Un mundo desconocido 3

Susana se agacho a observar ese hermoso trasero, abriéndole las nalgas y explorando ese punto delicado que aún no había tocado, lo beso, introdujo su lengua hasta el fondo.

Un mundo desconocido 3

Susana

¡No me contesta!... Maldición!!!

Isabela contéstame por favor, por favor… demonios!!!- manifestaba Susana pegándole al timón de su carro, al no recibir respuesta de Isabela.

Debo llamar al club, no puedo ir hoy, necesito encontrar primero a Isabela, debe estar sintiéndose muy mal.

-         Hola Tino, soy Susana, por favor avisa que no iré esta noche, se me presento un problema, mañana llamare, gracias.

Isabela

¡Pero qué he hecho!

¿Por qué la bese?

¿Qué me pasa?

No quiero ni imaginar lo que estará pensando de mí…

Ahhh!! Ahí otra vez, no puedo contestarle, no sé qué decirle, estoy confundida, es cierto que siento un profundo cariño hacia ella, ella me salvo, me saco del hoyo en que estaba, y es tan buena conmigo, ¿pero será amor?, necesito calmarme, pensar las cosas muy bien, debo aclarar mi mente antes de hablar con ella.

Susana

(Suena el celular de Susana) Umm numero privado debe ser:

-         Tino, ¿qué sucede?

-         Susana como te veo un poco distraída te quiero recordar que hoy es tu cita con la señora Eloísa, ahora no me dejaste ni responder, mire la agenda y ya está programada, y sabes que ella aparte que paga muy bien, para que visites su mansión, no le gusta que le quedes mal, así que lo siento mucho, no puedes sacar libre hoy, procura arreglar tu problema y te diriges hacia allá lo más rápido posible, yo ya hable con ella y le dije que llegarías un poco retrasada, no queremos quejas okey

-         Tino, se me había olvidado, ¿y no puedes hacer nada?, envía a Iris!!

-         No Susana, tienes que ir, ella no quiere a nadie que no seas tú,

-         Umm..  no te preocupes, no faltare,

-         Está bien, te cuidas,

-         Entendido, adiós

Maldición lo que me faltaba, que suerte la mía, debo encontrar a Isabela, no podría estar tranquila esta noche, Ahh Eloísa, ojala no estés tan intensa hoy.

Así pasaron varias horas, Susana insistiendo en el celular y Isabela perdida, dando vueltas por la ciudad, volvió al apartamento esperando encontrarla, pero no había rastro de ella, aún estaban sus pertenencias, así que Isabela no había pasado por allá, pues uno sus temores es que se fuera sin avisarle, sin despedirse.

Ya llegando la noche, y aún Isabela sin dar señales de vida, Susana se empezaba a preocupar, asimismo a cambiar su inalterable carácter, debía cumplir esa cita.

Susana

Pero donde demonios te has metido mujer, ¡Donde! ¡Donde!, aparece, necesitamos hablar.


Susana tenía la mirada perdida hacia el techo del apartamento, cuando de pronto, timbro su celular:

-         Alo, doña Matilde,

-         Hola mija, que pena molestarte a estas horas pero…

-         Que pasa, ¿le paso algo a mis ahijados?

-         No mija nada de eso, no te preocupes, ellos están bien

-         Qué bueno, ¿qué sucede entonces?

-         Mija lo que pasa es que Isabela llego hace unas horas, estaba afligida y llorando, le di de cenar y no quiso, se quedo ahí en una de las mesas callada, yo trate de averiguar que le sucedía, pero no me dijo nada, además me llego mucha gente para atender y luego vi que un hombre se le acerco y…. - fue interrumpida por Susana

-         ¿Le paso algo a Isabela?, !!por favor dígame!! – decía Susana con total desespero

-         No mija, bueno digamos que no

-         ¿Y eso que carajos quiere decir?, Ahh discúlpeme es que estoy muy preocupada por ella, termine de hablar por favor.

-         Es que el hombre le ha dado licor y ella le recibió, ¡mija! yo la veo muy alicorada, y tengo la ligera sospecha que ese individuo se quiere aprovechar de ella, yo me le acerque intentando alejarla, pero no me hace caso.

Ya salgo para allá, y escúcheme una cosa doña Matilde, por nada del mundo la deje irse con ese cabrón. - ¿Porque no se me había ocurrido ir allá?

