Un mes de esclavitud - 2da parte - Recepcionista
Mi marido me pone de recepcionista en su juego de cartas donde hay un increíble premio para el ganador del sorteo
Como ya les dije en relatos anteriores, había ya decidido disfrutar al máximo posible mi mes de esclavitud. Aunque no tenía claro para nada qué era lo que me esperaba y estaba empezando a conocer las más recónditas fantasías de mi marido que, en una sola noche, ya me había hecho mostrar las tetas en el bar, me hizo la colita y me dio de tragar toda su flechita. También me dijo que durante todo el mes tenía que estar perfectamente depilada en mi conchita (no pelada si no quería pero bien "prolijita" me aclaró).
Pero no importa, mejor les cuento…
Hoy vienen unos amigos a casa, tenemos mesa de juegos - me dijo
OK
Y vos vas a ser la secretaria
Bueno, no hay problema
Mientras él servía la picada en la mesa para cuando llegaran me dijo:
- Encima de la cama está la ropa que tenés que usar, te cambias? Ellos llegan en media hora - me indicó
Me fui al cuarto y para mi sorpresa sólo encontré una tanta negra colaless, unas botas negras que me llegaban hasta la rodilla y maquillaje negro:
Amor, me parece que te olvidaste de prepara la ropa - le dije inocentemente
No
Pero acá sólo veo ropa interior, calzado y maquillaje - insistí
Está bien, esa es tu ropa
Qué? Y mi vestido?
Eso es todo, nada más…
No hizo falta que me diga más nada, entendí que, muy a mi pesar, debería atender a todos esos zánganos con mis tetas al aire y con mi cola al viento. Después de unos minutos de furia decidí que no era tan grave, que siempre había querido hacer topless en la playa y que esto no era tan distinto, así que me vestí (ja), me acomodé la tanguita (me quedaba muy linda), las botas y me maquillé con los ojos bien delineados en negro, las uñas negras también y los labios oscuros. Estaba hecha una gata o una perra, típico de los afiches de clubes de strippers.
Qué linda que estás!
Gracias - dije con un tono que ni me imaginaba, estaba súper gatuna…
Ahora cuando llegan los muchachos tenés que recibirlos, darles un número, cobrarles $200, acompañarlos a sentarse y servirles algo de tomar
OK, cuantos son?
Cinco
Sonó el timbre y era el primero de los muchachos. Me fastidié un poco al darme cuenta de que nos conocíamos, pero ya no podía hacer nada…
Qué linda estás Cecilia - me dijo
Gracias, acá tenés tu número
Genial - dijo y me dio los $200
Vení, te acompaño a la mesa - le ofrecí y me di cuenta que el pajero decidió caminar detrás mío para mirarme la cola
Cuando llegamos a la mesa lo hice sentar y le pregunté si tomaba cerveza o gaseosa, así le traía para tomar. Noté que sentado le quedaba la cara a la altura de mis tetas, desnudas y el muy pajero no podía parar de mirármelas. Así que cuando le llevé su cerveza me agaché un poco sobre la mesa para que las vea más de cerca como colgaban…
Y así fueron llegando los demás, todos conocidos. Todos me miraban mucho las tetas, la cola y me hacían comentarios muy calientes. Inclusive uno de ellos me palmeó la cola en una caminata.
Por fin estaban todos sentados en la mesa. Yo parada al lado, en tanta y tetas, súper caliente y mi marido dice:
Ya saben las reglas… La señora se mira y no se toca. Si quieren algo le piden, así no nos tenemos que levantar. OK?
Y qué sorteamos hoy - preguntó uno de ellos - va a ser difícil que puedas superar el regalo de la semana pasada en la casa de Juancho
Al que gana el sorteo, la señora le va a chupar la pija en el sillón
Escuché bien? pensé… No puede ser. Está en pedo! Y me puse muy colorada… Como podía pretender que se la chupe a alguien que no conozco… Ni loca! Pero nada podía hacer, y eran $1000 por un pete… Mientras pensaba en todo escuché que seguían hablando, así que volví a prestar atención a la charla..
Te pasaste! - dijo uno
Ojalá gane yo - dijo otro
No sabes como te va a gustar esta verga - me dijo uno mirando a los ojos
$200 por un pete de tu esposa, barato! - dijo otro que luego agregó - tengo $1000 más en el bolsillo, no me entrega el culito por esa plata?
Todo fue risas y yo empecé a pensar en quien prefería que sea el ganador, había un amigo que siempre me gustó… Otro que tenía rico aroma a perfume y los otros que no me gustaban para nada… Debo haberme excitado pensando, porque tenía la tanguita mojada, bastante mojada!
La noche siguió su curso, yo llevando y trayendo bebidas, con las tetas al aire y los babosos mirándome la cola cuando me iba… Ya me había gustado el personaje y contoneaba tanto a la entrada como a la salida, les acercaba las tetas, les tocaba las fichas y hasta en un momento me senté encima de las rodillas de uno en medio de una broma… Y, de pronto, llegó el momento… Mi marido puso todos los números en una bolsa, loas agitó y sacó el del ganador: para mi alegría era el más bonito de todos…
Pasá, sentáte en el sillón - le dijo mi esposo; el flaco se sentó y puso los brazos abiertos, sobre el respaldo
Acá tenés - me dijo a mí alcanzándome un almohadón que rápidamente entendí que era para ponerme de rodillas en el piso.
