Un muñeco vudú
Cuando puedes sentir todo lo que le hacen a tu muñeco vudú,puede traer también cosas exitantes.
No se como empiezas a contar este tipo de historias extrañas sin irte mucho por las ramas, pero alla voy. Me llamo Evan, y vivo con mi mi tía abuela, ya cual es muy aficionada a lo que ella llama magia. Tiene su sala con pociones, etc.. Muy raro todo en mi opinión. Yo nisiquiera he creido nunca en eso, pero desde pequeño me han gustado unas figuras que creo que son vudú. Tiene una de cada ser querido. Las hace por protección más que nada, y cada vez que tenía alguna dolencia, ella acudía a esa sala y realizaba a saver que cosas sobre ese muñeco, para que a continuación, a mi me dejara de doler, sin siquiera haber tomado nada.
Bueno, pues ella ya es una mujer mayor, y yo, tengo 20 años, pero aun estoy con mis estudios, asistiendo a la universidad y trabajando a la vez.. Pero no nos llegava para la casa y todos los gastos.. Así que se le ocurrió alquilar un cuarto a alguien de mi universidad, lo que no me desagrado. De hecho se lo alquilamos a un compañero de mi misma clase. Eso hizo todo mas fácil para la convivencia entre todos. El era mas alto que yo, pelo negro, que hacía lucir mi pelo marron claro como si fuera rubio y unos rojos azules intensos, expresivos, preciosos en realidad. ¿Me ponía? Muy posiblemente, pero no era mi razon principal por la que se la alquilamos a el. En todo caso, la habitación de la abuela y la mía estaban en el segundo piso, mientras que la de Aron estaban en el primero, donde realmente estaban la mayoría de cosas. Todo era muy tranquilo entre los tres, por lo menos hasta ese día.
Bien, pues ese día, a la abuelita se le perdió un muñeco de esos vudú, el mío concretamente. Ella lo estuvo buscando, pero se la acabó olvidando que estaba buscando... Y lo encontró Aron. El, que había encontrado ese peluche hecho a mano enfrente de la puerta de su cuarto, lo tomó como un regalo. Algo extraño, pero un regalo, poniéndolo en su estantería.. Por lo menos por el día.
Esa noche, cuando acosté a mi tía abuela, después de darle su medicina para dormir, me fui a mi cuarto, dónde estuve hechado un buen rato, en el cual agarre mi computadora y me puse a ver videos, hasta que entrada ya la noche, entre en una página de porno gay y allí me quede.. Vale. Tal vez no mencioné esto, pero yo soy gay, pero tampoco suelo mencionarlo mucho en mi vida. Así, estuve un rato apenas toqueteandome, jadeando muy levemente.. Pero entonces, por azares, Aron agarro ese muñeco con curiosidad, dandose cuenta de que este parecía tener un agujero, y.. Algo duro. Tal vez por pura curiosad, pero el empezó a tocar eso que estaba levemnte duro en el muñeco, a lo que yo sentí como si alguien me estuviera masturbando.. Estaba muy confundido, algo asustando.. Y a la vez me exite mucho. Notaba como el seguía tocando más y más... Relamente no podia resistirlo mucho, ya que hacia ya un tiempo que nadie me tocaba, aunque técnicamente nadie lo estaba haciendo ahora.
Me heche en mi cama, apartando un poco el ordenador para concentrarme en esas caricias que me proporcionaba... Y empecé a manosearme un poco una nalga.. Estaba exitado, deseando que viniera aquí y ahora para que me hiciera eso en persona.. Pero no había suerte, en vez de eso, metió un dedo en mí. Vi, en el espejo que tenía enfrente a la cama, como estaba abierto sin motivo.. Y era extante y muy raro. Quería preguntar que pensaba al hacer eso.. Metería si pene en un muñeco? Quería wue lo hiciera en mi... En vez de eso, sentí otro dedo, y aprobechando que el contrario parecía estar probando el tejido de lo que estaba hecho el muñeco, yo puse algo de lubricante en mi ano, para que así se deslizara más fácilmente todo.. Y pareció notarlo, pues después de mover los dedos dos veces, los saco. Estaría confundido?¿Pararía? ¿Que estaría pensando? Entonces, sentí como algo mas ancho y largo emtraba lento en mi... Era su miembro seguro... Mis piernas palidas y poco musculadas, temblaron y yo agarrandome a la sabana me mordí un labio para no soltar un gémido... ¿Pensó que ese muñeco era un juguete sexual o tenía algun fetiche raro por los peluches..? Ahora no importantaba tanto eso, más bien el hecho de que se movía de marabilla.. Era un vaivén ritmico, que variaba dando unas estocadas más fuertes y rápidas a veces, que me sorprendían y me hacían temblar.. Me puse a cuatro frente al espejo, jadeando y mordiendo un borde de una manta para no gemir, mientras veia lo que vería el si me estuviera haciendo eso ahora mismo... Le ofrecía buena vista con mi gran trasero.. Y el me ofrecía un plafer enorme con esos centímetros que entraron en mi.. Calculaba que eran unos 19 o 18.. Con unos 5 de diámetro.. Envidia le tenía, pero también la estaba gozando mucho. Moví mis caderas por si tenía alguna influencia, que no tuvo, y cuando estuve a punto de correrme, sentí como algo viscoso sería por mi entrada y yo, muy exitado empecé a correrme... Eso había sido muy intenso, a lo que me tome un poco para calmarme, y mirandome al espejo, note que estaba limpio más alla del desastre que provoque yo...