Un maravilloso sueño
No pude dar rienda suelta ta sus deseos sexuales delante de su hijo, después viene lo qui viene
A primeras horas de una tarde de Mayo, en un lujoso chalet de la sierra de Madrid, dos cuerpos desnudos, se afanan por preparar el salón para un evento próximo a realizarse. De una parte, una mujer de 37 años, alta, moderadamente delgada, y bien proporcionada, con unos ojos azules, y una boca jugosa que completan una cara cuyos ángulos faciales son perfectos; una cuidada melena rubia, que cae sobre unos hombros blancos en cuya parte anterior luce unas tetas generosas, que se balancean al compás de los movimiento del cuerpo, y unas piernas largas, que terminan en unos moldeados y juntos muslos, sobre los que se alza una generosa mata de pelo rubio que oculta la deseada Rajita; su culo, prominente y redondo se muestra desafiante y perfecto. De otra parte un muchacho adolescente, 18 años, moreno, de complexión atlética debido a la natación, alto, y con un generoso pene de buen tamaño, circundado de azules venas que esta en erección debido a la mujer desnuda que tiene ante sí; el cuerpo del muchacho presenta el desarrollo muscular típico de los atletas.
Ambos en silencio colocan sillas, vasos, etc... La mujer RITA, se finge ajena a las erecciones del adolescente, pero esta continuamente espiándole a hurtadillas. El adolescente MARIO, esta pendiente de cada centímetro del cuerpo desnudo de la mujer, y su pene pasa de semi-erecto, a erecto a medida que se fija en cualquier detalle del cuerpo femenino que tiene enfrente. Rita rompe el silencio para indicar a Mario
-¡Mario ayúdame con la mesa!
Ambos cogen la mesa del salón y la desplazan hacia un lado dejando un buen espacio entre la citada mesa y un sofá tapizado en piel color tabaco, de los que a veces hacen servicio de cama; después sobre la mesa, Rita pone una toallitas de videt, unas botellas de licor, y algunas coca-colas. Acto seguido cogen un paño de seda rojo, y cubren el sofá en toda su extensión; A continuación, colocan por todo el salón distintas velas de olor a frutas, entre 25 y 30 velas en los distintos rincones del salón para que luego den una luz íntima. Mario mira con descaro la espalda desnuda de Rita encorvada sobre los distintos muebles, y como su culo forma una curva perfecta entre la espalda, y las largas piernas, a veces se pone por detrás para poder ver la deseada y obsesionante rajita. Acto seguido bajan las persianas para dejarlo todo en penumbra.
-Mario voy a darme el aceite perfumado en todo el cuerpo, ¿Te importa dármelo tú por la espalda?.
-Sabes que no, es más, me agrada.
Rita sale del salón en busca del citado aceite; Mario observa los pelos vaginales de Rita mientras se aleja, y su polla se levanta hasta rozar el ombligo, en ese instante siente un pinchazo en el capullo, y se lo acaricia con la mano calmando el dolor. Al instante vuelve Rita con el citado bálsamo, esparce una porción generosa sobre la palma de la mano, y comienza a extendérselo por el cuello, bajado a los hombros y los antebrazos. Mario observa como la piel de Rita va adquiriendo brillo y un perfume especial a medida que el aceite se va extendiendo por la epidermis; Rita baja su mano derecha sobre el pecho izquierdo, aplicando un masaje circular sobre toda la teta hasta llegar al pezón, el cual pellizca suavemente para que se ponga duro, y que así penetre el aceite en todos los poros; después hace lo mismo con la teta derecha, pero esta maniobra la hace muy lentamente, y sus tetas adquieren un brillo y un perfume que a Mario le esta volviendo loco; después baja su mano al vientre y comienza a extender el bálsamo desde el ombligo hacia fuera, hasta llegar a las ingles, pasa su mano suavemente por las caderas, contorneando sus hermosos muslos. En un momento se sienta sobre el borde de una silla, y levante su pierna derecha hasta el hombro, y comienza a extender el aceite desde el pie hasta el muslo, cuando llega arriba, separa totalmente la pierna para acceder a la cara interna del muslo, y al último rincón de esa parte de su cuerpo, en ese momento su mano izquierda toca los dorados pelos, y sus labios se separan ligeramente mostrando el tejido sonrosado que permanece oculto tras los labios mayores, Mario observa un fluido blanquecino que sale de la comisura inferior de los labios, y se desliza por el esfínter hasta depositar una minúscula gota en el tapizado de la silla; después hace lo mismo con su pierna derecha, con los mismos resultados. La polla de Mario está a punto de explotar ya que ese tejido sonrosado con su líquido blanquecino es lo más anhela.
