Un madurito muy ardiente
Un maduro interesante hizo realidad una de mis fantasías.
UN MADURITO MUY ARDIENTE
Hace algún tiempo que deseo escribir esta historia, es un deseo hecho realidad.
Al estar suscrita a páginas de adultos, se logra el contacto con personas de toda clase, particularmente me gustan los hombres jóvenes, menores que yo, claro no con muchos años y los de mi edad, generalmente no contacto mucho con personas adultas, debido a que las dos personas adultas con quienes contacté a un principio, pese a estar en AFF y de tener muchísimas ideas por el Chat, el momento de compartir íntimamente con ellos, resultaron un fiasco.
Terminé enseñándoles muchas cosas e incluso conocí a uno que era reacio a dar sexo oral, porque prácticamente era un pecado jajajajja.
Pese a todo eso empecé un contacto con alguien mayor que yo, un hombre que desde que empecé a chatear con él logró poner todos mis pelos de punta, y no hallaba el momento de poder conocerlo.
Después de algún tiempo de constante contacto decidimos conocernos y nos encontramos para tomar un café, grande fue mi sorpresa al encontrarme cara a cara con un vecino del edificio donde yo vivía, realmente me sentí muy incómoda y avergonzada, ya que él siempre fue muy amable y educado conmigo y la situación era que yo me había abierto a él al chatear, contándole muchas cosas, al igual que él a mi.
Después de conversar un poco yo estaba realmente colorada y avergonzada con este señor, el también mostraba signos de nerviosismo.
El es mayor que yo, como 15 años mayor que yo, viudo hace algunos años y tiene dos hijos mayores que ya no viven con él.
Terminado el cafecito, decidí irme a casita y continuar mi vida normal.
Llegue al edificio y me puse cómoda, un camisón negro ya que a mi me encanta lucir sensual y una bata de casa.
Prendí la estufa y el departamento quedó bastante calientito, me senté a leer cómodamente sobre mi cama.
Como a la media hora de haber llegado a casa, llaman a la puerta, salgo a atender a la persona, y me quedo muy sorprendida al encontrarme con mi vecino.
Le invité a pasar y conversar un rato, en la intimidad de mi casa, la conversación fue bastante amena y todos los prejuicios que tuvimos al encontrarnos en la cafetería fueron desapareciendo.
Tomamos una copita de Coñac, y conversamos bastante, volviendo a la complicidad que habíamos adquirido por el Chat.
Escuchamos algo de música y conversamos, pasó un rato y le dije que tenía que descansar, puesto que al día siguiente debía ir a trabajar.
Me paré para despedirlo y mi bata se movió ligeramente, dejando entre ver una buena parte de mi seno derecho cubierto por el encaje negro de mi camisón, si alguno vio mis fotos se habrán dado cuenta que estoy muy bien dotada.
Mi sorpresa fue mmmmmmmm terriblemente maravillosa, cogio el lazo de mi bata y lo soltó, metió su mano dentro de la misma y tomándome por la cintura me dio un beso.
Un beso suave y tierno a un principio, seguramente esperando mi reacción, como yo me dejé besar, empezó un beso delicioso, jugando con nuestras lenguas y recorriendo cada parte de mi boca y labios y yo de los suyos.
Me quede tan sorprendida que empecé a mojar las bragas, pero lo que más me sorprendió fue que después de ese beso maravilloso me soltó suavemente y se fue, recomendándome que descansara bien.
Quede tan excitada que no pude dormir, pase muchas horas pensando y recordando ese beso.
A la mañana siguiente a tiempo de salir a la oficina, coindicimos en el ascensor, yo iba vestida con una falda y botas, ya que aquí hace bastante frio, una blusa escotada, puesto que aunque haga frío, no soporto el cuello alto ni nada que cubra mi cuello.
Me saludo muy tierno y me dio un besito tímido, aproveché el momento para invitarlo a almorzar en casa, él aceptó gustoso.
Trabajé toda la mañana con mi automático, ya que no podía dejar de pensar en él.
Llegue a casa a medio día, dispuesta a preparar algo rápido, un espagueti con salchichas, el llego como media hora después y llevaba una botella de vino tinto, cosa que agradecí mucho ya que un buen vaso de vino, caía muy bien con el almuerzo improvisado.
