Un orgasmo puede despejar la mente de una mujer

Relato en el que colabora una amiga mía con una fantasía similar. Dos amigos se reencuentran en un bar, los problemas se enlazan con una pequeña fantasía y al final un terrorífico orgasmo resulta en la mayor de las soluciones.

Antes de iniciarlo quiero dar las gracias a una lectora y amiga que en su momento se identificó con "Sara", un personaje de un relato que escribí sobre un erótico viaje en el bus. Quiero darle las gracias porque me ha ayudado a mejorar mis relatos y porque se ha atrevido a colaborar en un mini-relato sobre dominación. Esperamos que os guste.

----------------------------------------- Relata Víctor

Había quedado con mi amiga Sara en un bar cercano. Mi mujer y mis hijas estaban ocupadas permitiéndome tener la tarde libre. Mis hijas conocían mi historia con Sara, acaecida hace años, y sobre todo la estrecha relación sexual que compartimos durante algún tiempo y del que solo he contado aquel viaje en autobús.

Sara estaba felizmente casada -o eso creía- y tenía tres hijos. Un chico  y dos chicas. Me sorprendió un whatsapp suyo el día anterior en el que me decía textualmente:

"Voy en un autobús y hay una pareja de chavales delante de mí intentando masturbarse mutuamente. Que pena que parezcan menores de edad y que no estuvieras aquí... podríamos haberles ayudado, si fuesen mayores de edad claro jajaja."

----------------------------------------- Relata Sara

Fue bastante heavy, ya que venía de trabajar en el bus y me encontré la situación. La chica, pensando que yo estaba dormida, le había sacado la polla al chaval -bastante grande por cierto- y le estaba masturbando suavemente. El chico estaba sobándole el chochito por encima del pantalón e intentaba no gemir, pero en una de estas la chica se la metió en la boca de un tirón.

Escuché como él la regañaba con un "¡Estás loca! Si me haces eso a traición gemiré alto, y no solo eso, me correré en tu boca estúpida. ¡Y no te gusta!"

Empezaron a discutir mientras ella seguía masturbándole. Me hicieron de reír, pero a la vez me hicieron recordar a Víctor y nuestra aventura del bus. Mi marido con los años se ha vuelto un soso, y pensar en algo así puso mi coñito a cien, asi que escribí un whatsapp al desaparecido de Víctor. A ver qué me contestaba, y recibí lo siguiente:

"Aquello fue increíble, y lo que vino después también. Durante unos meses estuvimos quedando con esa pareja, pero el chico no conseguía satisfacerte y empezaste a perder interés. La chica se obsesionó conmigo y viendo que podía acabar aquello en tragedia decidimos cortarlo de raíz... pero tú y yo seguimos una temporada. Eras una máquina sexual, lo echo de menos."

--------------------------------------- Relata Víctor

La contestación de Sara no se hizo esperar.

"Y la chica también era una máquina sexual Víctor, y de ahí vino el problema. Acabó follando tan bien como yo y su novio no le podía seguir el ritmo, y tú no podías satisfacer a la vez a dos hembras como nosotras. Me alegro de que te quedaras conmigo. Oh, y yo también lo echo de menos. ¿Tomamos un café y nos ponemos al día?"

Sentí emoción y concretamos un día, el cual esperé con ansia. Pero no iba con ánimo de retomar el tema sexual más de 20 años después, ya que Sara había sido (y es) una de mis mejores amigas. Nos lo contábamos todo y sabíamos guardar nuestros secretos.

------------------------------------- Relata Sara

Al contrario que él... yo sí me puse cachonda. Lo admito. Recordar sobre todo como me comía el coño me ponía al borde del orgasmo. Esa lengua puntiaguda... será mejor que continúe el relato o acabaré parando a masturbarme, y eso quiero hacerlo al final.

Para que os hagáis una idea... tuve que volver a casa mientras iba de camino. Llevaba las bragas chorreando y tuve que volver a cambiarme. También me tuve que volver a lavar, no se a vosotras (las lectoras), pero por muy bien depilada que esté si estoy chorreando flujo durante muchas horas... al final eso acaba oliendo y sabiendo mal. Y... tenía ciertas esperanzas.

Cuando llegué al bar comprobé que él seguía siendo un impuntual (En la realidad, cuando chateamos por skype, en algún chat o intercambiamos correos rápidos siempre me hace esperar, y espero que esto no me lo borre) y cuando lo vi entrar no fue mi corazón el que dio un vuelco... fue mi coño. El muy cabrón se conservaba de puta madre después de una eternidad, y estaba mejor que de joven. El gimnasio y una genética decente supongo que son primordiales, como es en mi caso, pero comparándolo con el dejado de mi marido... tuve que juntar mis piernas buscando detener esa reacción en cadena.