-Mario ¿Me das el aceite por la espalda?
Mario coge la botella del aceite, y se acerca a Rita que le espera de pie, involuntariamente, la dura polla de Mario se introduce entre los glúteos de Rita, esta se separa con suavidad para evitar el contacto, Mario se percata del movimiento y comienza a darle el bálsamo por el cuello y la espalda, así mismo le cubre los brazos, y baja hasta los riñones, donde esparce una buena cantidad de aceite; se pone de rodillas, y comienza a extender el aceite sobre aquel perfecto culo, con calma, va penetrando entre los glúteos, y los comienzos de las nalgas, también le extiende sobre las caderas poniendo las dos manos sobre ambas. Rita separa las piernas y Mario comienzo a dar aceite sobre la parte trasera de la pierna, pero cuando está con la pierna derecha, pone su mano izquierda en la cara interior de la rodilla, y extiende hacia arriba su dedo índice, y lo va subiendo lentamente, mientras da el aceite, hasta llegar al coño de Rita, y con toda suavidad mete su dedo en la deseada rajita hasta segunda falange, observando lo húmedo y caliente que está. Rita acusa el acto, y con suavidad le corrige.
¿Mario...?
Rita se vuelve para mirar a Mario y en este momento, un borbotón de fluido seminal sale de la polla de Mario, y cae al suelo sin que el muchacho pueda evitarlo. Rita comprensiva coge una toallita de la mesa, y limpia el fluido del suelo, acercándosela a Mario para que se limpie la polla.
-¿Te has corrido Mario?.
-¡NO! Son solo fluidos, por todo el tiempo de incontinencia... -Es muy suave el interior de tu coño..... turgente, palpitante y muy cálido
Rita sienta a Mario en una silla, y ella se sienta sobre las rodillas del muchacho.
-Esa zona, es la más cálida y amable de nuestro cuerpo; a vosotros solo os llama la atención los pelos, y los labios mayores, pero cuando se traspasa esta barrera, aparece una piel caliente, húmeda, y sensible que invita a ser visitada; es la parte en la vosotros metéis vuestra polla sin consideración, a empujones, con violencia, a veces haciéndonos daño, sin pensar en lo delicada que es. Nosotras sentimos como vuestra polla va penetrando poco a poco, como nos va separando la carne interior, y como vuestro embolo caliente va entrando en nuestro cuerpo centímetro a centímetro, hasta que nos aprisionáis con vuestra caderas, y acabáis poseyendo todo nuestro chochito; y entonces solo podemos cerrar nuestros músculos vaginales alrededor de vuestra polla para abrazarla y darle la bienvenida al interior de nosotras mismas, ya que quedamos prisioneras de vuestra polla y de vuestro cuerpo. Luego cuando os corréis, el semen caliente nos llega hasta la garganta, nos abrasa el interior, y sentimos como se inunda nuestra rajita, hasta que se desborda y se sale corriendo por nuestros muslos; toda esa parte de nuestro cuerpo queda mojada de semen por dentro y por fuera, y ¿Sabes una cosa?...¡Es la sensación más maravillosa del mundo!
-Y ¿Sientes lo mismo cuando follas con papa?.
-Exactamente igual cariño. Por cierto Javier estará a punto de llegar. ¿Sabes si se quedará a dormir?.
-Creo que no, no le dejan en casa. Pero yo si podré dormir contigo como siempre ¿NO?