Debo reconocer que se me paró el corazón por un rato, no podía creer lo que estaba sucediendo, para nada. Estaba excitada y asustada al mismo tiempo. Me arrodillé sobre el almohadón. Respiré hondo. Y le desabroché el cinturón. Luego abrí su cierre y le toqué la verga por encima del calzón. Finalmente la saqué e hinqué mi cuerpo, dejando expuesto mi culito con su tanga negra. Y empecé a escuchar como los amigos empezaban a cuchichear
Qué lindo culito! - dijo uno
Agachate más - dijo otro y me empujó la nunca
Falta mucho? - me preguntó el que estaba sentado en el sillón
Volví a respirar hondo, conté hasta tres y empecé… Un poquito la cabeza, le pasaba la lengua, masacraba los huevos con mi mano, luego lengüita por el tronco y empecé a escuchar gemidos de placer… Me fui calentando cada vez… Ya no estaba más asustaba, pero muy excitada; estaba siendo muy puta y eso me gustaba…
Lo estoy haciendo bien? - pregunté entre gemidos
Si, seguí, seguí - me dijo
Y nadie va a atender mi conchita? - pregunté super excitada
Como nadie respondía, miré fijo a uno de los chicos y le dije:
- Vos, metete los deditos, dale
Ahí mismo me empezaron a pajear, así que estaba peteando y siendo masturbada a la misma vez… Estaba en el cielo, cuando noté que el que me tocaba se sacaba la pija del pantalón
Qué? Me vas coger? - le dije
Si! - me respodió - te molesta?
No! Pero abrigare y son $500, eh? - no podía creer lo que estaba haciendo… estaba siendo una auténtica puta y encima ahora estaba poniendo yo misma una tarifa a mi cuerpo
Bueno - dijo él, se puso un preservativo, me corrió el hilo y me la metió hasta el fondo de un saque (cosa obvio con lo mojada que estaba a esa altura)
El resto que va a querer? - pregunté mirando fijo a mi marido que estaba a punto de reventar y espera a ver que me pedían mientras no paraba de chuparla y de ser cogida a la vez.
Como nadie respondía, los miré y dije:
Para vos tengo una turca con estas tetotas, la querés? - dije mientras dejaba de chupar un poco y me las agarraba con las manos - y para vos, el culito, OK?
Si! - gritaron los dos
Ya saben, $500 cada uno y vos bien abrigadito, eh?
Y faltamos nosotros - dijo el quinto señalándose a él mismo y a mi marido
Ustedes - pensé un rato, ya que no tenía más agujeros disponibles - esperen un poquito. Mi marido no va a tener nada hoy, estoy ocupada, pero vos, preparare y pasa por caja.
La seguí chupando hasta que sentí los sonidos guturales del que estaba en el sillón, así que la solté y le clave una paja de unos segundos hasta que empezó a soltar toda su lechita, que por suerte no me fue a parar a la cara. En ese momento, el que estaba por mi espalda acabó adentro mío mientras yo explotaba de placer (y eso que tenía el forro puesto).
- Que pasen los que siguen - dije en tono burlón y acosté en el sillón al que me iba a dar por la cola, me saqué la bombachita y - Chupamela un poquito - le dije y le acerque mi agujerito a la boca
Cuando lo tenia por fin lubricado, me senté encima de su verga y empujé hacía abajo hasta que me entró toda y empecé un fuertísimo mete y saca. Era el momento de, mientras, hacerle la turca que había prometido al otro…
- Vení - le dije - apoyamela!
Me tiró un aceite en las tetas que me encantó, aunque no sé cuando lo trajeron, me las masajeó con fuerza y puso si pija dura entre mis tetas y me las empezó a coger
La mia te la vas a tragar, no? - me dijo
No, a él se la voy a tragar - y señalé al que todavía le debía algo - Vení, traemela para acá
En ese momento estaba siendo taladrada por el culo y me encantaba, frotada en las tetas y me estremecía y tenía una pija en la mano a la cual estaba pajeando a lo loca. Estaba tan excitada que no ví venir el primer lechazo en el medio de mis tetas… Y cuando todavía estaba saliendo de mi asombro, al que estaba pajeando me agarra de la cabeza y me dice:
Ahí voy!
Dale, damela toda, toda la lechita! - redoblé la apuesta
Y ahí mismo me acabaron en la boca, era tanta que no la pude sostener y se volcó un poquito en el sillón… Tragué como pude lo que tenia adentro, lo miré a los ojos y le dije:
- Eso era para mi, no? - señalando las gotas en el sillón
Y, ante la incrédula mirada de todos, las chupé con la punta de mi lengua… Y justo sentí que el que me estaba dejando el culo todo roto acababa dentro mío llenando el forro….
Me levanté como pude, había hecho acabar a cinco en 1 hora, mi récord con mi marido habían dos suyos… Me despedí, desnunda, de los muchachos:
- Vuelvan cuando quieran - les dije, agarré los $2500 y me fui para el fondo, a bañarme un poco
A los 15 minutos, cuando ya tenia puesto mi camisón, apareció mi marido
Vas bien? - preguntó
Te parece? No? - redoblé
Contestame lo que te pregunto - me dijo, serio - no te olvides que sos mi esclava por muchos días más
Si, me gustó - dije - me encantó. Aunque ahora me duele un poco la colita
Colita? Ese culo todo roto que tenés ya no es una colita - me dijo y se rió
Vos vas a querer algo esta noche? - le pregunté, complaciente, después de que me cogieran cinco tipos distintos y él no
No, por hoy ya está
Y se fue, calculo, que hacerse una paja al baño, como muchas veces lo hace.
Yo no podía dormir, estaba súper excitada y repensando todo lo que había hecho. No creía lo puta que había sido y no podía parar de pensar en lo próximo que vendría