Un machito cani reventado por tres heteros
Conocí a un escritor hetero de esta web, con el que inicié un juego de morbo y dominación a través del móvil hasta que finalmente decidió quedar conmigo...lo que no esperaba es que nuestro encuentro no sería precisamente privado
Supongo que, cómo nos habrá pasado a muchos escritores de esta web, yo empecé como lector de la misma. He de reconocer que, no sólo me encantaba leer relatos de temática gay, sino que incluso me encantaba leer relatos de sexo hetero que incluyeran tríos u orgías, ya que, como creo que ya he contado previamente, a mí el sexo en general me atrae en muchas de sus variantes, y un relato hetero bien escrito puede excitarme como el que más (aunque, obviamente, es más en los tíos de esos relatos en los que pienso jajaja)
Pero ahondando más en el tema, una de las temáticas de relatos, sean de sexo gay, bisex o hetero, que siempre me han puesto más cerdo son los que incluyen dominación, cierto grado de sometimiento, y por supuesto a heteros queriendo experimentar. Y para todos los que me hayáis leído hasta ahora no será una sorpresa, ya que son elementos que suelen aparecer en mis relatos.
Con estos antecedentes, nos plantamos en enero de este mismo año 2020, cuándo ninguno imaginábamos aún la que se nos venía encima. Por aquella época, leí varios relatos de un escritor que me encantaron, ya que contenían varios de los elementos de los que estamos hablando, fundamentalmente, dominación y heteros experimentando. Y, al igual que muchos lectores habéis hecho conmigo, yo escribí un e-mail a este escritor para mandarle mis felicitaciones y decirle cuánto me habían puesto de cerdo sus relatos.
Ese mismo día, el chico en cuestión, que se presentó como Manu, me respondió dándome las gracias y diciéndome que pronto tendría más material que publicar. Así continuamos con una cadena de e-mails, en las cuales fui descubriendo varias cosas sobre él: que tenía 32 años, que efectivamente era hetero y las tías le encantaban y fundamentalmente follaba con ellas, que le encantaba ser dominante y someter y que el principal motivo por el que había buscado sexo con tíos era porque le resultaba más fácil encontrar chichos dispuestos a ser, literalmente “putitas sumisas y obedientes”, que tías dispuestas a lo mismo.
Yo por mi parte le conté cosas sobre mí: a qué me dedicaba, qué gustos tenía, que me encantaban sus relatos precisamente porque yo mismo, a pesar de ser un cani con pintas de machito de barrio, me volvía una auténtica puta en la cama y me encanta ser dominado (incluso le conté algunas de las experiencias que luego he narrado como relatos en esta web). Incluso, y a pesar de saber que Manu era fundamentalmente hetero, le mandé varias fotos mías de cara, torso y culo, para que viera cómo era. A Manu, tal cosa no le desagradó en absoluto, y me dijo que tenía un cuerpo muy bonito, que le parecía atractivo y que efectivamente nunca hubiera dicho que fuera gay con mi aspecto…lo cuál le gustaba, pues el tipo de tíos al que le gustaba someter era a los que son así: machitos en su día a día que luego se vuelven muy putas.
La confianza entre los dos siguió creciendo, y finalmente, Manu, tras pedirme discreción, me dijo que no le importaría que siguiéramos hablando por WhatsApp como buenos colegas, así, que, finalmente intercambiamos teléfonos.
-Manu: Muy buenas tío. ¿Mejor por aquí no?
-Álex: ¡Ey Manu tío! Pues sí, claro que sí, que al final por e-mails es todo un rollo jaja.
-Manu: Claro, y me pareces un tío muy legal y del que me puedo fiar.
-Álex: Eso no lo dudes, nunca te pondría en compromisos tío
-Manu: Así que, a un cani como tú le gusta en el fondo que le traten como a una putita ¿no?
-Álex: Jajaja pues sí, para que negarlo
-Manu: ¿Sabes tío? Cuándo me dijiste eso, algo se me movió dentro de los gayumbos…
-Álex: Vaya, vaya con el hetero…
-Manu: No te emociones eh jajaja, tú habrás conseguido convencer a muchos heteros con dudas, pero yo no soy igual al resto.
-Álex: ¿Ah sí? ¿Y que te diferencia de los demás?
-Manu: Que yo no tengo dudas…me flipan las tías. Si hago cosas con tíos es por morbo puro y duro y porque me resulta más fácil encontrar tíos dispuestos a ser putitas sumisas…
-Álex: Y…¿Me querrías a mí de putita sumisa?
Sí, me acababa da lanzar a la piscina sin saber si había agua, pero de perdidos al río…realmente el tío me flipaba por su actitud y quien sabe…igual obtenía un sí
-Manu: Jajajaja, ya veo que efectivamente eres una putita eh....
El que me empezara a llamar así, hizo que mi rabo empezara a cobrar vida propia bajo mis slips. Desde años atrás yo sabía que, a pesar de que en mi día a día nunca toleraría que nadie me hablara así, en un ámbito sexual era algo que me volvía loco. Y si él me lanzaba la caña, yo pensaba morder el anzuelo hasta el fondo.
-Álex: No te imaginas aún cuanto podría serlo…
-Manu: Que cabrón…si aún ni sabes cómo soy…¿O eres tan puta que te vale cualquiera?
-Álex: Bueno, en tus relatos te describes, y me has dicho que eres tal cuál te has descrito
-Manu: Lo soy. Mira…si me prometes que serás muy muy discreto, te paso una foto mía ahora mismo para que me veas
-Álex: Seré discreto 100% tío.
Y al momento, Manu me pasó una foto suya. Efectivamente, su descripción de sí mismo era de lo más acertada. Manu, tenia el pelo castaño oscuro, cortito sin exagerar, con barbita de varios días, y una mirada super profunda gracias a sus ojos verde oscuro, y para rematar, su cara tenía unas facciones que sólo podía describir como “masculinas”…si, no había otra forma de describirlo, su cara, con esa mirada y ese aspecto, era masculinidad pura. Aunque en la foto no se apreciaba del todo, Manu me dijo que medía en torno a 1,90, y aunque llevaba camiseta, se notaba que tenía un cuerpo musculado, sin llegar la exageración, pero desde luego se veía mucho trabajo de gym detrás.
