Un nuevo trabajo
Llevaba muchos meses buscando trabajo, de entrevista en entrevista, encontro el trabajo de su vida...
Todos los dias lo mismo, el mismo ritual, te vistes y sales a buscar trabajo desesperadamente, ya va para seis meses en el paro y nada, no cumples nunca el perfil, esta será la entrevista numero mil, por lo menos y seguro que pasara lo mismo.
Eran las diez de la mañana cuando se sentó en la sala había unas 20 personas, su entrevista era para las 10 pero no era fácil que entrara a esa hora, seria una mañana larga.
Poco después de sentarse una joven le entrego un cuestionario, como casi todas las entrevistas, diez minutos después, la misma joven, informo a todos los jóvenes varones que había en la sala que no tenían el perfil que se solicitaba, uno a uno y por escrito, agradeciéndoles su presencia.
Quedaban cuatro personas, ella y tres chicas jóvenes, de no mas de 25 años, con muy buena presencia y seguramente con un curriculum bastante mejor que el de ella, además por lo que había podido observar eran de una edad similar a las que estaban allí trabajando, a las tres que había visto.
Una por una fueron llamando a todas, se quedo la última, todas entraban y diez o quince minutos después salían con una sonrisa pero sin decir nada. Llego su turno, casi dos horas después de haber llegado.
Entro en un despacho luminoso, todo el fondo de vidrieras, un hombre de unos cincuenta años estaba sentado tras un escritorio negro, mirando unos documentos que tenia sobre la mesa mientras que una joven a su lado esperaba para pasarle otro, la invito a sentarse.
Minutos después, cuando había salido la joven secretaria, cogió su curriculum y empezó a repasarlo, fue haciéndole preguntas personales, edad de sus hijos, si le gustaba donde vivía, etc., posteriormente fue repasando su vida laboral haciéndole preguntas concretas sobre las tareas desempeñadas en cada uno de ellos.
Cuando terminaron de repasar su curriculum fue él, el que empezó a explicarle que tipo de trabajo ofrecía y que esperaba que la persona que lo desempeñara hiciera, le informo del salario, el horario y todo lo concerniente al puesto ofrecido, cuando termino se despidieron informándola de que si era seleccionada la llamarían en el transcurso de cuatro días para incorporarse a la semana siguiente.
Cuando ya estaba en la calle, saco su teléfono móvil y vio que tenia un sms, “SUERTE”, sonriendo le contesto al sms con un mail “CREO QUE LA SUERTE YA ESTA ECHADA, NO SE YO SI SOY EL PERFIL QUE ESTAN BUSCANDO, NO OBSTANTE TENDRE ESPERANZA HASTA DENTRO DE CUATRO DIAS. BSS.”
El día transcurrió como otros muchos, hasta la noche, se sentó frente a la tele con el portátil en las piernas, estaba esperándole, tenia ganas de hablar con el y contarle como había ido el día y que él le contara como había ido su día, a las diez entro. No le conocía, llevaban hablando mucho tiempo, pero no se conocían, un amigo, un buen amigo, incluso habían tenido fantasías sexuales, pero por las circunstancias, no habían podido conocerse en persona.
Estuvieron hablando como una hora, ella le contó como había ido la entrevista que impresión había sacado de la persona que la entrevistó, y todo lo que había hecho después, a las once mas o menos se despidieron hasta el día siguiente.
Tres días después de la entrevista y después de pasarse horas y horas mirando el móvil por si sonaba, había perdido toda la esperanza de que la eligieran, salió a dar un paseo por el parque cercano a su casa, poco antes de regresar a casa de nuevo sono el teléfono, al ver el número le dio un vuelco el corazón, no conocía el número y esa era buena señal.
La había elegido, empezaba el lunes siguiente a las 9 de la mañana, tendría que pasar por el departamento de personal para firmar el contrato, seis meses, uno de prueba, y posibilidad de contrato indefinido, departamento de contabilidad, estaba emocionada, llamo a su marido, y mando un mensaje a su hijo que estaba en el extranjero. También le mando un mail a él, “me han llamado, tengo trabajo, no me lo puedo creer. Besos”.
