Un matrimonio muy amigo
Como a travez de nuestra amistad concretamos nuestras fantacias maximas.
Hola soy javier, tengo 30 años y estoy casado con Noelia. Mi esposa es una mujer delgada de 29 años con unas tetas pequeñas y unos pezones muy puntiagudos y grandes, de esos que al ponerse mimosa se tornan muy duros y erectos. Ella que es bastante caliente en la intimidad se los pellizca cuando estamos cogiendo. Es una chica que chilla como una puta.
Tiene Noelia mi mujer además un culito muy durito y una concha que te aprisiona la pija cuando se la metes y como el roce es muy grande te lleva a acavar rápido, esto lo aprovecha la muy guacha para pedir que le coma la concha y sobre todo que le introduzca la lengua en la vagina y así volverse loca. Le gusta muchisimo que juegue además con los pelos del pubis y roce mi pija en ellos ya que los tiene cortitos.
Tenemos unos amigos de esos que todas las parejas tienen, los mejores , con los que hemos pasado multitud de vacaciones juntos, Carlos y Melisa (Meli). Con ellos tenemos bastante confianza y solemos vernos muy a menudo para charlar, jugar a juegos de mesa y pasárnoslo bien viendo alguna película. De vez en cuando alguna porno aunque a nuestras mujeres no les hace mucha gracia.
En muchas ocasiones nuestras conversaciones derivan en el sexo haciendo multitud de bromas y comentarios de cómo nos lo hacemos respectivamente. De igual forma en algunas ocasiones hemos jugado a juegos eroticos como el estreappoker tanto en nuestra casa como incluso en el coche, pero a lo que mas habíamos llegado era a desnudarnos completamente y algún fugaz beso como prenda.
Una noche fuimos a casa de Carlos y Meli. Después de tomarnos bastantes copas de Tequila estábamos todos un poco achispados, sobre todo Meli y Noelia. Carlos propuso jugar a una partida de tute en la que iríamos de parejas el y yo por una parte y Meli y Noelia por otra. Acordamos de que cada vez que perdiera alguna pareja debería quitarse una prenda de vestir. Noelia en una chica rellenita con una cara preciosa ya que fue modelo de revistas de unos 27 años y con unas tetas grandes que quitan el hipo. Tiene unos pezones que algunas veces que jugamos al estreepoker se los había visto, pequeños pero que se adivinaban duros. Carlos es un tipo que definimos como de 30 años, con una gran pija muy grande, mas que la mía. Lo digo porque lo he visto orinar..
La partida discurrió entre risas y bromas. Yo estaba como loco por ver a Meli quitarse la ropa. En nuestros momentos íntimos Noelia y yo habíamos comentado la anatomía de nuestros amigos pero sin llegar a mas. Yo por mi parte deseaba a Meli de una forma brutal, muchas veces me había masturbado pensando en los breves momentos que la vi desnuda.
Una vez desnudos todos, yo con la pija muy tiesa y tapándomela un poco Meli comento
-Bueno y ahora que?
Mi verga parecía que iba a reventar. Cuando me dirigía a mi sitio comprobé que los ojos de Meli estaban posados en ella. Aquello me gustó. Miré a Carlos que estaba embobado con Noelia y aquella fue la ocasión propicia para mis planes y decidí jugármela.
-Con tu permiso, le dije a Carlos y me puse al lado de Meli.
Mi pija quedaba a la altura de su cabeza, ella giró y no lo dudó, agarró mi erecta pija con una mano y empezó a acariciarla. Era genial, Noelia y Carlos miraban la escena perplejos, sin decir nada.
Meli entonces la agarró firmemente y la dirigió a su boca. Aquello fue maravilloso, la dejé que fuera ella quien marcara el ritmo. Lo hacía muy bien.