-Manu: Ale putita, ahí tienes…tu culito ya estará chorreando ¿No?
-Álex: Buah cabrón, eres un puto pibón. Chorreando no, pero palpitando de imaginar que el rabo de un macho así me embistiera…buffff
-Manu: Jajaja no te emociones tanto…pero igual un día tienes el honor de estar a mis pies haciéndome una mamada.
Uno pensaría que Manu era un chulo que no merecía que le siguiera el rollo con esos comentarios…pero yo entendía perfectamente su juego: Tras saber que me molaba que me sometieran, estaba jugando precisamente a calentarme y a ponerme la miel en los labios sin saber si la podría llegar a saborear o no. Y ya os he dicho en muchas ocasiones que por muchos cojones que tenga el tío con el que hablo, “pa cojones los míos”
-Álex: Puede ser…pero te aseguro que si yo te como la polla, el afortunado serás tú.
-Manu: Joder con la putita…pero ¿Sabes qué? Me flipa someter, pero también me encanta que tengas un par de huevos.
-Álex: Vamos, que me someterías muy a gusto ¿Eh?
-Manu: No te emociones tanto putita…aún tienes que mostrarme mucho
-Álex: Yo te demuestro lo que haga falta. Aquí tienes un cani tragalefas bien dispuesto
-Manu: Buffff…con eso último que has dicho has vuelto a conseguir que se me mueva algo dentro de los gayumbos. A partir de ahora, quiero que siempre hables de ti mismo así.
-Álex: Eso esta hecho…seré tu cani tragalefas. Y pronto me tendrás un día contigo, a cuatro patitas, con las manos atadas atrás y el culo en pompa, y estaré comiéndote la polla mientras me agarras fuerte de la cabeza.
-Manu: Así me gusta…que seas una putita muy sumisa. Peor aún me hace falta más
-Álex: Pues sigue poniendo a prueba a este cani tragalefas…
-Manu: Mándame una foto tuya en bolas, a cuatro patas y con las manos hacia atrás, que se te vea bien el cuerpo, guarra.
Dicho y hecho, me despeloté, coloqué el móvil en el suelo y en la postura requerida por Manu, me saqué tres fotos en diferentes ángulos…incluido uno en que estaba con el culo totalmente en pompa y se me veía bien mi ojete.
-Manu: Ufff, que pedazo de puta eres…así, así vas por buen camino.
-Álex: Ya te he dicho que este cani tragalefas no te decepcionará.
Y así continuamos unos días con mensajes similares, en los que Manu, empezando siempre hablándome con cordialidad y colegueo, terminaba llamándome zorra y pidiéndome pruebas cómo las de las fotos, las cuales yo cumplía encantado, y yo seguía diciéndole que era su cani tragalefas. La situación me ponía tanto, que cada día me hacía varias pajas en su honor, y es que estaba completamente encantado con mi nuevo colega: Me encantaban sus jueguecitos, y sabía que era un buen tío, que para él todo era un juego en el que le encantaba reafirmar su parte dominante.
Y finalmente, llegó el día
-Manu: Putita…No voy a prometerte nada de lo que pase cuando estés aquí pero ¿Te gustaría venir a mi casa a conocerme?
La verdad es que no me lo esperaba. Llegué a pensar que todo aquello quedaría en un simple juego de cibersexo y que no daríamos el paso, pero aquella propuesta me pilló desprevenido. Y lo que desde luego no podía era negarme después de lo cachondo que ese macho en estaba poniendo a diario.
-Álex: Pues…¿Qué te puedo decir tío? Que tu cani tragalefas irá encantado a tu casa.
-Manu: Y si, una vez aquí, sólo quiero que te despelotes, someterte un poquito y luego para casa ¿Pasaría salgo?
-Álex: En absoluto. Nunca me has mentido, sé que no eres bi, ni hetero curioso, así que asumo que podría pasar eso. No me voy a sentir humillado por esto…bueno, salvo que quieras que tu cani tragalefas se sienta así.
-Manu: De puta madre tío, así me gusta.
En esta ocasión, no había respuesta llamándome putita o zorra o algo parecido, y eso me recordó el segundo motivo por el que tenía tantas ganas de conocer a Manu en persona: Aparte de lo bueno que estaba y lo que me molaba su jueguecito dominante, era un tío de puta madre y muy majo, y si se comportaba como un cabrón era como parte un juego entre los dos, pero sin duda era un gran tío. Y eso merecía que le dijera lo que le dije en ese momento
-Álex: Por encima de todo, más que un follamigo, espero llevarme de ti un buen colega Manu…porque sin conocerte en persona ya siento que lo eres.
-Manu: Un follamigo ya se verá jaja…un colega, dalo por hecho.
Así que, Manu me dijo donde vivía (que resultó ser relativamente cerca de mí) y me dijo que me pasara al día siguiente por la tarde.
-Manu: Pero no quiero que vengas limpito y arreglado…Por lo que me has dicho, te mola el deporte ¿Verdad?
-Álex: SI, voy al gym unos 4 o 5 días por semana.
-Manu: Perfecto, pues vendrás tras hacerte una buena rutina en el gym, sin ducha, y con tu chándal y tu cadenita plateada al cuello puestos…como el buen cani guarro que eres.
-Álex: Ufff…ya veo, ¿Quieres a tu cani tragalefas sudadito eh?
-Manu: Pues claro….aparte de dominante soy muy cerdo y quiero que empieces a ser consciente de ello jaja.
-Álex: Y…¿Algo más?
-Manu: Nada más que vaya a decirte. Una vez aquí tu verás que tienes la suerte de tu vida de que un macho como yo te ofrezca su polla, y yo comprobaré lo puta que puede llegar a ser ese cani tragalefas.
Y sin más, nos despedimos por el momento, si bien, al día siguiente hubo varios mensajes subiditos de tono para ir calentando el ambiente. Yo, efectivamente, fui a primera hora de la tarde al gym, y a parte de una buena rutina de brazos, piernas y abdomen, hice 20 minutos de bici para acabar bien sudadito, tal y como mi macho quería. Tras ello, me limpié únicamente la cara y el pelo (que por suerte estaba bastante cortito en ese momento) y poniéndome mi chándal, me fui así a casa de Manu.
