Un negro para mamá (3)

Cuarta entrega de las aventuras de Juan y María. Se acerca el momento de la aparición del negro :)

Hola otra vez. Los que encontraron rara la segunda parte del relato tienen razón. No era la segunda, sino la tercera. No sé si fue cosa mía o del servidor, pero el segundo relato falta. Y lo borré, así que no puedo reenviarlo. Cosas de la informática. Pero bueno, sigamos con las aventuras de Juan y María.

Al final del anterior relato, María le había hecho su primera mamada a Juan, con gran placer para ambos.

María subió hacia Juan y se volvieron a besarse, a acariciarse - Mami, para ser tu primera mamada has estado estupenda. -Gracias, hijo, tengo un buen profesor. Aunque necesito más práctica. No me cabe toda. La tienes muy grande. - jeje, poco a poco. ¿ Te gustó ahora más la leche? - Bueno, esta vez me la tomé directamente del frasco. Pshé, algo mejor,! jajaja - Es como un cigarro, hay que seguir para tomarle el gusto!!

Los dos rieron. Era felices. María era feliz.

  • Bueno, mami. Me he corrido en tus tetas, en tu cara, en tu coño y en tu boca. Y ahora, por lo que me has contado, vas a recibir tu primera comida de coño.
  • Ummmm, eso debe de ser muy rico. Espera que me lave.
  • ¿Lavarte? ¿ Por qué?
  • Oh, Juan. Me he corrido dos veces y aún tengo semen tuyo dentro. -Bien, seguro que así estará más rico. -Pero... -No hay pero que valga. Te voy a comer el coño, mami.

A María le latía el corazón. Al fin un hombre no sentía asco por nada de ella. Al fin un hombre la trataba como a una mujer, con respecto y... muy sexy. Sintió como la mano de su hijo bajaba lentamente por su cuerpo, acariciándolo... hasta llegar a su coño... lo acarició.

  • Estás muy mojada.
  • Ummm, cariño, es por tí...me excitas tanto. ummm

Juan empezó a acariciar los labios del coño de su madre. Metió dos dedos suavemente dentro. Entonces, los llevó a su naríz y mirándola a los ojos le dijo:

  • Hueles muy bien. - Los chupó - y sabes muy bien. -Oh cariño...eres tan...tan... ¿ tan qué?
  • Tan hombre. Me tienes aquí derretidita en la cama. -Sabes lo que te voy a hacer, verdad?
  • Si..
  • Pues pídemelo.
  • Me da verguenza.
  • No tiene que haber verguenza entre nosotros.
  • No seas malo.
  • Pídemelo.
  • Lámeme.
  • Si, pero pídemelo de verdad.
  • Oh, Juan.. Está bién.. Cómeme el coño. Cómele el coño a tu madre.
  • A tus órdenes.

Le besó el cuello, lamiéndoselo..lentamente fue bajando hasta llegar a sus tetas.. sus pezones duros pasaron por sus labios... y sigió bajando...besito al ombligo.. risas de ella. Por fin su pubis...

Se acomodó bien entre sus piernas, abriendolas. Ella miraba al techo, aún con algo de verguenza..

-Mírame a mi - le pidió el.

María miró. Su hijo estaba entre sus piernas, mirándola a ella y mirándole el coño. Nunca había estado tan expuesta ante nadie.

  • Es precioso, mamá. Tu coño es precioso..Está mojado y rosadito...y. ummm, que bien huele...como me excita. -Oh, cariño, ¿ de verdad te gusta? Hace 18 años que saliste por ahí. Lo único bueno que he hecho en mi vida.

Él le dio un lemetón, desde la entrada de la vagina hasta el clítiris, y se entretuvo un poco en él, haciendo circulitos con la punta de la lengua a su alrededor.

-Aggggggg, ohhhhhhhh, que rico,que rico. sigue. sigue..

El sabor del coño de su madre le encantaba. Estaba saladito, caliente. Empezó a lamerlo, a chuparlo. Atrapó el clítroris entre sus labios y lo chupó. Cada vez estaba más mojado y su cara se iba llenando de sus jugos. Su madre llevó sus manos a la cabeza de él y lo apretó contra si. Sentía su lengua lamiendola, sus labios besándola, chupándola.. Y lo miraba, Miraba como su niño le comía el coño. De vez en cuando sus miradas se cruzaban..