Seguía vistiendo casual y parecía que no habían pasado los años. Un vaquero, unas botas, una camisa y una chaqueta de cuero eran demasiado para mí.

----------------------------------- Relata Victor

Ella no se podía quejar. Una genética espectacular y deportista casi de nacimiento. Su 105-65-95 seguía prácticamente en su sitio, sin cambios. Solo la madurez de su cara cambiaba su atractivo, y no para peor. Vestía un pequeño vestido ceñido corto con un escote descomunal. Ví que seguía queriendo destacar esa delantera, y porque no podía verle el culo, pero seguro que el uso de ropa ajustada le sentada de escándalo.

Rápidamente nos pusimos a charlar y nos pusimos al día. Se escandalizó un poco -para bien- de mi relación sexual con mis hijas (contadas en otros relatos) y me contó con pena que llevaba años sin correrse. Me lo dijo literal. Su marido, un pivón en su día, se había echado a perder. 35 kilos tenían la culpa, y sus tres hijos eran demasiado importantes como para romper con aquello.

---------------------------------- Relata Sara

No me sorprendió lo de sus hijas una vez que sabía lo de sus primas gemelas. Por un momento imaginé a Víctor follándose a mi hija mayor, pero me dije "qué coño, para eso me lo follo yo". Pude ver en sus ojos que seguía siendo igual de atractiva para él, y eso casi me puso al borde del llanto.

A veces pensaba que el problema era yo, pese a que los hombres siempre me comían con la vista, pero la duda siempre está ahí. Y ver a alguien que te ha follado con tanto deseo... seguir mirándote igual... reconforta y mucho.

Le conté que mi vida sexual era un desastre y que me moría por volver a sentir. Y no se si cometí un error al recordarle cuando me dominaba, cuando conseguía provocarme orgasmos monumentales. El me consoló y me repitió una y mil veces que como persona era un 10 y que como físico era un 11. Que no me merecía algo así.

  • ¿Y como amante? - le pregunté

---------------------------------- Relata Víctor

Le contesté que era un 12. Nos miramos a los ojos y pude sentir que temblaba. Yo también estaba deseando subirla a la mesa y abrirle de piernas, pero no era plan, y menos delante de tanta gente.

  • Voy a pagar. Tú ve preparando el vibrador que siempre llevabas en el bolso. Apuesto a que aún lo llevas. Cuando vuelva te subirás la falda, te apartarás las braguitas y te lo meterás. Me da igual quien te haya visto, me darás el móvil y nos iremos.

---------------------------------- Relata Sara

No me lo esperaba. El muy cabrón casi consigue que me corra en el sitio. Me dieron ganas de insultarle, pero entonces recordé lo mucho que me gusta a veces ser una sumisa, y en ese momento estaba tan cachonda que hubiera aceptado que me follara encima de la mesa (te odio, no quiero correrme aún, y al leer esa parte he tenido que sacar mis dos dedos del coño para poder seguir escribiendo).

Lo vi venir de pagar con una sonrisa siniestra, asi que hice lo que me pidió. Me subía la falda y pude ver que una chica levantaba la mirada con un "¿qué cojones haces enseñándome las bragas?" pero estaba a merced de Víctor. Abrió la boca cuando le mostré mi chochito depilado y me introduje un pequeño vibrador en el fondo de mis entrañas.

Le di el móvil a Víctor y le conté lo de la chica. Él se giró, la miró y le guiñó un ojo.

---------------------------------- Relata Víctor

Le pedí a Sara que me enseñara la aplicación y pude ver que tenía cuatro niveles de vibración. Le puse al uno, ya que no quería que se corriera en el primer segundo. Noté como se tensaba y le dije que diéramos un paseo.

Salimos del bar y caminamos largo rato. No pudimos mantener una conversación porque iba temblando. De vez en cuando se lo subía al 2 y se quedaba quieta con la boca abierta. Luego se lo volvía a bajar.

---------------------------------- Relata Sara

No se cuantas veces le susurré que era un cabrón. No se cuántas veces me puso al borde del orgasmo. Pero me mandaba callar y yo obedecía. Hasta que empecé a ponerme roja... muy roja... el orgasmo comenzaba a nacer en el fondo de mi coño. Sentía que algo se gestaba y no eran los tres hijos a los que di a luz.

Él se dio cuenta. Se paró y me besó. Sabía que iba a acabar conmigo ahí, pero no era consciente de donde estábamos. Y aquello me asustó.