Esa noche estaba emocionada, tanto que se olvido de conectarse tenia que preparar muchas cosas, y cuando se dio cuenta eran cerca de las doce por lo que ya no podría hablar con el, bueno al dia siguiente hablarían y le contaría todo.
Tras el primer dia y los nervios lógicos poco a poco se fue adaptando al trabajo, le gustaba, podía tener iniciativa, podía organizarse y cambiar cosas para que todo funcionara mejor, se llevaba bien con sus compañeras y aunque le resulto raro que todas fueran mujeres disfrutaba del ambiente, su jefe, bueno, un hombre serio, atractivo, elegante, con una voz profunda y sensual, sabia lo que tenia entre manos, era preciso en las ordenes y no se entretenía en tonterías, puntual siempre en su trabajo, entregado.
Tras dos meses, ya estaba en su salsa, había organizado una nueva rutina en casa pero a las diez siempre estaba sentada con el ordenador, aunque tenia jornada de mañana y tarde, terminaba pronto y podía organizarse bien. Todos los días le contaba a su amigo lo que hacia y el le sugería ideas, aunque según decía no tenia mucha idea de lo que ella hacia pero sus consejos siempre eran buenos.
Una mañana en su trabajo recibió un sms “si puedes entra en msn”, no podía, bueno si, pero no quería que la pillaran con el msn, podían pillarla y no era una buena imagen, pero el nunca le había pedido que se conectara porque en su trabajo eso no era posible, no podía distraerse ni un minuto.
Le contesto que no podía entrar, que no quería jugársela, y recibió otro sms “estas muy guapa hoy”, eso la dejo alucinada, cuando la había visto, donde, quien era él, en el tiempo que habían hablado solo había visto dos fotos de su cara y esa cara no estaba cerca de ella, le había dicho el nombre de la empresa pero el no se habría acercado porque a esa hora ya estaba trabajando.
Le contesto “gracias como lo sabes?”, cuando dio a enviar su jefe salió del despacho con unos papeles en una mano y su móvil en la otra, en ese momento pito, y el miro el teléfono, la miro a ella y sonrio. Era el, no, no podía ser, esa no era su cara, dios mio, era el? Se habría equivocado de numero?, no podía levantar la cabeza del teclado, estaba muerta de vergüenza y de indignación, si era el, no era el de la foto, y si no era el, se había equivocado y había metido la pata.
No volvieron a verse en todo el dia, y por la noche, el dejo un mensaje en msn, hoy no puedo conectarme, por favor perdóname, pero estabas guapísima en serio.
Era el, definitivamente era el, quería que se la tragara la tierra, había fantaseado con el, habían tenido conversaciones con las que había llegado a masturbarse, al igual que el, habían intercambiado fotos muy explicitas y había sido con su jefe.
Esa noche no pudo dormir, no sabia si enfadarse o alegrarse, si matarlo o tirarse a su cuello y comérselo a besos, no, esto segundo no era posible en su trabajo.
A la mañana siguiente a las nueve estaba en su mesa, intentando concentrarse en su trabajo hasta la hora de la reunión de grupo, su jefe entro en la oficina diez minutos después dio los buenos días y se encerro en su despacho, a las diez pasaron todas a la mesa de reuniones, ella estaba sentada frente a el, pero no noto nada especial, la reunión como todas, normal y con nuevas cosas para llevar adelante.
Al terminar la reunión, fueron saliendo ella se entretuvo, en parte a propósito por ver si había algún gesto por parte de él, cuando iba a salir por la puerta, el levanto la vista de la mesa y le pidió que se quedara y cerrara la puerta, se puso nerviosa, no sabia que hacer ni que decir, cerro la puerta, se dio la vuelta y se sentó en la silla que había frente a su mesa, casi sin levantar la cabeza del bloc de notas que llevaba en la mano, el silencio la estaba matando, no quería decirle nada porque no sabia bien que decirle, cuando por fin se dirigió a ella con una sonrisa, fue para decirle que estaba muy contento con su trabajo y que había pedido que ampliaran su contrato otros seis meses mas.
