). Recuerdo que le comenté que en ningún momento le había dicho que era un chico, la cierta verdad es que tampoco le dije que era una chica, pero era obvio los dos bultos que tengo en el pecho no son testículos. No me digáis que mis piernas parecen la de un tío, llegándome a comentar que hasta pensó que podría ser un travestí, creo que hasta ese momento no me habían insultado tanto.
Pero la cierta verdad, es que estaba delante de este cateto pueblerino, medio desnuda y con la sudadera en el suelo, mostrándole no sólo mis jóvenes pechos desnudos con mis erguidos pezones, los cuales se mostraban firmes por la posible situación de estar delante de un hombre y por el morbo que esto supone. Sino también por que estaba sin mi parte inferior (sin el bañador de mi hermano), pues este previamente de un tirón me los había bajado. Lo cierto era que a duras penas me tapaba, pues intentaba ocultar mis vergüenzas (o mejor dicho mis virtudes), con las manos como pude, su rostro duro y seguramente creería engañado, me miraba con maldad tanto que temía por mi integridad. Cuando en ese momento escuchamos los gritos de la chica alcanzando uno de sus orgasmos, no me lo pensé dos veces pues me jugué el todo por el todo, arrodillada como estaba me gire hacia la pareja (imaginaros estaba de modo de perrita, a cuatro patas), con mis manos apoyándome en el suelo y con la mirada fija en la escena de la pareja, obviamente sabía que estaba expuesta para este pueblerino, no sabía que haría aunque en mi mente esperaba lo peor de el.
Pasaron algunos minutos que se me hicieron horas, el pueblerino hablar no hablo pero comenzó a actuar, fui sintiendo su respiración acelerada al tiempo que notaba como se hundía la arena cerca de mi, seguramente por el peso de su cuerpo, arrastrándose hasta colocarse detrás de mi. Fui sintiendo poco a poco ese mismo peso, pero está vez sobre mí cuerpo al tiempo que el calor de su cuerpo sudoroso. Rápidamente eché la vista hacia atrás a modo de sorpresa, aunque ciertamente mejor dicho lo deseaba, mientras este me siseaba al oído que me callara al tiempo que colocaba una de sus manos sobre mi boca a modo de mordaza (pretendía silenciarme eso me excitaba aun mas). Nuevamente me comento entre susurros al oído mientras me introducía la lengua dentro de esta, que se sentía un poco molesto e indignado más por no tener preservativo, pero debido a las circunstancias no iba a buscar uno por lo que intentaría llegado el momento de dar marcha atrás, pues no quería y aún menos pretendía dejarme preñada (joder, con el pueblerino que directo). Noté la dureza de su miembro golpear mis glúteos al colocarse detrás mía, sentía como torpemente su miembro pretendía sin ayuda alguna introducirse en algunos de mi orificios (seguramente le habría salido bien con animales, pero obviamente yo no soy un animal).
Bueno continúo que me pierdo, de modo de poder guiarlo e incluso por su torpeza, recuerdo que dirigí como bien pude, uno de mis brazos hacia atrás hasta sujetársela bien por la base de sus testículos, conducirla hasta la entrada de mi orificio vaginal, siendo yo misma quien con su grande me frote varias veces mis labios vaginales y mi ardiente vulva. Lo que más sentí fue que no me pude llevar ese miembro previamente a la boca, pues parecía bien sabroso, salí de mis pensamientos por que tuve que ser yo misma quién debía de introducir ese miembro en mi orificio vaginal. Nada más colocarlo en mi entrada, noté su ímpetu presionando fuertemente pero sin soltársela noto quién mandaba, comencé a restregármela varias veces por mi rajita, introduciéndomela varias veces mientras el cateto magreaba mis pechos sin dulzura alguna, sintiendo como pellizcaba mis pezones brutalmente. Tras dejarla en la entrada de mi orificio vaginal, después de haberla introducido un par de centímetros, nada más sentir el pueblerino que se la había soltado se dejó llevar, pues de un sólo golpe me la introdujo hasta sentir sus testículos golpear mis nalgas, fue tal la tremenda embestida que tuve suerte no solo en poderme apoyar con las dos manos, sino más por tener su mano en mi boca a modo de acallarme (Dios, que dolor como una barra ardiente restregaba mi interior), mientras sus genitales se aplastaban una vez tras otra contra mis nalgas.
