Un médico acomedido

Acapulco me brindó nuevamente una deliciosa experiencia de sexo entre hombres en mi propia habitación y.... con el médico del hotel.

UN MÉDICO ACOMEDIDO

En mi reciente viaje de vacaciones a Acapulco, llegué al hotel de costumbre, hice mis paseos de rutina, disfruté viendo la bahía desde el paracaídas, hice algunos "rondines" por bares, salones de baile, "antros" y todos esos sitios donde se puede recrear la pupila.

Por cierto, en el PICANTE y en el DEMAS tuve oportunidad de ver y tocar enormes vergas de los streapers que excitan a los parroquianos ávidos de algo "fuerte"... Dado que eso no se veía en mi época de juventud, sí llegué a sorprenderme, primero por las dimensiones descomunales de las hermosas vergas que estaban al alcance de mis ojos y de mis manos, pero luego por la consistencia y el teimpo que mantenían la erección. Inocente de mí no sabía que estos individuos, o se drogan, o se inyectan y además se colocan anillos que les comprimen los huevos y la base del pene. De todos modos, dejando de lado lo denigrante que es exhibirse de ese modo como presas de cacería, no deja de ser emocionante.

El asunto que me ocupa es que yo iba con un amigo que no comparte mis preferencias y en momentos dados, cada quien sale por su lado. Él hizo un viaje a Taxco por dos días y en vista de que a pesar de ver tantos hombres interesantes, apetecibles y mamables, yo estaba al cuarto día como había llegado, es decir, no había tenido ninguna oportunidad de coger, ni mamar ni ser cogido..... lo necesitaba.

Ver tantos bultos y nalgas apetecibles en la alberca, en la playa, en la calle acabó por despertarme cada vez más la necesidad de sexo y entonces indeé una estratagema, dado que ya conozco a gran parte del personal del hotel, que aunque es muy grande y concurrido, me ofrecen un servicio preferencial.

Tomé el teléfono y pedi comunicación al servicio médico. Cuando tuve a la recepcionista del otro lado de la línea le dije mi habitación y la necesidad de una revisión médica a causa de un fortísimo dolor de espalda que no me permitía ponerme en pie. Me indicó que en menos de diez minutos estaría conmigo el doctor.

Así fue. El médico del hotel me visitó en mi habitación. Se trata de un hombre altísimo, lampiño, bien formado, usa gafas con arillo de metal, huele sensacional a colonia cara, vistiendo su alba bata se veía bastante guapo, estaba como para comérselo por todos lados.

Me preguntó por el área dolida.... le indiqué (falsamente) la parte baja de la espalda.... solícito, me ayudó a volverme sobre mi pecho.... al hacerlo, yo me quejaba y él me pedía tranquilidad, me decía que esa molestia iba a ceder de inmediato, que debía ser algo de origen muscular y quizá con un buen masaje sería suficiente. Al ayudarme, su mano izquierda me tomó por las nalgas y yo sentí delicioso....

Estuvo tocándome con un tacto tan suave y enérgico a la vez, que sentí que mi verga aprisionada se ponía dura, coloqué mis brazos a los costados y al hacerlo, mi mano derecha rozó el paquete del médico....... ¡Dios!, era un paquete enorme, consistente, creo que hasta identifiqué el área del glande...... todavía no tenía erección.

Me pidió que con mucho cuidado me volviera y le dije que sentía mucho dolor, entonces de nuevo se prestó a ayudarme y fue cuando dí la cara que advirtió mi erección. Sonrió complaciente y dijo: "Vaya, vaya, mi paciente está muy alterado". Yo le dije que sentía pena y me contestó: "Nada de eso, mire cómo me he puesto yo con sólo tocarlo.".... y me mostró su impactante bulto.

Acto seguido me dijo que al hacer el reconocimiento del área que me aquejaba, se dio cuenta que no había ningún problema, y que al verme con la verga dura descubrió que yo lo que buscaba era calentarlo, pero que eso tenía remedio. Se dirigió a la puerta y puso el cerrojo, corrió las cortinas, vino al borde de la cama y empezó a desnudarse.... yo estaba casi temblando de la impresión, no creí que mi estrategia funcionara a tal grado.

Mi acomedido médico bajó su pantalón y se advirtió un boxer rojo de seda, mojado de la parte frontal, en el área de la cabezota de su verga...... ésta apareció como si la hubiera llamado, por la abertura frontal y casi me conmociono: Fácilmente le medía unos 22 cm. sumamente gorda, sin circuncidar, cabezona y goteaba placer....... mi propia verga empezó a fluir y a darme golpes en el pubis.....

Tiernamente se recostó a mi lado, me empezó a cubrir de besos y yo a corresponderle, me pidió que permaneciera quieto, que el reconocimiento lo haría él porque yo era su paciente. Sus labios recorrieron mi cara, mis orejas, cuello, hombros, pecho, lamió mis peludas tetillas, siguió por la barriga, se detuvo en el ombligo y para ese momento yo estaba ardiendo....abrió su boca, subió y bajó mi prepucio con infinita maestría y mucha ternura, luego giró su lengua alrededor de la cabeza y finalmente engulló todo mi pedazo mientras gemía de gusto, en tanto que yo, me convulsionaba.

Siguió con mis huevos, los lamió delicadamente, luego metió a su boca primero uno y luego el otro.... bajó por mis piernas, llegó a mis pies y chupó uno a uno mis dedos y lamió la planta de mis pies, ágilmente me giró, siguió su camino de regreso hasta llegar a mis nalgas, las lamió, las beso, me las abrió y luego su lengua diestra empezó a jugar en mi culo, yo me arrodillé en la cama y me sostuve sobre mis codos, él me llenó el agujero de saliva, se retiró, tomó de su maletín un tubo de K-Y, y sin pedir permiso, me lubricó el culo y de un solo golpe me dejó ir al intestino aquella enorme verga...... me contuve para evitar un grito de dolor, pero con la misma destreza que posee empezó a bombear en pequeños retrocesos y avances hasta que mi culo se acostumbró a su presencia.....

Me hizo soltar toda mi carga de mecos.....y en el momento en que yo me vaciaba sentí potentes trallazos de su propia leche dentro de mí..... se fue apoyando sobre mí, yo tomé mi posición horizontal, permanecimos así quizá unos veinte minutos y su verga no bajaba su dureza..... de pronto, me empezó a lamer y resoplar en las orejas y de nuevo me moví, retomé la posición de penetración y volvió a cogerme deliciosamente........

Al terminar, nos duchamos, le di una rica mamada en el baño y se corrió abundantemente en mi boca, pero apenas terminó, se arrodilló y me devolvió el favor. Fue una experiencia más allá de lo imaginado.

Dijo que debía retirarse, pero que si seguían las molestias no dudara en llamarle. Obvio que volví a solicitar sus servicios médicos y dos noches más tarde, me invitó a una fiesta y allí me presentó a otro doctor.

Lo que compartimos entre los tres, es motivo de otro relato

Como siempre, espero sus comentarios en

Hermes_2003@hotmail.com

AGRADEZCO A TODAS LAS PERSONAS QUE AMABLEMENTE HAN VALORADO MIS RELATOS Y EN OCASIONES ME HAN LLEVADO A LOS PRIMEROS LUGARES. QUE ESTÉN BIEN.