-Si respetas la norma SI. Ya sabes que el chochito de mama es zona prohibida, ya te dejo jugar con todo lo demás.
-Claro, y Javier si puede entrar en tu chochito ¿No?, pues es mi compañero de natación, y tiene mi misma edad.
-Si, pero no es mi hijo. (En este instante llaman a la puerta)
-Ponte un pantalón y ve a abrir mientras yo me pongo el conjunto negro que tanto le gusta. Es Javier, seguro
Mario se pone una bermuda que hace más evidente su erección y se dirige a la puerta, allí está Javier que se queda mirando el bulto del pantalón.
-¡Hola Mario!, buena polla, por lo que veo está todo preparado.
-Ven Javier quiero enseñarte unas cosas en el ordenador.
-Creo que tu madre me espera.
-Sígueme ella vendrá a la habitación.
A los pocos minutos, Rita aparece en la habitación con unas bragas tanga negras, y un salto de cama que le cubre apenas un dedo por debajo de las bragas; Sus tetas blancas se clarean a través del negro tul, con sus sonrosados pezones, y sus muslos presentan piel de gallina por la excitación del momento. Javier se queda atónito con el espectáculo, y Mario mira la polla de Javier que ya se ha levantado
Rita besa a Javier en la boca con violencia, y cojiéndole de la abultada polla se lo lleva al salón. Mario espera un rato a apagar el ordenador, y momentos después los sigue.
Al llegar al salón, Mario ve a Javier de rodillas ante el coño de Rita, Ya la ha quitado las bragas, y Rita permanece desnuda ante él. Javier, también desnudo, tiene su lengua hundida entre los pelos vaginales de Rita, y esta con la cabeza echada hacia a tras suspira jadeante. Mario mira la polla de su amigo, que se encuentra a tope, y recuerda cuando descubrió que su madre follaba con él; un día mientras esperaban a Rita, Mario inició un inocente juego con Javier, en un momento dado le ató las manos, le bajo los pantalones, y le hizo una formidable mamada, sacándole todo el semen, esperó uno minutos, y después le hizo una paja, vaciándole así del todo, dejó a Javier inútil de su polla por dos horas, cuando llegó Rita a casa, no pudo follar, y Javier le contó lo sucedido; Mario tuvo con su madre un disgusto mayúsculo, pero a consecuencia de esto, tubo de aceptar que Javier follara con su madre, y a cambio Rita aceptó que Mario estuviera presente en los encuentros, participando de algunos extras.
Pasados unos minutos, Rita separó la boca de Javier, y le hizo que se pusiese de pié, Javier apoyó el culo en el respaldo del sillón, quedando su polla en posición vertical, entonces Rita se puso a horcajadas sobre las caderas de Javier, y sujetó con una mano la dura polla del muchacho, mientras apoyaba la otra mano en el vientre del chico, para evitar los empujones de la excitación, y en esta postura se fue metiendo la polla de Javier poco a poco hasta que llegó un momento en que retiro la mano de vientre y se dejó caer sobre el duro cilindro, Javier acusó el golpe
-¡¡Rita mis huevos!!
-Tus huevos están llenos de semen cariño
Mario se acercó a Rita por la espalda, separó los glúteos de la mujer, e introdujo su polla entre ambos pegando literalmente su cuerpo al de ella, al tiempo deslizó sus brazos por debajo de los brazos femeninos, llegando hasta las tetas, las cuales acarició de la base al pezón pellizcando estos hasta ponerlos durísimos. Con su boca mordisqueaba la nuca de Rita al tiempo que con su lengua recorría toda columna vertebral de la mujer, Las tetas de Rita Pasaban paulatinamente de las manos de Mario a la boca de Javier, y cuando Javier hundía su boca Mario bajaba la mano entre los dos cuerpos hasta alcanzar el clítoris de Rita para estimularlo con los dedos. Rita presa del placer al sentirse ensartada por las dos pollas adolescentes gemía, y resoplaba con los ojos cerrados ausente de cualquier circunstancia externa. Así permanecieron largo rato, pasado el cual Javier hizo un movimiento extraño y su polla y se salió del interior de Rita, pero cuando iba a introducirla de nuevo.