Susana salió del apartamento como volador sin palo, en minutos estaba en el restaurante, se dirigió hacia la mesa donde estaba Isabela, ésta al verla se le fue encima, colgándose del cuello, sosteniéndose a medias

-         Isabela vámonos ya!!!!

-         Espera, te quiero presentar a….. ¿cómo es que te llamas?

-         Mucho gusto amor, me llamo Mario – alzándose y estirándole la mano a Susana

-         Yo no soy su amor y lárguese de una vez – le contesto dejándole estirada la mano

-         Pero qué carácter!!! tan bella y con esas groserías, que diría tu madre si te viera

-          Me diría que te pateara también, por aprovecharte de las mujeres indefensas

-         Yo no me he aprovechado de nadie, sólo estamos tomando una copa, así que bájale al tonito

-         ¡copa! ¡copa!... – decía sulfúrica – … la copa del mundo tal vez, por el estado en que está Isabela, llevan varias botellas, mira idiota, a mi no me quieras meter los dedos a la boca, yo sé la clase de tipo que eres, cómo nadie te voltea a mirar, lo único que puedes hacer es embriagar a las mujeres y así aprovecharte de ellas, pero con mi amiga se jodio!!!, así que desaparezca de mi vista antes que llame a la policía y le diga lo pervertido que eres, además Isabela aún es menor de edad, creo que la policía encontrara eso muy interesante – le dijo casi a gritos y con una mirada tan intensa, que el hombre simplemente se paro y se fue del lugar.

-         Pero Susana, sólo hablábamos!!! - Medio modulaba Isabela, sin equilibrio y yéndose a los lados.

Susana sentó a Isabela, le pidió a doña Matilde una soda, la miraba desconcertada. Cómo pudo, la hizo tomar la soda y se la llevo de allí, no sin antes agradecerle a doña Matilde por su oportuna interferencia.

Ya en casa, Isabela quería hablar de lo sucedido, balbuceaba palabras, pero Susana no la dejo, le dijo que era mejor que descansara, que no estaba en sus cabales, era mejor hablar en la mañana.

Susana dejo a Isabela en su cuarto, se dio un rápido duchazo, arreglo su brillante cabello rojo, se maquillo muy natural pero con unos rasgos muy sensuales, su rostro era perfecto, hermoso, parecía una porcelana, se puso un vestido negro ceñido, que le llegaba solo unos 2 centímetros mas arriba de sus rodillas, alrededor de su cintura la cobijaba un cinturón ancho color rojo, terminado con una hebilla muy llamativa, todo está vestimenta la hacía ver realmente atractiva, se dirigió en su carro hacia la gran mansión de la señora Eloísa, una viuda muy adinerada, que desde que visito hacia 6 meses el Club Afrodita, una noche de despedida de soltera de su prima, se embeleso con Susana, la atrajo magnéticamente, esa noche su pudor no la dejaron acercársele pero al cabo de los días no resistió y llamo para programar una cita en su casa, tanto fue la fascinación por esta mujer que, así siguió, cada semana la misma rutina. Llegando a la entrada, el vigilante la dejo pasar, al adentrarse por los hermosos jardines pudo observar un cambio en el estacionamiento, ya la ¡señora! tenía un nuevo auto, con este ya eran cuatro, (tiene buen gusto, pensó) su casa era realmente hermosa, totalmente blanca, con un estilo muy vanguardista, estaciono y toco el timbre:

-         Hola Susana, pasa por favor

-         Gracias Señora Eloísa

-         ¡Susana por favor!, ya te he dicho mil veces que no me digas señora,

-         Lo sé, jeje… lo hago para molestarte, es que te ves tan atractiva!!

-         Eres traviesa, estás tan hermosa, ven subamos!! ¿Te sirvo lo mismo?

-         Si por favor – le contesto mientras la observaba detenidamente, Eloísa era una mujer entrando a los 35 años, rubia, más delgada y más baja de estatura que Susana, una infinidad de pecas cubrían su espalda y manos, ojos marrones pequeños, una figura muy elegante y sensual, Susana  no le era indiferente y disfrutaba de esas noches de lujuria y pasión.