Por suerte, al ser invierno y hacer frío, no era excesivamente incómodo el ir sudado en el metro, porque, las cosas como son: Ir así de sudadito a petición de Manu me flipaba e iba cachondo perdido…pero notaba la camiseta de deporte y mis slips azules pegados a mi cuerpo, y si eso me llega a pillar en verano, creo que la gente se habría apartado de mí en el metro jejeje.
En poco tiempo estaba en la puerta de la casa de Manu, llamé al telefonillo y tras confirmar que era yo, abrió la puerta y me dijo a qué piso tenía que subir. A los pocos minutos estaba ya en su puerta, la cuál estaba entreabierta, y pasé, teniendo por fin frente a frente al macho hetero que llevaba días poniéndome cardíaco.
Manu efectivamente era muy alto, fácilmente pasaba el 1,90 cómo bien había dicho, y su mirada era aún más penetrante y atractiva que en las fotos…seguramente porque en ese momento me miraba con auténtico vicio, por tener frente a sí a su cani comepollas como le gustaba llamarme. Manu llevaba puestos únicamente unos pantalones de deporte hasta las rodillas, iba descalzo y, por supuesto, con su torso al aire, lo que me hizo admirar su musculatura marcada (cómo bien dije antes, sin llegar a la exageración), y comprobar que iba depilado. Aquel cabronazo quería que babeara por él desde el minuto uno que le viera y por eso me había recibido así, no cabía duda.
-Manu: ¿Qué pasa putita? ¿Tanto te molo que te has quedado sin palabras?
“Álex recuerda, tu también tienes un par de cojones”, me dije a mi mismo
-Álex: Claro que me molas cabrón, y lo sabes…pero no hay tío en ese mundo que me haya dejado nunca sin palabras y no creo que tu seas el primero.
Manu avanzó hasta quedarse totalmente frente a mí, inclinó la cabeza (dada la obvia diferente de altura entre los dos) para mirarme con sus profundos ojos verde oscuro y me dijo muy seriamente:
-Manu: ¿Así que el cani tragalefas va de chulito eh? Bueno…me gusta que tengas cojones putita ya te lo dije, pero no olvides a lo que vienes aquí.
-Álex: A ser tu putita sumisa y obediente, lo sé.
-Manu: Eso es, a ser mi putita -dijo agarrándome de la nuca y haciendo que siguiera mirándole fijamente-y veo que eres muy obediente. Has venido en chándal, llevas tu cadenita plateada, y hueles a sudor de haber hecho deporte…de momento te has portado muy bien.
Manu me agarró del cuerpo aprovechando su fuerza y su superior altura, y me llevó como si fuera un muñeco hasta el salón de su piso, el cual era bastante acogedor todo hay que decirlo.
-Manu: Bueno putita, esto funciona así, yo me voy a espatarrar en el sofá y te voy a ir diciendo cosas que harás, y tu obedeces…y ya veremos lo que me va apeteciendo hacer.
-Álex: Entendido…tu cani chupapollas está aquí para obedecer.
-Manu: Pues venga, empieza a quitarte la ropa pero despacio, y contoneando ese cuerpo de machito de barrio que tienes como si fueras una putita que quiere calentarme…vamos, lo que eres jajaja. Eso sí, déjate la cadena de cani que llevas puesta.
Así empecé lentamente a desnudarme. Primero me quité la camiseta y me la llevé a la nariz para aspirar mi propio aroma a sudor, lo cuál hizo que Manu sonriera y se mordiera el labio inferior. Luego comencé a agacharme de espaldas a él para que viera mi culo marcado por mi chándal, y me lo bajé lentamente sin dejar de contonear mi culo, hasta quedarme únicamente con mis slips puestos
-Manu: Vente más cerca putita…que te tenga a mano -dijo Manu mientras comenzaba a sobarse el nabo por encima del pantalón
Así hice, y nada más acercarme, Manu me dio un buen azote en la cacha derecha del culo
-Manu: Se nota que te curras el culo en el gym…te gusta provocar a los tíos y que quieran follártelo ¿A que sí?
-Álex: Si…
-Manu: ¿Sí qué?
-Álex: Si…a este cani chupapollas le encanta empalmar a los tíos con mi culo
-Manu: Eso es…que no tenga que repetírtelo o te vas de aquí con las palabras “Cani tragalefa” escrito con rotulador en tu culo. Y ahora, termina de desnudarte
Y al igual que había hecho con el pantalón, me fui quitando poco a poco los slips contoneando mi culo, hasta que me quedé totalmente desnudo frente a Manu, con mi ojete depilado expuesto frente a él.
-Manu: Así…buena putita…joder…tienes un ojete que parece un coñito…igual algún día hasta te lo reviento, pero no te emociones que no será hoy.
Manu me agarró de las manos, las llevó hacia atrás y las cruzó entre ellas, para luego empezar a darme azotes en mis cachas del culo alternando entre cada una, al tiempo que decía lo puta y guarra que era, y cómo le gustaba que fuera tan obediente. En un momento dado, y sin soltarme, me hizo sentarme sobre sus piernas y al hacerlo noté una buena tienda de campaña en sus pantalones
-Manu: Lo notas ¿A qué si? ¿Notas la polla de tu macho aquí debajo? Puede que hoy acabes engulléndola.
-Álex: Buff….sii…sii…la noto
-Manu: ¿Y te gusta eh? Noto tu culo palpitar, no puedes mentirme. Te encanta que te tenga tan sometido. Eres una auténtica guarra
-Álex: Si…si joder…soy una guarra, me encanta que me tengas así
Así Manu continúo unos minutos, hasta finalmente me soltó y me dijo que me diera la vuelta. Al hacerlo, comprobé que en su pantalón se marcaba su polla en su máximo esplendor de empalme, e incluso había una mancha en la zona del glande, señal de que había echado algún que otro goterón de precum. El observar las dimensiones de aquella polla me hizo jadear de gusto, porque aquello sobrepasaba los 20 cm fácilmente.
-Manu: Ahora zorrita, te vas a poner a 4 patas, con las manitas hacia atrás, te las voy a atar, y vas a jugar con mi polla al ritmo que yo te marque.
