Un mes de esclavitud - Introducción
Perdí una apuesta con mi marido que me convirtió en su esclava por un mes...
Mi nombre es Cecilia, y mi idea es contarles, en cuentos cortos como fue mi mes de esclavitud. Todo comenzó aquella noche en la que, con mi marido, hicimos una apuesta; quien perdiera sería "esclavo del otro" sin objeciones durante un mes entero. Demás está decir que yo, segura de que ganaba, venía pensando en hacerle cocinar, lavar los platos, ocuparse de los niños y demás cuestiones domésticas. Per no gané, y así fue como me convertí en esclava, su esclava.
Quiero contarles que somos una pareja de aproximadamente 35 años y que, según él, yo soy una auténtica MILF. Soy alta, flaca, con tetas grandecitas (pero bien puestas). Reconozco que, durante toda mi vida, he sido un poco histérica. Siempre me gustó seducir, aunque admito que siempre me alcanzó eso y no necesitaba concretar para sentirme satisfecha.
Ahora, voy a contarles como fue el primer día… El, muy amablemente me invitó a tomar algo a un bar, era de noche, no muy tarde y el bar estaba muy bueno. Había bastante gente y las bebidas había que recogerlas en la barra.
Hermosa, hoy es el primer día de esclavitud… Espero que lo disfrutes
Lo voy a intentar - respondí yo y luego pregunté - ¿Qué tengo que hacer?
Por lo pronto, conseguí un trago para mí y pedite algo para tomar...
No tengo dinero, me dijiste que no hacía falta que traiga mi cartera
Fijate - me respondió con una sonrisa mientras señalaba la barra
No se bien porqué fui a la barra si sabía que no tenía dinero, un trato es un trato pensé… Saludé al barman al llegar a la barra
Hola, cómo estás?
Bien, te sirvo algo preciosa?
Ehhhhm. Dos daiquiris por favor… Pero tengo un solo problema… No tengo dinero…
Uh! Me dijo, y sacó un cartel plastificado de debajo de la barra
"PRIMER TRAGO GRATIS PARA TODAS LAS CHICAS QUE LE MUESTREN LAS TETAS AL BARMAN"
Ahí me di cuenta de que el próximo mes me la pasaría siendo una esclava sexual… En mi mente se mezclaban mis sentimientos más repulsivos, mi odio hacia mi marido junto con la más excitante calentura que había sentido en mi vida. Volví, hecha un trueno, hacia mi marido y le reclamé…
El barman está loco, quiere que le muestre las tetas para darme tragos gratis!!!!
Tenés plata?
No, si sabés que no!!! - seguía furiosa
Y bueno, arreglátelas. Y de pasó, volvé sin corpiño
Ahí fue cuando hice un click y decidí que, si tenía que ser su esclava sexual, lo sería; pero disfrutaría al máximo de lo que me toque hacer… Volví a la barra hecha una gata, miré fijo al pibe de la barra y en tono seductor le dije…
Por cada teta un trago, no?
Depende de las tetas, hermosa - me dijo
Decime vos - respondí mientras me desabotonaba la camisa
Vamos bien… Lindo corpiño…
Con la camisa abierta, me saqué el corpiño como hacemos las mujeres, por entre las mangas y quedé en tetas. El pibe me las miraba y los 4 o 5 tipos que estaban a mi alrededor también… Me las empecé a tasajear sola porque estaba muy caliente y tenía los pezones recontar duros…
Hermosas tetas, nena! - me gritó el pibe - me hizo dar una vuelta y luego me las tocó un poco con sus manos heladas de tocar hielo, la verdad es que ese movimiento me estremeció...
Qué te sirvo?
Dos daiquiris - dije.
Me abroché los botones, tomé los tragos y me volví hacia mi pareja. Reconozco que estaba súper caliente y que mi tanga estaba súper mojada. Le di su trago a mi marido y, excitada le pregunté
Ahora que? Ahora qué? Estoy muy caliente!! - Le dije al oído mientras le mordía suavemente el lóbulo de la oreja
Terminamos los tragos y vamos, tengo otros planes
Yo no podía más, estaba muy excitada, sentía que mi conchita pedía a gritos que le entren así que tomé rápido mi trago, para irnos. Salimos y nos subimos al auto, él en el asiento del conductor y yo en el del acompañante…
Estás caliente, no?
Si, muy! - respondí
Vas a ser obediente?
Si, muy! - volví a responder
Chupamela.
Ahora? Acá? Estás loco!
Dijiste que ibas a ser obediente, no?
Si pero…
Nada - me interrumpió - Chupamela…
La verdad es que estaba muy caliente y ya esa altura quería ver a donde me llevaba todo eso, así que le abrió los pantalones y saque su pija por ahí. Estaba toda como babeada y me dio un poco de asquete, pero no me importó, se la empecé a chupar, lenguita por los costados, la cabeza adentro, mucha baba, garganta profunda. No sé en que momento arrancó el auto, lo que sé es que se la estuve chupando mientras manejaba por como 10 minutos hasta que entramos en un telo…
No pares hasta que estacione
OK - le dije que como pude ya que tenía la boca llena
Finalmente estacionamos y entramos a la habitación
Te quiero en bolas y en cuatro
Si - dije, y me desvestí esperando ser cogida de inmediato
Epa! Estás toda mojadita!
Si, cogeme, cogeme! - gritaba mientras subía más y más el culo y le ofrecía mi conchita jugosa
Seguro! - exclamó - Preparate el culito
Qué?
Que te prepares el culito, te voy a romper toda la cola y quiero que te prepares para eso.
Yo no sabia que hacer, siempre había querido que me hagan la cola y esa era mi oportunidad de que me la hagan, pero sin pedirlo. No tenía pistas de qué era prepararse… Así que improvisé un poco y empecé como a pajearme, pero por la cola, hacía círculos, me metía un poco un dedo, lo sacaba, volvía a hacer círculos y cada vez estaba más caliente
- Pajeate si querés - escucho que me dice
Y ahí mismo empecé a pajearme mientras me dilataba un poco el agujerito cuando sentí que me corrió una de las manos y empezó a empujar con la punta de la verga (no conozco muchas, por ahora, pero esta parece que es bastante gruesa). Yo no sabía si lo que sentía era dolor, placer o las dos cosas, pero no me importó. De pronto me estaban haciendo la cola, me estaba pajeando y encima me estaban tocando las tetas con mucha fuerza…
Tuve como mil orgasmos, como nunca antes en mi vida y de pronto siento que me saca la pija del orto y me dice
Date vuelta
Si, para qué?
Mirame.
Para qué? - pregunté tontamente mientras lo miraba de abajo para arriba
Para tragarte todo
No, para!
No qué? Acaso no la pasaste bien hasta ahora
Si - respondí mientras por dentro entendía que él tenía un argumento
Dale, abrí que me vengo!!!!
Si, papi, acá tenés mi boquita, mi boquita de putita que quiere lechita, me das lechita? - nunca había dicho algo así, por lo que no sabía el efecto que eso causa en los hombres. Se le transformó la cara. Y me soltó toda la leche en la boca, pude tragar un poco, aunque no todo, porque era mucho y reconozco que me gustó… Y mucho.
Seguimos cogiendo un poco más esa noche en donde me habían pasado muchas cosas por primera vez y todas me habían enloquecido. Y eso que era el primer día de servicio, por lo que me fui a dormir pensando en qué sería lo que iba a venir. Espero poder contares pronto.