-         ¡Casi que no llegas! – estaba tan triste cuando me dijeron que no venias

-         Lo siento, tuve un problema, pero ya estoy aquí contigo

-         Ten tu copa

-         Gracias dulzura - ¡Porque me miras así?

-         Porque quiero quitarte ya ese vestido!!

-         Y sin más, se le fue encima, besándola con lujuria, enredando sus lenguas, arrancándose las prendas, acariciándola y haciéndola estremecer de pasión, logrando tener un sexo tan increíble.

En la mañana siguiente

Después de haber tenido  el sexo más extraordinario, se sentía muy complacida, percibía la vida con otros ojos, Susana hacia que su alma sonriera, al despertarse noto que faltaba la presencia de su amada, de inmediato salió de su recamara en su busca, encontrándola en la cocina tomando un café, mirando por la ventana observando la hermosa mañana que hacía, antes de acercársele la contemplo, detallo cada milímetro de su hermoso cuerpo, empezó con sus pequeños pies, subiendo poco a poco, recorriendo esa suave piel que la enloquecía, su diminuta tanga negra, que hacia juego con su top negro dejaba ver parte de su bronceada espalda, que le apetecía besar en ese mismo momento, su cabello rojo caía de una forma tan sensual, todo despeinado debido a la faena de la noche anterior, recordó esos labios rojos tan apetecibles que no pudo aguantar la calentura, se le acerco muy sigilosamente, la sorprendió con un abrazo alrededor de su cintura, buscando sus manos, apoyo sus senos en su dorso, terminando con un entrelazado de veinte dedos, además dándole un sonoro beso en su cuello.

-         Me asustaste, ¿qué haces levantada tan temprano?

-         Mi niña me hacías mucha falta!!

Eloísa desenredo sus dedos y le acaricio el abdomen, a la vez que Susana alzaba su mano hasta la cabeza de su amante, Eloísa le seguía dando pequeños besos en el cuello y espalda, volteando su rostro y aventurándose en un profundo beso tan sensual, las lenguas encajaban perfectamente, así duraron unos minutos hasta que Susana se volteo para seguir besándola, con sus labios aun pegados, le pregunto si había alguien en la casa, a lo cual Eloísa le respondió que le había dado libre a todos, a la vez que la jalaba fuerte contra su cuerpo.

-         Susana me provocas tantas sensaciones, soy esclava de tu piel, de tu boca, soy toda tuya

-         ¡Te gusta que te toque así? ¿O quieres que pare? – le susurraba en el oído

-         No digas eso por favor, me encanta que me toques

-         Siii!!! En verdad - ¿así?

Susana subió sus manos apretándole sus senos, estrujándolos, mientras Eloísa gemía

-         ¡Mi niña mira cuánto me excitas! – le dijo mientras le tomaba una mano ubicándola dentro de su short, qué opinas?

-         Estas calientica, mojadita por mi

Este acto soltó la excitación de ambas, Susana empezó a masajearle la vagina en círculos cada vez más enérgicos, con la otra mano le acariciaba los senos, la boca, al compas que masajeaba le lambia ambos senos, Eloísa estaba excitada a más no poder, de repente Susana se detuvo, agarrando el short de Eloísa y bajándolo bruscamente, a Eloísa se le erizo la piel, Susana se reincorporo besándola con más pasión, siguió su masaje despacio, Eloísa recostada sobre la mesa de la cocina no tenia escapatoria, sentía que en cualquier momento esos maravillosos dedos la iban a penetrar, el sólo pensarlo, ya sentía como sus húmedos líquidos  bajaban por su entrepierna, Susana le clavo dos dedos, Eloísa se sobresalto un poco, abriendo aun más sus piernas, ya ambas paradas apoyando su peso contra la otra, Susana cada vez era más agresiva, sin dejar de besarla le arremetía sus dedos en las entrañas de su amante, Eloísa ligeramente alzaba su cabeza con muecas de satisfacción, agarrándola del cabello con una mano y con la otra se sostenía de la mesa.

-         Asi!! Asi!!.... no pares

-         Te gusta?

-         Si mi niña, me encanta, te deseo, ¡mas! ¡mas! ¡mas!