-Álex: Tu putita está para obedecer…ya lo sabes
-Manu: Exacto…eres una putita y estás aquí para hacer lo que te diga, me alegra que lo sepas. Y además, ya veo que estás bien caliente perra eh…
Esto lo decía porque, ahora que me tenía en frente, podía admirar mis 19 cm de rabo de dureza y grosor. Y es que no era para menos, aquel juego con él me estaba volviendo loco.
Manu cogió una cuerda de un cajón de la mesilla que tenía al lado del sofá, y la usó para atarme las manos, y tal y como me indicó, me puse a cuatro patas y él se espatarró bien en el sofá.
-Manu: Ahora putita, pon tu boca en mi entrepierna y empieza a lamer mi polla por encima de los pantalones…saborea lo que te imaginas que hay debajo y a ver si sabes estar a la altura de la zorra que creo que eres.
Y como una putita obediente, comencé a pasar la lengua de la base de la polla hasta la zona de la mancha de precum, lentamente, saboreándolo bien. Me encantaba el aroma a macho que desprendía, y eso solo hacía que cada vez diera lametones con más y más ganas. A veces levantaba la vista y veía como Manu me perforaba como sus ojos verdes, y como en su cara se alternaban el vicio, el placer, y cierta complicidad por ver que le seguía el juego en todo sin problemas.
-Manu: Ufff, que putita más viciosa eres. ¿Te mueres por ver lo que hay debajo verdad?
-Álex: Si…si…esta putita esta deseando ver tu rabo
-Manu: Estás siendo muy bueno, y con las putitas buenas yo también soy bueno, así que deseo concedido.
Manu se incorporó y se bajó de golpe los pantalones, y, dado que no llevaba gayumbos (cosa que había intuido mientras se la lamía), su rabo salió disparado como un resorte. Al fin pude admirar el rabo de aquél tío que me había tenido cachondo perdido varios días. Efectivamente, estaba ante 21 cm de rabo, de un grosor nada desdeñable, con unas buenas pelotas, el vello púbico totalmente recortado sin llegar a estar depilado, y las venas muy marcadas, así como un capullo enrojecido por la excitación. La punta del mismo estaba brillante como consecuencia de la expulsión esporádica de precum que soltaba.
-Manu: ¿Qué te parece el rabo de tu macho eh?
-Álex: Buah tío…ojalá me des permiso para comértelo
-Manu: Poco a poco putita, de momento acerca totalmente tu cara a él y vamos a jugar…
Manu comenzó a pajearse despacio, y cada vez que lo hacía me daba algún pollazo en la cara, consiguiendo incluso que su precum me salpicara. De vez en cuando, a petición de Manu, le daba lametones en los huevos o la base del rabo, lo cuál parecía excitarle sobremanera, ya que cada vez que lo hacía su rabo se endurecía aún más, su capullo se volvía más rojo, y expulsaba precum con más fuerza.
-Manu: Buff...joder…que suerte he tenido encontrándote putita, tú sí que sabes cómo hacer que un tío disfrute, con razón te has zumbado a tantos heteros con dudas como me dijiste.
Así continuamos hasta que finalmente, Manu me agarró de pelo, me hizo mirarle fijamente a los ojos y me dijo
-Manu: Bien putita, te has ganado el honor de comerte mi polla, así que espero que te esmeres bien, porque si no despídete de volver a probarla
Yo me estremecí de gusto y hasta jadeé por lo que acababa de escuchar, cosa que hizo que Manu se riera. Lentamente, guió mi cabeza a su rabo y empezó a introducirme el capullo en la boca, cosa que aproveché para empezar a jugar con mi lengua haciendo círculos con ella alrededor, provocando gemidos de gusto en Manu. Así inició un mete-saca cada vez más rápido, en el que, antes de que pudiera darme cuenta, la polla de Manu acabo metida hasta el fondo, haciendo que me diera una arcada y se me saltaran las lágrimas.
-Manu: Así, así…eso es…eso querías putita no lo niegues. Querías comer polla y ahora te vas a hartar de polla. Te voy a follar esa boquita de cani chupapollas que tienes.
Y me quedó más claro aún, que Manu no era de los que hablan por hablar, pues efectivamente empezó a follarme la boca sin ninguna compasión, haciendo que cada vez se la llenara mas de babas, y que cada vez se me saltaran más las lágrimas…pero no precisamente de dolor, pues mi polla palpitaba con cada embestida de su rabo en mi boca. Me encantaba estar a merced de aquél machito hetero que sabía que me tenía a sus pies.
De vez en cuando, Manu me la sacaba para dejarme respirar un rato, y eso hacia que mis babas cayeran sobre su pubis y su abdomen, pero sin necesidad de que él me lo dijera, yo me encargaba de pasar la lengua para limpiarle bien
-Manu: Joder, eres una putita como no he conocido. Así me gusta, que seas obediente y limpies lo que ensucias, esto merece premio extra- y diciendo esto, me agarró de la cara, me hizo abrir la boca y me escupió en ella- y ahora…a comer de nuevo
Y continúo de nuevo con su follada de boca, levantando cada vez más sus caderas y aumentando sus gemidos. Cada vez que embestía me decía “guarra”, “puta”, “cerda”, “come rabos que es lo que te gusta”…y así una burrada tras otra, que hacían que mi polla palpitara más aún. Estaba muy muy cerdo y lo que no sabía es que la cosa sólo estaba comenzando…y es que, de repente, sonó el telefonillo y Manu se levantó a abrir
-Manu: Quédate quietecito ahí, enseguida volvemos donde lo habíamos dejado.
Manu preguntó quién era, y al momento le dio al botón para abrir la puerta del portal, para luego dejar abierta la puerta de su casa, y sin más, volvió a acomodarse en el sofá y volvió a empezar con la follada de mi boca.
Pasaron unos minutos cuando escuché como la puerta de la casa se abría, se oían voces y unos pasos se aproximaron a la habitación, aunque yo, dada mi situación no podía ver nada, pero rápidamente fui consciente de que había más gente en la habitación.