-Vas a hacer correr a mami otra vez, mi amor. Vas a hacer que mami se corra en tu boca..Ummmm - Si, mami, hazlo. Córrete en mi boca, en mi cara..

Metió la lengua dentro del coño todo lo que pudo, y empezó a meterla y sacarla. Su naríz rozaba su pepitilla. Ella se movia, restrahando su coño por la cara de él. Entonces Juan hizo algo que María no esperaba..Le metío el pulgar, lentamente en su culito.. Y ella no pudo más. Sintió como estallaba por dentro. Su espalda se arqueó, sus ojos se cerraron y todo su cuerpo se tensó, mientras espasmos de placer la recorrían de arriba a abajo. Todo el tiempo sinrtiendo la lengua de su hijo en su coño, y el dedo en su culo.

Cuando su orgasmo terminó tuvo que apartar a su hijo de entre sus piernas. El seguía chupando, pero estaba demasiado sensible y no lo soportaba. Quedó desmadejada sobre la cama, jadeando, sudando.

  • ¿Te ha gustado como te he comido el coño, mami?
  • Oh mi vida, ha sido maravilloso. Nunca había sentido algo así.
  • A mi me ha encantado comertelo. Sabes tan rica....¿ Te ha gustado mi dedito? -Uf, si, mucho. No sabía que también sentiría placer por ahí. Juan, mi vida, me estas enseñando tantas cosas. Cosas que no sabía que existían.

A Juan le encantaba el culo de su madre. Y estaba decidido a follerselo bien follado. Pero iría despacito. No quería precipitar las cosas.

Volvieron a besarse. Esta vez María supo como sabía su coño a través de los besos de él

Era casi la hora de la comida, así que María se fue a preparar el almuerzo. Juan aprovechó para darse una ducha y estudiar un poco, aunque casi no pudo concentrase. No podía sacarse a su madre de la cabeza.

A la 1:30 salió de su cuarto y fue a la cocina. Allí estaba ella, preparando el almuezo. Se sentó en una silla, mirándola.

-No me mires así -dijo ella, sonriendo. -Por qué no?. -Porque te vas a poner como una moto y tu padre está al caer.

Juan se sacó la polla. Estaba dura como una piedra. Ella la miró y sintió como se le mojaba el coño.

-Ya estoy como una moto. Y ahora te voy a follar. - Estás loco. No puede ser. Llegará pronto.

Se levantó y se acercó a ella, por detrás. Le puso la polla dura sobre su culo, con una mano agarró sus tetas y la otra la llevó a su coño.

-Umm, pues estás mojadita. - Le besó el cuellito. -Ahhh, no puede ser cariño. Luego, cuando tu padre se eche la siesta.

Pero su culo se restragaba sobre la polla de Juan. Estaba muy cachonda, otra vez. Este hombre la volvía loca. Juan levantó el vestido que ella llevaba y bajó sus bragas hasta las rodillas. Luego la echó un poco hacia adelante, sobre el pollete de la cocina, haciendo que su culo quedara hacia él.

  • ¿Qué? ¿Quieres que te folle luego? -Noooooooo, aggg, follame ahora. Méteme la polla.

Sin más preambulos, Juan apoyó su polla contra el coño de su madre y de un sólo empujón la metío hasta el fondo, sintiéndo como las paredes del coño, húmedas y calientes se abrían a su paso. María se quedón un momento sin aliento, sientiendo la enorme polla de si hijo dentro de ella. Luego Juan le cogió las tetas y empezó a follarla. Era una follada dura, rápida. Los dos sabían que tenían poco tiempo antes de que llegara su padre, así que iban rápidos, buscando el orgasmo liberador.

-Agggggggggg, Juan, si, si, follame así, fuerte, rápido ..YUmmmm -¿Te gusta como te follo? Te gusta como te meto la polla hasta el fondo? - Si, si, me vuelves loca, mi amor...AGGGGGG, como te siento. Me llenas toda.. -Uf, si que te voy a llenar....Me voy a correr en tu coño y te lo voy a dejar rebosante de mi leche.