-         ¡Te gusta con tres cierto? – le decía mientras introducía otro dedo

-         Ahh… Ahhh…ahh, mas rápido!!! … ahh… no pares te lo suplico.. ahh

Mas gemidos, contracciones, gritos de lujuria se escuchaban en las inmensas habitaciones, se avecinaba el gigantesco orgasmo

-         Sii ¡¡¡ooohhh!!! ¡¡¡ooohhh!!! ¡Más, más, más, más! ahhh ......ahhhh........ahhhhhh

Se esparcían esos maravillosos jugos entre los dedos de Susana, Eloísa tenía los ojos cerrados mientras disfrutaba  de las sensaciones que le suscitaba su niña

Susana se quito lo poco que traía puesto, se agacho alzándole levemente una pierna y se adentro a esos labios tan gruesos  y apetecibles, succionando el clítoris hinchado, Eloísa se exalto, jadeando fuertemente, apenas se estaba recuperando del anterior orgasmo y ya Susana se le estaba comiendo el coño.

Mi niña me enciendes tanto – le decía mientras la agarraba de la cabeza siguiéndole el ritmo, se acariciaba los senos, su abdomen

Susana intensifico las lambidas, la mordía, con sus dedos entreabrió esos pliegues de piel calientes y hundió con fuerza su lengua

Eloísa sostenida de un sólo pie sobre el suelo, la boca de Susana ejercía presión sobre su húmeda vagina, esto la hacía sentir demasiado excitada, la chupaba, sentía que su clítoris se le iba a desprender hasta que en un segundo apasionado orgasmo grito aún más fuerte de placer, las contracciones tomaron posesión de su intimidad.

Susana se paro, le beso los senos, jugaba con la aureola y los pellizcaba, Eloísa aun no volvía en sí, así que tomo ventaja volitándola boca abajo sobre la mesa, separándole las piernas, ella solo obedecía, dejaba su cuerpo sin fuerza para que lo manipulara como quisiera, quedando ésta con medio cuerpo recostado sobre la mesa, sus piernas bien estiradas y abiertos a lo máximo.

-         Eloísa te ves tan sensual – dijo Susana

Aquella mujer no pronuncio palabra, solo sonrió, Susana se agacho a observar ese hermoso trasero, abriéndole las nalgas y explorando ese punto delicado que aun no había tocado, lo beso, introdujo su lengua hasta el fondo.

Eloísa tenso sus nalgas y sus piernas, Susana procedió a abrir esos labios carnosos y la embistió con cuatro dedos, seguía el ritmo y a la vez siguió lambiendo y besando esas nalgas, subiendo por la espalda, sin parar el trajín de sus dedos.

Eloísa se meneaba, aferrándose de los bordes de la mesa, sollozando cómo no lo había hecho antes, no se podía contener, gemía más y más fuerte, Susana respiraba agitadamente, situándose encima de Eloísa buscando su boca, sin dejar de penetrarla, prosiguió la escena unos minutos más hasta que se vino, Eloísa apenas disfrutaba cuando sintió que la levantaban, quedando nuevamente de frente, Susana pego su intimidad a la de ella, juntando esas vaginas calientes y aguadas de sexo, esto elevo los sentidos, que maravillosa sensación, cada vez era mejor la intensidad de esos roces vaginales, era como estar en el paraíso del placer, la sensualidad era caótica, hasta que ambas se hundieron en una sensación tan exuberante, que no había palabras para describirlo.

-         Debo irme – susurro Susana recogiendo su ropa

-         ¡Porque tan pronto? – siempre te vas en la tarde – decía afligida la señora

-         Lo siento, debo hacer algo, además ya la pasamos muy bien

-         Susana no te vayas por favor!! Te necesito!! Quédate conmigo!!

-         Eloísa otra vez lo mismo, ya lo hemos hablado, no me puedo quedar contigo, ¡porque no lo entiendes!

-         Porque te quiero, entiéndelo!! Quiero que seas mi mujer, que vivas aquí conmigo, que me hagas el amor todo el día, ya te lo he pedido, acepta, aquí no te faltara nada, lo sabes, yo puedo darte todo lo que quieras, no tendrías que trabajar más en el club, que dices?

Susana se acerco tanto a Eloísa que sentía su tibia respiración, con una mirada tan fija y tomándole las manos le dijo:

-         Por enésima vez, ¡no!, no te confundas, tu y yo, no hacemos el amor, tenemos sexo, siento que decirte esto, pero es la realidad, es un trabajo Eloísa, te mentiría si digo que no lo disfruto, pero las cosas hasta ahí llegan, es placer, lo siento, adiós.