Ella con mi bastón en su boca cerraba sus ojitos y se la clavaba profundo hasta la garganta. Su ceño se fruncía en señal de que le dolía cada vez que llegaba hasta el fondo, y para aumentar el morbo en ese momento ella lo miraba a Carlos su marido que estaba extasiado viendo la escena de cómo su señora esposa se comía otra pija.
Yo estaba en el séptimo cielo con los ojos cerrados y temblando con cada caricia suya, era alucinante, yo me deje hacer saboreando cada una de sus embestidas, ella cada vez mas rozaba su concha en mi pierna mientras me llenaba de saliva la pija y me la meneaba muy despacio, volví la cabeza y vi a mi mujer que en esos momentos estaba mirándonos con la pija de Carlos en la mano masturbándolo. Con la mano libre la alargo hacia mi y me acaricio en pecho dado su aceptación y pidiendo la mía . Yo le acaricie la mano como gesto de aceptación. Un poco después acabaron las canciones y las dos chicas se incorporaron.
Noelia se acercó al oído de Carlos y le dijo algo a lo que Carlos reacciono agarrando a Noelia de la mano y llevándosela al otro rincón de la habitación.
Mire a Carlos y le dije yo me voy a coger a tu esposa. A lo que secamente respondió, dale.
Cuando me quede con Meli me tire literalmente a ella. La bese en la boca introduciéndole la lengua hasta las anginas. Era alucinante.
Ella miro a su marido y le dijo, Carlos, Javier me esta por coger, me la va a meter.
Meli empezó a gemir como una posesa en mi oído. Baje mi boca hasta su concha y le lamí todo el clítoris introduciéndole la lengua en la vagina. Estaba chorreando por toda la entrepierna. Miro a su marido que a ese momento le estaba chupando la concha a mi mujer y le dijo, mírame Carlos , mira colmo me chupa. Se aferró a mi pija meneándola sin descanso. Tuve que decirle que parara un poco que me iba a correr demasiado pronto y quería disfrutar mas. Pero era inútil estaba como loca y comenzó una mamada de impresión. Girándose comenzamos un 69 de locura. Aunque tengo una pija de generosas proporciones se la tragaba hasta la garganta diciéndome
-Siempre he deseado esto
Comeme bien la concha hijo de puta que seguro que Carlos se la esta comiendo a tu mujer.
Al poco tiempo sin poder aguantar mas la gire de nuevo y le metí la pija en su caliente concha
¡¡Hijo de puta que gusto me das, metemela mas fuerte papito.
Quiero sentir como me golpean tus huevos contra mi concha.
La cogía con firmeza y rítmicamente. Empezó a gemir y rompió el silencio. Ví como Carlos dejó de prestar atención a Mi esposa Noelia y miraba como yo me garchaba a su mujer. Le dije Carlos mira como goza tu esposa, ¿te gusta?.
Mi esposa viendo como me cogia a su amiga, completamente excitada se acercó a Carlos, se puso de rodillas delante suyo y empezó a mamársela como solo ella sabe hacerlo. Moviendo rápido adentro y afuera la verga, retorciendo su lengua sobre el glande y luego introduciéndose toda la estaca hasta la raíz, o por lo menos tratando de hacerlo. Él le tomó pronto el ritmo, le agarro la cabeza a mi esposa por los pelos como a una yegua y empezó a empujar y retirar al mismo tiempo que ella haciendo cada vez mas profundos los empujones de su enorme aparato y pronto ella pudo aceptarlo completamente. Sosteniéndola de la cabeza él empezó a cogérsela por su garganta. Mi esposa se atragantaba con esa pija. La vi que abrió enormemente los ojos, me miro como pidiendo auxilio y trató de echarse hacia atrás, pero Carlos la dominaba por completo a mi esposa, la sostuvo firme y empujó su verga en la garganta de mi esposa y empezó a descargar la leche de sus huevos que era abundante.
Vi como los músculos del trasero de Carlos y los de sus piernas se tensaron y empujó mas profundamente hasta que su vello púbico estaba aplastado contra los labios de mi mujer y empezó a sacudirse. Los ojos de Norma continuaban muy abiertos y la vi tragar y tragar su semen.