-Espera Javier es la hora de Mario (le interrumpió Rita), a mi niño ya no le aguanta más su colita.
Rita se acercó a la mesa, y Javier se inclinó ante la polla de su amigo, y comenzó a besarle la cara interna de los muslos, mientras su mano se cerraba sobre el rojo capullo de Mario haciéndole un movimiento circular, pasado un rato Javier se metió en la boca el capullo de Mario; y Rita se acercó con un bote de gel a los muchachos. Apartó la boca de Javier y vertió sobre el capullo de Mario una buena porción de gel, comenzando a masturbar a su hijo. A los pocos minutos Mario en medio de unas tremendas convulsiones eyaculaba un enorme chorro de semen que se estampaba sobre la tripa de Rita cayendo sobre sus pelitos vaginales, el segundo chorro fue sobre la ingle izquierda, y el tercero entre sus muslos, después cayo desmadejado entre los brazos maternos, mientras Javier le acariciaba la espalda; Rita le besaba con ternura, mientras sujetaba la cada vez más flácida polla de su hijo.
Dejó a Mario, y se tumbó en el sillón, haciendo que Javier la introdujera su polla en la postura clásica, a los pocos minutos de movimiento, Rita entró en un violento orgasmo, cerro las piernas con violencia atrapando la polla del muchacho por la raíz, y arqueó el cuerpo hacia arriba sacudiendo en cuerpo de Javier, después se dejó caer sobre el sofá para volver a arquear el cuerpo de nuevo, y dejarse caer otra vez, repitió esta acción unas cinco veces, haciendo de Javier su pelele, atrapado por la polla. Cuando terminó, Javier también se había corrido,
-Rita un día me vas a arrancar la polla,( le dijo Javier sudoroso).
-¡No te preocupes!, tu polla es muy dura, además me gustaría tenerla dentro para siempre. (Mario les observaba desde los pies, y pudo ver como la flácida polla de su amigo abandonaba el claustro materno, y a la salida del descubierto capullo le seguía un borbotón de semen que fue a caer a la tela roja que cubría el sillón).
Se acercaron los tres a la mesa del salón y con sendas toallitas se limpiaron bien todos los fluidos, Rita salió a la cocina a buscar unos sanwich, y Mario aprovechó para chupar la polla de su amigo,
-Tu polla aun sabe a mi madre (le dijo Mario)
-Tu madre es muy especial, y su coño es el mejor manjar que he comido nunca, me encanta comérmelo y beberme todos sus jugos.
Llegó Rita con los alimentos y merendaron desnudos mientras hablaban del encuentro amoroso que acababan de sostener
-Yo siempre le digo a Mario que hay unas amigas mías que estarían dispuestas a follar con él, pero Mario no quiere.
-Es que de las de tu edad, el único coño que me gusta es el tuyo mama, y me fastidia bastante que quieras follar con Javier y con migo no.
-A mi también me gusta tu polla hijo, y follaría contigo muy a gusto si no fueras mi hijo. ¿Sabes?, me he hecho más de una paja pensando en ti, y siempre que pones tu polla en mi cuerpo me produces un escalofrío. Además tú ya sabes que yo te permito todo, todo menos follar.
-Para mí no hay otro chocho como el tuyo, y no me lo dejas...¡A este paso me voy a quedar virgen para siempre!.
Rita se acercó a Mario y le acarició la cabeza a modo de consuelo.
-No pequeño, follarás mucho, ya veras como es así
Mario cogió a su madre por las caderas, y acercó su boca al húmedo chochito, dándole un beso lleno de ternura. A Javier que presenciaba en silencio la conversación y la escena, se le levantó de nuevo la polla, incitando a Rita a un nuevo encuentro.
-¡Hay que ver como te ha puesto nuestro diálogo filial!, ven que calmo tus deseos, y de paso te bajo de nuevo esa maravillosa polla que tienes.