Susana termino de recoger sus cosas y abandono la mansión, quedando Eloísa con una tristeza e ira tan grande que lo único que pudo hacer fue destrozar todo a su paso, llorando de rabia se quedo tirada en el baño.


Isabela

En la mañana, Isabela se sentía fatal, no sólo por el malestar del guayabo, sino por los acontecimientos previos, busco a Susana para hablar de lo sucedido, toco a la puerta de su recamara, pero no recibió respuesta, entro y se percato de la ausencia de su amiga.

-         ¿Dónde estará?, ¿será que la llamo? No, mejor espero que regrese, dios mío que le voy a decir

A los 30 minutos Isabela escucho la entrada de su compañera, espero unos minutos y se dirigió hacia su recamara:

-         ¿Se puede?

-         Claro, entra

Se vislumbraba los primeros rayos del sol, que entraban a través de las persianas, Susana aun en la cama la miro directo a los ojos, Isabela con la mirada extraviada, no sabía ni por dónde empezar, se sentía avergonzada, así que recurrió a lo más fácil

-         Quiero pedirte disculpas, me porte muy mal ayer, sé que estarás pensando que soy lo peor, ya mismo abandono tu casa, muchas gracias por todo, espero que puedas perdonarme – decía limpiándose las primeras lagrimas que se asomaban por sus mejillas y volteando hacia la puerta

-         Eres tan cobarde!!! No lo puedo creer, pensé que eras un poco más valiente, ¡así no más! Vas a huir, me imagino que hiciste lo mismo antes de llegar aquí, enfrenta tus actos Isabela, creo que merezco una explicación, y nooo sólo por poner en peligro tu vida así, con ese tipejo sin gracia, sino por el beso que me diste, quiero saber que paso, yo nunca te he juzgado, no te he presionado para que me cuentes tu pasado, pensé que se iba a dar mientras nos conocíamos, pero veo que no me tienes confianza, que decepción!!!

-         Eso no es cierto Susana, ayer quería hablarte de mi pasado, pero las cosas no resultaron como lo pensé, tú eres muy importante para mí, no me hieras con tus palabras, no sabes por lo que he tenido que pasar.

-         Pues no parece, ya solo quieres largarte, y dejar este mar de confusiones, necesito que me hables, que confíes, para poder ayudarte, mira te voy a decir lo que yo pienso de toda esta situación, pienso que ayer me besaste no por que estés enamorada de mí, sino porque estas muy vulnerable, te confundiste, creo que cargas demasiados problemas de tu pasado, y yo te he dado la mano, me he convertido en un norte para ti, en un apoyo, y puede que hayas malentendido nuestra relación, antes que me contestes, quiero que sepas que te quiero con todo mi corazón, aunque soy bisexual, te contemplo sólo como una amiga, cómo una hermana que debo cuidar, así te veo, te pido perdón si te he creado otra visión, si eres sincera y crees que sientes algo más que una amistad por mí, también lo entenderé y lo superaremos juntas, pase lo que pase siempre estaré para ti.

Isabela se quedo paralizada, todo lo que decía Susana era cierto, en todo este tiempo nunca se había sentido atraída por ella, le parecía muy hermosa, y la admiraba profundamente por su carácter y la forma en que le había tocado sobrevivir, además de lo agradecía que se sentía por haberla ayudado, por eso no se explicaba porque la había besado, si no fue premeditado, simplemente paso,  confundió sus sentimientos, pues nunca antes había tenido a una mujer como ella a su lado, ella había logrado matizar la tragedia que vivió y por eso quería demostrarle su agradecimiento de una forma equivocada.

Isabela se sentó en la cama, y tomando aire empezó a contarle todo lo que le había sucedido, los hechos tan trágicos y dolorosos que había vivido y las razones del porque estaba en la ciudad, sin olvidar la amenaza de ese hombre.

-         Tienes razón, soy una cobarde, tendría que haberme quedado en el pueblo, enfrentando a ese maldito, pude haber salvado a mi familia – dijo llorando de rabia

-         Lo siento mucho, no debí decir eso, no sabía, no te culpes, no podías hacer nada, ese mal nacido está loco, creo que exagere un poco.