-Manu: Bueno putita, te dejo respirar para que puedas saludar a mis colegas, el de la izquierda es Pablo, y el de la derecha es Sergio
Sin creerme lo que estaba pasando, levanté la cabeza y miré de arriba abajo a los recién llegados. Pablo era un tío de aproximadamente 1,80, con ojos oscuros, piel algo morena y barbita algo más poblada que la de Manu. Pero la diferencia más grande entre ambos era sin duda su cuerpo, y es que si Manu estaba musculado sin exagerar, Pablo era fácilmente el doble de cachas que Manu. Posteriormente, supe que se dedicaba al mundo del deporte, y que era colega del gym de Manu, así como que tenía 27 años. Tras quitarse el abrigo, vi que llevaba debajo una camiseta deportiva de tirantes, y que, al igual que yo, había venido en pantalón de chándal
En cuanto a Sergio, era otro fuerte contraste con respecto a los dos. El chico medía aproximadamente como Pablo, pero a diferencia de Pablo y Manu, era rubio, con el pelo peinado hacia un lado medio de punta y engominado, con los ojos azules y rasgados, bastante menos musculado que los dos (si bien, se apreciaba bajo su ropa que su cuerpo estaba definido), y a diferencia del estilo deportivo de sus colegas, Sergio llevaba un polo, pantalones chinos con cinturón y zapatos de sport. Parecía más joven que los dos, pero no era capaz de descifrar su edad.
“Vaya, este o viene de currar, o es un poco pijete, o ambas cosas. Pero en todo caso, no sabría decir cuál de los dos está más bueno”
-Álex: Pues..hola, Pablo… hola, Sergio…encantado-parecía tonto por mi forma de hablar, pero es que no me esperaba esa situación para nada.
-Manu: Bueno, decidle algo al chaval ¿No? Qué él está siendo muy educado además de muy obediente.
-Pablo: Buenas Álex. Te preguntaría cómo estás pero ya veo-dijo mirando de arriba abajo mi cuerpo, mi posición y mi rabo duro- que muy bien jeje.
-Sergio: Hola Álex, un placer conocerte. Manu nos ha hablado muy bien de ti
-Manu: Bueno tíos, pues este es Álex, el cani comepollas del que os hablé. Ahora Álex, vas a seguir con lo que estabas haciendo y yo te voy a contar que pintan estos dos aquí.
Manu volvió a ensartarme la polla en la boca, y yo seguí mamando con vicio…la verdad es que tras todo ese rato mi boca estaba más que acostumbrada.
-Manu: Bueno putita, la situación es la siguiente. Éstos dos son mis dos mejores colegas, y como buenos colegas nos lo contamos todos, así que saben de sobra cuando he follado con putitas como tú y que he escrito relatos sobre ello. Y cuándo les conté que me habías contactado, que me habías obedecido en todo, que estabas dispuesto a quedar conmigo y dejarte hacer de todo…pues no se lo creyeron del todo por decirlo así, y dijeron que tendrían que verlo con sus propios ojos
Mientras Manu hablaba, yo continuaba mamando, y de vez en cuando se me escapaban gemidos de gusto por cómo Manu lo narraba todo. De reojo, podía ver cómo Pablo y Sergio se empezaban a sobar las pollas por encima del pantalón.
-Sergio: Así que le dijimos, que si nos invitaba a casa a ver el espectáculo
-Pablo: Y cómo este es un cabrón morboso, dijo que sí, que por supuesto. Aunque por tu cara de sorpresa al vernos, creo que a ti no te dijo nada ¿No?
-Manu: No, claro que no, tenía que ser sorpresa. Pero a mi putita no le importa que estéis aquí ¿Verdad que no?
Y mientras decía eso, me agarró de los mofletes y me hizo girar la cabeza en movimiento de negación.
-Manu: Y si Sergio y Pablo quieren participar, ¿Vas a ser una buena putita y les dejarás, a qué si?
Manu repitió la maniobra, esta vez haciéndome mover la cabeza afirmativamente
-Manu: Y, ¿Podrán hacer lo que quieran contigo?
Esta vez no le dejé actuar, y fui yo quien movió la cabeza afirmativamente. La verdad, le había dejado llevar las riendas en esto para que se enalteciera su orgullo de macho, pero es obvio que no iba a decir que no a que esos dos tíos, también heteros y a cada cuál más buenorro, se unieran a la fiesta.
-Sergio: Joder con el cani comepollas…que enseñadito le tienes ya.
-Pablo: Pues te advierto que a mi dominar a mariconcitos como tú, y más con esa pinta de machitos me flipa…pero no sé si me limitaré a azotar este culito de zorra-dijo dándome un buen cachete- o hare algo más, ya iremos viendo
-Sergio: De momento-dijo Sergio quitándose el polo y dejando al descubierto un torso delgado pero definido, con un fino vello rubio que bajaba por su abdomen-yo si que voy a probar la boquita del cani, que veo a Manu muy feliz y él ya lleva mucho tiempo disfrutándote.
Sergio terminó esta frase terminando de despelotarse, dejándome ver su rabo morcillón, que a pesar de su buen tamaño no igualaba en absoluto al de Manu, y que a diferencia del de este, tenía una buena mata de vello rubio, al igual que sus piernas. Es cierto que si puedo elegir me flipan los tíos depilados, pero nunca ha sido una condición para mí…y la verdad, a aquél machito pijo no podría decirle que no. Tras desnudarse, se sentó en el sofá al lado de Manu, y me hicieron moverme para quedar entre medias de los dos.
-Manu: Ahora, vas a comérsela a mi amigo tan bien como has hecho conmigo…que vea lo putita que eras. Ah, y Sergio, lubrícale un poco la boca antes que ya la debe tener seca
Sergio me agarró de la nuca, y tal y como su colega había hecho antes, me escupió en ella, para luego dirigir mi cabeza a su polla, e incrustármela enterita. Su rabo seguía estando morcillón, pero entre el calor de mi boca, y mis movimientos de lengua pronto, empezó a endurecerse y hacerse más grande. Efectivamente, el rabo de Sergio mediría unos 17 cm y a pesar de molarme, no se comparaba a los 21 de Manu, y a diferencia de este, no parecía echar nada de precum.
“En esto, creo que el cani y el pijo hemos salido iguales” pensé para mí, ya que yo tampoco suelo echar nunca precum por caliente que esté…y creedme, en ese momento lo estaba y mucho.