Y Meli con ojos y expresión de puta le dice a su marido "mira como me cogen mi amor, Javier me va a echar la leche" y dicho esto me abraza con sus piernas.
Lléname bien , mi macho y embarázame toda toda.
Mientras yo no me podía aguantar más y creo que Meli se había corrido ya, pero me daba igual. Mientras mi esposa se la rechupaba a Carlos yo lo mire a el y le dije "le voy a echar la leche a tu mujer" y eyaculé dentro de su concha y permanecí dentro moviéndome despacio y disfrutando del momento. .
Entonces volví a la realidad. No me había fijado que Carlos se estaba por coger a mi mujer Noelia. Me acerque a ella para ayudarla. Ella gimió y levantó su cara hacia mí y mirándome con sus ojos cargados en una mezcla de lujuria me dijo
Me esta entrando, me va a cogeeeeer mi vida.
Sí, contesté secamente. Levantale las piernas así el te puede hacer una penetración completa, y abrázalo fuerte.
Una mezcla de odio, amor , excitación incomparable , morbo y celos se apoderó de mi. Estaba entregando a la mujer que amaba, con la cual gozaba como nunca había gozado, a un amigo.
Bajé mis dedos cerca de su concha y sentí la pija de Carlos intentando entrar. Le agarre la pija a Carlos para ponerla en la entrada de la concha de mi mujer. Ya era inevitable. La penetración daría comienzo.
-La sentís le pregunté
Sí, mi amor, esta adentro ahhhhhhhhhhhhhhhh. Ella se movió para que la penetración fuera completa.
Me comenzó a besar desesperadamente y yo sentí con mis dedos la dureza de esa pija de Carlos que estaba toda adentro de mi esposa.
Me estaaaa cogiendo ahhhh,, me entregaste decía mientras entraba su lengua en mi boca.
Es enooorme la siento y me va a perforar hasta la panza, decía
Ella estaba con las piernas bien abiertas recibiendo las brutales embestidas de la pija de Carlos. Y le decía a el, lléname bien, quiero sentir tu leche, embarazame hijo de puta. Y yo miraba su carita de placer, esos ojitos cerrados recibiendo las embestidas. Aunque en un momento los abrió para decirme, "me esta cogiendo otro hombre y me gusta".
Y me pregunto, ¿te gusta como me cogen?. No sabia que decir estaba con celos pero excitadísimo. Carlos la dio vuelta y con el pedazo de pija que tiene se la clavo de un saque en su concha desde atrás. Norma con cada embestida ponía carita de dolor y placer. Se notaba que se la estaban cogiendo completamente. - Culeame, culeame..., por favor, te quiero dentro de mí, quiero que me perfores hasta el fondo y que me tires como nunca antes lo han hecho. Demonios, nunca había visto algo tan excitante, pero mi cara ardía y la verga me dolía. Acababa de ver a mi esposa mamarle la verga a otro hombre y ahora él acababa de cogérsela a conciencia
Mis oídos no creían lo que estaban escuchando. Mi mujer estaba rogando que se la tirasen la leche , que otro la embarazara. Mi esposa no daba más, parecía que la garganta se le iba a salir, sólo la había escuchado gritar así cuando nos peleamos, gritaba como si la estuvieran matando pero de placer, parecía una tigresa.
Cuando lo ví detrás de ella clavándosela hasta el fondo me dieron ganas de gritar, de celos pero aquella imagen hizo que mi pija volviera a reaccionar y no lo dudé. Me acerque a Meli y sin tiempo a dejarla reaccionar decidí metersela en el culo, sin preámbulos.