-         No lo sientas, yo te entiendo, te defraude,

-         No es así, sólo estaba muy dolida contigo, no te encontraba y fuera de eso, te emborrachas con ese payaso, no me contestabas, si no es por doña Matilde, no sé qué hubiera pasado

-         Si es verdad, es que después que te bese, me sentí tan avergonzada, tan confundida, no te contestaba porque no sabía q decirte, tenia q pensar primero, aclararme, me fui para un parque, camine por la ciudad, no lograba esclarecer mi mente, luego llegue allá, y ese hombre se me acerco y me invito a una copa, la verdad no le vi nada de malo, yo pensé que el licor me iba a ayudar pero no fue así, pensé en todo lo que hemos vivido juntas y no siento que te vea con esos ojos, te confieso que soy lesbiana, no había tenido el valor de confesárselo a nadie, tuve novios antes pero nunca me les entregue ni me enamore, solo lo hice para aparentar, quizás fue eso, allá en el pueblo nunca tuve la oportunidad de estar así con otra mujer, me siento tan protegida a tu lado y aunque reconozco que me pareces infinitamente  sensual y bella, no creo estar enamorada de ti.

-         Isabela me alegro tanto tenerte aquí, no todas las flores son para mi ehhh, tu también has llenado un vacio en mi vida, con mi familia lejos, me sentía muy sola, y aunque he estado enamorada de hombres y mujeres, las cosas no han terminado bien, gracias por quererme, no quiero que volvamos a pelear

-         No lo haremos – yo te quiero mas

Así las dos chicas terminaron esta conversación en un efusivo abrazo.

-         Oye!! Por cierto besas bien jejejejej

-         Ayyy cállate!!! No me hagas avergonzar mas jejeje,

-         Bueno, claro que fue muy corto jejejeje

-         ¡Párale! – me la vas a pagar – y empezó Isabela a corretear a Susana por todo el apartamento

-         La alcanzo en la sala, tumbándola en el sofá y empezó a hacerle cosquillas

-         Ya ya porfis, las odio.. ahh jejeje… ¡Para! ¡Para!  jejeje – no te molesto más lo juro, lo juro

-         Así me gusta jejeje,

-         bueno preparare el desayuno, me muero del hambre, Oye y hablando de comida, ¿qué paso con los camaroncitos? Jajaja

-         Bueno no te quería comentar nada, pero hace unas semanas el empleo estaba insoportable, había un par de estúpidos que querían que saliera con ellos, me tenían ya cardiaca y me acechaban cada rato y por esto  mismo las chicas me cogieron bronca, disque porque me quería llevar a todos los hombres del lugar a la cama jeje… sobretodo… no me gustaban para nada

-         Sii, porque no les dijiste que tal vez te llevarías pero a una de ellas jajaja, así se le quitaba la bobada a esa  manada de envidiosas jeje

-         Jeje cómo crees!!! Jeje… ahí si me linchan jejeje

-         Ahora a conseguir otro empleo, como esta de difícil

-         Isabela porque no trabajas en el club, podría ayudarte a conseguirlo, podrías bailar, me imagino que sabes mover esas caderas jeje

-         Pero estas loca!!!!

-         Isabela no lo tomes tan literal, es sólo un empleo, no tiene nada de malo ser bailarina, tienes atributos físicos de infarto, cualquiera pagaría por verte bailar y ganaras mucho más que ensuciándote tus hermosas manos con esos camarones apestosos, bueno me retracto, son deliciosos ya cocinados jeje, además te quedaría todo el día libre y podrías estudiar, como lo has querido

-         ¡Ponte seria!, no me veo bailando para tus “clientes” y no tengo  ganas de tener un montón de tipos queriéndome llevar a su cama

-         No es así, allá hay chicas para todo, y la que no desee acostarse con los clientes no lo hace y punto, piénsalo  es una buena oportunidad

-         ¡Ya basta!, mejor ven, desayunemos


Manuela

-         Hola Antonio, solo llamo para avisarte que no llegare a casa esta noche

-         Pero si te he estado esperando, no nos veíamos hace 15 días, ¿porque eres así?, no salí con mis amigos por ti, y ahora ya ni vienes!!!