Salio por la puerta temblando, feliz por tener otros seis meses, pero muy muy mosqueada porque no le había dicho nada. Por la noche le conto a su marido que le renovarían el contrato seis meses mas y se sento en el ordenador esperando que él entrara, a las diez como siempre entro, le dio las buenas noches y entonces fue ella la que le bombardeo a preguntas, pero no contesto ninguna, solo le dijo que se tenia que marchar y que pasara buena noche. Pero todos los días a las diez de la mañana seguía recibiendo un sms con un piropo o un alago.
Tras varias semanas, un día a las diez de la mañana no fue un sms, fue una llamada de su jefe, haz el favor de venir a mi despacho, cogió su bloc de notas y paso al despacho, esta vez no estaba sentado en su sillón, sino apoyado en la mesa frente a la puerta, la invito a sentarse y sin dejar que dijera nada le explico:
- “efectivamente soy yo, no es mi foto la que has visto en todo este tiempo, pero si era yo el que escribia, sabia que necesitabas un trabajo, que podrías ser muy competente, yo he tenido la oportunidad de contratar a una persona aquí y cuando vi tu curriculum pensé que podrías ser tu, no quiero tener ningún tipo de relación en mi trabajo, por principio y por prudencia, pero cuando estoy sentado en mi despacho muchas veces leo todos los relatos que me has enviado y no pienso en otra cosa que hacerlos realidad, y al mirarte sentada en tu mesa, lo único que se me ocurre es hacer el amor contigo y disfrutar de nuestras fantasias, no voy a hacer nada aquí, pero quiero hacerlas realidad, piénsalo y si decides que las hagamos realidad, mañana ponte algo de ropa sexi como la que me describías en tus relatos, gracias por tu tiempo, ya puedes marcharte”
Se dio la vuelta y se sento en su sillón, ella alucinada, se levanto y se fue a su mesa de trabajo. Termino su jornada y se fue a su casa, sin dejar de pensar en lo que le había dicho, estaba enfadada con el, pero la verdad es que solo oir su voz la ponía a mil, sabia que era su jefe, pero tenia que reconocer que los primeros días había fantaseado con el. Para tener cincuenta años estaba bastante bien, era muy atractivo. Así que decidió que a la mañana siguiente se pondría algo de ropa de la que había descrito en sus relatos, tacones altos, medias negras de liguero, falda negra corta y blusa negra casi transparente. Por la mañana cuando llego a la oficina miro a ver si estaba su jefe, estuvo atenta al reloj para ver cuando llegaba y cuando calculo que podía entrar por la puerta se levanto y se fue a la mesa de su compañera apoyándose para que se pudieran ver las medias y el se diera cuenta de cómo se había vestido.
Al entrar él la vio, se sonrio y paso a su despacho, ella volvió a su mesa consciente de que se había dado cuenta de cómo iba vestida, se sentó en su mesa y a los pocos segundos recibió un sms en su teléfono. “Después de comer baja al archivo del parkin”.
Cuando volvió de comer en lugar de subir a la oficina fue directamente al archivo después de aparcar el coche, entro y busco entre la penumbra, no vio a nadie, hasta que el hablo desde el fondo y le indico donde tenia que ir. Al verla antes de decir nada la cogió por la cintura y le dio un apasionado beso y sin darse cuenta se vio apoyada en una mesa, la besaba y recorría su cuerpo ansioso, desabrocho la blusa y subió su falda, desabrocho su sujetador y agarro sus pechos fuertemente mientras que la besaba, pellizcaba sus pezones mientras recorría su boca ansiosamente, bajo su mano y acaricio su coño por encima del tanga que llevaba puesto, aparto la tela y metió los dedos buscando la humedad fruto de la excitación que ella tenia.
No podía controlarse, estaba loca, deseaba que la poseyera, que la penetrara y la hiciera disfrutar, que sus manos recorrieran su cuerpo, mientras pensaba en todo esto, sintió como el metia los dedos en su vagina, como la masturbaba y acariciaba su clítoris, la besaba y acariciaba sus pechos, pellizcaba, estaba al borde del orgasmo, de pronto paro, se la quedo mirando y le dijo, “si quieres mas tendras que ser buena y portarte bien, y te hare disfrutar como nunca has disfrutado”, se dio la vuelta y la dejo jadeante, iba a masturbarse cuando el se dio la vuelta y le dijo “eso no, tu sola no, el dia que lo hagas tendras que hacerlo delante de mi y me haras disfrutar con la escena, asi que vístete y sal delante de mi para que te vea en tu mesa cuando yo llegue”.