No se que me ocurrió, pero me deje llevar por la satisfacción y el dolor que este me producía en cada una de sus penetraciones, quizás fuera el placer que estaba sintiendo o el morbo de la situación. Dios, solté por mi boca un semejante grito que no pude evitar con tal embestida, para continuar al compás de sus golpes de pelvis, emitiendo por mi boca tales gritos de placer, más por sentir el grosor de ese miembro que por el tamaño. Era tal la brutalidad de sus penetraciones, que sentí como su pelvis golpeaba mis nalgas, mientras comentaba la suerte que tenía de tirarse a una cachorrita, continuando comentando que me lo iba a dejar bien abierto. Lo que más siento fue que muy a pesar mía, aquella ardiente pareja la cual estaba en lo mejor, escucho mis gritos de corralera mientras disfrutaba. Recuerdo como en ese preciso momento, la pareja estaba en la cumbre de la satisfacción, pues la chica no sólo daba botes en ese momento sobre el chico sino que ella misma se acariciaba y magreaba sus pechos, quizás ante la falta de tacto, caricias y magreos del chico o quizás por calentar aun más el ambiente. Nada más escucharnos la asustadiza pareja, sobre todo la chica obviamente fue la primera en levantarse, pretendiendo como primera opción taparse a toda prisa, mientras el chico pretendía acabar algo obvio en los chicos jóvenes.
Pero mientras escuchaba mis gritos, acabaron por vestirse ambos e intentaron en un primer momento marcharse, pero tras observar inicialmente la imposibilidad de bajar, tuvieron que desistir teniendo que esperar a pocos metros de nosotros, mirándonos como disfrutábamos. Recuerdo como mientras era penetrada una vez tras otra, fije mi mirada de deseo y lujuria en ellos, los cuales ambos bajaron sus ojos avergonzados, como sino supieran donde mirar y aún menos que hacer, era una situación muy morbosa pues miraba a ambos, mientras me humedecía mis labios con la lengua. Quizás como algo recíproco, tras escuchar mis gritos se acercaron más quizás intrigados por lo mis comentarios o quizás por el morbo de mirar, tras observarlos como se acercaban hasta una distancia segura según ellos de no verlos nosotros, donde pudieron escuchar mis gritos de jadeos y exclamaciones de placer, entre otros comentarios y jactancias por la satisfacción que estaba recibiendo. Estos se detuvieron, más por miedo a ser descubierto y por respeto algo que nosotros os debo admitir no tuvimos. Pero no se que sentí en ese momento, pero os puedo asegurar que tenía una buena polla toda venosa y bien dura, no os puedo explicar las sensaciones que me hacia sentir, pero si os puedo asegurar que los orgasmo que me hizo alcanzar ningún chico de mi edad me los hizo pasar.