-         Deja el sermón, en verdad lo siento, pero se ha presentado una situación crítica, 10 perros fueron rescatados de una bodega donde practicaban peleas ilegales, se encuentran en mal estado los pobres.

-         Sabes?, admiro profundamente tu profesión, pero deberías sacar más tiempo para mí, no eres la única allá, adiós – y sin recibir respuesta colgó

Manuela lo iba a llamar de nuevo, pero su orgullo se lo impidió, aun sabiendo que su hermano tenía razón.

-         ¿Para qué me cuelga? Ahggg

-         En la mañana hablare con él

-         Doctora, la necesitamos, donde ubicamos a los otros 3

-         Ocupa el área 2, ahí estarán a mi cuidado, son los más delicados

-         Si doctora, como ordene

-         Y dile al doctor botero que se ocupe de la sala de emergencias

En la mañana siguiente…. Entrando a su casa…..

Estoy tan cansada, sólo quiero dormir, ¿estará Antonio en casa? No estaba muy feliz anoche, de pronto alcanzo a sus amigos

-         Hola manuela, ¿como estas?

-         Que susto!!!  ¿quién eres tú?

-         Soy Liz,  amiga de Antonio, él está dormido

-         Ahh, y se puede saber, si nunca te he visto en mi vida, ¿porque sabes mi nombre? ¿Además que haces medio desnuda en mi cocina?

-         Lo siento, Antonio me hablo de ti, no eres nada amable, ya me retiro.

Manuela no le contesto nada, y dejo que se fuera, sin pedirle disculpas, algunas veces podía ser muy  engreída, con esa actitud nunca conocería a nadie, entro a su recamara y se acostó.

Unas horas más tarde…………

-         ¡Hola dormilona!

-         ¿Me regalas café?

-         ¡Claro! para la reina lo que quiera!!!! Es sino que hable por esa boquita!!!

-         Ya deja el sarcasmo, ¿Qué te pasa?

-         No, a mi nada, a la que le pasan muchas cosas es a ti, ¿por qué fuiste tan grosera con Liz?  ¡La pobre chica sólo te saludo!

-         No exageres, no más le pregunte quien era

-         No mientas, acéptalo, manuela con esa actitud…

-         ¿Qué tiene mi actitud? – interrumpiendo a su hermano

-         Manuela por dios!!! Cómo puedes ser tan inteligente para unas cosas y tan cobarde y cerrada para otras, sabes muy bien que no fuiste amable con esa chica, anoche me trataste mal a mí, y ni siquiera te disculpas, te digo algo?, si insistes en tener esa caparazón, nadie se va a interesar por ti, ¡es que no lo permites!, yo quiero ayudarte y en eso  quedamos a mi regreso, pero si no pones de tu parte, me será imposible, nunca te diviertes, no tienes amigos, tampoco puedes cerrarte así, tu confusión no es para tanto, anoche en la discoteca conocí a Liz y tuvimos sexo, ligar no es tan difícil, hermanita yo quiero que seas feliz, sea con quien sea, sólo debes quererlo también.

-         Está bien, lo siento, acepto que no fui gentil con la tal Liz, contento!!!!

-         Algo, debes tratar un poco más a las personas, ¿vale? Además, como eres de linda, donde no fueras mi hermana ya te hubiera robado para mi jejeje

-         Jejeje… pervertido!!! Amores incestuosos o que

-         Dije, donde no fueras mi hermana jeje, bueno y hablando de ti, para variar jeje, ya por fin tengo un mes de vacaciones, el campeonato se alargo más de lo que esperaba, hace días tengo algo en mente, para aclarar tus sentimientos y te liberes de los temores, ¡espero funcione!

-         Cuéntame

-         ¡Buenoo! he pensado en que fuéramos a un club, y allá podrías… ver chicos y chicas dispuestos a hacer lo que se les pida, el lugar es muy agradable y….