Así se repitió el proceso de mamada que llevaba un buen rato haciendo, sólo que esta vez con la polla de aquél rubio guaperas en mi boca. Lo que no cambió, es que fue Manu quién se encargó de dirigir la mamada una vez más, pues Diego se colocó espatarrado, con las manos tras la nuca disfrutando de la mamada, y era Manu quién mantenía mi cabeza firme en su sitio, sólo dejándome sacarla de vez en cuando. Y al igual que me había pasado con Manu, era inevitable que al hacerlo cayeran babas sobre Sergio, que rápidamente limpiaba con mi lengua
-Sergio: Buff….joooder, mira que he conocido putitas buenas, peor como tú pocas eh.
-Manu: Ya os lo dije, este apuntaba maneras jaja.
-Sergio: Pablo tío, ¿Piensas estar ahí cascándotela sin más o te vas a unir de una puta vez?
Obviamente yo no podía ver lo que Pablo hacía pero efectivamente deduje que se la estaba meneando con el espectáculo sin querer participar.
-Pablo: A mí déjame a mi bola, que yo sabre lo que hago. Ya veré si le dejo comérmela o no.
-Manu: Te advierto Álex, que si Pablo te la mete en la boca te vas a ir con ella desencajada eh, lo que tiene ese entre las piernas no es normal.
Tras esto, Manu y Sergio comenzaron a alternarse mi boca, de forma que, mientras se la comía a Manu Sergio sujetaba mi nuca, y cuando se la comía a Sergio, era Manu quién hacía lo propio. Y yo mientras ahí seguía, más cachondo que nunca, atado de manos, y sintiéndome una auténtica guarra….vamos: ESTABA EN LA GLORIA
Y finalmente, Pablo se decidió a interactuar. Aunque yo no podía verle, noté como se situaba pegado a mi culo, y noté sus piernas desnudas, fuertes y depiladas pegadas a mi (deduje que estaba totalmente en pelotas de hecho), me agarró fuerte de las cachas del culo y colocó su trabuco entre medias de ellas…en ese momento entendí las palabras de Manu…el rabo de Pablo no sólo parecía ser igual de grande que el suyo, sino que además, tenía un grosor impresionante, tanto que apenas cabía entre mis cachas.
-Pablo: Bueno putita…pues mientras sigues comiéndosela a estos dos maricas, yo voy a pajearme sobre este culito de guarra que tienes, y voy a darte azotes en él. La verdad es que lo tienes muy trabajado eh, te felicito por ello-dijo esto último dándome un azote en cada cacha - precisamente por eso me dan más ganas de dejártelo rojo
De esta forma, el juego continúo, y yo seguí mamando los dos rabos mientras Pablo me azotaba el culo a la vez que se pajeaba sobre él, frotándomelo con su enorme rabo y ocasionalmente, soltando varios chorros de precum sobre mi zona lumbar. Cada vez que eso ocurría, lo recogía con sus dedos y los llevaba hasta mi boca para que lo saboreara.
-Manu: Pablo tío, suéltale las manos al chaval para que pueda pajearnos a la vez que nos la come.
Pablo le hizo caso, y mientras continuaba con su maniobra, yo empecé a alternar las mamadas a sus amigos con buenos pajotes a cada uno de ellos, lo cuál les hacía cada vez gemir más y más fuerte. Si bien, ellos seguían llevando el ritmo, yo les agarraba fuerte de los rabos, y cuando no mamaba uno, pajeaba el otro, por lo que el placer nunca terminaba
-Manu: Putita, si sigues así vas a ordeñarme y te voy a llenar la boca de leche…¿Es eso lo que quieres?
Yo me limité a mirarle con ojos tiernos, como si fuera un gatito pidiendo una golosina
-Manu: Claro que lo quieres…además. ¿Qué coño hago preguntándote? ¡¡¡¡Toma polla guarra, toma, toma, toma, toma!!!!
Así continúo a toda velocidad aproximadamente un minuto, hasta que ví como su respiración se aceleraba.
-Manu: Aquí viene, y no se te ocurra dejar escapar una sola gota…Toma leche, toma leche putaaaa
Los 21 cm de Manu aumentaron si cabe aún más de tamaño y su capullo empezó a disparar lefazos en mi garganta sin parar…perdí la cuenta de cuántos eran, pero sin duda iba bien cargadito. Cuándo finalmente paró, su respiración se relajó y me sacó la polla de la boca. Limpié con mi lengua los restos de leche que quedaban, hasta que quedó reluciente, y él me sonrió complacido.
-Manu: Buena putita…ahora a seguir con lo tuyo.
-Pablo: Joder…cada vez que le soltabas un lefazo se le contraía el ojete y cerraba las cachas del culo sobre mi rabo chaval…es increíble lo guarra que es.
Manu se apartó un poco del sofá, si bien, siguió tocándose la polla con la escena que tenía delante. Y es que aún tenía dos machos más a los que hacer descargar. Así que volví a la mamada de Sergio, y Pablo continúo con su labor, pajeándose sobre mi culo y haciéndome beber todo el precum que caía en mi espalda, aunque ocasionalmente lo dejaba resbalar por mi ojete y los restregaba bien alrededor, haciendo que mi agujero palpitara sin parar.
Pero pasados unos minutos, Sergio me hizo sacar la polla de su boca.
-Sergio: Pablo tío, cámbiame el sitio
-Pablo: ¿Y eso por qué?
-Sergio: Porque no paro de fijarme en su culo y creo que me lo voy a follar.
Aquello sí que no me lo esperaba. Desde luego no me daba la impresión de que ninguno de esos tres machitos quisieran llegar a tanto, pero estaba claro que nunca hay que juzgar por las apariencias.
-Pablo: Qué pedazo de maricón estás hecho. ¿En serio le vas a encular?
-Sergio: Pues si tío, si tiene buen culo tiene buen culo. A mi me flipan las tías y lo tengo clarísimo, pero tías puedo follarme cuando quiera y a un machito con este culazo lo tengo aquí y ahora.