Aquellas palabras hacían que María se encendiera más. Miraba el reloj. Su marido ya podría estar subiendo

-Oh,, si, si damela toda, mi vida. Llénale a mami el coño de leche..Quiero sentirla dentro mientras comemos...Ahhhhhhhhhh, mi.. amor...que me corrooooo

El orgasmo de María llegó de improviso. Fuerte, explosivo. Los espasmos de su coño precipitaron la corrida de Juan, que se sumó a la de ella. Con la polla bien dentro empezó a disparár ráfagas calientes, que consiguieron que el orgasmo de María fuera aún más fuerte.

Cuando Juan le sacaba la polla del coño oyeron la puerta de la calle. Su padre había llegado. Juan salió corriendo hacia su cuarto mientras María se recomponía la ropa, como se allí no hubiera pasado nada.

Durante la comida volvieron a ser la familia de siempre, aunque los dos amantes se echaban miraditas complices. María sentía como su coño rezumaba la leche de su hijo, como le iba empando las bragas. Incluso le llegaba a la naríz el olor mezclado de sus jugos con el semen de él. Esperaba que su marido no lo notase. Pero seguro que no. Siempre iba a lo suyo.

Después de la comida, como de costumbre, Alberto se fue un rato a ver la tele. Y como de costumbre, a los cinco minutos ya estaba  dando cabezadas y ronquidos, momento que aprovechó Juan para ir a la cocina con su madre, que estaba terminando de fregar los platos. Desde allí oían los resoplidos perfectamente.

-Ya se ha dormido, mami. -Oh, que bien. Sabes? Durante el almuerzo sentía como tu leche me salía del coño. Y como olía. Aún sigo muy mojada. - ¿ A ver?

Juan se acercó a elle, metiendo la mano por debajo del vestido y luego por dentro de las bragas. Estan empadas, mezcla de semen y jugo vaginal.

-Ummm, estas encharcadita.

Sacó los dedos mojados y los llevó a la boca de ella. - Chúpalos, le dijo. Ella obedeció. El sabor mezclado de ella con él era embriagador...Lo saboreó con placer Cuando los dedos estuvieron limpios juan volvió a llevarlos a su coño, y la empezó a masturbar.. besándola, con pasión

-Ahora te voy a hacer una paja, mami. -Ummm, aggg, hazme lo que quieras, mi amor. Soy tuya para siempre.

Su coño estaba tan mojado que no le era dificil pasar sus dedos por toda su raja. A veces con las yemas acariciaba su clítiris. Otras ves hacía circulos a su alredor. Entonces tuvo una idea. La puso de lado contra el, de manera que con su mano derecha podía acceder con facilidad a su coño, y con la izquierda a su culito. Primero empezó a acariciar sus nalgas mientras seguía masturbándola. Ella no paraba de gemir, mientras a lo lejos seguían escuchándo al imbécil de su marido roncar. Y allí estaba María, apretada contra su hijo, que le acariciaba el culo y le estaba haciendo una paja a la vez. Notó como los dedos de él acariciaban la rajita de su culo. Le gustó. Luego las dos manos de Juan se encontraron.. Juan lubricó sus dedos en la humedad del coño de su madre, para luego acariciar su ojete con la yema del dedo corazón, mientras con la otra mano acariciaba su clítoris.

  • ¿Te gusta mami? -OGGGGGG, cariño, me tienes loquita. Las piernas me flaquean. ¿Te gusta como te acaricio el culito? -Ummmm,si, si, me encanta.

Juan apretó y el dedo entró hasta la mitad. Ella se estremeció.

-¿ Y ahora, mami? ¿ Te gusta como te follo el culito? -Aghhh, uf, si, si, o mi vida, que rico.

Poco a poco empezó a follarle el culito con el dedo. Entraba y salía muy facilmente debido a la lubricación. María empezó a mover las caderas, a empujar su culo contra el dedo para que entrara más, mientras sentía como los otros dedos ivan y venían por la raja de su coño.

Entonces Juan metió, ahora con un poco más de dificultad otro dedo más, el indice. Ella se tensó. Sintió un poco de dolor, pero enseguida pasó y dejó paso al placer.