-         ¡Espera! ¡Espera! Me estas insinuando que vaya a un putiadero!!!... ¿pero te volviste loco? Cómo demoños se te ocurre tal idea,

-         Cálmate!! Putiadero es una palabra muy fea!! es un club, Club Afrodita, es muy distinguido, ¡hay unas bellezas!, además, no es lo que piensas, es sólo observar hermanita, sin inhibiciones, dejarte llevar por la sensualidad, por la pasión, por tus sentidos, liberar a tu ser, es muy…

-         Pero escúchate, para mí el sexo no es un juego y no me voy acostando con el que aparezca, donde fuera así, ya estuviera cansada de hacerlo, que decepción Antonio, creo que te equivocas, yo no soy una cualquiera, y te agradecería si dejáramos el temita aquí, por favor no te vuelvas a meter en mis asuntos. – Manuela se alejo de la cocina tirando de un portazo la puerta, dejando en el aire la ira que le había provocado la proposición de su hermano

-         ¡vaya! Creo que no le gusto mucho mi idea, es cuestión de tiempo, ya pensare en algo.


Susana

Me alegro tanto haber aclarado todo con Isabela, la miro, se ve feliz también, no puedo imaginar lo que sufrió, perder a toda su familia, que injusticia, pobrecita, sólo quiero protegerla, la verdad me preocupa la amenaza de ese maldito poco hombre, pero esta ciudad es muy grande, además el no tiene ni idea donde pueda estar….

-         Oye!! Susana!!! Reacciona!!!

-         ¿Qué? Me asusto

-         Se te enfría el desayuno, ¿qué piensas tan concentradamente?

-         Nada importante, que te parece si aprovechamos tus vacaciones indefinidas y salimos a pasear, el día esta maravilloso, ¿qué dices?

-         No me parece gracioso, pronto encontrare un empleo,

-         No lo digo por eso, sólo bromeo jeje

-         Al igual, no puedo gastar mucho dinero, debo guardar lo que tengo para ayudarte con la renta, y hacer el mercado

-         Ahh Isabela, no te preocupes por eso, yo perfectamente puedo hacerlo mientras ganas dinero

-         Claro que no, no voy a vivir a tus costillas , eso sí que no

-         Bueno ya, está bien, pero déjame invitarte hoy, ambas necesitamos un respiro, si?, anoche fue algo agotador – sonriendo y poniendo una cara de picara

-         Está bien, pero yo decido, te parece?

-         Absolutamente

-         Que haremos?

-         Vamos al parque, elevemos cometas!!!

-         ¡Estás loca!, yo no hecho eso en mil años, además tenía otra cosa en mente

-         ¡!! Vamos!!! Es muy divertido, en mi pueblo hacíamos concursos… porfis… - le rogaba Isabela - porfis

-         Noooo quiero, igualmente eso es para chiquillos

-         Yo sé que estas muy vieja, pero no le hagas honor a tu edad jejeje

-         Cómo te atreves!!! Insolente – agarrando una almohada y tirándosela a Isabela

-         Bueno vámonos – ve y báñate, yo voy organizando la merienda

-         pufff ¡toco!

Allí la pasan muy bien, jugando, comiendo, riendo a no más poder intentando volar la dichosa cometa, Isabela ve unos niños jugando con su perrito y se les queda viendo, disfrutando del cariño que le propinaban los niños a su mascota, llevaban todo el día allí.

Susana se percata de él embobamiento de Isabela, se fijo en la travesura del perro corriendo con la gorra de uno de los niños, esto les causo gracia a ambas, de repente timbra el celular de Susana:

-         Hola Tino

-         Hola corazón, ¿como estas?

-         Bien, descansando un poco

-         Susana llamaba para preguntarte como te fue ayer, no le quedaste mal a la señora Eloísa cierto?

-         Claro que no, fui tarde, pero fui, llegue en la mañana a mi casa

-         Ok, así me gusta,

-         Pero sabes algo Tino, Eloísa se está poniendo un poco terca, insiste en lo mismo, creo que lo mejor es no verla en unos días

-         Bueno luego hablaremos de ese, cuídate, por cierto, hoy si puedes sacar libre.

-         En verdad, gracias, lo necesito jejeje

-         ¿Te regañaron?

-         No, solo que ayer había olvidado una cita importante, pero todo se soluciono

-         Lo siento, ¿por mí cierto?, perdóname

-         No te preocupes, ayer, lo único que me interesaba era encontrarte

Isabela le sonrió, se le acerco y la abrazo

-         Gracias amiga, te quiero

-         Bueno vámonos, tengo la noche libre jejeje

-         Jeje… está bien, recojamos todo

-         Susana, ¿quién es Eloísa?

Continuara…………………………………..