Entró y me besó como la noche anterior, con lo cual quedé muy excitada, le pedí que sirviera dos copas de vino y yo ingrese nuevamente a la cocina a terminar de cocinar.
Pero cuando estaba en la cocina él entró y se paró justo detrás mío, me paso la copa de vino y me cogio de la cintura, tomé un sorbo de la copa y él empezó a acariciarme suavemente y a besar mi oreja, morderla suavemente y a decirme palabras bonitas, estaba tan excitado como yo.
Beso mi cuello y con sus dos manos empezó a acariciar mi cuerpo por encima de la ropa, llegó a mis senos los cuales acaricio, y apretó con mucho deseo, yo solamente podía gemir, metió su mano por debajo de la blusa y volvió a acariciar mis senos, pero ya sin ninguna prenda de por medio.
Me reclino sobre el mesón de la cocina, levantó mi falda y comenzó a besar mis glúteos, abrí mis piernas para darle espacio, hizo a un lado mis bragas y siguió con los besos, jugando con su lengua, besó y lamió mis labios vaginales, hasta encontrar mi clítoris con el cual jugó un rato, logrando que alcance un orgasmo explosivo.
Se paró y bajó sus pantalones, no podía ver nada, solamente sentirlo detrás mío, me abrió los glúteos y empezó a meter su verga en mi vagina, era gruesa y larga, llenó completamente mi vagina, así con la verga metida, se reclinó un poco sobre mi y me preguntó si me gustaba, obviamente que si, le respondí que mucho, empezó a meter y sacar suavemente su verga, mientras que con sus manos acariciaba fuertemente mis senos por debajo de mi blusa, estuvo metiendo y sacando un largo rato, perdí la cuenta del tiempo solo me limité a disfrutarlo, que delicia, estaba haciendo realidad mi sueño, un sueño anhelado hace muchísimo tiempo, SER POSEISA EN MI CASA, EN LA COCINA Y DE ESA FORMA.
Me anunció que iba a terminar y mientras me penetraba fuertemente, metió su mano y estimuló mi clítoris, terminamos en un orgasmo maravilloso, explosivo y los dos a la vez.
Se quedo dentro mío hasta que su pene quedo flácido.
Me pasó papel y me limpio la vagina.
Estaba feliz, me dio la vuelta y me besó en los labios, agradeciéndome por esa cogida maravillosa.
Terminamos el vino y nos fuimos a almorzar, me ayudó a poner la mesa y nos sentamos juntos a almorzar y a conversar un poco.
Fue delicioso conversar con él, me dijo que me deseaba mucho que yo le gustaba que le gustaría compartir mucho conmigo, me fije la hora y aún tenia algo de tiempo antes de ir nuevamente al trabajo.
Me paré y me acerque a él, le di un beso y me pidió que me montara encima suyo, obedecí inmediatamente, nos besamos y el empezó nuevamente a acariciarme, me sacó la blusa y beso mis senos, los chupo, lamió, succionó, se sacó nuevamente la verga del pantalón y me pidió que me la metiera en la vagina, hice a un lado mi trusa y me la metí, empecé a cabalgarlo, ohhhh delicia, estaba sentada en la silla del comedor, cabalgando a mi hombre, teníamos el almuerzo servido, apenas habíamos empezado a comer, él jalo el plato y me hizo comer algo, que rico, almorzar follando uffffff delicioso, pasaron una minutos en los cuales me abracé fuertemente a él y lo besé con todas mis fuerzas y terminó nuevamente dentro mío, haciéndome gritar de placer porque era un maestro con los dedos en la vagina y en el clítoris.
Ya era hora de irme al trabajo, así que se lo hice saber.
Me arregle después de limpiarme bien y nos despedimos en el ascensor, quedamos en vernos por la noche.
Llegue a mi departamento como a las 8:30 de la noche, cansada después de una jornada maratónica de sexo a medio día y de trabajo, muerta de hambre, porque apenas había probado bocado, pasaron unos minutos y él apareció en mi departamento con una pizza caliente ya que sabía que no habíamos almorzado bien.
Se acercó a mi y con muchos besos y cariños me ayudó a desvestirme y ponerme cómoda, preparó un baño relajante, me cogió de la mano y lo tomamos juntos .
Continuará