Hay Carlos, me van a estrenar el orto, mi vida Javier me van a desvirgar el culo. Y Carlos me dice, "vos partile el orto a mi mujer que yo se lo parto a la tuya". Y en ese instante le dice a Norma , "te estoy llenando la vagina de mi leche, puta te estoy llenando, haaaa...." El culo de Carlos se contraia rítmicamente en señal de que descargaba semen. El semen de mi amigo inundaba la insaciable y hambrienta vagina de mi amada esposa, y mezclado con los jugos de ella se derramaba por los pocos espacios libres sobre los testículos de mi amigo formando una película lubricante entre el sexo de ambos. Mientras, oía y notaba, como mi esposa se retorcía con el orgasmo que tenia.
Yo por mi parte la levanté a Meli ligeramente por las caderas y con cuidado le coloqué mi glande en la entrada de su ano ya lubricado, "esto te gustará más" le dije, entre sus dudas y deseo, empujé y pude sentir como el ano de Meli se dilataba para recibir mi glande dentro de él. Ella le dijo a su marido mirame Carlos mira como me rompen el culo, este macho me va a coger el culo mi vida. Y comence con la faena. Y entre gritos, lagrimas y gemidos decía "Me duele me duele " esperé un poco y comencé un leve movimiento sacando y metiendo el glande en el ano, cuando noté que ella estaba disfrutando apreté un poco más y le introduje más de la mitad de mi pija en su culo "segui, despacio, segui hijo de puta, rompeme el culo, que gusto segui ." Ya los movimientos eran sin control, tan pronto tenía la pija fuera de su culo como estaba entera dentro. Meli me tomaba del culo empujando hacia adentro.
Norma, mi mujer, al ver aquello, decidió probarlo con Carlos, se puso de espaldas a él, vi a Carlos que rapidamente preparaba y lubricaba con su leche el ano de Norma mi esposa. Cuando estuvo bien lubricado, se recostó sobre ella, puso una mano en sus senos y, con la otra, cogió el pelo de Norma y la agarró como si fuera un caballo y colocó el glande en su ano y de un solo golpe se la metió en su culo. Al parecer la penetró, porque mi esposa al dilatarse sus caderas soltó un grito de dolor mezclado con placer Haaaaayyyy. Ella puso sus manos hacia atrás, sobre las nalgas de Carlos, como para darle más potencia y profundidad en cada envestida. Había empezado a penetrar con fuerza y rapidez a Norma. Ella no paraba de gemir y gritar. Decia y se quejaba , "me duele, me duele". Luego gemía y esta vez, en vez de quejarse, lloraba pero de placer. Las lágrimas se le salían, pero pedía más. Se estaba corriendo una vez tras otra. Carlos miranome me dice con un suspiro "me corro " e inundó el culo de mi mujer con su esperma caliente. Nunca la había yo cogido tan completamente, tan fuerte, tan rápido, tan profundamente.
Yo ya no pude aguantar más y empecé a embestir a Meli con todas mis fuerzas, descargando en cada embestida todo el deseo contenido durante tanto tiempo. Sin duda era virgen por aquel agujero y costó que entrara, pero entró y se abrió camino por aquel angosto canal hasta que sus gritos de dolor se convirtieron en gritos de placer. Ella no paraba de gritar y gemir. Lo miraba a su esposo y le decía hayyyy.. queridooo... hayyyy... cielo me duele, me duele y me gusta, mira como me parten mi culo que ya no será tuyo . Y yo de escuchar lo que le decia a su marido, también descargué todo mi semen en el interior de Meli. Fue el mejor polvo de mi vida.
Nos quedamos un rato jadeando todos y al cabo de un rato ellas se fueron cada una a un baño. Detrás fuimos nosotros, esta vez cada uno con la suya. Estaba nervioso por la situación que se acababa de producir. Aunque yo sabía que me había tirado a Meli y que ella se había tirado a Carlos, hicimos como si nada, nos duchamos y salimos ya vestidos de la ducha. Fuera estaban Carlos y Meli sonrientes, por lo que deduje que ellos habían optado por la misma opción que nosotros. Nos despedimos y quedamos en vernos otro día.