-Pablo: Nada nada, tú mismo con tus mariconadas…
Así, cambiaron de posición, mientras Manu seguía pajeándose (de hecho, su polla había recuperado sus 21 cm en todo su esplendor), y Sergio se sitúo detrás de mí, mientras Pablo se sentaba en el sofá, pudiendo por fin admirar su cuerpazo. Efectivamente, era un cachas de gym de los de libro, con sus buenos pectorales con algo de vello (si bien el resto de su torso y sus piernas estaban totalmente rasurados), unos brazos cómo mis muslos, y lo más importante: un pedazo de rabo que, efectivamente, igualaba e incluso superaba en largo al de Manu, pero que tenia el grosor de un vaso de cubata.
-Pablo: ¿Qué? ¿Te encantaría comértelo eh? Pero no tendrás esa suerte chaval, lo siento, a mi me molan las pibas, hago esto por morbo sólo.
-Sergio: Tú no le haga ni puto caso al Pablo, que luego disfruta cómo el qué más-dijo Sergio mientras, ya colocado detrás de mí, empezaba a meterme dos dedos en el ojete-bufff, cómo para no follármelo colega, si es que pide rabo a gritos
-Pablo: Tú follátelo o haz lo que quieras, yo sólo voy a pajearme delante de su cara, no voy a metérsela en la boca.
En ese momento la frase “pa cojones los míos” volvió a mi cabeza, y, aún sabiendo que me arriesgaba a, cómo poco, una mala contestación por parte de aquél cachas, no pude más que decir
-Álex: ¿Qué pasa? ¿Te da miedo que te guste?
Manu me miró sorprendido por mi atrevimiento, pero no ví disgusto en su mirada, si no que casi parecía complacido
-Pablo: ¿Qué coño acabas de decir?
-Álex: Lo que has oído. Si eres hetero y tan claro lo tienes ¿Vas a dejar de serlo por qué yo te la coma? Yo diría que no. Yo podría comerme un coñito mañana por morbo y créeme, seguiría considerándome gay.
Se hizo un momento de silencio, y me era imposible saber que pasaba por la mente de cada uno, pero era obvio que Pablo, que parecía tan chulo y arrogante, había sido tocado en su punto débil. Y en su mente, sabía que yo tenía razón: Si tan seguro estaba de su sexualidad, al igual que su colega Sergio, no tenía por qué tener miedo.
-Pablo: Muy bien, pues tu lo has querido putita. Vas a tragar rabo mientras Sergio te encula. Y te aseguro que seguiré siendo tan hetero como hasta ahora tras esto.
-Álex: Yo no lo dudo, y si tú tampoco…¿A qué esperas?
Así que Pablo empezó a introducirme su cañón de carne en la boca, hasta donde humanamente era posible, mientras, notaba como la follada de dedos de Sergio en mi culo continuaba. El esfuerzo de engullir todo el nabo de Pablo fue titánico, pero los años de práctica ayudaron y finalmente lo conseguí.
-Manu: ¡Que cabronazo!. Pablo, el cani ha conseguido lo que muchas tías no han podido eh-dijo Manu que seguía pajeándose-
-Pablo: Bufff…..joder, la verdad es que es acojonante el aguante que tiene. Chaval, si tenía que meterla en una boca de tío por primera vez, creo que elegí la mejor.
-Sergio: Pues prepárate porque ahora vas a estar relleno por los dos lados.
Y es que mientras decía eso, Sergio sacó sus dedos de mi culo, y empezó a introducir lentamente su capullo, que fue recibido gratamente, ya que a esas alturas mi calentón era tal, que necesitaba un rabo en mi ojete sí o sí. Cómo no encontró resistencia, Sergio terminó de ensartármela de golpe, soltando lo que casi era un aullido de placer cuando lo hizo.
-Sergio: Joooodeeer, qué calentito y estrechito está…madre mía, si parece que me está ordeñando
Así, Sergio comenzó una serie rítmica de golpes de cadera mientras me agarraba de las cachas del culo, y Pablo continúo follándome la boca, sólo dejándome respirar de vez en cuando para que tanto él como Manu me escupieran a la boca y la cara. Aprovechando que mis manos estaban libres, no sólo usé una de ellas para pajear a Pablo mientras se la mamaba, si no que con la otra empecé a pajear a Manu, haciendo que él se limitara espatarrarse y dejarse hacer.
Aquello se me estaba yendo de las manos. El morbo que sentía en ese momento por la forma en que Manu y Pablo me usaban, el placer que Sergio me daba con sus embestidas, el olor a hombre y a sexo que había en aquel salón…todo ello superaba mis límites de morbo, y al final, ocurrió lo que era inevitable: Sergio consiguió con sus embestidas darme en mi próstata, con lo que mi polla palpitó varias veces, se tensó y empezó a escupir leche en el suelo del salón ante la mirada incrédula de Pablo y Manu.
-Sergio: Ostia…ostia…que cabrón, se está corriendo sin tocarse mientras le follo….y la muy puta me ordeña más aun la polla…joder…joder, me corro, me corro…¡¡Te voy a preñar cabrón…toma, tomaaaaaaaaa!!
Y cuándo mi orgasmo aún no había terminado, empecé a notar los chorrazos de leche de Sergio en mi interior, lo cual solo intensificó todas mis sensaciones, e hizo que casi me cayera desfallecido, de hecho, Pablo se dio cuenta y me sujetó para que no me cayera.
-Sergio: Bufff colega…en la vida me había corrido así-dijo sacando la polla de mi culo
-Pablo: Y yo en la vida había visto a nadie correrse sin tocarse…pero es que flipas eh, ha dejado un río de lefa en el suelo
-Manu: Supongo putita, que ya sabes lo que te toca ¿No?
Y sí, lo sabía de sobra. Así que me agaché y comencé a lamer lentamente mi propia lefa del suelo ante la mirada incrédula de Sergio y Pablo, que no obstante, no dejaron de pajearse ni un momento mientras me observaban (y considerando que Sergio acababa de correrse, tenía su mérito). Cuando ya no quedó nada en el suelo, levanté la cabeza y los miré sonriendo.
-Manu: No esperaba menos de un cani tragalefas como tú…
-Pablo: Cabronazo…me has puesto muy muy cerdo…y ahora vas a saborear leche de macho pero de la de verdad.