Ella se vistió, y salió del archivo, subió a su mesa y se sento, estaba acalorada, excitada y deseaba que el la hiciera el amor, el paso por delante de ella y se metió en su despacho.
Termino la jornada y volvió a casa, a las doce de la noche recibió un sms, “mañana igual vestida pero sin tanga, te sobra ropa. Te espero en la hora de la comida en el local comercial que hay frente a la oficina, estará la puerta abierta”.
A la mañana siguiente se puso un vestido negro, y la ropa interior, a la hora de comer se quito el tanga y fue al local comercial que había frente a la oficina, nunca se había fijado en el hasta ese momento, estaba nuevamente en penumbra y sin amueblar, tan solo había unas espalderas, se acerco a el y sin dejarla respirar, la beso mientras metía una mano por debajo de su vestido buscando su sexo, sintiendo como estaba húmedo, como su clítoris estaba abultado, siguió besándola mientras metia los dedos dentro de su vagina y la masturbaba, estaba volviéndola loca, paro y le quito el vestido colgándolo en las espalderas y pidiéndole a ella que se agarrara a las espalderas y abriera las piernas para él.
Hizo lo que le pidió, se agarro a las espalderas y abrió las piernas, mientras que el se arrodillaba, introducía nuevamente los dedos en su vagina y la masturbaba mientras le lamia, chupaba y pellizcaba con los labios el clítoris, no pudo aguantar, el orgasmos recorrió su cuerpo, temblaba, se retorcía y el no paraba, seguía masturbándola y lamiéndola hasta que el orgasmo fue remitiendo, se levantó, desabrocho los pantalones y dejo que su pene totalmente erecto saliera, ella se arrodilló y empezó a lamerle el pene con deleite, le gustaba, disfrutaba comiéndole el pene, y sabia que a el le gustaría follarle la boca, estuvo un buen rato jugando con ese miembro totalmente excitado, hasta que el la paro, hizo que se levantara y se pegara a las espalderas de nuevo, la cogió de una pierna y la penetro de frente con fuerza, con deseo, con ansia, hasta que los dos tuvieron un orgasmo juntos. “Vistete y vuelve a la oficina, creo que hoy ya has comido bastante, quiero que vengas vestida siempre de forma elegante, sexi y seductora, me gusta verte asi”.
Todos los días se vestía pensando en si el la llamaría o no, pasaron varias semana sin noticias, cada dia, cada noche soñaba con volver a estar con el, con disfrutar con sus caricias y sus besos, pero el no decía nada, algunas veces ni la miraba, seguía con su trabajo con la misma profesionalidad que siempre, como si nada hubiera pasado, lo único que si recibia todas las mañanas era un sms diciéndole si le gustaba o no la ropa que llevaba, y con un dulce piropo.
Una noche a las doce de la noche recibió un sms “mañana a las 9 te espero a la vuelta de tu calle, ponte sexi”. Eso si la descentro mucho, aunque sabia que algo bueno pasaría.
La recogió en un coche de la empresa, no el que el usaba habitualmente, salió de la ciudad y paro en una estación de servicio a tomar un café, cuando bajaron mientras el pedia la mando al baño, y le pidió que se quitara toda la ropa menos las medias, y se pusiera el abrigo encima, quería que estuviera desnuda cuando volviera a subir en el coche.
Asi lo hizo, mientras tomaron el café, el comprobó que había hecho lo que le pedia y con una sonrisa de satisfacción dejo que se tomara el café. Estaba nerviosa, pero confiaba en el, sabia que lo único que haría seria que disfrutaran y pasaran un dia entregados al placer, porque siempre que habían hablado por msn había sido excitante y considerado con ella. Mientras fue conduciendo, pidió que se desabrochara el abrigo y dejara que disfrutara de su cuerpo, ella se desabrocho, recostó el sillón del coche y dejo que la acariciara, introdujo la mano entre sus piernas, ella las abrió un poquito y pudo acariciarla, la estaba excitando, le gustaba como lo hacia, no pudo reprimirse y empezó a acariciarse los pechos, iba a hacer que se corriera, pero paro, le rogo que siguiera pero el sonriendo le dijo que todavía no era su momento, mientras paro en un semáforo volvió a acariciarla esta vez, metiendo los dedos en su vagina, levanto el culo para facilitárselo, deseaba correrse, estaba disfrutando con locura, estaba muy excitada y quería follar con el.