---------------------------------- Relata Víctor

Quise que fuese un orgasmo de campeonato, y por eso la llevé a una zona llena de tiendas... y de gente. En plena tarde, con todo el mundo saliendo de trabajar y aprovechando las compras.

  • Mira a tu alrededor - le dije.

----------------------------------- Relata Sara

Casi le chillé que ahí no, pero me miró con dureza. Sabía que me estaba ayudando y que sería unidireccional, porque a ver quién me explica cómo le comía la polla o le violaba en vía pública. Acabaríamos en el calabozo... En su mirada pude ver dos palabras:

"DESAGRADECIDA" y "HAZLO". Lo hacía por mí... Y mi chocho se estaba derritiendo. ¿Cuánto aguantaría con el vibrador al 2? Cinco minutos a lo sumo. Y él tenía algo en mente para hacerme reventar ya. Si esperaba tendría una buena corrida, pero si me dejaba llevar sabía que aquello sería para recordar.

----------------------------------- Relata Víctor

Cuando me miró y asintió meti las manos por debajo de su vestido y le arranqué las bragas. Las tenía chorreando, asi que cogí la parte delantera y me la enfundé sobre tres de mis dedos...

----------------------------------- Relata Sara

Sentí dolor al arrancarme las bragas, pero lo que sentí después me ha pedido Víctor que os lo describa yo.

Me metió las bragas en el coño. Sí, y lo hizo con tres dedos. Sentí que mi pobre vagina, infrautilizada en los últimos años, protestaba mientras trataba de amoldarse a tres putos dedos. De golpe. Menos mal que estaba chorreando.

Pero lo mejor no fue sentir como mi coño se amoldaba a un nuevo intruso. Lo mejor fue como sus dedos empujaban el pequeño vibrador al mismísimo fondo de mis entrañas.

El muy cabrón alojó el vibrador casi en mi útero, causándome un cortocircuito de dolor y placer. No sabía si correrme o llorar de desesperación por no saber si gritar de placer o de dolor, pero mis ojos se abrieron de par en par cuando escuché unas últimas palabras.

  • Voy a poner esto al cuatro. Tienes unos segundos para pensar en cómo te vas a correr.

Solo me salió un "Cabrón" antes de abrazarle y aferrarme a él mientras comenzaba a ahogar un chillido en su hombro.

Joder, me corrí como ya no recordaba. Y chillé tanto que hubo gente que se dio la vuelta. No soy muy de squirting salvo que sea una señora corrida, y aquella lo fue, por lo que empecé a sentir que rios de flujo comezaba a bajar por mis piernas. Mi chochito parecía un volcán, hasta el punto de que sus contracciones fueron suficientes para expulsar los dedos de Víctor y lanzar hacia el sueño el vibrador.

Mientras temblaba como si estuviese hiper-asustada y con los ojos casi en blanco, Victor me volvió a sorprender.

-------------------------------- Relata Víctor

Me agaché, cogí el vibrador y se lo guardé en el bolso, pero las bragas se las volví a meter en su encharcado coño. Sonriente le dije:

  • Buena corrida. Ahora demos un paseo y salgamos de esta zona. Cruzarás todo esto con tus piernas llenas de tu corrida, para que todo el mundo lo vea. Luego te dejaré limpiarte.

Ella asintió antes de soltarme un tímido -y que hacía muchos años que no escuchaba de su parte- "sí amo, pero tenemos que quedar otro día, porque tienes que ordenarme como debo devolverte el favor."

-------------------------------- Despedida de Sara

Casi no puedo terminar de escribir mi parte. Se lo acabo de enviar a Relatoslionking por email y tengo el coñito palpitante. No va a ser tan buena corrida como la de la protagonista pero casi casi ¿eh?

Antes de meterme dos dedos y darme la estocada final (creo que casi voy a chorrear como he descrito)... quiero dedicar mi inminente orgasmo a todos los lectores de este relato (y lectoras también por supuesto)

Pero sobre todo... esta gran corrida va por ti RelatosLionking-Víctor, por provocarme tantos orgasmos con tus relatos y por animarme a hacer algo tan diferente como colaborar en un relato tuyo.

Mil gracias por ser mi confidente.

Ufff, no puedo más, me voy a correr ya.

----------------------------- Despedida de Víctor

Muchas gracias por tu colaboración Sara. Ha sido increíble, y gracias por dedicarme, de nuevo, uno de esos maravillosos orgasmos que me relatas por email tras leer mis relatos.

Para cualquier comentario, sugerencia (de colaboración, de escrita, de otros relatos... lo que sea) por favor remitídmelo al correo: relatoslionking@gmail.com