Rita se tumbó boca abajo en el sillón, y Javier se puso encima, introduciendo su polla en el coño de Rita; Mario acercó su polla a la boca de la mujer, que succionó el capullo del chico con autentica glotonería. A los pocos instantes, le sobrevino a Rita un segundo orgasmo, no tan violento como el primero, pero igual de intenso; instantes después era Javier el que se corría por segunda vez. Mario renuncio al orgasmo. Eran más de las once de la noche; Javier se vistió, se despidió de sus anfitriones y se marchó. Rita se puso un albornoz blanco sobre su cuerpo desnudo, Mario las ya mencionadas bermudas, y ambos cenaron algo ligero, después se acostaron, y cayeron en un profundo sueño.
A las tres de la madrugada, Mario se despertó, corrió las cortinas de la habitación permitiendo que la estancia quedara inundada de la blanca luz que una Luna llena regalaba a raudales, esta luz iluminaba la cama, y el cuerpo desnudo que dormía en ella, Mario se miró la erecta polla; con suavidad apartó las sabanas que cubrían el cuerpo, y admiró el deseado desnudo, comenzó a acariciar las tetas dormidas, que al contacto de sus dedos se pusieron tensas como cuerdas de guitarra, después bajó sus dedos al ombligo de Rita comenzando a acariciar su vientre, y tropezó con los rizos púbicos de la mujer, se metió el dedo corazón en la boca, ensalivándolo bien, y cuando lo tenia bien mojado, lo pasó de arriba abajo por la rajita vaginal, Rita Dormida, exhaló un profundo suspiro, y separó las piernas levemente, de ese modo Mario pudo llegar al término de la rajita. En uno de esos movimientos, se abrió el chochito de Rita, y el dedo de Mario se coló hasta el fondo; su chochito estaba empapado de fluidos y caliente, tanto que mojo la mano de Mario y se desbordó por la cara interna del muslo derecho de Rita, Mario acarició el clítoris duro como una piedra, y Rita Dormida juntó las piernas en un jadeante orgasmo. Después se dio la vuelta y se tumbo sobre el costado derecho, encogiendo las piernas en posición fetal. Mario en el silencio de la noche miraba con deseo la curva que hacia la espalda y aquel deseado culo, y al final de este, y entre las piernas, aparecía aquel chochito brillante por los fluidos. Por un impulso Mario dirigió su capullo a aquella zona, y sintió en la punta de este la raja materna, con un apretón de caderas consiguió meter algunos centímetros del capullo dentro, y otro empujón de Rita, Dormida, hizo que el capullo de Mario desapareciese entre los labios mayores; Mario esperó inmóvil, saboreando ese calor, y esa humedad ahora en su polla; a los pocos instantes, el chochito de Rita se llenaba de semen, desbordando las barreras naturales, y saltando hasta las mismas sábanas, Mario procuró no hacer ni el más mínimo ruido, mi el más mínimo movimiento. Después sacó su polla, y limpió con un pañuelo el chochito, las piernas y las sábanas, Rita Dormida. El también se durmió... A la mañana siguiente, cuando se despertó, Rita desnuda estaba mirando por la ventana, al percatarse que Mario ya estaba despierto, se acercó a la cama y se sentó en el borde.
-Hola cariño, ¿qué tal has dormido?, ¿sabes?, he tenido un sueño fantástico, he soñado que follaba con Javier, y creo que hasta me he corrido porque tengo todo el chochito lleno de fluidos resecos...¡Hay! la polla tu amiguito me va a matar a orgasmos, pero cuanto me gusta follar con él... ¡Bien! Me tengo que lavar, pero quiero que sepas que he tenido ¡UN MARAVILLOSO SUEÑO!, espero que tu también hayas descansado, después del trote de ayer.
Rita se marchó al cuarto de baño, y Mario desde la cama miró el cuerpo desnudo de su madre alejarse, y mientras admiraba aquel deseado cuerpo pensó... ¡EN VERDAD DORMIA...!