Con estas palabras, Pablo reanudó su follada de mi boca, mientras Manu y Sergio se levantaban y continuaban pajeándose, mirando la escena. Pablo levantaba sus caderas y me apretaba con sus fuertes brazos, sin tener intención alguna de parar hasta que no consiguiera lo que buscaba…y lo que buscaba llegó pronto. De repente, noté su polla hincharse dentro de mi boca, y una vez más, un torrente de líquido espeso y caliente me invadió, aunque no era tan abundante como las corridas de sus dos colegas.
-Pablo: Así, así…eso es, eso es…¡¡Traga leche putaaaaaa!!
Finalmente se detuvo y me permitió sacar la polla de su boca. Los cuatro nos habíamos corrido y estábamos más que satisfechos…bueno…o no…porque lo cierto es que seguíamos bastante palotes.
-Manu: Yo creo tíos, que antes de que se vaya, debemos darle a Álex la merienda, que ha gastado muchas energías esta tarde.
-Sergio: Sí, yo también lo creo.
-Pablo: Y yo, voy a por el vaso.
Pablo fue a la cocina, y volvió con un vaso de cristal. Luego, los tres se colocaron alrededor mío y me hicieron sujetar el vaso con una mano mientras se empezaban a pajear frenéticamente, cosa en la cuál les imité, porque la verdad, aún seguía muy cachondo.
Fue Manu, que llevaba más tiempo pajeándose, el primero en anunciar que se corría, y al hacerlo cogió el vaso de mi mano, y apuntando con su capullo dentro, disparó unos 4-5 chorros de leche, hasta soltar un suspiro de placer una vez había terminado. Al poco, Sergio dijo que él también se corría, y tomando el vaso, disparó dentro otros 5-6 chorros de leche. Aquella escena me estaba dando tanto morbo, que aceleré a tope mi paja y empecé a correrme llenando de leche mi propio abdomen y torso
-Pablo: Joder, mira la putita cuanta leche le quedaba aún. Tíos no aguanto más, dadme el vaso que ya termino
Y finalmente, Pablo remató la faena con 3 buenos chorrazos de leche dentro del vaso
-Manu: Y ahora chaval, es hora de la merienda. La hemos preparado con mucho cariño así que no dejes nada eh.
Si estos se pensaban que iban a achantarme no me conocían. Me levanté, cogí el vaso y empecé a beberme el zumo de rabo de esos tres machitos hasta que no quedó nada, ya que incluso lo rebañé con la lengua.
-Sergio: Está claro Manu, que no pudiste elegir mejor con este cani.
-Manu: Os juro que me está sorprendiendo hasta a mí.
Cuando acabé los miré y sonreí.
-Álex: Igual que ninguno sois menos heteros por lo que ha pasado-dije esto último mirando sobre todo a Pablo- yo no soy menos hombre ni menos macho porque me encanten las pollas y los tíos. Nos diferencian nuestros gustos, pero somos tíos igualmente.
-Pablo: Me jode admitirlo la verdad, pero tenías razón chaval. Eso sí, no confíes en que lo de hoy se repita eh jajaja.
Todos nos reímos como buenos colegas, y cada uno de ellos se limpio bien para irse vistiendo. Manu se acercó a mi con toallitas para que me limpiara bien la lefa de mi torso y luego me dijo.
-Manu: Te dejo lavarte la cara y peinarte, pero ni ducharte ni ostias. Vas a ir en el metro a tu casa oliendo a sexo y quien se te acerque va a saber lo puta que eres.
-Álex: A mí lo que piense un desconocido me la suda, así que sin problema.
-Manu: Me encanta que tengas esos cojones tío.
-Sergio: La verdad es que el cani nos ha dado una lección hoy a todos. Será una putita y un tragalefas, pero los tiene muy bien puestos
-Pablo: Tanto como nosotros o más sí, pero no te acostumbres a que te diga esto nunca más eh cabroncete.
Finalmente, con todos vestidos, Sergio y Pablo se fueron, y yo tras despedirme de Manu con un abrazo, me dirigí al metro y de ahí a mi casa. Sinceramente no recuerdo si por el camino alguien notó o no mi olor a hombre, sudor, semen y sexo…pero francamente me la pelaba
Cuando llegué a mi casa me fui directo a la ducha y me enjaboné varias veces, quedando limpio como una patena. Al salir, cogí mi móvil y vi un mensaje de Manu.
-Manu: Putita, has superado todas las expectativas, y nos has demostrado a los tres que tienes unos cojones como un caballo de grandes. Hoy no has ganado uno, si no tres colegas
-Álex: Y vosotros habéis ganado un colega también…y si algún día queréis decirlo así, también un follamigo
-Manu: Jajajaja, no fuerces tanto…pero tiempo al tiempo
Y así tras cenar y relajarme, me fui a dormir, no sin antes hacerme una buena paja recordando aquella tarde que había vivido
A día de hoy, Manu y yo tenemos un buen colegueo en el que a él le mola ejercer ese rollo dominante conmigo a modo de juego, pero por encima de todo, siempre me repite que soy un tío de puta madre y que le caigo genial, y también a sus dos colegas. Yo por mi parte, me siento muy feliz en ese jugueteo con él, y me encanta saber que, más allá del sexo, también tengo un colega como él a mi lado.
Gracias como siempre, por haber llegado hasta aquí, siendo probablemente este el relato más largo que he publicado hasta ahora…pero la situación lo requería. No puedo dejar de agradecer a Manu, uno de los co-protagonistas de este relato, que me diera su autorización para contar a historia que vivimos, y que siga siendo un buen coleguita mío hoy en día. Sé que este relato tiene elementos que nunca antes he incluido y que nunca había metido tanta dominación y guarreo como hasta ahora…pero en mi vida sexual ha habido de todo, y toda buena historia merece ser contada jeje.
Y cómo reflexión final…en este relato hablo mucho de echarle cojones a la vida, y me gustaría matizar que, si bien aquí es una forma que tengo de retar a uno de los tíos implicados, no me gustaría que quedara como algo banal, ya que en realidad quería usarlo como una metáfora de la vida en general: Muchas veces dejamos de hacer cosas por miedo a nosotros mismos o el que dirán…y por experiencia os diré, que es un gran error, y que mis mayores logros los he conseguido gracias a echarle cojones a la vida. Mismamente, si no lo hubiera hecho, nunca habría empezado a publicar y no habría obtenido la felicidad que ahora mismo tengo por ello.
Abrazos a todos!!!