Un maduro para Jenny (Segunda Parte)

Jenny esta que no puede más...necesita los juegos de su vecino maduro en su coño.

Al dia siguiente del primer polvo con mi maduro vecino, mi marido Iñaki, volvío de uno de sus viajes de negocios con la intención de pasar varios dias de descanso antes de retormar su actividad.

Despues de la follada con mi vecino, todo el sexo con mi marido me parecia escaso y malo. Por mucho empeño que le ponía, no me quedaba más remedio que fingir mis orgasmos y terminar en el baño haciéndome un dedo, con la imaginación volando llevándome a los brazos de mi maduro.

Cuando llevaba una semana en este calvario de deseo lujurioso, el ver a mi vecino desde la ventana de mi cuarto se convirtio en una obsesión. El muy hijo de puta, hacia ruido al salir a su jardín para asegurarse de que yo me enterara y acudiera como una perra en celo a ver que migajas me ofrecia. Se exhibía ante mi sin ningún pudor y parecia darle dos cojones que mi marido pudiera sorprendernos. Daba igual que fuera de dia, salía desnudo, se tumbaba en su hamaca a tomar el sól, cogía una pequeña cantidad de aceite corporal de un bote en su mano y muy lentamente agarraba su mastil de carne comenzando a masturbarse mientras sonreía.

Ni que decir tiene que me faltaban dedos para pajearme. Tenía el clitoris totalmente enrojecido de tanta batalla que le daba. Empecé a ir sin bragas por casa, ya que no paraba de lubricar pensando en aquel cabrón que disfrutaba poniéndome como una cerda con ganas de ser follada y el cambio de ropa interior era continuo.

Tal era mi grado de calentura y desesperación que cocinando, deje que mi imaginación y deseos me ganaran y terminé con un calabacín dentro de mi coño, corriendome y gritando como una loca el nombre de mi maduro.

No podía más, tenía que verle de alguna forma, algo debía inventar para conseguir estár a solas con mi macho y que me rellenara de verga dura, nervada, caliente y cubriera las necesidadades de esta guarra salida.

El dia que mi marido, durante el almuerzo, me dijo que había quedado con sus amigos para jugar esa tarde un partido de paddel y despues tomar unas cervezas, interiormente di gracias a todos los santos de cielo y en mi interior se encendió una llama de calentura que hizo que un hilo de flujo asomara a los labios de mi coño.

En cuanto salió por la puerta, esperé quince interminables minutos y me dirigí a casa de mi macho con la intención de dejarlo seco a polvos.

Llena de nervios llamé al timbre de la puerta exterior, a los pocos segundos me abrieron y cruzando el jardín de la casa llegue hasta la puerta principal volviendo a llamar al timbre.

Se abrió la puerta de casa y allí estaba mi semental, en ropa interior con una mano sosteniendo el pomo de la puerta y la otra apoyada en el marco.

-Buenas tardes Jenny, en que puedo ayudarte? me dijo con una de sus sonrisas derrite chochos.

-Perdona que te moleste pero me podrías dar un poco de azucar y si no es mucha molestia...podrias comerme el coño? Le pregunté mientras subia mi faldita y le dejaba ver mi chochito rosado.

-Vamos pasa...

En cuanto cruce la puerta, con una de sus fuertes manos agarró mi pelo  y con la otra echo mano a mi coño introduciendo un dedo, dos, tres en forma de gancho  y apoyando la palma sobre mi clitoris comenzó un mete y saca endiablado mientras me decia:

-Vaya como viene mi putita de salida, tienes el coño hirviendo y con ganas de jaleo, eh? ahora te voy a dar sexo del bueno.

Mis ojos empezaron a tornarse de placer, mis labios descolgados y temblorosos, mis piernas contraidas intentando parar aquella mano que me penetraba y arrancaba flujos que corrian por mis piernas manchando todo el suelo de la casa.

-Vamos mi niña, vamos, así, así, me encanta tu cara de vicio...vamos correte para tu maduro.

Abrí mis piernas para que pudiera llegar con sus dedos hasta el fondo de mi alma. Un torrente de calor procedente de sus dedos estaba ayudando a que un orgasmo en forma de tsunami se levantara en mi interior.

-Sigue por favor, no pares, dame duro mi cielo, dame duro, voy a correrme para ti, para mi macho, para mi golfo, para mi...CAAAAAABRONNNN!!!!!!

Estás fueron mis palabras antes de que un potente chorro saliera de mi coño, como si hubiera explotado una tubería. Él no paraba en el juego interno de sus dedos.

-Déjame por Dios, déjame, me muero, me muero de gusto!!!! mi coño ahgggggg, me corroooo otra vez!!!! Otro potente caño volvió a salir de de mi interior.

-Vamos niñata, no te vas a rajar ahora verdad?

Mis ojos se iban a salir de sus orbitas, mordia mis labios para contener los gritos, la rabia, el placer que aquel macho me estaba regalando. Empezaron a aparecer lagrimas en mis ojos.

-Mátame de placer hijo de puta, mátame...no puedo más, destroza mi coño, otra vez vamos otra vez!!! Un nuevo chorro de gran potencia, me dejó abatida, temblando, tirada en el suelo con estertores de placer, mientras el introducia la mano de su castigo en mi boca y yo la mamaba como un manjar.

A los pocos minutos de estar intentando recuperarme, sono mi teléfono móvil...el inutil de mi marido había tenido un esguince jugando y le habían vendado el pie...quince dias de reposo en casa.

Como iba ahora a poder catar el rabo de mi maduro?