Os puedo asegurar que el muy cabron tenia cuerda para rato, pues apoyando sus pies sobre el suelo arqueaba su cuerpo hacia atrás con la consecuencia de sacar su miembro de mi orificio vaginal, para dejarse caer con algo de precaución sintiéndola de nuevo entrar en mi orificio vaginal, haciéndome llorar no solo de placer sino hasta de dolor mucho dolor. No se en que momento lo hice, pero quizás debido a las circunstancias invite a la pareja a unirse a nosotros, algo que mi casual amante le debía de gustar, pidiéndole una vez y otra que se nos uniera, pero obviamente no os voy a decir que lo hicieron, pues no lo haría mi yo misma. Además si hubieran participado esto no sería una confesión sino más bien una fantasía y quizás mi pueblerino cateto y maduro hubiera sido un joven galán un estilo a Rocco. Pero sí alguna vez algunos de vosotros queréis comprobar la veracidad de estos encuentros, sólo debéis de subir al final de los dunas y caminar entre los cañizos y veréis que es verdad por cierto debéis ser decididos, pues en estos lugares los dudosos no os coméis mi una rosca. Bueno continuo, sentí como se iba a venir de un momento a otro, más por las terribles embestidas que estaba recibiendo al tiempo que magreaba mis doloridos pechos, los cuales me los tenia agarrados con fuerza entre sus dedos dejándomelos marcados, alternando sus golpes sobre mis nalgas e incluso introduciendo sus dedos en mi boca al tiempo que tiraba hacia atrás simulando unas trinchas.
Cuando por fin se vino, por los gritos que pegaba creí que era un animal, llegando a pensar que le había dado un ataque, pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de líquidos que este echaba dentro de mí, llegando a pensar que en efecto me dejaría preñada, pero sin tiempo para excusarse ya sea por sus modales o formas, sin tiempo para comentarle algo la sacó de mí. Me deje caer hacia delante, aun sabiendo que se pegaría de arena mi cuerpo por causa del sudor, pensé realmente en descansar un rato antes de marcharme, pues pensé que ya habíamos acabados. Presentí de nuevo su persona detrás de mi, os juro que creí que todo había acabado, pero este colocando su húmedo miembro por el canal de mis glúteos, comenzó a deslizarlo mientras me comentaba que ahora íbamos a disfrutar, al tiempo que colocando su grande en la entrada de mi orificio anal, comenzó a presionar hasta sentir como se me introducía. Sin tiempo para pedirle explicaciones y aun menos comentarle algo, sentí como se apoyaba con una de sus manos sobre mis nalgas, mientras me penetraba una vez tras otra. Alzando mi cuerpo al tiempo que quise protestar, pero la consecuencia fue tal embestida que no sólo me hizo callar, sino era tal la fuerza que hizo caer de nuevo sobre la arena.
Al tiempo que e incluso el mismo se dejó caer, sintiendo una embestida no solo profunda sino dolorosa, continuando estas como sí fuera su ultima vez, sin acordarme que quien me penetraba era un viejo en vez de jovencito. Os puedo asegurar que este pedazo de cerdo, no solo me volvió a llenar completamente de su néctar sino hasta de arena, por culpa de sus más que brutales embestidas. Pero con suerte para mi, es que de una a otra no tardo no más de diez minutos, respirando ambos con dificultad. Una vez finalizado por fin, nos levantamos como pudimos ayudándome a recoger mis prendas, mientras se disculpaba por su comportamiento mas vale tarde que nunca. Pero en vez de volverme a colocar mi sudadera y mi short, me puse el bikini con la idea de meterme en el agua a modo de enjuagarme. Antes de marcharse este, me fije mientras me colocaba el bikini como de nuevo se le ponía dura (joder, con el pueblerino siento el animal al cual cojeé). El se marcho por un lado mientras yo me marche hacia la playa, bajando de la duna hacia el agua dejando caer mis cosas sobre la arena, mientras me introducía en el agua fresca y agradable, calmándome mis orificios y depurando estos, nada mas salir del agua me puse de nuevo en dirección a mi casa, donde nada mas llegar me dirigí hacia la piscina en vez de mi dormitorio, encontrándome con mi amiga la cual no solo me comento con todo tipo de detalle, lo bien que lo había pasado con mi padre e incluso la posibilidad de hacer un trío. Más tarde antes de descansar compartiendo no solo el dormitorio sino hasta la cama, le conté mi experiencia con el pueblerino y no veáis como se puso.
Ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.
O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos susanabix-misconfidencias.blogspot.com, aunque también me encontrareis en
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