-¿ Te duele, mami? -No , ahggg, que placer...uf....fóllame el culito despacito, ummmmmm

Los dedos de él entraban y salían, primero despacito.. pero cada vez más rápido, cada vez más adentro. Ella ya no podía aguantar tanto placer por más tiempo. Sentía como le follaba el culo con dos dedos y como le acariciaba el coño con otros dos. Se apoyó contra él. Hundió su boca en su pecho para no gritar...y se corrió Juan sintió perfectamente como su esfinter se abriía y se cerraba alrededor de sus dedos y como un río de jugos salía de su coño. Tuvo que agarrala o se hubiera caido al suelo. Tan floja estaba que la dejó sentar en una de las sillas de cocina. La besó en los labios.

-¿ Te ha gustado? -Ummm, tu que crees? - A mi me ha encantado hacértelo. No sabes como me llena darte placer. Me da placer a mi. - Eres tan cariñoso conmigo. Te quiero tanto. - Yyo a ti mamí. Oye, lo del culito no te ha dolido, verdad? - No, sólo un poco al principio. Pero después ha sido muy rico. Creo que me he corrido por el coño y por el culo - dijo ella, sonriendo. - Estupendo, mami. Tendremos que ir acostumbrando ese precioso culete -¿ A qué? Preguntó ingenua. - A cosas cada vez más grandes. Te quiero meter la polla. Quiero darte por el culo.

María sintió un escalofrío. Una cosa eran dos dedos y otra la polla de Juan. Eran tan grande. Pero no le podía negar nada a su niño.

-Claro, mi amor. Si lo deseas podrás darme por el culo cuando quieras. -Iremos poco a poco. Sólo quiero que sientas placer. -Yo también quiero darte placer - dijo ella llevando la mano a la polla de él. Como esperaba, estaba dura como una piedra. - ¿ Qué desea mi hombre que le haga su madre? - ¿ Sabes lo que es una cubana? - Jajaja, seguro que una negrita de Cuba no. ¿ Qué es? -Jjajaja, no. Es una paja con las tetas. - Vaya, parece divertido. ¿Quién le pone esos nombre? - Pues no lo sé. También le llaman paja rusa ¿ Me haces una cubana? - Claro, mi amor. Mami te hará una cubana.

Juan se sentó en la silla mientras María se abría el vestido y se quitaba el sujetador. Luego se arridilló entre sus piernas.

  • Eres preciosa.
  • Oh, mi niño - Sus ojos se iluminaron.. Estaba empezando a sentir amor por aquel hombre...pero más que amor de madre. Era amor de mujer.

Juan cogió su dura polla y la puso entre las tetas de su madre. Luego las apretó y le pidio que empezara a moverse de arriba a abajo, para que la polla la follara entre los pechos.

-Ummm, que rico, mami. Estas  tan sexy, arrodillada ante mi, con el vestido abierto y mi polla entre tus tetas....Aghhh, puedes chupar la punta cuando bajes. Agarrate tu las tetas y aprieta mi polla con ellas.

-Así cariño? -Ummm, si, si, que placer. Y .. no dejes de mirarme.

La polla de juan iva y venía entre las tetas de su madre. Cuando la tenía cerca de la boca le daba un lametón o una chupada..Y todo el tiempo miraba a Juan a los ojos. Miraba la cara de placer de él. Como se pasaba la lengua por los labios para humedecerla. Como cerraba un poco los ojos por el gusto que sentía.

  • ¿Te gusta lo que te hace mami? -Aghhhhhh, si, sí, me encanta...Vas a hacer que me corra. -¿Sí? ¿Le vas a dar a mami su lechita caliente? -Aggg aghhh, si ¿ Y donde me la vas a dar? ¿ Me vas a llenar las tetas? ¿ O la carita? ¿ O quizás quieres que mami se beba toda la lechita como una niña buena?
  • Ohhhh, Uf, Uf, no... no lo sé... Pero ahhhh, me corro, me corroooooooooooo

El primer chorro caliente le cruzó la cara. María, entonces, rápidamente se metió la polla en la boca y se tragó con amor el resto de la corrida de su amando hijo. No dejó escapar ni una gota..

Cuando de la polla de Juan ya no salía nada, quedó derrengado sobre la silla, mirando su polla dentro de la boca de su madre. Mirando su preciosa cara cruzada por un lecherazo.

.-Ummm, tenías razón. Me está empezando a gustar tu leche

CONTINUARÁ