Fueron a un hotel tranquilo, apartado de la ciudad, discreto, subieron a la habitación, calida, bien iluminada, con una gran cama y numerosos espejos, la beso mientras le quito el abrigo, estaba de pie, frente a el, desnuda, con los zapatos y las medias puestas, le puso un antifaz, y le pidió que fuera desnudándole con los ojos vendados, fue haciéndolo poco a poco, recorriendo su cuerpo, besando cada centímetro, bajo los pantalones y los calzoncillos, mientras le quitaba los zapatos para dejarlo desnudo, lamio su pene erecto, jugo con la punta, pasando la lengua, sujetándola con los labios mientras lamia la punta, la introdujo hasta adentro y el empezó a moverse.
Poco después la ayudo a levantarse, y a sentarse en la cama, le quito las medias y los zapatos y le pidió que se tumbara boca abajo, ato las manos y los pies a las cuatro esquinas de la cama y se tumbo sobre ella, acariciándola, besando sus hombros y su espalda, su culo, le pidió que se pusiera de rodillas, con las piernas atadas y muy abiertas, y la penetro por detrás, primero por la vagina agarrando sus pechos, pellizcándolos fuertemente, haciéndola sentir un ligero dolor placentero, después poco a poco fue introduciendo el pene en su ano, despacio primero mientras acariciaba su clítoris para excitarla todavía mas, finalmente la introdujo toda entera en su ano y despacio fue follandola, placer extremo, mil sensaciones diferente todas juntas.
Desato sus piernas y sus manos y se dio la vuelta, tumbada boca arriba, con los ojos vendados, sintió como se tumbaba sobre ella y la penetraba nuevamente, subió sus piernas para rodear el cuerpo que tenia encima, que estaba dándola un placer inmenso, un placer que nunca había sentido, salió de ella y se levanto, ella le pidió que siguiera que quería más, lo quería todo, pero el paro, y nuevamente ato las manos y las piernas totalmente abiertas, con una almohada en el culo dejando su sexo abierto y expuesto para él.
Lo acarició, lamio, pellizco sus labios vaginales, jugo con su clítoris, introdujo un vibrador en su vagina y la follo con el, mientras ella gritaba, gemia, y se retorcía de placer, mordisqueaba sus pezones mientras el vibrador se movia en la vagina, cuando la tenia al borde del orgasmo paraba de nuevo, y volvia nuevamente cuando ella se calmaba, retiro el antifaz, después desató las manos, y le pidió que se masturbara para el, que se acariciara para el, quería verla correrse como lo hacia cuando hablaban por msn, ella lo hizo y se corrió por primera vez, mientras el se acariciaba mirándola.
Cuando ella se corrió, el se tumbo junto a ella, y ella se subió encima de el, moviéndose despacio primero y mas deprisa después hasta que los dos juntos llegaron al orgasmo abrazados.
Se dieron una ducha, juntos acariciándose, hicieron el amor de nuevo, jugando con sus cuerpo, hasta la hora de volver a la oficina por la tarde. Regresaron los dos juntos, dos manzanas antes ella se bajo y llego sola a la oficina, como si nada hubiera pasado, al entrar le preguntaron porque no había venido por la mañana, les dijo que fue al medico. Termino la jornada y se fue a su casa.
Todas las noches hablaban de sus sensaciones, de sus deseos y de sus fantasias, nunca hablaron en el trabajo, nunca se acercaron uno al otro, sus vidas eran paralelas y solo de vez en cuando, se cruzaban, cada vez una nueva sorpresa, cada vez un nuevo juego, siempre que podían recorrían sus cuerpos con ansia, con deseo, con pasión, su complicidad creció, siempre discretos, separando el trabajo del placer, soñando con nuevos días y nuevas fantasias.